Hello Again ♥ cap 10

Silencio. Un incómodo y breve silencio invadió la habitación, luego de que Yoochun saliera corriendo cerrando la puerta tras él para atender a los recién llegados que golpeaban en la puerta de entrada. Changmin estaba sentado en un borde de la cama, mirando avergonzado al moreno que ahora estaba también sentado y cubierto hasta la cintura por las sábanas, con su escultural abdomen al descubierto.

- Será…- Comenzó el castaño levantándose- Será mejor que te pongas una camiseta.
- Si- Respondió Jaejoong, que luchaba por controlarse y hacer desaparecer ese brillante color rosa de sus blancas mejillas.
- Ayer traías una puesta pero sudabas mucho y Yoochun te la quitó.- Le dijo abriendo el armario para buscar una prenda.- ¿Te parecer bien esta?- Preguntó mostrándole una delgada camiseta color rosa pastel.
- Si, está bien.- Le sonrió.

Caminó hasta el mayor y le extendió la camiseta. El moreno se la puso rápidamente, después de todo, los demás no tardarían en entrar. Ahora debían pensar en una excusa y estaba considerando algunas como: Picadura de mosquito, una espinilla que trató de pellizcar, entre otras. Miró nuevamente el sector en que se encontraba la pequeña marca roja que le había dejado Changmin, en busca de nuevas ideas.

- Lo siento mucho- Se disculpó el más pequeño. – Por mi culpa t—
- No Minnie, no es tu culpa. Yo… A mi me gustó sentir… Digo…Me gusta…No me molesta, creo que…Aishh.- Se tapó el rostro al no encontrar palabras para expresarse. ¿Cómo iba a decirle que le encantaba ser del él? ¿Cómo le explicaría lo mucho que lo llenaba sentirse marcado, tan suyo? Le daba vergüenza.
- Hyung. Gracias- Le sonrió.
- No hay de qué.- Se recostó sobre la cama- Te Quiero

<<. ¿Estarán listos ya esos dos?.>>

El pobre de Yoochun ya no hallaba que más decir. No podía hacer nada ridículo, que era lo que usualmente hacía para mantener ocupado a Junsu, debido a que entre ellos estaba el Dr. Philip, el médico de la isla. Un hombre alto, rubio y de ojos azules brillantes. Hasta ahora, había preguntado si querían café, si habían desayunado, y ya no daba más.

- Junsu, tranquilízate, si haces mucho ruido sólo vas a conseguir molestar a Jae Hyung.- Rogaba el moreno.
- Lo siento- Se disculpó el rubio, que lo único que quería era conocer ya el estado de su querido Hyung.
- Disculpe. ¿Está despierto el Sr. Kim Jaejoong?- Preguntó el médico.
- Por lo menos hasta que llamaron a la puerta, el estaba dormido.- Respondió Chunnie.
- Oye, Micky ¿Y Changmin?- Preguntó curioso el líder.- Ayer estaba preocupadísimo por Jae.-
- Si, él está en la pieza con él. Lo ha estado cuidando desde que llegamos. – le dijo- Si sólo lo vieras, tiene unas orejas terribles, no ha dormido, no ha comido casi nada y se niega a moverse de donde está hasta saber que Jae está bien.
- ¿Sigue pensando que es su culpa?- Preguntó tímido Junsu.
- Si- Asintió el moreno.
- Disculpen. ¿Les parece bien si pasamos a ver como están los dos chicos?- Los interrumpió respetuosamente el Dr. Philip.

Mientras tanto, en la habitación del que compartían el menor y el mayor de los TVXQ, los dos chicos permanecían en silencio, hablando a ratos. El moreno estaba hora completamente recostado sobre la cama, con sus ojos cerrados, disfrutando de las suaves caricias que le propinaba Changmin, que masajeaba su cabello y acariciaba sus mejillas con suma delicadeza.

- ¿Por qué crees que tarden tanto?- Preguntó Jaejoong ya medio dormido.
- No lo sé. Quizás Yoochun Hyung está tratando de ganar tiempo para que podamos montar bien esta farsa- Rió un poco, pasando su mano por la frente del moreno- Mira, aún estás con fiebre.
- No creo que sea fiebre Min. Para serte sincero, cada vez que estás a mi lado, me sube la temperatura, me sudan las manos y me pongo colorado.- Soltó una risita nerviosa.
- Hyung- Se quejó sonrojándose- Me haces sonrojar… Aunque a mi me pasa lo mismo contigo Joongie

Entonces, un ruido los alertó a ambos. Changmin miró hacia atrás, y Jaejoong fingió estar recién despertando, al mismo tiempo que entraban cuatro personas por la puerta.

- ¡Minnie!- Gritó Junsu- ¿Jaejoong está despierto?
- Si, se despertó recién, un poco antes de que entraran.- les dijo alejándose un poco de su Hyung, al que aún acariciaba cariñosamente.- L—Le estaba tomando la temperatura- Dijo al notar las miradas de todos en su mano
- Ya veo, si me disculpan, debo revisar al paciente.

Todos asintieron y salieron de la habitación. Changmin estaba con los nervios de punta, y no era exactamente por aquella marca que había dejado irresponsablemente en la piel de su Hyung. Tenía miedo. Si además de la fiebre Jaejoong se enfermaba, iba a ser toda su culpa. Había sido él quien tropezó mientras jugaban en la playa. Había sido él quien dejo caer a Jae. Se sentía tan inútil. Ni siquiera había podido mantenerse despierto para cuidar al moreno. Se había dormido más o menos a las seis de la mañana. Y ahora, sentía sus parpados pesados, su cuerpo débil, pero no iba a poder conciliar el sueño hasta saber que su querido Jaejoong estaba bien.

Y además de todo lo que estaba pasando, el moreno no tenía recuerdos. ¡Y también era su maldita culpa! Si no se hubiese equivocado si no se hubiese caído, y si el Sr.Kang no se hubiese dado cuenta del estado de su rodilla, nada de eso hubiese pasado. Jaejoong no habría rogado por un último ensayo, Jaejoong no se habría caído, y no se habría pegado en la cabeza.

-Changmin respira- le dijo Junsu que estaba casi tan preocupado como él. – Oye, al menos finge que me escuchas ¿Quieres?- Se quejó mientras lo seguía de lado a lado.
- Minnie, Junsu tiene razón. No te estreses. Jaejoong está bien, tienes que confiar en eso.- Le pidió el líder.

Yoochun se mantuvo callado. Sabía más o menos por lo estaba pasando el pequeño. El también estaba enamorado de alguien. Y esto le hacía recordar la vez que aquella rubia persona se rompió la pierna y terminó en silla de ruedas. Esa noche las horas en la sala de espera del hospital se le hicieron eternas. Y ese dolor en el pecho, y la voz en su cabeza que le repetía que pudo haberlo evitado eran algo horrible. Finalmente, quince minutos ya habían pasado y la puerta de la habitación de abrió. El doctor se acercó a Yunho para darle todas las indicaciones mientras los otros tres entraban casi corriendo a la habitación.

-Hola chicos- Los saludó sonriente Jaejoong, mientras se terminaba de poner la camiseta.
- ¿Cómo te sientes?- preguntó su amigo del alma, Yoochun.
- Estoy un poco mareado y aún tengo fiebre.- Respondió, y pudo notar como Junsu fruncía el ceño y Changmin se ponía pálido.
- Pe…Pero Jae… ¿Tienes algo muy grave?- Chilló con la voz quebrada el rubio.
- No, SuSu, tranquilo yo estoy bien.

En eso entra Yunho a la habitación.

-Jaejoong está bien, sólo sufrió lo que en medicina llaman “Enfriamiento”. Con un día o a lo más dos, de reposo estará bien. Hablé con el manager, dijo que nos tomáramos esos dos días libres. Pero como nos quedan sólo cuatro días en la Isla, luego de nuestro descanso tendremos que trabajar muy duro.
- ¿Entonces Jae ya está bien?- Sonrió Junsu.
- Claro que lo estoy- Respondió el moreno.
- Que alivio-Murmuró Changmin sonriendo.
- ¿Viste que todo iba a salir bien Minn—?

Paff. Yoochun no pudo terminar la frase ya que al instante, el castaño cayó al suelo. Sus ojos cerrados, su rostro pálido. Jaejoong saltó de la cama y se arrodillo a su lado. Con cuidado tocó su mejilla. Estaba fría.

-Changminnie ¿Qué tienes? Abre tus ojitos, por favor- Pedía Jaejoong con lágrimas formándose en sus ojos.
- Yunho, trae al doctor, no tiene que estar muy lejos- Casi ordenó el moreno Yoochun
- ¡Se desmayó, se desmayó!- Repetía Junsu asustado.

Ninguno de los cuatro chicos se dio cuenta, que el pequeño Changmin se había desmayado con una hermosa sonrisa de satisfacción en su rostro.

Horas después…

El pequeño Changmin despertó sintiendo un rico aroma proveniente de la cocina. Sentía su cuerpo demasiado ligero, le dolía la cabeza y sentía frío, a pesar de sentirse tapado por unas cuantas sábanas. No tardó en darse cuenta que estaba en su cama. Intentó incorporarse de a poco, y cuando estuvo sentado, abrió bien sus ojos.

-¿Qué hora es?- Preguntó, pensando que estaba solo.
- Ya son casi las dos de la tarde- Le respondió la hermosa voz de cierto moreno.
- ¿Jaejoong Hyung?- Preguntó y volteó para encontrase con el mayor sentado en la cama de al lado.- ¿Qué pasó?
- Tonto.- le dijo levantándose y caminando hasta su cama- Tú de veras tienes deseos de morir ¿No, Minnie?
- No es cierto.-
- Te desmayaste. Yunho trajo corriendo al doctor. El pobre no sabía si reírse, quejarse o que se yo.- Le contó sentándose a su lado- Changminnie, no comiste nada el día de ayer y apenas dormiste. ¡No comiste!
- Lo sé, yo…No estaba pendiente de eso…-
- ¿Por mí…?
- ¡Claro que fue por tí! ¿Cómo iba yo a estar comiendo si la persona que más quiero en este mundo estaba con fiebre, sudando y encima casi muere ahogada?- Le respondió con toda la sinceridad del mundo.
- Eres tan extraño Min.- Sonrió sin dejar de sentirse culpable.- Te quiero.Y de cierta forma me hace feliz saber que tu amor por mi es más que grade que el amor que le tienes a la comida.-
- Claro que te amo más que a la comida.- Le dijo abrazándolo con fuerza.

Se separaron, solo para poder unir sus labios en un tierno beso.

- ¿Y los demás?- Preguntó Changmin
- Fueron comprar el almuerzo.- Respondió.- No salieron hace mucho, estamos solos.
- ¿Si?- Sonrió pícaramente.-Voy a enfermarme más seguido.
-¿Y eso por qué?-
- No juegues, sé que sabes.- Le dijo el castaño, mirándolo con un brillo especial en sus ojos.

Luego, lo besó otra vez, posando sus manos sobre las rosadas mejillas del moreno. El castaño lamió provocadoramente los gruesos y suaves labios de Jaejoong, buscando que este abriera su boca. Correspondiendo a la sensual caricia del menor, el moreno abrió su boca, dando paso a la húmeda lengua del pequeño. Changmin recorría cada rincón de su boca mientras lo iba recostando en la cama, atrapándolo bajo su cuerpo.

-Min…- Suspiró el moreno.- Mmgh.
- Hyung…- Respondió bajando una de sus manos, para pasarla por debajo de la camiseta del mayor.
- No podemos hacer esto…Ah- Se quejó al sentir la lengua del castaño humedecer el lóbulo de su oreja, para luego bajar hasta su cuello.
- ¿Por qué?- Preguntó volviendo a atrapar los labios de Jaejoong
- Changmin, no es bueno que hagas esto a un enfermo, se supone que debes cuidarme.- Sonrió separándose del menor.-
- Te gusta hacerte el difícil ¿No, Hyung?- Sonrió también.- Pero a mí no me parece que este es enfermo- Dijo tratando de no reír cuando Jaejoong le hizo un tierno puchero.-
- ¿No me crees?
- Claro que no- Respondió levantando descaradamente la camiseta del moreno.- Debo revisarte primero…Antes de darte el diagnóstico.
- ¿Ahora eres doctor?
- Soy tu doctor-

Sin dejar que el mayor respondiese, el pequeño y ya no tan inocente Changmin comenzó a jugar con el piercing que adornaba el pezón del moreno, arrancando uno que otro gemido.

-¿Te gusta?- Preguntó respirando en su oído
- Sss…Si…Ah- Jaejoong gimió nuevamente.- Changmin….No…No es correcto…N—Ah!
- Hyung, no estoy seguro de que sientas lo que dices…- Sonrió, y lo volvió a besar en los labios.

Changmin volvió al pecho del moreno, pero esta vez comenzó a dar suaves y cortos besos a mediad que bajaba. Cuando llegó a aquel pequeño pedacito de metal, no dudo en lamerlo y succionarlo, mientras que con su mano jugaba con el otro piercieng que tenía Jae en su ombligo.

-Minnie….- Gimió otra vez
- ¿me vas a negar que te gusta?
- No…No pares…

Entonces un ruido los advirtió. Era el celular de Jaejoong que sonaba fuertemente. Changmin maldijo por lo bajo y se separaron inmediatamente. Estaban sonrojados, con los labios hinchados y la respiración agitada. Inmediatamente el mayor se bajó de la cama y corrió a contestar su móvil.

-¿Diga?- Contestó tratando de regularizar su respiración.- Si estamos bien, Changminnie despertó hace un momento. ¿Ya terminaron las compras?
- ¿Hyung?
- Ya veo, los esperamos con la mesa puesta. Adiós.
- ¿Era Yoochun Hyung o Yunho Hyung?
- Yoochun. Dice que hay que tener la mesa lista. Compraron hamburguesas- le sonrió.
- Jae…Lo de hace un momento…Yo…No sé que me pasó…Me descontrolé…Lo siento…- Dijo con la cabeza gacha avergonzado por la forma en la que se había comportado con su Hyung.
- Minnie. Tranquilo.- Le sonrió acercándose a él.- A mi…No me molestó…
- Te amo- Le sonrió
- Yo también te amo, bebé.- Le dio un corto beso en los labios- Ahora vamos a poner la mesa. ¿Sí?

Pusieron la mesa rápidamente, como comerían hamburguesas no había mucho que arreglar. Jaejoong se sentó en el sillón de la pequeña salita que allí había, y suspiró. Se sobresaltó al sentir un fuerte brazo rodear su cuello y un fresco aliento a menta chocar contra su oreja, causándole cosquillas.

-Me hiciste cosquillas.-Se quejó de forma infantil haciéndole un puchero al joven que estaba ahora sentado a su lado.-Tonto-
Lo golpeó como solía hacerlo siempre, en el brazo, el castaño en vez de responder el golpe, atacó el estómago del mayor con sus dedos, haciendo que este reventara en risas.

-Por favor, para…Changmin- Gritaba sin poder parara de reír.
- ¿Estás loco? Sufre- Dijo riéndose malvadamente, Jaejoong pataleaba, sus ojos cerrados y su cabello revuelto.
- No, Minnie no me hagas… esto…. hahaha

Finalmente el moreno logró empujar al pequeño que cayó del sillón al instante, pero no sin antes tomar al mayor por ambas muñecas botándolo consigo. Al caer, dieron unas cuantas vueltas en el piso, sólo para quedar en una muy comprometedora posición.

-¡Chicos!- Se escuchó la voz de Yunho desde la puerta.

Todo pasó muy rápido, no tuvieron tiempo de separarse lo suficiente para cuando Yoochun había quitado la llave a la puerta, abriéndola de par en par. Junsu fue el primero en entrar

-¡Gaaah!- Chilló con esa aguda voz que lo caracterizaba- ¿Qué…Qué están haciendo?
- Junsu no grit—¿CHICOS?- Yunho estaba boquiabierto.

Yoochun por su parte, no sabía si reírse o fingir sorpresa. Changmin estaba jadeando, con sus labios rojos, y su cabello revuelto. Estaba posado sobre Jaejoong, una pierna a cada lado de la cintura del mayor, y lo mantenía sujeto por las muñecas, ambas a cada lado de su cabeza. El moreno por su parte, estaba jadeando y con sus labios hinchados de igual manera, además de un fuerte sonrojo en sus mejillas.

-¡N—No es lo que piensan!

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