KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Unwritten cap 11

Llegué a casa pasadas las dos de la mañana. Mamá había terminado convenciéndome [con un buen trozo de pastel navideño, aclarando] de irme a esa hora y no en la mañana pues las fans sabían eso y sería más complicado dejar la casa. Y de paso, quería que pase por lo menos, parte de la navidad, con los miembros del grupo.

O, por lo menos, uno de ellos. El único que estaba en casa cuando llegué era Yunho.


-Feliz navidad, hyung –saludé abrazándolo.

-Igual a ti, Minnie-ah –respondió a mi abrazo. Me percaté de que olía a perfume de mujer [y del caro] y mi rostro debía reflejar mi sorpresa porque se apresuró a decir:- Tranquilo, Min-ah, se me pegó el perfume de mi madre.

-Ah, ¿has estado con ella? –tomamos asiento en el salón.

-Sí. Nos ha dado el alcance antes de las doce. Está algo deprimida –suspiró, apoyando la cabeza en mi hombro.

-¿Por qué? –y apoyé la mía en la suya.

-Porque no estaremos aquí para año nuevo. Ella contaba con eso.

-Probablemente podamos volver para tu cumpleaños.

-Ojalá... –murmuró más dormido que despierto-. Oye, Min-ah…

-¿Mhm?

-Espero que todo se arregle entre Jae y tú. En serio lo hago.

-Yo también, hyung, yo también…

Nadie sabía de mi plan, a excepción de Yinah y… Yoobin. A decir verdad, en cuando se me ocurrió, se lo conté y pues, me mostró su apoyo y hasta ideas me dio. No se lo había contado a mis hyungs porque posiblemente terminaran contándole de mi plan. En realidad no lo había hecho porque era mucho más emocionante tener un secreto. Hacía mucho que no tenía ‘secretos’.

-Me voy a dormir, hyung, buenas noches –me despedí mientras me ponía de pie. El gruñó un “Buenas noches” y me fui. Le oí prender la TV mientras entraba en la habitación.

Y en cuanto la puerta hizo ‘click’ al cerrarse, el sueño se me fue. Resoplé frustrado pues se suponía que había sido un día largo y lleno de emociones y que mi cuerpo estaba cansado [y en realidad lo estaba], pero mi cerebro se rehusó a desconectarse. Me desvestí, empezando por los calcetines y no tardé en acostumbrarme a la fría madera bajo mis pies. Desabotoné mi camisa y el frío sobre mi piel era… agradable en algún extraño o perverso modo. Y hasta emocionante y excitante en cierto punto. Aventé mis jeans en cualquier sitio [poniendo el extra de esfuerzo en que cayeran sobre la cama de Junsu] y así, tan solo en bóxers, me quedé estático entre mi cama y la ventana.

Sabía que era probable que pescara un resfrío, pero me sentía… extático.

La gélida brisa me arrancó un gemido de dolor y de placer, y decidí cerrar un poco la ventana, dejando tan solo un resquicio disponible. Retrocedí con pasos torpes hasta caer sentado a escasos centímetros de mis almohadas y enterré el rostro entre las manos con desesperación mientras un recuerdo se reproducía en mi mente.

Recordé, entre sordos suspiros y el sonido del viento agitando las persianas, la primera vez que Jaejoong y yo intimamos. ¿Qué habría desencadenado tal recuerdo? No lo sé. Solo sé que de un momento a otro me encontré acurrucado en mi cama, en pose fetal, abrazando mis rodillas y sintiendo el frío recorrer mi piel.

Debo resaltar que nuestra “primera vez” fue… improvisada. Y también, que sucedió mucho antes de que estuviéramos juntos, es más, creo que ocurrió poco antes de su cumpleaños número veintiuno. Aún vivíamos en aquél diminuto departamento en donde todos dormíamos en un solo cuarto [no que la situación haya cambiado, pero por lo menos, el actual departamento era mucho más grande] y justo aquella tarde habíamos tenido un ensayo de cinco horas pues en pocos días estrenábamos nueva performance ante la audiencia. Todos habíamos llegado casi muertos al departamento y en menos de una hora, la mayoría ya había caído dormido. Y cuando digo ‘mayoría’, son todos menos Jaejoong y yo.

Luego de haber comido algo [no me culpen, cinco horas de movimiento despiertan el hambre en cualquiera] y haberme bañado –no en ese preciso orden – entré en la habitación con tan solo la toalla enrollada alrededor de mis caderas. Avancé sin mirar otra cosa que no fuera mi cómoda y anhelada cama y me tiré ‘de panza’ contra el colchón, enterrando la cabeza entre las almohadas automáticamente. Intenté dormir, juro que sí, pero entre los ronquidos de Yunho y los lloriqueos por Dios-sabe-qué de Junsu, no pude.

Hasta que su voz llegó a mis oídos con aquél frágil “¿Min?”, y tal vez por lo melodioso que es su tono de voz, me encontré sonriendo bobamente contra la funda de mi almohada. “Te vas a resfriar,” volvió a susurrar y me di cuenta que estaba más cerca de antes. Respondí con un gruñido bajo, sin siquiera molestarme en abrir los ojos. “Oye, vístete,” y esa vez sonó aún más cerca y le sentí sonreír y sentí su peso hundir el colchón, claro signo de que se había sentado. Con lo último de fuerza que me quedaba [o así creía yo], me giré, tan solo un poco, pero lo suficiente como para quedar casi de costado. Estaba apoyado sobre uno de sus codos, sus cabellos cayendo sobre la línea de su frente. Y, por Dios… no llevaba camiseta.

Semanas antes había empezado a tener sueños en donde todo se resumía a sus labios sobre los míos y de pronto lo tenía frente a mí en nada más que un pantalón delgado y yo con solo una toalla cubriendo “mi orgullo” y un paquete de hormonas que amenazaba con hacer ebullición [si es que no la había hecho ya]. Sonrió con picardía durante medio segundo y luego se echó a mi lado, su cabeza quedando más arriba que la mía sobre las almohadas de modo que para poder verlo a los ojos debía levantar la mirada, y si no lo hacía, veía la perfecta línea de su cuello, que me invitaba a morderlo y a hacerlo mío. Su aroma llegaba hasta mí, y me sentí atraído a la idea de olerlo desde más cerca. De rozar la punta de mi nariz tan levemente por sobre su piel, como para ser capaz de erizársela y de hacerle suspirar mi nombre.


Así que así lo hice.


Y él… Él suspiró mi nombre.


Lo siento,” me encontré diciendo aunque no lo sintiera, y cambié totalmente de posición, hasta quedar enteramente boca arriba. Lo cual probó ser una nefasta idea pues mi creciente erección [que por cierto, no recuerdo en qué momento empezó a crecer] era casi notoria. Bueno, si yo la veía, cualquier otro podría hacerlo igual.

Cerré los ojos, intentando tragarme la vergüenza pues había oído a Jaejoong soltar una leve risita [que la verdad no alcanzó sus labios, sino que quedó en su garganta], pero los abrí de golpe en cuanto mi nombre aunado a su cálido aliento golpearon mi oído.


¿Min?


D-dime, hyung.




¿Puedo besarte?


Aquella fue la primera vez que pidió permiso para besarme.




Ladeé el rostro lentamente hasta que la punta de mi nariz tocó la suya y antes de poder decirle [aunque yo quería gritar] “Sí,” sus labios tocaron los míos. No había sido como aquella primera vez que me había besado [en realidad, esa vez me había ‘robado’ el beso] porque esta vez… esta vez, yo le respondía. El aliento que escapaba de él cada vez que abría la boca para atrapar mis labios sutilmente, se colaba en la mía, y sabía a fresa y frutillas –el sabor de su pasta dental- y me encontré adicto a él. Antes de poder darme cuenta, una de mis manos fue a parar a su nuca con la intención de obtener más de su boca. Más de ese adictivo sabor. Más de él.

Suspiró contra mis labios antes de ladear el rostro y lamer mi labio inferior con sensualidad. Su lengua se sentía… perfecta contra la mía. Y junto con aquella perfección, sentí su mano alcanzar la piel de mi costado sobre la toalla. Su pulgar acariciaba la piel a su alcance, caricias suaves, circulares, al ritmo que su lengua se enredaba con la mía, y un gemido murió en mi garganta. Jamás había sido besado así, qué va. Era mi primer beso oficial y yo sentía que… que estaba bien. Que era extremadamente perfecto y sensual y todos aquellos sentimientos que luego describen tal experiencia.

Pocas veces, el primer beso, lleva a la ‘primera vez’.

Soltó mis labios durante dos segundo tan solo para murmurar “¿Confías en mí?” mientras se deslizaba por mi cuello y sus piernas se enredaban con las mías. Asentí vigorosamente, intentando suspirar silenciosamente para no despertar a nadie, pero un gemido un poco alto escapó de mi garganta [la cual amenazaba con cerrarse] cuando sus labios besaron una de mis tetillas. “Shh,”, siseó, y sentí que sonreía contra la piel de mi abdomen. Mis manos se enredaron en su cabello y mi cuerpo ya se movía inquieto bajo el suyo, que empezaba a deslizarse hacia abajo. Sentí sus dientes en el hueso de mi cadera y lo impensado ocurrió; mi pelvis envistió contra su pecho y gemí.

Alto. Muy alto.

El catre de Yoochun chirrió y murmuró algo que sonó a “Sírvanme más natto,” y volvió a caer dormido. Oí a Jaejoong reír por lo bajo y entonces me miró a los ojos. Y al parecer, le gustó lo que vio pues sonrió, y fue de una manera perversa y podía jurar que cachos y cola le habían aparecido. Le tomó un parpadeo llegar hasta mis labios nuevamente y atacarlos con ferocidad. Deshizo el nudo de la toalla con avidez, y al tiempo que alcanzaba mi erección, mi mano se coló entre sus pantalones para alcanzar la suya. Se tragó mis gemidos y yo me tragué los suyos mientras bombeábamos nuestros miembros a un ritmo rápido; frenético y necesitado. Si hubiésemos tenido la mala suerte de que alguno de los otros se hubiese despertado en aquél momento, lo único que oiría serían dos agitadas respiraciones y el murmullo de la ropa de cama [y los ronquidos de Yunho]. Y mi boca susurrando su nombre contra la suya.

Sus caderas embestían contra mi mano, haciendo que por momentos perdiera el ritmo, y que él asiera mi hombría con más fuerza. Lo estrujó con un poco más de ganas, mientras, en mi boca, su lengua hacía lo que quería. Un mar de sensaciones se arremolinaron en mi interior; placer, deseo, confusión, [sueño], pero no encontré ‘amor’, y era porque aún no lo amaba, en aquel momento no.

La piel de su espalda quemaba bajo mis dedos y la de su pecho ardía contra el mío y podía sentir que mi corazón se sofocaba. Mi cuerpo encontró el límite y me corrí en su mano, con un sordo quejido y una fuerte mordida en su labio inferior, y él se corrió en la mía no mucho después, sus labios aún entre los míos y un solo nombre escapando varias rápidas veces en susurros.

Min, Min, Min, Min…

El mío.

Y cuando me miró a los ojos…




El sonido de mi móvil y el vibrado sobre la madera de la mesa de noche me sacaron del ensueño. Suspiré entrecortadamente, y busqué en el closet algo para ponerme pues ya empezaba a sentirme mal. Pasé el polo del pijama sobre mi cabeza y el pantalón luego tan rápido como pude y me metí bajo los cobertores, cubriéndome hasta por debajo de los ojos. El móvil volvió a sonar, recordando la llamada o el mensaje, y refunfuñando me estiré para cogerlo.


Un nuevo mensaje de Yoobin

Presioné ‘Leer’ y volví a esconderme bajo las frazadas.

Feliz navidad, Minnie-ah. Las mocosas estas están celebrando EN GRANDE y no me dejan dormir *¬* Lamento si te desperté o si te interrumpí en medio de algo importante XD Muchos cariños a todos, y mis mejores deseos por navidad. .>>> Yb*


Qué mujer para más oportuna. ‘Interrumpir en algo importante’. Felizmente y me había interrumpido, sino probablemente ya me encontraría duro y caliente y, no gracias.

Me apresuré a responderle:

No me has interrumpido. Feliz navidad para ti también. ¿Fiesta, eh? ¿Girl’s Night o debo recomendar “precaución”? XD Mis hermanas mandan saludos para ti. Espero que te dejen dormir pronto. Lo que es yo, muero de sueño. Y de frío .>>> Min


Mientras esperaba su respuesta, Yunho entró en la habitación, murmurando cosas initeligibles.

-¿Hyung?

-Oh, Minnie, ¿sigues despierto? –preguntó mientras se tiraba en su cama.

-Eh, sí. Se me ha quitado el sueño. Saludos de Yoobin, por cierto.

-Oh, gracias. Voy a cambiarme. El cuerpo no me da para más.


Mi móvil volvió a vibrar.


No, es una “Girl’s Night” XD habíamos quedado en ver películas, pero la fiesta se ha ido un poco loca n_n El asunto es que no se callan. Y necesito mis horas de sueño reglamentario, ¿sabes? No quiero ojeras ni arrugas hasta después de los cuarenta. ¿Has estado con tus hermanas y tu mamá hoy? Gracias por sus saludos ^^, Changmin-ah. En serio. Muero de sueño =_= .>>>Yb*



Reí levemente a medida que leía el mensaje. Definitivamente tenía sentido del humor. Dudo que su rostro se arrugue tan pronto, de todas formas. Me eché de costado, encarando la puerta, y le respondí.


Yah, no te vas a arrugar. Y si te arrugas, igual te verás bien, pedazo de dramática o.O Ehmmm sips, estuve con ellas para cenar :P ¿Sabes? Le conté a YinAh lo de... Bueno, lo de mi homosexualidad. Lo tomó muy bien, mejor de lo que me esperaba. Terminé contándoselo a mi mamá, y pues, parece que también me apoya (: A JiHyo ni se lo menciono porque es escandalosa .>>> Min



Debes estar feliz, ¿eh? ^^ Me alegro mucho por ti, grandulón. Yo... pues, luego de lo que ocurrió con “él”, mi mamá se volvió más comunicativa :P y mi papá más protector ¬¬ Igual, sé que puedo confiar en ellos ahora. Y, en el peor de los casos, si no comprenden mis decisiones, sé que puedo confiar en mis amigos. Y debes saber que puedes confiar en mí si las cosas no se dan bien. ¿Lo sabes, cierto? Oye, ¿nos veremos el 29? .>>> Yb*



Debes estar feliz
No era feliz, claro que no. Pero cada vez tenía más cosas para disfrutar, y Yoobin tenía razón, debía ser feliz. Porque estaba saludable [o en su defecto, no estaba al borde de la muerte o algo por el estilo], tenía una familia hermosa, y trabajo tenía a tal extremo que rogaba porque no hubiera.


Y me di cuenta, que mi mundo ya no giraba en torno a él. Y aunque el plan siguiera en pie, darme cuenta de que Jaejoong había pasado a un segundo plano era preocupante.


Espero que nos veamos. El manager aún no nos ha dicho nada, pero es probable que estemos ahí ^^ Sé que cuento contigo, Binnie <.3 tanto =)Tú también puedes contar conmigo. Siempre. ¿Se callaron ya?.>>> Min



Sí, por Dios, hace treinta segundos n_n Ok, ahora si me dormiré, con suerte podré dormir mis ocho horas reglamentarias. A menos que me quieras mantener despierta, lo cual sería jugar con tu existencia. Igual voy a terminar cayendo dormida, si no respondo es por eso. O porque simplemente me aburrí de ti XD .>>> Yb*



Maldita, ya no te quiero. Buenas noches. Espero que tengas pesadillas. Y de las malas. Y, una cosa más. ESPERO QUE TE ARRUGUES .>>> Min



Yah, no seas perra. Eres más viejo que yo que no se te olvide. Si me arrugo te acosaré. Te he respondido. Debes quererme de nuevo. Buenas noches, Min <.3 Nos veremos el 29 ^^ .>>> Yb*



Reí con ganas al leer eso de “Si me arrugo te acosaré”. Me pregunto si habría estado bajo los efectos del alcohol.


Bien. Te quiero de nuevo. Sueña conmigo. Hasta el 29. .>>> Min




No dejé de sonreír hasta que caí dormido.

6 Comentarios:

  1. osea... qe le esta gustando la tal YooBin?? ;w;
    nembre ne ewé
    nimodo Jae-Hyung ewé
    te vuelves seductor y haces qe te viole e__é!!

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  2. Ay ay ay.
    JaeJoong no sabe que esta perdiendo la batalla. Pero la guerra jamas :D
    Porque Min es suyo, siempre FOH EVAH D:. Yo sé que luego de que termine el fic, se irán de rumba/fiesta ambos y cuando despierten al día siguiente tendran el nombre del otro tatuado en el brazo erwwww ♥ :P porque el amor de ellos es así, una loquera de impulsos.
    Te felicito, de nuevo me encantaron los caps ♥

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  3. minnie7/09/2010

    Kya! me encanto lo que dijo Mr. Mo!
    Es justo lo que yo pienso de su relacion ^^

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  4. omg conti prontoooooooooo jaja ame lo de los msjs jajaja min perra lolz ówó que te pasa niña JOJOJO minnie no es perra, es venadito *¬* uno muy sexy OJOJO

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  5. Anónimo9/23/2010

    waa esto esta que se pone bueno :D

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  6. connttii!!!! porfa, esta es una obra de arte!! me devolviste a la vida, no sabes cuanto te lo agradesco!! ^^ eres grande!!!

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