“Ilusión.”
(Narrado x Min)
Caminaba
de un lado a otro por la habitación, Jae no había regresado, YunHo se
encontraba en el baño tomando una ducha antes de ir a dormir, no se si se
percataba de lo que pasaba o éramos buenos ocultándolo, pero él no mencionaba
mi ansiedad ni la ausencia de Jae, ya no sabía qué hacer esperarlo me
desesperaba un poco, quería buscarlo pero y si regresaba, al final me senté en
mi cama esperándolo.
YunHo
salió del baño.
-
ChangMin, buenas
noches.
-
Buenas noches YunHo.
Se
acostó y más rápido de lo que imagine se quedo dormido.
En
momentos como este me daban ganas de dejar, de abandonar lo que siento, de en
verdad alejarme de él, pero algo me lo impide, no puedo, mi ser quiere estar
con él, esto es demasiado fuerte.
Esperando
a que llegara, tome mi ordenador y me recosté en la cama, la encendí, no sabía
muy bien lo que haría con Jae, lo que le diría, pero quise solo dejarme llevar
decirle las cosas como son, lo ocultaríamos de los superiores pero nos
mantendríamos juntos.
Coloque
mi ordenador en mis piernas, decidí ver una película, hace un momento YunHo me
había enseñado como hacerlo, no sin antes medio burlarse de mí por no saber ni
como encenderla.
Encontré
una serie, leí la sinopsis y parecía interesante así que me decidí a verla,
tenía una excelente historia, la mujer amaba demasiado a ese hombre, ambos
darían la vida por el otro, no solo era amor, pasión, era protección,
comprensión, amistad, no sabía que todas esas cosas llevaba una relación,
gracias a esta serie comprendí lo que era la palabra novio, su significado y su
importancia.
Sé
que le dije a Jae que ya no seguiría mas con lo que teníamos, me arrepiento y
quisiera pedirle disculpas, algo en la película me dejo un poco descolocado, el
chico le prometió que jamás se alejaría, que no permitiría que los separaran,
eso me hizo sentir inquieto, sentía el anhelo de hacer eso, de no permitir que
nadie nos separe a Jae y a mí, el impulso y el deseo de cumplirlo era demasiado
fuerte.
Deje
el ordenador a un lado, eran más de las 3 am y Jae no regresaba, me preocupaba
pero solo lo esperaría, tengo que pensar en cómo decirle las cosas, creo que lo
escribiré para practicar un momento.
Tome
de nuevo el ordenador y comencé a escribir, si bien no sabía cómo explicarme
solo le diría lo que siento y lo que planeo.
Kim
JaeJoong:
Bien,
realmente no sé cómo comenzar esto, tengo en mi mente solo el deseo de estar
contigo, sabes vi una serie mientras esperaba que volvieras a la habitación,
era una pareja hermosa, dejando fuera lo bello que eran superficialmente, el
deseo de mantenerse juntos era sorprendente, algo en eso me hizo desear aun mas
estar contigo, hay un anhelo en mi de tenerte cerca que no lo puedo refrenar,
es un frenesí que apenas puedo controlar, el sentido que llevo mi vida al haber
decidido por un momento el alejarme de ti, fue de total tormento, no encontraba
paz.
Escribía,
no sabía si solo mostrárselo y que lo leyera, pero esas palabras, mis propias
palabras habían hecho que sintiera como un deja vu, algo me decía que ya había
vivido esto, no comprendía con que, o porque lo pensaba así, pero así lo
sentía, no recordaba nada que me hubiera hecho sentir así, y dudo que otra cosa
que no fuera el amor que siento por Jae me haga sentir de esa forma, no
encontré respuesta a ese sentir así que seguí escribiendo.
Ahora
te pido disculpas, te cause y me cause dolor al decir eso, yo en verdad quiero
que estés cerca de mí y no te alejes, no permitiré que te alejes, no permitiré
que nos separen.
Aunque
me es un poco difícil de decir, te amo y ya no lo voy a negar, si bien,
nuestros superiores se oponen, no pueden saber qué es lo que sentimos o lo que
planeamos hacer, quiero mantenerte cerca de mí, aunque sea ocultándonos, no sé
bien cómo vamos a hacer las cosas, pero prometo jamás alejarme de ti.
Me
sentía un poco tonto haciendo esto y si ya era demasiado tarde, de nuevo ese
vacío se apodero de mi, deje el ordenador a un lado y me levante, ya casi
amanecía así que me di una rápida ducha, me arregle, esperaba a que YunHo se
despertara y arreglara, según cada sábado por la mañana tendríamos una hora de
ensayo en uno de los salones del edificio más alejado, el auditorio.
Tome
el ordenador, no sabía si seguir escribiendo o dejarlo así, al final no creo
que lo valla a leer, es mejor que se lo diga de frente.
Era
casi la hora y YunHo nada que se despertaba, coloque el ordenador encima de mi
escritorio, me acerque a él y despacio lo moví por el brazo.
-
YunHo, ya es tarde hay
que irnos al ensayo.
Estaba
adormilado y apenas reaccionaba.
-
¿Me oíste? Ya es tarde.
-
Tarde… ¿tarde?
Me
dio risa la forma en que se levanto, totalmente asustado y corriendo de un lado
para el otro había tomado sus cosas y estaba a punto de salir, solo que aun
traía su ropa de cama.
-
YunHo algo se te
olvida.
-
Tu, vámonos Min.
-
Reí con más ganas – no
YunHo, ¿ya te viste al espejo?
Corrió
al espejo, tropezándose con sus propios pies, no podía evitar de reír, mas con
su cara de sorpresa al verse, completamente despeinado y con su pijama puesta,
casi podía ver rastros de saliva en una de las comisuras de sus labios, me
carcajee, el estaba todo rojo, apenado, tomo su ropa y sin pensarlo así
enfrente de mí se cambio, yo tan solo no paraba de reír, entonces alguien abrió
la puerta lo vi de reojo, no me lo esperaba justo en este momento, YunHo apenas
se ponía el pantalón.
Vi
el asombro y la molestia en sus ojos, Jae me veía molesto pero no menciono
nada, solo se metió al baño.
YunHo
se termino de vestir y sin más palabras nos fuimos al ensayo, Eddie y MinHo ya
estaban ahí, sabía que Jae no iría, bueno ni yo iría, apenas me lo había
mencionado YunHo la noche pasada.
Algo
poco común capto mi atención, más bien era un sentir, algo realmente
tranquilizador, solo una persona ha llegado a hacer que me sienta de esa forma,
pero no puede ser, es un poco diferente, ahí un toque de algo que no logro
saber que es, sin duda hay paz, tranquilidad, armonía y amor, demasiado amor,
es algo que puedo comprender ya que yo lo siento de la misma forma, su sentir
es igual al mío, ama demasiado a una persona, pero todas esas cualidades solo
las tiene un arcángel, no puede ser que un arcángel este enamorado… ¿o sí? No
sería el primero y tendría en quien apoyarme, sentía mas fuerte esa presencia,
alguien toco la puerta del salón.
-
Oh… mi ordenador lo
deje prendido – susurre.
Le
abrí la puerta a aquel que tocaba pero ni tiempo me di para saludarlo, solo
corrí hacia los dormitorios, se borraría lo que escribí si se apaga por falta
de batería, aunque pensándolo sería mejor decirle las cosas a Jae de frente
aunque me sea un poco difícil hacerlo sería lo mejor, solo espero que no haya
visto mi ordenador prendido y leído lo que ahí escribí.
Entre
a la habitación empujando la puerta bruscamente, lo sobresalte, estaba en mi
escritorio sentado, viendo la pantalla de mi ordenador.
-
¿Qué haces Jae?
El
me miro un poco sorprendido.
-
Solo leía que no vez.
-
Eso veo…. Pero ¿Qué
haces viendo en MI ordenador?
En
lugar de sentirme aliviado de que lo leyera y no tener que decírselo de frente,
me sentí completamente apenado, casi podía sentir como relumbraba de lo rojo
que estaba.
-
Aquí decía JaeJoong y
pensé que era para mí… o ¿no es así? Digo para no hacerme ilusiones y seguir
cada quien por su lado…
Vi
en sus ojos la tristeza de que fueran solo mentiras, pero que no ha comprendido
que yo no puedo decir mentiras no importa si no las digo en voz alta,
simplemente no puedo negar lo que es evidente, lo amo y demasiado.
-
Jae… ¿me crees capaz de
jugar con algo así?
No
me respondió solo me miro, sonrió y me extendió la mano.
-
Min, quiero que me lo
digas.
-
¿Qué cosa?
Sonreía
tomando su mano, sabia de lo que hablaba pero aun así quería que me lo
mencionara, hizo un pequeño gesto de indecisión.
-
Que me quieres.
-
Pero Jae, yo no te
quiero.
-
¿Cómo que no me
quieres? – me soltó la mano
-
No Jae, no solo te
quiero… yo –me acerque a su oído- te amo.
Lo
abrase e inmediatamente oculte mi rostro, aparte de nervioso y apenado, sentía
como mi corazón se quería salir de mi pecho en busca de su dueño, entonces lo
escuche reír, mas que sentirme apenado por su acto, estaba sorprendido no lo
había escuchado reír de tal forma.
Me
aleje un poco de él, viéndolo detenidamente, me miro sin parar de reír y yo no
salía de mi asombro.
-
¿Qué Min? No habías
visto a un demonio feliz o ¿Qué?
-
¿feliz?
El
asintió y sonreí, el reía mas fuerte lo que hizo que me contagiara la risa,
riendo ambos, es asombrosamente relajante hacerlo, verlo así me ponía igual,
literalmente me tenia loco.
-
Bueno y ahora mi
querido Min, ¿Qué hacías antes de llegar y hacerme el demonio más feliz?
-
Oh, se me había
olvidado por completo, estaba ensayando con los chicos como no llegaste
temprano no te pudimos avisar, por cierto ¿Dónde andabas?
-
Salí con Eddie a beber
un poco.
-
¿Eddie? ¿Y el no te
dijo nada del ensayo? – lo dije molesto no era por que no haya ido al ensayo o
no haya llegado temprano, si no que estaba con Eddie.
-
No, no me dijo nada –
el solo no dejaba de sonreír – hoy supe unas cuantas cosas nuevas –sonrió de
lado- como, porque tu enojo.
-
¿Ah sí? Y según tu ¿por
qué es? – conteste a la defensiva.
-
Celos – sonreía ¿feliz?
-
¿eh? Ni siquiera sé que
es eso.
-
Es el motivo de tu
molestia, eso se llaman celos, te molesta que este con alguien más que no seas
tú, que tan solo alguien se me acerque, te molesta.
-
Eso no es cierto –
resople.
-
¿No ChangMin?
-
No Jae.
Me
di la vuelta dirigiéndome hacia la puerta.
-
¿A dónde crees que vas?
-
¿te tengo que avisar?
-
Si, eres mi novio.
-
Eh… am bueno voy… con
los chicos a ensayar.
Su
novio, sonreía aunque me había puesto nervioso, sonreía, realmente me sentía
feliz, lo espere en la puerta tomo unas cuantas cosas suyas y se acerco a mí.
-
Ok mi Min, vamos con
los demás.
-
Bueno…
En
ese momento creo que preferiría estar a solas con él, es poco el tiempo que
pasamos así y quisiera disfrutarlo.
-
No te veo muy
convencido, ¿prefieres que nos vallamos a otro lado? solo tú y yo –se acerco a
mi oído- así puedo probar de nuevo esos labios que me incitan a saborear.
Trague
saliva, lamiéndome los labios.
-
¿Me quieres provocar
ChangMin?
Me
sonroje, sentía incluso mis orejas arder.
-
Que adorable – se reía
Jae.
Me
tomo por la cintura metiéndome a la habitación cerrando la puerta detrás de
nosotros, me pego a la pared aun con sus manos por mi cintura, acercándose a mí
con brusquedad, me tomo por sorpresa todo fue demasiado rápido, que solo pude
soltar un pequeño sonido (gemido) al topar contra la pared y enseguida sentí
sus labios sobre los míos, me sentía algo mareado por el movimiento brusco así
que tarde en corresponder lo cual hizo que se desesperara un poco
intensificando el contacto entre nuestros labios, paso sus manos de arriba
abajo por mi cintura, no sabía cómo reaccionar ahora si me sentía completamente
perdido.
-
Jae… -susurre entre
nuestros labios.
Se
separo un poco, mirándome a los ojos, lo cual me puso aun más nervioso, estaba
seguro que en mi existencia nunca antes había estado en esta situación.
Trate
de bajar la mirada pero no me dejo, me tomo por el mentón.
-
¿Qué paso Min? ¿No te
gusta? ¿Me alejo?
-
No… no es eso… yo no sé
qué hacer.
Me
sentía torpe, y el solo me sonrió cálidamente.
-
Solo confía en mí.
Asentí
y el volvió a unir nuestros labios, esta vez no tarde en corresponderle
cerrando los ojos disfrutando de las miles de sensaciones que tan solo ese acto
me hacía sentir, el tomo mis manos y las llevo hacia su cuello, me abrase a él
entrelazando los dedos en su cabello.
Me
perdía en las sensaciones, el calor, el contacto de su cuerpo sobre el mío.
“Felicidad”
(Narrado x Jae)
Había
salido de la facultad, era la primera vez que salía de las instalaciones pero
no sabía que hacia estaba tan sumido en mis pensamientos que no me di cuenta cuando había abandonado
la “seguridad” de la facultad, caminaba por lo que los humanos llamaban calles
y mucho de ellos iban y venían felices, parejas de enamorados tomados de la
mano diciendo cuanto se querían y uno que otro dándose una muestra de ese amor
que se sentían, los odiaba, no eso no era cierto los envidiaba porque ellos
podían ser felices con la persona que amaban y yo no podía ser feliz con
ChangMin, cuando dejaría de maldecir mi existencia…. Al parecer nunca me
cansaría de odiar ser un demonio al cual le tenían prohibido amar.
Llegue
a lo que yo sabía o creía que era un parque, veía como los niños jugaban
alegremente en la pequeña área de juegos, me deje caer en bajo la sombra de un
árbol, mirando entretenidamente a los pequeños, no tenía ningún recuerdo de mi
infancia ni siquiera sabía si tuve alguna pero por alguna razón sabía que esa
etapa olvidada había sido feliz yo lo sentía y quería creer que era verdad,
pero aquellos niños humanos se veían tan alegres sin la preocupación que tenía
los demás humanos. Sonríe maliciosamente al pensar que en un futuro esos
pequeños serian hombres y mujeres que cometerían más de un pecado como todo los
humanos, no se cuánto tiempo pase sentado ahí pero el sol se estaba ocultando,
me levante de aquel lugar y mire a mi alrededor, era definitivo estaba perdido,
que diablos estaba pensando cuando salí de la facultad enserio que era
estúpido.
Y
ahora el maldito de Siwon no se aparecía ni podía escuchar su voz en mi cabeza,
claro era de esperarse de él era un maldito demonio que no se preocupaba de los
demás enserio lo detestaba.
-Hey
Jae ¿Qué haces por aquí?- escuche la voz de Eddie
Di
media vuelta y ahí se encontraba Eddie con ese porte de chico malo que tenia
-Al
parecer estoy perdido- dije normalmente
Primero
me vio sorprendido y después de unos segundos se echó a reír a carcajadas.
-¿Qué
es tan gracioso?- pregunte
-No
puedo creer que estés perdido enserio de dónde vienes- dijo tratando de no
empezar a reír de nuevo
-Pues
solo te puedo decir que no soy de Corea- me defendí
-Ok,
ok entiendo no eres de aquí-
Pasaron
unos minutos en silencio mirando la nada
-Jae,
regresamos a los dormitorios de la facultad- pregunto
La
verdad no quería regresar aun, no cuando aún tenía las palabras de ChangMin en
mi cabeza diciendo que se alejaría de mí, aun sentía este dolor punzante en mi
corazón y no quería verlo, no quería que él se diera cuenta de cuanto me dolía
todo esto, no quería que se sintiera mal por mí, quiero que siga con esa
sonrisa que me fascinaba y de la cual me enamore.
-No
quiero regresar aun- hable agachando la mirada no quería que Eddie se diera
cuanta de mi estado
-¿Quieres
que vallamos a divertirnos?, acabo mañana no tenemos clases- sugirió
-Me
parece una buena idea, a donde podemos ir a divertirnos- ni siquiera lo pensé
quería distraerme y olvidar
-Conozco
un lugar fantástico para eso ven solo sígueme –
Eddie
empezó a caminar por aquel parque el cual ya estaba casi vacío ya que el sol se
había ocultado por completo y le cedió su lugar a la hermosa luna que nos
acompañaba esa noche, caminamos por varias calles hablando de cosas sin
importancia, en ocasiones reíamos por las tonterías de las que hablábamos.
-Llegamos,
ya verás que te la pasaras genial-
Nos
encontrábamos en un lugar del cual salían los humanos alegremente y otros
entraban con una sonrisa, observe el lugar cuidadosamente y me di cuenta de
donde nos encontrábamos, estábamos en lo que los humanos llaman “Bar o Antro”,
lo sabía ya que varios demonios me habían contado de estos lugares. Entramos y
el ambiente estaba de lo más alegre, gente bailaba al ritmo de la música,
mientras otras bebían en pequeñas mesas y muchas otras hacían cosas indebidas
en lugares oscuros y apartados de los demás, sonreí ante todo esto, un pequeño
infierno en la tierra y esto me agradaba demasiado me sentía ¿bien?. Nos sentamos en una pequeña mesa
donde una chica nos atendí y nos trajo una bebida.
-Jae,
que te parece el lugar-
-Me
encanta, me siento libre de ser quien soy-
-Entonces
divirtámonos ven vamos a bailar-
Eddie
se levantó de su asiento tomándose su bebida de un trago y camino hacia la
pista, yo lo imite y de un trago acabe la mía, llegue a donde se encontraba y
empecé a imitar sus movimientos, después de unos momentos mi cuerpo se movía al
compás de la música. No pasamos mucho tiempo solos ya que un grupo de chicas se
acercaron nosotros y empezaron a bailarnos de una forma no muy decente, este
era la oportunidad de sacar todo el dolor que estaba sintiendo, baile con una
chica no era hermosa como ChangMin y no sonreía igual que el… que estupidez de
mi parte estaba comparando a esta mujerzuela con mi ángel nadie le llegaría a
él nunca podría dejar de sentir lo que siento, me disculpe con ella y regrese a
la mesa donde antes nos encontrábamos, pedí uno cuantos tragos más por ser un
demonio no me afectaba mucho el alcohol así que podría tomar sin preocuparme.
-Jae,
tu no estás bien-
Más
que pregunta era una afirmación, la cual había hecho Eddie a llegar a mi lado,
lo mire en silencio, tenía que hablar con alguien ya que el maldito de Siwon no
se había aparecido desde la última vez.
-Tienes
razón, no estoy bien me siento mal- sonreí melancólicamente
-¿Qué
pasa Jae?- quiso saber
-No
es nada importante no te preocupes-
-Jae
sabes que puedes contarme lo que quieras soy tu amigo y tratare de ayudarte-
Al
escuchar a Eddie, sabía que hablaba en serio, esto me alegraba nunca había
tenido otro amigo y mucho menos hablado con alguien de mis sentimientos que no
fuera YooChun.
-Me
duele que él se quiera alejar de mí-
-¿Cómo
sabes que él se quiere alejar de ti?-
-Lo
escuche hablar –
-Y
estas seguro de que lo decía seriamente-
-No
lo sé, pero lo que si se es que él tiene razón de alejarse de mí, lo nuestro no
es correcto lo tenemos prohibido nuestros líderes no lo permiten-
-Quiero
creer que esos líderes son sus padres y de quien me hablas es de ChangMin-
Esto
me dejo sorprendido, Eddie como sabía que hablaba de ChangMin.
-¿Cómo?-
pregunte
-Como
sé que hablas de ChangMin- solo asentí
-Simple
los he visto, cuando están cerca los dos actúan extraño y cuando me acerco a ti
o cualquiera que capta tu atención el pequeño Min se pone celoso- sonrió
divertido
-¿Celoso?
No lo creo-
-Hay
Jae, eres tan distraído, ChangMin se pone furioso cuando alguien se acerca a ti
con otras intenciones y a eso se le llaman celos- me explico
-
Pero eso no quiere decir nada o sí?-
-Los
celos son un síntoma claro de que ChangMin te quiere demasiado-
-Si
eso es cierto me alegro demasiado pero aun así, nuestro amor está prohibido-
-Jae
si amas tanto a ChangMin lucha por el, rompe las reglas y ve contra todos por
ese sentimiento y se feliz a su lado-
La
palabras de Eddie me dejaron pensando, amaba demasiado a ChangMin daría todo
por él, así que seguiría el consejo de Eddie lucharía por este amor que me
hacía sentir bien, completo, iría contra el mismo señor del inframundo y el
divino todo por estar a su lado.
Salimos
del bar ya casi al amanecer, hablar con Eddie me había ayudado mucho, hablaría
con ChangMin y le diría que pasara lo que pasara jamás me alejaría de él y
nunca lo dejaría de amar.
Me
despedí de Eddie al entrar a los dormitorios iba seguro de hablar con ChangMin,
pero cuando entre lo primero que vi fue a YunHo vistiéndose y a ChangMin
mirándolo sonrientemente, esto me causó asombro pero una furia recorrió todo mi
ser y sin pensarlo me ensere en el baño, no sabía que hacer lo primero que se
me ocurrió era que ChangMin y YunHo habían pasado la noche solos y pudieron
haber hecho muchas cosas, acaso entre ellos había algo más que yo no sabía.
-¿Por
qué no puedo hacer nada para que este dolor desaparezca?- murmure mientras
aquellas fastidiosas gotas de agua que caían por mis mejillas y me dejaba caer
en el frio suelo
Escuche
la puerta de la recamara abrirse y serrarse, eso quería decir que YunHo o
ChangMin habían salido y si estaba en lo correcto, tendría que salir si YunHo
se encontraba en la habitación solo me dirigiría a mi cama a descansar y si
este es el que había salido aprovecharía para hablar con ChangMin y de una vez
arreglar todo esto para bien o para mal.
Pero
al salir nadie se encontraba en la habitación, sin ánimos camine a mi cama,
pero algo me llamo la atención, el ordenador de ChangMin estaba encendida me
hacer que a el para apagarlo ya que si se quedaba prendido podía descomponerse
o algo por el estilo, pero me quede paralizado ya que un documento se
encontraba abierto y este decía mi nombre, soy un demonio y por lo tanto soy
curioso así que empecé a leerlo.
Kim JaeJoong:
Bien, realmente no sé
cómo comenzar esto, tengo en mi mente solo el deseo de estar contigo, sabes vi
una serie mientras esperaba que volvieras a la habitación, era una pareja
hermosa, dejando fuera lo bello que eran superficialmente, el deseo de
mantenerse juntos era sorprendente, algo en eso me hizo desear aún más estar
contigo, hay un anhelo en mi de tenerte cerca que no lo puedo refrenar, es un
frenesí que apenas puedo controlar, el sentido que llevo mi vida al haber
decidido por un momento el alejarme de ti, fue de total tormento, no encontraba
paz.
Las
palabras en la pantalla me causaban una extraña ternura al imaginarme a mi
ángel escribiendo esto y a la vez me sentía mal por haber hecho que mi ChangMin
se sintiera de esa manera.
Ahora te pido
disculpas, te cause y me cause dolor al decir eso, yo en verdad quiero que
estés cerca de mí y no te alejes, no permitiré que te alejes, no permitiré que
nos separen.
Aunque me es un poco
difícil de decir, te amo y ya no lo voy a negar, si bien, nuestros superiores
se oponen, no pueden saber qué es lo que sentimos o lo que planeamos hacer,
quiero mantenerte cerca de mí, aunque sea ocultándonos, no sé bien cómo vamos a
hacer las cosas, pero prometo jamás alejarme de ti.
Esto
me había hecho feliz, ChangMin me amaba al igual que yo enverad correspondía a
mis sentimientos y esto me daba más fuerza y confianza para luchar por el
contra lo que fuera.
Alguien
golpeo la puerta que se abrió bruscamente y me sorprendió, voltee para ver de
quien se trataba y me encontré con ChangMin que me miraba extraño.
-¿Qué
haces Jae?-
Me
sorprendí al escucharlo
-Solo
leía que no vez.-
-Eso
veo…. Pero ¿Qué haces viendo en MI ordenador?-
El
rostro de ChangMin cambio de color a un hermoso rojo, eso me volvía loco se
veía tan hermoso sonrojado.
-Aquí
decía JaeJoong y pensé que era para mí… o ¿no es así? Digo para no hacerme
ilusiones y seguir cada quien por su lado…-
Por
un momento por mi mente paso la idea de que todo lo que había leído era mentira
y esto hacia que el dolor en mi pecho regresara.
-Jae…
¿me crees capaz de jugar con algo así?-
No
sabía que decir, solo le extendí mi mano para que la tomara y le brinde una
cálida sonrisa para que confiara en mi
-Min,
quiero que me lo digas.-
-¿Qué
cosa?-
Necesitaba
escuchar de sus labios que me amaba, pero el muy tramposo me pregunta que cosa
acaso quiere que se lo diga yo primero.
-Que
me quieres.-
-Pero
Jae, yo no te quiero.-
-¿Cómo
que no me quieres? – solté su mano sin pensarlo
-No
Jae, no solo te quiero… yo –se acercó a mi oído- te amo.
Me
abraso, escondiendo su rostro de mí, esto me alegraba más que eso me hacia la
criatura más feliz en estos momentos mi corazón latía rápidamente y un
cosquilleo recorría mi cuerpo me sentía completo una vez más y esto me hizo
reír, como un ángel me había enamorado con solo mirarme.
Se
alejó un poco de mí, viéndome detenidamente, lo mire sin parar de reír y el no
salía de su asombro.
-¿Qué
Min? No habías visto a un demonio feliz o ¿Qué?-
-¿feliz?-
Solo
asentí y él sonrió, asiéndome reía más fuerte, a lo cual el también empezó a
reír, no sabía que tenía la capacidad de reír de esta forma pero algo había
aprendido cerca de ChangMin podía hacer cosas que antes no hacía y todo porque
el amor que nos profesábamos era tan grande y puro que me hacía sentir que nada
más importaba
-Bueno
y ahora mi querido Min, ¿Qué hacías antes de llegar y hacerme el demonio más
feliz?-
-Oh,
se me había olvidado por completo, estaba ensayando con los chicos como no
llegaste temprano no te pudimos avisar, por cierto ¿Dónde andabas?-
-Salí
con Eddie a beber un poco.-
-¿Eddie?
¿Y él no te dijo nada del ensayo? – dijo molesto
-No,
no me dijo nada – no podía dejar de sonreír por sus evidentes celos
–
Hoy supe unas cuantas cosas nuevas… como, porque tu enojo.- recordé la plática
con Eddie esa madrugada
-¿Ah
sí? Y según tú ¿por qué es? – me contesto a la defensiva
-Celos
– sonreí feliz
-¿eh?
Ni siquiera sé que es eso.-
-Es
el motivo de tu molestia, eso se llaman celos, te molesta que este con alguien
más que no seas tú, que tan solo alguien se me acerque, te molesta.
-Eso
no es cierto –
-¿No
ChangMin?-
-No
Jae.-
Se
dio la vuelta dirigiéndose hacia la puerta.
-¿A
dónde crees que vas?-
-¿te
tengo que avisar?-
-Sí,
eres mi novio.-
-Eh…
am bueno voy… con los chicos a ensayar.-
Me
encantaba cuando se ponía nervioso, y más cuando yo era el causante de ese nerviosismo,
tome unas cuantas cosas y me acerque a él.
-Ok
mi Min, vamos con los demás.-
-Bueno…-
Ese
bueno se había escuchado muy inseguro, lo mire y me di cuenta que él no quería
regresar con los demás y para ser honesto yo tampoco quería ir.
-No
te veo muy convencido, ¿prefieres que nos vallamos a otro lado? solo tú y yo
–me acerque a su oído
-
Así puedo probar de nuevo esos labios que me incitan a saborear.- murmure
Inconscientemente
lambio sus labios haciendo que un deseo enorme creciera en mí.
-¿Me
quieres provocar ChangMin?-
Pero
no solo el jugaría así, con esto él se sonrojo violentamente
-Que
adorable – reí al sentirme victorioso
Lo
tomo por la cintura metiéndolo a la habitación cerrando la puerta detrás de
nosotros, lo pegue a la pared aun con mis manos por su cintura, acercándome a
él con brusquedad, pero él no respondía, empecé a desesperarme así que empecé a
acariciar su cintura y a profundizar mas el beso, necesitaba sentir a ChangMin
mío, que solo a mí me perteneciera estos labios y que solo yo pudiera tocarlo
como lo hacía en este momento
-Jae…
-susurro contra mis labios
Me
separe un poco, mirándolo a los ojos, pude ver que estaba nervioso.
Trato
de bajar la mirada pero no quería dejar de ver esos ojos tan bellos, lo tome
del mentón para que me viera.
-¿Qué
paso Min? ¿No te gusta? ¿Me alejo?-
-No…
no es eso… yo no sé qué hacer.
Pero
qué demonios estaba haciendo, ChangMin era un ángel y por ende el no sabía cómo
actuar en una situación así, pero en verdad lo deseaba con todo mi ser.
-Solo
confía en mí.-
Asintió
y volví a unir nuestros labios, no tardo
en corresponderme cerrando sus ojos, tome sus manos y las dirigí hacia mi
cuello, quería sentir el cuerpo de ChangMin lo más cerca que se pudiera quería
que nuestro calor se volviera uno solo, quería que el sintiera mi corazón latir
por él y solo por él.
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