PRINCE G@ME cap 4 parte 2

Stage 4: The Master Prince part2

Aquí estaba de nuevo, en el cuarto de Yoochun. ¿En qué otro lugar podría estar? y además de todo se encontraba atascado con la limpieza del lugar. Junsu movió aquel colorido plumero sobre el velador, limpiando esa fina capa de polvo. Tosió al sentir como un poco de ese polvo llegaba a su nariz.

Se dejó caer sobre el piso suavemente mientras observaba por sobre su hombro, observó la silueta de un Yoochun que parecía sentirse más satisfecho al dormir por las tardes. Aunque estaba seguro de haber visto una pila de tarea acumulada que esperaba ser completada. Junsu pensó que el chico lucía vulnerable al dormir. Su cabello se encontraba esparcido de manera descuidada en varias direcciones, algunas mechas caían sobre sus párpados. Yoochun murmuró algo antes de moverse hacia el otro lado de la cama.

Junsu pensó por un momento que aquel chico lucía un poco inocente, muy diferente a la personalidad malvada que solía acarrear consigo.
***

Ya se hacía de noche y el joven decidió regresar a su habitación, se sentía cansado de tanto limpiar. Saltó sobre su cama dejando escapar un suspiro repleto de alivio y se acurrucó sobre su almohada. ¨Ah, que agradable es recostarse sobre una cama¨. Junsu gimió a causa de la comodidad que le brindaba a su adolorido cuerpo. Sus ojos se cerraron lentamente, el sueño comenzaba a apoderarse de él.

Justo en ese momento alguien golpeó a su puerta. Maldición, ¿Quién podía ser?.

“¿Quién es?” preguntó aturdido mientras abría la puerta.

Le saludó un rostro sonriente.

“Ey Junsu, soy yo”

Junsu parpadeó.

“ ¿Yunho?, ¿Qué haces aquí?”

Yunho sonreía de oreja a oreja mientras agitaba frente al rostro de aquel confundido muchacho, una botella de lo que parecía ser aceite corporal.

“Vine a darte un masaje”

“ ¡¿Eh?!, ¿un masaje?” Junsu se alejó. “¿Para qué? No lo necesito”

“ Sé que te duele todo, así que ¡deja que te de un masaje!, ¡Soy bueno!” Aquel chico ladeó ligeramente su cabeza.

“Bueno” Junsu se hizo a un lado para permitirle la entrada a aquel muchacho. “Más te vale ser bueno en esto, de lo contrario te golpearé”

“Aw Junsu, eres tan malo” Yunho se dirigió hacia la cama para luego voltear a ver a su acompañante. “¡Pero de todas formas te amo!, chu~”

Junsu se recostó boca abajo sobre la cama mientras Yunho se acomodaba a su lado. El muchacho untó una pequeña cantidad de aceite en sus palmas.

“Junsu quítate la camisa” le ordenó.

El más bajo gruñó antes de quitarse la camisa lentamente. Yunho frotó sus palmas aceitadas antes de esparcir aquel aceite de manera gentil sobre la espalda de aquel muchacho.

Junsu dejó escapar un suave gemido al sentir como ése chico aplicaba una pequeña cantidad de presión sobre sus tensos músculos.

“Hmmm…se siente bien…Ah…Más…Si….Ah….Ugh…Sí ahí…Ah…de nuevo…Yunho eres bueno en esto”

“Lo sé” Yunho contestó antes de acariciar traviesamente la pequeña hendidura que se encontraba justo por sobre las curvas de su trasero.

“Ey, no toques ahí” Junsu se quejó para luego voltearse y recostarse de espalda.

“Junsu…realmente quiero volver contigo” Yunho se encontraba sobre él. “¿Me dejarías volver a tu vida”

“Lo pensaré…” Junsu dijo aquello antes de rodar cama abajo para dirigirse al baño.
***

Junsu hizo un puchero. Roosevelt simplemente le observó desde el otro lado de su escritorio.

“Me dijiste que no volvería a aparecer… pero lo hizo… y dijo que ¿terminamos?... ¿Cuándo es que comenzamos una relación?” dijo aquel muchacho.

Los labios de Roosevelt se movieron ligeramente.

“No dije que no reaparecería en la última etapa. Tan solo dije que no aparecería en la SIGUIENTE etapa. Con otro pretendiente, el juego se hace más interesante Y más difícil. Después de todo, es la última etapa”.

Junsu gruñó. Shinzo, quien se encontraba a su espalda, simplemente rió.

“ Ok, bueno. Regresaré a clases” Junsu salió por la puerta.

Shinzo estaba a punto de seguir sus pasos y salir de aquella oficina, pero se detuvo a hablar.

“ ¿Estás seguro de que los demás no aparecerán?”

Roosevelt asintió.

“No lo harán si no interfieres”

“Ok” Shinzo sonrió antes de besar sus labios con cautela. “Te veo más tarde”
***

“ ¿Adónde vas? Estoy hambriento” Shinzo frotó su estómago.

“No se…¿ tal vez al comedor sur? Me muero de hambre” Junsu se levantó de su asiento. Su teléfono comenzó a vibrar. “Maldición” Junsu sostuvo el celular entre sus manos.

Shinzo espió por sobre el hombro de su acompañante.

“ Ooh, ¡Un mensaje de parte de tu amado Yoochunnie~!”

“Él NO es mi amado” Le corrigió mientras leía dicho mensaje.

*Te espero en la azotea*

“¿Azotea, eh?” Shinzo tocó la mejilla del chico. “Vete, no te esperaré”

“¿Piensas que debería ir?”

“Duh, Aún tienes una correa alrededor de tu cuello, una que lleva su nombre escrito” Shinzo sonrió.

Se separaron fuera del salón de clases, Shinzo se dirigía al piso inferior y él hacia la azotea. Escaló dos peldaños a la vez, golpeando la madera barnizada. Abrió la puerta al alcanzar la cima de la escalera. El aire frío rozó su rostro.

“Oh, viniste” Escuchó la voz de Yoochun a su derecha.

“No tengo otra opción ¿O sí?” Contestó.

En ese mismo instante Yoochun lo alejó de la puerta, derribándolo contra el piso.

“¡¿Qué estás haciendo?!” Junsu gritó al alejar con un manotazo aquellos dedos que pretendían desabotonar su camiseta.

“¿Acaso no puedes ver? Estoy intentando desabotonar tu camiseta” Yoochun sonrió al desabotonar con éxito todos y cada uno de los botones.

Se sentó a horcajadas sobre Junsu, manteniéndole firmemente presionado contra aquel piso de concreto. Sostenía prisioneras ambas muñecas del muchacho con su mano izquierda.

“ ¡Suéltame pervertido!” Junsu retorció su cadera.

“Vuelves a hacer eso y voy a violarte” Yoochun gruñó.

“Bueno, es lo que pretendes hacer de todas formas ¿no?” el muchacho respondió de manera desafiante.

“Tú lo pediste y a mí no me cuesta complacerte “Yoochun recorrió la oreja del chico con su lengua. “He estado anticipando esto”

Junsu luchó al intentar liberar sus muñecas pero no pudo lograrlo. Intentó usar sus piernas para quitarse a Yoochun de encima, pero el chico se le había anticipado, bloqueando con sus propias rodillas los muslos de Junsu.

“Quítate de encima pervertido” Junsu retorció su cadera una vez más.

Yoochun gruñó.

“Me estás poniendo más caliente de lo que imaginé y todo gracias a esa maldita cadera tuya”

“Cállate bastardo” Junsu agitó su cabeza de lado a lado.

Yoochun se aprovechó de la inquietud de aquel chico. Lamió sus labios, su quijada y su cuello antes de marcarle al succionar la piel de su clavícula. Dejó que sus manos vagaran a través de ese torso tan apretado antes de vacilar al encontrarse con la tela de sus pantalones.

“Junsu” el muchacho pronunció su nombre. “¿Quién es el pervertido aquí abajo? Mira lo duro que estás…” Yoochun frotó aquel duro miembro por sobre sus pantalones.

Junsu hundió sus talones en el piso de concreto. No tenía idea de adónde habían ido a parar sus zapatos. Lo único en lo que podía pensar, era en las sensaciones que Yoochun le provocaba.

Yoochun se deslizó hacia abajo sin dejar de besar su cuerpo, desabrochando aquel pantalón con sus dientes. Luego de un par de tirones, logró bajar el cierre. Sonrió repleto de satisfacción.

“Hmm, mira quien me estaba esperando” Yoochun se burló de él al mordisquear aquel palpitante miembro a través de su ropa interior. “Calvin Klein…sexy”

El muchacho gruñó.

“Ugh… pervertido”

Yoochun levantó la mirada y sonrió.

“Soy el pervertido que deseas ¿no?” Lamió con astucia el punto más sensible a través de la tela, ganándose un gemido repleto de lujuria de parte del chico que se retorcía bajo su cuerpo.

El suave silbido del viento no los detuvo. Yoochun liberó a aquel muchacho de los restos de tela que se interponía en su camino.

“Estás tan caliente. Tan… tan caliente…” Yoochun besó ese cálido miembro antes de meterlo en su boca; Lamiendo, succionando mientras sus manos se encargaban de acariciar sus testículos.

Junsu dejó caer su cabeza hacia atrás, gimiendo incontrolablemente.

“Ah… voy a….”

“Espera un poco más bebé” Yoochun succionó la cabeza de su extremidad con más fuerza. “Tengo que prepararte primero”

Cubrió sus dedos con el pre-semen de Junsu, dirigiéndolos hasta su entrada. Frotó suavemente su piel y metió dos dedos profundamente.

“¡Eso duele!” Junsu gritó.

“Shh…Aguanta un poco. Eres un poco estrecho aunque creo que ya lo has hecho antes, ¿Verdad?”

“Yoochun…” Junsu asintió.

Yoochun enganchó sus dedos en el interior de su acompañante para luego girarlos, aflojando el músculo. Su otra mano se movió de manera frenética hasta bajar su propio cierre, librándose a la vez de aquella molesta ropa interior. No pudo soportar por más tiempo y con una veloz embestida ya se encontraba dentro de la calidez de Junsu.

“No te muevas… aún no…” el muchacho movió su cadera de manera sutil para acomodarse a la intrusión de Yoochun.

Yoochun esparció besos sobre su rostro. Succionó su endurecido pezón y tiró ligeramente de él. Comenzó a moverse lentamente al sentir como las paredes de aquella entrada presionaban su miembro. Rápidamente encontró el ritmo indicado. Colocó las piernas de Junsu por sobre sus hombros, disfrutando del placer que aquella posición le otorgaba.

Junsu enterró sus talones en la espalda del chico que le penetraba una y otra vez, deseando aún más de su parte. Su palpitante entrepierna no fue olvidada, Yoochun acariciaba su miembro en toda su extensión, sincronizando el movimiento de su mano con el de su cadera.

Ambos jadeaban y gemían mientras alcanzaban ese punto sin retorno.
***

Junsu frotó su trasero mientras caminaba por fuera del comedor de la escuela. A pesar de que ya habían pasado dos días, aún se sentía un poco inflamado. Desde esa ocasión, sólo había regresado al cuarto del muchacho a limpiar, limpiar y limpiar.

Junsu caminaba sin prisa alguna por el pasillo, acariciando su nalga.

“¡Junsu~!” Una voz le llamaba.

No volteó porque sabía que la persona en cuestión se lanzaría sobre él.

“¿Cómo estás cariño?” Yunho le rodeó con sus brazos, atrayéndolo a su cuerpo. “Hoy luces adorable. ¿Quieres ir a limpiar mi habitación en vez de la suya? Te recompensaré bien”

Junsu agitó su cabeza.

“No gracias, tengo que encontrarme con Yoochun”

“No me digas que es una cita” Yunho le regaló un puchero.

El más bajo ignoró las miradas que recibió al caminar con Yunho pegado a su cuerpo.

“No es una cita. ¿Cómo podía serlo cuando no me agrada mucho?”

“Que bueno, porque te…” Yunho besó sus labios. “¡AMO~!”

Junsu suspiró. ¨¿Por qué estoy atascado con éstos idiotas?¨pensó.

Yunho se dirigió a su clase, mientras Junsu se encaminó hacia el salón de música. Se detuvo poco después, al oír una melodía. Era suave y alegre. Caminó silenciosamente, apoyándose en la muralla, miró a hurtadillas dentro del salón de dónde provenía la música. No quería adivinar de quién se trataba porque su instinto le decía que era alguien a quien conocía bien.

Estaba en lo cierto, Yoochun se encontraba allí, detrás de aquel piano mientras sus dedos bailaban sobre las teclas blancas y negras; su cabeza se movía ligeramente, al ritmo de la melodía. La expresión en su rostro era diferente a la que Junsu había visto los días anteriores. Se veía repleto de pasión, pero aún así no dejaba de lucir gentil. Junsu sonrió.
***

La escuela había terminado y era hora de dirigirse hacia el cuarto de Yoochun. No sabía por qué se quejaba, ¡Estaba ansioso por ir!, dando brincos como un niño de primaria, Junsu tocó a la puerta. Nadie respondió. Volvió a tocar, pero aún no había respuesta alguna.

“¿Yoochun?, ¿Estás ahí?” Giró la manila y abrió la puerta. “¿Yoochun?”

Se detuvo. Sus ojos se abrieron de par en par, sus labios temblaban.

“Yoochun…” Junsu retrocedió un poco. “¿Qué estás…”

Yoochun se encontraba recostado. Un chico lo besaba mientras se encontraba sentado a horcajadas sobre él.

“Piérdete” el chico que se encontraba sobre Yoochun le habló con muy poca paciencia. Junsu retrocedió otro paso, luego otro y uno más. Pronto se encontró corriendo al intentar alejarse lo más pronto posible de aquella habitación.

Sus ojos ardían debido a las lágrimas, su visión era borrosa.

“Ey Junsu, Ten cuidado…” Yunho le sujetó, evitando su caída. “Junsu, estás llorando. ¿Quién te hizo esto?”

“No… no es nada” Masculló aquello sobre el hombro de Yunho

“Junsu, si alguien te molestó, sólo dímelo y yo le patearé el trasero” Acarició el cabello del más bajo. “Shh… bebé no llores” le arrulló.
 

Junsu sollozó incontrolablemente. No sabía que podría llegar a dolerle tanto. ¿Por qué?, ¿Cómo era posible? O ¿Es que acaso se había enamorado de Yoochun? No, eso no podía ser posible. Simplemente no podía ser posible…

“Yunho” sonó su nariz con la manga de la camiseta de Yunho. Recibió un gruñido repleto de descontento por parte del aludido. “Entré al cuarto de un amigo. Y él estaba en una situación íntima con alguien y… duele…”
 

“Oh cariño” Yunho acarició su espalda de manera gentil. “Estás enamorado. ¿Por qué no te enamoraste de mí?”
 

“Yo…”

Yunho sostuvo aquel rostro entre sus manos y se acercó para besarle. Junsu desvió la mirada.

“Lo siento” Yunho le soltó

“JaeJoong es el más indicado para ti” Junsu murmuró.

“¿Qué dijiste?” preguntó el chico. “¿Quién es JaeJoong?”

“Olvídalo”

Aquella voz que Junsu añoraba apareció de la nada.

“¡JUNSU!”

El muchacho permaneció quieto. Estaba confundido y no sabía cómo reaccionar.

“Junsu, escucha” Yoochun se detuvo justo a su espalda, jadeando pesadamente. “No es lo que piensas”

“No quiero saber nada más de ti” Aquel chico comenzó a caminar pero Yoochun sujetó su brazo y logró girarlo.

“¡Junsu!, ¡Escúchame!” Gruñó. “No sé quién es ése chico. Se me lanzó encima, yo no le correspondí. Juro que no lo hice porque tan solo te amo a ti, a ti y nadie más”

“Vete” Junsu se liberó de su agarre. “No quiero verte la cara”

“Joder, Junsu. ¿Por qué mierda no me crees?” Yoochun tiró de él antes de sacudirlo violentamente.

Yunho había estado observándoles en silencio, pero al presenciar aquello interfirió. No permitiría que ése tipo dañase a la persona que él amaba.

“Jódete Yoochun” empujó a Yoochun antes de golpearlo en la cara, dejando un hilo de sangre en su mentón.

“Mierda” Yoochun limpió la sangre con el reverso de su mano. Le regresó el golpe, estrellando su puño en la quijada de Yunho.

Yunho cayó de espalda, golpeando el suelo. Gracias a dios no fue lo suficiente como para matarlo. Junsu no podía permanecer ahí sin hacer nada mientras aquellos chicos hormonales peleaban entre sí. Se ganó frente a Yoochun y lo abofeteó con fuerza.

“Junsu” Yoochun pronunció su nombre con un tono de voz bajo, sonaba como una advertencia.

“Te odio bastardo” Gritó aquello antes de correr, abandonando el lugar.
***

Shinzo acariciaba al chico que dormitaba sobre su regazo. Jugar este juego debía ser tan agotador para él, pero era por su propio bien y al parecer ya se había enamorado de Yoochun.

“Shinzo” Roosevelt se detuvo frente a la mesa.

“¿Qué pasa?” Shinzo apoyó su brazo sobre el costado de Junsu. “¿sucede algo… malo?”

“Si” contestó Roosevelt
***

Sentía como si el mundo estuviese a punto de acabarse. Como si fuese demasiado tarde. Junsu se obligó a correr lo más rápido posible, tenía que hacerlo. Yoochun lo necesitaba. Intentó abrir con fuerzas la puerta del cuarto de Yoochun, pero esta no se movía.

“¡YOOCHUN!, ¡POR FAVOR NO LO HAGAS!, ¡POR FAVOR DETENTE!” Gritaba mientras golpeaba aquella puerta. Su corazón latía mil veces más rápido. El sudor cubría su rostro entremezclándose con las lágrimas que no dejaban de correr.

“¿Por qué debería detenerme?” La voz de Yoochun se oía desde el otro lado de la puerta. Sonaba cortante.

“Porque…” Junsu se desplomó contra la puerta. “Te amo”

Junsu observó la puerta. ¿Acababa de decir lo que creía haber dicho?, No podía estar realmente enamorado de ese chico, ¿cierto?.

“Sólo lo dices para hacerme sentir mejor, ¿verdad?” Yoochun se paró sobre la silla mientras posicionaba la cuerda alrededor de su cuello. “Eso es todo, Junsu. Adiós”

“¡NO!, ¡Yoochun!, ¡Por favor, déjame entrar!, Juro que realmente te amo. No estoy mintiendo” Golpeó aquella puerta con más fuerza, sus nudillos comenzaron a sangrar.

“¿Cómo puedo estar seguro de que dices la verdad?” Yoochun se quitó la soga y bajó de aquella silla. Caminó hacia la puerta y sostuvo la manilla.

“Haría cualquier cosa por ti” Dijo el muchacho al otro lado. “Cualquier cosa”

“Oh, ¿enserio?” Yoochun abrió la puerta. Lucía ligeramente demacrado y pálido.

“Si”

“Entonces salta por la ventana de mi cuarto. Estamos en el quinto piso” Dijo sin dudarlo, no parecía estar bromeando.

Junsu tragó saliva. ¿Acaso Yoochun había perdido la razón?, ¿Le pedía que saltara del edificio?, era absurdo pero si no lo hacía, Yoochun no le creería. Se adentró en la habitación y notó la cuerda que colgaba del cielo raso junto a la silla que se encontraba debajo. Se detuvo justo frente a la ventana abierta.

“¿Estás seguro de que esto es lo que quieres?” preguntó por última vez.

“Si” Yoochun observaba la espalda del muchacho y pensaba ¨No lo hará, ¿Qué tipo de idiota lo haría?¨.

Junsu se subió a la baranda y observó el verde escenario que se encontraba a sus pies. Eso era todo. Podía tratarse de un juego pero si moría allí ¿Moriría también en la vida real?, no podía saber la respuesta con certeza y sinceramente no deseaba enterarse. Se movió un centímetro, acercándose al borde, cerró sus ojos. Su corazón se aceleró, sus palmas sudaban. Le dijo a Yoochun que haría cualquier cosa y si eso significaba morir por él, lo haría porque… lo amaba.

Junsu avanzó un paso antes de resbalarse. Pensó que golpearía el piso en cuestión de segundos pero algo le sujetó. Miró hacia arriba, sus ojos repletos de lágrimas se encontraron con unos semejantes.

“¡¿ERES IDIOTA?!” Yoochun logró tirar de él hasta dejarle en la seguridad de su cuarto. “¿POR QUÉ SALTASTE?”

“Tu querías que lo hiciera… así que lo hice” Junsu sollozó con la mirada fija en el piso. “Pensé que moriría sin ti”

“Eres un GRAN idiota. Casi me matas del susto” Yoochun tiró de él para abrazarle. Mojándole con sus lágrimas. “No VUELVAS a hacer eso. Lo decía por decir… ninguna persona en sus cabales haría algo como eso”

“Casi lo hice” Junsu lloraba con más intensidad. “Realmente soy un idiota”

Yoochun sostuvo el mentón del chico, levantando su rostro.

“Pero realmente amo a este idiota llamado Kim Junsu”

Junsu se acurrucó contra aquel cuerpo, dejándose envolver por la calidez de ese abrazo.

“Te amo Yoochun”

“Yo también te amo” Yoochun sostuvo su nuca y lo atrajo hasta que sus labios se unieron en un cálido beso.
***

Junsu abrió sus ojos debido al rayo de luz que provenía de la ventana. El día anterior lo había pasado en el cuarto de Yoochun, haciendo el amor una y otra vez. Se movió para observar a su nuevo amante.

Los labios de Yoochun se encontraban ligeramente separados, lucía mucho más inocente. Junsu rió.

“¿Por qué me miras?” Yoochun dijo de manera repentina, sujetando la muñeca de su pareja y tirando de él para besarlo.

“Mirándote pensé que lucias muy encantador” Junsu sonrió perezosamente. “Pero cuando estás despierto, luces mucho más malvado” rió sin poder controlarse.

“¡¿Qué?!” Yoochun luchó hasta dejarle en una posición de sumisión, ganándose entre las piernas de Junsu. “Tengo algo para ti”

“¿Qué es?”

Yoochun se levantó y buscó algo en la gaveta de su velador. Palpó la forma de una suave caja y la escondió tras su espalda.

“¿Qué es?” Junsu se sentó sobre la cama mientras su amante se sentaba a su lado.

“Esto es para ti” Le entregó una pequeña caja roja, una que cabía en su palma, “Ábrela”

“No me digas que esto es un…” Junsu la abrió rápidamente. Estaba a punto de llorar. “Yoochun, realmente no es necesario que…”

“Sabía que dirías eso. Compré esto el otro día. Mira, yo uso el otro par” Yoochun le enseñó el anillo que lucía en su dedo anular izquierdo. Era un anillo simple, de oro blanco con una raya negra en medio.

“Es hermoso” Junsu acarició el anillo. “Pónmelo”

“Ok bebé” El muchacho deslizó el anillo en su dedo. “Luce hermoso en ti”

“Gracias Yoochun” Junsu besó los labios de su amante. “Te amo”

“¿Qué te parece si me dejas demostrarte cuanto te amo?” Yoochun sonrió, su mirada era traviesa.

“Enséñame lo que tienes” Junsu sonrió.

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