“Decisiones”
(Narrado x Jae)
No
recuerdo cuanto tiempo he pasado en esta ventana, llorando sin consuelo
recordando una y otra vez los momentos que pase con ChangMin, los recuerdos
olvidados se mezclaban con los últimos momentos que había estado con el y cada
vez que eso pasaba esa espada invisible se clavaba en mi pecho haciendo que mi
corazón doliera una y otra vez.
“Siempre
estaremos juntos, nadie nos separara”
Esas
simples palabras pero con un valor muy fuerte para mi se repetían una y otra
vez en mi cabeza, porque me dañaban tanto, porque para mí no eran simples
palabras como para los demás demonios, porque no era un demonio como los demás…
Y
ahí lo comprendí, yo no podía ser como ellos ya que alguna vez fui un ángel
como ChangMin, recuerdos vagos de una explicación de nuestra existencia
llegaban a mi mente pero no podía captar las palabras de aquella persona ya que
en ese instante miraba la cara de aburrimiento de ChangMin y como yo ocultaba
una sonrisa por las muecas que hacía, éramos unos niños que tan solo queríamos
divertirnos y estar juntos.
Con
un demonio y ahí voy de nuevo a llorar por este maldito vacío que siento en mi
pecho. ChangMin porque te amare tanto que en tu ausencia mi existencia no tiene
sentido.
-Jae,
necesito que regreses a ser el mismo demonio tenemos problemas-
La
voz de Siwon me saco de mis recuerdos, me gire para quedar frente a él
limpiando los restos de aquellas vergonzosas lagrimas.
-¿Qué
es lo que quieres Siwon?-
-Si
lo has olvidado recuerda que tu tenias una tarea y no la pudiste cumplir- dijo
molesto
-Sabes
que no me importa lo que le pase a los humanos, ya no me importan esas
estúpidas criaturas que lo único que hacen es andar de aquí para hay
restregándonos en la cara que ellos si pueden hacer lo que a nosotros nos
tienen negado- dije igual de molesto
-Jae
sabes que a mí tampoco me importa lo que le pase a esos, pero una orden es una
orden y tienes que cumplirla-
-Pero
tú mismo has dicho, no cumplir con esa orden ya no puedo hacer nada- dije
dejándome caer en mi cama
-Jae,
no pudiste mantener a salvo a YunHo, pero aun puedes salvarlo, el ritual aun no
a empezado, todavía tenemos tiempo-
-¿Cómo
sabes eso Siwon?- quise saber
-Si
no me equivoco para poder hacer el ritual para unir el inframundo con la
tierra, se tiene que esperar cuando la luna nueva este en lo más alto del cielo
ya que esta en un tiempo muy corto hace que los tres planos estén juntos y al
hacer el ritual, los tres planos se juntaran en uno mismo no habrá diferencia-
explico
-Si
es así aun hay tiempo, pero hay dos cosas que no me lo permiten Siwon-
-Se
puede saber cuáles son esas dos cosas-
-Primera:
no sé donde se encuentran esos tres y segunda y más importante… No me da mi
gana ir a salvar el mundo- esto último lo dije mirándolo ferozmente
-Mira
JaeJoong, en estos momentos no me es de mucha ayuda esa parte demoniaca sin
corazón que tienes- grito
-Pues
que te entiende, primero quieres que lo saque y ahora dices que no es de ayuda,
decídete no estoy jugando-
-Solo
te digo algo Jae, se que en tu estancia en la tierra hiciste buenos amigos y
que para ellos tú eras importante, así que no los dejes sufrir- dijo esto
último saliendo de la habitación
Me
deje caer de nuevo en mi cama y cerré los ojos, no quería regresar a la tierra,
no quería sufrir más de lo que lo estaba haciendo, quería que todo fuera como
antes que ya no doliera.
Pero
que estúpido era al pensar así, en un dos por tres aquella parte que en estos
momentos era nueva para mí se empezó a apoderar de mi ser.
Las
imágenes de Eddie, MinHo, YunHo y demás personas llegaban como balde de agua
helada a mí ser, no podía dejar que ellos pasaron por el mismo infierno
–literalmente- en el que yo me
encontraba.
Rápidamente
me levante de mi cama y salí corriendo de la habitación buscando a Siwon, si el
sabia como encontrar a esos dos traicioneros tendría que decirme para poder
detenerlos.
Me
detuve bruscamente… Pero si regreso a impedir sus planes volvería ver a
ChangMin y no sé si quería verlo, todo lo que estaba pasando me tenia
confundido.
-“tú
mismo te engañas, sabes de sobra que lo que más quieres es volverlo a ver”- esa
voz era de YooChun
Mire
a todos lados pero él no estaba, ni siquiera su presencia se sentía.
-“No
te hagas idiota, todos sabemos que lo amas tan estúpidamente que arias cualquier
cosa por el”-
-Cállate
tú no sabes nada- grite desesperado, no sabía de dónde venía su voz
-“Eso
ya lo veremos gatito”- se escucho una risa tenebrosa
Seguí
corriendo por ese laberinto de pasillos buscando a Siwon
-Maldito
demonio estúpido donde te metiste-
-Espero
no te refieras a mí, ya que de estúpido no tengo nada- dijo Siwon detrás de mí,
recargado en una de aquellas puertas negras
-Pues
mi estimado amigo tengo que darte la mala noticia de que no solo eres estúpido
si no también un reverendo imbécil- dije sonriendo
-Mira
demonio… perdón deja corregir mis palabras ya que ni demonio eres, criatura
rara como te atreves a insultar un demonio de mayor rango que tu- dijo furioso
-Ja,
Siwon imbécil no me hagas reír que los dos sabemos que soy un rango más alto
que tu y por lo de demonio me alegro no ser como tú, un verdadero demonio
es…tu…pi…do- dije la última palabra en silabas
Nos
miramos por un largo momento sin despegar nuestras miradas ya que con estas nos
manteníamos en una lucha de ver quién era el primero que rompía la distancia y
golpeaba al otro.
-Los
dos son un par de idiotas- se escucho una voz a lo lejos
El
dueño de aquella voz se acercaba lentamente a nosotros, Siwon sonrió al ver de
quien se trataba, yo solo hice una mueca de disgusto, nunca pude llevarme bien
con la diva del infierno.
HeeChul
era un demonio que no se podía catalogar en ningún rango ya que esa actitud
suya y mucho mas su físico y personalidad podría pasar por un ángel, no eso es
mucho digamos que solo pasaría por un humano y por obvias razones no entraba en
ningún rango o categoría
-¿Qué
quieres HeeChul?- pregunte fastidiado
-Así
le hablas al que vino a salvar tu pellejo- hizo un puchero demasiado humano
-Habla
de una maldita vez HeeChul-
-Ok,
ok… Jae te están buscando, saben que has decidido detenerlos y terminar con lo
que empezaste pero al parecer tus salidas del inframundo han sido revocadas, y
creo que él te busca y no parece que solo te busque para hablar- me miro
preocupado
-No
comprendo cómo supieron que quiero salvar a YunHo, si ni siquiera se lo he
dicho a Siwon- hable confundido
-Jae
estúpido, recuerda que el siempre sabe lo que pasa por aquí- dijo HeeChul
dándome pequeños golpecitos en la cabeza
-Y
ahora que are-
-No
te preocupes yo te ayudare a terminar tu tarea Jae- hablo Siwon seriamente
-¿Cómo
aras eso Siwon?- pregunte
-Recuerda
que soy uno de los cuidadores de la puerta del inframundo, podre hacer que
salgas pero ya en la tierra estarás solo-
-Ni
tan solo yo iré contigo- dijo HeeChul sonriendo
-Que
estás loco, ni muerto te dejo ir conmigo-
-Jae,
HeeChul puede ser de mucha ayuda aunque no lo parezca- hablo Siwon
-oye
no me defiendas tanto- dijo HeeChul sarcásticamente
-No
sé en qué puede ayudarme-
-Yo
sé donde se encuentra YooChun y ese arcángel,
también puedo ayudarte a salir de aquí ya que para mí es fácil, no por
nada soy un pecado deciado por los humanos-
El
tenia razón, no por nada lo llamaban el demonio de los pecados, ya que con su
simple compañía cualquier humano caía en sus juegos mortales terminando en un
contrato directo al inframundo, y por esto mismo sus salidas del inframundo no
eran vigiladas y no tenía que pedir autorización.
-Está
bien puedes acompañarme- dije rendido
-Bueno
ya que estás de acuerdo con que Chula te acompañe es hora de irse mi turno
empezara en unos minutos y tendrán que aprovechar el cambio ya que es cuando el
señor está ocupado-
Dicho
esto caminamos sin ser vistos asta esas grandes puertas que alguna vez yo mismo
custodie, estábamos cerca esperando la hora para poder salir, pero una vez más
los recuerdos llegaron a mí, en esa puerta me hacía sentir bien y ahora
entendía porque, esa puerta era la que me separaba de ChangMin, estábamos tan
cerca pero ninguno de los dos sabíamos que así era, ChangMin ahora comprendía
que todo este rencor que tenia no era por aquella promesa rota si no por mi
debilidad, por no poder hacer nada para evitar que nos separaran, por no
buscarte y solo llorar tu perdida por no ser capaz de protegerte, se que tu
también sufriste y en verdad lo lamento demasiado, desde que nuestros mundos se
cruzaron solo te causaba sufrimiento pero esta vez cuando te tenga frente a mí,
mis miedos no me vencerán y tomare tu mano fuertemente para jamás soltarte.
-Listos
ya es hora- murmuro Siwon sacándome de mi mundo
Estábamos
a punto de caminar cuando Siwon se detuvo de repente haciendo que topáramos con
su espalda.
-¿Qué
pasa Siwii?- pregunto HeeChul
-Alguien
está ingresando pero es muy extraño, no siento ninguna presencia de alma y por
lo que se ve ellos tampoco ya que siguen en sus ensueños- dijo señalando a los
demonios que custodiaban la puerta
-¿Cómo
sabes que alguien está ingresando?- quise saber
-He
cuidado por muchos siglos esa puerta y sé que algo está cerca-
Y
como la había dicho Siwon la puerta principal del inframundo se abrió
lentamente, no se abrió en su totalidad, solo lo suficiente para que alguien
entrara sin ser visto, los demonios que custodiaban la puerta no se dieron
cuenta de esto, y al ser verdad si Siwon no lo hubiera mencionado yo tampoco me
hubiera dado cuenta, ese ser que cruzo la puerta fue demasiado rápido.
-Es
mejor que nos vallamos de aquí, antes de que las alarmas suenen- aconsejo Siwon
Sin
decir nada regresamos por donde habíamos llegado, cada vez que algo no
permitido cruzaba por esas puerta unas extrañas alarmas se dejaban escuchar por
todo el inframundo alertando a los demonios, nunca pude saber cómo es que esas
alarmas se daban cuenta de algo que nosotros como custodios no pudimos ver,
estas lo detectaban.
No
me di cuenta cuando me había separado de Siwon y HeeChul, pero en estos
momentos caminaba por unos de los pasillos solo, y si como esto fuera poco esas
malditas alarmas empezaron a sonar, sabía que esto alertaría a los demonios y
no seguirían buscándome pero si me llegara a topar con uno de ellos no dudarían
en capturarme y llevarme con el señor, así que corrí para esconderme, entre en
la primera puerta que vi topando con un cuerpo que me detuvo bruscamente, ahora
si estaba perdido ya me habían descubierto.
Pero
me quede en shock cuando vi de quien se trataba, ahí estaba el frente a mí con
esa sonrisa que hacía que mi mundo se iluminara, quería correr a él y abrasarlo
pero algo me lo impedía.
-ChangMin
¿Qué haces aquí?- fue la única estupidez que salió de mis labios.
“Deber…”
(Narrado x Min)
Mis
ideas aun no estaban completamente claras, no sabía cómo saldría del cielo,
cómo llegaría hasta el inframundo y entraría en él, no sabía a qué me
enfrentaría, lo que sabía es que esta vez nada me detendría para estar con Jae,
no permitiría que de nuevo nos separaran, mi vida es un tormento sin él, lo
necesito cada día en ella, solo quiero verlo feliz, sonriendo como en aquellos
tiempos de infancia, si bien una vez no cumplí mi promesa ahora si lo hare.
Daba
vueltas en la habitación, no podía recordar por completo todo lo que había
pasado aquella primera vez que nos separaron, quería comprender por qué no
había cumplido mi promesa, porque si desde entonces yo lo amaba y estoy seguro
de que lo necesitaba a mi lado como ahora, por que no fui tras él.
Me
esforzaba por recordar, pero por más que trataba nada de los recuerdos llegaban
a mi mente, no podía perder más tiempo tendría que ir pronto con Jae, antes de
que el piense que no lo iré a buscar, pero también esta YunHo es mi deber ir
detrás de él, encontrarlo y alejarlo de esos dos traidores.
Tenía
que cumplir el cometido que me habían impuesto no podía permitir que por culpa
de no haber hecho bien mi trabajo, los humanos sufran los tormentos del
inframundo, necesitaría ayuda para salir de aquí.
Tendría
que hacer las cosas bien, sin equivocaciones esta vez, salí de la habitación en
busca de SungMin sin duda el tendría que ayudarme a hablar con el Divino.
-
SungMin…
Lo
llame, el solo se giro quedando frente a mí, mostraba cierta confusión y
sorpresa, no comprendí el por qué pero sin duda era algo que no me interesaba
ahora.
-
Necesito hablar con el
Divino, no puedo permitir que la humanidad sufra las consecuencias de mis
actos, quiero ir en busca de YunHo y detener a esos dos traidores.
-
¿estás seguro de que
quieres hacer eso? – pregunto SungMin
-
Sin duda – afirme.
Me
miro cerca de un minuto, no sé que pretendía o que ideas cruzaban por su
cabeza, de pronto solo camino y yo lo seguí, jamás había estado en presencia
del Divino, no sé si me permita o simplemente me nieguen la petición.
Estábamos
muy cerca de el Divino, no me quedaba duda, a mi llegaba un aura de paz,
tranquilidad, armonía, que hizo por el momento desaparecer el dolor que sentía
por la lejanía de mi Jae, pero eso hacía que ahora en lugar de concentrarme en
el dolor que sentía y que fuera la causa de ir tras él, podía sentir solo el
amor que todo mi ser profesaba hacia él, sentía que cada celula de mi cuerpo,
cada musculo necesitaba la compañía de Jae, no era solo para que mi corazón y
cuerpo se sintiera bien con su presencia, me daba cuenta de que todo mi ser
deseaba hacerlo feliz, protegerlo, acompañarlo y a causa de eso yo era feliz,
no necesitaba más que ver su sonrisa, oír su ligera risa, darme cuenta que el
estaba bien y ahora estoy seguro de que el esta como yo estuve hace un momento
con dolor, triste, sin consuelo, pero iré tras él, lo veré sonreír, lo veré
feliz.
Seguía
detrás de SungMin caminando, sumido en mis pensamientos, pero llego un punto en
el que no pude pasar, algo me impedía pasar mas allá, era como una muralla
invisible que impedía mi paso, así que me quede ahí, quieto esperando que
SungMin llegara con el Divino y me permitiera pasar, pero el momento no
llegaba, pase un largo tiempo ahí parado, viendo en dirección a donde me suponía
estaba el Divino en su gran trono.
Esperaba
lo mas paciente que podía, el hecho de que Jae espere que valla por el no hace
que precisamente me sienta en calma y sin la urgencia de ir con él, aunque ¿y
si no me espera?...
SungMin
se acerco a mí, permitiendo que pasara un poco más, deteniéndonos ambos,
haciendo una reverencia manteniéndonos así hacia el Divino.
-
Hijo mío, se que has
pasado mucho y ahora quieres enfrentarte a todo, te daré un poco de mi ayuda,
tienes hasta que la luna nueve llegue a lo más alto del cielo para detener el
ritual y solo necesitas a una persona para que te ayude a detenerlos, pero te
advierto que saliendo de aquí no hay vuelta atrás, iras tras el joven JaeJoong
al inframundo…
Eso
me sorprendió, sin duda iría por él, pero que él me diera la orden para
buscarlo, era extraño.
-
Ustedes dos pueden
detener el ritual, solo ustedes fueron destinados a esta misión, va a haber
muchos cambios ChangMin y solo quiero que estés seguro de llevarlos a cabo.
Tan
solo asentí.
-
Muy bien, cuando estés
listo se abrirán las puertas para que puedas salir a partir de ese momento
estarás solo, hay algo en ti que es diferente en todos los seres celestiales
que ahí, eso especial en ti te permitirá entrar en el inframundo pero no
evitara que las alarmas se enciendan, trataras de encontrar lo más rápido que
puedas al joven JaeJoong y salir de ahí, tendrán más enemigos por eso, irán
tras ustedes pero solo recuerda lo que te digo, ustedes son mas especiales de
lo que piensan y juntos encontraran la forma de salir victoriosos de todo a lo
que se enfrenten… Unidos.
Fue
lo último que me dijo, SungMin me tomo del brazo jalándome hacia afuera de su
presencia, llegamos más rápido de lo que esperaba a la habitación.
-
Como abras escuchado
saliendo no hay marcha atrás, no habrá forma de que ninguno de nosotros te
pueda escuchar y solo si el Divino nos lo manda iríamos a ayudar, cosa que no
veo que vaya a pasar, así que encuentra pronto a ese demonio.
Mi
mente me estaba fallando o SungMin me sonó preocupado, lo más extraño, por mi,
sin duda han pasado cosas extrañas.
-
Me das un momento,
necesito pensar en cómo me las arreglare haya afuera.
Me
sentía algo incomodo y la verdad había algo en mi mente que quería salir, como
decirlo, quería recordar las cosas que habían pasado antes de poder ir tras él,
Jae me preguntaría por que no había ido tras él en aquella ocasión y
principalmente yo debería de recordar todo.
No
me di cuenta en qué momento salió SungMin, me encontraba caminando por la
habitación, viendo detenidamente cada cosa que había en ella, no había aun algo
que me hiciera recordar, por ultimo deje la cama colocándome frente a ella, la
mire detenidamente, camine lento hacia ella recostándome, tan pronto como
coloque la cabeza en su suave textura, llegaron a mí las imágenes de nuestros
actos, fue como una rápida repetición de mi vida, alguna vez fui humano, Jae
era un pequeño muy dulce, desde entonces lo amaba de una forma que aun no puedo
comprender, todo fue más lento en esa parte en la que nos separaron, no sé si
fue adrede para hacer que sintiera de nuevo eso que en aquel momento había
sentido por nuestra separación o seria porque mi mente puso más atención en esa
escena.
Fue
más duro recordar cómo me encontraba en aquel tiempo, ver mis reproches y odio
hacia a este lugar, ahora no sentía míos esos sentimientos y esas ideas, algo
en mi había cambiado y en cierta forma me alegraba.
Por
fin aquel momento que tanto deseaba recordar, mi pequeña búsqueda en el cielo,
ahora sabia donde se encontraba, aquel sitio que había iniciado a resguardar
con el solo deseo de al ver esas puertas abrirse encontrarme con la imagen de
un dulce Jae esperando por mí, pero no fue así, ahora comprendo que el que hizo
que yo me quedara en este lugar fue JunSu, fue el culpable de que olvidara a
Jae.
Ahora
puedo estar seguro de que no olvide el amor que le profesaba, solo lo mantuve
protegido en algún lugar de mi alma esperando que llegara el momento justo en
que pudiera salir, ser libre para poder expresarlo sin que nada, ni nadie sea
capaz de separarlo, dañarlo o intentar eliminarlo.
Me
sentía listo, preparado para salir y enfrentarme a todo aquello que se ponga en
mi camino.
Camine
por ultimo en esta habitación no sabría que sucedería, sin duda no podía
permitirme pensar en que no llegaríamos a tiempo, así que mi gran duda seria
que vendría después de eso, estaríamos de nuevo juntos Jae y yo pero él era de
un lugar y yo de otro, que haríamos para resolver esa situación, al parecer me
adelantaba primero hay que ir por él.
Me
dirigí a la puerta del cielo, ahí me esperaba SungMin y DongHae uno de los
arcángeles con mayor poder.
-
ChangMin, el Divino
confía en que harás lo mejor y al parecer como estarás haya afuera solo, me
pidió darte algunas de nuestras armas.
Hablo
DongHae, tocándome el pecho.
-
De aquí surgirán todas
aquellas armas que te ayudaran, dejaras salir tu parte angelical en toda su
magnitud y sabrás dentro de ti cuales serán las palabras para invocar aquellas
armas que el Divino nos ha brindado para destruir a nuestros enemigos, confía
en ti y en lo que eres ChangMin.
No
pude más que asentir, sabía que a mí solo se me permitía un arma, mi catana
pero ahora había obtenido el poder para invocar todas aquellas armas que los
arcángeles usaban, es sorprendente como la responsabilidad de pronto cae sobre
mis hombros abrumándome, un fuerte escalofrió recorrió todo mi cuerpo y fue
como si todo aquello que se me había confiado ahora perteneciera a mí, como si
fuera parte de mi desde un principio, me sentía mas fuerte y ahora mucho más
listo.
Jae
me esperaba aunque debería de ser lo segundo importante en mi mente, es mi
motivo de salir de aquí, ya quería estar con él, poder abrazarlo, con el puedo
enfrentarme a lo que sea, las puertas se abrieron, saliendo rápido, fue como un
deja vu, las puertas se cerraron detrás de mí, de nuevo no sabía lo que me
esperaba, tenía un lugar al cual ir y una persona a la cual proteger.
Me
acerque a las puertas del inframundo, había almas esperando su juicio y
designio, parecía que era invisible para todas aquellas almas, creo que todo
esto fue demasiado fácil o por el momento, toque la puerta empujándola
abriéndose muy despacio, lo abrí lo suficiente para tan solo poder entrar, fui
más rápido de lo que yo me imaginaba que era, alejándome rápido de esta
ocultándome detrás de un montón de murallas, unos ruidos extraños y
ensordecedores comenzaron a sonar, se unieron a esos sonidos desagradables de
lamentos, no podía perder el tiempo, las alarmas eran por mí, un intruso, todos
me buscarían a mí, corría y buscaba a aquel que hacía que mi vida se alegrara,
no sabía por dónde estaba me había perdido, la puerta había desaparecido de mi
vista, estaba seguro de que estaba cerca mi cuerpo comenzaba a sentir aquella
sensación de plenitud que tenia al tener cerca a mi Jae, camine en esa dirección
que mi corazón indicaba, y ahí estaba, el ser más hermoso que mis ojos pudieran
ver, sonreí al verlo, ahora estaba completo y feliz.
-
ChangMin ¿Qué haces
aquí?
Me
gusto verlo sorprendido al verme aquí, sin duda ahora no lo dejaría ir.
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