Ruby Red Kiss cap 8

Quedaban pocos días para entrar en plena época de Navidad. Y no era precisamente cuando menos trabajo teníamos. Aún recuerdo vagamente cuando esperaba con ansias la llegada de la navidad, para recibir esos cd's que tanto esperaba. Eso antes de las maravillosas descargas de internet.

Solíamos tener de todos modos, dos o 3 días completamente libres después de terminar de rodar todos los especiales, los cuales todos hacíamos con desgana. Esto se solía juntar con los primeros conciertos de la temporada, y casi siempre cazaban el cumpleaños de Jaejoong hyung por medio.

Cada año fingía que me olvidaba del cumpleaños de mi hyung. Pero soy demasiado detallista como para dejarlo pasar. Todos esperaban que Junsu se hiciera cargo, pero Junsu no sabía hacerse cargo ni de su cabeza, si no es que tuviera algo que ver con él.

Junsu y Jaejoong solían encontrar la manera de celebrar alguna fiesta para el verdadero cumpleaños del primero, en diciembre. Jaejoong sabía que lo normal era que no tuviera tiempo en Enero para el suyo. Dos mentes malévolas pensaban mejor que una. Junsu y Jaejoong juntos eran únicos para fabricar planes..... menos maquiavélicos que los que cavilaba Jae con Chunnie pero.... es que Jaehyung tenía que estar en todos los fregados.

Esta vez, a modo de pequeña recompensa por los éxitos exigidos en Korea... *éxitos que no me esperaba a pesar de las palabras de mis compañeros y fueron un verdadero alivio* Junsu y Jae nos habían conseguido 2 preciados días libres a todos.
No había pensado aún qué haría con mi valioso tiempo, puesto que nos había pillado en Japón. Pero el alma se me cayó a los pies cuando escuché a Junsu comentar con Yunho que te habías ido con tu novia. En plena noche. Sin decirME nada. Ahora me sentía confuso y catastróficamente desilusionado.

Perdido en la euforia de mis últimos encuentros contigo, no había reparado un segundo en ese renglón inacabado que era tu novia.....ex-novia?

Lo cierto es que había sido mi indiferencia hacia ella lo que me había llevado a mi actual ignorancia respecto a su situación contigo.

No sé si sigues con ella, si piensas dejarla, ocultarle lo nuestro... o que.

Me parece demasiado prematuro hacerme ideas al respecto contando con esta escasa información y torturarme inútilmente.

Solo, en nuestro apartamento en el Roppongi, me he encerrado en el cuarto donde tenemos los portátiles.
Una vez aquí, sentado a oscuras, pongo en marcha una de mis películas porno favoritas sobretodo antes de "probar" a Yoochun. Era mi favorita porque uno de los chicos llevaba un corte de pelo similar al de Chunnie de hace unos meses, como lo llevaba cuando me rechazó aquella noche en su habitación del hotel.

Miro como ese actor gatea felinamente hasta uno de los falos de sus compañeros y lo devora con deseo. Observo la escena y cierro los ojos para imaginar a mi hyung en su lugar. Intentando retener la imagen aún en mi mente y con los sonidos de la película resonando en las paredes de la sala, abro rápidamente con una sola mano el cierre de mis pantalones para alcanzar mi miembro semi erecto, mientras con la otra alcanzaba y destapaba con el dedo pulgar el bote de lubricante de mi sabor favorito (Tutti-frutti Fantasy).
Con los ojos aún cerrados y jadeando levemente logré sacar del todo mi ahora completamente erecto miembro para presionar el bote, derramando una buena cantidad de lubricante sobre él. Lo extiendo lentamente con el movimiento de fricción que comienza a acelerarse, y suelto un profundo suspiro al notar como el líquido envuelve deliciosamente mi sensible piel.

Ni siquiera escuché la puerta abriéndose.

Pero sí que escuché el gemido de sorpresa.

En ese tono grave, ronco y profundo...el cual sólo podía tener un dueño.

Aún recostado en mi sillón con ruedas, giro la cabeza hacia la puerta, entreabriendo los ojos mientras de mis labios abiertos se escapa un gemido.

Yunho se queda clavado en la puerta, mientras su respiración aumenta peligrosamente de velocidad.

"Changmin"

El quejido se escapa de sus labios casi como un lloro, un lamento. Mi cuerpo se estremece: De miedo.

Aunque siempre he sabido que él jamás sería capaz de hacerme daño. La oscuridad de su pasión siempre me provocó eso: Miedo.

Ahora respira sonoramente, como si acabase de entrenar una coreografía. Deja caer su mochila, sus llaves, su abrigo.

Le veo venir e intento incorporarme para taparme, pero mi hyung es más rápido. Mucho más rápido.
Yunho gira rápidamente el sillón mientras cae de rodillas frente a mí. Ni siquiera puedo subir mis pantalones antes de que atrape mi miembro dentro de su boca.
Succiona fuerte y sin piedad. Sujetando mis muñecas de una forma brutal. Intento hacer fuerza con ambos brazos para levantarme, pero el forcejeo tan sólo resulta con mi pene entrando más profundamente en su garganta y con un grito de placer por mi parte.

Es tremendamente extraño estar en esta situación de nuevo. Intento apartar la mirada, pero no puedo y me quejo como un animalillo en el cepo.

Puedo ver a la luz de la pantalla, los labios de mi hyung empapados de una mezcla de su saliva, mi presemen y el oloroso lubricante. Las sensaciones que me provoca hacen temblar mis piernas sin remedio.

"No... Yunho.....basta..." Digo yo sin apenas aliento, intentando detener el movimiento de mis traicioneras caderas.

Yunho succiona con unas ganas tremendas, como si quisiera beber mi semen absorbiéndolo con la fuerza de su succión. Su presión se hace más fuerte a medida que lidiaba con el pulso que manteníamos con ambos brazos. Un pulso que Yunho gana, siempre que le pone empeño.

Yo ya no sé si protesto o gimo por el sonido de mis incansables gruñidos. Cuando dejo de oponerme con tanta fuerza, pues la pierdo muy rápido a cada paso que me acerco al orgasmo; sin previo aviso me suelta, se incorpora y retrocede.

Eso no es propio de él. Asustado de lo que fuera a hacer a continuación, me quedo clavado donde estoy, recostado sobre el sillón, despeinado, rompiendo a sudar y con mi miembro empapado, goteando lubricante, furiosamente rojo y erguido.

Yunho pone entonces ese gesto. Ese que nunca había contemplado en nuestra particular intimidad. Ese gesto altivo, arrogante y cauteloso que usa cuando acaba de ganar una batalla de baile y pretende retar sabiendo que ha ganado.

Con ese gesto hipnotizante en su rostro y su mirada, se desnuda rápidamente y se reclina tranquilamente sobre el borde del escritorio, levantando una de sus piernas para apoyar su pie en una de las esquinas. Dejando su sexo y su entrada obscenamente expuestos.

Con dos de sus dedos retira los restos de saliva y lubricante de las comisuras de su descarada boca y con esos mismos dedos frota delicadamente su ya totalmente erguido miembro.

Sin perder esa intensa mirada que dirigía sobre mí, aún en silencio, se apresuró en alcanzar el bote abierto de lubricante y usando una cantidad, llevó esos mismos dedos hasta su entrada, acariciándola con las yemas antes de penetrarse con ambos dígitos de una sola vez, mientras se relamía los labios.

Apoya ahora su brazo libre sobre el escritorio, tras la pierna doblada, y se inclina un poco hacia atrás para dejar mejor paso a la mano con la que comenzaba a dilatarse.

Esta imagen de mi hyung con esta actitud, resulta endemoniadamente erótica y salvaje. Se me ha olvidado como respirar durante estos instantes.

-Oh si... pequeño... es justo como crees...vendrás a f***me...... ¿O pensabas que podías ir metiéndola por ahí en MI propio grupo sin que yo me entere?

A parte del nerviosismo que siento en estos momentos, mi corazón creo que ha dejado de bombear sangre de pronto, congelando mi cuerpo en un instante.

Por desgracia, sumido en mi alegría de tener al fin a Yoochun a mi lado, tampoco me paré a pensar cautelosamente en esta otra situación complicada.

¿Estaba Yunho suficientemente necesitado de lo que yo le daba como para hablar con Yoochun si me negaba?

Su mirada en estos mismos instantes grita que SI. Que conseguirá lo que desea ahora mismo, de una manera o de otra. Cuál de las dos formas, perdiendo a Yoochun o perdiendo mi propio respeto, es la única elección que tengo.

-Quería ser bueno Changminnie, pero verte así... no me hace las cosas más sencillas en absoluto. Vamos..... ven... te necesito....- Me habla con ese tono que solo solía poner en la cama.

Yo estoy tardando en reaccionar. Mi mente es un completo caos. Quiero saber dónde demonios esta Chunnie... si esta con ella realmente.
Quiero verle ahora mismo, pero no quiero que vea esto. No quiero que tenga que saber de Yunho y de mí.... jamás.

Mi hyung sigue gimiendo y dilatándose, desnudo y sudoroso frente a mí.

-¿A qué no sabes dónde está Chunnie? Ohhh... ese Chunnie.... tsk tsk.- Pone ese tono de voz sarcástico y juguetón de nuevo.- Está en el médico ahora mismo....con su " " y su madre también... en "esa" clínica otra vez.- Enfatiza la palabra sabiendo que yo entiendo lo que significa.- Tch tch tch.....-Hace ese sonido con la boca mientras recolecta con el dedo índice su propio presemen que ahora resbala lentamente por su sexo y lo saborea.- Ese travieso de Chunnie no sabe guardársela, verdad que no? Bueno.... no pretendemos que cambie ahora de pronto, a que no? Él siempre ha sido así al fin y al cabo. No se la puede dejar dentro de los pantalones mucho tiempo......tú lo sabes....

Sin darme cuenta mi mirada ha comenzado a empañarse. No sé si de dolor, de rabia, de frustración....
La penumbra esconde mi expresión de la mirada de Yunho. Pero él lo sabe. Sabe mejor que nadie cómo me siento ahora mismo. No necesita verme.

-¿Qué lección pretendes darme hoy, hyung?- Al parecer mi tono defensivo y duro le gusta, porque comienza a estimular al fin su miembro, lentamente.-¿Que no debería haberle dado la espalda a quien estuvo conmigo en los momentos de mayor debilidad? Sabes que tú no eres inocente tampoco.

-nunca te dije que quisiera sentimientos de por medio. Sabes que nunca he pretendido eso de ti.

-Esto que quieres no es sólo un juego, sabías desde el principio que no podrías tenerlo siempre!!- Me quejo, levantándome de la silla de golpe, haciéndote mostrar con ello tu sonrisa burlona.

Sabes que no tengo opción.

-Ohh si, ... pero sabes que soy un chico malo en realidad, verdad? Eso es, ven.....- Sigue diciendo sabiendo que me tiene acorralado, cuando di un par de inseguros pasos hacia él.- Puedes portarte todo lo mal que quieras conmigo.....Sé que he sido malo....muy malo....- Dice atrayéndome hacia él, sujetando con ansias mi miembro lubricado, introduciéndolo inmediatamente en su perfectamente dilatada entrada.

Sabes que tiene que ser así para recibirme. Te relames de anticipación, no en vano soy el que mas grande la tiene del grupo. Me dijiste que siempre fue tu favorita.

Gruñes con fuerza y deleite al sentirla de nuevo dentro de ti. Es solo ahora cuando reparas en las lágrimas luchando por dejar mis ojos. Pegas tu cuerpo al mío, atrapándome con ambas piernas. Sujetas mi cabeza dulcemente para mirarme directamente a los ojos.

-No puedes quererle así Minnie...-Susurras cerca de mí.- No de éste modo. No a Park Yoochun. Si hubiera sabido desde el principio de quién se trataba...- notas ahora que no te presto toda la atención que requieres ni siquiera te estoy mirando a los ojos. Mueves tus caderas enérgicamente contra mi pelvis, arrancándome un gemido. Siempre estás tan estrecho....sé que sólo te acuestas conmigo. Lo sé.

¿Por qué no puedo saberlo con esta misma certeza de aquél al que.....

Chunnie....

Te quiero.....

¿Por qué no me hace sentir feliz este pensamiento?

Puedes amar a Park Yoochun. Puedes f**r con Park Yoochun. Puedes trabajar con Park Yoochun.

Sin embargo hay algo que todos saben;

No puedes confiar en Park Yoochun.

Amante y egoísta.

Adictivo y de humor taciturno, extremo.

Así era mi hyung favorito. Y yo lo sabía. Y lo adoraba.

Pensé que me gustaba así. Y así era.

¿Por qué caen las lágrimas entonces?

Creí que yo era diferente.

Eso es.

Mi arrogancia me cobra factura.

"F**me Changminnie...."

"Así..... ahhhh... sé que estás... ahh enfadado si......estoy siendo una auténtica perra...."

"Pero eso es lo que soy, Minnie.... soy tu perra.....ahhhh dios claro que sí!! ahhhhh"

"Dame lo que me merezco!! eso es.... más......tu hyung es tan malo..... si ohh tan malo...."

"no pares!!! aahh"

Ahora se ha puesto de espaldas a mí, doblado sobre el escritorio, adora eso. Pero no le dejaré masturbarse, oh no.....

Le he sujetado ambas manos a la espalda. No se tocará hasta que yo termine.

"Maldito seas!"

"aaah no, oh dios..... Minnie, si, así de fuerte.... ohh voy a correrme aún así"

Yunho hace forcejea con sus brazos para soltarse de mi agarre, Yo me inclino sobre él para que no lo haga, pero solo consigo que contraiga los músculos de su trasero e incremente brutalmente la presión de su cuerpo sobre mi pene, voy a terminar ahora mismo.

Los restos de mis lágrimas caen rodando sobre la base de su bronceada espalda. Mientras siento como mi orgasmo llega en oleadas hasta todos los rincones de mi cuerpo, intento cerrar los ojos e imaginarme que estoy dentro de otra persona. Pero su deslizante piel, el aroma de su cuerpo, son demasiado conocidos como para poder engañarme a mí mismo. Abro los ojos y veo la espalda de Yunho retorcerse levemente de placer mientras le envisto erráticamente durante los restos de mi orgasmo.

"No quiero volver a hacer esto"


Al fin he terminado y me alejo inmediatamente de él. Tambaleante, me dejo caer sobre el sillón antes de finalizar si quiera mi propio orgasmo. Segundos después le escucho gemir desesperado, sujetando con sus manos ya libres los bordes del escritorio, mientras derrama su semen contra el mueble.

La brutal excitación que siento al verle en ese instante, con mi semen escurriendo por sus piernas, después de haber manchado el escritorio que tiene delante, dejando su abertura dilatada completamente expuesta a mis ojos; se mezcla con el profundo odio que siento al mismo tiempo por él en este momento. Sabiendo lo que me ha obligado a hacer.

¿Por qué me está haciendo esto? Yunho, que tanto se preocupa siempre por mí.

Creo que se está confundiendo. Creerá que no hablo en serio cuando digo que no quiero volver a hacer estas cosas con él. Aunque fuera forzosamente el primero, y yo consintiera después, nuestros encuentros siempre me dejaron lleno de liviana, retorcida satisfacción y profunda amargura.

Sé que siempre cuida de mí, que siempre me protege, me anima.... pero no repara en estos sentimientos que al parecer él no puede sentir por otro hombre. Para él acostarse conmigo, o cualquier hombre, es solo sexo, morbo. Algo que necesita para compensar el exceso de dominancia con el que dirige su vida.

Pero aunque siempre se haya esforzado por entender que para mi Chunnie era distinto.... aunque no supiera quién era... respetó mis sentimientos por él aunque ambos nos aprovecháramos de la desesperación del otro. Pero ahora....sabiendo cuando me ha importado Chunnie, desde siempre...me arrastra a esto.

Sé cuanto lo necesita... sé que quizá quiero al hombre equivocado..... pero él.....

-¿Me juzgas?- Dices sonriendo girando la cabeza hacia mí. Ha notado mi mirada inquisitiva sobre él, pero para mí su postura es aún demasiado erótica para poder llevar seriamente la conversación. Tengo que salir de aquí, todo está demasiado fuera de lugar.

-Todo está mal.... muy mal!!- digo de pronto.- Yo, tu... incluso él.... no quiero hacer esto Yunho, eres consciente?

Se giró del todo sobre sí mismo, con esa sonrisilla autosuficiente en sus labios, con su piel perlada por el sudor. No tenía pudor alguno delante de mí.

Yo ya me había colocado la ropa completamente.

Se sienta sobre el escritorio que ha ensuciado, como si no tuviera prisa.

Aún puedo escuchar sus sucias palabras de hace unos instantes. Esto siempre me ha resultado violento, desde la parte infantil de mi corazón.

-Pero ha estado bien, oh no?- Pregunta al fin, mirándome directamente a los ojos.

-Esto nunca ha estado bien y lo sabes.- Él entendió lo que quería decir. De inmediato, y cambió el tono juguetón por otro que indicaba que estaba algo molesto.

-Eso es justamente lo que lo hace aún más excitante y placentero, Minnie. ¿Por qué de pronto las guarradas que hagas con Yoochun están menos mal?

-No lo sé. Siguen siendo guarradas igual, pero se sienten diferente, yo lo siento diferente.

- ¿Desde cuándo? - preguntabas incrédulo casi al borde de la risa.

- No lo sé, hyung, no lo sé.

- Ya has conseguido lo que querías Minnie.... por qué complicarte aún más la vida? Piénsalo bien.... Joder...te has estado tirando a Yoochun en mis putas narices..... ¿Fuiste tú el que le dejó así en las vegas eh?

Yo resoplo y sacudo la cabeza intentando que note mi molestia al hablar sobre el tema. De reojo veo que se muerde el labio. Se está tragando sus palabras, quiere preguntarme por qué no me desaté de esa forma con él, que le marque, tal y como a él le gustaría. No entendería que lo que hice no fue a propósito.

Espero que nunca me pregunte nada al respecto porque esa pregunta no tendría respuesta.

-Eso no es asunto tuyo hyung.- Contesté tímidamente, mis palabras en completa discordancia con mi tono de disculpa.


-¿Crees que haces algo mal, Minnie? No sé qué te habrá prometido Yoochun, pero te digo la verdad.

Dicho esto salió de la habitación caminando hacia el baño, le vi entrar y cerrar la puerta tras de sí, a través de la puerta abierta del estudio.

Acababa de darme cuenta de que ni siquiera había cerrado la puerta.

¿Si nos hubiera visto alguien del grupo?

Me eché las manos a la cabeza. Sólo me importaba lo que yo mismo sabía en realidad.

Las últimas palabras de Yunho me habían dejado el corazón en vilo. Yoochun en realidad no me había prometido nada.

Porque yo no necesitaba nada.... no necesitaba promesas... solo quería que estuviera a mi lado, tal y como me dijo. Para mí era suficiente. Pero no había reparado en donde nos dejaba eso. Qué éramos ahora para los demás.... qué pensaba hacer en realidad.

Tras unos instantes de silencio, cuando el aroma a sexo de la habitación al fin se desvanecía, decidí llamarle yo mismo por teléfono. Me di cuenta de que necesitaba saber qué estaba haciendo. Quería probar que no estaba pasando todo lo que Yunho insinuaba.

Marqué rápidamente su número de teléfono en el mío. Los toques de señal se sucedían pero no había respuesta. Sólo eran las 8 y media de la tarde.

Comencé a mordisquearme las uñas. Me había costado bastante quitarme el hábito y volvía de vez en cuando.

Seguí llamándole una y otra vez pero con el mismo resultado. Seguí así durante otra interminable hora. Dejé finalmente el endemoniado teléfono sobre el escritorio de un fuerte golpe. Yunho aún seguía en el baño. Esperaba que se deshiciera de las pruebas de nuestro pecado que adornaban el costado de la mesa. Pero de pronto me di cuenta de que él ya se estaba ocupando de quitar la mía de su cuerpo.

Aunque nunca lo había hecho antes, limpié yo mismo el desastre, solo por no sacarle el tema de nuevo.

Cuando terminé, cogí de nuevo el teléfono y marqué, de nuevo no había respuesta y lo volví a dejar sobre el escritorio, 10 veces más frustrado que antes.

Fui hacia la cocina para, al menos hacerme algo de comer y quitarme el estrés, ocuparme con algo.

Cuando acababa de abrir la puerta de la nevera, escuché mi teléfono sonar en la distancia. Esprintando como nunca por el pasillo, me choqué con Yunho que en ese momento salía de la ducha. Alcancé el teléfono a tiempo.

"ye?"

"Oh.. Changmin ah?" La voz femenina que había contestado el teléfono parecía tremendamente sorprendida de encontrarme al otro lado de la línea, aunque había llamado ella. Esperé a que continuara. "Oh.. he llamado a este número porque.. parece que hay varias llamadas. Yoochun no está aquí ahora mismo si le estáis buscando."

Tan sólo ese comentario me hizo falta para entender que ella desconocía nuestra relación por el momento.

"Oh... Yunho hyung preguntaba por él, no se por qué." Mentí.

"Oh, ya veo. Se lo diré cuando vuelva, ha salido afuera del hospital a fumar, ahora entrará de nuevo. Aún tenemos que esperar unos resultados importantes aquí, pero dile a Yunho que después podremos volver. Tenéis un par de días libres no?"

"Si." contesté desolado. Ella no lo notaba en mi voz. "Oh, sí gracias Noona, se lo diré a Yunho. Hasta pronto."

Colgué mientras ella terminaba de despedirse.

Me senté en mi sillón y apagué la película que aún seguía reproduciéndose en mi pc.

Me quedé perdido en mis pensamientos no sé por cuánto tiempo, con la mirada perdida, hasta que escuché sonar un teléfono móvil que no era mío, pero no le presté atención. Al cabo de los dos minutos apareció Yunho que estaba aún secándose el pelo con una toalla, tan solo con los pantalones puestos, aún sin camiseta.

"Está sonando mi tlf?" Preguntó mientras corría a rebuscar entre su abrigo y su mochila para encontrar el aparato. "Mierda!" exclamó mientras revolvía las cosas sin éxito. Cuando al fin contestó no parecía muy contento. "Yeh no. Ya veo. No, no necesito nada. En serio. Ok. Bye"

Le observé mientras terminaba su conversación sin quitarme el ojo de encima. Cerró el tlf y dio un paso más largo, pasando por encima de sus cosas apiladas en la puerta.

-¿Por qué no me crees?- Preguntó sonando como el "te lo dije" que no quería oír.

Yo bajé la mirada y de nuevo me agarré el pelo con las manos, revolviéndolo un poco.

Hasta a mi me preocupaba lo mucho que me estaba afectando. No entendía que debía sentir en estos momentos. Debería estar celoso, sentirme inseguro, debería por el contrario confiar en él? O no debía dejar que me afectara algo así?

Noté que Yunho no se movía y levanté la mirada para verle. Me miraba preocupado. Cogiendo una de las sillas cercanas, se sentó junto a mí. Me miró a los ojos, y sin decir nada más, me acercó a él sujetándome de la nuca y me besó en los labios.

Yo no le detuve porque no me esperaba algo así. Yunho jamás había hecho algo semejante. Sentía sus firmes labios contra los míos, y no sabía que hacer.

Deslizó parte de su lengua en mi boca, y me besó más y mas, profundizando el beso lentamente, ayudado por la mano que presionaba mi nuca.

"No quiero verte así por ningún tío." Me susurró al separarse tan sólo un poco de mí, aún con su mano en mi cuello. “prometido? No va a pasar nada. Ya volverá ese idiota y te explicará todo. Ok? Y si no te deja las cosas claras le daré una paliza eh?"

Me eché a reír mientras hablaba.

"Yunho... no quiero volver a acostarme contigo, por favor para mi es importante." Le dije.

"ya ya..... "Dijo como si no quisiera escuchar esa frase una vez más." Me comportaré mientras ese idiota lo haga contigo....pero como quieres que me reprima contigo ma***tela en medio de la sala eh?" Me dijo mientras besaba la comisura de mis labios y sonreía. Yo no pude reprimir otra sonrisa al escuchar su comentario. Aún apoyaba su frente contra la mía, hablaba en voz baja.
"Si tú te comportas en casa.... yo también me comportaré.....pero no me pongas la zanahoria delante en mis momentos de necesidad eh?" Bromeó de nuevo haciéndome reír mientras se incorporaba de nuevo. Mis ojos brillaban acuosos ahora. Sentía como si me hubieran liberado de pronto de una pesada carga.

"puedes ser todo lo gay que quieras pero no me seas nena." Me dijo sonriendo mientras terminaba de coger sus cosas del suelo y volvía a su habitación para terminar de vestirse.



Llevé a ambas manos a mi cara y suspiré........

Yoochun....

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