Last Vow/Bow cap 8

Jay no estaba en casa, aproveché para limpiarlo todo. Lo hacía rápida y frenéticamente mientras apretaba una lágrima en los ojos. No paraba ni por un segundo de dejar todo brillante y libre de mugre, lo hacía como si debía morir por ello, como si un asesino me comandara a hacerlo o de lo contrario morir. Por cada trapeada dada recordaba el puñetazo que Yunho me asestó en el rostro, la manera en que se puso de parte de Lee Jin y cómo quería seguir golpeandome.


- Maldito! Maldito seas! – Grité ahogadamente mientras masajeaba mi adolorido pómulo.


Como había terminado de limpiar tiré el trapo como un pedazo de basura tan lejos que no pudiera verlo. Me apresuré a servirme un trago de ron: “Mientras más amargo mejor” Pensé y me senté donde Yunho y yo acostumbrábamos, cerca del balcón para poder ver el atardecer. Puse a sonar uno de mis álbumes favoritos. Ocean de Bonnie Pink estaba sonando.


Me sentía tan mal, tan rechazado e incomprendido y al mismo tiempo no comprendía absolutamente nada. Frotaba mi cara con las manos y sólo conseguía lastimarme gracias al puño de Yunho. Tomaba un trago de mi amargo y seco ron rápidamente, tenía ganas de emborracharme hasta morir… morir por el tonto de Yunho. Estaba recordando poco a poco a qué sabía el despecho.


“El sol se asoma en las grietas de las nubes
Ya en el sol me pregunto por qué la gente miente
Mi corazón se mancha de celos
Por favor no atices el fuego
Mientras más lo pienso creo que me he vuelto más cruel
Cuando te estrecho en mis brazos
Todos los secretos son revelados
Cuando te estrecho en mis brazos
Es cálido y frío
Como el océano”


- Es nuestra canción – Susurré – Debería serlo.


“No importa cuántas Lee Jins hayan, nadie llegará a él como lo hago yo. Nadie lo conoce mejor que yo, nadie, ni siquiera él.” Pensé


Me sorprendió quedar al descubierto con semejante afirmación; tristemente la historia se estaba repitiendo. Me llevé las manos a la boca de asombro. Era la segunda vez que amaba en mi vida de ese modo.

Serví el segundo trago y comenzaba a tomarlo lentamente, como un masoquista, cuando de repente me sumergí en una especie de ruleta de recuerdos: Yunho evitando mi mirada en el café Starbucks; Yunho extendiendo su mano mientras decía “Mucho gusto, soy Yunho”; En las montañas de Gwanak mientras mirábamos embelezados el cielo, el mejor “cuadro” en nuestra opinión; Yunho besando con lujuria a Lee Jin; Practicando una coreografía en los salones en la cual dejaba al descubierto mis pobres dotes de bailarín; Él llorando en el autobús y yo perdido en su rostro; Yunho pegándome un puñetazo; los dos riéndonos a más no poder como idiotas mientras veíamos TV; Yunho abrazándome…



“¿Por qué Yunho quería seguir golpeándome? El primer golpe pudo haber sido por ofender a Lee Jin y aunque no suelo ofender a las mujeres, bien se lo merecía. Yo sé bien por qué golpeé a Yunho… y si nadie se hubiese interpuesto lo hubiese golpeado con la misma intensidad. Lo golpeé porque estaba dolido por defenderla a ella, por dejar que me acusara de ser un afeminado, por no aceptar que una arpía como Lee Jin se interponga y me golpeó él una vez, pero ¿por qué querría seguir golpeándome? Yo golpeé porque lo amaba…” Interrumpí mi pensamiento para verbalizarlo de asombro.



- Me golpeó porque…PORQUE… No puede aguantar su frustración! – Exclamé poniéndome de pié – Y no puede soportar admitir y admitirse a si mismo que… Oh, dios! No puedo creerlo – Me halé el cabello con las dos manos mientras caminaba de un lado al otro - Por eso le pidió que guardara silencio… ella nada tenía que ver en nuestra pelea! No, en qué estoy pensando?! Mi Yunho… no puedo creerlo.


“No seas tonto, Jaejoong. Aun si eso fuera cierto ¿Podrías vivir con ello? O mejor dicho… ¿Podría el orgulloso Yunho vivir con eso?” Pensé.


- No me importa nada ya. Lo más difícil estaba por venir…

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