II. Callejón sin salida.
-Por fin llega, capitán.
Había pasado un mes desde la inexplicable muerte de Yunho. Desde entonces todo para Jaejoong se había convertido en una alucinación borrosa. No le interesaba mucho nada en especial, ni nada especial le interesaba mucho. Ni la reducción en su ración de alimentos – prefería no comer, realmente no había sentido hambre desde hacía mucho- ni que a varios de sus compañeros en el ejército se los hubieran llevado presos, entre ellos al general, volviéndose el jefe de la milicia el propio rey Changmin. Tampoco le importaba el exigente entrenamiento que ahora debía seguir con los demás. Era sólo un cuerpo presente, haciendo lo que debía hacer pero sin sentir nada. El vacío que Yunho le había dejado ocupaba todo su ser, tanto, que incluso creía escuchar ecos de sus lamentos por los pasillos del castillo. Agónicos. Desesperados.
Evidentemente tampoco le importaba que el rey quisiera aún practicar duelo de espadas con él. Aunque podía empezar a contar con la segunda mano el número de heridas profundas que ya le había dejado: si el capitán intentaba defenderse, el rey llamaba a otros soldados para combatir hasta agotarlo y herirlo. Este era uno de esos días.
- Tome su espada y practiquemos, ¿quiere?
Como autómata obedeció. Una herida que tenía en el hombro no terminaba de cerrarse aún, pero no le tomó mucha importancia.
- Bien. ¡En guardia!
El rey se dejó ir contra él como un tigre sediento de sangre. Jaejoong simplemente lo bloqueo, pero por la falta de alimento estaba algo débil. Además, qué importaba. Por inercia poco a poco empezó a contraatacar. Al rey no le gustó. Llamó a otros cuatro soldados pero, en lugar de hacerlos combatir contra él, les ordenó que lo detuvieran.
-¿Señor? – el capitán estaba sorprendido.
Por toda respuesta, éste pateo su estómago, sacándole el aire. Mientras Jae tosía, Changmin siguió propinándole el castigo que de acuerdo a su criterio merecía. Al final el rubio apenas se podía mover, rojo brotaba de su cuello, de su nariz, de su brazo, de su cadera. Le dolía la cabeza, la espalda, las costillas.
-Suficiente por hoy. He entrenado lo suficiente –sonrió Changmin y sin más se fue.
A la hora de la comida, llegó tarde. El médico había tenido que darle un té energizante para que pudiera continuar moviéndose el resto del día y lo obligó a comer. Llegó la noche y apenas pudo dormir, le dolía absolutamente todo, hasta el alma.
Afortunadamente al día siguiente el rey no lo llamó para entrenar. Aprovechó para relajarse un poco, intentar salir adelante. Sin embargo, paseando por los pasillos del palacio, ahí estaban otra vez los lamentos lastimeros. Sintió como se le erizaba el vello de la nuca. Sonaban tanto a Yunho. No podía evitar pensar que, de haber estado con él, quizás lo habría detenido y no se habría suicidado. Sintió húmedas sus mejillas y antes de que otro soldado lo viera, se ocultó en su pedazo de habitación en los cuarteles.
Al día siguiente se sentía algo mejor. Ya no le dolían tanto las heridas. Pero los lamentos seguían ahí, cada vez más fuertes. Pasó otro día, y otro y otro. El rey volvió a pedir entrenar con él, pero no lo agredió como siempre. Sólo salió con moretones, pero ya se había acostumbrado a ellos como buen militar. Al caer la tarde, un sirviente le anunció que el rey Changmin pedía verlo en su habitación. ¿Por qué?
***
- Por fin llega, capitán. Pase por favor.
Jaejoong entró a la habitación, lleno de dudas. En cuanto puso el segundo pie dentro y miró frente a él, la visión hizo que un escalofrío recorriera su espalda y que su respiración se helara en su garganta. Changmin estaba recostado en la cama, con una sonrisa de satisfacción que ya estaba acostumbrado a verle, pero eso no era lo que lo había aterrado. Recostado a su lado, con el torso recargado en el cuerpo del rey, estaba Yunho. ¡Yunho! Su mirada estaba completamente perdida, parecía que estuviera dormido… o drogado. Sus labios estaban apretados, podía adivinar que aquélla posición no le agradaba, pero no podía moverse. Además, una de sus muñecas estaba sujeta con un grillete y una cadena a uno de los postes de la cama. Mientras, su hermano acariciaba suavemente su mejilla y su brazo con el reverso de una de sus manos.
- ¿Qué pasa, capitán? –inquirió el rey.
Jae no podía moverse. Le alegraba saber que su Yunho no estuviera muerto, pero… verlo así...a merced de su hermano, en un estado de ausencia mental tan profundo…
- ¿No te gusta ver a tu amante con otro, Jaejoong? – se burló Min.
Jaejoong apretó sus puños. ¿Cómo lo sabía? Bueno, ahora que él era el rey seguramente se había conseguido miles de contactos quienes pudieran decirle todo lo que ocurría en el castillo que él pudiese ignorar.
- No sé de qué habla, señor.
- Claro que lo sabes. Sé que eres su amante. Los escuché varias veces en las noches, gritando, gimiendo, el rechinido de los barrotes… no puedes mentir sobre eso.
Tenía razón. No había alguna mentira lo suficientemente verosímil que pudiera decirle para ocultar la verdad sobre la relación que habían tenido Yunho y él.
- Tengo una manera muy sencilla de comprobarlo. Y en parte es por eso que lo llamé, capitán. Déjeme explicarle la situación – Changmin se enderezó un poco para mirarlo directamente, sin soltar a su hermano – mi querido hermano Yunho – lo decía con tanto cinismo – ha estado algo..¿Cómo decirlo? Caliente últimamente. Y yo, siendo un rey tan bondadoso y un hermano por demás cariñoso – sí, claro, no le cabía la menor duda a Jaejoong de ello – no puedo dejarlo así. Debido a esto te he llamado.
El capitán empezó a sudar frío cuando la extensa explicación comenzó a asentarse en su mente.
- Quiero que se lo hagas. Que le des placer para que ese estado se le pase y deje de gemir todas las noches.
Vaya, eso explicaba los lamentos que Jaejoong escuchaba. Su Yunho estaba vivo y estaba sufriendo sin poder defenderse.
- ¿Frente a usted? – la pregunta era estúpida, no tenía por qué preocuparse por el decoro o el pudor en ese momento. Era absurdo.
- Por supuesto. No te dejaré solo con él para que lo liberes y huyan como lo que son. Ven acá y hazlo.
Jaejoong seguía helado en su sitio. No podía creer lo que acababa de escuchar.
- Hablo en serio – Changmin sacó un cuchillo de debajo de la almohada y apoyó su filo en el cuello de su hermano. Aún estando drogado, Yunho lo percibió y levantó su rostro hacia Jaejoong. Era un gesto de súplica.
-¿Crees que no lo haré? Ya te dije que no soporto oírlo gemir. O lo haces venirse o lo desollaré, de cualquier manera conseguiré que se calle. ¡Ven acá!
El cuchillo en el cuello de su amado, la mirada amenazante de Changmin y ése gesto de súplica de Yunho… Jaejoong no tenía opción. Estaba en un callejón sin salida. Se acercó hasta la cama pero antes de poder subirse, otra orden lo detuvo.
- Quítate las botas. No quiero que ensucies las sábanas de lodo o lo que sea que hayas estado pisando antes de llegar aquí.
Nuevamente Jaejoong obedeció. Dejó caer las botas en el piso luego de quitárselas y se trepó a la cama, hincándose frente a sus dos señores.
- ¿Qué es exactamente lo que quiere que haga?
- ¿Eres estúpido o qué? – Con un gesto rápido, Changmin cortó el cinturón de Yunho y bajó su pantalón, revelando el centro del problema – mételo en tu boca. ¿Ya lo has hecho, no? Hazlo para él como le gusta.
Jaejoong asintió, sintiendo como los brazos le temblaban de ira, y con cuidado separó un poco las piernas de Yunho. Poco a poco empezó a introducirlo en su boca. Sí, amaba a Yunho y sabía que él lo amaba también, y sí, se lo había hecho antes. Pero que Changmin lo obligara a hacerlo frente a él… era humillante y doloroso para ambos.
Bajo la mirada atenta de Changmin, el capitán empezó a succionar, a lamer. Yunho, en su sopor perpetuo, sólo apretaba más sus labios y cerraba sus ojos, apenas gimiendo de vez en cuando, muy bajo. La visión era demasiado erótica para el rey. Su propio miembro empezaba a despertar bajo el peso del cuerpo de su hermano mientras a éste le proporcionaban placer. Era intolerable.
Los sonidos provenientes de los labios de Yunho se hacían cada vez más fuertes; por más atontado que estuviera mentalmente, su cuerpo aún era capaz de sentirlo todo y de reaccionar a cada estímulo: especialmente, en este caso, a la lengua de su Jaejoong estimulando la punta de su hombría. Éste, a su vez, empezaba a tocarlo, olvidándose por un momento que Changmin estaba presente. Sus manos acariciaban el abdomen de su amado, suavemente, como siempre que hacían el amor. Las piernas de Yunho empezaban a temblar cuando Changmin decidió que era suficiente.
- Basta. ¡Basta! – dándole un fuerte empellón, el rey obligó al capitán no solo a sacar a Yunho de su boca sino que incluso lo hizo rodar fuera de la cama.
- Con eso es suficiente. Ponte las botas y vete ya.
Jaejoong obedeció, no podía hacer otra cosa. Changmin le haría daño a Yunho si no lo obedecía, y eso era más doloroso que si lo lastimaran a él. Aún más.
- Y límpiate la boca, está manchada de blanco.
Frente a la puerta, el capitán pasó el revés de su mano por sus labios, limpiándose. Tiró de la perilla y antes de salir se le ocurrió voltear hacia la cama, lo que hizo que se olvidara de respirar una vez más.
***
Changmin desnudó a su hermano, sin soltar el cuchillo en su mano, y éste no se resistió. La droga que le había administrado dos días después de su coronación había tenido el efecto deseado, y lo mantenía dándole dosis de ésta cada semana. No podía permitir que se saliera de su control. Tampoco podía permitir que alguien viniera a rescatarlo, así que difundió el rumor del suicidio, y el que sirvientas encontraran a Yunho con apariencia de muerto, efecto de la droga, bastó para que la mentira pareciera real.
Terminó de quitarle la ropa cuando por fin escuchó la puerta cerrarse. Jaejoong se había ido, estaban solos otra vez. O al menos ya no los veía nadie, y le daba lo mismo si el capitán estaba recargado en la pared, escuchando. Hasta mejor, escucharlo tener sexo con su adorado Yunho lo heriría profundamente, y el pensar en esto no solo alegraba al rey, sino que le proporcionaba placer. Lo examinó, desnudo, y no pudo negar que su hermano era increíblemente sexy. Además, ver su hombría completamente despierta y al borde del clímax sólo provocaba que la suya se excitara también.
Sin más empezó a desvestirse también, mientras Yunho gemía, necesitado. Ya desnudo, se acomodó sobre su hermano, sentándose en sus piernas. Su hombría tan cercana de la suya… quería probar el contacto entre ambas. Como pensaba, era irresistible. Él también empezó a gemir. ¿Cómo se sentiría dentro de él? Se relamió de solo pensarlo. Pero era grande, no cabría así como así en su interior. Se echó un poco para atrás y separó sus piernas, acariciando su propio vientre y descendiendo, pasando por su miembro excitado y hasta su entrada.
- Aah…- dolía un poco, era algo nuevo, pero se acostumbraría. Poco a poco su entrada se fue dilatando, mientras con su otra mano acariciaba el vientre de Yunho. Cuando lo escuchó gritar se dio cuenta que aún tenía el cuchillo en la otra mano. Lo había cortado un poco. Atraído por el rojo, se inclinó a lamerlo, el sabor salado aumentando su ansiedad por sentir mayor placer. Cuando se creyó lo suficientemente preparado, sacó sus dedos y sujetó con firmeza el miembro de Yunho. Soltó el cuchillo, se acomodó en cuclillas sobre él y poco a poco lo hizo entrar.
De nuevo el dolor. Pero no se detuvo, quería sentirlo, estaba encaprichado con eso. Ya que entró completamente, el rey soltó un suspiro que no había notado que contuvo. Esperó un poco para acostumbrarse; Yunho empezaba a gemir más fuerte y sus piernas comenzaban a removerse, inquietas. Apoyando sus manos en el pecho del mayor, Min empezó a moverse sobre él. La sensación de su parte más íntima ensanchándose, el sonido de su cuerpo chocando contra el del otro, los gemidos del otro, el capitán escuchándolos… todo creaba una atmósfera indescriptiblemente placentera. Le encantaba.
Cuando empezó a escuchar a Yunho gemir junto con Changmin, no pudo más. Le dolía el pecho, sentía como si se lo hubieran apresado entre dos tablones de mármol helado. Estaba atrapado, encerrado en ese infierno. Yunho también, lo sabía, pero al menos él no se daba cuenta de absolutamente todo lo que estaba pasando no sólo a su alrededor, sino con él mismo, con su cuerpo. No podía creerlo de Changmin. Todos siempre habían creído que era un niño tierno, cohibido, incluso introvertido. Pero la realidad era otra totalmente distinta. El monstruo había estado dormido, nada más. Y lo más terrible era que, aunque pareciera que no, las cosas estaban por ponerse mucho peor. Como decía la frase, aún no entraban al vientre de la bestia, donde ni siquiera se podía respirar sin temer por la vida propia. Mejor se alejó, casi corriendo, y no miró atrás sino hasta que se encontró de bruces con su almohada. Ojalá despertara y fuera sólo una pesadilla.
***
Cambió de posición. Ahora podía sentir como el miembro de su hermano tocaba el punto exacto, sujetándose a sus piernas para darse impulso, ambos sentados frente a frente, aunque estaban casi recostados, apoyándose en sus codos. Tanto placer…apretó con fuerza las piernas de Yunho, encajándole las uñas, arrancando otro grito de dolor por parte del mayor. Soltó su carne y lo sujetó por la espalda, jalándolo hacia él para que se recostara encima. Por suerte los gritos de Yunho eran algo agudos, podría decir que había estado con una chica de voz ronca, si es que a alguien se le ocurría o tenía el valor de preguntarle. Moviendo sus caderas hacia arriba no detuvo ni por un instante las oleadas de placer que recorrían todo su cuerpo, mientras sus manos apretaban toda la piel posible de apretarse del trasero y la espalda de su hermano. Apretando también sus piernas alrededor de su cadera, se vino tan increíblemente que incluso desgarró la espalda de Yunho con sus uñas.
-Ya…fue suficiente… - sin más lo apartó de sí, sacándolo de dentro de él. Yunho quedó desparramado sobre el colchón, sus miembros entumidos igual que su hombría, los muslos y la espalda ardiéndole por los arañazos y la herida de su vientre manchando las sábanas de rojo. Jadeando, Changmin lo examinó sin prestarle mucha atención, apenas pasando su mirada por su cuerpo. Al notar la sangre se levantó con hastío.
- A ver, estás ensuciando mi cama – dijo, levantándolo y bajándolo de ésta para dejarlo recostado en el piso. Luego tocó una campanita de plata que tenia al lado de su cama, gracias a la cual llamaba a sus sirvientas personales.
Mientras las chicas limpiaban la habitación, los ojos, perdidos aún en la nada, de Yunho lloraban después de que su hermano lo había ocultado en el baño. Lloraba en silencio, le dolía el cuerpo pero no sabía ni comprendía por qué. También había sentido placer. ¿Había sido Jaejoong? No, él no lo lastimaría así. No comprendía nada, todo le daba vueltas, todo estaba lejos, nada era lo que parecía ser.
Estando una vez más solo en la habitación, Changmin se envolvió en una bata y se recostó para leer. Curiosamente en ese librito aparecía un chico herido de muerte que le recordó a su hermano. “Aish”, murmuró, “quizás debería de conseguir un médico especial que lo cure pero que guarde el secreto. Esto último no será difícil”. Volvió a levantarse con hastío, llamó a otro sirviente y este se encargó de buscar al médico. Luego fue al baño y, sentándose al lado de la tina de mármol, miró a su hermano, semi-inconsciente.
- Valió la pena, ¿no crees? Al menos para mí – sonrió.
Por fin pude subirlo >o< disfruten >D
ResponderEliminarT////T fue tan pornoso pero tambien me dio pena... ahhh changmin... me d gasnd e regañarte te dare un sape y te dejare inconciente... luego te amarrare *¬* y... ahhh me estoy convirtiendo en una depra xD mejor me callo y te agradesco
ResponderEliminarGrACIas X3
De nada XD
ResponderEliminarx alguna extraña razon me los imagine al reves... min como yunho y yunho como min xDDD asi hubo jaemin *-* lol
ResponderEliminarkiero minsu *____*
a kmo me gusta ser malo, empiezo a kerer este fic XDD
ResponderEliminarse va poniendo la cosa muuuyyy interesante *¬*.. y lo mejor esq jeejong sufre XDD
y yunhi estara dorgado pero bien ke siente XDD
"Por suerte los gritos de Yunho eran algo agudos, podría decir que había estado con una chica de voz ronca.."
no maaa XDDDDDD no lo supero , lo malo de tener una mente creativa esq imagino todo a la perfeccion XDDDDDDDDDD
continualo esta muy re weno XDD
Che chamiko deja en paz a Jae XD y no es mente creativa la tuya, es mente perversamente activa XD
ResponderEliminarAh y el MIinsu....es el proximo capitulo >D
ResponderEliminarwiii Gracias Aemin!! aaa Minsu D:
ResponderEliminarva a ser genial!! aa changmin es tan perfectamente depravado...
ajajaja me siento realizada xDD
bien pervertida yo tambien xDD
hasta ahora me estoy dando cuenta de lo que imgino....ke pagina porno ni ke nada! con la imaginacion basta XDDDD aaa santo dios...estuvo bien sexoso, nombre mija...yo te admiro xD sigue asi!
muchas gracias por la actualizacion! :D que tengas un lindo dia, cuidense mucho todas :3
bye bye~
PD: Conti Conti Conti X3
OMG!!! Wow, Chagmin es muy pero muy malo(Lo amo)...
ResponderEliminarEste si q es un buen Fic... (Pervert Girl xD)
Y ahora q sera de Jae y Yunho??Tatata~ Falta la musiquita (Que intriga)...
No puedo esperar por el prox cap, muchas gracias por subirlo...
definitivamente voy a quedar traumada con un changmin asi de malo!!
ResponderEliminarpobre yunho y jaejoong
continualo!!!!
A VER unnie xDD....
ResponderEliminarYo....xD te voy a....amar mas ahora xDD
WOW~~~QUE LEMON XD
que incesto XD! ES EL CHANGMIN DE MIS SUEÑOS XD
jajajajaja.....u///////////u fue tan pornoso que hasta tuve que dejar de leerlo un rato xD
....
xDD! me gusto mucho xD....aunque me hubiera gustado mas si changmin no hubiera llamado al medico xD....
bueno pero supongo que es su hermano y pues de todos modos estaba preocupado xD ademas
si no no le iba a durar tanto el gusto xDD JAJAJA
NO MAAA XDD!!! LO AMO UNNIE! ESPERO CONTINUACION PRONTO T_T!!!!!!!!!!!!1.....
XD genial la sorpresa de que yunho estuviera vivo
ahahh y a me como ordena changmin xD! Y pobre Jae xd no importa mejor xD! *O*---
xD te amo
WAAA!!
ResponderEliminarya me lo lei!!
*o* no se porque me encanta que changmin sea malo
no lo puedo odiar tampoco quiero XD
nunca lo podria odiar
en algunos fics lo ponen de malo por separar el yunjae y algunas lo odian por eso
pero que tiene que quiera separar al yunjae *O*
si va a estar asi que lo haga siempre jajajajjaa
muy buenoooooooooooooooo!!
aemin!! *w* espero que lo continues pronto ;O; esta muy bueno
changmin malo!! *O* te amoo!!! ♥!!!
Rey Changmin dice: .....ah....*se va*
ResponderEliminarXD bueno, ya pronto subire el tercer capitulo, lo prometo!!
¬.¬ no me esta gustando,eres una anti-max, anti-min? pk eso parece ¬.¬ continue pensando que mejoraba peor veo que lo pones como el peor de los peores ó.ó
ResponderEliminarwahooo...pero esto esta de locos...aparte q esta super pervertido..xD!,dios mio sangre x todos lados...aunq al principio te zhoca un poko!,es bueno siempre la variacion de genero.s^^!!
ResponderEliminarMaldito Changmin ¬¬ te odio ¬¬
ResponderEliminarwaaaaaaaaaa!! Pobre Yunnie el no tiene la culpa de tu maldad ¬¬