Sintiéndote cap 1

Acto I
- Pequeño remolino, gran desastre -

El sonido del silencio, en espacios demasiados reducidos, puede ser verdaderamente abrumador e irritante. De eso no me he dado cuenta sino hasta hace unos minutos.
Hoy, como todos los días, llego a casa después de una terrible jornada de trabajo, y digo terrible porque hoy fue el día más caluroso en lo que va del año. Estoy sudado, cansado, y sin ánimos de nada. Sin embargo eso no es lo que me incomoda. No. Todo hubiera sido, literalmente, perfecto, si me encontraría solo… pero no; me encuentro en el ascensor del edificio con el que supongo debe de ser mi vecino… aunque pensándolo bien… no lo he visto por aquí, estoy seguro que recordaría ese rostro suyo porque es… no se me ocurre otra mejor descripción que… brillante, muy sublime como para ser un chico, y más aún que una propia mujer.
Cielos, qué rayos estoy diciendo.
Por qué ahora es que dudo de mi propio raciocinio por atreverme a pensar tal atrocidad.
Ha de ser el calor el que me hace desvariar… si, eso debe de ser. Aunque… es del todo verdad, aquel muchacho que tengo al lado es en una palabra…

-Perfecto…

Sí, es per… ¿ah?

-…Mendigo celular, no tiene señal.
De reojo observé lo que trataba de hacer mi “vecino”. Es verdad, por un instante me olvidé que estábamos encerrados en el ascensor y yo no hacía nada por salir. Es casi medianoche.
<.Mi novia me matará.
Hace una hora debía haber ido a su casa, pero salí tarde; bueno, más que de costumbre, del restaurant. Pensé en llamarla cuando llegara a mi departamento; todo eso se fue al tacho cuando se malogró esta porquería de ascensor. Y toda la culpa la tiene el conserje que oportunamente clausuró el tercer y cuarto piso. Por ello tuve que abordar este estúpido aparato.>
-Hey tú, ¿no piensas hacer algo?- me dijo obviamente fastidiado.
-Ah claro- llevé mi mano derecha al bolsillo de mi pantalón y saqué mi celular- No tiene…señal- refunfuñé recordando que este fabuloso descubrimiento ya lo hizo el chico que tengo al lado.
-Oh dame una novedad- bufó soltando un suspiro.
-Me matarán- suspiré.
-¿Ah?
-Dijiste que te diera una novedad
-Fue sarcasmo
-Oh...
Qué estúpido Changmin. ¿Por qué eres tan pavo cuando de conversaciones se trata?
-¿Y si tratamos de abrir la puerta?- preguntó viéndome.
-Emm ¿y cómo haremos eso?
-No lo sé- murmuró viendo a nuestro alrededor.
En realidad no hay mucho qué escoger. El ascensor… es un ascensor. Está vacío. Solo tiene espejos en las paredes y… botones.
-¿Puedes colaborar?- dijo algo irritado recostándose en la pared contigua a la entrada- Quedarte parado no ayuda
-Para que lo sepas el que no ayuda eres tú. ¿Ves algo aquí que sirve de palanca como para abrir la puerta? No. Entonces no digas cosas absurdas.
-Yo digo cosas absurdas
-Sí
-Al menos INTENTO buscar una solución
-Sé un poco más sensato entonces
-¿Qué eres tú? ¿¡Un maldito sabihondo!?- bramó.
-Y qué si lo soy- me crucé de brazos y le miré desafiante.
-Rayos- pateó la puerta.
-Vaya que eres un tanto alterado
-Y tú una maldita jirafa
-Hey yo no me metí con la estatura. Enano.
-Enano tu abuelo
-No tengo abuelo.
-¡Ya cállate! Cielos ¿tengo que soportar tu arrogancia?
-No soy arrogante
-Aún suenas como si lo fueras
-No lo soy
-Yah, me da igual… si eres… Cielos- se sentó pesadamente en el suelo y llevó una de sus manos a su pecho.
-¿Y ahora qué?
-Yo… soy claustrofóbico. El aire… el aire se-
-No hables- me acerqué rápidamente a donde estaba- Sólo trata de calmarte- susurré mientras me arrodillaba.
Su respiración se torna muy agitada de pronto. Está comenzando a sudar. Su rostro se tiñe de un muy pálido color.
<.Esto no es bueno.>
Qué hacer… Qué hacer. Tengo que tratar de calmarlo, no quiero un muerto a mi lado.
<.Ok. Eso fue cruel.>
-Yah, cálmate- dije llevando mi mano a su espalda. Eso es una señal de compañerismo, ¿cierto?
Como amable respuesta obtuve un empujón.
-A…aléjate de mí- agitado me miró.
-Qué te… Lo que quieras- Intenté ponerme de pie pero su mano me detuvo al instante. Cogió mi saco muy fuerte.
<.¿Qué rayos le pasa a este chico, primero me dice que me aleje y ahora se aferra a mí? .>
-Mi… mi mo…- empezó a agitarse.
-Tu qué
-Eso- señaló al pequeño bulto que estaba tirado en el rincón de la pared del fondo.
-Oh, tu mochila- deduje y rápidamente (sólo tuve que estirarme un poco) se la acerqué- Toma
-Busca… busca mi…- hizo una seña algo extraña. Llevó su mano a la altura de su mentón, como si bebiera algo imaginario. Entonces recordé lo que utilizaba mi compañero en la academia cuando tenía ataques de asma. Abrí su mochila y tiré sus cosas al suelo. No había tiempo para ponerse a buscar.
-Oh lo encontré- puse el inhalador en su boca y al instante lo sujetó con fuerza junto con mi mano.
Al comienzo respiró con dificultad, luego de segundos su agitación fue menguando en intervalos ya normales.
<.Un alivio.>
-¿Te sientes mejor?- pregunté viéndole.
-Ahh… si…-suspiró soltándome- Gracias…
-No importa.
Me senté a su lado y empecé a ordenar las cosas que había tirado de su mochila.

.Silencio.

-Sabes… yo no suelo ser grosero -emitió de la nada- La situación en la que estamos me irrita… y más porque mi asma se mezcla con mi claustrofobia...
Terminé de arreglar sus cosas y le miré de soslayo.
<.Está cabizbajo.>
-Sé cómo debes sentirte- solté apoyando mi espalda en la puerta- Yo le temo a la oscuridad
-¿Eh? Eso es de niños- sonrió mirándome de lado.
Le devolví la mirada enarcando una ceja.
-Lo siento
-No importa

.Silencio.

-Esto… ¿cuántos años tienes?- preguntó. Al parecer le cuesta mantenerse callado.
-¿Hn? veinte. ¿Y tú?
-Pensé que eras más mayor
-¿Lo parezco?- esbocé una sonrisa. Es la primera vez que me dicen eso.
-Si. Pero quién no con ese traje
-Es mi uniforme de trabajo
-En qué trabajas
-Soy administrador
-Oh. ¿En serio? ¿En algún lugar importante?
-En el restaurant de comida peruana “Ancestral”
-Nooo, ¿bromeas? Yo voy todos los días ahí. La comida es muy rica.
-Si…

.Silencio.

-Por cierto, ¿cuál es tu nombre?- pregunté intentando mantener el hilo.
-¿Hn? Yo me llamo Junsu. Kim Junsu- me extendió su mano.
-Mucho gusto. Yo soy Shim Changmin- nos dimos un apretón de manos- No me dijiste tu edad
-Ah yo… tengo 21
-O sea que eres mayor que yo
-Pero solo por un año
-¿Trabajas?- pregunté sacándome el saco que traía encima. Aunque es casi de madrugada, aún hace mucho calor.
-Eh… Sí. Soy profesor de baile
-¿Profesor de baile?
-Sip.
-Ya veo.

.Silencio.

-¿A qué hora piensas que arreglarán esta cosa? Hace mucho calor- dijo abanicándose con su mano.
-Hablando de eso… ¿tú vives en este edificio?
-¿Ah? Recién me mudé la semana pasada
-Oh y cuál es tu piso
-El 5º
-No es cierto. Yo vivo en el 5º.
-520
-525. Nunca te había visto
-Yo s... Ni yo. Llego muy tarde a casa.
-No tan tarde como yo. Siempre llego a esta hora.
-Lo sé- susurró algo que no logré escuchar. Desvió la mirada. Me dio la impresión que dijo “Lo sé”.
-¿Dijiste algo?
-Am... que yo llego a las diez- sonrió- Aún así, nos hemos de haber cruzado en alguna oportunidad
-No lo creo, de seguro lo recordaría
-Y yo…

.Silencio.

-Rayos hace mucho calor- se sacó la polera que traía encima, permaneciendo solo con su playera sin mangas.
<.Tiene buen cuerpo.>
-Tienes buen físico- solté no sin antes darme cuenta de que mi comentario de seguro estaba fuera de lugar.
-¿Oh en serio lo crees?- sonrió.
-Si
-Gracias. Pero no fue nada fácil, ¿sabes? El ser trainer tiene sus ventajas.
-Debes ser bueno en lo que haces
-El mejor
-Y así decías que yo era el arrogante- susurré en voz alta sonriendo.
-Eres muy gracioso. Serio, pero gracioso
-¿Eso fue un cumplido?
-No claro que no. Eres hombre ¬¬
-Cierto. En fin, creo que-

Un fuerte ruido me dejó con las palabras a medio salir. El ascensor empezó a crujir...

-Qué fue eso- dijo algo asustado el ahora Junsu.
-No lo sé.

...Y después del crujido el ascensor descendió pero muy rápido.

-No te pongas de pie- solté mientras seguíamos sentados en el suelo, y esperamos hasta que se detuviera.

El se apegó más a mí, y puso sus manos sobre mi hombro.
<.Estaba nervioso.>
Sin embargo gracias a todo lo que es puro luego de, a mi calcular tres pisos, el ascensor se detuvo.

-Rayos- susurré intentando ponerme de pie y al instante las luces parpadearon.
El espacio quedó totalmente a oscuras segundos después.
-¡Rayos!- volví a exclamar. Estaba furioso.
-Changmin- susurró a mi lado- Cálmate
-Te dije que le tengo fobia a la oscuridad
-Pensé que lo dijiste de broma
-Por qué tendría que haberlo hecho
-Pues… No lo sé
-Olvídalo.

.Silencio.

<.Ahora en verdad tengo que salir de aquí.>
-Changmin, ¿estás bien?- preguntó arrimándose más a mí.
-No
-Sólo relájate
-No puedo
-¿Quieres que siga hablando?- preguntó en voz baja, como temiendo que lo que hacía me incomodase.
-Si, por favor.
-Está bien. Hmm… ¿Desde cuándo tienes esta fobia?
-No… lo recuerdo. Creo que fue cuando tenía diez años. Estaba solo en mi casa, mis padres habían salido. Supongo que debido a que esa noche lloviznó mucho, los cables de alta tensión sufrieron una sobrecarga y causó un apagón general. Recuerdo que tenía mucho miedo, veía sombras por todos lados. Yo nunca había estado solo en casa. Esa fue una terrible experiencia. Desde ese día le tengo fobia a los lugares oscuros- dije girando un poco mi cabeza para poder verle.
-Wao- pronunció- Pero eso ocurrió hace mucho tiempo, ¿aún no lo has superado?
-Hace tiempo que no paso una situación similar a esta. Me refiero a quedarme en un lugar oscuro
-Y cómo te sientes
-Supongo que no tan mal como pensé
-¿Ves? Ya lo superaste
-No es eso… Creo… creo que es porque estoy contigo
-¿Hn?
-Debe ser eso… No estoy solo, estoy con alguien
-Oh…
-Te parezco ridículo, ¿cierto?- solté intentando imaginarme su expresión.
-No no claro que no. Es normal tenerle miedo a algo- dijo algo serio.

En este momento muero por saber su expresión. ¿Estará serio? O sonriendo… o… temeroso.
Sin aguantarme las ganas me acomodé bien en el suelo y, antes de siquiera tocarlo, siento una mano sobre mi mejilla

-Qué haces- en casi un susurro pronuncié mientras sentí a sus dedos recorrer mis labios.

<.Qué demonios sucede.>

-Quería saber tu expresión- dijo en son de excusa mientras apartaba su mano.
-P-pues me lo hubieras preguntado- susurré poniendo mi vista al frente.
-Lo siento si te incomodé
-Olvídalo
-¿Estás molesto?
-No
-¿Lo estás?
-Dije que NO
-Lo estás- susurró apoyando su cabeza en mi hombro- Tengo sueño
-¿Qué, acaso tienes dos años?
-Tengo sueño
-Y qué si lo tienes- bufé.
-Changmin- susurró alejándose de mí.
-Qué
-¿Alguna vez has besado a alguien?- dijo muy bajo.
-¿A qué viene esto?
-Sólo responde
-Pues… depende. Besar en dónde
-En los labios
-Oh, pues claro
-¿Y… alguna vez has besado a un hombre?
-¿Hn? No, nunca. No soy gay
-Besar a alguien de tu mismo sexo... ¿te convierte en homosexual?
-Estás teniendo contacto físico del tipo no normal con una persona que físicamente es igual que tú. No le puedo poner otra explicación.
-Entiendo…
-Junsu- dije casi por instinto entendiendo el curso de la conversación- ¿Eres gay?
-Con la explicación que me diste, estoy confundido
-No entiendo
-Es difícil para mí. No le he dicho a nadie esto.
-Tranquilo aquí quedó el tema
-No. Es que necesito hablarlo
-Tienes amigos de seguro ¿no? Pídeles un concejo
-La cuestión es que, como tú no me conoces ni yo tampoco a ti, puedes darme un punto de vista diferente
-Hmm… razonable. Habla
-Verás… En el trabajo hay un chico que es como solitario, no habla con nadie. Sin embargo, como hace tres días atrás cuando yo estaba en el baño… él vino y me…
-Un momento no sigas
-No te precipites, solo… solo me besó
-Ah…
-Y… fue extraño. Como te dije, estoy confundido debido a eso
-¿Ese muchacho te gusta? Porque si es así, entonces…
-No claro que no me gusta. Cuando hizo eso lo empujé y me alejé
-Entonces a qué se debe tu confusión
-Tú qué hubieras hecho si te sucedía algo parecido
-No lo sé, supongo que reaccionaría muy mal
-Supones
-Es que no lo puedo decir con seguridad. Tiene que haberme pasado
-Oh...

No sé en qué momento lo incité o provoqué con mi comentario. Lo cierto es que luego de haber pronunciado lo último, Junsu se acercó un poco y depositó sus labios sobre los míos.

<.¡Qué! .>

Se movía despacio, lento… muy lento. Y era extraño que yo NO me moviera. Estoy paralizado y… asombrado de mí mismo.

<.Es un hombre. Es un hombre.>

Se detuvo. Y, como ya mis ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, pude apreciar que se me quedó viendo.

-Suponer no es tu fuerte- dijo sentándose a mi lado pues se había elevado ligeramente.
-Qué es lo que acabas de hacer
-Dijiste que tenía que pasarte para que me dijeras cómo reaccionarías
-No te dije que TÚ lo hicieras
-Igual ni reaccionaste
-¿Eres consciente de lo que acabas de hacer?
-¿Eres consciente de que al momento de no hacer nada cuando te besé… te convertiste en gay?
-¿Disculpa?
-<<.Estás teniendo contacto físico no normal con una persona de tu mismo sexo.>>
-Pero YO no lo hice, fuiste TU
-Pudiste haberme apartado
-Me tomaste desprevenido
-No te creo
-¿Quieres decir que porque no reaccioné, soy gay?
-Son tus palabras
-Estás equivocado
-Yo sé por qué no me apartaste. Te gustó, ¿cierto?
-¿Disculpa?- le miré de reojo.
-Que te gustó- dijo mirando de frente a algún punto del ascensor.
-Si eso fue un beso, entonces fue una niña quien me lo dio
-Qué
-Lo que escuchaste
-Tsk. Ni que tú fueras bueno
-¿Te lo demuestro?- inconsciente de lo que esto podría conllevar como resultado, me acerqué solo un poco y pegué mis labios a los suyos.
No era que quisiera hacerlo… no sé cómo explicarlo; él… se siente diferente, demasiado. No es igual cuando estoy con mi novia.

<.Extraño.>

Pero aún así lo hago bien. Como si estuviera besando a una mujer.
Mis labios van al compás de su respiración e increíblemente parece corresponder.
Sus manos se posan en mi espalda, mis propias manos van hasta su nuca y mejilla, mientras el beso se intensifica más y más… dejándonos pronto sin aire.
Sus manos me sueltan, yo hago lo mismo y nos alejamos cada uno sentado a la distancia. Mi respiración se vuelve agitada y siento de pronto a mi entorno quemar.

<.Y a mi propio cuerpo también.>

Busco con la mirada disimuladamente a Junsu y, creo yo, está en el mismo estado por el cual estoy atravesando.

<.¿Estoy… estoy excitado? -me interrogo mentalmente- Es un hombre maldita sea. Con sólo un beso no puedo estar así. Ni mi novia me provoca de esta manera.
Será…
¿Será que me gustan los hombres? .>

-Changmin- susurró tan suave que me sonrojé al instante. Gracias a todo lo que es puro estamos a oscuras, porque si me viera en este estado… sería muy vergonzoso.
-Dime
-Creo… creo que soy gay
-¿Por qué… lo dices?
-Porque… porque tu beso… me gustó…

Ambos nos quedamos en silencio.
Me resulta muy incómoda esta situación.

-…Y creo… creo que tú también me gustas

Me quedé en silencio.
Procesar toda esa información es difícil… aún para mí.

-Lo siento…- fue lo único que pude decir antes de que él, prácticamente, se abalance contra mis labios.
Trato de alejarlo, o sea, soy más alto que él, ¡se supone que yo soy más fuerte que él! pero, no puedo apartarlo de mí.

<.¿Voy… voy a ser violado? .>

Junsu besaba mi cuello, mis labios, mientras yo forcejeaba para que me dejara de una buena vez por todas; pero él no parecía rendirse.
¿Qué le hacía pensar que yo deseaba esto?
Oh, sí.
El hecho de que yo sólo forcejee levemente y empiece –inconscientemente debo aclarar- A gemir, son dos buenas razones para creer que lo estoy disfrutando, ¿no?
¡PERO NO ES CIERTO!

<.¿Entonces, por qué no te alejas? ¿Por qué no te resistes? .>
No lo sé.

Tal vez… tal vez esto es una prueba para ver si le soy fiel a mi novia, ¿no?
A ver, vamos, las cámaras, dónde están.
Dónde está el tipo que dice: ¡Caíste! Y luego el ascensor se abre y mi novia viene a abrazarme y me dice que el tipo que tengo encima es un actor profesional y que todo era una broma.
Eso sería algo creíble al menos, ¿verdad?
Pero si esto es una broma… ¿por qué Junsu no se detiene?
¿Por qué no entra nadie a aclararlo todo?
¡Oh, ya sé!
No… es… broma…
Todo esto está sucediendo en realidad. Mi mente no me está jugando malas pasadas…
¡¡Todo esto es real!!
-Detente- intento decir lo más normal posible pero para mi mala suerte fue un gemido el que salió por mi boca.
-¿En serio?- preguntó besando mi cuello mientras una de sus manos bajaba lentamente por mi torso.

<.Dios, a dónde se dirige.>

-Ah~- otra vez gemido. ¡Maldito mal nacido! ¡Mintió al decirme que no es gay! Me está tocando mi zona sensible y… asquerosamente… me gusta…

<.No, no te gusta. Es solo que en tu mente son mujeres las que generalmente te tocan. Piensas que Junsu es una chica.>

¡Oh! Entonces lo que tengo que demostrar es que Junsu es un hombre y ahí acabó todo ¿verdad?, no será difícil.
Tengo una idea.
Fuertemente, ya que casi la cordura estaba peleando por entrar en mi mente de nueva cuenta, tumbé a Junsu sobre el piso con sola una idea en mi conciencia. Él me miró sin ninguna expresión en su rostro. Prácticamente estaba encima de él, ¿Qué, no tenía miedo?

<.Es muy extraño... parece como si lo... .>

Recordé lo que tenía que hacer. No podía esperar.
Mis manos, conscientes esta vez, fueron en busca de su presa; ésa que pondría fin a esta situación. Entonces Junsu se motivó nuevamente y empezó a desabotonar mi camisa sin recato alguno.
Eso no importaba.
Decidido desaflojé su pretina y la tiré a algún lado. Retiré su pantalón completamente luego.
Gimió.
Me di cuenta que tenía mi torso desnudo y que él besaba mi cuello. Pero no lo sentía. Mi atención se dirigía a “esa” zona en particular. Rápidamente logré, con su ayuda, de deshacerme de su ropa interior.
Y lo vi.

<.Es un hombre.>

¿¡Qué rayos me sucedía!?
Tenía que acabar con esto de inmediato.
Me aparté quedando arrodillado.

-Está bien, ya fue su...fi...

Las palabras resultan insuficientes para describir la situación y la expresión en mi rostro en este momento. No sé cuándo ni porqué diablos tomó la decisión de hacer... aquello... algo indecoroso... y en frente de mí.

-Hn~

<.Se está tocando... lo está haciendo... en frente... mío.>

Sus débiles gemidos salían y salían de sus ligeros labios entreabiertos mientras su respiración se entrecortaba y su mano iba al compás de esta.

<.Se oye tan bien.>

Era algo... delicado, melodioso.
Tener a una persona en frente tuyo que se da placer a sí mismo y gime de esa manera... se vuelve en cierta forma...

<.Provocadora.>

Me estaba provocando.

<.Pero es un hombre.>

Un hombre muy lindo tengo que admitir.
Me acerqué nuevamente a él y apresé sus labios suavemente. A fin y a cuentas, ¡Al diablo!, nadie nos verá. Quería seguir escuchándolo gemir. Me acomodé entre sus piernas y sin despegarme de sus labios aparté su mano para reemplazarla con la mía.
Se sentía tan duro.
Me estaba excitando.
Sus manos vagaban por toda mi espalda... por mis brazos... por mi nuca... por mi cabello... por mi cuello... y me gustaba sentir su tacto.

<.Se siente tan... diferente.>

Pero diferente en el buen sentido.
Me pregunto... ¿desde cuando no había sentido placer?
Con mi novia ya no hacíamos el amor... ahora era simple sexo. Un revolcón y cada uno se iba a donde debía.
Acaso... ¿Nuestra relación se había vuelto monótona? Incluso—

-Hah~
De repente sentí algo caliente en mi mano.
Sin darme cuenta había incrementado la velocidad en mi movimiento e hice que se venga muy rápido.

<.Su rostro está todo rosadito. Es como si fuera...>
Me acerqué a sus labios y lo besé suave. Fue algo involuntario, mi cuerpo se movió por sí solo.
Y él me correspondió.
Lento al comienzo... luego fue desaforado.
No sé de dónde sacó fuerzas pero ahora era él quien estaba encima de mí. De un solo movimiento sacó mis pantalones... mas no mi ropa interior.

<.Duele... mucho...>

Pasó sus dedos por encima de la tela.
¿Me estaba torturando?

-Hn~
Estaba pensando en decir algo coherente, no verme desesperado, pero menos mal que la situación no se prolongó. Lentamente fue quitándome la prenda interior y cuando pensé que iba a tener lo que quería...

<...Todo fue mejor.>

Yo esperaba ansioso por sus manos, mas fue sorpresivamente su boca quien hizo el trabajo.
¡Nunca me lo hubiera imaginado!

-Por... dios...

<.Tendré que tachar en mi lista de fantasías: “Hacerlo con un extraño dentro de un ascensor” .>

Incluso el sexo oral sabe... placentero... en sus labios.
No podría resistirlo demasiado.
Ya era suficiente con que fuera hombre... ahora el cunnilingus... ¿y después?
<.¿Querrá acabar? .>
Me temo que tendrá que aceptar... porque sino... lo violo.

<.Fue broma... ¿cierto? .>
Claro que lo fue.

<.Mentiroso.>
¡Basta! No puedo pensar. Su boca me está enloqueciendo, por dios, y sí que hace un gran trabajo. Me pregunto si ya tendrá experiencia.

<.Está yendo muy rápido.>
Esto es malo, aún no quiero acabar. Pero... si lo detengo tal vez se ofenda y como consecuencia ya no querrá acabar...

-Jun-Junsu~
Eso no es precisamente lo que quería decir pero me sorprendió que se alejara de la nada; justo cuando estaba reuniendo algo de coraje para decirle que lo hiciera.
Sin embargo, no solo se alejó. No. Sino que lo hizo para... sentarse en mí.

<.Sentarse. Autopenetrarse.>
Sentí demasiada presión. No podía resistir. Pero el estaba en mi misma posición, o creo que peor, porque había cerrado fuerte sus ojos.

<.¿Su primera vez? .>

-E-estás bien- solté intentando ser razonable.

<.Idiota, ¡Claro que no lo está! .>
No respondió.
Simplemente empezó a moverse voluntariamente.
Arriba, abajo. Lento, más rápido.
Creo que desde que me besó yo ya había perdido la cordura. Era como estar en un sueño. Se sentía tan irreal pero verdadero a la vez. Podía sentir su piel, su calor, sus gemidos... su tacto. Y se sentía extraordinariamente genial. Para nada me sentía culpable.

<.Estás siéndole infiel con un hombre.>
Pero es solo por esta vez. Prometo no volver a hacerlo nunca más. Además, yo no soy gay.

<.Pero lo estás disfrutando.>
Es cierto. Estoy disfrutando el hecho de penetrar a una persona ajena a mi novia, y más aún porque es hombre.

<.Eres gay.>
¡Basta! Ah, estoy llegando a mi límite.
Sí, sube y baja una vez más...

-Hn~
Debo decir que este fue el mejor orgasmo que alcancé en mis veinte años de existencia.
Bueno... ¿y ahora qué?
Al momento de acabar, él apoyó sus manos en mi pecho. Aún permanece así; tiene la cabeza gacha.

<.De seguro se arrepintió.>
Pero él fue quien se me ofreció...

-Lo siento- murmuró empezando a quebrársele la voz- Yo... no quise. No quiero que...
-¿Acaso te estoy increpando algo?
De algún modo no quería decir nada, pero me molesta que la gente se arrepienta de lo que hace después.
-Pero...
-Tienes suerte. No te demandaré por violación...
-¿EH?- levantó muy rápido su mirada. La clavó en mis pupilas.
-...Porque sería yo quien termine en la cárcel.
Intenté sonreír. No suelo hacerlo a menudo.
Lentamente él se paró y cubrió al instante. Yo hice lo mismo después.
Prometimos que lo ocurrido no se volvería a mencionar nunca; cada uno debía de actuar como si nada hubiera pasado. Nos saludaríamos como vecinos, nada más.
Después de varias horas, el conserje logró abrir la puerta del ascensor. Nos pidió disculpas apropiadamente. Luego de aceptarlas, cada uno se fue a su departamento como acordamos. El mío queda al frente del suyo, qué coincidencia.
Por ahora tomaré una ducha, comeré algo, e intentaré comunicarme con mi novia.
Tal vez mañana sea tan divertido como hoy.

<.Eres gay.>
Y tal vez mañana también intente ocultar a mi voz de la consciencia. Es muy molesta.

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