Take my Hand cap 4

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No sé ni si quiera que escribir aquí...

Me han dicho que es una manera para expresar todo lo que llevo dentro, pero me da miedo; porque cada vez que lo menciono, siento la presencia de esas personas, sigo sintiendo esas manos en mi cuerpo, y me siento tan sucio. Porque nadie podrá quitarme ese aroma, ni si quiera esas malditas terapias.

Aún por las noches tengo pesadillas, siento esos golpes sobre mi cuerpo y son tan reales. Cuando abusaban de mi y tapaban mi boca con un trapo para que no gritara. Y sus gritos, sus gritos diciendo que no llorara y que si lo hacía todo dolería más.

Dicen que fueron siete meses ¿Cómo piensan que pueden borrar todo eso?
Tal vez las heridas superficiales ¿Pero, y lo demás...?

Solo quiero estar en casa, es lo único que pido.

Al escuchar el llanto de la madre de Changmin junto al de sus hermanas se tensó de sobremanera, observó en un intentó de regularizar su respiración a aquél señor que estaba tan abrumado como todos en esa sala, y todo ese dolor que sentía le hizo expulsar ese sollozo que retenía en su garganta.

Porque, por alguna razón, sabía que todos esos días de recuperación moral no servirían
Sabía que esas dos semanas en las que Changmin estaba en el hospital en vez de progresar todo iba de mal en peor.

-Sé que quieren que Changmin se recupere, como médico, mi opinión es que se lo lleven de aquí. Lo que necesita es un hogar, no un hospital donde estar las veinticuatro horas. Esto solo le hace más daño.- La voz del psicólogo que acababa de leer aquella carta resonó fuerte.

-¿Qué pasará con sus heridas?- Yunho habló claro, aunque su rostro estuviese an desencajado como el de los demás.

-Lo que queda es sencillo, con citas con su doctor de rutina todo irá bien-

-Lo mejor entonces sera que esté con su verdadera familia. Estará mejor atendido y también habrá mejores cuidados…-

Sintió esa patada en el estómago invisible, aunque dolía mas que una verdadera
Porque Dios, sabía a lo que el padre de Min se refería con ‘verdadera familia’.
Nunca fueron bien recibidos desde un principio, en especial él.

-Se que es lo que desea señor Shim, pero no es lo que usted quiera.- El doctor volvió a hablar, atrayendo la atención del padre. -Changmin ha decidido estar con los chicos...-

-¿Está bromeando…? ¡Si son ellos quienes tienen la culpa de todo esto, mi hijo estaría en casa bien si no fuera por ellos!-

Gimoteó fuerte sin poder evitarlo, sintiendo esas lágrimas que retenía en sus ojos fluír por sus mejillas.
Y ese entrecortado 'todo estará bien, Yoochun' de Jaejoong no le sirvió como antes. Se hundió más en su asiento intentando fallidamente retenér esos sollozos en su garganta.

-Señora, la entiendo, pero...-

-¡No, no lo entiende, usted no tiene un hijo que fue secuestrado por siete meses!- Y el llanto mezclado con los gritos de esa mujer le desgarraron más. -¡¿Piensa que no volverá a suceder si sigue con ellos, pueden regresar si así lo desean y yo no...!-

-¡Changmin es el que tiene que decidir, no usted señora!- Y la voz enfadada de Junsu le provocó escalofríos- Nos llevaremos a Changmin ahora y si desea verle cuando esté en nuestra casa, será cosa de él, no suya ni nuestra.-

Y ese silencio le hizo tensarse más
Escuchó el llanto de esa mujer que era abrazada por una de sus hijas
Tal vez no había querido decir todo aquello

Pero es que todos estaban tan llenos de impotencia y dolor.

No tuvo el valor de ver a los ojos a esa familia al sentir como Yunho le jalaba por el brazo, insitandole a salir de ese lugar, porque sentía esa mirada cargada de tantas cosas y se sentía terriblemente culpable de todo aquello. Y sabía que no había lógica para eso, pero por alguna razón se sentía tan involucrado en aquello.

No supo en que momento Jaejoong se había ido del hospital al igual que Junsu
Ni si quiera se había dado cuenta en que momento había llegado frente a esa habitación.

Y Dios, su corazón se estrujó tanto al momento en que lo vio salír de la habitación junto a esa enfermera
Contuvo la respiración un momento, intentando así que toda la preocupación y dolor emocional se borrara de su rostro, pero esa mirada que se posó sobre él casi un segundo, le dió entender que seguía siendo un libro abierto para Changmin.

Porque seguía siendo Changmin
Su amado Changmin
Su Changmin.

-¿Tan mal me veo…?- Y esa sonrisa amarga le hizo estar a punto de llorar de Nuevo.

-Claro que no- Yunho sonrió soltando la mano de Yoochun, avanzando unos pasos para abrazar a Changmin. –Bienvenida…- Y ese susurro sonó entrecortado algo cargado de ansiedad.

Y quiso ser Yunho cuando Changmin le correspondió a ese abrazo con fuerza
Pero solo se quedó parado sin hacer nada, porque aunque había añorado ese momento de un reencuentro, no sabía como actuar.
Le era demasiado dificil el saber que Min regresaría a casa, que todos estarían juntos de Nuevo.

Pero mas dificil fue el hecho de no poder decir nada

Y el estruendo de la lluvia llegó a sus oídos, como hacía semanas.
Y supo que el mundo seguía girando, aunque él fuese el único estancado, como todos los días…

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-Hasta mañana- sonrió de medio lado al escuchar la voz de Junsu y después el sonido de la puerta principal cerrarse.

Y ese silencio incomodo le hizo sentír un hueco vasío en el estómago, volvió a dar un sorbo a esa lata de cervesa hasta encontrarse con los ojos de Jaejoong.

-Fuiste algo rudo, sabes?- Y con esa frase supo que se avesinaba. –Ni si quiera le haz dirigido una palabra, tal vez…-

-No sé que decir, Jaejoong.- Le cortó. –Me da miedo todo esto…-

-Aún así das a entender otras cosas. Un ‘estoy feliz d etenerete aquí’ habría bastado-

-No lo entiendes, tu tuviste a Yunho todo este tiempo…-

-¡Te fuiste porque quisiste Yoochun!-

-¡¿Que diablos habrías hecho tú si a Yunho le pasase todo esto?!- colocó fuertemente la lata de cerveza contra el mueble. –No intentes comprenderme Jaejoong, no sabes ni lo mas minímo que se siente todo esto.-

Se colocó de pié y avanzó hasta su habitación murmurando un pesado ‘buenas noches’ aunque sabía que nadie ahí dormiría. Entró a la habitación cerrando con cuidado la puerta tras de si y cuando vio esa silueta delgada bajo las cobijas quizo llorar y agradeció el hecho de que sus sollozos no se escucharían gracias a esa lluvia.

Y aunque fuese verdad todo aquello que Jaejoong le había dicho, estaba igual o más dolido que todos; porque esa carta que habían leído por la mañana, eso que Changmin había expresado le dejó tan mal. Y todo parecía mucho peor de lo que el creía, porque tenía miedo de hablar y decir algo que hiciese sufrir al menor pero también tenía miedo de alejarle.

No sabía que hacer
Como comportarse
Que decir, como expresar todo lo que sentía.

Como decirle lo mucho que había sufrido.
Por Dios, lo mucho que le había amado y le seguiría amando.

-¿Junsu…?- la voz adormecida de Changmin le sacudió por dentro.

Cubrió su boca y sollozó lo más bajo que pudo.
Y esas lágrimas salían demasiado rápido de sus ojos, perdiendose en su mentón y sus manos.

-¿Junsu?- volvió a insistir y él solo podia cerrar sus ojos con fuerza.

Por Dios, quería ser fuerte, quería ayudarle a salir adelante, quería verle ser el mismo Changmin que molestaba a todos con sus comentarios sacasticos, quería volver a verle sonreír y borrar todo ese dolor.

Quería demostrar todo su amor.

-No… soy yo…- murmuró sin moverse de su lugar, viendo con algo de esfuerzo la silueta de Changmin en la cama.

-¿Yoochun…?- Y ese tono emocionado le hizo sentír tan culpable.

Avanzó un poco, pasando la cama vacía hasta llegar a donde estaba Changmin.

-¿Cómo estás…?- preguntó suave sintiendo como el menor tomaba de su mano.

-Estoy feliz de estár aquí, en casa y no en ese lugar…-

Y eso le bastó para hacerle soltar una risa mezclada con llanto, se acostó junto a Min y le abrazó con fuerza, como no lo había hecho desde que estaba ahí.

-Te amo-

Ese tímido roze con los labios del menor le hizo temblar.

-Te amo, te amo, te amo…-

Y ese beso profundo, lleno de inseguridad y de temores hizo que su corazón latiese con felicidad.

Escuchó como Changmin lloraba igual que él y se aferraba como si fuese a llegar el fin

Pero sabía que solo era un comienzo, a pesar de todo aún tenía oportunidad de abrazarle, de besarle y decirle cuantas cosas se cruzasen por su mente.

Aún podia tomar su mano cuando tuviera miedo y no pudiese salir de ese avismo.
Y aunque la lluvia siguiese cayendo, no se sentía tan estancado como antes.



Continuará~