Un Lugar en su Corazon cap 6

-No, gracias -tembló-. Ese ambiente no me agrada para nada.

-Mi hermano decía lo mismo que usted. El se asustaba cuando mi hermana hablaba de mazmorras.

La idea de que Yunho tuviera un hermano y una hermana, y que jugara con ellos de niño, lo hacía demasiado humano. Además, aun tenía en la cabeza la imagen de el enseñándole a su hijo.



-Por cierto…
-Qué? -dijo fríamente.

-Su hermano se llama como mi mejor amigo, con el cual vine aquí. El también es de Corea.
-Tan amigo era que lo dejo ahogarse -insinuó burlonamente.

-No es eso, lo que ocurrió fue un descuido mío.
-Pero debió advertirle sobre la corriente del mar.

-Y lo hizo, pero no le hice caso, fui demasiado confiado. La verdad es que ahora debe de estar muy preocupado.
-A diferencia de usted?

-Sea consciente de que ahora estoy aquí por su *generosidad*. Ambos sabemos que no desea que me quede más tiempo del necesario.

-Está en lo cierto -afirmo con una frialdad que a Jae le llego a los huesos-. Sin embargo, hay una complicación.
-Cual? -lo observo con curiosidad.
-A Junsu le cae bien, quizás le recuerda a su mama.


Sintió que empezaba a humedecérsele los ojos y bajo las pestañas.


-Le aseguro que no fue mi intención. –aseguro-. Hay alguna manera de compensarlo?
-Sí, es obvio que Junsu disfruta de su compañía. Paso con él, el tiempo que puedo, pero los asuntos de estado no respetan. Podría aceptar ser su acompañante y hacer que disfrute de sus vacaciones.


Jae se sintió indeciso. Yunho le pedía que se quedara por el bien de su hijo, no por él. Pero, el efecto perturbador que surtía de él?
Se dijo que él estaría ocupado y que no tendría que verlo mucho. Eso tendría que haberlo tranquilizado; sin embargo, tuvo el efecto contrario.

- Y sus tutores y el niñero que menciono... no pueden ayudarlo?
-Ellos se ocupan de sus necesidades físicas, no de las emocionales. Usted es la primera persona que mi hijo acepta desde la muerte de su madre.

-No lo sé -vacilo.

La expresión de Yunho volvió a ser fría.

-Comprendo que desea ser libre, pero es tanto pedir que sea acompañante de un niño?
-Uhm... por lo general cuanto duran sus vacaciones?
-Un mes. Hemos llegado a comienzos de la semana.

Dado las chispas que saltaban entre ellos cada vez que se miraban y el evidente desagrado de Yunho hacia Jae, un mes parecía un tiempo peligrosamente largo para pasar bajo su mismo techo.

-Podre hacer lo que yo quiera en mis tiempos libres? -lo miro con ojos malvados.
-A que se refiere?

-Como pintar, practicar Surf.... no sé.. cosas que se me ocurran.
-Si, lo que usted desee.

Se sintió entusiasmado.

-Si me considera apto para el trabajo, lo hare por el bien de Junsu.
-Ya había mostrado interés hacia mi hijo, así que espero que siga siendo atento con él. –confirmo - Mis agentes querrán comprobar su identidad, aunque no me da la impresión de que sea un terrorista.

-Nunca se sabe, el día que me encontró podría haber tenido una bomba oculta en mi bañador..
-No me pareció que fuera una bomba -sonrió

-Que quiere decir?
-Nada, solo que no debería bromear con esas cosas. En estos días la seguridad se toma en serio, los guardias siempre lo tendrán a la vista cuando se encuentre con Junsu.

-Es realmente necesario?
-Es por su seguridad y por la del príncipe heredero.

-Costara acostumbrarse a ello, alteza.
-Puedes llamarme Yunho cuando estemos solos. Ah! hay algo mas..

-Dígame
-En ningún momento este diciendo que su país es mejor que el mío, no me gustan que le metan ideas a mi hijo.

-Jamás haría algo semejante!!

Esto último amargo a Jae, lo cual lo hizo pararse olvidando las zapatillas de rafia, que lo hicieron resbalar sobre el piso. En lo más rápido que pudo, Yunho se situó a su lado en segundos y su fuerza evito que cayera.

Jae se vio pegado a la muralla musculosa de su torso. Los ojos le brillaban irritados, pero la intensidad que emitían solo hizo que pareciera más atractivo.

Durante un momento embriagador, Jae revivió el beso y se pregunto si lo besaría otra vez.
Pero él lo aparto con gesto firme.

-Debería saber que no hay que realizar movimientos bruscos sobre una superficie resbaladiza.
-Todavía sigo un poco débil -se disculpo, sin querer que supiera que su debilidad era por que Yunho estaba próximo.

-No me sorprende. Le sugiero que valla a su habitación a descansar.
-Ya me decidí. Me quedare para apoyar a Junsu.

-A su peculiar manera, esta accediendo a mis deseos -lo paralizo con una mirada de desdén real.
-Creo que eso es lo que dicho -tomo un respiro
-Entonces bienvenido a la casa real!!

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