El Edificio de Colores

Título: El Edificio de Colores
Autor: MiyuChan
Pareja: YunJae
Género: Romance - Drama
Extensión: Oneshot
Advertencia: Lemon
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Hace una semana venía siguiendo a ese joven que le llamo la atención y que lo cautivó desde el primer momento en que lo vio…

Era un día nublado y muy frío de otoño… las hojas secas en las aceras daban una vista muy acogedora a la pequeña ciudad donde vivía.

Le gustaba vivir ahí.

Últimamente había comenzado a llegar mucha gente de las afueras de la ciudad, llenando aquella pequeña y humilde ciudad de miles de mercados y más locomoción… Lo cual entristecía bastante al joven Yunho…

A sus 18 años de edad era un joven bastante maduro, tenía claro todo su futuro… Hasta que lo conoció a él.

Había ido a comprar las cosas que su madre le había pedido, cuando venía de regreso se topo en una calle con un grupo de personas… muchos eran ejecutivos y gente de las afueras de la ciudad… Al pasar entre ellas un chico le paso a llevar el hombro y un exquisito aroma a fresas inundo el lugar, cuando se dio vuelta para mirarlo aquel joven lo miro rápidamente y con una extraña sonrisa pronuncio un suave “Lo siento” y se perdió entre la multitud.

Y por primera vez Jung Yunho se dio cuenta de que la perfección si existía… Si, aquel ser era totalmente perfecto.
Por el resto del día no pudo borrar de su mente el rostro de aquel hermoso joven… Esa blanca… Blanca piel como la leche, esos rosados labios color fresa (Al igual que su perfume), ese fino cabello negro que caía en mechones sobre sus brillantes ojos negros (que apenas noto por la pañoleta negra que cubría su cabeza)…

Y había sido capaz de ver todo eso en una milésima de segundo… Milésima de segundo que le basto para no hacerlo dormir esa noche, solo pensando en el… ¿Quién sería? ¿Cómo se llamaría? ¿Dónde estaría ahora? Tantas preguntas y todas sin respuesta…


Al día siguiente volvió a encontrarse con él (Hecho que lo alegro bastante)… Esta vez decidió seguirlo, no entendía bien el porqué… Solo lo hizo.

Camino varias cuadras tras él, hasta que lo vio entrar a un edificio bastante grande, luego de esperar largo rato con las esperanzas de verlo salir decidió irse.

- Debe vivir ahí… Que tonto soy… -

Y así se repitió día a día durante toda una semana. Yunho seguía a ese joven que tanto le intrigaba, luego esperaba fuera de aquel edificio con la esperanza de verlo salir (Aunque sabía que no sería así) y luego volvía a su casa totalmente desilusionado… Hasta que se armó de valor y decidió entrar.
Cuando lo hizo pudo notar un cambio de ambiente bastante drástico, por todos lados se veían hombres algo ebrios abrazados a mujeres, risas, peleas en algunos sitios y lo que más vio… parejas besándose de maneras… no muy decentes que digamos.
Miró al mostrador encontrándose con una mujer muy mal maquillada con un cigarro entre sus excesivamente rojos labios, la cual leía un periódico sin prestar atención a todo el escándalo alrededor.
Yunho trago saliva y se acerco a ella.

- ¿Di… disculpe? -
- ¿Hmm?- La mujer dejo el diario a un lado mirando de pies a cabeza al joven nervioso parado frente a ella.
- Disculpe…. Yo… estoy buscando al joven que entro hace un rato… Llevaba un gorro negro con una calavera y… -
- Jae-boo? Vaya vaya… este chico sí que consigue buenos clientes… - La mujer lo miro seductora, demasiado para su gusto… logrando que se sintiera mas cohibido que antes. La mujer busco algo en un cajón, saco una llave y se la dio - Habitación 9095… -
- ¿P… perdón? -
- JaeJoong-sshi se encuentra en esa habitación… ve y búscalo tu mismo -
- gracias… -

Cuando recibió la llave y se dio vuelta la mujer le dio una nalgada y comenzó a reír, petrificándolo un instante.

- Que te diviertas guapo… -

Yunho fingió una sonrisa y camino rápidamente buscando el número que marcaba la llave. Todas las puertas tenían números al azar, al igual que sus colores…

- 44… 687… 10… 9095, Esta es… -

Se acerco dudoso a la puerta de un fuerte color rojo, pensó en golpear pero… Si le habían dado una llave… por algo seria, ¿No?
Introdujo la llave en la cerradura, todo esto le daba mala espina…

Abrió la puerta y…

- Oh dios… -

¿Qué era esto? ¿Una broma? Al abrir la puerta se encontró con una pareja teniendo sexo y… ambos eran hombres… Yunho quedo totalmente mudo al percatarse que el chico que estaba debajo del otro hombre (Que era mucho mayor) era ni más ni menos que… el chico al que había seguido toda esa semana.
El hombre se levanto algo indignado y comenzó a vestirse rápidamente, el más joven se sentó en la cama y puso su mano en la nuca, el hombre lo miró

- Volveré más tarde… -
- De verdad lo siento, se lo compensare… -
- Luego te pago lo demás… - Le dio algo de dinero y salió de la habitación, cerrando la puerta y dejando a Yunho dentro.

De verdad no entendía nada, nunca se había sentido tan confundido en toda su vida.
El moreno se levanto amarrando una sabana a su cintura, se acerco al joven más alto y pronuncio suavemente las palabras “Hazme tuyo” en su oído y comenzó a lamer su cuello.

- N… no... Espera… -

Yunho alejo al joven de labios rosados, este lo miro entre confundido y molesto.

- No, yo… no vengo a eso… -
- ¿Entonces qué quieres? - El moreno sonaba cortante pero sin quitar ese acento sensual que había usado en las primeras palabras que le dijo.
- yo… vine por ti… -
- Claro que sí, todos vienen por mi… -
- No... Entiendo… - La confusión se notaba totalmente en la voz de Yunho, el moreno rió suavemente haciendo que su corazón latiera más rápido.
- Se nota… Estas en un prostíbulo, lindo… -
- ¿prostíbulo?... yo… no... No sabía… -
- ¿Cómo diablos llegaste aquí entonces si no sabias eso? -
- yo… te seguí… -

Las mejillas del joven de piel tostada tomaron un color rojizo, el moreno lo miro algo confundido y le sonrió…

- La verdad es que… esto nunca había pasado… Y no te entiendo bien… ¿Dices que me seguiste? -

El castaño asintió lentamente y el moreno puso dos dedos en su sien derecha masajeándola, y la otra mano en su cintura.

- ¿Y porque me seguiste? -
- La verdad es que no lo sé… -
- Eres raro… Pero me agradas… -

Al escuchar esas palabras el castaño pudo sentir como su corazón comenzaba a latir rápidamente, llegando a pensar que el joven frente a él lo escucharía.
Se quedaron un rato hablando hasta que Yunho poso su vista en el reloj que colgaba en la pared.

- Es tarde, debo irme… -
- bueno… -
- Este… ¿Podrías decirme tu nombre? -

El moreno sonrió coquetamente

- Soy Kim Jaejoong… -
- Oh… Jung Yunho… -
- ¿Qué edad tienes? -
- 17… -
- Yo tengo 18… Un gusto Yunho… -

Se dieron la mano y Yunho salió de la habitación algo triste, la verdad es que le gustaba mucho ese chico y podría quedarse toda la vida hablando para saber más de él.

Así lo repitieron varios días, Yunho iba a aquel edificio, le entregaban la llave de la habitación y se quedaba charlando con Jaejoong… y a medida sabia mas sobre el… mas se enamoraba… Si, estaba enamorado de Jaejoong.

- ¿Te gusta trabajar aquí? -

El moreno lo miro con expresión neutra y sonrió

-No es que me guste… La verdad es que lo odio… Lo hago para saldar una cuenta que mi padre le debía al dueño del lugar…-
- ¿Saldar una cuenta? -
- negocios de los que nunca me hablo… creo que le debía dinero… El cual no tenía… -
- Entonces cuando tu padre le termine de pagar podrás dejar de trabajar aquí? -
- Veras… mi padre… murió hace 1 año, así que no pudo terminar de pagar el dinero… por eso… tendré que quedarme aquí… -
- Oh… entiendo… -

Toc toc toc

- Demonios… -
- ¿Qué pasa? -

El pacifico rostro del moreno cambio drásticamente a una expresión de preocupación mezclado con miedo, la puerta se abrió dejando entrar a un hombre muy alto y mayor, Jaejoong se levanto quedando rápidamente frente a él.

- ¿Que está pasando aquí? -
- Señor… yo… -

El hombre miró a Yunho quien no entendía nada de lo que estaba pasando… -

- porque estaban… -
- ¡No es su culpa! El no tiene la culpa… Deje que se vaya, por favor… -

El hombre lo miro fijamente, se veía molesto, Jaejoong volteo su rostro para mirarlo.

- Yunho, vete… -
- ¿Qué? Pero Jae… -
- ¡Solo vete! -

Yunho asintió y salió de la habitación, cuya puerta se cerró fuertemente apenas salió. No tuvo más remedio que irse, totalmente preocupado por Jaejoong.

Al otro día volvió al edificio esperando encontrarse con el joven de gruesos labios color fresa.

- Busco a Jaejoong-hyung. -

La mujer del mostrador lo miro y le sonrió.

- Lo siento cariño, Boo no vendrá a trabajar este fin de semana… tendrás que esperar hasta el Lunes. -
- Oh… entiendo, gracias -

Tendría que soportar 2 días sin verlo, sería un total infierno pero lograría soportarlo.

Cuando al fin llego el tan esperado día lunes Yunho no pudo esperar y corrió al edificio de colores como decidió llamarlo (Por la variedad de colores en las puertas) puesto que llamarle prostíbulo le parecía un tanto bruto.

Cuando le dieron la llave corrió hacia la habitación y al entrar…

- ¡Jaejoong-hyung! -
- Yunho… -

El castaño quedo totalmente inmóvil ante tal imagen… el blanco y suave rostro de Jaejoong estaba lleno de rasguños, en su mejilla derecha y en su frente tenia vendas y uno que otro moretón en los brazos y cuello.

- ¡Jae! ¿¡Que te paso?! -
- no podemos hablar Yunho… Lo siento… -
- ¿pero porque no? -
- El dueño del maldito prostíbulo se entero de que vienes todos los días y que solo hablamos! No puedo hablar con mis clientes, Yunho… Solo soy un objeto para la satisfacción sexual de todos los hombres que vienen a este lugar…
- Jae… por favor, no… -
- Si ese hombre se entera de que seguimos viéndonos no se de lo que sea capaz… no quiero que te pase nada… -
- Yo… haré lo que sea que deba hacer con tal de seguir viéndote… -
- Sabes que solo puedo verte a cambio de… -
- Sexo… ¿no? -

El moreno bajo la mirada y asintió suavemente…

- No me importa… con tal de verte… -
- Yunho… -

El castaño se acerco a Jaejoong y lo beso suavemente, Este quedo algo impresionado y sintió como su corazón se aceleraba… por un momento no reacciono al beso hasta que rodeo el cuello del moreno con su brazos, intensificando mas el beso… a los pocos minutos se encontraba Jae recostado en la cama bajo el cuerpo de Yunho quien besaba, lamía y mordía todo su pecho.
Los gemidos del moreno no tardaron en salir cuando el castaño comenzó a morder sus pezones.

- Ahh… ah… yunho… ¿estás seguro de... Esto? -
- Más que nunca… -

Jae comenzó a besar y morder la tostada piel del castaño al mismo tiempo que movía sus caderas frotándolas con las de Yunho, sintiendo sus miembros despiertos rozarse entre sí a través de la ropa.
El castaño se deshizo rápidamente de sus pantalones así como de los del mayor… quedando ambos en bóxer, la mano de Jae se deslizo por todo el pecho de Yunho hasta su vientre… Acto seguido introdujo su mano en su bóxer, aprisionando su miembro con su mano la cual comenzó a mover rápidamente…

- Ahhh… Ahh dios… Jae… -
- Yunho… hmm… -

Yunho se deshizo de la ropa interior del mayor apreciando su bien formado cuerpo completamente desnudo… Alejó la mano de Jae de su miembro lamentando la falta de atención y le sonrió.

- Yunho… que vas a… Ahhhhhhh Dios mío Yunho… -

El placer envolvió completamente a Jae al sentir la lasciva lengua de Yunho recorrer su miembro erecto en toda su totalidad para luego introducirlo completamente en su boca… moviéndola de arriba abajo mientras lo masajeaba con una mano.

- Yun… Yunho… Ahhh… -

Jae busco algo donde aferrarse ya que en cualquier momento se caía de la cama por moverse tanto.
Cuando creyó que no podía sentir más placer Yunho se las ingenió para introducir un dedo en la entrada del mayor… Lo cual logró sacarle mas gemidos… al comprobar que aquello le daba más placer repitió la acción introduciendo dos y luego tres dedos, moviéndolos de adentro hacia fuera una y otra vez… Cuando sintió que ya estaba listo dejo su erección para dirigirse a su boca y besarlo apasionadamente. Mientras Jae le sacaba el bóxer que lo único que hacía era estorbar…

- Yo… ¿puedo?… -
- Hazme lo que quieras… -

Yunho obedeció, ubico su miembro en la entrada de Jae y lo penetró lentamente.

- Hmm… -

Una expresión de dolor se dibujo en el bello rostro de Jae, sus mejillas sonrojadas por la excitación y su hermosa piel perlada por el sudor.

- ¿Duele mucho? ... -
- Tranquilo, no te… preocupes… -
- Si duele mucho dímelo… lo que menos quiero es hacerte… daño… -

Yunho comenzó a moverse lentamente en el interior de Jae, dificultándole un poco la tarea a causa de la estreches de este…

Jae sintió ganas de llorar, no por el dolor, sino que todo era tan especial… Nunca nadie se había preocupado por él… antepuesto su bienestar al placer… Nunca le habían hecho sentir tanto placer y nunca nadie le había tratado tan bien… Lo único que siempre recibió eran golpes y dolorosas penetraciones que miles de veces lo habían dejado sangrado… Pero Yunho era especial… Se sentía tan bien con él…
Finalmente el dolor desapareció completamente transformándose en total placer, los gemidos de ambos inundaban la habitación…
Yunho comenzó a acelerar sus movimientos al mismo tiempo que comenzaba a masturbar el miembro del mayor…

- Yunho… Ahhh… hmm…
- Jae… Jae… hmm… -

El final estaba cerca, corrientes eléctricas recorrían sus cuerpos… Jae arqueaba su espalda en busca de más contacto, gimiendo como nunca lo había hecho…

Un último gemido salió de la boca de ambos indicando que ya habían alcanzado el orgasmo… Sus cuerpos se quedaron estáticos un segundo para luego comenzar a temblar suavemente… Yunho cayó rendido sobre el cuerpo del mayor el cual lo abrazó y acaricio su cabeza… Sus respiraciones comenzaban a regularse nuevamente…

Una lagrima escapo de Jae pero la secó rápidamente. Se sentía tan feliz pero a la vez tan mal… Le daba miedo pensar que luego Yunho solo lo usaría… Lo usaría como todos sus clientes y que todo se volvería simple sexo…

-¿Estas bien?... -
- Mejor que nunca… -

Se quedaron recostados un largo rato, Jae abrazado a la cintura de Yunho quien acariciaba su sedoso cabello.
El castaño rozó suavemente uno de los rasguños del mayor con la yema de sus dedos…

- De verdad siento tanto que estés así por mi culpa… -
- No… no te eches toda la culpa Yunnie… -

El castaño sonrió de oreja a oreja al escuchar ese apodo…

- ¿Yunnie? -
- ¿No te gusta? -
- Me encanta… mi Boo… -
- ¡Así me dicen aquí! -
- ¡A mí me pareció muy lindo!... - Hizo un lindo puchero inflando sus mejillas, Jae comenzó a reír.
- ¡No hagas eso! ¡Que no correspondo por mis actos! -

Yunho sonrió y le dio un tierno beso en los labios lo cual causo bastante impresión en el moreno…

- Yunho… -
- Jae yo… te… -
- Dios mío Yunho, ¡ya debes irte! Será peligroso si te quedas más rato aquí… -
- Oh… entiendo -
- Perdón… ¿que ibas a decirme? -
- No, nada… -

Yunho al terminar de vestirse extendió sus manos y le entrego al mayor todo el dinero que había encontrado en sus bolsillos.

- No quiero tratarte como a un prostituto ni nada… Esto es solo porque es parte del trato… -
- Yunho… yo si soy un… -
- ¡No! - Yunho lo interrumpió con una voz muy firme y decidida - No lo eres! Eres mucho más que eso [Sin ofender a los que lo sean xD] y eres la persona más maravillosa que jamás he conocido… -
- Yunnie… -
- Mañana volveré, lo prometo… ¿Si? -
- Si, te esperare… -

Yunho le dio un beso en la frente y se fue…

Al otro día y durante todo un mes lo repitieron, pero a medida pasaba el tiempo Yunho comenzaba a sentirse mal… Sentía que con el tiempo solo se convertía en simple sexo y solo se estaba haciendo daño… Amaba demasiado a Jae y sabía que si seguían viéndose solo se harían más daño ambos… Por lo que, con el dolor de su alma, decidió no ir más al edificio de colores…

Y así paso todo un mes… Un mes en el que no supo nada de Jaejoong, un mes en que solo sufrió… Un mes en el que no durmió ni como casi nada… pensando en él… Se estaba enfermando… No solo físicamente, eso no le importaba… se estaba enfermando su corazón… su corazón se estaba marchitando…

Para calmar su dolor por un momento iba a caminar al parque que tanto le gustaba… y ese día no era la excepción, cuando llegó se encontró con una mujer que le parecía familiar… ¡Oh!, ¡era la mujer del mostrador del edificio de colores! No la había reconocido ya que no llevaba tanto maquillaje e iba bien vestida… Hasta se veía atractiva… Se acerco a ella y la saludo.

- ¡Hasta que te encuentro, Lindo! No sabía cómo contactarte… ¡Y estaba tan desesperada! -
- ¿Que paso? … - La preocupación se hizo evidente en su rostro…
- Por favor, debes ir a ver a Jae Boo… Está muy mal…-
- ¿Esta… mal? -
- ¡Claro que sí! Desde que no apareces por esos lugares Boo ya no sonríe… y lo único que hace es llorar… Me destroza tanto verlo así… Tú eres el único que puede hacerlo sonreír nuevamente…
- lloró… por mi culpa… -

Y en ese momento se dio cuenta de que había sido un egoísta… que solo había pensado en él y no en los sentimientos de Jaejoong… Solo había huido como un cobarde…

- Soy… un verdadero tonto… -

Sonrió, se dio media vuelta y corrió en dirección al edificio, cuando llegó corrió y entro rápidamente a la habitación…

- ¡Jae! -

Al entrar se encontró con Jaejoong (Mucho mas lastimado que antes) forcejeando con el dueño del edificio quien intentaba quitarle la ropa… Al sentir la puerta abrirse Jae se giró inmediatamente y sus ojos comenzaron a humedecerse…

- Yunho… -
- ¡¡No lo toques desgraciado!! -

Con toda la fuerza que tenia Yunho empujo al hombre quitándole de los brazos a Jae y lo abrazo fuertemente…
- Jae, por favor perdóname… Fui un tonto… un completo idiota… jamás volveré a dejarte… -
- Yunho… -

Jae comenzó a llorar en los brazos del menor, lo cual le hizo sentirse el ser mas desgraciado en la faz de la tierra.
El hombre se levanto y se acomodo la corbata…

- Les recuerdo que esto… - Tomó a Jae del cabello y lo jaló quitándoselo a Yunho de los brazos - me pertenece…-

Los ojos de Jae volvían a cristalizarse… Se veía tan pequeño, tan frágil… tan desprotegido…

- Cuanto… ¿cuánto le quedo debiendo el padre de Jae? -
- No podrías pagarlo, mocoso… -
- ¿Habrá otra manera para poder pagarle? Cualquier cosa… ¡haré lo que sea!... -
- Yunho… no… -

El hombre comenzó a reír a carcajadas, tirando más del cabello de Jae…

- veamos… eres virgen de atrás, ¿no? -
- S… si… -
- Con eso me basta… -
- ¡¿Qué?! ¡¡No!! ¡¡Yunho!! ¡No lo hagas! -
- No te preocupes Boo… -

El hombre lanzo a Jae fuera de la habitación cerrando la puerta con llave…

- ¡¡Yunho!! ¡¡No lo hagas por favor!! ¡¡Es una estupidez!! -

Jae gritaba y golpeaba la puerta con toda su fuerza pero esta no se abría… Y no podía escuchar nada…

- ¡¡Por favor!! ¡¡No le haga daño!! Se lo ruego… por… favor… -

El pánico envolvió al moreno, comenzando a llorar desesperadamente… Sus puños comenzaban a sangrar de tanto golpear la puerta, la desesperación lo consumía…

- Yunho… por favor… por favor… -

Pasaron 4 minutos… 10 minutos… media hora y la desesperación crecía en Jae quien se encontraba de rodillas frente a la puerta con su cabeza apoyada en ella… su cuerpo temblaba por los sollozos… hasta que al fin la puerta se abrió…

- ¡¡Yunho!! -

Jae entro rápidamente a la habitación, el hombre que arreglaba su cinturón se dirigió a la puerta…

- Es todo tuyo mocoso, ahora váyanse antes de que me arrepienta… -

Y salió de la habitación, el moreno corrió hacia Yunho, quien se encontraba boca abajo en la cama… completamente desnudo, y lo abrazó fuertemente…

- ¡Porque lo hiciste maldición!... ¡¿Porque?!... ¡eres un tonto!... -

El llanto de Jae no cesaba, Yunho lo miró, le sonrió dulcemente y lo besó…

- Porque lo hiciste Yunho… no lo entiendo… solo te hiciste daño… por mi culpa…
- Lo hice porque te amo… Y sería capaz de hacer cualquier cosa con tal de tenerte a mi lado…

Las lágrimas del mayor comenzaron a salir con más insistencia… Eso era sin duda la cosa más hermosa que le habían dicho en toda su vida…
Entre sus manos tomo el rostro del castaño acariciándolo suavemente y comenzó a darle suaves y pequeños besos en los labios…

- Te amo tontito… te amo… te amo… -

Luego de todo ese extraño sucedo Jae se fue a vivir con Yunho, y nunca más volvieron al edificio de colores, aunque Yunho sin duda le estaba totalmente agradecido a ese edificio porque, aunque no cosas muy buenas le pasaron en el, pudo conocer a Jae… y por fin ser feliz.

Fin