KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Unexpected Love cap 7

- ¿Qué?, ¿no vas a preparar nada especial?- le miró sorprendido después de ver el desayuno.
- ¿Para qué?, sólo cómetelo- respondió sin mirarlo tomando su cuchara.
- Pero en los cumpleaños no se come solo arroz- protestó.
- ¿Es tu cumpleaños?- le miró extrañado, si no mal recordaba aun faltaban algunos meses.
- No, tonto- murmuró- es el tuyo.
- ¿Eh?- su mirada se ilumino- es cierto- sonrió.
- Que torpe, ¿cómo puedes olvidar tu propio cumpleaños?- bufó Junho comenzando a comer.
- Wa quiero ir a divertilandia- sonrió soñador- creo que le diré a Eunhyuk y Donghae que vayan conmigo.
- ¿Sólo ustedes tres?- levantó la mirada- ¿y yo qué?- preguntó con un puchero, le dolía no ser incluido en sus planes.
- Con tanta gente no creo que salgas vivo de ahí- respondió sin darle importancia.
- ¿Quién dijo que quería ir?- protestó- divertilandia, que infantil eres- le miró con reproche antes de volver a dirigir su mirada a su comida.
- Es mi cumpleaños- le recordó sin borrar su sonrisa- escuchaste Shaki, hoy nos divertiremos- acarició la cabeza del animal quien movió el rabo en respuesta.
- Recuerda que tienes que limpiar- le dijo poniéndose de pie- me voy.
- Bien, cuídate- ni siquiera le miró mientras jugaba con el perro.

Una vez terminó con su desayuno se dedico a realizar la limpieza mientras marcaba el número de sus amigos.
- Vamos Eun, será divertido- insistía limpiando la mesa.
- Pero Junsu, estamos ocupados.
- Que malos amigos, se supone que los amigos pasan los cumpleaños juntos- protestó infantilmente.
- Bien, hablare con Donghae- accedió con un suspiro resignado.
- Genial- exclamó feliz- los veré en la entrada.

Justo cuando colgó, el teléfono sonó.

- ¿Junsu?, ¿estás ocupado?- la voz de Yoochun le sobresalto, no esperaba esa llamada.
- ¿Sucede algo?- preguntó aun desconcertado.
- Quería verte para platicar sobre lo que me dejaste.
- Claro, iré en seguida- aseguró emocionado, eso era lo mejor que podía pasarle en su cumpleaños.

Volvió a llamar a sus amigos para cancelar mientras se dirigía a su habitación para cambiarse.




Una vez estuvo dentro del auto se dio cuenta de que ese día no tenía nada que hacer, maldijo su suerte mirando la casa. No podía entrar, era demasiado orgulloso así que decidió dar una vuelta para hacer tiempo… ¿debía comprarle un regalo a Junsu? Era el primer cumpleaños juntos después de muchos años, ¿qué sería bueno? Se dedicó a pensar en ello mientras paseaba por la cuidad y veía varias tiendas. Después fue a la oficina para pasar el tiempo, le parecía increíble como el pasar de los minutos era tan tortuosamente lento.
Sin poder resistirlo más decidió ir a buscarlo, después de todo era el cumpleaños de su hermano y se suponía que los hermanos celebraban juntos. Con esa idea se dirigió en su busca.



Llegó sonriente pero se detuvo frente a la puerta, serio, Yoochun conversaba con alguien y por su tono de voz no estaba nada feliz. Cada vez que le escuchaba algún reclamo o decir que el trabajo era una porquería sus nervios aumentaban. Yoochun siempre había sido muy bueno con él, pero eso no significaba que lo tratara de la misma forma cuando se trataba de trabajo. Consideró el salir de ahí pero ya era muy tarde, Yoochun le había visto y con una sonrisa le invitó a entrar pidiéndole que le esperara un momento.

- Junsu, me alegra que hayas venido- sonrió colgando, el menor se sorprendió por el cambio de humor, su voz sonaba agradable y suave, como él lo conocía.
- Al contrario, gracias a ti por llamarme- respondió con una inclinación, el mayor sonrió.
- ¿Por qué no nos sentamos?- sugirió señalando una pequeña mesa al lado de la ventana.
- Bien, gracias-una vez sentados se miraron por un momento en silencio, Junsu se sentía muy nervioso y apenas se atrevía a mirarle a los ojos.
- Leí lo que me dejaste- comenzó el mayor, a Junsu le sorprendió lo directo que había sido- y debo admitir que me siento algo decepcionado- el menor le miró dolido- está mal redactado, carece de sentimiento y falta…
- Tienes razón- dijo el menor molesto sin dejarle terminar, se sentía más molesto porque aquella sonrisa seguí fija en el rostro del mayor- no está bien escrito y tal vez no es muy bueno pero puedo hacerlo mucho mejor, no tienes porque ser…
- Lo sé- le interrumpió sin borrar su sonrisa.
- Tal vez deba… ¿qué?- le miró desconcertado.
- No es muy bueno, pero te propongo algo, comenzaras a hacer reseñas de los artistas y sus discos y canciones, mientras continuas componiendo, eso te ayudará a conocer más sobre el tema.
- ¿Hablas en serio?- le miró sorprendido.
- Por supuesto- asintió.
- Vaya, gracias- lo miró sin poder creer lo que le habían dicho.



Buscó algo que le sirviera para pasar desapercibido, opto por una gorra y unos lentes oscuros que le cubrían gran parte de la cara y emprendió la búsqueda de su hermano. Trató de pensar que lugares sería los que Junsu visitaría para comenzar a buscar ahí pero después de dos horas comenzó a preocuparse. Junsu no aparecía por ningún lado, además para su mala suerte una chica había logrado reconocerlo y ahora era perseguido por una gran multitud, por más que intentó esconderse no sirvió de nada y no tuvo más opción que llamar a alguien. Odiaba a Junsu más que nunca, ¿por qué demonios no estaba en donde había dicho?



Esperaba el elevador sonríete, se sentía el chico más afortunado del mundo. Su sonrisa se borró al ver a Yoochun pararse a su lado. Las puertas del elevador se abrieron y ambos subieron.

- Lamento lo de hace rato- se disculpó Junsu apenado por haberle gritado.
- No te preocupes- sonrió despreocupado.
- Suelo ser muy impulsivo- justificó sin mirarle.
- Te invito a comer- dijo de pronto, el menor levantó la mirada.
- ¿Disculpa?
- Acabas de recibir un contrato, ¿no crees que deberíamos celebrar?- le miró divertido.
- Vaya, gracias, suena genial- aceptó feliz.

Durante el camino estuvieron platicando sobre música y Shaki hasta que finalmente llegaron al lugar.

- Bienvenidos- dijo el mesero dándoles el menú.

Junsu se sorprendió de los precios, ¿cómo se suponía que pagara eso?

- Oye, conozco un buen lugar donde se come espagueti, ¿por qué no vamos?- sugirió nervioso.
- ¿De qué hablas?- rió divertido- hoy invitó yo, la próxima vez iremos a comer esos ricos espaguetis, ¿qué dices?- le guiñó un ojo.
- Bien- sonrió aliviado.
- ¿Listos para ordenar?- preguntó el mesero.
- ¿Junsu?- le miró.
- Lo que pidas tu está bien- le sonrió dejando que Yoochun escogiera la comida, si, definitivamente era un buen día.

Ya estaban comiendo mientras platicaban cuando se vieron interrumpidos por el sonido de un celular. Junsu se apresuró a responder.

- ¿Su?
- ¡Yunnie!- exclamó feliz- vuelvo en seguida- se disculpó antes de ponerse de pie para responder la llamada- malvado, me tenías abandonado- protestó dirigiéndose a la salida.

Algo en el interior de Yoochun se encogió, debía imaginar que alguien como Junsu ya tendría alguien especial en quien pensar, el brillo en su mirada al escuchar la voz del tal ‘Yunnie’… ¿Yunnie? Eso ni siquiera era un nombre, ¿acaso estaba celoso? Debía admitir que el ‘me tenías abandonado’ por alguna razón le hacía sentir inseguro.

- Listo, lo lamento- dijo aun con aquel brillo después de 5 minutos, sentándose de nuevo a la mesa.
- Descuida, parecía una llamada especial.
- Y vaya que lo era- asintió sonriente.
- ¿Era tu novio?- preguntó sin mirarlo para no delatarse.
- ¿Quién, Yunho?- le miró sorprendido.
- ¿Yunho?- llamó su atención que el nombre fuera tan similar al del hermano del menor.
- Nada de eso, es mi mejor amigo- explicó divertido- tenía mucho tiempo sin verle, desde que nos separaron a mi hermano y a mí las cosas cambiaron mucho y él siempre estuvo a mi lado defendiéndome y consolándome, sino hubiera sido por él creo que habría enloquecido- rió suavemente- poco antes de que viniera a Corea él se fue a tomar un curso, es coreógrafo y es muy bueno- asintió orgulloso.
- Ya veo, parece una persona muy interesante- dijo más aliviado.- Entonces, ¿es mayor que tu?
- Mmm, tiene….- miró hacia arriba haciendo cuantas- 23, me gustaría presentárselo pero no sé en donde este- dijo un poco triste- sólo me dijo que me tenía una sorpresa, ¿me pregunto qué será?- miró pensativo al frente.
- No sabes lo adorable que eres, ¿verdad?- Yoochun le miró con sinceridad haciéndole sonrojar pero para suerte de Junsu se vieron interrumpidos por el mesero que les ofrecía postres.
- ¿Quieres un helado?- le preguntó mirando el menú nuevamente.
- Si- sonrió con ojos brillantes olvidando lo sucedido.



Tampoco estaba en casa, la ansiedad comenzaba a agobiarle. Jamás se hubiera imaginado que estaría así por su hermano, pero la verdad era que el no saber en donde se encontraba era un tormento, ¿qué acaso no tenía para eso un celular?, ¿porqué no le había llamado siquiera?

- ¿En donde crees que se haya metido ese niño?- le preguntó al perro blanco que le miraba echado sobre el sofá mientras él paseaba ansioso por la sala. Perfecto, ahora hablaba con el perro. Salió para ver si no venía por el camino que llevaba a la casa… pero nada. Miró el reloj, las 10, era el colmo, ¿en dónde podía estar como para llegar tan tarde? El ruido de un auto llamó su atención, se dirigía hacia allí. Con un repentino nerviosismo regresó apresurado a la casa, por alguna razón no quería que Junsu se enterará de que le había estado esperando.

- Muchas gracias, me divertí mucho- agradeció cuando el auto se detuvo.- ¿Quieres pasar?- preguntó el menor.
- Mejor después, anda entra- le animo sonriéndole con ternura.
- Bien, buenas noches- asintió bajando del auto.
- Nos vemos.

Junsu esperó a que el auto desapareciera despidiéndose con un movimiento de la mano. Después entró en la oscura casa.

- Por fin llegas- comentó Junho al verlo. Junsu brincó asustado mirado al lugar de donde provenía la voz.
- ¿Estas aquí?, ¿por qué no prendes las luces?- protestó con su típico puchero prendiendo las luces.
- ¿Por qué llegas tan tarde?- preguntó levantándose del sofá para seguirlo a la cocina ignorando sus quejas.
- Te dije que saldría, no veo cual es el problema- bufó sirviéndose agua para después dirigirse a su habitación, estaba muy feliz como para querer que las protestas de su hermano arruinaran su día, sin embargo algo llamó su atención camino a la escalera- ¿fuiste a divertilandia?- le preguntó regresando a la cocina.
- ¿Qué?, ¿por qué habría ido a divertilandia?, te dije que estaba ocupado- se apresuró a responder en un intento de ocultar su nerviosismo.
- He visto la máscara- aclaró sonriendo suavemente- ¿fuiste a buscarme?- le miró con un brillo en sus ojos, brillo que tenía tiempo sin ver y un ligero estremecimiento le recorrió aumentando sus nervios.
- Por supuesto que no, sólo quería ver qué era lo que tenía de especial- explicó cruzando los brazos evitando mirarle.
- Pues yo no fui- confesó.
- ¿Qué?- le miró sorprendido.
- ¿Esperaste mucho?- le miró apenado, no podía mentirle, sabía que se preocupaba por él.
- Ya te dije que no…
- Vamos a divertilandia- pidió sonriente dando un brinco emocionado.
- ¿Qué?, ¿a esta hora?- dijo mirando el reloj.
- Vamos, ni siquiera tuve pastel- insistió con un puchero y una mirada a la cual no se pudo resistir.

Ahora se encontraban fuera del parque de diversiones mirando a través de las rejas.
- Te dije que estaría cerrado- advirtió serio.
- ¿Entonces deberíamos regresar?- preguntó dando saltos para mirar sobre la reja, Junho bufó.- Tu eres quien ha estado en películas, ¿qué es lo que hace el actor principal en estas situaciones?- le miró interesado. Una idea cruzó la mente de Junho y una sonrisa apareció en su rostro.
- Vamos, sígueme- le hizo una seña comenzando a caminar.
- Vaya, es hermoso- dijo asombrado deslizándose por el hielo, tenían la enorme pista de hielo sólo para ellos dos- vamos, no te quedes ahí- le animó dando algunas vueltas a su alrededor.
- Espera- pidió tratando de mantener el equilibrio.
- Vamos, no es tan difícil- dijo divertido describiendo diversas figuras en el hielo, dando algunos brincos antes de acercarse a su hermano para ayudarle. Tomó su mano y avanzó con él aferrado a su brazo, pronto comenzaron a jugar aunque le costó varias caídas a Junho ya que algunas veces Junsu se escurría de sus brazos haciéndole perder el equilibrio.

Después de jugar por un par de horas, se sentaron a descansar en una de las bancas, la expresión de Junsu era reluciente y no dejaba de sonreír, Junho trató de memorizarla en silencio.

- Parece que hay algo que puedes hacer bien- comentó despectivamente para después reír divertido.
- Que malo- infló sus mejillas, molesto.
- ¿Quién te enseño?, debía haber sido alguien muy paciente.
- Pues si, Yunho siempre me tuvo mucha paciencia- asintió molesto.
- ¿Yunho?- ¿por qué sentía que ese nombre lo había visto en algún lado?
- Es mi mejor amigo- asintió orgulloso- ¿no lo recuerdas?- le miró desconcertado.
- ¿Debería?- le miró confundido.
- Pero si te lo mencioné muchas veces en las car…- se interrumpió bruscamente, no era algo de lo que quisiera hablar en ese momento, aun no había suficiente confianza entre ellos.- No importa- negó con una sonrisa- fue él quien me enseñó, siempre fue muy bueno conmigo.
- Pensé que tus amigos eran ese par extraño- comentó pensativo.
- Lo son, pero Yunho es diferente, es especial, siempre ha estado a mi lado y no sería capaz de dejarme abandonado sin dinero- dijo con resentimiento recordando lo que había pasado para llegar con su hermano- Cuando lo conocí un par de chicos estaban molestándome y él llegó a defenderme, estaba en su último año y a pesar de eso no le importaba pasar el día cuidando de un niño caprichoso y sensible, después de que se graduó pasaba a recogerme a la escuela, me enseñó muchas cosas, siempre me apoyaba y me ayudó a ser alguien mejor- sonrió recordando aquellos días- Cuando las cosas se ponían difíciles me dejaba quedarme en su casa- agachó la mirada- Él se dedicó a estudiar para bailarín y fue por él por quien me acerqué a la música, llegó a ser uno de los mejores, y a pesar de que había muchas opiniones en contra me animó a estudiar para ser artista.
- ¿Porqué no está contigo ahora?- preguntó molesto, de alguna forma no le agradaba tanta cercanía, además ahora recordaba todo, Junsu solía hablar mucho de él en las primeras cartas que recibió, ¿debía preguntarle sobre ellas? No, aun era muy pronto.
- Poco antes de venir fue al extranjero a seguir estudiando, su sueño es poner una academia, dice que me tiene una sorpresa, me preguntó que será- miró el techo pensativo- ah…- exclamó de repente.
- ¿Qué?- le preguntó sobresaltado.
- Mo lo olvidé- se quejó encogiéndose de hombros- espera ya me acordé, hoy firmé un contrato- sonrió orgulloso.
- Pero ya tienes un trabajo- protestó.
- Lo sé, y me encanta trabajar con Jea hyung, deberías conocerlo, no dejaría esa cafetería, el primer trabajo que me consiguió Yunho fue en una cafetería.

Y ahí estaba de nuevo el tal Yunho. Desvió la mirada molesto.

- Pero es mi oportunidad de hacer lo que quiero- continuó- solo es comentando sobre lo nuevo en la música, pero aprovecharé para aprender todo lo que pueda y ser mejor componiendo canciones- Junho le miró sorprendido, realmente parecía decidido- lo que me gusta de la música es que es una forma de acercarte a los corazones de las personas en todo el mundo, es un lenguaje universal…- si en definitiva su hermanito había madurado bastante.
- ¿Para quién vas a trabajar?
- Yoochun- sonrió feliz.
- ¿Yoochun?- su corazón se detuvo.

1 Comentarios:

  1. esta genial jeje yunho que le tendra yo digo que va llegar y le dira mire te presento a mi esposo jae y mi hijo cuteeeee eso solo ocurre en mi mente continualo forever w

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