Hello Again ♥ cap 12

- ¡Cállate!- Grito Changmin. –
- Mocoso… ¿No sabes quién soy? Soy Her—

El pequeño lo golpeó fuertemente en la mejilla.

- TE ODIO-

Luego de gritarle con todas sus fuerzas, salió corriendo en dirección al hotel dejando al moreno atónito. No quiso responderles ni a Yunho ni a Yoochun cuando trataron de detenerlo para preguntarles que había ocurrido.

-Junsu. ¿Qué pasa?- Preguntó Yunho llegando hasta donde estaba el moreno, que se incorporaba tomándose la cabeza.
- Es Jae, su memoria…No puede ser, iba tan bien…Y ahora…
- ¿Jaejoong, no nos reconoces?- Intervino Yoochun
-¿Porqué todos ustedes saben mi nomb—? Arg…

Todo le daba vueltas, y el dolor era casi insoportable. Cerró sus ojos con fuerza y de pronto escuchó voces en su cabeza, luego vio colores, muchos colores, imágenes, paisajes, vio su casa, una departamento, escenarios…personas…Y ese joven castaño…Estaba llorando a mares…Había una cama, una pieza…

El pequeño Changmin estaba llorando. Nunca lo hacía en público, por eso se escondió en su habitación. Otra vez había metido la pata durante la grabación del nuevo Single. ¿Por qué últimamente todo lo salía tan mal?

-Minnie…- Lo llamó la inconfundible voz del mayor de sus Hyungs. ¿Estás en casa, no?.-Preguntó, ese tonto lo había seguido todo el camino desde el estudio.

Intentó secar sus lágrimas antes de que el moreno llegase, pero fue muy lento, el chico ya estaba corriendo para sentarse a su lado, al borde de la cama. Siempre era así. ¿Por qué no podía esconderse de él? Siempre lo encontraba… legaba a ser incluso frustrante. Lo que menos quería era preocupar a otros, pero siempre terminaba metiendo al moreno en sus asuntos,

-¿Qué pasa bebé?-
- Jodí la canción otra vez.- Soltó, y se lanzó a los brazos de Jaejoong- Odio esto. Primero esas “anti-fans”, luego mi error durante el concierto, y ahora esto.
- A todos les pasa, nadie es perfecto. Imagínate, a mí se ha olvidado incluso la letra de una canción, he tirado mi micrófono…
- No es eso…Es que….Yo soy el único que no es bueno en nada hyung.
- ¿Qué…?
- Junsu tiene una voz increíble, Yoochun tiene sex-apeal y su inglés es perfecto. Yunho-hyung es un excelente bailarín, y tú tienes una voz tan perfecta que le queda a cualquier estilo…pero yo…
- Changmin, tu eres excelente. Eres el mejor.- Lo cortó, y se separó de él para mirarle a los ojos.- Tienes una gran voz, y además de eso, eres esforzado, y eso la gente lo nota. No importa si naciste o no con ciertas cualidades, si no como las desarrollas. Tu cada día eres mejor, cada día llegas a notas más altas. Cada día eres más humano, más respetuoso, más auténtico… Yo lo aprecio mucho. De verdad.
- ¿En serio crees que soy el mejor?- Preguntó.
- Claro, y te juro que de todos, eres mi miembro favorito- Le sonrió.- No sé qué haría yo sin ti.
- Ni yo…- Suspiró.

Le dio un fuerte abrazo al pequeño, pero notó que algo no andaba bien, seguía llorando y no entendía por qué.

- ¿Hay algo más que te preocupa, no Min?
-Hyung, tengo miedo…De que por todos los problemas con SM, nos tengamos que separar.
- No nos vamos a separar nunca. Somos cinco y siempre lo seremos. Y además aunque estemos lejos, yo siempre te voy a tener presente.
- ¿No me vas a olvidar nunca?- Preguntó con un tierno puchero.
- Nunca. Te lo juro

Changmin. Todo se le hacía más claro ahora. Y entonces, recordó todo. A Yunho, a Yoochun, a Junsu… Todo. Su debut junto a BoA, su viaje a Japón, las pequeñas niñas que le pedían autógrafos, su profesora de japonés, aquellos duros días, la desesperación de no tener a nadie en ese extraño país… Su viaje a BoraBora para grabar Hi Ya Ya, su viaje a Paris, a Saipan, sus conciertos. Las risas, las lágrimas….Las Fans que le daban a amor, los miembros que le daban apoyo y cariño incondicional…

La promesa que hizo con Changmin.

Pum. Se había tropezado con su cordón. Escuchaba voces por todos lados. Dios Santo. Tenía un fuertísimo dolor de cabeza, casi llegando a la nuca. No abriría sus ojos hasta poder asimilar lo sucedido. Sentía que todo le daría vueltas si los abría ahora.

- ¿Qué me pasó?- Preguntó abriendo sus ojos de a poco.
- ¡Hyung estás vivo!- Escuchó decir a un chico. Cuando por fin tuvo sus ojos completamente abiertos, pudo encontrase frente a frente con un sonriente castaño. - ¡Tonto!- Le dijo, y lo golpeo en el hombro un tanto fuerte- Menudo susto que me—

Paff . El sonido hizo eco en la habitación, que había quedado en total silencio. Los chicos giraron su cabeza para mirar al confundido Changmin, que intentaba- de rodillas- levantarse luego de haber sido empujado bruscamente por Jaejoong.

- Hyu—
- ¿Y a ti que te pasa?- Gritó el moreno- ¿Eres tonto o algo chico lindo? ¿Quién demonios te crees para venir a golpearme así? Niñato inútil. ¿Te crees que es muy gracioso acaso?

¿Qué le estaba pasando? De pronto comenzó a perder estabilidad. ¿Había perdido la memoria? No podía ser cierto, y encima. Había olvidado a Changmin, lo había golpeado, lo había hecho llorar. Había roto su juramento. Estaba a punto de caer de nuevo, pero los brazos de Yoochun lo tomaron con fuerza, y lo sacaron del agua para luego sentarlo en la arena.

-¿Chicos…?
-¡Jaejoong, estás bien!- Chilló Junsu.

- Te amo.- Le dijo tomando sus mejillas, para luego secar cariñosamente sus lágrimas.

No tuvo tiempo para pensar más, porque en un suave movimiento el castaño lo tomó por la muñeca, apegándolo más al su cuerpo, para luego sellar sus labios en un dulce, tierno y delicado beso. A pesar de la sorpresa, no tardó mucho en derretirse en sus brazos y corresponder el beso, pasando sus manos por detrás del terso cuello del menor. Pero quería más. Y al parecer el castaño también.

- Lo—Lo siento Hyung- Comenzó a disculparse, nervioso, el pequeño. Sus mejillas sonrosadas a más no poder- Ja—Jae yo…Si no me vuelves a hablar, lo comprend—
- Shhhh- Le sonrió el moreno- Changmin, yo también te amo.


Claro que lo amaba. Pero, de pronto su corazón se apretó. Más y más recuerdos lo invadieron. La sesión de fotos, su desmayo, el desesperado intento de Junsu por hacerle recordar, siempre tan auténtico y tan feliz…. Yunho, siempre tratando de apoyarlo en todo, y Yoochun al que a pesar de recordar nada le confiaba lo que fuese. Recordó cuando jugaban y el cayó al agua, recordó que se estaba ahogando, y que Changmin lo rescató….

-¿Joongie, joongie? Responde, por favor…- Le rogaba Yunho pero lo sentía lejano a pesar de que estaba sentado a su lado.
- Dios santo, míralo, le duele la cabeza.-
- Ch…Chicos, estoy recordando…Argg…

- ¿Por qué lloras, Min? ¿Qué sucede?- Lo miró el moreno preocupado.
- Jae…Yo…La primera vez que me viste, luego de…perder de la memoria. Tú no me recordabas, y yo…Me sentí horrible. Me dolió…
- De verdad lo siento tanto…
- Se que no es tu culpa, pero… Tu… Yo te amo, y… Que no recordases todos esos momentos juntos me aterraba.
- Changmin, te prometo que jamás te volveré a olvidar.- Le dijo tomando el rostro del pequeño entre sus manos.- Jamás.
- ¿Lo juras?- Hizo un puchero.
- Lo juro.- Sonrió secando las lágrimas del castaño, como este había hecho anteriormente con las suyas.


Ya no le dolía su cabeza. Ahora sentía que su corazón se partía en dos. ¡Lo había olvidado dos veces! No podía ser peor. Lo amaba demasiado, no podía creerlo.

-Chunnie…- Lo llamó intentando levantarse, Junsu lo ayudaba.
- Jae, tu memoria está volviendo- Le dijo el rubio contento.- Antes tu perdiste la me—
- Lo sé, lo recordé- Dijo mirando por todas partes, buscando a cierto castaño.-¿Dónde…? ¿Dónde está Changmin…?- Preguntó ya pudiendo estabilizarse.
- Jae…Minnie salió corriendo…Y…- Junsu no encontraba palabras para describirlo. Casi podía sentir la rabia y la pena con la que se había ido el menor.
- Salió corriendo disparado, iba al hotel estoy seguro.- Le dijo Yunho, que ya comenzaba a entender lo que pasaba.
- Joongie, ¿Qué le hiciste, qué pasó?- Yoochun lo miraba a los ojos, y notó que estaban llorosos.
- Chunnie. Soy la peor persona sobre la faz de la tierra.- Dijo derrotado, y apretando los puños.- Siempre estoy dañando a Changmin… No soy capaz de cuidar a la persona que más quiero…-
- Fue un incidente Hyung.- le dijo Junsu intentando animarlo.
- Me odia, me lo gritó SuSu- Le respondió.
- No creo que en el corazón de Minnie haya odio, y menos para ti- Le sonrió Yunho.
- Corre, el debe estar encerrado en la pieza. Aquí están mis llaves.- Yoochun le pasó las llaves.
- Gracias chicos.
- Bienvenido otra vez, Jae.


En la habitación 333 estaba encerrado el menor de los TVXQ. Tenía rabia, pena, angustia. Nunca se le había pasado por la cabeza que iba a sufrir tanto por un hombre. De todos sus miedos, el peor era sentirse invisible, inútil, y que lo olvidasen. Lo gracioso es que en una sola semana había experimentado ya todo eso. Oh sí, fue olvidado dos veces. Y no por cualquier persona. Por Jaejoong, el hombre que le había robado su corazón, y lo había roto en mil pedazos.

<<.Ya estoy sonando a Drama de segunda….>>. Pensó suspirando mientras intentaba detener ese bendito hipo que lo atacaba cada vez que se largaba a llorar. Era desesperante. Se giró de la posición en la que estaba, quedando ahora boca arriba sobre la cama.

- ¿Porqué tenía que pasarme, dos veces?- Se quejó mientras secaba inútilmente sus lágrimas. Sabía que seguirían derramándose por un largo rato. Y es que estaba destrozado.
- Porque soy un tonto Changmin.- Le respondió una voz.
- Hah, ¿Recordaste mi nombre o los chicos te lo dijeron para que te vinieras a disculpar?- Soltó con sarcasmo.

Una sonrisa cínica adornó su rostro, y se incorporó, sin dejar nunca de mirar sus manos, el piso o las sábanas. Todo menos al moreno, que sabía se estaba acercando lentamente a él. Lo podía reconocer sin verle, ese timbre de voz tan único que lo acompañaba hasta en sus fantasías más íntimas.

- Minnie…Lo siento tanto…- Le dijo con voz quebrada.
- Y hasta te recordaron cual era mi apodo, genial.-
- No me hagas esto… No me gusta verte a así.- Le rogó, y se sentó a su lado al borde de la cama. No era primera vez que se encontraban en esa posición. Parecía que era parte de ellos estarse peleando.
- No respondiste mi pregunta.- Lo cortó severo.
- Bebé, a mí nadie me dijo nada, yo lo recordé por mi cuenta.- le dijo con sinceridad. Aunque no pudiese ver bien su rostro, sabía que su pequeño tenía los ojos rojas y una herida en su labio, por tanto intentar reprimir su hipo- Hace unos momentos, cuando me caí en el muelle, me golpeé la cabeza. Al principió no sabía nada, pero luego todos mis recuerdos me volvieron de golpe.

Changmin no habló, aunque no sabía si creerle o no, un dejo de esperanza se asomaba por sus ojos.

- ¿Y sabes? Lo primero que recordé...- Hizo una pausa para tomar al castaño por las mejillas, obligándolo a que lo mirase- Fue a ti Minnie…- Le dijo con una voz suave, logrando con eso que el menor por fin juntase sus ojos son los de él.
- Jaejoong…Me dolió mucho…Que no me recordases otra vez.- Confesó, la máscara de frialdad que se había puesto se rompió en mil pedazos.
- Aunque no me creas, también me dolió olvidarte y hacerte daño otra vez. Pero ya recor—
- ¡¿Recodaste entonces que amabas?!- Explotó el castaño soltándose del tierno agarre de Jaejoong.

El moreno abrió sus ojos con sorpresa, y pensó bien antes de responder precipitadamente. Iba a decirle nada más que la verdad.

- No- Le dijo.
- Hmp… Lo siento yo, pregunt—
- No lo recordé, porque desde un principio ya lo sabía.- Lo cortó, Changmin volvió a mirarlo a los ojos, sólo para encontrar sinceridad en ellos.- Escúchame bien Minnie. Yo puedo olvidar tu rostro, pero siempre lo voy a encontrar hermoso. Puedo olvidar tus manos, pero siempre serán cálidas. Puedo olvidar tu nombre, pero me sonará familiar.

Se acercó al pequeño, lo suficiente como para quedar a unos pocos centímetros de su boca. Con cuidado, secó sus lágrimas, sin jamás despegar sus ojos de los del pequeño.

- Puedo olvidarte mil y un veces Changmin…Pero jamás podré dejar de amarte.

No esperó respuesta por parte de su pequeño, simplemente redujo la distancia entre sus labios a cero. Changmin dejó de llorar, y aunque demoró un poco en reaccionar, respondió el beso complacido. Si tuviese que describir lo que sentía, no podría, sólo sabía que aquello era lo más hermoso que había escuchado en su vida, y que su corazón se quería salir de su pecho.

- Sólo…- Le dijo el moreno separándose.- Sólo te pido…Que por favor me perdones por ser tan tonto. Por hacerte sufrir tanto y po—

Iba a continuar, pero fue callado por los cálidos labios del menor, que en un rápido movimiento lo tomó por la muñeca y lo apegó a su cuerpo, atrapándolo en un cálido y fuerte abrazo.

- Te perdono…- Le susurró- Y te pido disculpas por haberte mentido diciéndote que te odiaba, Hyung.-
- Hahaha, te amo.- Rió nervioso entre los brazos del menor. De pronto se sentía tan indefenso, pero a la vez tan protegido.
- Yo también te amo, y mucho.

Volvieron a unir sus labios, esta vez Changmin había tomado la iniciativa. Con su lengua, acarició la boca del moreno, y luego mordió su labios inferior, arrancándole un suspiro que aprovecho para adentrase en la húmeda y cálida cavidad de su Hyung. Aquella que ya conocía de memoria, pero aún así ansiaba explorarla por completo. Mientras jugaba con la lengua del mayor, pudo distinguir el sabor metálico de su propia sangre mezclado con menta y frutillas.

Poco a poco fue acelerando el ritmo, transformando el beso en uno más salvaje, más intenso, pero tan lleno de amor como en un principio. Jaejoong pasó sus brazos por detrás del cuello del castaño, intentando lo imposible: Juntar aún más sus cuerpos. Sentía como el castaño se posaba sobre él, mientras con cuidado y lentamente lo recostaba boca arriba sobre la cama que tantas veces habían compartido. Recordó entonces que estaba mojado, pero eso a Changmin parecía gustarle, porque al separarse, lo miró de arriba abajo, sonriendo lujuriosamente al ver como la tela de sus ropas se pegaba a su cuerpo.

Perfecto. Era todo lo que podía pensar el castaño mientras devoraba con la mirada a su Hyung. Se lamió los labios con deseo, y se acercó a la oreja del mayor, allí mordió el lóbulo de esta, y susurró…“Te necesito”. No esperó respuesta, y bajó dando pequeños besitos, hasta llegar al terso y blanco cuello que tantas veces había marcado, y lo hizo otra vez. Succionó una pequeña sección, arrancando un gemido de los ahora rojos labios de su Hyung. Volvió a hacerlo, esta vez llegando a su hombro, sólo por el placer de deleitarse con aquellos sonidos.

El pequeño quiso probar algo nuevo, y comenzó a acariciar el pezón del mayor por encima de su mojada camisa.

- Nng…Changmin.-

Jaejoong soltó un quejido de placer, y mientras el menor seguía masajeándolo con una mano, con la otra se iba deshaciendo de la camisa del moreno, que ya empezaba a estorbarle. Cuando tuvo a su merced el pecho completamente descubierto del mayor, no pudo evitar sonrojarse levemente, lo veía muy seguido, pero era algo inevitable.

-Changminnie…- Suspiró al sentir la boca del menor sobre su piercing y de alguna forma se las arregló para que el castaño volviera a besarlo en los labios aprovechando ese momento para despojarlo también de su camiseta.

Changmin ya no pensaba en nada que no fuese Jaejoong. Lamía, mordía y besaba cada pedazo de él, arrancándole placenteros gemidos. Pronto llegó hasta su ombligo, donde jugó con el arete que lo adornaba. Cuando sus traviesas manos llegaron a la entrepierna del moreno, pudo sentir lo excitado que estaba. Miró al chico unos segundos, como preguntándole si estaba de acuerdo, a lo que el mayor respondió asintiendo. Comenzó a despojarlo de su pantalón un tanto apresurado, mientras que Jae sentía mariposas en el estómago ante cada roce del menor contra su piel. Luego removió el bóxer.

-Eres hermoso…- Soltó anonado, al mismo tiempo que se sentaba, entre las piernas del mayor, para poder apreciarlo mejor.
- Minnie…- Dijo avergonzado ante la intensa mirada de su pequeño.

Changmin sonrió, guardando aquella expresión en su memoria, ya que probablemente el sería el único que pudiese disfrutarla. Con un poco de vergüenza, pero decidido, tomó el miembro del moreno, y lentamente comenzó a masajearlo. Los gemidos del mayor no se hicieron esperar. Luego, decidió introducirlo en su boca, primero lamió la punta, y luego lo tomó por completo. Nunca había hecho nada como eso, se sentía extraño, pero a la vez se sentía tan bien.

Jaejoong no podía para de suspirar, gemir, y suplicar el nombre del pequeño. Sentía un extraño calor en su estómago a la vez que el menor aceleraba en ritmo. Sentía que pronto acabaría, y no quería eso.

-Minnie…- Gimió mordiéndose el labio inferior.- N—no…-

Con aquello bastó para que el castaño se detuviese. En un rápido movimiento el moreno cambio las posiciones, besando con deseo y pasión el cuello del menor, bajando por su trabajado pecho, jugando con sus pezones, luego haciendo un recorrido con su lengua hasta su ombligo, y después hasta su pantalón. Metió sin pudores su mano por entre las ropas de Changmin, tomando su miembro entre sus manos sintiendo como despertaba ante el contacto. Poco a poco y de una forma muy sensual, se fue deshaciendo de las prendas que le quedaban al menor, y tal y como él lo había hecho, lo introdujo en su boca.

-Jae…Oh Dios, Jae…- Ahora era Min el que gemía, gruñía y se quejaba pidiendo más.- Quiero…Quiero tenerte.

Jaejoong lo dejó, y permitió que el más alto se posicionase sobre él otra vez. Su pequeño miraba, le estaba preguntando si el también lo deseaba. No hizo más que asentir. Primero el castaño introdujo un dedo. Le dolía…Luego otro, y otro…Y lo único que ahora quería era sentirle a él en su interior. Antes de hacerlo, Changmin lo tomó en sus brazos, y poco a poco fue entrando, mientras el moreno hacía lo imposible por no enterrar sus uñas en la espalda del castaño. Cuando estuvo completamente dentro, no se movió hasta sentir que Jaejoong ya se había acostumbrado.

Pronto las lágrimas y quejidos de dolor eran reemplazados por el placer, el ritmo de las embestidas iba aumentando. Bañados en sudor, repetían una y otra vez el nombre del otro. Ambos sentían que llegarían a su climax. Jaejoong masajeaba su miembro con fuerza, quería que terminasen juntos. En unos segundos, todo se volvió blanco, un inmenso calor los invadió. Changmin gimió por última vez, su semilla centro de Jae, mientras el mayor se corría en el pecho del castaño.

-Eso…Fue lo mejor que ha pasado…- Dijo cansado el menor, saliendo del mayor para luego dejarse caer a su lado.
- Te amo Minnie.- Le respondió su hyung, sonriéndole mientras acariciaba su rostro.
-Yo también te amo- Le sonrió del vuelta, dándole un corto beso en los labios.-Hyung…Creo que necesito una ducha urgente.
- Sí, creo que yo necesito una también.
- ¿Nos bañamos juntos?
- Minnie…- Rió sonrojado.
- Vamos, Jae ¿Quién me enjabona la espalda si no eres tú? No tengo fuerzas para hacerlo solito…- Hizo un puchero.
- Yo soy el que debería decir eso.- Se quejó- ¿Cómo te voy a decir que no?

Habitación de Yunho y Junsu

Ya serían las 7 y algo, Hacía unas cuantas horas Jaejoong había recuperado la memoria y había salido corriendo.- con las llaves de Yoochun- detrás de Changmin. Ahora los tres restantes se encontraban viendo una película.

-Chunnie. ¿Crees que ya se arreglaron esos dos?- Preguntó curioso el de la voz aguda.
- No lo sé…- Suspiró derrotado.
- Tengo la impresión de que alguien se quedó puertas afuera otra vez.- Se burló Yunho.
- Ahhh si…Tonto de mi parte haberle pasado mi llave a Jae…-
- Fue un buen gesto.- Lo consoló Junsu.
- Yo te puedo prestar un pijama, por eso no te preocupes.- Le ofreció el líder.-
- No es eso lo que me preocupa. Me aterra pensar en tener que dormir con Su otra vez.-
-Ushhh, que pesado- Chilló.

Todos rieron, preguntándose qué sería de aquellos dos tortolitos revoltosos.

Último día en BoraBora

Ya eran las seis y pasadas en la paradisiaca isla, y los chicos ya tenían sus cosas listas para subirlas al auto e irse de vuelta a Corea. Los últimos días habían pasado volando. Jaejoong tenía su memoria de vuelta, y todo se hizo mucho más fácil, en especial las sesiones de fotos.

Para Yunho, esos días habían sido más que cansadores. No recordaba que fuese tan difícil levantar al más pequeño y al más grande del grupo. Habían estado durmiendo juntos todos estos días, y en la mañana no querían separase ni para la ducha. Por otro lado, también era muy grato ver que a pesar de la relación ahora llevaban, siguieran siendo los mismos. Se golpeaban, se molestaban, se enojaban y se pedían disculpas luego, como siempre lo habían hecho. Lo único distinto eran las constantes apuesta de Junsu y Yoochun, que peleaban por quien los encontraba en una posición comprometedora más veces en un día.

Mientras que el staff y el manager ordenaban todo en el hotel, dos chicos estaban sentados a la orilla del muelle, mirando con sus manos entrelazadas el hermoso atardecer. A pesar de los bellos días y los felices momentos que había vivido, cierto castaño aun tenía una duda rondando su cabeza.

-Neh, hyung…-Le dijo el castaño al joven que tenía a su lado.
-¿Si?-
-Tu... No me vas a olvidar de nuevo ¿Verdad?- Preguntó- Aunque nos tengamos que separar, aunque ya no vivamos juntos… ¿Siempre vas a tenerme presente, no?
- Minnie…Aunque no recordara quien eres, ni los fuimos…Te juro que jamás dejaré de quererte- Le sonrió acariciando las mejillas del menor con sus manos.
- Pero… ¿Y si olvidas que me quieres?- Interrogó, su voz quebrándose.
- Si algún día llego a olvidar que te quiero, créeme que me volvería a enamorar de ti.
- ¿En serio…?
- Eso si te lo puedo jurar.-
- Te amo Jaejoong.- Le dijo besándolo tiernamente en los labios-
- Yo también….Te amo Changmin.

Se juntaron una vez más en un beso, con un radiante sol que se escondía en el horizonte como fondo. Pronto regresarían a Corea, aunque de ser por ellos, no irían a ninguna parte.

-¡Allí están, apúrense!- Se quejaba Yoochun, habían mandado a Yunho a buscar a los chicos, pero este ya se había demorado bastante.- ¿Y Jae?
- Se quedó sacando unas fotos, ya viene.
- Ussh, que se apure, quiero ver a mi Xiah-ki- Se quejó el rubio Junsu con un puchero.

Todo estaba listo, y la verdad, ahora sí que tenían deseos de llegar a casa a descansar.

- ¡Chicos, no se vayan sin mí!- Gritó el moreno llegando.
- Hyung, te demoraste mucho.- Lo regañó Yoochun
- Es que, es todo tan lindo aquí, necesitaba sacar fotos.- Se disculpó.
- Como sea, al auto todos.- Los interrumpió Yunho.
- Hola Minnie.- le dijo sonriente al menor, que lo miraba silencioso.
- Hola de nuevo Jae…

Hello Again…Fin