MOTIVOS
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Xinjiang, China
Linderos de las montañas Tian Shan
Por supuesto, Kenryu no respondió su cuestionamiento, pasó de largo siguiendo el camino, ni siquiera él podía explicar lo que dijo antes…
…flashback…
Cada día sentía que dormía menos, pasaba en vigilia más de 20 hrs al día, y cuando conseguía pegar los ojos para dormir, sueños invadían su mente… recuerdos de otras vidas que le confundían y hasta le levantaban intensos dolores de cabeza que muy bien ha sabido disimular hasta el momento…
Pero esa mañana mientras ChangMin dormía, las imágenes en su cabeza habían sido diametralmente opuestas a lo que antes viera… aquellos habían sido fragmentos de algo que todavía no vive, pero que su corazón supo existirá…
En aquella especie de premonición, ChangMin lucía más maduro y guapo, sonreía algo más pero mantenía en su mirada esa seriedad que le cautivaba también… tres pequeños jugaban en lo que parecía una llanura de verdes pastizales mientras él mismo les observaba de pie a unos cuantos metros; el parecido con ChangMin era extraordinario, pero también había reconocido en aquellas infantiles facciones algo de sí; una gran felicidad le invadió, aquello debía ser orgullo de padre… ChangMin había volteado a mirarle sonriéndole apenas suavemente, un rayo de luna bailó en sus ojos y luego todo había sido borroso de nuevo hasta que despertó sobresaltado y confundido…
…flashback…
- ¿Kenryu?... – el morocho le dio alcance rodeando su muñeca y obligándole a mirarle… - ¿qué me estás ocultando?... – inquirió inquieto…
- lo que sea, tampoco lo entiendo yo, Minnie… - y ese mote tan cariñoso que le hizo enrojecer tenuemente al tiempo que suelta la mano de su… amante… - es demasiado confuso como para explicarte… solo… - lo sujetó por los hombros mirándole directamente… - confía en mí, por favor… - para luego atraerle en un fuerte abrazo y escuchar ese suspiro al tiempo que el abrazo le era devuelto…
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Distrito Gangseo-Gu
Palacio Sentinella
Junsu sabía que sus gemidos se iban a escuchar más allá de las paredes de su habitación si solo Yoochun seguía torturándole de aquella deliciosa manera… le enloquecía como está seguro jamás nadie podría haber conseguido aún si Yoochun no fuera el único que le ha conocido en la intimidad hasta el último recoveco.
El lycan jugueteaba con sus pezones lamiéndoles constantemente, apretándolos con distintas intensidades en las pinzas que formaban sus dedos o presionándoles con sus dientes simulando mordiscos que solo hacían que el centinela suspirara y jadeara perdiendo poco a poco el control de su cuerpo y sentidos, notando ese ascender de calor que le hacía hervir la sangre como ardía su piel… la ropa se volvía un estorbo total… ése que el pelinegro terminaba rasgando con sutiles y lentos (tortuosos para el castaño) movimientos de sus filosas uñas… una vez que le desnudó y las prendas terminaron en el suelo hechas trizas, Yoochun replegó sus uñas dejándolas más cortas, cayeron luego por la suave piel de su novio, finas líneas blancas iban quedando marcadas a su paso, enrojeciéndose despacio conforme aquella acción era repetida irritando de esa forma tan placentera su piel. Junsu sentía todos esos temblorcitos sacudir su cuerpo por esa manera en que sensible a su tacto y calor iba quedando.
La lengua del pelinegro no se cansaba de recorrerle de arriba abajo humedeciendo cada palmo hasta el más escondido recoveco, y el castaño temblaba y se arqueaba gimiendo algo más largo y rico cuando tocaba esos puntos que tan especialmente sensibles eran a las caricias del lycan. Se arrodilló ingeniándoselas para mantenerle a la misma altura apoyado contra la pared aprovechando su fuerza sobrehumana…
- Chunnie… - gimió su nombre en medio de un espasmo cuando el pelinegro succionó su ingle y notando que su entrepierna se inyectaba otro poquito de sangre caliente…
Park sonrió de medio lado con lascivia al escucharle y sentirle… aún le tenía empotrado contra el muro sosteniéndole en vilo con sus manos afianzadas a esas finas caderas de un centinela que presentía que esa vez se correría sin una sola succión directa en su miembro por tanto placer que solo con caricias le estaba despertando.
No fue consciente del momento en que Yoochun liberó sus caderas pues tenía algo más en mente, colocó sus piernas sobre sus hombros soportando su peso y teniendo acceso a su intimidad como a su erección.
- ahh… - su columna hizo una curva y su nuca casi se aparta del muro cuando ese chispazo le alteró de sobremanera… la poderosa lengua del lycan se había adentrado en su pasaje simulando una embestida, saliva caliente que humedeció sus paredes generándole de esas exquisitas sensaciones que le arrebatan la cordura…
Yoochun dejó su lengua dentro moviéndola a su antojo para saborear aquel estrecho y cálido espacio, su nariz estaba pegada a su piel e iba llenándose también de su aroma a excitación. Llevó una mano a su erección apenas rozándola porque su objetivo fueron los testículos, jugueteando con ellos con sus dedos o envolviéndolos con toda su mano…
- ahh, Chunn…ahh…mmhhh… - el centinela gemía sin control, su mente nublada de placer estaba perdida y sus sentidos entregados pronto colapsarían derritiéndose por aquellas sensaciones…
El pelinegro comenzó a embestir con su lengua, rígida y certera se enterró una y otra vez en la cavidad del castaño, tomando cada segundo más velocidad al mismo tiempo que continuaba jugando con los testículos de su novio y le escuchaba gritar de placer. Junsu sentía su erección al límite; pero en sus intentos por tocarse (aunque aquello también le costaba pues sin darse cuenta sus manos se apegaban a la pared buscando algo más de equilibrio y soporte, entre tanto gozo sentía que caería de seguir solo de algún modo apoyado en los hombros del pelinegro pero pareciendo prácticamente que está sentado sobre su cabeza), Yoochun había gruñido contra su intimidad apartando sus manos…
En medio del placer solo había atinado a tocar sus pezones y estrujarlos entre sus dedos… gimiendo, gritando, temblando, mordiendo sus labios… excitado, fundiendo sus sentidos en calor… lo sentía cerca, muy cerca, el dolor en su entrepierna era insoportable y al mismo tiempo placentero, completamente erguido, duro e hinchado sudaba ya el líquido preseminal…
- Chun…mhh Chunnie por ahhh favor mhh… - gimió ansioso suplicando la atención de su mano para que aliviara un poco la tensión de su erección…
El lycan gruñó embistiendo más rápido su lengua en su entrada al tiempo que agregaba de golpe dos dedos acompañando el ritmo de su lengua…
- ¡Yoochun!... – gritó un poco adolorido pero aguantando la repentina invasión… - mhh mhh…
Para continuar gimiendo desesperadamente, la piel ardiente y la sangre hirviendo, tanto calor que sentía que se quemaba por dentro. Notó el tercer dígito ingresar y mayor placer inundarle, esa lengua seguía también llenándole de su saliva caliente y esos dedos llegaban más profunda, las uñas crecieron un poco más y el centinela percibió el roce filoso contra sus paredes sin llegar a dañarle pero estremeciéndole de pies a cabeza…
- mhh, Chun no… ahhh voy a mhh… - lo sentía, estaba a un respiro del final…
Todo aquel calor quemante se le había concentrado en el vientre y sus músculos tensos se iban poniendo… en un parpadeo Yoochun abandonó su pasaje para apresurarse en engullir todo su miembro y presionar la base con sus labios recibiendo al instante su semilla en su garganta… esa deliciosa y viscosa sustancia blanquecina cuyo sabor se impregnó en las paredes bucales y cada rincón de su boca, subió presionando con sus labios por toda su extensión hasta llegar a la punta extrayendo así hasta la última gota de semen que tragó relamiéndose los labios al separarse de su entrepierna.
Junsu respiraba agitado, su pecho subía y bajaba hondamente, sus ojos medio perdidos todavía reflejaban el orgasmo vivido, sus labios entreabiertos tomando ese aire que no era suficiente para nivelar su ritmo de respiración, su cuerpo temblando ya ligeramente luego de haberse sacudido placenteramente instantes atrás, toda su piel cubierta de esa fina tela de sudor que le daba ese toque erótico demarcado con la ternura de sus mejillas puntadas de carmín, boca roja brillando por la humedad que lamerse constantemente le dejó, sus castañas pupilas brillantes y esa sonrisa apacible que se ganaba otro poco de ese amor que el lycan le profesa…
El pelinegro volvió a tomar sus caderas e incorporarse dejándole que enrosque sus piernas en torno a su cintura mientras se acerca para besarle despacio, y siente en los suaves labios del castaño el dulce sabor de ese sentimiento al que antes tanto le temió volver a sentir, el mismo por el que en ése momento solo quería marcarle y dejar en su cuerpo su huella eterna… le amaba y de solo pensar que a Junsu le siguiera Jared le hacía hervir la sangre incrementando su deseo de hacerle suyo y no dejar nunca que nadie le toque… en el fondo de su ser como licántropo estaban esos pensamientos tanto más posesivos y radicales, le sacaría los ojos a cualquiera que se atreviera a posar su mirada sobre su novio con cualquier intención que implicara lujuria y deseo, eso, tan solo por mencionar una de las cosas más “suaves” que Yoochun está seguro haría cegado por los celos.
Le sostuvo por el trasero y caminó finalmente hasta la cama, depositándole con cuidado sobre ella, trepando de inmediato tras él sin querer separarse un segundo de su cuerpo o perder un solo grado de su calor. Sus bocas seguían unidas y entre besos dulces que iban cobrando de nueva cuenta esos conocidos tintes de pasión, sus cuerpos se amoldaron con perfección. La lengua de Yoochun atrapó la de Junsu enredándola con maestría, tironeando de ella para dejarla en su boca; el castaño sentía que se ahogaba en medio de esa lujuria pero le encantaba, mil veces moriría por uno solo de esos besos tan cargados de deseo.
Junsu movió sus caderas como buscando la erección de su novio, su entrada aún estaba dilatada y ansiosa por recibir a Yoochun; sus manos resbalaban en caricias sinuosas por la espalda del pelinegro mientras sus labios seguían pegados y la lengua de su novio no daba tregua quedándose una y otra vez con su aliento, el poco que lograba tomar en esos pocos segundos que le dejaba respirar antes de hacerse de nuevo de su boca como si fuera a ser la última cosa que haría en la vida.
El pelinegro le separó las piernas y luego pasó sus manos debajo de sus muslos levantando de aquella manera su cadera, su entrada quedaba más elevada y lista para ser ocupada por su virilidad, que erguida y caliente palpitaba deseosa de unirse a él…
- Te Amo… - murmuró contra sus labios sin despegarse demasiado de ellos antes de besarle de nuevo y penetrarle de una sola vez con fuerza enterrándose en lo más profundo de su interior…
- mhh… - gimió mareado entre el beso, sus piernas temblaron como lo hizo todo su cuerpo al sentirle tan dentro y caliente que si le partía en dos seguro ni se enteraba…
- agárrate bien… - sonó la voz ronca del pelinegro…
Junsu todavía no procesaba sus palabras cuando una embestida le hizo arquearse y gritar de placer con un dejo de dolor… Yoochun le besó dulcemente como una disculpa muda por el salvajismo de su movimiento… pero es que quería hacerlo ya, no podía esperar más, estaba en su propio límite, su erección dentro de aquella estrechez solo le ponía más y se sentía tanto más perdido y anonadado en la excitación.
El castaño le sonrió suavecito mientras sus manos se aferraban a sus omóplatos y le atraía pegándole a su pecho casi fundiéndose en él; el pelinegro soltó sus piernas y el centinela de inmediato las enroscó en la cintura de su novio… las manos del lycan se anclaron a la cabecera de la cama…
- ¿listo…?... – le cuestionó sonriendo con esa curva en sus labios que le hacía lucir endemoniadamente sexy…
- ya… - el castaño asintió… - mmhhh… - y cerró los ojos ante esa nueva estocada que casi le deja sin aliento…
Yoochun tomó nuevamente impulso saliendo despacio de su novio y volviendo a él con fuerza, sus caderas chocaron haciendo ese sonido húmedo que tan erótico sonaba a sus oídos… Junsu gimió de nuevo notando que dolía menos pero que quería más. El pelinegro repitió la acción, aumentando a cada nueva estocada la velocidad con que arremetía de vuelta. Los gemidos de ambos inundaron la habitación, y una vez más en sus pensamientos y en el poco raciocinio que podía quedar en ellos, estaba seguro de que les escuchaban en todo el Palacio; de momento aquello le importaba muy pero muy poco… disfrutar del amor salvaje de Yoochun era prioridad para él, porque le fascinaba saber que ahora solo él existía en su vida, que le amaba y se lo había confesado, que estaba dispuesto a arriesgarse por él como nunca antes imaginó porque muchas veces temió en silencio ser solo un pasatiempo para el pelinegro, que con los años le fuera a dejar de lado cuando en su cuerpo no pudiera encontrar más placer o satisfacción…
¿Si de fondo aún tenía aquel temor? Bueno, quizá su inconsciente no iba a negarlo, pero aquello no estaba ahora en su conciencia…
Park sabía que si un día tendría que morir, ese definitivamente quería que fuera mientras hace el amor con Junsu… morir en sus brazos mientras le ama debía ser algo parecido a la más hermosa de las redenciones. No sabía bien cómo es que había terminado enamorado de él tan profundamente… al principio JinHyuk le hizo ver que probablemente era por su parecido con Ji Soo, su fallecida esposa; él también lo había creído posible, sobre todo cuando descubrió la línea de sangre de Junsu… descendía directamente de la familia de su esposa…
Pero no… comprendió con el tiempo que Junsu era mucho más que la sombra perdida en el tiempo de Ji Soo… que si bien algo en su mirada le había resultado familiar aquella primera vez que le conoció siendo un niño, la atracción que por el Junsu adolescente sintiera no tenía nada que ver con el color de su cabello o la perfecta línea de su cuerpo… le había enamorado su sonrisa sinigual y la pureza de su alma que ni con la sangre derramada ha sido mancillada.
Si se clavó en su corazón como impregnado ha quedado en su alma, Yoochun sabe que tarde o temprano su inmortalidad tendrá que entregar a cambio de la vida de Junsu…
El vaivén de caderas era para entonces frenético, el calor que les rodeaba estaba por encima de los límites soportados, Junsu se sentía mareado pero feliz; su miembro había despertado de nuevo y se frotaba de manera deliciosa entre sus torsos; todos sus sentidos estaban inundados del aroma de Yoochun, de sus gemidos roncos, de la forma tan sensual en que jadea su nombre en su oído, de la forma en que embiste contra su intimidad doblegándole de placer; del salado sabor de su sudor, ese que lame cada que saborea la piel de su cuello o muerde su hombro para no desgarrarse la garganta al gritar de placer…
La intensidad de la danza de sus cuerpos movía la cama, el golpeteo contra el muro seguro que no pasó desapercibido para quienes estaban en las habitaciones vecinas… tampoco es que le importaba, Yoochun sonrió con lascivia al pensar por un instante que Jared estuviera escuchando el jaleo que se estaban montando… sí, que le quedara claro que el único con el derecho de amar a Junsu era él… la sonrisa en sus gruesos labios se amplió en medio del frenesí de sus estocadas y más fuerte golpeó casi como si inconscientemente quisiera de verdad llegar a fundirse con su novio, marcarle tan claramente que nadie le volteara a mirar como el croata lo hacía…
Junsu sentía que moría, que la fuerza con que era embestido le partía en dos y sus sentidos colapsaban… era demasiado placer, demasiadas sensaciones como para soportarlo, se sentía sofocado y entre sus gemidos y el calor y todo el placer creía que no respiraba suficiente… cerró los ojos abrazándose con fuerza al cuerpo de Yoochun; ni siquiera escuchaba ya con claridad, demasiado perdido en el sinfín de oleadas placenteras…
Yoochun soltó la cabecera de la cama y se medio incorporó quedando de rodillas sobre el colchón, abrazó a Junsu por la espalda manteniéndole pegado a su cuerpo mientras embiste con fuerza esas últimas veces antes de correrse… el castaño se vino primero bañando sus torsos, apenas segundos después la semilla del pelinegro inundó su pasaje… el pelinegro tembló ante el orgasmo… pero el cuerpo entre sus brazos lo hacía mucho más y aquello de momento le asustó, nunca al hacer el amor le había visto estremecerse de tal manera…
- ¿Junsu…?... – intentó mirarle a la cara pero el castaño continuaba aferrado a su cuerpo con su rostro escondido contra la curva de su cuello más no dejaba de temblar… - Su, baby… mírame… - recostándole nuevamente contra el colchón, yendo con él pues no aflojaba su agarre, el pelinegro consiguió apartarle de su cuello para mirarle…
Las pupilas del castaño estaban dilatadas, sus mejillas ruborizadas y su boca entreabierta tomando grandes bocanadas de aire… había sido demasiado ese orgasmo para su cuerpo mortal… Yoochun le daba besos cariñosos por todo el rostro esperando que se tranquilizara, que dejara de temblar de esa manera… unos instantes después Junsu fue capaz de enfocarle y tener algún control sobre sus sentidos…
- fascinante… - atinó a decir a media voz, es que ni eso le volvía aún… pero la sonrisa en sus labios lo valió todo, el propio susto que acababa de pasar… el pelinegro casi se juró mentalmente nunca ser tanto así de apasionado…
Juramento que, con Junsu pareciéndole tan irresistiblemente tierno y encantador, valía más no hacer porque seguro estaba que no lo cumpliría…
……………………………
Jaejoong besaba a Yunho con suma calma, calzando sus labios con una delicadeza que casi desconocía de sí mismo… y es que de pronto era como no llevar prisas, porque así reconocía, memorizaba y volvía a explorar esa boca que tan tranquila cooperaba con la suya. Que el moreno le haya dicho que le ama tenía todo que ver… porque era la segunda vez que en siglos escuchaba con tal sinceridad aquellas palabras que le arropaban ese corazón que así de pronto latía más vivo y humano.
Las manos del Diurno acariciaban suavemente los costados de la cintura del Príncipe vampiro mientras degustaba con parsimonia su boca, saboreando esos labios rojos y disfrutando del roce de sus lenguas enredadas. Tenerle sentado en sus caderas era gratificante porque podía sentir su calor como su peso, y se sentía algo más tranquilo tan solo por ello… porque estaba ahí y parecía que no habría modo de que le dejara… de que la presencia de Derek Moore rompiera ese lazo que aunque le hacía sentir vulnerable, también era la fuente de su fortaleza.
Luego de haber permanecido más bien quietas en los hombros del moreno, las manos del pelioscuro descendieron por su pecho hasta colarse bajo su playera a la altura de su cintura, sus largos dedos recorrieron con habilidad las líneas de sus pectorales, el moreno sonrió contra su boca al sentir su tacto y así de fácil su temperatura inició el ascenso. Yunho se medio incorporó quedando sentado en la cama con Jaejoong sentado en sus caderas, así que ambos cuerpos estuvieron más cerca, el Diurno levantó las manos y su playera voló por encima de su cabeza en un santiamén…
- creí que no llevábamos prisa… - Jung sonrió divertido… si lo pensaba, Jaejoong era de cierto modo impredecible, de un segundo a otro podía cambiar del todo su comportamiento… y a decir verdad así le encantaba…
- puedo no llevarla para explorarte… - sonriendo con sensualidad volvió a empujarle contra el colchón… - pero cuando ya estás desnudo… - mordisqueó uno de sus pezones y sus manos habilidosas desabrocharon los pantalones del moreno para poder sacárselos con todo y ropa interior…
- las riendas las llevo yo… - dijo el moreno mientras invertía posiciones forcejeando un poco entre risas pues el Príncipe Kim intentaba no dejarse someter…
De cualquier modo sus ropas terminaron rotas en el suelo y su cuerpo desnudo sobre la cama debajo del moreno… perfecto contraste de tonalidades de piel que a la luz de la luna eran bañados con ése brillo que brindaba el toque erótico y romántico que no podía faltar.
Sus bocas estaban unidas de nuevo en besos algo más apasionados, manos inquietas que resbalaban por aquellas partes del cuerpo ajeno que estaban a su disposición entregando caricias cada vez más insinuantes, sintiendo bajo su tacto el calor encendido de la piel del otro…
- mhh… - la mano de Yunho cayó finalmente sobre la entrepierna de Jaejoong rodeándola con la palma y comenzando a bombear lentamente para despertarle…
Los gemidos liberados atrapados quedaban entre sus labios pues los besos incesantes no dejaban espacio para más nada que aquello. Jaejoong entonces participó devolviéndole el favor, su mano se cerró sobre el miembro del Diurno acariciándole de arriaba abajo…
- mmhhh… - provocando gemidos más roncos en el moreno cuando le soltaba y deslizaba las puntas de sus dedos a lo largo de su pene… - gírate… - susurró de pronto con voz ronca, mordiendo su labio inferior antes de dejarle moverse…
Entonces Jaejoong quedó en contraposición a Yunho, ambos de medio lado estirados sobre la cama, el rostro de cada uno quedó a la altura de la erección del otro, así podían darse mutuo atención simultánea… sus lenguas salieron de inmediato prontas a lamer aquel trozo de carne ante sus ojos que más se fue endureciendo conforme las lamidas se sentían más calientes y ávidas…
- aahhh… mhh, mhh… - gemían juntos gracias a aquellas húmedas caricias…
Yunho apretó la base y succionó sus testículos jugando con ellos en su boca, el pelioscuro se estremeció y gimió más fuerte casi desconcentrándose de sus propias acciones; con la punta de la erección del moreno entre sus labios chupando entre gemidos…
- mhh… - el Diurno gimió amortiguado, su boca había engullido por completo el miembro de Jaejoong, la punta le tocaba la garganta y sus colmillos le rozaban a lo largo cuando subía hasta que casi abandonaba su cavidad bucal…
- aahhh… - era el Príncipe vampiro entonces quien gemía más alto y se retorcía disfrutando de esas ricas oleadas de placer que le excitaban un poco más… aunque por momentos se olvidara de atender al moreno…
Yunho continuó succionando la erección de Jaejoong por minutos, la liberaba de su boca de vez en cuando para compensarle con el bombeo de su mano o lamer la punta; llevar sus labios hasta la base y mordisquear sus testículos… le sentía caliente, hinchado y duro, humedecido por su saliva y por el sudor del líquido presemen… le fascinaba ponerle así, llevarlo al límite y torturarle impidiéndole correrse aunque estuviera a nada de explotar… no importaba incluso que tal excitación distrajera al pelioscuro de brindarle las mismas atenciones; y es que en todo ese momento Jaejoong apenas si le masturbaba con sus manos dándole alguna que otra lamida; mordiendo suavemente la punta o chupando trozos en porciones de la extensión de su miembro…
De cualquier manera gemidos era todo lo que resonaba en aquella habitación, el calor de sus cuerpos excitados cubrió todo el espacio y lentamente las perlas de sudor fueron cubriendo sus expuestas pieles…
- ahh… Yunh…hoo mhh… - Jaejoong movió inconscientemente sus caderas buscando mayor contacto con la boca del moreno y profundidad de sus succiones…
El placer le abrasaba todo el cuerpo y sus sentidos se iban llenando de las sensaciones que exaltadas recorrían cada fibra de su ser… el Diurno liberó su miembro con un chasquido húmedo, y en medio del mareo por tanto gozo, el Príncipe no se percató del momento en que una especie de aro fue colocado en la base de su miembro impidiéndole terminar… dolía un poco y podía sentir las palpitaciones de su erección que su propio semen contenido provocaba… Yunho bajó de la cama y se quedó de pie al borde, Jaejoong gateó hasta él y así en aquella postura engulló el miembro del moreno succionando con ritmo lento…
- ahh mhh así Jae mhh… - comenzó a gemir, sus manos se enredaron en los mechones oscuros y sus caderas se balancearon siguiendo el ritmo impuesto por su amante…
El Príncipe vampiro le escuchaba y sentía que se excitaba un poco más, su erección dolía un poco más pero de una forma masoquistamente placentera que ni intentó sacarse el arillo de su base… el Diurno siguió moviendo sus caderas adelante y atrás al tiempo que sus manos acariciaban la blanca y sudada espalda del pelioscuro…
- Jae… - gimió llamándole para que lamiera sus dedos…
Jaejoong liberó su miembro tan solo para chupar y lamer con gula los dedos que estaban ante su rostro… llenos de saliva, el moreno los sacó de aquella caliente boca para estirarse un poco y llevarlos hasta su entrada, presionó las yemas de dos de sus dedos hasta adentrar a la vez la punta de ambos…
- mmhhh… - el Príncipe vampiro gimió medio incómodo… pero inmediatamente volvió sus atenciones a la erección del Diurno…
De aquella manera ambos estaban disfrutando de una peculiar unión tanto diferente de anteriores entregas de pasión… los gemidos de Jaejoong sonaban más ahogados pues su boca seguía ocupada succionando aquel trozo de carne que se encontraba cerca del éxtasis… y tenerle así solo hacía que su propia entrepierna doliera más sin poder correrse…
Yunho agregó el tercer dígito embistiendo con más profundidad y velocidad la entrada de Jaejoong. Sus movimientos hacían también que el Príncipe vampiro tragara más profusamente su erección proporcionándole esas intensas oleadas de placer que le arrastraban al orgasmo…
- ahh, espera… mhhh, Jae… - le apartó de su miembro tumbándole en el colchón y yendo directamente a su boca besándole con pasión mientras se acomodaba entre sus piernas rozando la punta de su erección contra su dilatada y húmeda cavidad anal…
- Yunho, duele… - jadeó excitado por sentir su roce en su intimidad, pero anhelando el momento en que el arillo sea retirado y finalmente terminar…
- ya… - se corrió hacia abajo hasta que quedó frente a la erección del pelioscuro, tragó su erección hasta la mitad y luego retiró el arillo… al instante la semilla del Príncipe vampiro explotó en su boca derramándose hasta su garganta… el moreno tragó y luego subió por su extensión presionando sus labios hasta extraer todo su semen dejando un poco en su boca para volver a subir y darle a Jaejoong mientras se besan y vuelve a dejar que la punta de su palpitante miembro roce la intimidad del pelioscuro… - pruébame… - ordenó mordiendo esos labios rojos que estaban hinchados y húmedos de tanto beso…
Jaejoong le vio trepar por encima de su cuerpo hasta que la cadera de Yunho quedó a la altura de su rostro, se alzó un poco hasta poder engullir la virilidad del Diurno y succionar sintiendo el líquido preseminal impregnarse en sus paredes bucales…
- ahh, mmhhh… - bastaron unas cuantas succiones más para que su semilla terminara en la boca del pelioscuro…
Yunho jadeaba entrecortado mientras sentía la lengua del Príncipe vampiro limpiando su descargada erección, volvió a retroceder y posándose sobre el cuerpo de Jaejoong le besó saboreando su propia esencia, esa que sabía diferente y no tan deliciosa como la de su amante, pero que era muestra de lo mucho que disfrutaban haciendo el amor. Y mientras compartían besos el Diurno se perfiló en su entrada penetrándole despacio… si bien acababa de correrse y la entrada del pelioscuro ya había perdido algo de dilatación, deseaba sentirse dentro…
- ¿qué se supone que harás así, eh?... – Jaejoong sonrió divertido al sentirle dentro, había sentido incómodo, pero nada de dolor al ser penetrado…
- ya verás cómo pronto despierta… - Yunho aseguró comenzando a moverse dentro y fuera con calma… esa paciencia delirante que aún en ese momento desesperaba al Príncipe vampiro…
- ahh… - es que se sentía bien ese roce constante en su intimidad… la forma en que el miembro del moreno se deslizaba ocupando todo su interior cuando entra, abandonándole de manera tortuosa cuando le va abandonando…
Las manos de Jaejoong se cerraron en la espalda de Yunho en tanto éste continuaba moviéndose embistiendo con el mismo ritmo y sus bocas se devoraban con besos apasionados que iban despertando lentamente la excitación que había disminuido antes al tener cada uno su orgasmo. La virilidad del Diurno fue ganando tamaño conforme la presión de aquella cavidad le iba excitando de nueva cuenta… y el Príncipe vampiro comenzó a sentirle notando cómo le costaba por momentos algo más de trabajo invadirle y a él le dejaba una incomodidad algo más pronunciada también…
- mhh, mhh… - el moreno se levantó tan solo un poco, quedando apoyado en sus rodillas, pasó sus manos por debajo de los muslos del pelioscuro instándole a levantar sus piernas hasta que las rodillas del propio Jaejoong quedaron pegadas a sus propios hombros, de ese modo su cadera quedaba más alzada y Yunho tenía mayor acceso a su pasaje…
Se besaban constantemente aunque la respiración les costara algo más y sintieron el galopar de sus corazones al límite golpeándoles el pecho. Las embestidas del Diurno también iban ganando fuerza y velocidad, como profundidad y certeza, el cuerpo se les perló en sudor y el vaivén de sus caderas frenético mutó. Jaejoong reveló su naturaleza vampira y sus colmillos crecidos se acercaron al cuello del moreno rozando la piel caliente…
- no mhh, Jae… no lo hagas… - entre gemidos que no podía evitar por el placer, el Diurno se apartó levantándose un poco, aunque no pudiera alejarse demasiado pues brazos y piernas del pelioscuro estaban abrazados a su cuerpo impidiéndole demasiado movimiento, sobre todo cuando sus caderas seguían golpeando con ritmo frenético las de su amante…
- mhh, ahí… ahh… - el pelioscuro continuó gimiendo fingiendo que no le había escuchado… pero haciendo caso al mismo tiempo…
Se le antojaba mucho el sabor de su sangre, pero bien sabía que no tenían claro qué había pasado con la suya, si bien estaba vivo; no quería arriesgarse a perder esa oportunidad tan única que el destino parecía haber puesto en sus inmortales existencias. Así que simplemente se abandonó al placer de sus estocadas, a esas caricias que resbalaban por su figura llevándose las perlas de sudor de su piel, esa que nívea moteada de carmín se encontraba, sobre todo su rostro, motivo del calor abrumador que les abrasaba… las manos de Jaejoong se perdían por la espalda del moreno, cayendo de vez en cuando hasta sus glúteos, apretándolos y empujándole con fuerza logrando que llegara tanto más dentro de sí…
El placer les trastocaba los sentidos, el vaivén frenético les arrastraba al orgasmo… todo en sí colapsaba lentamente, sus gemidos no daban espacio para ningún otro sonido, casi ni el mismo erótico del chocar de sus caderas… los besos casi habían desaparecido porque no había aire suficiente para compartirlos, aunque nada evitaba que sus bocas estuvieran cerca compartiendo esa errática respiración, que sus lenguas se rozaran cada tanto cuando salían a lamer los labios del otro… la erección de Jaejoong se friccionaba entre sus cuerpos, pero fue aún más placentero cuando la mano de Yunho se coló entre ellos atrapándole y masturbándole… estaba ahí todo lo necesario para un delicioso orgasmo…
- mmhhh… - ése que se hizo presente instantes después haciéndoles gemir al unísono tan alto y ronco que se les desgarró la garganta…
Sus cuerpos temblorosos se rindieron a las sensaciones que les recorrieron de pies a cabeza durante segundos luego de haber alcanzado el éxtasis… Yunho le besó despacio apenas recuperó algo de oxígeno, sonriendo entre tal caricia al sentir a Jaejoong responderle con algo parecido a la dulzura… ese afecto que no era nada común en el Príncipe vampiro, pero que está seguro, hay en su alma…
……………………………
Derek Moore no podía pensar con claridad, la presencia de Jaejoong con Yunho en el mismo espacio le tenía más inquieto de lo que había pensado se pondría… una parte de él incluso se había jurado tiempo atrás que no estaba más interesado en el Príncipe Kim… pero la desgraciada realidad le había caído como balde de agua fría apenas horas atrás en esa reunión en la que no terminó por concentrarse porque mirar a Jaejoong aunque fuera de reojo era casi la muerte para él…
Porque ya no era más su guardia personal, ni su amante ni nadie importante en sus días… el llamado Diurno ocupaba ahora el lugar que una vez mucho tiempo atrás él creyó ganarse… y aquello le disgustaba aunque no pudiera expresarlo abiertamente… se le hacía un nudo en la garganta y tenía el deseo irrefrenable de pelear a muerte con Jung Yunho…
Así, solo el que quedara con vida podría tener el corazón de Jaejoong…
Ése que alguna vez sintió latir contra su pecho…
……………………
Seúl, Corea
Changdeokgung (Palacio del Este)
1801
Jaejoong había comenzado por sentir celos de los amigos de Derek, verlos durante los entrenamientos dejaba de ser interesante si veía cómo bromeaban entre ellos y reían mientras coqueteaban con las mujeres encargadas de llevarles agua y alimento…
- ellos pueden abastecerse, no es necesaria la presencia de mujerzuelas que solo van a tontear y distraerles… - el Príncipe Jaejoong le dijo aquella vez durante el crepúsculo… aunque su voz sonaba tranquila y su tono diplomático, había en la boca de su estómago ese ardor que incomodaba y le hacía imaginar una y mil formas de alejar a esas arpías de su guardia personal favorito…
- justamente por eso son mujeres las que van ahí… - el Adalid había reído totalmente quitado de la pena sin apartar su mirada de esos papiros que revisaba bajo la luz de las velas en sus aposentos de estudio…
- la concentración y el arduo entrenamiento son primordiales para la protección del Clan, ¿no, padre?... – el Príncipe argumentó sintiendo molestia por esa sonrisa que no desaparecía de labios del Rey…
- en éste mundo y siendo quienes somos, hijo mío, deberás aprender la importancia de la distracción y el sexo para todos, un guardia que no desfoga sus instintos primarios no te protegerá ni siendo el mejor… deja de estar celoso de las atenciones que esas mujeres ofrecen, si te apetece alguna ya sabes que solo debes tomarla…
Jaejoong quiso responder algo… pero incluso su orgullo parecía de pronto expuesto… a él no le apetecía ninguna mujer (aún y cuando apenas la noche anterior había estado con una), ni siquiera le apetecía un chico en específico… Kim Jaejoong deseaba por sobre todas las cosas a Derek Moore, ese gladiador atractivo de piel de color que tan sexy le parecía, como entregado a su misión de protegerle con su propia vida…
Dio media vuelta y salió del salón de estudio de su padre; el Adalid sonrió de medio lado al ver ese caminar que le resultaba tan familiar… así era como la Reina caminaba cuando estaba molesta pero guardaba para sí lo que sea que le frustraba, por un segundo el Adalid pensó en su esposa, ella que se encontraba en esos momentos de viaje, pero pronto pasó de largo ante tal pensamiento… Won Dae pensó que su hijo terminaría esa noche con un montón de esclavas en sus habitaciones; no le importaba, al contrario, de cierta manera le orgullecía, su primogénito de iba convirtiendo en todo un hombre vampiro…
……………………
- voy a salir a cazar… - Jaejoong informó a los guardias que custodiaban las imponentes entradas del Palacio… luego ellos se lo harían saber al Rey pero no contradecirían de momento sus deseos…
- no puede salir solo, Príncipe… - uno de ellos dijo y con un solo movimiento a su compañero, éste mandó llamar a la guardia personal del primogénito… entonces tenía la apariencia y el ímpetu de un muchacho de 18 años…
Cuatro de sus tantos guardias hicieron acto de presencia en cosa de un minuto. Derek Moore entre ellos, la orden del Adalid al “comprarle” hace algunos meses había sido específica: donde el Príncipe Jaejoong vaya lo harás tú, pegado a él más que su propia sombra…
- tú… - Jaejoong se dirigió al gladiador vampiro… - vendrás conmigo, los demás pueden quedarse, no quiero tanta compañía… - señaló con tono sarcástico… ése al que todos estaban acostumbrados… si bien no era más un adolescente, aún tenía la impulsividad algo inmadura y caprichosa de tal…
Pero sus palabras fueron obedecidas… Jaejoong montó un corcel blanco, y Derek le siguió en otro de pelaje gris… las fuertes pisadas de los caballos resonaban en el suelo de adoquín… y más adelante cuando se adentraron en terreno escarpado las casquetes levantaron pedazos de tierra. El Príncipe Kim montaba con gracia, sus largos cabellos oscuros brillaban con la luz plateada de la luna, rayos que moteaban su blanca piel dándole un toque sensual y hermoso… el gladiador vampiro le prestaba atención, más de la que quisiera y debiera, ése chico le había encantado desde el momento que le conoció, pero claros tenía sus límites…
No le despegaba la mirada mientras le seguía aún cuando habían salido del camino y se internaba colina arriba decidiendo su propio sendero entre árboles y arbustos, raíces sobresalientes y rocas… se había acostumbrado ya a las salidas a cazar del Príncipe… pretexto disfrazado para simplemente salir a pasear en relativa privacidad. Él nunca le cuestionaba, solo le seguía y cuidaba. Los paseos solían completarse en absoluto silencio, y antes de regresar al Palacio, Jaejoong sacaba un botellón de barro que fresca mantenía la sangre que bebía… sus labios rojos manchados quedaban de aquel tono carmín algo más oscuro, y luego pasaba su lengua por encima de ellos limpiándose; gesto erótico del que Derek nunca perdía detalle… e irónicamente se conformaba con un día poder probarles…
- acércate… - el susurro calmado del Príncipe rompió la atmósfera silenciosa que por tantos días en meses se hubiera mantenido durante aquellos paseos…
Derek obedeció acercándose al pelioscuro quedando a un par de pasos de él… Jaejoong acortó la distancia hasta quedar a escasos centímetros; el gladiador vampiro era un poco más alto, así que tuvo que bajar la mirada para verle directamente… las manos del Príncipe cayeron en sus hombros, resbalando despacio hacia su pecho, colándose por debajo de sus brazos hasta su espalda acariciándole sugestivamente mientras se pega a su cuerpo y ofrece su boca como un manjar prohibido… muy cerca de la suya pero sin tocarle, sus alientos se mezclaron y la respiración de ambos comenzó a agitarse… las manos del Príncipe volvieron al frente colándose debajo de su ropa, delineando con las puntas de sus dedos los músculos de su bien marcado abdomen…
- bésame… - ordenó Jaejoong…
Derek no dijo nada ni mostró alguna emoción, terminó de reducir la distancia y le besó… los labios de Jaejoong se movieron ansiosos probando los del gladiador vampiro, sabían muy bien y danzaban con los suyos con pericia; deslizó su lengua a lo largo de ellos instándole a abrirlos, coló su lengua y la enredó con su igual sintiendo que le faltaba el aire pero no queriendo apartarse, mordió la boca de Derek antes de apartarse, sus colmillos rasgaron la suave piel haciéndole sangrar; el gladiador vampiro respiraba agitado pero no hizo un solo movimiento más luego de romper el beso, ni siquiera sus manos se habían movido aunque mucho deseó estrecharle entre sus brazos y devorarle a besos…
Jaejoong volvió a sus labios lamiendo la sangre, delicioso sabor metálico que impregnado quedó en su boca, volvió a abrazarle pegándose un poco más a Derek, subiendo una pierna hasta enredarla en su cintura y moverse sinuosamente contra él friccionando sus caderas… la respiración de ambos se alteraba poco a poco por aquel contacto; los ojos negros del pelioscuro destellaron con lujuria… y el gladiador vampiro sintió el deseo incrementarse en su cuerpo… Jaejoong le gustaba mucho, podría decirse que estaba enamorado de él, de su personalidad libre y apasionada, de su fortaleza y esa forma de tomar todo lo que desea… de su belleza juvenil y su carácter arrebatado…
- tu boca… - murmuró con sensualidad al tiempo que llevaba una mano del gladiador a su entrepierna para que entendiera sin más lo que quería…
Derek frotó por encima de la ropa sintiéndole crecer y endurecer, suaves jadeos escapaban de boca de Jaejoong… pero no era lo que quería… había dado una orden y esperaba se le cumpliera… el gladiador obedecía, pero en esos momentos planeaba ser solo el hombre con deseo, ni un esclavo… sintió la mirada del Príncipe sobre sus ojos, demandando lo que requería…
- sé que quieres más que eso… - soltó con voz ronca cargándole por el trasero al tiempo que devora sus labios rojos probándole con la ansia que un hombre en el desierto ante el Oasis luego de días sediento…
Por supuesto, Derek no era ningún tonto, ni ciego o despistado, tenía perfectamente claro que Jaejoong le deseaba, que muchas veces le observaba con lujuria… que quizá se tocaba pensándole…
El gladiador caminó con Jaejoong abrazado a su cintura, respondiendo su beso con pasión y desespero, sus manos continuaban acariciando la musculosa espalda hasta que la propia tocó la rugosa superficie de un árbol… rompiendo el beso llevó sus manos al nudo que mantenía las prendas del gladiador en su lugar, pronto las ropas cayeron dejando la parte inferior de su cuerpo al desnudo, la virilidad de Moore erguida le hizo tragar hondo y relamerse saboreando ese trozo de carne…
- ¿lo quieres?... – Derek jadeó contra su oído al tiempo que colaba una mano entre sus ropas en su trasero, pasando un dedo entre sus glúteos hasta rozar su cavidad anal…
- mhh… n…no… - respondió… aunque en realidad no estaba seguro… nunca antes ha permitido que ningún hombre le tome así… ha tenido sexo con algún chico, pero definitivamente fue quien tomé el rol activo…
- duele solo un poco, pero prometo que lo disfrutarás… - insistió mientras presionaba un dedo contra su entrada…
Jaejoong jadeó algo más fuerte entrecerrando los ojos al sentir aquel toque de algún modo delicioso… y no estuvo seguro del porqué terminó por entregarse a la petición del gladiador vampiro, pero para cuando volvió a tener lucidez de sus sentidos, Derek ya movía sus dedos en su interior teniéndole inclinado con sus piernas abiertas de frente al árbol… la lengua del gladiador vampiro subía y bajaba por su columna y besaba constantemente trozos de piel por toda su espalda… dolía un poco la preparación pero le estaba gustando… la otra mano de Derek bombeaba su miembro ofreciéndole placer, es que compensaba el dolor que irradiaba de su espalda baja por todo su cuerpo…
Cuando Derek sacó sus dedos, Jaejoong gimió incómodo y casi aliviado… comprendió que debía deberse a que era su primera vez, las contadas ocasiones que él estuvo con alguien, ése alguien tenía su intimidad acostumbrada pues era el “entretenimiento” de muchos.
Derek se acomodó colocando la punta de su excitada erección en su pasaje, se inclinó sobre su espalda abrazando su cintura delgada con una mano mientras la otra se apoyó en el tronco del árbol…
- pasará… - avisó un segundo antes de empujar sus caderas adentrándose en el Príncipe Kim…
Jaejoong ahogó un grito de dolor mordiendo sus labios al sentirle ingresar, no fue muy lento pero tampoco rápido, se deslizó constantemente hasta llegar al final de su estrecha cavidad… Derek mordió sus labios jadeando dificultosamente pues sentía un gran placer y anhelaba comenzar a embestir… mientras le daba tiempo de acostumbrarse a su invasión, le masturbó tomando de nuevo en su mano la erección del pelioscuro… Jaejoong se lo agradeció mentalmente, luego de un rato comenzó a gemir por aquellas atenciones y el gladiador aprovechó para moverse…
Así comenzó su ritmo de embestidas, suave y lento salía de él dejándole acostumbrarse y comenzar a disfrutar del vaivén… cuando por fin de labios de Jaejoong sonaron gemidos de auténtico placer, Derek embistió más fuerte y rápido hasta que los movimientos de volvieron frenéticos, la manera en que una tras otra vez sus caderas golpeaban contra el trasero del Príncipe le iban arrastrando más rápidamente al mundo del placer… ése en el que Jaejoong también cayó cuando sus sentidos envueltos en calor se fueron impregnando tan solo de esas sensaciones de gozo que iban más allá del placer banal que encontraba con mujeres o que llegó a experimentar con algún chico…
No podría decir que estaba haciendo el amor, como vampiro que era no tenía un corazón para enamorarse… pero aquello que experimentaba y compartía con el gladiador tampoco era solo sexo… si tenía un nombre él no tenía manera de nombrarle justo en ese momento… pero le encantaba… era una forma diferente de disfrutar de la lujuria… de llevar a otros límites a su propio cuerpo… de colapsar su mente en un orgasmo que vino después de ese susurró en su oído que trastocó todo su esquema…
- mío para siempre… - esas palabras que se quedaron grabadas en su memoria…
Mismas que Derek esperaba fueran realidad…
Porque casi sin darse cuenta acababa de marcarle y entregarle más que fuego y pasión…
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Época actual
Derek cerró los ojos luchando por no recordar más… todavía no era capaz de comprender por qué el destino les había separado…
¿Por qué Jaejoong le había olvidado?
……………………………
Al amanecer cuando Junsu abrió sus ojos y se movió intentando estirarse para espabilar el sueño, sintió una punzada en su baja espalda y recordó toda la pasión y el amor de esa madrugada… le dolió un poco y se sintió realmente incómodo como para sentarse siquiera…
- ¿Junsu?... – medio adormilado, Yoochun le miró apenas abriendo un ojo…
- buenos días, Chunnie… - el castaño saludó con una de esas bellas sonrisas que el pelinegro estaba seguro solo una criatura como esas a las que los humanos llaman ángeles podría mostrar…
- buenos días Su… - se estiró depositando un beso en sus labios, una de sus manos fue de inmediato a la cintura del centinela acariciando la curva, pasando a su espalda baja y presionando su trasero… le escuchó quejarse y su cuerpo respingar… - ¿estás bien?... – preocupado, el lycan terminó por despertar sentándose de golpe y apartando las cobijas girándole para dejarle de boca hacia el colchón…
- estoy bien, Chunnie… - el castaño respondió, pero aún así sintió que el pelinegro le separó suavemente los glúteos mirando su intimidad…
- lo siento, Su… - el pelinegro se mordió el labio con culpa al ver su entrada irritada… debía controlarse aún más de ahora en adelante, estaba bien amarle y querer marcarle cada vez con mayor pasión, pero lastimarle no estaba en sus límites… descendió y lamió cariñosamente la zona, el castaño suspiró sonriendo suavemente…
Estaba seguro de que esa mañana levantarse le tomaría más de unos cuantos minutos… no le había lastimado tanto, pero definitivamente, hacerlo cuatro veces seguidas estaba descartado para futuros encuentros apasionados…
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Egipto
Luxor, antes Tebas
Templo de Luxor, Concilio del Priorato de Oriente
Maximus observaba aquel muro donde ya no solo brillaba uno de sus símbolos grabados, aquel que representa al Lycan Luxus había sido invocado por el poder de Katrina; cosa que por cierto también resultó peculiarmente distinta a como lo había planeado… pero que un segundo símbolo relumbrara no tenía explicación…
- sé algo que tú no… - la chica de cabellos rubios ingresó al Templo con una sonrisa en sus labios, el ojiesmeralda le dirigió la mirada pero no dijo nada… aguardaba por más información… - mi familia no solo era de las más antiguas y poderosas entre vampiros… era la cuna de Génesis…
- cómo has dicho… - la sorpresa se reflejó en los ojos del vampiro…
- conoces la historia que cuentan estos símbolos, ¿no es así?... – el ojiesmeralda asintió… - un mito que dice cómo derrotar para siempre a Génesis, el origen de las criaturas más poderosas y temidas de toda la historia humana… la humanidad es en esencia nuestra principal característica, así que discutir siempre acerca de ser o no llamados humanos no ha sido más que una pérdida de tiempo, aquellos que han comenzado a resurgir, son justamente en esencia simples mortales capaces de lo que licántropos y vampiros consideran elementalmente la más burda de las debilidades pero que se convertirá en nuestro fin…
- no comprendo…
- debes saber por ahora una sola cosa, aún cuando Génesis muera y con ella desaparezcan las criaturas a que dio vida, quienes surgieron más allá de su directa concepción, familias enteras de vampiros y licántropos seguirán morando en el mundo… si logras un concilio entre ellas y su trato con los humanos mortales la vida sobre el planeta se mantendrá en equilibrio, si no es así… la única manera de desterrar a las criaturas nocturnas y fieras es cortando de raíz la semilla…
- creí que eso se haría al eliminar a Génesis…
- no, deberás asegurarte de que ningún descendiente de mi familia sobreviva, porque todos tenemos en nuestro poder, el don de la maldad…
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Hong Kong, China
Yiang estaba cansado de esperar, era buen estratega pero nada de lo que venía planeando se estaba cumpliendo a cabal. Enterado estuvo ya de la reunión en el Palacio Sentinella entre Alexander y algunos de sus peores enemigos… Park Yoochun era el que más le molestaba… todavía le hervía la sangre al pensar que le había arrebatado la deliciosa oportunidad de poseer tan exquisito cuerpo… Junsu estaba en sus pensamientos mucho más de lo que incluso siglos atrás estuviera la fallecida esposa del pelinegro…
- prepara el jet, visitaremos Seúl… - ordenó a uno de sus súbditos… la sonrisa perversa en sus labios pudo hacer temblar a las mismas sombras…
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Seúl, Corea
Algún lugar en la costa…
Génesis levantó la copa de oro que contenía la sangre de Won Dae… el aire fresco soplaba sin orden fijo, su vestimenta de seda hondeaba al compás inquieto del viento y la luna caía en el horizonte ocultándose lentamente… el amanecer estaba cerca… y ella estaba segura de que tiempos difíciles se avecinaban sobre su existencia… esa que solo podría salvar si tenía un nuevo cuerpo sobre el cual depositar su esencia, o lo que los humanos llaman alma…
Tomó otras seis pequeñas botellas y las mezcló en la copa de oro… tenía nuevamente en esencia la sangre de su primer hijo, Constantine… la levantó al cielo recitando palabras que componían un hechizo en lengua antigua… la sangre adquirió un tono más oscuro y agitándose mágicamente dentro de la copa de oro volvió a la calma instantes después bajo un nuevo color… púrpura era y bebida fue por Génesis al momento exacto en que el primer rayo de sol apareció… la mujer se relamió los labios y sonrió…
Todo seguía siendo cuestión de tiempo…
oOMG!
ResponderEliminarGenesiis reencarnara??.u.U esto esta muuuy interesanteee aunq no me justo la parte de Jae y Dereck..lo lamento pero ah Jae solo puedo leerlo con YUnho >.<!
Jae es de Yunho jum!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminaryunho jae no te merece vete con la princesa y dejalo con el otro
ResponderEliminarCada vez más interesante, que quiso de correo conque todos debe morir, Tengo miedito sé que algo le pase a Junsu porque mi Chunnie está dispuesto a entregar su vida por él, fue lindo que se preocupara por pero Yiang está más que iracundo. Quien es el informante? Lo de Jae y Derek no me gustó nadita, eso es pueda lujuria cero amor así que no cuenta.
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