Hablando del tema que nos importa en cuestión, les diré que nada ni nadie me hubiese podido preparar para las palabras que escuché a continuación y no es porque sea un completo idiota, no…porque hasta un ser con inteligencia promedio o incluso un genio hubiese reaccionado de la misma forma, preguntándose si todo aquello era real o había terminado de perder la cordura y se encontraba en una alucinación al más puro estilo de Mary Poppins con todo y paraguas volador.
Changmin siguió riendo por unos minutos y yo aún lo observaba sin comprender mucho, hasta que se detuvo y su semblante cambió por completo. ¿Creían que diría algo como “Pues…¿Te parece si mañana vamos a una cita…pero con el psicólogo? JAJAJAJAJA tarado” o como “Si…le gusto a Yoochun tanto como a mí me gusta Yunho, tarado? Pues no las culpo, si hasta yo mismo me esperaba ese tipo de respuesta llena de incredulidad y burla pero déjenme decirles que mi pobre uni-neurona sufrió un Knock Out (lo busqué en google, creo que es algo como quedar fuera de servicio en jerga de boxeo) inminente.
- Si, lo sé - contestó por fin y les juro que sentí como si Willy (la ballena de la película) me hubiese pegado un coletazo directo en la cara.
¡¿Qué diablos quería decir con un “Si, lo sé”?! y ¿Por qué lo decía como si se tratase de lo más normal del mundo?. ¡Por jerónimo!, me esperaba que se burlase de mí y mi paranoia, la cual había alcanzada nuevos límites incomparables con los de un ser humano normal, pero, ¿Lo sabía?, ¡¿Cómo diablos lo sabía y por qué no hacía nada al respecto?!.
- ¿Cómo que lo sabes? – pregunté al acercarme y sentir una presión extraña en el pecho, eran la duda y la desconfianza que me había dejado el alien de Yunho (¡Malditos ex novios!).
- Lo sé JaeJoong, ¿Creías que no me iba a dar cuenta?...¿Qué tan estúpido crees que soy? – Sonrió por un segundo para luego observar el reloj que traía en la muñeca. – Tengo que irme, nos vemos – y sin si quiera dignarse a darme más explicaciones, se dio la vuelta y caminó en dirección al auditorio.
Como el idiota que soy, caí en mi agujero negro al que denomino “emo-depresivo intenso”, la inseguridad había alcanzado nuevos niveles en mi mente y me preguntaba si realmente le gustaba a Changmin o tan sólo había decidido salir conmigo porque lo entretenía, después de todo, constantemente me decía que le encantaba cómo siempre le hacía reír, desde que nos conocimos fui su especie de payaso personal y nuestra relación comenzó de una manera inusual (está bien, un comienzo más extraño que ese imposible), tampoco veía señales de que le importase demasiado mi presencia ni mucho menos que sintiese celos y no es que quisiera que se convirtiera en Hulk a causa de los celos, pero tampoco me dejaba tranquilo el hecho de que me viese con mi ex novio y no se molestara en lo más mínimo, porque pensé que yo si me molestaría, si lo viera con el poto inflamado me daría un ataque de celos inminente. Supuse que eso se debía a que a mí sí me gustaba y mucho; desde ese momento comencé a dudar más de lo debido… “¿Acaso Changmin me ama?”Aquella inútil duda se asentó en mi mente, sobrecargando la capacidad de mi neuronita.
Caminé unos cuantos pasos sin ser consciente de mi avance, sujeté la camisa del chico al cual no deseaba dejar ir en ese momento, observé la parte trasera de su cabeza y detuve su andar pero las palabras no salían de mi boca. Quería preguntar tantas, tantas cosas pero supongo que después de todo mi sistema operativo no es como el del resto de los seres humanos, no podía pronunciar palabra alguna, tan solo sujetaba su camisa como un tarado.
- ¿Qué pasa JaeJooong? – preguntó Changmin al voltear y sujetar mi brazo, soltándose de mi agarre. – Te dije que tengo que irme.
Sonreí por un instante y asentí lentamente, mordí fuertemente mi lengua “¡POR LAS FALDAS DE TU ABUELA!, ¡HABLA CONDENADO!” me gritaba aquella voz interna a la que podría denominar como mi pepe grillo (ya saben pinocho) personal, mi conciencia y vaya que poca estima me tiene mi propia conciencia.
- Tonto…¿Ahora eres autista? – Changmin se acercó y sujetó mi rostro con sus manos, observándome a los ojos con una de esas sonrisas que logran derretirme por completo, pero no estoy exagerando me sentía como un helado en día caluroso.
- No.
- Nos vemos más tarde tonto – susurró aquello acortando la distancia existente entre nuestros labios, besándome delicadamente sin detenerse a pensar en si alguien pudiese estar viéndonos.
Al sentir el cálido roce de sus labios perdí el control y le abracé por el cuello, mordiendo su boca y besándolo con mayor intensidad, dándome el placer de recorrer su cavidad con la lengua y degustarme con el exquisito sabor de sus ardientes besos.
- ¿No entiendes español?...me tengo que ir – murmuró apartando su rostro y mirándome a los ojos para luego inclinarse y morder mis labios una vez más. – Tarado, si quieres decir algo dilo…no te quedes parado con cara de cachorro maltratado, nos vemos – rió un par de veces para luego voltearse y alejarse definitivamente, dejándome con una sonrisa en el rostro.
- Tal vez si me quiere… - murmuré rozando mis labios.
En aquel mismo instante se me ocurrió una idea. Regresaría a su apartamento, limpiaría el desastre que había creado y le prepararía una cena digna. La sonrisa no abandonaba mi rostro, debía parecer estúpido con delirio de felicidad pero ¿A quién le importaba? Al menos las cosas no habían salido tan mal, ok lo admito, enterarme de que Changmin ya estaba al tanto de los sentimientos de Yoochun fue como una patada dirigida directamente hacia mi….a mí…dejémoslo en ¿muslo?, si…muslo suena menos vulgar. Las dudas seguían persistentes en mi mente, que, dejémoslo bien claro es bastante estrecha, pero aquel beso había logrado disiparlas, como una especie de anestesia local temporal.
Caminé de vuelta al departamento y saqué mi copia de la llave, ¿Les había contado que Changmin me hizo una copia?...¡¿No?!, pues les cuento de inmediato como fue…
Estábamos cenando en la azotea de su edificio, era una cena romántica a la luz de las velas, Changmin había preparado aquella sorpresa por ser nuestro primer mes de noviazgo. Me sentía tan feliz y realizado por el simple hecho de tener a una persona como él a mi lado. Mi felicidad incrementó un millón de veces al oír sus palabras.
- JaeJoong – pronunció mi nombre con aquella melodiosa voz mientras extendía su mano entregándome lo que parecía ser un juego de llaves. – Estas son las llaves de mi apartamento – acarició mi mano y nuestras miradas se unieron, dejándonos sentir la calidez de nuestro amor. - …y también son las llaves de mi corazón, espero las cuides.
Sonreí mientras sentía que la dicha inundaba cada parte de mi ser, me abalancé sobre sus brazos y besé sus labi….Si, ya creen, les apuesto que por un segundo pensaron que se habían equivocado de lectura y creyeron que se trataba de crepúsculo o qué se yo.
Pues no, la cosa fue mucho más simple y mucho menos romántica, de hecho más romántica es la película “El juego del miedo”. Era nuestro primer mes de noviazgo y yo como buen novio, decidí ir a visitarlo a su apartamento, me paré frente a su puerta y presioné el timbre al compás de “Oh!-Snsd” y fui recibido por un no muy contento Changmin quien me regañó al instante quejándose por las constantes visitas sin aviso y mi molesta manera de tocar el timbre, así que terminó por entregarme un par de llaves extra que tenía en el lugar con la siguiente advertencia “No te atrevas a aparecerte por aquí todos los días…te las doy única y exclusivamente porque es demasiado molesto tener que venir a abrirte la puerta”. ¿Qué tan romántico creen que es eso?.
En fin, llegué al lugar y limpié los restos de comida del medio día, recordando lo sucedido con Yoochun y sintiendo un escalofrío al recordar su actitud, vaya que desgraciado, Qué digo desgraciado, la palabra psicópata debe tener su nombre en el diccionario como parte de su descripción.
Terminé de limpiar y como noté que aún era temprano me recosté por un momento, desperté a eso de las siete de la tarde y corrí a preparar una cena improvisada, muy al contrario de lo que tenía planeado. El día en que mis planes resulten será el día del fin del mundo y ¡Joder! No estoy bromeando. Sostuve un sartén con rapidez al pensar que Changmin debía estar por llegar y ¡Madre mía!, hablando del rey de roma y él que se asoma. Oí el sonido de sus llaves y por una razón inexplicable (de verdad no sé porqué) corrí y me escondí en su cuarto como si fuese un ladrón, carajo ¿Es que acaso fui un vil ladrón en mi vida anterior?.
Me sentí más idiota de lo normal y al oír sus pasos decidí que no tenía razones para seguir escondido, después de todo me encontraba en el apartamento de mi novio. Abrí un poco la puerta y me congelé al notar que Changmin tenía compañía, si, como deben imaginarlo era ese psicópata que se hacía llamar Yoochun y allí estaba ese espeluznante escalofrío una vez más.
Quería salir del cuarto, pero mis piernas no se movían, pensé que de seguro debía tener parálisis o pérdida temporal de la movilidad de mis extremidades pero ¡Qué va!, eso se llama “Idiotez” bien simple y claro, mi uni-neurona no mandaba las señales necesarias para que mi pobre pierna se moviese, estaba demasiado ocupada procesando información al recibir las imágenes de esos dos chicos.
Como han de imaginárselo me quedé ahí al más puro estilo de un idiota empedernido observándolos con la puerta semi-abierta, de seguro sufría del complejo de sherlock Holmes, aunque no alcanzo ni para el perro de sherlock pero ese es otro asunto.
- Hey Changmin…me gustas – Dijo de la nada aquel psicópata acercándose a MI novio y acorralándolo contra la pared.
“¡¿QUÉEEEEE?!” exclamé mentalmente, abriendo los ojos de par en par y enterrando mis uñas en la madera de aquella puerta. “¿Qué?, pues ¿eres más tarado de lo normal?, ¿Acaso no te dijo que le gustaba tu noviol?, imbécil… ¡¿De qué te sorprendes?!” me regañó aquella voz interna, alias *conciencia* al notar aquello.
- Yoochun… - Contestó mi susodicho novio sin moverse ni un centímetro.
“Espera…¿Por qué no lo alejas?, ¿Por qué no le dices que no le correspondes?...¿Qué…estás haciendo Changmin?” pensaba al notar la cercanía de ambos chicos y comenzar a sentir el apresurado ritmo de los latidos de mi corazón.
- Me gustas Changmin… - Volvió a declarar ese…ese engendro del mal para luego atacar los labios de aquel moreno del demonio.
(Advertencia: el siguiente párrafo puede contener palabras no aptas para menores de 18 años, por su atención gracias)
“¡HIJO DE LA VIL PUTA QUE TE PARIÓ!” exclamé mentalmente dejando de lado mi desprecio por las palabrotas ya que casos como éste si las ameritan y ¡con creces!, las merecían, en especial ese hijo de perra de Shim Changmin, es que el muy puto ni siquiera se dignó a rechazar al psicópata, no se movía pero tampoco lo alejaba ¡ni siquiera por un desgraciado segundo!. No podía ni pestañear, es que de seguro mis párpados habían quedado hechos piedra por la impresión, ¿Podía ser más infeliz?, ¡¿Otra vez?!, ¡¿Me estaba sucediendo exactamente lo mismo otra vez?!, ¡Mierda y mil veces mierda!.
(Fin de la Advertencia)
No soportaba verlos de esa forma, pero tampoco podía reaccionar. ¿Qué podía hacer?, ¿Salir del cuarto y enfrentarlos?...No, jamás podría, mucho menos al sentirme de aquella forma, tan utilizado y menospreciado. De un minuto para el otro mi pecho comenzó a arder a causa del dolor y desvié la mirada cerrando un poco más la puerta y escondiéndome en aquel cuarto a tan solo unos metros de distancia del chico que acababa de romperme el corazón.
Quería irme a como dé lugar pero no tenía forma de hacerlo. Sólo podía salir por la puerta y primero muerto, ya que tendría que interrumpir a la nueva parejita, así que caminé hasta sentarme sobre la cama, sujetando mi cabeza e intentando alejar cualquier tipo de pensamiento (no me es tan difícil al tener una sola neurona funcional), no quería llorar, por ningún motivo deseaba llorar y si me detenía a pensar en lo sucedido de seguro terminaría haciéndolo.
- Changmin…vamos a tu cuarto – Oí fuerte y claro aquella voz del demonio, si, era Yoochun quien de seguro arrastraría a Changmin hacia el lugar en el que me encontraba.
1…
2…
3…
“¡Mierd*!” pensé luego de unos segundos al notar la gravedad de aquellas palabras, si entraban al cuarto me encontrarían y si me encontraban se reirían de mi por el resto de sus vidas y ¡POR ALÁ!, ¡NO VOLVERÍA A PERMITIR QUE CHANGMIN SE DIVIRTIESE A COSTA MÍA!, ¡NO SEÑOR, YA NO!.
Me paré de inmediato y busque con la mirada una especie de escapatoria.
-Ven… – habló nuevamente mientras podía oír sus pisadas.
“Danger danger” una alerta resonaba en mi mente, obligándome a abalanzarme sobre el ropero de el pendejo Changmin. “Ah claro y te vas a quedar aquí dentro disfrutando del espectáculo cortesía de tu novio y su amante” aquella voz mental se hizo presente al encontrarme ya dentro del ropero y no lo pensé ni siquiera un segundo, salí de inmediato de aquel lugar, podría ser un cornudo pero al menos era un cornudo ¡con DIGNIDAD! (golpéenme si quieren).
Voltee buscando una respuesta a mi interrogante en cada rincón del cuarto, ¿Qué me preguntaba? Pues “¡¡¡¿Por dónde diablos puedo salir?!!!”. Hasta que por fin encontré la solución a mis problemas…la ventana del cuarto de aquel mocoso, ventana que ante mis ojos y dadas las circunstancias parecía estar rodeada por un aura divina y angelical, les juro que podía ver el brillo emanar de entre los vidrios y también pude oír un “¡Aaaaaaaleuya aaaaaleluya aleluya aleluya aleeeeluya!”…dios si existe.
Los pasos se oían cada vez más cerca, abrí la ventana y sin meditarlo la crucé para luego cerrarla sin esperarme aquel horrendo panorama…Me encontraba a unos 15 metros por sobre el nivel del suelo, sosteniéndome únicamente de un tubo que supongo era el del drenaje, para mi MUY buena suerte, las escaleras de emergencia se encontraban a unos dos metros hacia mi derecha…con esto estuve completamente seguro de que no ganaría la lotería ni aunque me ¡comprara todo los boletos!…soy un bastardo con mala suerte.
- ¡Ladrón!...¡Ladróoooon! – Exclamó una mujer, seguramente al verme en esa posición y tan cerca de la ventana.
“Genial…” pensé golpeando con fuerzas mi frente contra aquel tubo del cual dependía mi vida “¿Ya qué más da si muero?” me pregunté tomando impulso y soltando aquel tubo para saltar y sujetarme de aquellas escaleras. Lo logré, milagrosamente lo logré, de seguro dios aún no terminaba de divertirse al ver lo jodida que era mi vida y por eso me otorgó un poco más de tiempo…bajé corriendo y sí, huí como ladrón…eso si comprueba lo que fui en mi vida pasada.
Corrí y corrí sin descanso, me detuve al notar que no podía distinguir bien el camino, ya se había hecho de noche y la oscuridad se adueñaba de las calles que eran iluminadas por la tenue luz de los faroles. Intenté recobrar el aliento, me incliné apoyando las manos sobre mis rodillas, mordiendo mi labio al retener las lágrimas traicioneras que ardían en mis ojos. Tomé asiento sobre una banca, al parecer me encontraba en una especie de parque y al dejar de moverme me azotaron las imágenes de lo que acababa de presenciar, me sentía acorralado, asfixiado por la falta de oxígeno y completamente traicionado… ¿Podría volver a confiar en alguien después de aquello?, aún más importante…¿Podría volver a creer en Changmin?.
- de verdad lo amo… - murmuré aquellas palabras sintiéndome aún más asfixiado e impotente al notar aquella realidad.
Debía amarlo, dolía demasiado, me había herido como tan sólo él podía hacerlo. Este engaño fue mil veces peor que la vez anterior, con Yunho nunca creí que sintiese algo sincero por mí, si lo deseé pero nunca lo creí, en cambio con Changmin…sí lo creí, por un minuto creí que me quería.
Creo que con esto debería poder entrar al libro del record güines ¿no?, por algo así como “el hombre con peor suerte en el mundo”, o “el chico con más cachos” o ¡Ya se! “El rey de los idiotas”.
¿Qué creen que hizo este ser uni-neuronal
a) Nada (Bastante explícita la opción), me senté en aquel lugar hasta que pensaron que era una estatua, hasta las palomas hacían sus necesidades sobre mi cabeza.
b) La única salida era el suicido, así conservaría mi dignidad (demasiadas películas de samuráis).
c) Actué como si nada hubiese sucedido y esperé a que Changmin decidiese terminar la relación.
d) Maté a Yoochun.
e) Maté a Yoochun y pasé el resto de mi vida en prisión, pero felizmente en prisión.
f) Hablé con Changmin y terminé con él.
¡Me voy!, les seguiré contando de la tragedia de mi vida en otro momento, ahora debo irme a ver ¡Baker King con mi mami! Bye bye
0 comentarios Publicado por Kim JaeJoong en 20/12/2010 10:15:00 AM
JAJAJAJJAJAJAJJAJAJAJAJAJJA!! yo si me he tirado de una ventana (claro k no de un quinto y habiendo analizado mis posibilidades de supervivencia mayores de un 80%) una vez pero por situaciones MUCHO más drasticas...yo k jj (asumiendo su cobardia) me hubiera escondido debajo de la cama no? xDDD hayy jaee pa mi k la C conociendo a este bebe ¬¬
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