- Hyung, te he dicho mil veces que no entres a la casa con los malditos zapatos puestos.- Gritó dándose la vuelta para encontrase con Jaejoong.
- Minnie, sabes que es mi manía, lo sien- Se iba a disculpar el mayor, pero Changmin lo cortó.
- Ah, ya basta. Sácate los malditos zapatos de una vez ¿Quieres?- Pidió el menor.
- Oye, estás exagerando, Max…- Jaejoong se le acercó de forma maternal, pero esto sólo enojó más al pequeño TVXQ.
- No soy un bebé ¿si? – Estaba alterado. Sin pensar si quiera, golpeó la mano que su Hyung había extendido para acariciarle.
- Max, cálmate. – Le pidió Yunho.
- Oye, eso dolió…Minnie.- Jae se sobaba la mano, mirando preocupado a su agresor.
- Changmin…- empezó Junsu
- Junsu, no me hables- Lo calló – Ya todos dejenme en paz.
- ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas así?- Se le acercó con algo de miedo Jae.
- Nada. Deja de joderme el día. Déjenme en paz. Arruinas mi vida-
Salió disparado por los pasillos. Los cuatro jóvenes se miraron entre si. Yunho corrió tras Max, pero todo lo que recibió fue un portazo. Cerró tan fuerte su puerta, que incluso pensaron que la casa se iba a caer. Click. Y le puso seguro.
Ira
Todos estaban realmente sorprendidos. Vivían juntos, y conocían las mañas de cada uno de los integrantes. Era verdad que Changmin siempre se enojaba cuando su Hyung no se sacaba los zapatos para andar dentro de la casa, pero nunca había gritado así de fuerte. Y lo que era aún más sorprendente era que le había pegado nada más y nada menos que a Jaejoong. Si, los “One-touch” eran golpes, pero juguetones, con cariño. Esto no tenía nada de amor de por medio.
- Jaejoong ¿Estás bien? – Preguntó Micky. La mano derecha de Jaejoong tenía una gran marca roja, y parecía doler mucho - ¿Jae…Jae?...
- Hero…¿Qué tienes?- Junsu se estaba desesperando. Su compañero tenía la mirada perdida en dirección al pasillo por el cual se había ido hace unos momentos el menor de los TVXQ.
- Respóndeme por favor- Lo zamarreó Yoochun.
- ¿Chang…min?- Fue todo lo que Hero pudo decir.
Shim Changmin ahora estaba recostado sobre su cama. Pero ahora ya no estaba enojado. Se sentía extraño. Frustrado, alterado, pero no enojado. No tenía ganas de hacer nada. Ni cantar, ni bailar, ni reir, ni llorar, ni hablar, incluso ni de respirar.
Miró el reloj en su mano izquierda, marcaba las 18:04pm. Ahora debería estar arreglándose para ir a ensayar. Pero realmente no tenía ganas. No estaba cansado como había dicho reiteradas veces en el día. Eso era sólo una mera excusa para que notaran su odio encontrado hacia la fea periodista que los entrevistó un rato atrás. Al contrario. Sentía que su cuerpo no podía estar más ligero. Pero aún así, no tenía intenciones de moverse si quiera para acomodarse mejor en la cama.
- Min…- Lo llamó Yunho desde fuera de la habitación. Hubo un silencio incómodo- Nos iremos a ensayar ya. – Dijo, más bien, ordenó el líder.
- Váyanse- Respondió secamente, y apenas. No quería hablar.
- Tienes que venir- Le rogó.
- No quiero hacer nada, déjame- Ni siquiera se molestó en tratarle con respeto. Y no es porque estuviese enojado, es sólo no tenía ganas de nada.
Perezoso
Yunho comprendió muy bien que Changmin no iba moverse de donde estaba, que seguramente era su cama. Por otro lado, pensó en lo sucedido hace unos minutos. Jae debía estar en shock, y Changmin aún cabreado – eso creía Yunho- no era la mejor de las ideas juntarlos.
- Esta bien, quédate.- Le dijo calmadamente- Pero mientras estés aquí, quiero que pienses en lo que le hiciste a Jaejoong.
Hubo otro silencio. Max pudo oír claramente los pasos de su líder. Luego oyó un lejano “nos vamos”, murmullos, más pasos. Paf. Y la puerta al cerrarse. Se habían ido.
<<.bien.>>Pensó el joven.
Seguía recostado en su cama, mirando el techo. Disfrutando de su tiempo de ocio. De haber sido un día normal, ahora mismo Changmin sería el primero en pisar el salón de baile. Sería el primero bailando, el primero dándolo todo, el primero en frustrarse al cometer un error. Pero hoy, su vida giraba en torno a miles de otras cosas, que al final, se reducían a una sola.
“Pero mientras estés aquí, quiero que pienses en lo que le hiciste a Jaejoong.”
Hero Jaejoong. El hombre más sexy de Asia. Todo era por su culpa. Primero la reportera, después los zapatos, y ahora esto. Y ahora, no estaba…Se incorporó, y miró su velador. Allí había una foto de los cinco. Yoochun sonreía al lado de Junsu, luego Yunho haciendo una pose graciosa, y por ultimo, él y un lindo rubio que pasaba su brazo por detrás de sus hombros.
De pronto, miles de momentos vividos con aquella persona vinieron a su mente. Momentos divertidos, como cuando presentaron su Couple Talk, Soulfigthers. Otros tristes, como cuando despertó tarde una noche, y se largó llorar en los brazos de Hero, porque extrañaba a su familia. Otros felices, como cuando ganaron “Mejor album del año”, esa vez también lloró, pero de felicidad.
Lo quería. Lo quería sólo para el. No para Micky, ni para Junsu, ni para Yunho, ni para su manager, ni para sus fans, ni para la fea y tonta reporterade hace un rato.
Lo quería todo. Sus ojos, su pelo teniñido, su pelo natural, su boca, su nariz, sus orejas, sus manos, su cuerpo, ¡sus pies! Su voz…Todo. Quería a Hero Jaejoong para el sólo, para nadie más.
Avaricioso.
Y entonces, como si despertara, como si hubiera vuelto a nacer, lo recordó…
- No soy un bebé ¿si? – Estaba alterado. Sin pensar si quiera, golpeó la mano que su Hyung había extendido para acariciarle.
- Max, cálmate. – Le pidió Yunho.
- Oye, eso dolió…Minnie.- Jae se sobaba la mano, mirando preocupado a su agresor.
- Changmin…- empezó Junsu
- Junsu, no me hables- Lo calló – Ya todos déjenme en paz
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario \(*O*)/ ♥ ♥
o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD