La luz del sol ya tocaba la azotea de la escuela, no había nubes en el cielo azul que impidieran al sol fluir con sus rayos de luz sobre el duro asfalto. Un nuevo año escolar iniciaba y en una pequeña, sombreada esquina estaba sentado Yunho con una pequeña bola de pelos negra en sus brazos.
-Shh, guarda silencio, ¿hmmm? – el pequeño cachorro negro dejó de quejarse y miró a su amo, - Si continúas quejándote tan fuerte, la gente se dará cuenta de que estás aquí. Te alejarían de mí, lo sabes – el chico castaño enderezó sus lentes y acarició el pelaje del perrito, - Tengo que irme ahora, pero volveré cuando termine la escuela.
Como si el perrito comprendiera lo que el chico le decía, empezó a mover su pequeña colita de derecha a izquierda, esperanzado.
Yunho entró al salón de clases y dejó salir un profundo suspiro cuando vio a los nuevos estudiantes sentándose en sus escritorios, de pie por ahí. No había ningún tipo de orden. Y a la maestra no parecía importarle en lo más mínimo, revisando si el esmalte de sus uñas aún lucía bien. Yunho se acomodó el uniforme y caminó al frente del salón, inclinó su cabeza a los estudiantes y maestra disculpándose por llegar unos minutos tarde. Justo después de hacerlo escuchó las primeras risillas y susurros.
-Qué idiota.
-Camina como si tuviera un palo atorado en el trasero.
Yunho miraba horrorizado a sus nuevos compañeros de clase pero se esforzó por no parecer muy afectado por los comentarios tan poco amistosos. Arregló sus lentes otra vez, un molesto hábito que tenía desde que necesitó usarlos. Rápidamente fue a sentarse en uno de los escritorios vacíos e intentó hacerse invisible durante el resto del día.
Las lecciones del primer día de un nuevo año escolar eran más bien como una introducción para todos los jóvenes, en la cual se les decía cómo luciría su horario o dónde se encontraba la cafetería, los baños, y quién estaría en cada dormitorio. Los chicos tendrían domicilios separados de las chicas, por supuesto. El instituto en el que estaba Yunho era, como se sabía, un lugar al que todos los años estudiantes de todo el mundo, si eran lo suficientemente ricos, llegaban a estudiar con los mejores tutores que el mundo pudiera proveer. Y sobre todo: una preparatoria sin padres. Bueno, tienen permitido visitar a los alumnos después de unas cuantas semanas, aunque la mayoría de los padres están demasiado ocupados de todas formas. Pero Yunho no tenía esa suerte. Yunho no tenía oportunidad de salir secretamente en las noches. No podía hacer tonterías por ahí con sus amigos e ir a clubs o algo parecido, porque era el hijo del director y…
“¿Por qué soy el representante de mi clase?” Nadie más tomaría ese cargo así que Yunho era el indicado, elegido por sus compañeros en segundos. Discutió algunos cambios con el profesor titular y luego tuvo que explicarlos al resto de su clase. Encogido de hombros el castaño salió del salón, el resto de los estudiantes ya habían salido minutos antes con el primer timbre de la campana. Su papel como cabeza de la clase parecía ser una razón más para convertirlo en el geek para la mayoría de los estudiantes. Justo como antes en la primaria o en el Jardín de niños.
Yunho era siempre uno de los primeros niños que era molestado y atormentado por otros niños, ¡¿pero cuál era el problema?!
Una vez tuvo amigos. Hicieron muñecos de nieve en invierno, les hicieron bromas a los mayores, jugaron a los Vaqueros e Indios. Pero todo cambió de repente. Lo ignoraban, no lo invitaron más a sus fiestas de cumpleaños o a sus fiestas de pijamas. Yunho no entendía por qué. Se veía como todos los demás, hablaba igual que los demás niños.
¿Quizás era culpa de los lentes? Quizás no…
Yunho miró por la ventana, aún más estresado ahora, cuando notó que el sol empezaba a ponerse. Se había olvidado completamente de su pequeño amigo que lo estaba esperando en la azotea. Apretó su mochila bajo su brazo y empezó a correr. Subió saltando la escalera que llevaba a la azotea. Azotó la vieja, rechinante puerta y se quedó helado al notar que alguien más cuidaba de su perrito.
-¿Q-qué? – Yunho buscó palabras. Caminó hacia el desconocido. El otro volteó cuando escuchó ruido y los ojos de Yunho se cruzaron con los suyos, sus labios formaron una pequeña sonrisa. Sólo recibió una fría mirada en respuesta, y la sonrisa de Yunho se desvaneció inmediatamente. ¿Quizás no era la situación adecuada para hacer un nuevo amigo?
-¿Q-qué estás haciendo aquí? El acceso a la azotea está prohibido. Es peligroso venir aquí arriba – la voz de Yunho temblaba, sus manos apretando su chaqueta beige de la escuela y dejándole arrugas. Temía que el chico les dijera a los maestros sobre su pequeño secreto y entonces tendría que dejar ir a su perrito. Sin embargo, el chico de cabello negro bajó al perrito, acomodó algunos mechones de pelo detrás de su oreja y rió, divertido.
-No vi ningún letrero de advertencia – su voz tenía mezcla de burla. Parecía que al chico no le importaba en lo más mínimo si le estaba permitido estar aquí o no y no estaba nada impresionado con la explicación de Yunho. El viento subió hasta ahí otra vez y revolvió el cabello de los chicos. Yunho miró abajo, nervioso por la fría mirada del otro chico. Empezaba a sentirse como un niño de 6 años otra vez, quien tenía que ser el perdedor día tras día.
- ¿Es tu perro?
El chico castaño miró arriba, asintiendo lentamente.
-Deberías de cuidarlo mejor. Estaba llorando todo el tiempo, por eso subí.
-Estaba ocupado, p-por eso yo…
-No quiero escuchar la historia de tu vida- el de pelo negro se inclinó y acarició el suave pelaje del perrito. Yunho tragó con fuerza. Una sonrisa forzada levantó sus labios. Empujó sus lentes arriba de su nariz, mirando abajo al concreto otra vez.
-No, es decir… quería venir más temprano, pero es el primer día aquí y la clase me hizo…
-Sólo cuídalo mejor, o yo me haré cargo de él de ahora en adelante – con un movimiento rápido se levantó y empujó al cachorrito a los brazos de Yunho, golpeándolo en los hombros con fuerza. Yunho perdió el equilibrio y tropezó unos escalones atrás. Y de esa manera, todos los intentos del pasado de hacer amigos terminaban igual. La pesada puerta se cerró y Yunho se quedó solo.
***
-Jaejoong. ¡Kim Jaejoons detente ahí!
Los estudiantes se apartaron cuando escucharon la enojada voz de su profesora haciendo eco por todo el piso, el horrendo “click-clack” de sus tacones señalaba que estaba casi corriendo. Un estudiante se detuvo de golpe y miró atrás, girando molesto sus ojos como los de una muñeca.
***
Con su cabeza recargada en su mano, Yunho aún revisaba unos papeles que su maestra titular le había dado esa tarde. Estando mortalmente agotado, Yunho casi golpeó su cabeza con el escritorio de madera cuando dormitó por unos segundos. Empezó a dolerle la cabeza y comenzó a sentirse más y más frustrado al pensar en cómo había sucedido ese día. Siempre había tenido la esperanza de que su primer día en una clase nueva fuera diferente. ¿Pero qué podía esperar? ¿Qué a todos les agradaría al instante? Ni de broma. Ya debería de comprenderlo ahora. Y el incidente hoy en la azotea fue la mejor prueba de que simplemente él no era capaz de hablar con otra persona, aparte de sus padres, de manera ordinaria. Yunho se quitó los lentes y frotó la parte dolorida entre sus ojos. Un ruido afuera llamó su atención y se levantó de su escritorio, haciendo que la silla crujiera. Agradecido con la nueva interrupción, Yunho abrió la puerta lentamente, asomándose al pasillo.
***
-¿Puedes explicarme por qué ya estabas ausente el primer día del año nuevo de clases? – la maestra tenía los brazos cruzados sobre su pecho y golpeaba ligeramente su brazo con su dedo índice con impaciencia. El estudiante llamado Jaejoong sin embargo la miraba sin la menor sorpresa, dando un irritado suspiro. Justo cuando quería responder la pregunta a la maestra, y todos podían adivinar que la respuesta no sería una muy agradable, alguien los interrumpió.
-Señorita Ming, lo siento, pero…J-jae…
-Es Jaejoong – lo corrigió la profesora. Yunho sonrió brevemente, rogando que se le ocurriera una buena mentira en los próximos cinco segundos.
-El avión de Jaejoong llegó tarde debido al mal clima. Vino directo conmigo y se disculpó de inmediato por el retraso en cuanto llegó.
-¡¿Avión?! – Jaejoong miró confundido al otro chico. Era el nerd con los grandes, feos anteojos a quien había conocido en el techo hace unas horas. ¿De qué demonios estaba hablando ahora? No necesitaba a ese tonto para que lo cubriera. Como si no pudiera hablar por sí mismo. Si su padre se daría cuenta, que así fuera. Podía cuidarse solo. No había tenido a nadie que se preocupara por él durante años, así que no necesitaba la ayuda de un perdedor que ni siquiera era capaz de formular frases completas.
-¿De qué demonios estás hablando?
Yunho miró en shock al chico de cabello negro y las cejas de la señorita Ming se contrajeron, su expresión oscureciéndose aún más.
-Señor Jung, señor Kim, los veré a ambos mañana después de la escuela. ¡Sesenta minutos de detención para ustedes dos! – con eso se giró en sus talones, el molesto click-clack alejándose con ella.
-¿P-por qué no me seguiste el juego?- Yunho estaba confundido. ¿Por qué? ¿Cuál era el problema del otro chico? ¿O era culpa de Yunho otra vez? Después de todo el otro chico no había pedido ayuda…
-¿Quién te pidió que te entrometieras?
Yunho retrocedió un paso. Los ojos de Jaejoong taladraban los suyos y temió ser golpeado cuando el chico enojado comenzó a acercarse y acercarse. Jaejoong tomó al más alto por el cuello de su camisa, haciendo que se doblara angustiado.
-Ocúpate de tus propios asuntos y deja de ponerme nervioso con tu molesta voz chillona. Ahora, - Jae empujó lejos a Yunho, - ¡sal de mi camino!
Yunho cayó al suelo frío, golpeando su trasero que quedó adolorido por el impacto. Sin ninguna culpa o remordimiento, Jaejoong pasó saltando las piernas de Yunho, dejándolo solo con el sonido de la frialdad. Algunos estudiantes se habían detenido y observaron entretenidos todo el espectáculo. Ahora Yunho en verdad era el tonto de todos. De nuevo.
Lo peor era que tendría que verle la cara a ese maldito mañana otra vez.
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interesante puedo decir, siempre pensé que era jae el papel del nerd, tímido y eso (bueno en la mayoría de los fics q había leído)... es un cambio interesante, me gusto, espero q continúes bye
ResponderEliminar*Q* io keria leerlo!!!!
ResponderEliminarwuaaaa que emocion que lo traduzcan!!!!
espero contiiii!!
pobre yunho todo nerd !!! con su cachorrito!
espero que jae no lo haga sufrir mas !!!
^^ gracias por el fic!!!
waaaa esta interesante ^.^
ResponderEliminarme gusta el yunho nerd jeje
porfavor continuenlo!!! ;___;
ResponderEliminarme he kedado con muuuchiiiisimas ganas de leer un fic con Yunho nerd y Jae brabucon desde hace mucho *_*
en serio muchas gracias por la traducción pero porfavor continuen >___<
siempre me imagine a jae de nerd y a yunho de "brabucon" o "maton"
ResponderEliminarme gusta n.n es interesante es como Dating on Earth pero version yunjae yaoi
espero la conti es que esta muy bueno
Una disculpa, hace ya rato que no lo traduzco jeje. Pero seguire, lleva rato hacerlo bien, espero en esta semana subirles otro cap ^^
ResponderEliminarcontiiiiiiiiiii xfaaasss!1 q pasoooo
ResponderEliminarkiero cntii >.<!!~~
ResponderEliminaramo a yunho como nerd *-*~~
me acuerdo cuando vi Dating on Earth ahah yunho hace bien de nerd u.u
ResponderEliminarjae malo me gusta xd
El daeting earth y tiene una combinacion d la mezcla d el dorama d yunho donde es futbolista xD hace papel d tarado ahi duhhh, pero lo amo
ResponderEliminarJaejoong a si d frio ruuuuur me gusta
Creo nose , que lo estaban traduciendo aqi este fic pero no lo continuaron, espero q lo terminen completo porfavor; -;
me encanta el Yunjae pero el Jaeho me atrae demasiado mientras seab fics d jaejoong y yunho relacionados yo feliz