KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Privilegios cap 5

Aún cuando Yoochun había huido (indignamente) de aquel sillón, asustado de su propia bajeza, y más que nada, aterrorizado (horrorizado, terriblemente espantado) de los efectos que Changmin tenía sobre él, habían sido los labios de aquel chico los que había deseado tener sobre su piel mientras apretaba con febril desesperación su miembro hinchado, y habían sido sus manos, su cuerpo, sus gemidos y su calor los que había imaginado durante el vergonzosamente corto tiempo que había durado su autosatisfacción. Y qué descaro el suyo. Ni siquiera había intentado pensar en otra persona.

Perfecto.

Simplemente perfecto.

‘¿A qué has llegado, Chunnie?’ Se preguntó, desparramado sobre el frío piso de baldosas de su baño, los pantalones a nivel de sus rodillas y toda la elegancia que le gustaba creer que poseía, evaporada, la sensación post-coital aún tangible en su cuerpo.
‘¿Qué mierda estás haciendo?’ se cuestionó de nuevo, las baldosas gélidas contra su piel caliente.

¿Qué había hecho?
(Últimamente se hacía esa pregunta muy a menudo)

Había dejado de juntarse con sus amigos para ver una película. Una película (y Changmin) en vez de fiesta, alcohol, música y más que alguna persona con la cual pasar la noche. Oh, pero eso no era lo malo, no. Lo escandaloso era que se había aprovechado de su alumno, al que veía sentado en un salón junto a otros veinticuatro alumnos en sus clases de inglés tres veces a la semana; un joven de dieciséis años (y seguramente nula experiencia en el ámbito sexual).

Ese no era su estilo. No era el estilo Park Yoochun de hacer las cosas.
Ese era el tipo de cosas que haría un viejo pervertido. O un enfermo.
O ambos.

‘Maldición’ se quejó, cerrando los ojos y haciendo una mueca.

Se estaba desconociendo a sí mismo.


Todo aquello, desde cancelar salidas con sus amigos y quedarse un viernes por la tarde cocinando para alguien, hasta el patético estado de represión y culpa en el que se encontraba, era completamente nuevo y extraño para Yoochun, dejándolo con la extraña sensación de estar viviendo una vida que no era suya. Como si estuviese viviendo la vida de alguien que era todo lo que no quería ser.

Y es que Yoochun valoraba su libertad como pocas cosas en la vida. Antes, en sus años mozos (y cuerdos), todo había sido muy simple. Hombres y mujeres se habían acercado a él, ofreciéndole de todo, desde corazones que sólo latían por él hasta cuerpos deseosos de ser poseídos por él, de entregarse al placer que sólo él les podía dar. Y él, con su eterna sonrisa afable y sus ojos brillantes, lo había recibido todo, entregándoles a cambio lo que les podía dar: Un pedacito de cielo, en sus propias camas. O en sus sillones, en sus cocinas, en sus baños, o bueno, fuese donde fuera que lo pillara la inspiración. Sin promesas, sin remordimientos, sólo placer entregado de buena fe.

(Aunque él siempre les había advertido, nunca queriendo dar falsas esperanzas: Es poco, pero es todo lo que tengo para dar.)

Un buen samaritano.

Aunque, claramente, él lo disfrutaba también. El sentirse deseado, hasta imprescindible en la vida de alguien, le daba su dosis diaria necesaria de autoestima y ego, cosa sumamente necesaria en la vida de cualquier joven exitoso.

Y aunque su vida no era una película porno, siempre había habido alguien.

Y a la vez, nunca ha habido nadie.
Hasta Changmin.

Changmin, que no le pedía nada (excepto comida), y a la vez se lo pedía todo.
Changmin, que se había colado en su vida como la lluvia entre la ropa, dejándolo empapado en ganas que su sentido común (y la ley) no le dejaba saciar.
Changmin, con quien nunca pudo tener una relación profesor-alumno, porque el chico no se lo dejó y porque él mismo nunca lo deseó así en realidad.
Pero había llegado el momento de establecer bien los límites. Esta había sido la gota que rebalsó el vaso.

Era hora de rayar la cancha, de desenredar enredos y de asumir roles.

Y aunque, de verdad, no tenía deseo alguno de alejarse del muchacho y defraudarlo, dejando de ser amigos (aunque Yoochun jamás podría ver a Changmin como un amigo; al menos no sólo como un amigo), esto ya había sido el colmo.
Yoochun no quería caer más bajo de lo que ya estaba.

De pronto, Yoochun pudo verlo, la escena reproduciéndose en su cabeza como una película: Como quien no quiere la cosa, como quien habla de que el pasto es verde y el agua moja, le decía al chico que ya no lo necesitaba como ayudante, que había decidido hacer las cosas bien, hacerlas solo, como se supone que debería ser. Y entonces Changmin lo miraba sereno, tal y como lo veía en su pupitre en la sala de clases, y se acercaría a él. “¿Por qué?” Le preguntaba, mirándolo a los ojos, impasible “¿Es que acaso no soportas querer tenerme entre tus piernas cada vez que me ves? ¿Es eso?” Y él quería hablar, quería responderle y decir que se estaba sobreestimando, que él no significaba nada para él, que quién se creía que era, pero aquella mirada oscura le decía que era inútil, porque el menor ya lo sabía todo.

Le estaba leyendo el alma.

Y en vez de hacer todo lo que quería hacer, de decir todo lo que tenía que decir, se arrodillaba a sus pies, llorando y suplicando que lo perdonara, y en medio de sus súplicas el despertador de su celular sonaba, sintiendo como vibraba en su bolsillo y Dios mío, ¿Cuándo se había quedado dormido? ¡Y en el baño, de entre todos los lugares de su departamento!

‘Las ocho en punto’ pensó, sabiendo que a esa hora sonaba su alarma los sábados, mientras se incorporaba con lentitud, rascándose la cabeza un par de veces en el proceso.

En su sofá, Changmin seguía durmiendo en la misma posición en que lo había dejado (más bien, en la misma posición en la que había quedado luego de casi lanzarlo de su regazo), el televisor prendido, el menú de la película aún en pantalla (‘pero en mute’ pensó Yoochun un poco desorientado. ¿En qué parte de la película había puesto la película a callar? ¿Antes o después de aquello que, a falta de una mejor descripción, Yoochun había clasificado como una sesión de pseudo sexo oral involuntario?)

-Sábado – Musitó -Día de gimnasio…

Sin despertar al menor, se dirigió a la cocina a preparar el desayuno, y sólo cuando tuvo sus huevos revueltos listos y sus tostadas, tostadas, gritó un “¡Eh, mocoso! Levántate”.

-Vete al gimnasio pronto o te volverás una bola de grasa – Dijo automáticamente Changmin, aún cuando estaba a medio despertar. El chico ya sabía que el sábado era su día de deporte - ¿Tostada con huevos?
-Nada de eso. Tú cómete tus galletas y deja mi comida alta en proteínas en paz
-Ojalá te vuelvas gordo como un zumo – Bufó, levantándose del sofá y restregándose los ojos – Y tengas que pedirle ayuda a alguien para limpiarte tu trasero obeso
-Tú y yo sabemos- Le dijo, apuntándolo con el cuchillo de mantequilla que tenía en la mano, aún cuando ahora le estaba dando la espalda, guardando sus cosas en su bolso -que de los dos, tú eres el con más posibilidades de convertirse en un obeso. Te digo, un día la rueda del karma girará, y tu metabolismo dejará de ser supersónico y te pondrás gordo, gordo y flácido.
-Huelo tu envidia, profesor. La envidia no es buena…
Yoochun se encogió de hombros -Al menos mis tostadas con huevo lo son.
-Te odio.
-Me parece válido- Rió el mayor ¿Cómo era posible que le resultara tan fácil caer en la rutina de palabras ácidas y ofensas sin intención de ofender? ¿Cómo, aún cuando hace menos de nueve horas ese mismo chico que daba vueltas por el living de su hogar había estado pegado a su erección? En todo caso, Yoochun estaba aliviado: Al menos el chico no recordaba nada de anoche. No es que hubiese tenido muchas dudas, porque, después de todo, Changmin no se hubiera pegado a su pelvis de manera consciente; el chico a veces podría ser coqueto, pero jamás haría algo así.

Aún así, saber que podía mantener una conversación normal con Changmin era un alivio.

-¿Dónde dormiste anoche, profesor?- preguntó el menor de pronto, su voz proveniente del pasillo (en donde se encontraban su habitación, el baño y su estudio)

Mierda.

-En mi pieza, obviamente- Respondió Yoochun, poniendo cada neurona de su revuelto cerebro a trabajar para (por todos los cielos) no sonar sospechoso -No me iba a quedar durmiendo con toda tu grasa encima de mí.
-No te confundas- De pronto la cabeza de Changmin se hizo visible desde la entrada a la cocina -Grasa es lo que tú llevas en el cabello. Lo mío se llama fibra.- Y al segundo siguiente, dicha cabeza había desaparecido, sin antes haberle enseñado la lengua –¿Y seguro que dormiste en tu pieza? Porque tu cama está hecha y…
-El que haga la cama después de levantarme no significa que no haya dormido ahí. Se llama decencia, Shim, y te vendría bien aprender a tenerla.

Yoochun estuvo tentado de aplaudirse a sí mismo. Eso no había sonado para nada mal, pese a que por dentro su mente estaba entrando en pánico. Aparte de lo de la cama ¿Habría encontrado Changmin alguna mancha sospechosa en el baño, o algo por el estilo? Yoochun no había visto nada que lo delatara, pero aún así…

-Apresúrate, profesor- Dijo Changmin, ahora al lado suyo, mientras sacaba una bolsa de galletas de su alacena y la guardaba en su bolso -Es hora de decirle au revoir a esa grasita tuya. Lo que es yo, ya me estoy yendo. El desayuno – Changmin sacudió una segunda bolsa de galletas en su mano – me lo comeré en el camino.

-No seas estúpido- Yoochun tragó su último trozo de tostada –Yo te llevo a tu casa.

Era lo menos que podía hacer por el chico luego del bochornoso incidente de anoche.




El viaje a la casa de Changmin no fue muy largo (no más de diez minutos), pero ciertamente, lo había alejado de su ruta original hacia el gimnasio, lo que indudablemente lo haría llegar tarde. No habían hablado demasiado, siendo la música de fondo, dos zumbidos por parte del celular del menor (“Mierda, quince llamadas perdidas” masculló el susodicho al ver la pantalla, pero al ser interrogado sobre quién lo había llamado, Changmin sólo se encogió de hombros, y Yoochun prefirió no insistir) y las ocasionales indicaciones de Changmin (gira a la izquierda en la próxima, derecho hasta la estación de gasolina, dobla aquí) las únicas cosas que habían interrumpido su silencio sorprendentemente apacible.

-Dobla a la izquierda aquí, y ya estamos – Dijo Changmin, dejando de sacudir las migas de galletas de su regazo para apuntar a una de las casas de la calle en donde estaban -Esa de allí es mi casa.

La casa del chico era bastante linda. Grande y blanca y con rejas limpias y brillantes y, aunque no era una mansión, no era ciertamente la casa de una persona humilde. Su propia casa (en realidad, la de sus padres) era sólo un poco más grande que la del muchacho.

-Apuesto a que la tuya era mucho más grande – Changmin dijo (casi, casi leyéndole la mente), desabrochándose el cinturón de seguridad.
-De hecho no. Sólo un poco más.
- Hijito de papi.
- Chiquillo mimado.
- Gracias por traerme, profesor – Rió Changmin (¿Y cómo hacía Changmin para tener la sonrisa más extraordinaria de todo el universo?) –Nos vemos el lunes.
-El lunes – Repitió Yoochun, dándole un pequeño empujón al otro – Ahora bájate, que aún tengo que ir al gimnasio.

Por el espejo retrovisor, una vez que Changmin estuvo abajo del auto, Yoochun pudo ver como el chico reía para sí mismo, su mirada y manos ocupadas en buscar las llaves de la puerta de la reja.

¿Rayar cancha, asumir roles? Mañana sí que empezaba con eso.

Mañana sí que sí.

‘Al menos no hubo abrazo de despedida o algo así’ suspiró Yoochun.


*********

-¡Profesor!- Una voz de chico lo llamó en el pasillo, interrumpiendo su travesía hacia la cafetería en busca de su adorado sándwich de pollo diario. Unos milisegundos para procesar aquella voz, y Yoochun supo de inmediato quién estaba corriendo hacia él en esos momentos
- ¿Kim Junsu, verdad?- Preguntó el mayor una vez que el chico se encontró en frente de él, aunque la pregunta había sido innecesaria. Claro que ese chico era Kim Junsu. No había conversado mucho con él (de hecho, no había conversado nunca con él), pero su voz la había escuchado bastantes veces sonando desde el celular de Changmin (Contesta Changmiiiiiiiin, soy yoooooo, Junsuuuuuuuu), y al chico en sí lo había visto siempre en el almuerzo comiendo con Changmin.
Sí, este era sin duda alguna Kim Junsu, el mejor amigo de Changmin y el chico con trasero más femenino que haya visto en toda su vida.

-Profesor- Junsu lo miró con expresión risueña -¿Podría hacerle una consulta?
-Claro, dime qué…
-¿Le parece si salimos al patio primero?- el menor lo interrumpió, todavía sonriendo -Hace un hermoso día allá afuera

‘Sospechoso’, pensó Yoochun, sus alarmas internas comenzando a sonar, pero asintió de todos modos, encogiéndose de hombros
-Tengo diez minutos antes de mi próxima clase- Le dijo, mientras lo seguía a través del pasillo hasta la puerta de salida
-Descuide, profesor- Junsu le respondió sin voltearse -diez es más que suficiente.

Una vez afuera, el chico se volvió hacia él, examinándolo como si hacerlo hubiese sido el plan en realidad.

Claramente, Junsu no quería consultarle nada acerca de su tarea de inglés. Es decir, Yoochun ni siquiera estaba a cargo de su nivel.

No, definitivamente Junsu no se había acercado a él con esperanzas de recibir ayuda con algún informe o algo por el estilo. Y como ambos lo sabían, se ahorró el “Y dime Kim ¿Necesitas ayuda con alguna tarea de inglés?”, y esperó a que Junsu hablara.

-Changmin nunca me habla mucho de usted, profesor- Junsu lo seguía mirando, su expresión la misma de hace un minuto
Yoochun arqueó las cejas, pero Junsu continuó casi al instante - ¿Se llevan bien ustedes dos?
-Changmin – Yoochun se maldijo casi de inmediato ‘Shim, Yoochun, tienes que llamarlo Shim en frente de otras personas’ – es un buen chico. Tiene un sentido del humor un poco retorcido, pero su gusto musical es estupendo, y sin duda alguna tiene un gran talento para el inglés. Es una gran ayuda para mí y…
-La pregunta fue otra, profesor- Rió el menor, su imprudencia suavizada por su sonrisa y sus facciones afables - ¿Se llevan bien ustedes dos?
-Nos llevamos de maravillas – Sonrió el mayor, tratando de usar el tono más de profesor maduro y responsable que encontró - ¿Para eso querías hablarme, Kim? ¿Para preguntarme si me llevo bien o no con un alumno?
-Changmin no me habla mucho de usted, ¿Sabe?- Repitió el muchacho, mirando algún punto en el horizonte – Es casi como si me guardara un secreto. A mí, su mejor amigo desde los cuatro años.
-¿Y entonces, el punto de esta conversación sería…?- Yoochun lo miró, un poco exasperado -Porque, realmente, si estás teniendo problemas de comunicación con tu mejor amigo, debería ser con él con el que hablaras del tema, no conmigo. Aunque no veo el por qué de tu preocupación. Nuestra relación no es tan estrecha de todos modos. Digo, nos llevamos bien y él me ayuda corrigiendo cosas pero…-
- Cuando le pregunté la semana pasada si podíamos salir el viernes, Changmin dijo que no podía, que tenía que ir a su casa. – Junsu habló, su tono sorprendentemente relajado para alguien que, según Yoochun, estaba claramente celoso -“A lo mejor les ha quedado algo pendiente que revisar, o algo por el estilo” pensé, así que salí sin él, y a la noche esperé a que se conectara al computador. Siempre hablamos por computador, pero el viernes ya eran más de las once y media, y ni rastro de él. Entonces, lo llamé a su celular. ¡Una, dos, tres, quince veces! Pero nada de nada. “A lo mejor se ha ido directo a la casa” pensé, pero al otro día, cuando llamé a su casa, una de sus hermanas me dijo que Changmin estaba en casa de un amigo.
‘Eso resolvería el misterio de las llamadas telefónicas perdidas’, pensó ausente el profesor. ‘De verdad que este chico es más sobre protector que mi madre’.

-Changmin se quedó en su casa, ¿No?

Yoochun trató de no perder la compostura.

-Sí – Respondió, tono y expresión neutrales – Me dijo que viéramos una película, pero se le hizo tarde, así que le presté mi sofá. Hubiese sido más irresponsable haberlo dejado irse casi a medianoche.

-Eso fue lo que él me dijo – Junsu sonrió, de pronto adoptando un tono desinteresado que sonaba muy Changmin –“Se me hizo tarde, así que dormí en su sofá. No es la gran cosa” me dijo ¡Como si no lo conociera de toda la vida! Aparte de a la casa de su primo, sólo se va a dormir a mi casa.

Yoochun miró su reloj. Diez cincuenta y tres. Menos mal que había mentido y en realidad no tenía clases hasta el próximo bloque, porque o sino estaría llegando tarde en estos momentos.

-Vas a llegar tarde a clases, Kim – Suspiró Yoochun – Y yo a mis clases, así que, si no tienes nada más que preguntarme, me temo que me tendré que retirar. En todo caso – El mayor le sonrió al chico – Changmin me dijo que había querido ver la película contigo, pero que tú tenías que entrenar para un campeonato o algo así, y que de todos modos la película no era de tu estilo. No es como si te estuviera cambiando o…- pero no puedo seguir, porque de pronto la estridente risa del menor lo interrumpió, y entonces entendió que definitivamente, no estaba hablando con un chico normal. Después de todo, el chico era amigo de Changmin, y Changmin era muchas cosas menos normal. ‘Mocoso desequilibrado’ pensó, aunque no podía negar que su risa era un tanto contagiosa, el sonido curiosamente similar al sonido de un delfín.
-Profesor – Junsu seguía riendo, como si el mayor le acabase de contar el mejor chiste del mundo – El campeonato es en mes y medio.

OH.

Claro, ¿Cómo no se había dado cuenta que aquello había sido una farsa? Si Junsu acababa de decirle que él había invitado a salir a Changmin el viernes.

Yoochun tuvo que usar todo su poder de autocontrol para no sonreír de oreja a oreja. Así que ambos habían dejado de ver a sus amigos para estar juntos…

-Profesor- lo llamó el chico, que al parecer ya se había calmado de su ataque de risa -¿Le puedo preguntar qué película vieron?

-Los excéntricos Tenenbaum.

Ahora Junsu lo miraba con ojos de plato, riéndose en voz alta y, a opinión de Yoochun, luciendo un poco como un demente

-Profesor- Junsu le habló, mirándolo y riéndose aún más, como si no se creyera la conversación que estaban teniendo en esos momentos -Esa es mi película favorita.

Doble OH.
Interesante…
Muy interesante.

-Y aunque me encantaría quedarme a conversar con usted- Junsu rió un poco más – Creo que es hora de que entre a mi clase.

-Eso sería sumamente recomendable, Kim- Asintió el mayor, su rostro aún carente de alguna emoción que no fuese la famosa “cordial frivolidad” que su padre le había enseñado. Aún cuando el chico en sí no le caía mal, y gracias a él se había enterado de que Changmin le había mentido (descaradamente) para invitarlo a ver películas, no sería bien visto que un profesor retrasara a un alumno para alguna clase.

-Entonces nos vemos, profesor- le dijo el chico sacudiendo una mano en señal de despedida, una sonrisa radiante en su rostro – Fue maravilloso hablar con usted.
Y sin esperar una respuesta, el muchacho partió de nuevo hacia el edificio principal.

Y entonces Yoochun pudo reír (¡Al fin!), sintiéndose ridículamente feliz, y tuvo la impresión de que en realidad Junsu no estaba tan “celoso” como él había supuesto.


En la hora de clases que tuvo con el curso de Changmin, el muchacho se pasó toda la clase escribiendo furioso en su celular, de vez en cuando lanzándole miradas furtivas a Yoochun que no pasaron desapercibidas para el mayor.

Reprendería al menor por ignorar la lección de hoy y usar su celular en horario de clases, pero estaba demasiado feliz como para decirle algo al chico. Además, de todos modos, Changmin ya debía de estar lo suficientemente atormentado, ¿Para qué darle un motivo más para enrabiarse?


*********

Changmin estaba inusualmente callado aquella tarde, y Yoochun llegó a la conclusión que lo mejor en esos momentos era dejarlo ser, no sea que después terminaba metiendo la pata y enfureciendo aún más al chico. Además, él también tenía muchas cosas que pensar. Toda la información de hoy le había dado mucho en lo que reflexionar.

Así que el chico le había mentido para juntarse con él. El paso obvio sería preguntarse lo que Yoochun ya se había preguntado un par de veces.

¿Le gustaba a Changmin?

Porque una cosa era coquetear con alguien cuando se presentaba la oportunidad, y otra era estar realmente interesado en alguien. La primera opción podía ser un juego, incluso parte de su naturaleza. Otra cosa muy distinta era mentirle, invitándolo a ver películas haciéndole entender que él había sido su segunda opción (ya que Junsu, supuestamente, no estaba ni disponible ni interesado en la película), cuando en realidad todo estaba pensado para ver películas con él.

‘Pobre Changmin’ rió para sí mismo ‘Apuesto a que no estaba dentro de sus planes el tener un mejor amigo tan chismoso como Junsu’.

-Voy al baño – Gruñó Changmin, levantándose de su silla y desapareciendo por el pasillo. Y entonces Yoochun lo vio.

El celular de Changmin.

‘Dios mío Park Yoochun, no lo hagas, no eres un maldito escolar, eres un hombre maduro’, la voz de su conciencia lo había reprendido, pero la curiosidad era mucho, mucho más fuerte, y en menos de lo que cualquiera pudiese decir “chisme”, Yoochun ya tenía el celular del chico en su mano, buscando entre sus mensajes recibidos, y Yoochun sabía que lo que estaba haciendo estaba mal, muy mal, y que no estaba actuando acorde a su edad y a su profesión, pero de verdad, moría de ganas de ver cómo Junsu se había reído del pobre chico. El último mensaje que había recibido Changmin tenía como remitente “Junsu mi mejor amigo de todo el mundo ♥”, y Yoochun hubiera apostado su hígado a que ese apodo lo había escrito el propio Junsu y no Changmin


De: Junsu mi mejor amigo de todo el mundo ♥
YO TAMBIEN TE AMO ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥

Eso decía el último mensaje.

Yendo hacia abajo, Yoochun sólo pudo ver fragmentos de los mensajes, pero hubo que llamó su atención (el cuarto en la lista de recibidos, luego de dos mensajes con corazones y “fufufufufufufufu” y otras porquerías por el estilo a las que Yoochun no les hizo click porque seguramente no tenían mucho contenido)

De: Junsu mi mejor amigo de todo el mundo ♥
Sabía que no podías ocultarme nada :’D!!!!

Al segundo siguiente, Yoochun se estaba dirigiendo al “elementos enviados del celular”. Según sus cálculos, le quedaban treinta segundos como máximo, y su corazón comenzó a acelerarse de sólo saberlo.

¿Qué era lo que estaba buscando?

Para: Junsu mi mejor amigo de todo el mundo ♥
TE ODIO Dx!!!!

(Yoochun no pudo evitar reírse: A este mensaje fue al que Junsu había respondido “yo también te amo”)

¿Qué era lo que estaba buscando?
(Su corazón latía más rápido con cada segundo, sus manos temblorosas y húmedas.)

Cinco mensajes más abajo, su pregunta obtuvo respuesta:

Para: Junsu mi mejor amigo de todo el mundo ♥
YA, ESTÁ BIEN D: LO ADMITO, ME GUSTA X___X!!!!

De pronto, la puerta del baño se estaba abriendo y al segundo siguiente

-Volví – La voz de Changmin apareció por el pasillo – Profesor ¿Qué haces en la cocina?

-N-nada. ¿Quieres un refresco? – Respondió el aludido, su corazón aún latiendo a mil por hora por algo más que la posibilidad de ser pillado revisando los mensajes de texto de su alumno.

9 Comentarios:

  1. Anónimo9/28/2009

    ohhh~ amo este fic!~
    primera~ eaea!
    Chismoso xD

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  2. ta muy buenoooooooooooooo
    waaaaaaaaaaaaaaaaa
    no pude quedar asiii...
    nooooooooooo tiene que seguir..
    esta muy bueno muy b ueno..
    buenisimo..*0*
    sigue lo xfavor..

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  3. Anónimo9/28/2009

    omma!!! kiero mas!!!... ay Chunnie revisando el cel de Minnie...
    jujjujuju kiero el sig cap!!!

    chuu!!!

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  4. Anónimo9/29/2009

    geniallllllll por dios me encanta este fic espero con ansias continuacionnnnn

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  5. que fic mas emocionante!!!

    muero....

    continaulo por faaaa

    no nos dejes asi...

    <3<3

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  6. dioooz!!!

    io sabiia q le gustaba!!
    changmin no es tan inocente !xD

    i junsu mi mejor amigo de todo el mundo <3

    jajaja junsu es lo mejoor!
    *abraza a su peluche llamado Su*


    contiii
    voi a morir x la intriiga!!
    >.<

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  7. no esta bn ser chimoso
    (aunque yo haria lo mismo que el chunnie)

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  8. lalablog-fan^^3/26/2010

    hahahaahah me dio risaaaa XDDD q fic tan emocionante e interesanteee me enkntaaaa <333 =DDD hahaha "no eres un maldito colegial eres un adulto" XDDDD me enamoore de este ficc SOY FAN DE LA AUTORA DE AHORA Y HASTA Q MIS OJOS DEJEN DE LEER xDDD

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  9. O.M.G x_X waaaaa amoo sus peleas, la forma de yoochun llamar alos demas mentalmente, y sobretodo la relacion de amigos entre changminy junsu wiii xD

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