“Voyerismo”
Era ese sabor en tu piel
Azufre revuelto con miel
Hace que me llene de coraje
Me fui a caminar por el lado salvaje…
[Lo hecho está hecho, Shakira]
Jaejoong despertó, jadeando y
completamente excitado de su letargo. Las cortinas de su habitación hacían que
su pieza se mantuviera en completas penumbras, a pesar de que afuera el sol
brillaba con fuerza.
Había soñado…con Yoochun, con sus besos
y la forma en que sus caderas lo embestían salvajemente mientras él gemía con
fuerza su nombre, aferrándose a lo que…pudiese encontrar.
Su fría erección despertó completamente
al recordar las imágenes de su sueño y él lanzó un gruñido de frustración. El
sueño le había afectado... le había afectado bastante, y ahora su prominente
erección impediría que volviera al letargo.
Retiró abruptamente las sabanas de su
cuerpo, llevando una de sus manos bajo sus pantalones y aprisionando su, ahora
hinchado, miembro, comenzando a acariciarse mientras mordía sus labios con
fuerza, tratando de reprimir un gemido al sentir su miembro pulsando bajo su
mano, inmediatamente reaccionando ante sus atenciones.
Jaejoong odiaba sentirse controlado por
su cuerpo, pero sabía que sólo había una manera de disminuir el dolor y la
tensión...y ¡diablos! Cómo dolía. El
dolor en su erección era casi insoportable…como una fiebre descontrolada. Se
colaba desde su miembro y subía hasta su pecho, quemándole con fuerza.
Desesperación….la horrible necesidad de
regresar al cuarto de Yoochun, abalanzarse sobre él y cabalgar en su erección
hasta perder la razón lo estaba llevando a la locura, mientras trabajaba con
esmero en su duro miembro, aumentando el ritmo de su mano y reprimiendo un
quejido al sentir pequeñas gotas de su ácida semilla, sulfúricas, resbalándose
por su uretra. Toda su atención estaba concentrada en liberar la horrible
tensión que lo atacaba…
Mientras se masturbaba, las imágenes de
su sueño se repetían dentro de su cabeza, junto con el fantasma del tacto de
Yoochun que estaba aún latente sobre su cuerpo. Aquellas vívidas imágenes,
infernales, corroían cada pensamiento de su mente. El fuego y el tormento lo
carcomían, el calor y la necesidad imparable. Su miembro, rehusándose a darle
la liberación que necesitaba sin…su
cuerpo, su sangre…
“Chunnie…” gimió desesperado, el ahogado
gemido resonando dentro su habitación.
xXx
Yoochun despertó al sentir una intensa
esencia inundar sus fosas nasales. Era…un olor que él conocía muy bien, el
aroma de Jaejoong, pero…olía completamente diferente.
Sorprendido, se sentó en la cama,
concentrándose un poco e inhalando con fuerza y entonces…pudo sentirlo, la
excitada esencia de Jaejoong. La condición de demonio de Yoochun lo hacía ser
muy sensible a los cambios, y Jaejoong…estaba excitado, muy excitado…él podía
sentirlo.
Se preguntó si estaría con Junsu, pero
inmediatamente descartó el pensamiento. Su aroma no provenía del cuarto de
Junsu, sino…del suyo.
Comenzó a batallar una pelea interna
ante ello. Sabía…que no debía ir a su cuarto, que Jaejoong se uniría a Junsu y
que ellos no podrían estar juntos, pero…su esencia se hacia cada vez más
intensa, atormentándolo y haciéndolo sentir hasta…excitado.
Cuando su intoxicante aroma volvió a
invadir sus fosas nasales, Yoochun no pudo contenerse más y decidió utilizar
sus poderes para tele transportarse al cuarto de Jaejoong y averiguar…qué era
lo que lo tenía tan excitado. Sus ojos violetas resplandeciendo mientras
concentraba sus energías y se desvanecía.
Yoochun apareció casi al instante dentro
de su cuarto, camuflado entre las sombras, e inmediatamente tuvo que morder sus
labios para evitar lanzar un gemido ante la vista.
Jaejoong…se estaba masturbando. Tenía el
pecho expuesto y una de sus manos debajo de sus pantalones, trabajando
velozmente en su prominente erección.
Su propio miembro cobró vida al mirarlo;
Jaejoong jadeaba y lanzaba suaves gemidos mientras su mano continuaba con su
trabajo. Yoochun comenzó a temblar ante ello, su propio cuerpo pidiéndole a
gritos que se acercara y le diera una mano…pero no, él no podía hacerlo…
Observó como la mano libre de Jaejoong
se deslizaba por su torso, subiendo y bajando por su marcado abdomen,
acariciando su pálida piel mientras mordía sus labios en un intento por
reprimir los sonidos que escapaban de su boca.
“Y-Yoo…chun…” Jaejoong gimió su nombre,
los ojos aún cerrados, mientras su mano iba cada vez más rápido y Yoochun ya no
pudo contenerlo más. El sólo hecho de escucharlo gemir su nombre lo hizo perder
todos los estribos. Necesitaba poseerlo…él deseo lo estaba devorando por
completo…
“Jaejoong” le susurró al salir de las
sombras, revelando su ubicación. Jaejoong abrió los ojos de par en par al
verlo, horrorizado, e intentó cubrirse con la sabana
“¿Q-Qué…e-estás haciendo a-aquí?” la voz
de Jaejoong se escuchaba completamente jadeante mientras lo observaba acercarse
a su lado
“Me has llamado” Yoochun le contestó cuando
estaba a pasos de su cama, retirando la sabana de su cuerpo en un sólo
movimiento y contemplándolo con ojos hambrientos…
“Yoochun, tu no debe—“ no pudo
continuar, porque Yoochun se abalanzó sobre él, presionando su cuerpo contra el
suyo y haciéndolo gemir ante el contacto
“Jaejoong” le susurró, su boca a sólo
centímetros de la suya. “Mírate...estás prácticamente rogando porque te toque...
” Yoochun esbozó una sonrisa predadora y casi al instante sintió los brazos de
Jaejoong alrededor de su cuello, apegándose más a él
“Oh, Chunnie…” dijo en casi un gemido.
“No sabes cuánto…te deseo…” ya no le importaba absolutamente nada. Su cuerpo…le
pedía a gritos liberación y sólo su
Yoochun podía otorgársela…
Jaejoong azotó sus labios contra los
suyos, desesperado por volver a sentirlo, mientras sus manos se aferraban a la
camisa de seda que llevaba por pijama, rasgándola de un sólo tirón y
acariciando libremente su piel, gimiendo dentro de su boca al sentir el cuerpo
de Yoochun restregándose al suyo.
“¿Te excitaste…pensando en mí?” Yoochun
le preguntó al romper el beso, dirigiendo la boca a su cuello, dándole suaves
besos mientras su mano descendía hasta sus pantalones, colándose debajo de
ellos y rozando el pulgar por la cabeza de su miembro, sintiendo la humedad y
provocando que Jaejoong lanzara un agudo gemido al sentirlo
“Me excité…” le dijo, acercando su boca
a su oído y gimiendo al sentir sus cálidas manos envolver toda su erección.
“Pensando en ti y en como…me penetrabas con fuerza…” susurró en un tono
bastante…sensual y Yoochun lanzó un gemido al escucharlo, retirando
abruptamente la mano de su pantalón y aferrándola a su cintura
“Quiero…penetrarte” Yoochun lo miró
fijamente a los ojos, sus manos aferrándose a él con fuerza mientras sus ojos
violetas resplandecían de deseo al sentir que sus uñas se alargaban. El latente
deseo que se alzaba dentro de su cuerpo estaba haciendo flaquear el hechizo que
ocultaba sus rasgos demoniacos.
Jaejoong gimió, su fría erección
pulsando frenéticamente al sólo escuchar aquellas palabras. Volvió a acercar
sus labios a los suyos, capturándolos en un beso famélico mientras la lengua de
Yoochun se colaba dentro de su boca, enredándose con la suya y rozando sus colmillos,
abriendo una herida y llenando su boca de sangre.
La intensa sangre de Yoochun recorrió
todo su cuerpo en un voraz torrente, haciéndolo sentir tan extasiado que sintió
su cuerpo estremecerse, sobrepasado por un shock de energía. Instintivamente
Jaejoong le enterró los colmillos en su lengua, buscando más de aquel elixir
que tanto placer le otorgaba y Yoochun se apegó aún más a su cuerpo. El bulto
en sus pantalones rozándose contra el suyo y la fricción tornándose urgente,
vehemente…
“Chunnie” le susurró al separarse, sus
labios completamente ensangrentados y sus ojos topacio brillando, aún
hambrientos de una sed que sólo Yoochun podía saciar. “Hazme el amor…”
Por un segundo, se miraron fijamente a
los ojos mientras sus agitadas respiraciones se mezclaban. A pesar de
que…habían acordado no volver a caer en lo mismo, se les hacía imposible
contenerse. Jaejoong sabía que…no podía negarse a nada que Yoochun le pidiera.
Él…era el único que tenía ese poder, sabía exactamente cómo y dónde tocarlo, y
podía…tener su cuerpo completamente excitado en un tiempo record.
Yoochun por su parte, jamás había
sentido un deseo así por nadie. Deseaba a Jaejoong con todo su ser y
quería…tenerlo sólo para él. Lo codiciaba al punto de que odiaba a Junsu, lo
odiaba y le sulfuraba el hecho de que había sido elegido para unirse a Jaejoong
y él, en cambio, jamás podría hacerlo…
“Creí que…ya no sería más tu amante” su
expresión se tornó seria, pero aun así deslizó sus manos por su cintura,
tratando de no lastimarlo con sus garras.
Jaejoong vaciló un poco ante esto.
Yoochun…lo estaba mirando con una expresión seria, era obvio que este asunto le
complicaba, pero…ya nada le importaba. Necesitaba sentirlo… lo amaba con locura
y sólo quería estar con él una vez más…
“Chunnie” Jaejoong volvió a insistirle,
llevando una de sus manos a su rostro y suavemente recorriéndolo con sus dedos.
“Nuestro tiempo se está acabando, así que sólo…hazme el amor y déjame sentirte una
vez más antes de dejarte ir”
“Se mío…” Yoochun le susurró, volviendo
a descender la boca hasta su cuello y depositando reiterados besos sobre el,
siendo recompensado por los suaves suspiros de Jaejoong.
Sin dejar de atacar su cuello, Jaejoong
sintió una de las manos de Yoochun deslizarse por su torso y bajando hasta sus
pantalones, palpando su entrepierna con sus dedos y cuando él succionó un poco
de su piel, Jaejoong ya no pudo controlarse más. Quería unirse a Yoochun, ya no
podía pensar en otra cosa, su cuerpo se estremecía al sentir su cálida boca en
su cuello y su mano acariciando su erección…
“Muérdeme…” le suplicó, ladeando su
cuello y sorprendiendo a Yoochun con sus palabras
“Jaejoong— “
“Yoochun, es una orden” susurró en casi
un jadeo, cerrando sus ojos y sintiendo su cuerpo temblar ante el latente deseo
que se alzaba desenfrenadamente dentro de su cuerpo.
Yoochun sintió el cuerpo de Jaejoong
temblando debajo del suyo. Estaba…tan excitado y probablemente no pensaba mucho
en sus palabras, pero a Yoochun ya nada le importaba. Sus palabras…habían hecho
salir a flote el deseo de posesión que yacía dentro de él y abruptamente le
enterró los dientes en el cuello, mordiendo con fuerza y desgarrando su fría
piel, abriendo una herida y embriagándose con su gélida sangre.
Jaejoong lanzó un quejido, pero
inmediatamente fue invadido por una intensa descarga eléctrica. Gimió
desesperado al sentir que Yoochun bebía de él con más fuerza e instintivamente
rodeó sus piernas por su cintura, presionando sus sexos y deslizando sus manos
por su dorso, acariciando su espalda, completamente extasiado con el contacto.
Yoochun podía sentirlo, su demonio
interno amenazando con romper el hechizo que lo apresaba. Estaban…cruzando una
línea muy peligrosa y sabía que con una vez más que lo hicieran y algo de su
energía…sería suficiente para establecer el vínculo.
Sintió la prominente erección de
Jaejoong rozándose con la suya a través de la fina tela del pantalón y ya no
dudó ni un segundo más, separándose de su herida y volteándolo en un sólo
movimiento, sorprendiendo a Jaejoong con la rapidez de sus actos.
“Estás a mí merced ahora” le susurró,
despojándolo de sus pantalones y casi al instante bajando los suyos, sonriendo
cuando Jaejoong lanzó un gemido al sentir sus manos acariciar sus glúteos.
“Chunnie…” jadeó al sentir su erección
posicionarse en su entrada. “A-Ahora…”
Yoochun inmediatamente deslizó su
miembro hacia dentro, gimiendo ante lo caliente y apretado que estaba. Jaejoong
lanzó un sonoro quejido, pero…a pesar de que sentía dolor, él era en parte
masoquista y disfrutaba tanto del dolor como del placer que Yoochun le
proporcionaba.
Yoochun decidió mantenerse quieto un
momento, dándole tiempo para que se adaptara…pero Jaejoong era insaciable e
inmediatamente se apegó más a su cuerpo, provocando que su miembro golpeara el
punto preciso que lo hizo ver estrellas.
Casi al instante Yoochun comenzó con su
ritmo, aferrando las garras a sus caderas y comenzando a embestirlo, saliendo y
entrando de su cuerpo en un fogoso vaivén y provocando que Jaejoong comenzara a
gemir reiteradamente, aumentando su volumen cuando él volvía a golpear aquel
preciado lugar dentro de su cuerpo…
“T-Te…A-Amo Chunnie…” murmuró, girando
un poco su rostro para mirarlo mientras sus manos se aferraban a las sabanas,
buscando a que atenerse ante los espasmos de placer que lo atacaban. Yoochun
abrió sus ojos de par en par al percatarse de que…los ojos de Jaejoong habían
vuelto ha adquirir una tonalidad violeta y supo que…el vínculo ya estaba
formándose.
El pensamiento lo excitó aún más e
inmediatamente retiró su miembro de su cuerpo para volverlo a introducir de una
sola estocada, causando que Jaejoong gritara su nombre y aferrara sus manos a
las sabanas con más fuerza; su aguda voz como música para sus oídos.
“T-También te amo…” le susurró, aumentando la velocidad de sus
embestidas. De un segundo a otro, Yoochun sintió los músculos del cuerpo de Jaejoong apretar
su miembro con más fuerza mientras volvía a gritar su nombre, su ácida semilla
explotando y manchando las sábanas.
Continuó embistiéndolo por largo rato;
su condición demoníaca siempre le jugaba a favor… hasta que los agudos gemidos
de Jaejoong lo hicieron perder la cabeza…y no pudo contener más su orgasmo,
expulsando su semilla profundo dentro de su cuerpo y gimiendo con fuerza al
colapsar dentro de él.
Yoochun se dejó caer a su lado,
regularizando su respiración después de aquel intenso encuentro. Jaejoong permaneció
un momento boca abajo; su cuerpo se estremecía y aún sentía la sangre de
Yoochun quemándole en las venas, haciéndolo sentir más vivo que nunca…
Giró su cuerpo para mirarlo; Yoochun
tenía los ojos cerrados y su cuerpo estaba completamente cubierto de sudor,
incluso tenía el cabello algo húmedo. Jaejoong se acercó a él, descansando la
cabeza en su pecho y delineando su abdomen con sus dedos, sorprendiendo a
Yoochun, quien inmediatamente abrió sus ojos.
“Jaejoong” le dijo, llevando una de sus
manos a su cabellera y acariciándola. “¿Te sientes distinto?”
Al escuchar la pregunta, Jaejoong
levantó su rostro de su pecho para mirarlo y Yoochun lanzó un suspiro ante la
voraz tonalidad violeta de sus ojos…
“Chunnie, tú…” vaciló un poco antes de continuar,
pensando en sus palabras. Se sentía distinto, de hecho…nunca se había sentido
mejor. Yoochun…lo había vuelto a hacer tocar el cielo. “Me haces sentir que he…vuelto
a la vida”
Yoochun le sonrió y tomó su rostro entre
sus manos, acercándolo a él y dándole un suave beso. Lo amaba tanto…
“Quédate conmigo…siempre” Jaejoong le
susurró al separarse, volviendo a descansar su cabeza sobre su pecho. El
cansancio lo estaba atacando y sus ojos estaban haciendo un esfuerzo enorme por
no cerrarse.
“Me quedare contigo, aun si tienes
que…regresar con Junsu” le dijo, y a pesar de que sus palabras estaban llenas
de tristeza…lo atrajo a su cuerpo, estrechándolo con fuerza. Se quedaría a su
lado, aun cuando él se uniera a Junsu y ya no pudiese regresar a sus brazos.
Lo amaba y estaba dispuesto a
seguirlo…hasta el mismo infierno si fuese necesario…
xXx
“Yunnie…” Junsu susurró, estirando sus
músculos y extrañando el calor de su cuerpo.
“Estoy aquí” le dijo y él abrió los ojos
para encontrarlo afuera de la entrada de la cueva. Llevaba sus pantalones
puestos y la luz de la luna delineaba su figura; Junsu esbozó una sonrisa
cuando lo vio caminar de vuelta a su lado.
“¿Hace cuánto despertaste?” le preguntó,
levantándose del suelo y buscando su ropa con firme intención de vestirse, pero
viéndose seriamente interrumpido al sentir los brazos de Yunho nuevamente
capturando su cintura
“Apenas sentí que la luna había salido,
es una cosa de lobos” contestó, dándole un suave beso en el cuello y Junsu
inmediatamente lo ladeó para darle más espacio
“Tengo que irme…” Yunho le susurró,
acariciando su cintura con sus manos y enterrando el rostro en su cuello,
llenándose con su esencia
“Desearía poder ir contigo” Junsu lanzó
un suspiro, cerrando sus ojos y disfrutando sus últimos momentos juntos
“Debería secuestrarte” le dijo y Junsu
se volteó, buscando sus labios nuevamente para devorándolos en un beso que no
quería que acabara nunca…
“Hazlo” susurró, casi sin aliento al
separarse. “Llévame lejos…yo no quiero separarme de ti”
“Paciencia, Su” Yunho acarició su rostro
con sus manos y Junsu cerró sus ojos ante el contacto. “Te prometo que nos
iremos juntos, escaparemos a donde nadie pueda encontrarnos…pero primero
tenemos que terminar el ritual”
Junsu abrió sus ojos y le sonrió,
acercándose para abrazarlo con fuerza. Yunho mordió sus labios, la sensación de
su cuerpo desnudo presionado contra el suyo le estaba comenzando a afectar…
“Deberías vestirte” Yunho le dijo,
retirando los brazos de su cuerpo
“¿Por qué? No tengo tanta prisa…” Junsu sonrió,
esta vez más tentadoramente. Sabía que Yunho estaba afectado, ya conocía esa
mirada oscurecida de sus ojos…
Por
mi propio bien…pensó
Yunho, volteándose para darle un poco de privacidad, pero inmediatamente sintió
el brazo de Junsu aferrarse al suyo, haciéndolo girar para volver a besarlo,
apegándose nuevamente a su cuerpo
“Junsu” susurró, acercándose para morder
su labio inferior y deslizando sus manos por su cintura, acariciando su fría
piel. “Deja de…tentarme”
“Yunho…quiero hacerlo de nuevo…” Junsu
le sonrió, situando sus manos en la hebilla de sus pantalones y rozando sus
dedos por su entrepierna. Yunho lanzó un ronco gemido al sentirlo acariciarlo y
abruptamente lo empujó contra la pared, volviendo a capturar sus labios. Todos
sus instintos animales saliendo a la superficie…
“Qué insaciable eres…” Yunho le susurró
al romper el beso, dirigiendo su boca a su oído y jugando con su lóbulo antes
de volver a susurrarle. “Pero ésta vez…te haré gemir tan fuerte que te dolerá
la garganta de tanto gritar…”
Junsu sintió su miembro erectarse al
escuchar sus palabras. Yunho…estaba hecho una bestia y eso…lo excitaba aún más.
Inmediatamente se volteó, no queriendo esperar ni un segundo más para volver a
sentirlo. Yunho aferró sus manos a sus caderas, apretándolo a su cuerpo y
presionando su erección contra su parte trasera, causando que Junsu emitiera un
suave gemido ante ello. Sus pantalones le estaban estorbando…y estaba por
desabrocharlos cuando escuchó el estridente aullido proveniente desde el
bosque.
“Demonios” masculló, separándose de su
cuerpo. “Qué inoportuno…”
“No, Yunho…no te vayas” Junsu le dijo,
volteando para mirarlo con expresión anhelante. Yunho lanzó un suspiro y lo
atrajo a su cuerpo, estrechándolo entre sus brazos
“Tengo que irme, probablemente ya han
encontrado los cadáveres”
Junsu refugió la cabeza en su torso,
suspirando contra su piel. No quería que se separaran, ahora…sentía mucho más
apego con él, pero sabía que Yunho tenía una obligación con la colonia y que
debía cumplirla…
“¿Cuándo nos volveremos a ver?” Junsu le
preguntó al separarse de su cuerpo
“Pronto...la luna llena se aproxima y no
disponemos de tanto tiempo” Yunho se volvió a acercar, llevando las manos a su
rostro y acariciándolo con sus dedos
“¿Debo…ir al bosque?”
“No, el bosque es muy peligroso ahora.
Con la muerte de Kaze y Hoshi, de seguro que mandarán muchos más licántropos a
patrullar y no todos saben controlar la fiebre, así que…yo iré a buscarte”
“P-Pero… ¿Cómo?”
“Ya lo veras…tú sólo ten paciencia”
Yunho le sonrió y Junsu reflejó su sonrisa, acercando sus labios para darle un
suave beso
“Pase lo que pase Junsu o si esto…no
funciona, quiero que sepas que…jamás había amado a alguien como te amo a ti
y…estoy dispuesto a dar mi propia vida por tu seguridad”
“Yunho…” Junsu volvió a lanzarse a sus
brazos, sus palabras reconfortándole el corazón
“También te amo. Jamás pensé que podría
sentir algo tan fuerte y no me importa nada, quiero seguirte hasta el fin del
mundo…y aun si no funciona…yo no voy a dejar de amarte”
“Funcionará Su, funcionará y nos
escaparemos de todo” le dijo, separándose de su cuerpo y tomando el largo
abrigo de Junsu del suelo, posicionándolo sobre sus hombros
“Junsu, antes de irme hay algo que debes
saber. Como ya hemos iniciado el ritual, vestigios de mi sangre seguirán
corriendo por tus venas, por lo que...es muy importante que nadie pruebe tu
sangre, de lo contrario nos descubrirán”
Junsu asintió, observándolo caminar
hacia la entrada de la cueva.
“Nos veremos pronto, te lo juro” le
lanzó una última sonrisa antes de transformarse en lobo y desaparecer del lugar
casi al instante…
~o~
A/N: Ok estoy
muuucho más conforme con este lemon ChunJae e.e! (agradezco a la gente que no
se hace la idea de la pareja pero lo lee igual xd yo amo el Soulmate) y
bueno…los sentimientos se vuelven a cruzar y Jaejoong es un egoísta porque no
quiere perder a Yoochun pero aún asi quiere unirse a Junsu xd mi Jaejoong es un
caso especial lo sé…pero las cosas se van a complicar si o si!
Algo de Homin para el otro cap. Changmin
like a boss como siempre porque me agrada la idea de hacerlo líder y que
manipule a Yunho! Es malvado también… ¿A que no son un amor mis personajes?
jaja xd Gracias a toda la gente que lee esto, me escribe y me da su apoyo <.3
por ustedes sigo escribiendo y me ayudan a ser mejor escritora :D!
~Koiko
*---* Estuve esperando por la actualizacion y uwa! dos capitulos y tan lemonosoos fue lo mejor *O* se me nublaba la vista jeje e-e
ResponderEliminarYo quiero que el jaechun se queden juntos >_> espero que el HoSu si alcance a unirse antes que todo se vaya al diablo D: muy interesante todoo la trama se mueve y uwaa ya quiero leer el sgte! <3