Surprise

Titulo: Surprise
Autor: crazymilychan
Extensión: Oneshot
Pareja: YooSu
Género: Lemon
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Sonrió pícaro al notar como las mejillas de su novio se coloreaban de un carmín intenso. Repitió la acción disimuladamente, volviendo a restregar sus caderas en el bien proporcionado trasero del otro, jugar con el de esa manera, en lugares públicos le excitaba.

Dejo que su mano resbalara desde el hombro, pasando por la espalda, acariciándola sensualmente antes de llegar a su destino y posarse en las firmes nalgas, masajeándolas descaradamente.

Sentía como si sus mejillas fuesen a explotar de un momento a otro y su corazón latía acelerado ante el hecho de que pudieran descubrirles, odiaba que Yoochun hiciera eso, pero no podía negarlo muy en el fondo sabía que le gustaba.

El último flash se dejo ver y las palabras de agradecimiento del fotógrafo y algunos de sus asistentes se dejaron escuchar anunciándoles que todo había terminado.

El menor se giro sonrojado y le dedico una mueca molesta mientras avanzaba hacía el camerino, intentando tranquilizarse. Los toques de Chunnie le alteraban por muy leves que fueran.

Pudo escuchar unos leves pasos tras de él y supo a ciencia cierta de quien se trataba, acelero el paso y trato de entrar solo a los vestidores, objetivo fallado pues la fuerte mano del mayor le tomo firmemente del brazo.

.-¿A donde crees que vas eh? Yo también necesito entrar para cambiarme.- le dijo sonriendo socarronamente, sabiendo perfectamente el por que la prisa del menor.

Xiah le miro por un momento, intentando pensar en algo coherente que responder, no quería que Micky notara el poder que ejercía sobre con tan solo una mirada, un roce.

.-S..solo quería sacarme estas ropas, no estoy muy cómodo.-contesto mientras se sacaba algunos de los accesorios que les habían otorgado, complementos perfecto de las llamativas ropas que vestían.

Yoochun sonrió ante la torpe respuesta, ese tipo de palabras podrían malinterpretarse, se acerco al menor colocándose tras él, pues todo este tiempo había estado sentado en el pequeño sofá de cuero que se hallaba de una curiosa forma incrustado en la pared, aprovechando el espacio.

.-Pues luces muy bien con ellas.- soltó dejando que sus manos delinearan la estilizada figura del más bajo, sus dedos tocándolos hombros de manera sensual y bailando graciosamente al llegar al área de la cintura.

Junsu tembló ante esas simples caricias, cerró sus ojos y un pequeño suspiro escapo de sus labios, y pego su cuerpo al del otro. Entregándose. Pensó que esas varoniles manos comenzarían a manipular como quisieran su cuerpo, pero Micky tenía otro tipo de cosas en mente.

Muy a su pesar se separo de ese exquisito cuerpo, haciéndose el desentendido, llevo sus manos a la fina camisa de seda negra, sacando el ultimo botón del ojal cuando dejo caer su cuerpo en el mismo sillón donde había estado sentado antes.

.-Acércate.- pidió pero más que una petición, sonó como una orden.

Xiah le miro por un segundo, ir hacía el sería reconocer que había perdido ante ese juego de seducción en el que el mas viejo era todo un experto, era comenzar a hundirse nuevamente en esa gama de placeres prohibidos, y sin dudar obedeció, por que el mismo deseaba fundirse en el dulce pecado.

.-Quítate la ropa.- dijo el mayor al ver que el otro seguía inmóvil a mitad de la habitación. JunSu pareció despertar de su ensoñación y se acerco a él, deteniéndose frente suyo, llevo su mano a las costurillas de la camiseta alzándola lentamente, descubriendo su piel.

Micky trago saliva al ver la sensualidad con la que Xiah se deshacía de la prenda, ese pequeño loco amante del fútbol podía estar totalmente desubicado en un momento, para en el siguiente, derrochar sensualidad por cada uno de sus poros.

El menor sentía su rostro arder y una tímida sonrisa se alojaba en sus rasgos, se saco el cinturón y alzo su vista, enlazándola con la de su novio, el deseo era demasiado evidente. Bajo despacio el zipper y sintió como sus pantalones caían al suelo sin nada que lo impidiera, pudo notar como el mayor lamía sus labios y deslizaba su propia mano a su entrepierna, tocándose frente a él al darse cuenta que no había nada más que cubriese aquel cuerpo.

Junsu gimió. Nunca había visto a Chun hacer eso y ahora que lo miraba era demasiado exótico. Apretó sus puños y espero indicaciones, a sus oídos llegando aquellos roncos gemidos, una melodía erótica que solo incrementaba más su deseo y endurecía su erección.

Yoochun cerro sus ojos dejando que mano se deslizara con avidez sobre su propio sexo, lo enloquecía la sumisión de JunSu y amaba a un mas sentir que lo dominada, masajeo con mas fuerza su excitación y entre abrió sus orbes topándose con la mirada del menor fija en su cuerpo, deteniendo sus caricias. Retiro la mano levándola un poco solo para mover el dedo índice de adelante hacía atrás y luego señalar impúdicamente su entrepierna.

Abrió sus piernas cuando tuvo al menor hincado frente a si, y levanto un poco las caderas para bajar un poco el pantalón y disfrutar lo que esa dulce boca estaba apunto de regalarle.

Un prominente gemido nació en el centro de su pecho y escapo de sus labios cuando aquellos gruesos labios se posaron sobre la piel húmeda, acariciándola con la lengua. Leves succiones comenzaron a hacer palpitar aún más su erección y precisos toques sobre la íntima área empezaban a encaminarlo a la locura.

Xiah concentro sus caricias en la punta, rodeándola con la lengua para después succionarla con fuerza, percibía como esa parte de Chun se entiesaba cada vez mas en sus labios y arriesgándose dejo bajar uno de sus dedos, perdiéndose esa pequeña extremidad un poco mas debajo de las nalgas.

Deseaba sentirse dentro de ese lugar, era una de sus más recientes fantasías y esperaba poder cumplirla esa misma tarde, YooChun lo había tentado y ahora era el momento de sorprenderle.

Micky estaba tan ensimismado en su propio placer, que no sintió el tacto, hasta que algo grueso pidió asilo en el interior de su cuerpo.

Sus orbes se abrieron grandes y se quedo sin aire por unos segundos al notar como los papeles se habían intercambiado. El dulce y tímido Xiah había desaparecido, ocupando su lugar uno muy distinto, uno que solo pocos conocían.

Sus labios ya no chupaban su sexo, si no que se curvaban en una sonrisa amenazadora, sensual, sus ojos ya no poseían ese característico brillo infantil si no que ahora se mostraban maduros, ansiosos y sus manos ya no tocaban sus piernas y parte de sus caderas si no que ahora se encargaban de mantenerlo inmóvil, dejándolo indefenso.

.-¿Creíste que había caído en tu trampa amor?.- cuestiono acercando su rostro al de Chunnie, besándolo.- Pues estabas muy equivocado. Tú caíste en la mía y a llegado mi turno de disfrutarlo.

Y sin un ápice de sutileza dio un fuerte empujón internándose en ese estrecho pasaje.

Un par de gemidos retumbaron en la estancia, una mueca de placer y otra de dolor adornaron respectivamente cada rostro. Las manos de YooChun apretaron con fuerza los brazos del menor mientras respiraba profusamente escondiendo el rostro en su cuello, intentando tranquilizarse, dejando que su cuerpo asimilase la intromisión.

Dibujo una mueca de dolor al notar como Xiah se abría camino en su interior, el leve escozor que nacía en su parte baja, le prueba perfecta de que no había actuado como pasivo hace mucho tiempo.

JunSu espero unos momentos antes de comenzar a moverse, primero lento, abriéndose camino una y otra vez en ese oscuro pasaje, disfrutando la sensación de verse envuelto de una manera tan intima.

Su mano abandono la espalda, colocándose sobre el sexo semi erguido de su compañero, acariciándolo sugerentemente para volver a despertarlo, al tiempo que sus caderas creaban un vaivén mas intenso.

Los movimientos se hicieron más rápidos y los gemidos no tardaron en hacerse presentes. Los dientes de Chun mordían con fuerza la suave piel del hombro y el sudor que cubría sus pieles humedecía el cuero del sofá, incitando a sus cuerpos a deslizarse mas rápido.

El miembro de JunSu entrando una y otra vez de manera intensa, violando la estrecha cavidad, viendo ambos estrellas cuando, al tocar el punto indicado, leves contracciones se dejaban sentir apresando con ímpetu el sexo ajeno enviando un sin fin de sensaciones a ambos, robándoles el aire, provocando que sus corazón latieran como locos y su pulso se alterara. Ese lugar tan estrecho lo volvía loco, quería mas de lo que estaba obteniendo era simplemente desquiciante.

Las uñas de Micky aruñaban su espalda debido al placer que recorría sus entrañas, marcándola, dibujando en ella lo que sería un buen recuerdo de esa sesión de sexo, de su primera vez como Uke.

Sutiles sacudidas empezaron a desesperarlos, movimientos frenéticos restregando sus pieles, una que otra palabra incoherente emitida por sus rojizos labios y el tremendo placer que les embargo justo en el instante en que se vaciaban, señal perfecta de que habían alcanzado el placer extremo.

Unos cuantos movimientos mas de caderas y el menor se dejo caer rendido sobre su amante, su estomago manchándose de la esencia del otro y su sudor mezclándose, creando una deliciosa fragancia, el aroma del sexo.

YooChun respiraba aún agitado, tratando de normalizar su respiración, el reciente orgasmo lo había dejado sin energías. Beso los cabellos húmedos de su novio y dejo que su mano delineara su bonita espalda.

.-Que sepas que no he caído en tu trampa.- dijo cuando por fin ambas respiraciones se habían acompasado.

Arqueo una de sus cejas cuando no recibió ningún tipo de respuesta y ladeo su cabeza solo para constatar lo que había temido, el menor se hallaba profundamente dormido con un hilo de baba escurriendo de sus gruesos labios.

.-Definitivamente te odio Xiah JunSu.- escupió molesto, encima que abusaba de él ahora se quedaba dormido.

Esta ocasión si que lo habían sorprendido los actos de su chico, nunca pensó que el mismo tomara la iniciativa, por eso le gustaba, por que era impredecible y por que muy en el fondo sabía que lo había disfrutado plenamente, aunque sin duda alguna prefería seguir manteniendo su rol activo.

No pudo evitar reír ante sus propios pensamientos, si lo miraba de esa manera no era tan malo ser el uke, le encantaba ver a JunSu fuera de si, tan diferente, como realmente era. Muchos solían subestimarlo, mas allá de un chico aniñado no veían, pero la realidad era otra, ese joven escondía muchas cosas, veía la vida a través de los ojos de un niño pero podía enfrentar situaciones con la entereza de un adulto.


Cerró sus ojos empezando a relajarse, sumiéndose en el leve sopor que empezaba a embargarlo. Robo un casto beso de esos labios que tanto le gustaban y lo pego más a su cuerpo disfrutando su calor, el hecho de que le hubiese dado placer no significaba que le perdonaría el haberle penetrado, ya más tarde se las pagaría ese delfín loco, con ese trasero delicioso tan cerca…

¿Quién podría contenerse?.

Fin