- ¿Verdad?
- Sí…
La adorable y contagiosa risa del peli anaranjado le hizo sonreír. Alzó su morena vista y se topó con los encantadores ojos color miel del pequeño Mir que atentos y extrañamente sorprendidos lo observaban casi con espanto. Yunho aclaró su garganta sin comprender la situación.
- Jung Yunho…
¿Lo conocía?
Pregunta estúpida. Claro que si, después de todo, era el líder de uno de los grupos musicales más famosos en todo el continente asiático. Y si la sola idea de tener a alguien como él cerca representaba reacciones inesperadas y torpes, entonces por qué sería que le extrañaba tanto la atolondrada y casi espantada mueca que presentaba el menor ante su presencia…
¿Lo conocería más allá de todo el cuento de la fama?
Por un segundo lo deseó. Aquel muchacho tenía una preciosidad única que en todos sus años de vida había tenido la satisfacción de apreciar, o encontrar. Tenía una careta tan adorable y misteriosa que lo absorbían, mimetizándose con sus facciones aniñadas y su sonrisa repleta de inocencia. ¿Quién sería aquel muchacho? ¿Por qué se le hacía tan familiar?
No le importó.
Lo había encontrado. Y estaba tan encandilado por la sola aura del menor que tampoco planeaba hacer algo al respecto.
- ¿Me conoces? – se golpeó mentalmente al terminar de pronunciar. ¡Qué pregunta más estúpida! – digo, además de…
- Si.
Que hermosa voz tenía…
- ¿De dónde?- indagó, impaciente. El menor sonrió temeroso, evidenciando su nerviosismo-
- Pues…
- ¡YUNHO!
¡¿Qué demonios le pasaba a Yoochun que siempre encontraba la manera de fastidiarlo?!
De pronto recuperó su careta de frialdad y profundo cólera, espantando al pequeño ojimiel. Micky se acercó a grandes zancadas, marcando el paso escandalosamente. Cada persona en aquella habitación volteó a mirarlo; Yunho bufó exasperado, y el ratón continuó su ruidoso andar hasta llegar frente a la figura de su hyung.
Mir los observó temeroso, y a la vez maravillado. Tenía a los Dioses nacientes del este justo frente a sus ojos, y acababa de mantener una pseudo- conversación con el líder más cotizado y uno de los hombres más guapos y valorados en la industria en la que tanto buscaba ser aceptado. Pero además, y por sobre todas las cosas, el objetivo de Lee Joon.
Su Lee Joon.
Ese Lee Chang Sun que lo utilizaba como mascota sexual. Ese “amigo” del que estaba tan profundamente enamorado.
Deseó por momentos tomar venganza y hacerle pagar el maltrato a Yunho, pero recapacitó al recordar que aquel precioso hombre no tenía ninguna culpa. Ni siquiera estaba al tanto de los macabros planes que Joon habría comenzado a formular apenas lo vislumbró en aquella tediosa charla hacia no más de cinco horas. Y sabiendo eso, no podría hacerle nada. Menos, al conocer de primera mano lo cortés y amable que el mayor podía ser hasta con un perfecto desconocido.
Lee Joon no merecía a alguien como Jung Yunho. Jung Yunho no merecía lo que Lee Joon podría hacerle.
No dejaría que su amado le hiciera daño.
- ¿Qué haces con él?-despertó de sus cavilaciones al notar el dedo del pálido ratón apuntándole. Yunho sonrió preciosamente, lanzando una pequeña risa- ¿Dije algo gracioso?
- No se apunta así a las personas, Yoochun- rió. Micky lo miró como si fuera un extraterrestre… ¿qué demonios había pasado con el malhumorado U-know?- Es de mala educación.
- ¿Estás enfermo?
- No, ¿por qué?
- No me la creo- bufó exasperado. Mir lo miró entre risas y Yunho gruñó. Detestaba no entender las cosas- Que bipolar eres, Hyung – siguió riendo. U-know levantó una ceja y el menor calló- Ya, ya, calm down. Te preguntaba porque pensaba que no conocías a nadie de MBLAQ. Salvo a ese “niñato” como le dices. Ese que está como quiere.
- ¿MBLAQ? –miró al menor del los tres y éste le sonrió apenado. Yunho se espantó- ¿Eres de MBLAQ?
- ¿Culpable? –sacó la lengua avergonzado. Yunho mordió su labio reprimiendo un chillido y Yoochun saltó a su lado-
- ¡Que mono! –juntó sus manos y las colocó sobre su mejilla, en forma de puño doble. Puso rostro de ensoñación y rió- Luego me preguntan por qué soy homosexual.
Mir rió abiertamente ante el comentario, mostrando sus perfectamente blancos dientes y su particular nariz achicándose de manera adorable. Yunho festejó internamente; al final, aquella gira en conjunto no le pintaba nada de mal…
- ¿Una gira en conjunto?
- Sí. Con TVXQ… ¿no es genial?
JiYong sonrió levemente, levantando sus brazos y estirándolos mientras dejaba resbalar por su cuerpo la suave sábana color verde, dejando al descubierto parte de su desnuda figura. Joon rió pervertidamente, besando el blanco cuello contrario.
- Me pregunto si estarás así de emocionado por el hecho de que estarás de Tour con uno de los grupos musicales más populares del momento; o simplemente porque tendrás vía libre para fastidiar a Yunho hyung. –murmuró. Lee Joon farfulló indignado- ¿De verdad piensas que lograrás algo?
- Claro que sí.
- Con Yunho Hyung no se puede, Joon. –masajeó sus sienes irritado. El menor golpeó su hombro y se levantó, quedando completamente desnudo a vista y paciencia del líder de Big Bang.- Olvídalo.
- No lo haré.
El rubio suspiró lo más audible que pudo, sonsacándole una mueca de pura frustración y enfado al bailarín principal de mblaq. Lo miró ofendido e indignado, tomando el revoltijo de ropas que encontró alrededor de la habitación entre sus manos, sentándose sobre la cama.
- Hazme caso, Joon. Si Jung Yunho fuera a mantener una relación con alguien, aunque fuera netamente sexual, no la tendría contigo- Joon se tapó las orejas infantilmente y comenzó a tararear- Ni con nadie. Salvo quizás ese niño con el que sueles jugar.
- ¿Mir? –JiYong sonrió al recuperar la atención del castaño- Jamás.
- ¿Por qué no? Es tierno, fiel, adorable y, según lo que me has dicho, vaya que es bueno en la cama.
- ¡Pero es imposible!
- ¿Y qué si no? Tendrán una gira juntos… nadie te dice que no pueda pasar algo ahí.- Joon abrió sus ojos cuanto pudo; dejó su cuerpo a medio vestir y miró al rubio con profunda rabia- Tómalo en cuenta.
- Eso no sucederá. –el pequeño líder iba a hacer una broma al respecto, pero notó como los puños del sexy lee Joon se mantenían presionados con absoluta ferocidad.- No mientras yo pueda evitarlo.
- Era una broma, Joon –intentó relajar al susodicho, pero éste siguió sin escucharlo. Le había encontrado lógica a lo dicho por su hyung líder, y aquello no le gustó ni un ápice.
Según lo que había averiguado, las únicas relaciones homosexuales que Jung Yunho habría mantenido siempre eran con muchachos guapos, adorables, tiernos y perfectos en toda la extensión de la palabra. Unos chicos que lo cuidaban, acariciaban y acentuaban aún sin querer ese porte de “macho” que su sólo nombre cargaba sobre sus hombros. Tal como lo era Jaejoong, su ex novio, y tal como era Mir. Todo eso, y más.
Por suerte, y de aquello si estaba completamente seguro, era que el pequeño maknae lo amaba. Y si mantenía esa atención que el peli anaranjado tenía constantemente sobre su persona, no había motivos por los cual preocuparse. El enamoramiento, al menos viniendo de Mir, no desaparecía así como así. El pequeño era demasiado inocente como para ser engañado con un falso enamoramiento, y menos como para hacerle daño a alguien con el.
- Eso no sucederá.
La sonrisa que de pronto colocó el menor por un momento lo asustó. Conocía a Lee Joon, de todas las maneras habidas y por haber, y sabía que cuando sonreía así nada bueno podía esperarle a quien fuera el pobre infeliz que rondaba en su maquiavélica y pervertida cabeza. Y conociéndolo como lo hacía, podría también asegurar que fuera lo que fuese aquello que estaba planeando en ella; lo lograría. Porque por Dios que cuando Lee Chang Sun tenía algo en mente, nada podía evitar que lograra su cometido. Así como lo hizo con él, cuando recién había comenzado una relación con su actual novio de más de dos años: T.o.p.
Aún así veía difícil su “misión”. ¿Quién, en toda la industria musical y televisiva, no se le habría pasado por la cabeza el seducir al imponente líder de TVXQ? Si hasta él mismo intentó conquistarlo alguna vez.
Y siendo sinceros, algunos de aquellas “pobres víctimas” eran aún más agraciados que el propio Lee Joon, y aún así U-know los rechazó.
Estaba casi seguro de que fallaría, y terminaría por sufrir de alguna u otra manera –ya fuere como indignación u orgullo dañado- pero que Dios lo castigara por querer presenciar aquel tórrido e imperdible espectáculo. Porque por mucho que quisiera o deseara a Joon, más deseaba que alguna vez, y sólo alguna vez, éste perdiera. Y si eso lo mantenía atado a su cama, mejor.
Y así el pequeño Mir también dejaría de estorbar.
pobre mir
ResponderEliminarme encanta!!!
ResponderEliminary ahora se formara un trio XD
esta genial la historia
gracias por continuarla.
saludos!!
makarena m(^^)m
MiR!! YunhOO! Muerooo xDDDDDDDD
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