“Entonces… ¿Qué les parece mi trato?” La habitación en la que se encontraban tenía un aire frío, las paredes tapizadas con texturas coloridas, pinturas adornaban el lugar, y el escritorio le daba una esencia de imponencia.
Los hermanos Jung se quedaron muy serios, estaban en la oficina del hombre que había salido de la nada hace unos minutos cuando estaban en el parque. Y sin saber porque lo habían seguido.
“Claro que aceptamos” Dice el más joven de los hermanos, Junsu. Su hermano volteo rápidamente a verlo.
“¡Junsu!... No… no quiero que dejes la escuela” le dice Yunho firmemente a su hermano. La sola idea de que Junsu se uniera a algo tan sucio como eso le causa repugnancia
“¡¿Acaso tienes una mejor idea para pagar los gastos del hospital?! ¡Se nos acabará el poco dinero que nos queda en un par de meses! Si no lo hacemos Changmin no mejorará!” Junsu respira un par de veces para contener sus lágrimas “… Te prometo volver a la escuela en cuanto todo esto acabe…” Le dice suavemente a su hermano, aferrándose de sus ropas.
Yunho se queda pensativo unos minutos y el hombre, que ni señor le podía llamar puesto que se veía que era solo un par de años mayor que el, se empieza a impacientar.
“Bueno, bueno… si te preocupa mucho la escuela de tu hermano, lo podemos usar en el momento que sea necesario, por el momento no, así que no tendrá que dejar la escuela…” Dice Siwon un poco estresado y con las manos sobre sus sienes, odiaba que la gente fuera tan indecisa. Y por un momento se preguntó porque estaba siendo tan considerado. Pero los necesitaba.
Yunho recordó lo que le había prometido a sus padres antes de que se fueran a su viaje de negocios, casi como si su padre supiera que iba a morir, le hizo jurar a Yunho que pasara lo que pasara siempre iba a proteger a sus hermanos así le costara la vida, ya que era el mayor. Repasó mentalmente lo del trato, Tenían que entrar a la pandilla de Siwon y ellos pagarían todos los gastos de Changmin.
“Es… está bien, pero… cumpla su promesa de pagar todos los gastos hospitalarios de mi hermano” dice Yunho mirando fijamente a Siwon
“Haha… ¿Con quién crees que estas hablando?... yo siempre cumplo mis promesas. Trato hecho…” Dice Siwon sonriendo y le extiende su mano a Yunho para cerrar el trato.
Yunho le toma la mano también, un poco resignado.
No tenía otra opción si quería salvar a su hermano… quería volverlo a ver sonreír, quería volverlo a ver enojado, lo quería volver a regañar por quedarse hasta tarde en la computadora viendo videos de quien sabe que cosa, quería abrazarlo y decirle lo mucho que lo amaba.
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Jaejoong y Yoochun llegan tomados de la mano a una tienda donde hay muchos trajes colgados, de diferentes colores, estilos, telas…
Jaejoong asombrado recorre cada uno de los estantes para ver la ropa, Yoochun solo se queda admirando a su pareja a lo lejos, no puede dejar de pensar que es el hombre más afortunado del mundo. Jaejoong, para Yoochun, era el hombre más hermoso que podía haber pisado la tierra, su sonrisa, su cabello, su olor, su nariz… todo él era hermoso.
“Señor Park Yoochun?” Una empleada se acerca al joven.
“Si, ¿Qué sucede?”
“Su pedido está listo, pero necesitamos que se lo mida en este momento, antes de que se vaya nuestro sastre para ver si le hacemos algunos ajustes” dice la chica con una sonrisa, camina hasta un estante y toma un traje.
“¡NO!” Jaejoong corre hasta donde está la chica, le arrebata el traje y lo esconde detrás de su espalda.
Yoochun y la empleada se quedan sorprendidos ante la acción de Jaejoong.
“El… el novio no debe ver el traje antes de la boda…” dice Jae sonrojado
“Joongie… eso es cuando hay un novio y una novia, el novio no debe ver el VESTIDO de la novia…” Le dice Yoochun a su novio
“No importa!... no quiero que nada malo pase…” Dice Jaejoong con la cabeza agachada aun sonrojado.
La empleada del lugar se cubre la boca para no reírse muy fuerte ante lo tierno que era Jaejoong, definitivamente, tenía muchas cualidades de chica.
“Bueno… no importa, de todas maneras ya lo viste… no creo que nada malo suceda ¿Verdad?” dice Jaejoong mirando a su novio
“Claro que no… Aigoo! Pero que novio tan lindo tengo!!” Dice Yoochun besándole la frente.
“¡Yah!” dice Jaejoong apenado por el beso que le había dado Yoochun “Iré a probármelo”
El chico corre al vestidor para probarse el traje, dejando a su novio con una gran sonrisa en los labios.
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El sonido de las maquinas ya era normal, y de cierta forma le agradaban, eso significaba que su hermano aun seguía con vida. Y tenía la esperanza de que despertara, y que lo hiciera pronto.
Se para junto a su cama y observa su rostro moreno, físicamente podían decir que no se parecían en nada, pero en sus corazones el sentimiento de hermandad era tan profundo como el de su amor.
“Min-ah” con una de sus manos retira los cabellos de su frente para posar un beso en ella como cada día.
Su rostro esta sereno y su respiración normalizada, casi como si solo estuviera dormido en su habitación esperando que alguno de sus hermanos lo despertara para ir al colegio como el buen estudiante que siempre había sido, en los primeros lugares de la escuela.
Ya fuera Yunho o Junsu, nunca falta el día en que platicaran con el, sentían que dentro de su sueño podía escucharlos, así sería menos doloroso. Incluso en ocasiones había llegado a mover alguna extremidad, pero los doctores dijeron que es normal. Los doctores suelen compadecerse de ese tipo de pacientes, ya había sido todo un milagro que hubiera llegado vivo al hospital aquel terrible día.
Toma una de sus manos, evitando mover el cable que salía de ella. Llora en silencio.
“Espero que entiendas lo que hyung va a hacer” sonríe, aun con lagrimas en sus ojos y acaricia su mano.
Un sonido interrumpe el ambiente. Busca entre sus ropas el artefacto, presiona el botón verde y escucha una voz del otro lado de la línea. La reconocía perfectamente.
“Te necesito lo más pronto posible” Fue lo único que le dijo antes de colgar, no le dio tiempo ni de confirmar o alegar. No era su estilo y lo sabía.
Yunho se levanta para acariciar la cara de Changmin con sus largos dedos, con toda delicadeza.
“Espera un poco más Min” Le susurra antes de caminar hacia la puerta, dando un último vistazo a la figura de su hermano sale con apuro.
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Un auto plateado se detiene a un costado de una de las calles más caras de Seúl. Yoochun se baja del vehículo, da la vuelta para abrirle la puerta a Jaejoong y lo ayuda a bajarse.
“¿Estás seguro de que no quieres que te espera para llevarte a tu casa?” Le preocupaba dejar a su novio solo en medio de la noche, a pesar de que era un avenida muy segura no podía permitirse que algo le pasara a Jaejoong.
“Seguro” asiente con la cabeza “Le llamaré a mi chofer para que pase por mi. Descansa, además tardaré un poco”
Yoochun sabía que no podía discutir con Jaejoong, sobre todo cuando tenía razón, necesitaba descansar ya que en los últimos días había estado tratando con casos muy exhaustivos, eso sin contar con los arreglos de la boda. En tres semanas más su vida cambiaría por completo.
Habiendo quedando de acuerdo de verse temprano al siguiente día, Yoochun plasma un suave beso en la mejilla de Jaejoong para luego tomar su camino.
Jaejoong observa el auto alejarse aún desde la acera hasta que las luces se desvanecen con la noche. Mete una de sus manos al bolsillo derecho del pantalón y saca una pieza de joyería. Una cadena plateada con un anillo en ella, era hermosa, el anillo tenía grabado la mitad de un corazón y brillaba como si fuera nueva, pero no lo era. Y la cadena estaba rota. A eso era lo que Kim Jaejoong iba, a repararla.
Antes de entrar al local, la observó un poco más y su boca formó una sonrisa al recordar como la obtuvo…
Un pequeño se encontraba sentado en el jardín de su casa jugando con una pelota, sus facciones eran muy finas y blancas, y sus orbes púrpuras deleitaban a cualquiera. Parecía una niña, no era extraño que siempre lo elogiaran y quisieran emparejarlo con los hijos de los amigos de su padre, hasta que éste les agradecía y respondiera que Jaejoong era varón. Y si bien esta totalmente permitido el matrimonio homosexual en Corea del Sur, muchos no parecían estar de acuerdo con el.
“Vamos tráela Vick” El animalito blanco corría tras una pelota roja para luego volver con ella en el hocico y dársela a su amo para repetir la misma acción unas cuantas veces más.
El pequeño aventó la pelota un poco más fuerte que antes lo que causó que fuera a parar a la casa de al lado. Era una casa muy linda, tan grande como la suya, y de ella salió un niño más o menos de su edad y lo observó, su cabello revuelto rebeldemente, pero no lucía mal, sus ropas de marca como las suyas. Vio como el niño extraño tomó su pelota y luego lo volteó a ver a el, como entendiendo a quien pertenecía. Se acercó hasta su casa y le extendió el juguete con una sonrisa.
Jaejoong la tomó con sus dos manitas. El otro niño sonrió aun mas ampliamente y se sentó junto a el en el césped.
“Sabes” dijo el niño “Te he visto algunas veces desde allá” Señaló la ventana que al parecer debía ser la de su habitación.
Jaejoong aún no hablaba, y en lugar de eso dejó el que el niño continuara, no le molestaba en absoluto.
“Eres una niña muy linda” Ya no le molestaba, y sin saber porque no le dijo que era un niño, por alguna extraña razón quería que lo siguiera pensando “Puede que sea raro, pero, quiero que seas mi novia ¿Qué dices?” Le dijo el niño de aproximados 7 años.
Buscó algo entre sus ropas y al encontrarlo jaló una de las manitas de Jaejoong y depositó un collar en ella. Jaejoong siguió sin hablar pero no se rehusó a aceptar el regalo.
La voz de una mujer lo interrumpió, al parecer estaba buscando a su hijo ya que el niño inmediatamente se levantó, no sin antes darle un beso en la mejilla a Jaejoong.
“Espérame mañana” Y acto seguido el niño corrió de vuelta a su casa.
Jaejoong lo observó hasta que lo perdió de vista. Había olvidado preguntarle su nombre. Y al siguiente día lo espero como el otro le había dicho, pero no llegó.
Y al día siguiente también lo espero, y el otro día, y el otro día, pero nunca se mostró…
Pero el recuerdo quedó con el. Y cuando le preguntó a su papá por sus vecinos, le dijo que se habían mudado. Lo cual era extraño porque nunca vio algún camión de mudanza.
Guarda nuevamente el collar en su bolsillo. Hubiera sido muy extraño que Yoochun lo hubiera acompañado a arreglarlo. Aunque fueran cosas de niños, sentía que algún día volvería a ver a ese niño… Sonrió ante tal pensamiento.
De repente se había olvidado que aún seguía parado afuera de la joyería, así que se acerca para llegar hacia la puerta, pero en ese instante escucha que un vehículo frena de golpe, intenta voltear para saber de que se trataba, cuando al parecer uno de los hombres se posa tras el y con su mano que sujeta un trapo, tapa su boca. Hace un poco de lucha para librarse del agarre pero todo se vuelve oscuridad.
Y nadie había visto nada…
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waoooo secuestro a poco ellos ya se conocian esto ests sumamente interesante sigeeeeeee
ResponderEliminarserá que fue Yunho el que le regaló el anillo mmmm....
ResponderEliminarA ver que pasara...por que veo que en ese coche por alguna razon evidente esta Yunho XD
aaahhh...ami me gusta yoochun y jae juntos....esk son mas tiernos...obvio me facina el yunjae y el yoosu...pero rara vez encuentro a ellos dos juntos y siempres son lindisiiimos...!!!
ResponderEliminarel anillo se lo dio yunho!!!!! mi poco instinto femenino me lo dice XDD y mi instinto yunjaesco, que es mucho, me lo confirma XDDD
ResponderEliminaryunho se llevara a jae!!!! >o< a yoochun le robara al prometido y al prometido le robara el corazon!!! >///< *yo lo se ya lo lei hohohoho ¬___¬*
gracias por subir este fic n.n es uno de mis muchos favoritos *o*
saludos n.-
ryouko