My life as Kim JaeJoong cap 3

~Primero que todo…me alegra saber que ninguna de ustedes es una asesina en potencia, aunque debo admitir que por horas segundos aquellas opciones (A y B) no me parecieron del todo horrendas (ok, si, me parecieron buenas…más que buenas)…pero eso no significa que sea un psicópata ¿o sí?, bueno que más da si ya soy raro, un título más a la interminable lista de defectos no importa.

Les pregunté porque quería saber si hubiesen hecho las cosas de otra manera de haber sido yo (¡oh dios!, por ningún motivo les deseo ese mal, tan solo es una suposición) y creo que algunas de ustedes si hubiesen sido un poco mucho, un montón, un millón de veces más astutas.

¿Qué hice?, no creo que sea muy difícil para ustedes imaginarlo, déjenme relatarlo de esta manera…digamos que mi uni-neurona transmitía el siguiente mensaje…

*Houston, Houston (al principio escribí jiuston pero algo me decía que estaba mal escrito…tío google es el salvador de los ignorantes) tenemos un problema, el cuerpo de este tarado no responde…¡Houston, Houston!, ¡Creo que lo perdimos!*

Pobrecita neurona…le tocó nacer en un cerebro despoblado. Ni modo peor la tengo yo, ya que debo seguir viviendo con esa cosa que no hace más que ocupar espacio en mi cráneo, a la cual ni siquiera me atrevo a llamar cerebro.

No me movía ni un centímetro, me quedé petrificado, se los juro PETRIFICADO ante lo que le oí decir. Es que de verdad no estoy bromeando, era como si esta cosa…esta tipa con las trencitas de serpientes, o pelos de víbora me hubiese mirado a los ojos y me hubiese convertido en piedra (si alguna de ustedes sabe cómo se llama…las felicito, son más inteligentes que yo…aunque no sé si eso pueda ser un gran mérito…no la verdad es que no lo es…y aquí voy de nuevo como idiota a cambiar de tema).

Lo miré sin decir nada, carajo hasta el cuchillo se me cayó lamentablemente de las manos. El tipo este me miraba con una sonrisa de oreja a oreja mientras seguía apoyado en el mueble.

Yo debía parecerle más tarado de lo “normal”, lo único que me faltaba era babear, se los juro, no pude verme el rostro pero me lo conozco de memoria, en especial en este tipo de situaciones.

- Ey… - dijo aquel chico mientras observaba la tabla en donde estaban los trocitos de vegetales.

- ¿Eh? – contesté al oír su voz, alzando una ceja y deseando que Yoochun se convirtiera en Freddy krueguer, para saber que se trataba de una ¡maldita pesadilla!.

- Se te cayeron los vegetales… - comentó aquello señalando la tabla de cortar que se encontraba cerca de la orilla del mueble.

- No…no se cayeron, ahí están… - contesté observando fijamente aquella tabla.
Pero…¡¿Qué diablos?!...¡¿Cómo es que este tipo cambiaba el tema de conversación de esa forma?!, había pasado de un *ey, te robaré a tu novio* a un *cuidado con los vegetales*, ¿Acaso estaba más loco que yo?(tomen esa pregunta como el insulto que es).

- Pues… - dijo aquello mirándome directamente a los ojos, sin sonreír, y sin ningún tipo de expresión en el rostro. Extendió el brazo sin dejar de observarme y ante mi asombro tiró de la tabla logrando que aquellos trozos de vegetales cayeran al piso. – Si se te cayeron.

Miré el piso sin poder lograr que aquel asombro se disipara, de seguro hasta tenía la boca abierta de la impresión. Levanté el rostro y lo miré a la cara, y ahí seguía, con los mismos ojos inexpresivos…¡Ese tipo sí que estaba loco!.

-…¿Por qué…? – pregunté alzando una ceja.

Ahhh claro, en ese momento si era capaz de preguntar por qué, pero no pude hacerlo cuando el muy condenado me dijo que me iba a robar a Changmin. ¡SOY TAN IDIOTA!.

- ¿Por qué de qué?...trata de no ser tan torpe a la otra ¿vale? – la sonrisa volvió al rostro de aquel muchacho.

Y yo aún no me explicaba qué demonios estaba sucediendo, esto era peor que pesadilla en la calle elm, ¡Joder!, hubiese preferido mil veces tener a Freddy y a Jason persiguiéndome en vez de a este ser no identificado que dice llamarse Yoochun.

- ¿Qué hacen? – La voz de Changmin llamó mi atención al instante y volteé a verlo con lo que definiré de la siguiente forma “carita de cachorrito maltratado, triste y asustado”. - ¿Pasó algo? – se acercó a nosotros sujetando su bolso, ni siquiera había notado hasta ese entonces que el mocoso llevaba su uniforme escolar.

- Yo…

- Nada, JaeJoong dejó caer los vegetales y bueno… - se detuvo por un segundo para rodearme con uno de sus brazos y atraerme un poco hacia su cuerpo. – Creo que está preocupado por eso.

- ¿Por qué no lo vi venir? – dijo Changmin mirándome con una ceja alzada, como si hubiese estado predeterminado que terminaría votando algo y arruinando la comida, pero es que ¡Por todos los cielos!, esta vez no fue mi culpa. - Bueno, ¿Ya se conocen verdad?...Yoochun este es mi novio JaeJoong…JaeJoong este es mi mejor amigo Yoochun, ¿No más mal entendidos? – mantenía aquella sonrisa estúpida en el rostro haciéndome sentir más idiota de lo necesario.

- …Yo.

- Ya, no te preocupes, la paranoia entre novios es común - ¿Cómo era posible que Yoochun pudiese decir algo como aquello sin siquiera detenerse a pestañear?, simplemente impresionante. – Ah y…yo ya había preparado el almuerzo para ambos – confesó Yoochun entre risas, tocando su bolso y guiñándole un ojo a mi novio.


- Que bueno…de no ser por ti nos hubiésemos muerto de hambre – Changmin sonrío y se acercó hasta besarme ligeramente y desordenar un poco mi cabello. – Aunque…sinceramente Yoochun – ahora se encontraba observando al chico que estaba a punto de dislocarme el hombro ¡Joder!, no tenía porque apoyar todo su peso en mi pobre hombro, ¿Es que me quería quitar el novio y además de todo también dejarme discapacitado?. – Creo que hubiésemos terminado comiendo tus almuerzos de todas formas…

- ¿Qué quieres decir con eso idiota?... – pregunté quitándome aquel brazo asesino de encima y mirando de una manera muy poco amistosa al patán que se hacía llamar mi novio.

- Nada JaeJoong…nada – Y el muy condenado no dejaba de reír, es que tenía unas ganas de darle un sartenazo por la cabeza.

- Bueno, se nos hace tarde mejor nos vamos Minnie.

¿Minnie?....¡Minnie!, joder si ni a mí me deja decirle así, es más parece que percibe cuando voy a intentar llamarlo de esa forma porque me mira como si quisiera convertirse en asesino en serie y hacerme la primera víctima, pero a él si se lo permitía…Esto estaba empezando a olerme muy muy MUUUUUY mal.

- Bueno, vamos…bye tarúpido – desordenó mi cabello una vez más para luego caminar hacia la puerta.

Yo creo que este niño leyó mal su fecha de nacimiento porque insiste en tratarme como a un reverendo pende…niño.

Estaban a punto de abandonar por completo el apartamento cuando aquel infernal pelinegro volteó a verme para guiñarme un ojo y abrazar a Changmin por la espalda y así entre risas y jugueteos dudosos se fueron….¡par de malnacidos!, si no fuera porque de verdad me gusta Changmin los hubiese mandado al demonio para que vivieran felices y comiendo perdices en una tierra llamada Bastardolandia.

¡¿Guiñarme el ojo?!, ahhhh dios mío, debí haber tenido el cuchillo en la mano para arrancárselo y guardarlo como reliquia, es que nadie puede ser tan…tan…tan ¡Maldito!.

- Oh…¿Botó los vegetales para que Changmin no comiera mi almuerzo…sino del suyo? – pregunté en voz alta mientras mis palabras hacían eco en aquel desolado apartamento.

¡BINGOOOO!, ¡Si imbécil!, ¿Por qué más iba a ser?, ¿Ahora te vienes a dar cuenta?, ¡Maldición, si que necesito un trasplante de cerebro!.

No puedo decirles exactamente por cuánto tiempo estuve parado ahí, en medio de la cocina como momia petrificada mirando fijamente la pared. ¿Qué si quería contar las líneas del papel mural? La verdad esa no era mi intención, es sólo que mi proceso mental es muy lento y aún estaba tratando de descifrar la seriedad de las palabras de ese chico, ¿Qué pensaba?, pues algo como esto:

“Changmin…Yoochun…peligro” si, mensajes cortos pero es todo lo que puede procesar mi neurona. Al fin y al cabo comprendí que es mejor tarde que nunca (sigo repitiéndome lo mismo a diario, la esperanza nunca se pierde).

- ¡Le gusta Changmin! – exclamé al encontrar la respuesta indicada.

¿Ahora si ya están convencidas de que me falta algo allí arriba?...supongo que ya lo sabían desde el principio, no se preocupen no las culpo, más bien las entiendo. ¡Idiota tenía que ser como para no darme cuenta de eso al instante!, si lo único que le faltaba al infeliz paliducho era besuqueárselo frente a mí.

¿Qué iba a hacer?, ¿Cómo podía detener a Yoochun?, ¿Cómo podía impedir que lograse hacer lo que fuese que planeaba?...demasiadas preguntas para alguien tan estrecho de pensamiento como yo, lo único que se me ocurrió en ese momento era que debía permanecer cerca de Changmin o advertirle de lo que Yoochun se traía entre manos. Al menos por ahora no podía dejarlo solo y en manos de ese psicópata, si lo hacía era como regalárselo con cinta y todo ¡Y POR NINGUN MOTIVO IBA A DEJAR QUE ESO SUCEDIERA!.

¿Qué se me ocurrió para poder estar a su lado y cuidar de que ese depravado no intentase ponerle las garras encima?, pues bien…redoble de tambores para la gran respuesta…Me metí a su cuarto y saqué uno de sus uniformes, como han de imaginárselo me lo puse y ¡SI!, ¡LE SOY FIEL A MI IMBECILIDAD!, salí corriendo en dirección a mi antiguo colegio, me haría pasar por estudiante de último año, ¿Brillante verdad? Si brillante e irónico, era la primera vez que asistía a un primer día de clases y ya ni siquiera era un alumno de preparatoria.

Corrí lo más rápido que pude hasta llegar a aquel colegio, pero como han de suponerlo estaba cerrado, y como también han de suponerlo esa idea ni siquiera se me cruzó por la cabeza.

Heme allí, parado frente a un portón cerrado y a unos muros demasiado altos que jamás podría escalar debido al pánico a las alturas que comencé a sentir el día en que casi muero intentando declararme. Mi plan había sido un fracaso.

-…¿Qué diablos haces aquí JaeJoong…y vestido de esa forma? – Oh no, deseaba estar oyendo mal, si, intentaba convencerme de que todo lo sucedido me había causado una especie de shock emocional…¡Ese no podía ser Jung Yunho!.

- Si eres una alucinación…vete, no tengo tiempo para lidiar con mi locura – contesté al voltear y verlo de píe junto a mí.

- …No soy una alucinación.

- Lo qué digas sólo desaparece, tengo que encontrar una forma de entrar sin morir de miedo en el intento – fijé la mirada en mi enemigo principal, aquel muro de unos cuatro metros de altura.

- ¿Quieres entrar?- volvió a preguntarme y de ser una alucinación era bastante fiel al imbécil real, no dejaba de molestarme.

- ¿Qué crees?, ¿Por qué otra razón estaría aquí, vestido así y mirando fijamente un muro? – respondí volteando a verlo, ya no podía seguir engañándome, lamentablemente aquel si era Jung Yunho.

- Contigo nunca se sabe… - contestó luego de soltar un par de carcajadas y ¿Es que todo el mundo se divierte al burlarse de mí?...en vez de estudiar filosofía debí convertirme en payaso, para estas alturas ya sería millonario.

- Ok, ok...sigue con tu rumbo que necesito ver como entro.

- Pues…¿Qué te parece si entras por el portón?.

- Está cerrado ¿Qué no ves?.

- Si pero… - Yunho sonrió y se acercó al intercomunicador para presionarlo por un segundo.

- Buenos días, ¿En qué puedo ayudarlo? – una voz femenina provenía de aquel parlante.

- Soy Jung Yunho… - y no tuvo necesidad de seguir hablando ya que aquella mujer estalló en una especie de felicidad enérgicamente extraña.

- ¡Yunho-shi!, ¡Qué alegría que si hayas podido asistir hoy a la ceremonia de bienvenida!, Entra, entra hijo.

Dios mío, ese es el poder del favoritismo, pero ¿Qué más podía esperar?, Yunho fue el presidente del centro de alumnos por 2 años y un alumno sobresaliente en todos los ámbitos, era de esperarse que lo recordaran de esa forma y menos mal no se me ocurrió la brillante idea de tocar el timbre de aquel intercomunicador porque de seguro ni se hubiesen molestado en revisar los registros escolares para encontrar mi nombre, después de todo siempre he sido y seguiré siendo invisible.

- ¿Vienes? – Pregunto el risueño mientras aquel portón automático se abría para que ingresara el alumno pródigo de aquel colegio.

Asentí y comprendí la gran ironía de la vida, henos allí, el mejor ex (maldita palabra) alumno de aquel colegio ingresando en compañía del ex (malos recuerdos) alumno que por poco no se gradúa.

Caminamos entre los pasillos desolados de aquel colegio que me traía tantos buenos y malos recuerdos, al parecer los alumnos se encontraban en el auditorio, esperando el discurso y la ceremonia de bienvenida, por esto siempre evité asistir al primer día de clases, prefería estar haciendo nada en mi casita durmiendo antes de venir a hacer nada al colegio.

- Ey…parece que estamos solos ¿Qué te parece si… - de la nada el muy condenado me acorraló contra los casilleros y se acercó hasta ganarse entre mis piernas, al parecer había pensado bien la situación, de esa forma no podía pegarle. –…Te violo antes de ir a dar el discurso?...te ves tan apetecible con ese uniforme que no puedo resistirme – Susurró aquello a mi oído mordiendo el lóbulo de mi oreja y provocándome un escalofrío que me recorrió de la cabeza a los pies.

Me desagradaba, si, de eso no cabían dudas, pero no podía controlar a mi cuerpo traicionero, al parecer el tener relaciones con Changmin me dejaba demasiado sensible…Ahh si tan solo fuese Changmin el que me susurrase esas cosas al oído todo sería tan diferente (su mente se fue a un abismo de perversión).

- y ¿Qué te parece si…te parto la cara a golpes? – contesté sonriendo de oreja a oreja y empujándolo para que me diera mi tan preciado espacio.

Yunho solo rió, al parecer me estaba tomando el pelo como lo hace todo el mundo. Pero qué más daba, era la nueva moda “mil y una formas de joder a Kim JaeJoong” deberían publicar un libro con ése título, ¿Sería muy masoquista si lo escribo yo?.

- Ay JaeJoong, amo tus reacciones – Aquel chico desordenó mi cabello y ahí vamos de nuevo, ¿Acaso eso también se convirtió en alguna especie de tendencia?.

Lo miré con enojo y volteé para seguir mi camino y TA-DA, nuevamente me quedé hecho piedra al ver que Changmin se encontraba a unos cuantos metros de distancia observándonos fijamente. Llevaba puestos sus anteojos y sostenía un par de libros, se acercó sin decir una palabra hasta quedar a centímetros de distancia, no dejó de observarnos y su rostro se encontraba completamente en blanco, inexpresivo, no podía ni siquiera imaginar lo que estaba pensando en aquel momento.

- Yo…Yo… - Tartamudeaba, al parecer me habían engrapado la lengua, no había hecho nada malo y sin embargo me comportaba como todo un infiel atrapado en el acto ¡Que me den!.

- ¿Qué estás haciendo… - por fin habló, alzó una ceja y me miró con desconcierto - …Aquí y con mi uniforme?.

“…¿Ah?” pensé mientras la cruda realidad se hacía presente. ¡JODEEEER!, lo que le preocupaba era el uniforme y no el hecho de haberme encontrado en aquella posición con mi EX NOVIO. Eso era demasiado, al carajo con todo, una cosa es no ser celoso y otra muy diferente es que no te importe en lo absoluto.

- ¡Yoh nuevo presidente! – Yunho aun mantenía aquella sonrisa idiotizada mientras saludaba a Changmin, quien lo miraba de manera normal.

La verdad es que no esperaba una reacción celosa ultra exagerada, pero tampoco me esperaba esa calma, mi inseguridad es un gran problema…sí, yo soy el del problema, Changmin está en lo correcto, después de todo el idiota impulsivo que llegó hasta la escuela por sus celos y su desesperación, soy yo. ¡QUE ME VUELVAN A DAR!.

¿Nuevo presidente? – pregunté observando a Changmin en busca de una explicación.

- Ah sí…pensé que lo sabías, a mediados del año pasado me eligieron para tomar el cargo de presidente estudiantil…¿Qué acaso no tuviste que votar?.

Sinceramente…si voté pero nunca le he prestado mucha atención a ese tipo de cosas, al momento de votar simplemente marco el nombre que más me guste de entre la lista.

- Bueno, mejor me voy al auditorio, bye changmin…Bye cariño – susurró lo último a mi oído logrando que mi pierna sintiese la enorme necesidad de estrellarse contra sus partes íntimas, se alejó casi corriendo, al parecer su entrepierna sintió la amenaza.

- Bueno…yo también me voy – Changmin lucía diferente, se veía completamente serio y autoritario, tal vez ese era su nuevo look de presidente del centro de alumnos pero ese no era el Minnie que yo conocía.

- Espera, vine porque quería hablar contigo – Me acerqué y sujeté su mano, levantando un poco el rostro para poder besar su mejilla.

- Ah…pues como supondrás no tengo tiempo – contestó fríamente mientras observaba su reloj pulsera.

Hijo de su…mami, ¡témpano de hielo!, en ese instante me sentí como el Titanic, había colisionado contra un ¡ICEBERG ANDANTE!. Y de nuevo volví a aquella “carita de cachorrito maltratado”, lo solté de inmediato y estaba a punto de decirle que me iba cuando sus carcajadas inundaron aquel desolado pasillo y el instinto asesino que se ocultaba dentro de mí ser comenzó a aflorar…nuevamente.

- jajajajaja…y tú vas y te la crees baboso – Confesó entre risas para luego sujetar mi mentón y robarme un cálido beso.

¡Condenado!, estaba a punto de volarle los lentes con mi puño, pero cualquier señal de enojo se pulverizó cuando mordió mi labio e introdujo su lengua en mi cavidad, logrando robarme el aliento y despertando aquel deseo que me provocaban sus labios.

-…¿Disfrutas mucho riéndote de mi verdad? – pregunté al morder su labio y observarlo con resentimiento.

- Mucho, es lo que alegra mis días – me sacó la lengua y sonrío.

Puse cara de enfado, pero la verdad es que expresiones como aquellas son las que me hacían notar que Changmin era en realidad menor que yo, se ve tan lindo cuando actúa de esa forma que ni siquiera me importa que me utilice como hazme reír.

- …Idiota – sonreí y besé con suavidad sus labios.

- Bueno, dime lo que me tienes que decir, tengo que regresar pronto al auditorio.

- ¿Ah?.

Si, Idiota yo, con tan solo un beso y ya se me había olvidado el porqué de mi repentina urgencia de hacerme pasar por un estudiante de preparatoria, de lo que estaba seguro es que era más que un simple fetiche o una vocación de espía.

- Ah…bueno…se trata de Yoochun… - contesté mordiéndome el labio y retrocediendo un poco.

- ¿Qué pasa con él?...¿Aún crees que te engaño? – Changmin alzó una ceja y acomodó sus anteojos sin dejar de observarme.

- No…no es eso…verás creo que lo mejor es decírtelo, así no caigo en sus juegos…creo que…creo que le gustas a Yoochun – Declaré aquello mirando a Changmin y esperando con ansias su reacción.

El muy maldito solo me miró a los ojos por un par de segundos sin siquiera pestañear, logrando que mi inquietud creciera aún más, ¿Es que acaso no me creería?.

- …¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!! – Se reía como si no existiese un mañana. ¿Se sorprenden?, pues yo si lo hice, aunque sé muy bien que debí haberme esperado algo como eso.

- ¿Por qué te ríes?...

-….¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAAA!!!! AY MI MADRE – el muy infeliz ahora se encontraba apoyando la frente contra los casilleros y sujetando su estómago de tanta risa.

Pues si seguía así lo más probable es que no existiese un mañana, pero para él, porque estaba a punto de desatar mi ira, ustedes bien saben que es difícil que eso suceda debido a mi personalidad, pero desde que este…desde que Changmin entró a mi vida la interminable paciencia que creí poseer resultó tener un límite.

Estaba a dos minutos de estallar y hacerle tragar tierra para ver si aún le daban ganas de reírse de este payaso, alías Kim JaeJoong.

Pues y ¿Cómo creen que me respondió?...les daré cinco opciones:

1) Ay JaeJoong tú y tu imaginación…tarado.
2) Ah…y ¿Qué importa?, sé que soy irresistible, sólo era cuestión de tiempo, Yoochun caería rendido a mis pies tarde o temprano.
3) Si…le gusto a Yoochun tanto como a mí me gusta Yunho, tarado.
4) Sí, lo sé.
5) Pues…¿Te parece si mañana vamos a una cita…pero con el psicólogo? JAJAJAJAJA tarado.

Lo sé, hay un abuso de la palabra tarado, pero después de todo ¿ Creen que está mal utilizada?.


0 comentarios Publicado por Kim JaeJoong en 25/11/2010 22:15:00 PM~


Jaejoong se apresuró a publicar aquella entrada mientras escuchaba los gritos de su adorada madre.

- ¡JaeJoong apúrate!, ¡¡¡Ya empezó el final de Baker King Kim Tak Gu!!!.

- ¡¡¡Ya voy mami!!! – contestó el pelinegro quien se paró sin prestarle mucha atención al cable de su notebook, logrando estrellarse contra el piso y de paso llevarse consigo su preciada computadora portátil.

Ay JaeJoong, JaeJoong…esperemos que la pobrecita haya sobrevivido o no sabremos de ti por un buen tiempo.

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