“Paranoia”
Paranoia
En la cual pienso que no estoy tan seguro…
[When a dead man walks, Lacuna Coil]
Yunho emprendió con rapidez el camino de
vuelta a la colonia, deteniéndose en el lago para bañarse y quitarse la esencia
de Junsu del cuerpo. Los hombres lobo, por naturaleza, son muy sensibles a los
cambios de esencia, y Yunho…tenía mucho miedo de ser descubierto. Estaba
jugando con fuego y tenía que ser cuidadoso…de lo contrario le podría ir muy
mal.
Cuando terminó inmediatamente retomó la
marcha, llegando en un tiempo record a la colonia.
Tal como suponía, el lugar era un
verdadero caos. Se transformó a su forma humana e inmediatamente fue llamado a
la madriguera de Changmin. Era evidente que ya habían encontrado los cuerpos…
“Señor…” susurró al llegar, asomando
sólo la cabeza por la entrada de la madriguera.
“¡¿DÓNDE DIABLOS HAS ESTADO?!” Changmin bramó apenas lo vio entrar,
levantándose de su asiento y perforándolo con la mirada. Tenía todo el cabello
enmarañado y sus ojos oscuros se clavaron en su figura, la mirada escudriñante
incrementándose al verlo entrar finalmente.
“En el bosque, estaba patrullando” Yunho
le contestó en voz baja, moviéndose dentro de la madriguera para así aminorar
en algo la sensación de nerviosismo que lo atacaba.
“¿Patrullando?” Changmin arqueó una
ceja, lanzando un resoplido. “Si mal no recuerdo, a ti no te tocaba patrullaje
hoy”
“Soy el macho alpha de la colonia, puedo
salir a patrullar cuando se me antoje” Yunho le contrarrestó con altanería,
mirándolo con expresión desafiante.
“En eso te equivocas. Muy macho alpha
serás, pero no te olvides que yo soy tu superior y me debes obediencia”
Changmin le espetó, acercándose lentamente a él; su rostro estoico comprimido y
el ceño fruncido en evidente señal de frustración.
“Supongo que estás enterado del brutal
asesinato que hubo en el bosque”
“Si, estoy enterado. Lamentablemente yo
estaba muy lejos del lugar y no pude llegar a tiempo”
“Mm… ¿Sabes? Es curioso…” Changmin
susurró en un tono sugestivo. “Muy curioso que justo la noche en que tú saliste
a patrullar ocurrieran dos asesinatos. Y si mal no recuerdo, Kaze y Hoshi
fueron los que te dieron problemas la vez anterior, tú mismo los viniste a
denunciar conmigo”
“¿Qué estás insinuando?” Yunho lo
cuestionó, arqueando una ceja.
“Que tú lo has hecho” masculló,
mirándolo fijamente a los ojos y lanzándole dagas con la mirada, ojos resplandeciendo
al contemplarlo.
“Pruébalo” Yunho lo miró con la misma
altanería, algo sorprendido ante lo distinto que se sentía. De hecho, se sentía
invencible…cargado de energía, y hasta sentía que no tendría ningún problema en
vencer a Changmin si él lo desafiaba…
“Ese es el problema, no puedo probarlo”
lanzó un suspiro, sin dejar de mirarlo. “Son heridas hechas con plata, pero no
sé por qué no puedo quitarme de la cabeza la idea de que tú lo has hecho”
“Es irrelevante. No tienes pruebas y
encuentro insólito que pienses que yo lo hice siendo que sabes que velar por la
comunidad es uno de mis labores” Yunho bufó y luego se volteó, cansado ya de
perder su tiempo, y estaba a punto caminar hacia la salida cuando sintió el
brazo de Changmin aferrarse al suyo, reteniéndolo.
“Todo lo que no sé, Yunho…” le dijo,
prácticamente rechinando los dientes; el tono chorreando ácido. “Todas las
cosas que haces y no las sé…podrían llegar a matarte si me enterara” Changmin
apretó su brazo con fuerza, sus ojos resplandeciendo pero ésta vez con malicia.
“¿Qué más quieres de mí, Changmin?”
Yunho lo encaró, haciéndole el quite bruscamente. “Voy aceptar mi destino y me
uniré a ti, a pesar de que sé que no me quieres… ¿Acaso eso no es suficiente?
¿Qué, acaso no quieres que salga ahora? ¡¿No te basta con tenerme atado a este
lugar?!” exclamó, alzando la voz y sorprendiendo a Changmin con sus palabras.
Él…nunca lo había visto reaccionar de esta manera e inmediatamente dio un paso
hacia atrás.
“Y-Yunho” Changmin murmuró, perplejo
ante sus palabras. “Yo si te quiero, te quiero mucho…” su voz se suavizó y
Changmin lentamente se acercó a él, llevando una de sus manos hasta su rostro
pero Yunho le hizo el quite, golpeando su mano para así evitar que lo
alcanzara.
“No me mientas, estoy cansado de que
juegues con mis sentimientos. Ambos sabemos la realidad de nuestra relación” le
espetó, apretando los puños. A pesar de que estaba en conflicto a Yunho le
dolía…le dolía la situación porque en algún momento llegó a pensar que podría
haber llegado a querer a Changmin si él no hubiese sido tan malditamente
altanero con respecto a sus sentimientos. Pero ahora estaba decidido y esta
vez…no cedería.
“Nunca te mentí… ¿Qué no ves que me
altera saber de tu rechazo? Que por más que me esfuerce tú pareciera que no
valoras nada, ni siquiera valoras lo importante que es tu puesto aquí en la
comunidad” Yunho abrió los ojos al escucharlo, por un momento pudo jurar que
vio a Changmin quebrarse y aquel…maldito bichito de la culpa comenzó a
molestarlo…
“Changmin…” susurró, subiendo la vista
para observar su rostro comprimido. “No es eso, de verdad— “
“¿Tanto me odias?” lo interrumpió,
sulfurándose al ver el rechazo en Yunho. “¿Tanto odias tu naturaleza, tanto
odias respetar nuestras tradiciones?”
“No digas estupideces” Yunho lanzó un
suspiro de agobio, cansado ya de la discusión…
“Entonces demuéstramelo” sus ojos
brillaron con determinación. “Estoy seguro que podríamos arreglar las cosas…”
el tono de voz de Changmin se tornó más tentativo mientras lentamente reducía
la distancia que lo separaba de Yunho y rodeaba los brazos alrededor de su
cuello, enredando los dedos en su cabellera. Yunho inmediatamente se tensó al
escucharlo susurrarle.
“No me gusta pelear contigo, Yunho. ¿Por
qué no puedes ver que te adoro…?” Changmin dirigió la cabeza hasta el nivel de
su cuello, jugando con su lóbulo con la punta de su lengua para luego comenzar
a darle suaves besos en el cuello. Yunho apretó los puños, abrumado por la
situación, y por el bicho de la culpa revolviéndole el estómago.
Pensó en Junsu…y se maldijo a si mismo
al ser incapaz de negarle a Changmin lo que quería. Para él…todo se arreglaba
con esto; y Yunho lo embistió con furia, sacando el placer más enfermo que
podía de ello al sentirlo retorciéndose debajo de su cuerpo y rogándole por
más. Lamentablemente Yunho no tenía otra alternativa y tenía que mantener las
apariencias, tenía que hacerle creer que todo estaba bien y no podía darse el
lujo de levantar sospechas. Mantendría la pantalla con Changmin para ganar
tiempo y poder concretar finalmente lo que su corazón anhelaba….
Una semana después y con la aparición de
la luna en su fase cuarto creciente, todo en la colonia era un alboroto. Por
tradición, cada luna llena se celebraba el aullido colectivo de toda la
comunidad de licántropos del bosque, junto con la famosa ‘corrida de sangre’.
Este evento, practicado solamente en el bosque, era el favorito de Changmin y
el más…sanguinario de todos. De forma excepcional cambiarían la fecha de la
cacería, ya que para la luna llena Changmin y Yunho debían unir sus sangres y
eso...era una ocasión sagrada, algo que no podía ser interrumpido.
Yunho lanzó un suspiro, cruzándose de
brazos mientras terminaban de tatuar con henna los tribales que adornarían su
torso al dar inicio a la corrida. Por ser la futura unión de Changmin, tendría
el ‘honor’ de inaugurar la tan esperada actividad, pero él no estaba nada
contento. Jamás le había gustado matar y sinceramente…encontraba toda esa
festividad una verdadera estupidez, pero claro…decir lo que pensaba sobre ello
no era una opción, porque probablemente sólo le provocaría más problemas de los
que ya tenía. Changmin se había comportado bastante arisco con él y
provocar aún más problemas era un lujo
que no podía darse.
Unos golpes en la pared interrumpieron
la labor de su tatuadora y él inmediatamente ordenó que entraran.
“Oppa, ¿ya estás listo? El jefe está
vuelto loco, dice que sólo faltas tú” Ji Hae entró a la madriguera, saludando
con la cabeza a la mujer lobo que ahora guardaba las tinturas
“Si, creo que ya ha terminado. Gracias”
le hizo un gesto con la mano y la mujer lobo sonrió, abandonando con rapidez la
madriguera
“Bueno, vamos entonces...hay bastante
concurrencia para esta corrida”
“Odio esta maldita fecha” Yunho lanzó un
suspiro y se transformó en lobo, abandonando la madriguera junto con su hermana
que no tardó en llegar a su lado. Ambos corrieron hacia las afueras de la
colonia, dirigiéndose a las planicies verdes del bosque, al noreste del gran
lago.
Cuando llegaron, en efecto había gran
concurrencia. Yunho pudo distinguir a toda la colonia del bosque reunida,
sorprendiéndose ante lo mucho que había crecido con los años. Se transformaron
casi al instante, abriéndose paso entre la multitud y llegando a donde estaba
Changmin. Una larga capa de piel de oso adornaba sus hombros y estaba parado
sobre una tarima hecha de troncos de árbol. Ji Hae se quedó en la primera fila
mientras Yunho se acercaba a su lado, arrodillándose en saludo ante toda la
gente. Changmin le hizo un gesto para que se levantara y luego prosiguió a
comenzar con su discurso.
“Bueno, ahora que estamos todos podemos
comenzar” sonrió, y todos los murmullos cesaron. “Cachorros míos, hijos del
bosque, es para mí un gran honor tenerlos aquí en esta fecha tan especial,
donde celebramos nuestra naturaleza” Alzó la voz, comenzando a pasearse de un
lado a otro por la tarima con aire ostentoso mientras seguía hablando.
“Por siglos, los hombres lobo hemos
vivido al lado de los humanos, camuflando nuestra existencia y asegurando su
seguridad, a pesar de que somos presentados ante ellos como criaturas temibles,
sanguinarias y voraces, que es obviamente todo lo contrario. Lo que el humano
desconoce es que la mente siempre está sobre la bestia. Aún así, y a pesar de
todo, no olvidemos nunca, hermanos, que nosotros somos también humanos, en
parte, y eso es lo que nos diferencia de aquellas horribles sanguijuelas”
Changmin proclamó, lanzando un suspiro. Los lobos del bosque escuchaban en
silencio sus palabras; el discurso del líder era ley entre los pares y Changmin
ejercía la máxima hegemonía al estar al mando de la colonia del bosque,
poseyendo a su vez el control de las otras dos colonias de hombres lobo que
yacían junto con la del bosque.
“El tratado que ha asegurado nuestra
convivencia con los vampiros debe ser estrictamente supervisado, y es gracias a
nuestro perfecto trabajo en la tierra de los mortales que no se han registrado
asesinatos en humanos en ya casi tres siglos, cosa que a mí, como líder de la
comunidad del bosque, me llena de alegría. Ser hombre lobo es un don, un
privilegio, algo que se nos fue otorgado para un fin, y ese fin es
estrictamente proteger a la raza humana...porque estoy seguro que a ninguno de
ustedes les gustaría tener a su familia desangrada a manos de un chupasangre....
¿O si?”
Los murmullos inmediatamente comenzaron,
pero Changmin hizo un gesto con la mano y continuó.
“Las personas que creen que se puede
entablar una amistad entre un vampiro y un hombre lobo me causan risa, ¿Saben
por qué? Les diré por qué: No se puede domesticar a una cobra, si tiene
colmillos te morderá. Un vampiro jamás dejará de ser un chupasangre, jamás.
Están condenados, malditos, y a pesar de que aparentan ser una perfecta
imitación de un mortal no lo son. Son sólo una cáscara, ya que por dentro...están
putrefactos y siempre buscarán la manera de desangrarlos, es por eso que los
lazos entre vampiros y licántropos no deben existir. Ellos personifican todo lo
contrario a nuestra misión, ellos consideran a los humanos como comida y no
dudarán ni un sólo segundo antes de desangrarlos. Ustedes saben, hermanos, que
si fuera por mí la guerra no se hubiese acabado, pero como la mayoría está en
contra de las manifestaciones preferí aceptar el tratado, después de todo es
algo”
Changmin volvió a suspirar e hizo un
gesto a dos licántropos que se encontraban a la orilla de la tarima. Ellos
inmediatamente se dirigieron a los matorrales, volviendo luego de un rato con
un bulto encadenado y cubierto con una manta.
“Volviendo al tema de los lazos, hay
algo que me desconcierta más que la amistad entre un vampiro y un licántropo, y
eso...es el hibridaje” Yunho abrió los ojos de par en par al escucharlo. Jamás,
en todas las reuniones que habían tenido, Changmin había tocado ese tema...y él
comenzó a inquietarse. Estaba seguro de que se había quitado la esencia de
Junsu del cuerpo, pero aún así…
“No puede haber algo más bajo que
mezclar tu sangre con la de un vampiro. Es...inconcebible, es pasar por alto
todas nuestras creencias y tradiciones y corromper tu propia naturaleza,
transformándote en una aberración...y es por eso, hermanos, que ésta noche...y
después de meses y meses de persecución...pongo ante ustedes a uno de ellos, un
demonio de ojos plateados”
Uno de los licántropos retiró la manta y
todos los presentes exclamaron en asombro, pero más que nada porque realmente
no era diferente. Parecía un simple mortal encadenado y con su cuerpo lleno de
sangre, solamente sus resplandecientes ojos plateados advertían que no era nada
parecido a un humano común y corriente.
“Contémplenlo, pero no se dejen engañar
por su mortal apariencia, ya que cuando lo observen convertirse en un lobo
verán...lo distinto que es de nosotros, lo horriblemente sobrenatural que es su
nueva naturaleza”
El híbrido lanzó una risotada, zamarreando
sus cadenas de plata. Su piel...no parecía quemarse como se quemaría la piel de
un licántropo normal ante la exposición a la plata y aquello...era lo que más
asombraba a toda la audiencia.
“Hipócrita” masculló el híbrido y fue
inmediatamente azotado por uno de los licántropos
“¡Cómo te atreves a hablarle a nuestro
líder así! exclamó el licántropo que lo azotó y luego lo volvió a azotar, pero
el híbrido lanzó un resoplido
“Ven acá Changmin, acércate... ¿Qué,
acaso me tienes miedo? ¡Libérame de estas cadenas y pelea como el gran
licántropo que dices ser!”
“A ti no tengo que probarte nada...tú
dejaste de existir para nosotros” masculló, caminando pausadamente hacia donde
se encontraba el híbrido
“Sigues siendo un hipócrita. No creas
que allá, en la tribu de ojos plateados, no se habla de ti...hay gente que te
conoce, que conoce tu pasado”
Los murmullos se hicieron más intensos.
Yunho estaba completamente impactado al ver finalmente a un híbrido ante sus
ojos. Changmin le lanzó dagas con la mirada y exigió que le pasaran un látigo
curado con fibras de plata.
“Tú...no sabes nada de mi vida” azotó el
látigo contra la piel de su rostro y el híbrido lanzó un grito de dolor, la
sangre brotando con fuerza desde las heridas cercenadas de su mejilla, pero
luego volvió a sonreír
“Tú lo único que quieres es erradicarnos
sólo por el hecho de que no tuviste el valor para hacer lo mismo. No creas…que
no se comenta el pasado que tuviste con K—“ no pudo seguir hablando, un gutural
grito escapó de sus labios al sentir que ambos licántropos le habían ensartado
dos dagas de plata en sus brazos, atravesando su piel.
“¡Yunho!” exclamó Changmin, volteándose
para mirarlo. “Ven aquí, vas a dar comienzo a la corrida” Yunho estaba
perplejo. Las palabras del híbrido resonando una y otra vez dentro de su
cabeza, pero no parecían tener sentido. ¿Acaso...Changmin se había enamorado de
un vampiro? ¿Podría ese vampiro, ser realmente Kim Jaejoong...? ¿Acaso ese era
el pasado del que Changmin le había hablado?
Changmin lanzó un resoplido y él inmediatamente se acercó al
híbrido, inseguro de cómo proceder.
“Las reglas son bastante simples. Si
llegas al otro extremo del lago podrás conservar tu vida, pero te
advierto...que nadie nunca ha llegado al otro extremo” Changmin masculló,
sacando una llave de sus ropajes y entregándosela a Yunho.
“Deséale suerte y...libéralo de sus
cadenas”
Yunho asintió, mordiendo su labio
inferior y acercándose al cuerpo del híbrido. Se tensó al sentirlo lanzar una
risita mientras él abría el candado de una de las cadenas aferrada a su brazo.
Estaba...seguro de que el híbrido podía sentir la esencia de Junsu emanando
desde sus venas. Después de todo, su percepción era el doble de la de un
licántropo normal y sólo...rogó que no lo delatara...
Cuando ya sólo le quedaba una última
cadena, el híbrido acercó su rostro a su oído y le susurró.
“Si logras terminarlo...tus instintos te
llevarán a nosotros...” Yunho se congeló al escuchar sus palabras y miró de
reojo a Changmin. Al parecer no lo había escuchado, ya que sólo lo miraba con
una expresión de impaciencia en el rostro. Finalmente Yunho lo liberó de la
última cadena y le dijo.
“Buena suerte...”
El híbrido se echó a correr, pero los
grilletes que aún poseía en sus pies y muñecas disminuyeron considerablemente
su velocidad, por lo que al momento que desapareció entre los matorrales ya
tenía un centenar de lobos tras su rastro...
“Corre conmigo, querido Yunho” Changmin
le susurró, mirándolo intensamente, y Yunho lanzó un suspiro.
“No me gusta matar” dijo, pero al instante
Changmin tomó la daga ensangrentada del suelo, deslizando sus dedos por la
vaina y llevándolos hasta sus labios. Yunho se estremeció al sentir las gotas
de sangre sobre su boca y, sin poder contenerse, deslizó su lengua por ellos.
Changmin aprovechó la instancia para serpentear una mano hasta su nuca,
acercándolo a su nivel para capturar sus labios, probando la sangre en el beso
y sonriendo internamente al sentir la lengua de Yunho enredándose a la suya en
la lujuria por sangre y un gruñido escapar de sus labios. Yunho sintió la
fiebre de la cacería nublar todos sus sentidos y su lobo interno despertó,
tornando sus ojos completamente dorados al sentir el instinto asesino aflorar
por todas sus venas. Aquel instinto con el cual se nace y aquella misión del
licántropo de la que Changmin tanto hablaba. El lobo...debe matar al vampiro, y
el híbrido es...mitad vampiro...
Changmin abruptamente rompió el beso,
sonriendo al ver que Yunho ya había reaccionado, y se transformó, seguido casi
al instante por él. El rastro del híbrido se hizo mucho más nítido y ambos
corrieron hacia el bosque, cegados por el instinto de sangre y envueltos en la
cacería...
Al finalizar la cacería Yunho regresó
exhausto a su madriguera. La sangre de Junsu fluyendo por sus venas le había proporcionado
una gran ventaja en velocidad, ya que él fue el primero en alcanzar la forma
lobuna del híbrido, que prácticamente era el doble de grande que su figura. Los
grilletes que aprisionaban sus patas disminuyeron su sobrenatural velocidad y
desgarrar su cuello fue fácil. Luego de propinarle la primera mordida Changmin
llegó a su lado junto con la congregación de lobos, todos acercándose a
desmembrar el cuerpo del hibrido, llenándose con su sangre y aullando a la
luna, extasiados al sentir la victoria sobre la criatura.
Las festividades continuaron por dos
días seguidos hasta que finalmente el frenesí de la cacería quedó atrás
mientras la fatídica fecha de la unión entre Yunho y Changmin se aproximaba con
aterradora velocidad...
xXx
La metrópolis, cómo amaba Jaejoong la
metrópolis. Era como la Sodoma y Gomorra mencionada en la Biblia, pero atestada
de criaturas y donde podías hacer y deshacer, sin reglas ni reproches ni nadie
que te controlara. Edificada desde los comienzos producto de la llegada de los
demonios a la dimensión paralela, siendo el reflejo de cualquier ciudadela de
las leyendas y prueba de cómo habían cambiado los tiempos. Cuando el padre de
Jaejoong llegó a estas tierras, sólo había unas cuantas edificaciones y ahora
estaba plagada de grandes construcciones de piedra y comercio por doquier.
Mientras caminaba hacia la sede de la
orden de vampiros Jaejoong se percató de que era observado, pero observado sólo
por una clase de criatura en especial.
Siguió con su recorrido, evitando sentirse
paranoico, hasta que pasó por una de las casonas donde solían trabajar
demonios. Uno de ellos estaba parado afuera de la puerta y cuando Jaejoong pasó
por su lado él lanzó un resoplido, clavando los ojos en su figura. Jaejoong
inmediatamente se paró en seco y volteó a mirarlo.
“¿Qué es lo que estás mirando?” lo
encaró, perforándolo con la mirada. El demonio le devolvió la mirada y lanzó
una risita.
“A ti, por supuesto…eres el gran Kim
Jaejoong” le dijo en un tono satírico, sonriéndole ampliamente. “Todos los
vampiros de la metrópolis están hablando de ti, dicen que te unirás a otro
vampiro y quieren que seas su líder” Jaejoong arqueó una ceja. El demonio bufó
y luego continuó. “Yo me pregunto...qué dirían si se enterarán que tu amante…no
es nada más ni nada menos que uno de nosotros” abrió los ojos de par en par al
escuchar sus palabras, completamente estupefacto...
“No tengo idea de lo que hablas”
masculló, desviando la mirada y evitando parecer sorprendido, pero el demonio
lanzó una risotada, provocando con éxito que él volviera a mirarlo.
“Tienes suerte, los vampiros no son
capaces de percibir los cambios…porque si pudieran, quedarían completamente
consternados al sentir la demoníaca energía que chorrea hasta por tus poros.
Parece que…te gusta la sangre de demonio…”
“Escúchame bien, porque no lo repetiré”
Jaejoong le lanzó una mirada asesina, rápidamente perdiendo el control y
perforándolo con la mirada. “Sabes perfectamente quien soy, y mi lugar en esta
sociedad. Puedo hacer que te exilien de estas tierras y a todos tus
trabajadores con un sólo movimiento de mi mano, así que ándate con
cuidado…porque si llegas a comentar algo de lo que me has dicho yo—”
“Tranquilo, yo no voy a decir nada” el
demonio le sonrió de oreja a oreja, sus ojos color jade brillando. “Sólo quería
que confirmarás mis sospechas”
“¡Vete al infierno!” bramó, dándole la
espalda y continuando con su rumbo. Ofuscado consigo mismo al haber caído en la
trampa de aquel engendro.
“¡Si alguna vez te aburres de él puedes
buscar consuelo conmigo! ¡Encantado te daré mi sangre si me consigues un puesto
en la orden como intermediario!” Jaejoong escuchó sus carcajadas y se sintió
enfermo, apresurando considerablemente la marcha. Esto estaba mal, muy mal…el
vínculo que había establecido con Yoochun se estaba haciendo evidente y eso
sólo podría traerle problemas. Por suerte…los vampiros no tenían la percepción
suficiente para notarlo, pero aún así…debía dejar de jugar con fuego. Ya era
hora de ordenar sus prioridades y lamentablemente…para él y Yoochun no había
ningún futuro.
Regresó de su visita a la orden de
vampiros sintiéndose más paranoico que nunca. Podía jurar que todos lo miraban
con desconfianza…como si supieran que había intercambiado sangre con un demonio
y eso sólo lo hizo sentir aún más miedo. Tenía que ponerle un alto a esto, las
cosas ya estaban demasiado mal y él simplemente no podía correr el riesgo de
ser descubierto, así que…alejaría a Yoochun de su mente y de su corazón,
estrictamente remitiéndose a su relación profesional.
Cuando estaba próximo el amanecer y
Jaejoong se preparaba para el letargo, le ordenó que lo visitara. Casi al
instante lo escuchó golpear su puerta, asomando sólo la cabeza al entrar.
“Pasa” le dijo, haciéndole una señal con
la mano. Jaejoong estaba sentado en su cama y sólo se encontraba con un pijama
de seda, ni siquiera había terminado de abrocharlo cuando Yoochun entró en su
alcoba.
Él inmediatamente desvió la mirada de su
cuerpo, sus ojos violetas evitando el contacto visual mientras se acercaba a su
lado.
“¿Necesitas algo?” le preguntó,
mordiendo su labio inferior.
“Si, necesito hablar contigo acerca
de…lo que hemos hecho” le susurró y Yoochun inmediatamente subió la mirada
hasta encontrarse con sus ojos.
“¿Lo que…hemos hecho?”
“Tú sabes Yoochun, sé que puedes
sentirlo. El lazo…”
“Si, por supuesto que lo siento” replicó
casi al instante, sus ojos escudriñándolo con la mirada mientras lo
contemplaba. “Lo siento atormentándome cada vez que estas así de cerca y no
puedo hacer nada…” lanzó un suspiro, agachando la mirada. Jaejoong se levantó
de la cama y caminó en su dirección, llegando a su figura y posando una mano
sobre su mentón, forzándolo a que lo mirara.
“También lo siento. ¡Diablos! No sabes
cómo me carcome…y es que tu sangre me llama Yoochun. Siento tu sangre fresca
fluir con fuerza dentro de tus venas, es como si tú me transmitieras tu fuerza,
pero…tengo miedo” susurró y sintió una de las manos de Yoochun posarse sobre la
suya.
“¿Miedo de qué?”
“De no poder controlarme y dejar que
terminemos el lazo, porque últimamente es en lo único que pienso” agachó la
mirada y esta vez fue Yoochun el que lo forzó a mirarlo, poniendo la mano sobre
su mentón y lentamente acercando sus labios a los suyos. Jaejoong
inconscientemente cerró sus ojos al sentir los cálidos labios de Yoochun sobre
los suyos y sintió todos sus muros derrumbarse al besarlo. Inmediatamente rodeó
los brazos alrededor de su cuello para mayor cercanía mientras abría la boca y
dejaba que su aterciopelada lengua recorriera hasta el último rincón dentro.
“C-Chunnie” murmuró, jadeante, cuando
Yoochun se separó de sus labios y lentamente los acercó a su cuello, apenas
rozándolos por su piel. “No me hagas esto…”
“Puedes elegir” le dijo, dándole un
suave beso casi al nivel de su clavícula. “Yo sé que tú quieres ser mío
Jaejoong, puedo sentir como tu sangre se enciende cuando estoy cerca…” le
susurró, succionando un poco de la piel y sonriendo cuando Jaejoong lanzó un
suspiro ante ello.
“E-Están…comenzando a sospechar” al
escuchar sus palabras Yoochun se separó de su cuello y lo miró, extrañado.
“¿Quiénes?”
“Un demonio…me dijo que tu energía
irradiaba hasta por mis poros” Jaejoong se dio la media vuelta, dándole la
espalda y caminando hasta su cama, sentándose nuevamente al borde de ella y
rogando porque Yoochun no lo siguiera a ella, porque a estas alturas dudaba
hasta de su propio autocontrol…
“Es porque los demonios son sensibles a
los cambios. Él sabe que tú has estado conmigo…puede sentir mi energía marcada
sobre tu piel, pero para un vampiro percibirlo es imposible”
“No lo sé, Chunnie” suspiró, evitando
mirarlo. “A veces siento que en la orden todos me miran con desconfianza y
repulsión…como si lo supieran”
“Estás siendo paranoico” le espetó.
“Tengo que serlo, es por nuestra propia
seguridad”
“¿Bueno y cuál es tu solución?” Yoochun
le contrarrestó, comenzando a sulfurarse al estar consciente de que volvían a
tener el mismo tipo de discusión nuevamente…
“Me temo que la que terminará por
destruirme. Tendremos que remitirnos a nuestra relación de amo-sirviente y esta
vez…hablo en serio” Jaejoong lanzó un suspiro, sintiendo una profunda opresión
en el pecho al saber que tendría que renunciar al amor que sentía por Yoochun.
“De acuerdo” le dijo, y sin mirarlo
comenzó a caminar hasta la puerta.
“Yoochun, yo—”
“No te molestes en seguir explicándote,
yo…simplemente ya lo acepté”
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ResponderEliminarPrimerazz!
ResponderEliminarAh! no tengo palabras para este capo xD heavens! es que mas espero de actu >.< hoy este capo estuvo fascinante y mas HoMin y men! puedo imaginarme la cara de sorpresa que puedo tener Jae con el demonio kekekekeke y el demonio de “Sólo quería que confirmarás mis sospechas” Aigo!~ que capo >.<
Me encantó el cap! la trama se mueve y uwaa! el hibrido o_O me sorprendió la matanza y Yunho...debo admitirlo pero bueno supongo que no tuvo alternativa tiene que mantener la pantalla y ser alpha, pero presiento que pronto todo se irá al diablo! aish ojalá se unan antees ><!
ResponderEliminarJaejoong es un cobarde que no lucha por Yoochun u-u! deberia encontrar su coraje ya y mandar al diablo todo y quedarse con el xD! ya quiero la actuuu