KINGDOM TVXQ!

CLOSE 2U
Arualthings

The Open Door cap 16


Era la cuarta vez que le daba la vuelta al pasillo, esperando tras esa puerta de madera, no dejaba de preocuparse por quien estaba detrás, justo con los de arriba, dictando la sentencia que debía cumplir por su falta.

-Yunho – apenas susurro para si mismo, miraba de momentos la puerta y de momentos el pasillo, cualquier señal que le dijera que estaba bien.

Quien custodiaba la entrada era un tipo unos centímetros más alto, le miraba con extrañeza e incluso le pidió más de seis veces que tomara lugar en la silla de espera, pero sin éxito.

La manija oxidada se abrió con lentitud, dejando salir una pequeña multitud de ancianos que platicaban y hacían ademanes entre sí.

Un joven de cabizbajo rostro salió enseguida, Yoochun no se espero más y corrió de inmediato para saber todos los percances y noticias.

-¡¿qué te han dicho?! – llevó sus manos a los hombros de su camarada

-lo que ya sabíamos Yoochun – le sonrió forzadamente –esta será mi última misión…- desvió la mirada para clavarla en el suelo.

Su amigo cerró los ojos con fuerza -¡Imposible!... todo esto no es justo… ¡¿les dijiste lo que paso?! ¿Por qué lo hiciste? – le sacudió para obligarle a que le mirara

-no…-

-¡¿PORQUÉ?!- estaba exaltadísimo, y totalmente ofendido, no podía creer que el mejor de ellos, estuviera sentenciado.

-ya no importa…lo hecho… hecho está – retiro las manos de su compañero y dio cuatro pasos al frente, miro por sobre su hombro cuando le hizo la otra pregunta.

-¿cuál es la sentencia? – apenas pudo pronunciar

-el Purgatorio – y al responder siguió su camino en paz

Aunque estaba muy dolido por lo que había pasado con Changmin, aún le quedaba una cosa por hacer, y eso tenía que pasar forzosamente, hubiera querido que fuera de otro modo, pero era la única manera ahora de encontrarse nuevamente con el. Se recostó tras escuchar el sonido de llaves cerrar los barrotes que ahora le privaban de su libertad, miro a su derecha, el guardia se retiraba.

-bueno por lo menos tengo una cama donde dormir – se sonrió, por muy estúpido que pudiera sentirse, si no era positivo el, entonces quién.

Apenas cerraba los ojos cuando escucho una voz que le dijo –yo me voy contigo – esto lo obligo a enderezarse con brusquedad, miro por entre las rejas blancas a su compañero que lo miraba decidido, justo como nunca lo había visto jamás.

-¡¿Estás loco?! ¿Tu porque habrías de hacerlo?... el consejo no lo permitirá…-

-les dije que fui tu cómplice…- respondió de inmediato, justo cuando llegaba el mismo guardia a encerrarle en la de al lado.

-¡guardia! – Gritó Yunho -¡hay un error! ¡Él es inocente, no tuvo nada que ver en esto! – pero solo se ganó una mirada incrédula de su guardia, quien ignoro todas sus peticiones y reclamos, encerrando a Yoochun, para finalmente salir del lugar.

-¿por qué Yoochun? – asomo su cabeza para medio ver de reojo a su amigo en la cama de al lado.

-lo hecho…hecho esta…- se limito a responder.

Por la tensión, el miedo o los nervios, ambos se miraron fijamente, y luego, soltaron la risa a carcajadas.

-bueno…no es exactamente un hotel cinco estrellas pero…es cómodo… y te traen el desayuno a la cama jajaja – dijo Yunho tirándose en las sábanas blancas de su incomodo colchón, mirando el techo

-jajaja cinco estrellas… pongámosle cuatro por el servicio al cuarto…pero la quinta no se la merece porque la vista es terrible… jajaja ¿tendrán jacuzzi? - le siguió el juego Yoochun, tomando lugar en el rincón del cuartito, donde había un sofá pequeño pero cómodo, perfecto para leer.

-mmm déjame pensar…. No…creo que no, no venía en el folleto…- sonrió Yunho

-entonces eso le resta una estrella más…- quien estaba en el sofá por fin quedó en silencio y se dispuso a leer el libro que le acababan de prestar.
Se miraban fijamente sin ser capaces de expresar absolutamente nada, Jae quería preguntarle ¿qué estaba haciendo allí? Y justamente en el cuarto asignado para quien en vida, si se puede llamar así, fue Asderel…pero después de meditar el beso de hacía unos minutos que había ignorado…no se atrevía ni a respirar.

Min estaba parado frente a él, con aquella extraña sensación de querer ir a besarlo nuevamente, pero también tenía millones de preguntas en su cabeza…y quizás consideró en algún momento, decirle que su amante le había ido a visitar…no sabía si era conveniente.

El ambiente comenzaba a ponerse tenso entre los dos, sin que uno ni otro iniciara la plática, no había mucha esperanza, porque Jae tenía claro que se iría.

-Junsu…me dijo que te ibas… ¿es verdad? – finalmente quien daba el primer paso era el menor.

El mayor permanecía en silencio, tenía la respuesta, pero no estaba seguro de querer decirla -… no tengo porque quedarme en un lugar donde, no soy bienvenido –

-¡Te equivocas! – levanto la voz protestando, olvidando por completo donde estaban, el mayor hizo un leve sonido con los labios para acallarlo – perdona… pero quiero decirte que me equivoque…totalmente…. –

Estaba a espaldas de la puerta, incrédulo a lo que Min le acababa de decir -¿solo para eso has venido?... ¿para pedirme perdón?...tu si que eres extraño ¿sabes?... arriesgar tu vida solo para decirme esto… me sorprendes…-

-¡no solo para eso!... es que… no me preguntes porque pero…. De alguna manera no puedo sacarte de mi cabeza…- sus palabras fueron interrumpidas.

-¿Por qué? – pregunto fríamente, esperando atento a la respuesta.

-porque… no lo sé…-

-dilo – a Jae no le gustaban los rodeos, quería que se a sincerara con el, porque si lo hacía, no se iría jamás.

Sin duda a Changmin le estaba costando un mundo decirle lo que sentía, porque, jamás había pasado por una situación antes, menos con otro chico… totalmente inexperto… pero sabía que si no actuaba de inmediato…lo perdería para siempre.

Se armo de valor, tomo aire, y se concentro en lo que iba a decir –Jae… yo te quiero…no sólo como amigo…si no como algo más…-

Parpadeo incesantemente como no creyendo lo que escuchaba, y luego de un rato en silencio, dejo salir una risita -¿bromeas? –

El chico se sintió ofendido, Jae no sabía que se gasto casi toda su energía en esas palabras, ¿para que ahora se burlara?, un “te quiero” no puede ser difícil para los demás, pero para el, vaya que lo era, ¿cómo? Se preguntaba una y otra vez, ¿cómo le demostraría que no era broma?...lo había besado…pero eso parecía no ser suficiente prueba.

No era bueno con las palabras…

Se acerco sigilosamente a quien le miraba fijamente… sin decir absolutamente nada, cuando quedaron frente a frente subió su mano lentamente hasta depositarla en su mejilla, sintió un ligero sobresalto, algo que no paso desapercibido del menor, recorrió con lentitud hasta bajar por su cuello, su hombro, su brazo y finalmente su cadera, donde, con un ligero tirón le acerco a su cuerpo, y atrapando cualquier protesta con un beso…

Aunque Jae sabía que no estaba bien aprovecharse de la confusión, la verdad era que su cuerpo le traicionaba, porque, había tomado a Min por la nuca para profundizar más aquel beso ahora insaciable.

Era como si ambos hubieran aprisionado esos sentimientos por mucho tiempo… lo cual, para el menor no tenía mayor sentido…

Las preguntas de los dos…

Habían desaparecido…

Min casi instintivamente fue arrastrando a Jae hasta topar con la orilla de la cama, basto un ligero empujón para tirarle sobre ella, quizás el impacto con el colchón, o el recuerdo de Asderel le hizo frenar por un momento… porque le daba un poco de temor las comparaciones, es decir, Jae tenía experiencia, pero el… absolutamente no…

El mayor le miro ahí con ambos brazos apoyados a los costados, pero vio algo en sus ojos, temor -¿qué pasa? – dijo acariciando su rostro.

-no puedo – apenas logro susurrar

Jae sabia de alguna manera que era lo que perturbaba su mente -¿es por Asderel? – le tomo por la barbilla obligando a mirarle, Changmin no tuvo que decir nada, basto con desviar sus ojos a otro punto y el mayor dejo salir una sonrisa – te ayudo entonces – y rodeo sus brazos en el cuello de quien estaba sobre el, lo atrajo sin forzarlo para besarlo, esta vez, suave y lento.

Para Min aquel roce significo un “está bien” y una invitación a seguir…

Sin saber cómo ni por qué, las manos del mayor se había logrado infiltrar expertamente por debajo de la camisa del menor, acariciando a lo largo toda su espalda, y en momentos, clavando las uñas.

Esto lo único que provocaba eran ondas de calor que se concentraban en cierto punto central de su cuerpo, algo muy vergonzoso para Min, puesto que, con tan solo unos roces ya estaba así de extasiado…igual que una colegiala en su primera vez.

Jae no tardo mucho en notarlo, sonrió al ver aquella reacción, e intencionalmente levanto un poco su rodilla para rozar aquella parte, esto le robo un involuntario gemido a el menor.

-¿a qué juegas? – susurro Changmin ante la acción, y esa sonrisa traviesa que tenía el mayor dibujada -... ¿te recuerdo dónde estamos?...no podemos hacer ruido…-

Quien estaba debajo se apoyo en sus codos y se acerco peligrosamente a su oído para murmurarle –no es mi culpa que seas un escandaloso – y por fastidiarlo un poco beso su cuello, otro gemido salió de la boca de Min, y nuevamente una risa.

-¿crees que no puedo hacerte lo mismo?...- finalmente y de manera un poco brusca corto el pequeño espacio que aún había entre los dos, rozando algo que entonces Changmin notó y le sonrió al sonrojado Jae –no soy el único –

-cállate – respondió indignado, dándole un golpe juguetón en su pecho

Es verdad, estaban en el lugar menos apropiado para hacer todo aquello, pero para Jae, no había nada más que perder, y los minutos de Changmin estaban contados, entonces… ¿qué había de malo en hacerlo?, ¿volver a sentenciarles?, quizás esto era una burla para quienes durante todo este tiempo se dedicaron a jugar con sus vidas… quitándoles lo que más querían…

Aquel juego bajo las sábanas blancas, la oscuridad del lugar, el temor a ser encontrados…todo era un extra para aumentar más las sensaciones… volverlo aún más excitante…

Jae comenzaba a moverse sugerentemente bajo el cuerpo de Min, tocando su pecho, su espalda sus hombros, algo que le sujetara a no perder la cabeza en aquel peligroso lugar, en momentos, cuando el menor tocaba alguna zona sensible de su cuerpo, terminaba mordiendo el hombro de Min para acallar sus gemidos, porque, sin duda aquello comenzaba a ponerse más y más intenso, subido de tono.

El menor estaba muy concentrado, más que en su propio placer, en provocarle a él… así que aquellos movimientos del mayor en ocasiones lo distraían, tenía que mantener un poco de cordura, si ambos la perdían, aún había ocho sujetos rondando afuera.

-Jae… ¿puedes estarte quieto? – susurro seximente, sin intención.

Esto provoco un gemido hecho protesta, estaba ansioso por sentirlo, no quería presionarlo, pero la reacciones de su cuerpo eran muy diferentes a lo que no quería hacer, sus caderas estaba ondeando por mera inercia, no podía evitarlo, llego al punto de hacer fricción con aquel bulto en el pantalón, esto dejo en blanco al menor.

Tenía abajo a Jae, moviéndose más que sugerente y por si fuera poco ahora le tocaba no solo con sus manos, apenas sintió el primer roce entre los dos cuando sin darse cuenta había dejado de besar el pecho del mayor para quedarse inmóvil, aquello había lanzado un rayo de placer tan grande que por un momento estuvo a punto de perder el equilibrio, cada nuevo roce entre caderas, le parecía una verdadera locura, su vista comenzaba a nublarse, estaba perdiendo todo rastro de conciencia pensante para suplantarla por deseo e instinto y no les convenía –Jae para – lo que había dicho parecía una mera broma en medio de todo.

-Jae te digo que pares….- dijo presionando sus ojos con fuerza, jalando aire a bocanadas, los descubrirían, pero el mayor no paro, no podía.

El placer era tanto que su mente se desconecto por un breve momento, entonces, al llegar a ese punto…

Apareció la verdad ante sus ojos…

Jae vio que el menor había dejado de moverse, estaba paralizado con la mirada perdida, como si estuviera en otro lado menos ahí –¿Changmin? – le llamo, pero no respondió -¿qué pasa? - entonces se preocupo, se enderezo un poco, lo movió por los hombros para hacerlo reaccionar, se asustó cuando Min comenzó a temblar.

Algo le estaba pasando, y el miedo remplazo lo demás…

Min estaba parado frente a una puerta de metal, miro a su alrededor, todo era tan claro, tan real, vio que tras aquella puerta había un abismo, intento dar un paso hacia atrás, pero una multitud le impedía regresar, al contrario, parecía empujarle a saltar.

Estaba temeroso cuando un hombre le dijo que su sentencia era el Purgatorio, por haber interferido en la muerte de otros, y por haber mantenido relaciones prohibidas con otro miembro.

-se equivocan – pudo decir, pero parecía que nadie en aquel lugar le entendiera, la gente comenzó a gritar, estaba asustado, no sabía qué hacer, siempre le tuvo miedo a la oscuridad, desde que era pequeño, no quería saltar… de pronto todo a su alrededor se puso en pause, escuchó una voz diciéndole –no tengas miedo –

En medio de aquella multitud vio a Jae luchando por tratar de pasar, gritando algo que no era capaz de entender, se llevo las manos al pecho al sentir un tremendo dolor, no físico, sino de perdida, sin querer le había sonreído, y luego, por mera inercia…

Salto…

No veía nada…no sabía si estaba con los ojos cerrados o abiertos, pero estaba aterrado, vio entonces una silueta frente a el, mirándole fijamente -¿Quién eres? – preguntó tomando valor –Asderel – respondió

-¿qué quieres de mi? – pregunto angustiado Changmin, no podía más con eso, ya estaba cansado de tanto misterio, Asderel caminó directo hacia el, sin decir absolutamente nada, se acerco a su oído y murmuro –renacer – y entonces todo estuvo tan claro…

Vio una brillante luz que lo cegó…

Comenzó a jalar aire con fuerza, como si acabara de despertar de la muerte, estaba forcejeando pero escucho la voz de Jae – ¡soy yo Changmin!, cálmate…te desmayaste…- vio con claridad su rostro preocupado, tomando su mano con fuerza.

El mayor noto que había algo raro en la mirada de Min, no le pareció normal.

Se levanto de la cama tras regalarle una sonrisa, caminó en silencio directo a uno de los cajones de un mueble de madera que estaba cerca de la cama, Jae miro con detalle cada movimiento, vio como abría el cajón y sacaba lo que parecía un libro de color rojo, lo tomo entre sus manos y se sonrió nuevamente, se giró y camino a la cama, donde se sentó en la orilla.

Jae se acercó…

Min abrió la primera página, leyó en voz alta – “diario de Changmin Asderel…”- y tras decir aquello miro fijamente a su compañero en la cama.

El mayor cerró los ojos y comprendió todo –los demonios y los ángeles…tenemos dos nombres…el divino y el mortal… y mi nombre…- sus palabras fueron interrumpidas por el menor -es Shedim…pero te dije que tu nombre mortal era mil veces mejor que el divino… llegamos al acuerdo de que te llamaría Jaejoong y que nunca me llamarías Asderel…. Que me nombraras…

-Changmin…- completó sorprendido Jae

Ahí estaba el error…

Un demonio condenado al purgatorio estaba condenado a penar para siempre en ese lugar, sin embargo alguna especie de fallo en el sistema, después de 15 años en aquel lugar de oscuridad la puerta se abrió y Asderel renació…

¿Tan paradójica era la vida que su madre le había puesto el nombre mortal?…

El encuentro con Jae, el volver a quererle después de tiempo… ¿de verdad era un error?...parecía todo tan calculado…

Miró al menor…

Esperando cualquier tipo de comentario salir de sus labios…

Cualquier cosa…

Pero solo estaba allí sentado en silencio…


6 Comentarios:

  1. ehhh??
    siguela porfis!!!
    que pasaraaaa........

    ResponderEliminar
  2. Anónimo5/15/2010

    aishhhhhh, esta interesantisimooooo
    y ahora q dira Changmin?

    Gracias x el fic,me gusta y muchoo

    ResponderEliminar
  3. agggggg esto se pone cada vez mas bueno, aggggggg el q sigue x favor

    ResponderEliminar
  4. E=!?!?!! me quede en blanco con lo ultimo, Asederel al decirle el nombre a changmin renacio en el y por eso jae se sorprendio?! toy perdida plz expliquen es que debes separar los pensamientos lo haces junto y eso confunde =X

    ResponderEliminar
  5. Chihaya5/19/2010

    Se supone que Changmin y Asderel son la misma persona, no le veo mayor complicación con la trama.
    Changmin es como una segunda vida de Asderel, los demonios tienen dos nombres, el real y el humano por decirlo de un modo, eso quiere decir que Asderel es un nombre demonio, y Changmin es su nombre mortal, osea que, cuando Changmin renacio, su madre mortal le puso el mismo nombre, por lo tanto, es obra del destino.

    ResponderEliminar
  6. ya lo sospechaba!!
    Asderel es Changimn!
    por favor no te demores con el próximo capítulo! ><

    ResponderEliminar

Deja tu comentario \(*O*)/ ♥ ♥
o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD