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Arualthings

Ai Maid Café cap 6

El multifacético cabello de Kim JaeJoong.


El aroma del café recién preparado llegaba hasta sus fosas nasales.

Si no hubiera estado tan concentrada como en aquellos momentos entonces tal vez hubiera aspirado profundo el delicioso aroma del café recién preparado. Claro está, que a su madre no le gustaba que solo tomara café en las mañanas, y se ofrecía a prepararle un tradicional desayuno oriental.

Pero Ranko había perdido ya esa costumbre hace mucho, estudiaba en el extranjero casi desde los trece y ahora a unos tres años de graduarse en la Universidad, estaba segura de que no lo recuperaría, es decir, no despreciaba la comida japonesa, pero en las mañanas prefería y se había acostumbrado a comer ligero.

Una taza con café, chocolate o leche y a lo mucho algún pan, tostada, sándwich o un poco de fruta, eso era suficiente para ella.

—¿Por qué tan pensativa, hija?
Ranko sonrió. –Nada madre, solo pensaba un poco en algo que vi ayer.
—¿De alguno de lo vecinos?

Kihara se sentó justo frente a ella, arreglando un poco sus lentes, Ranko lo pensó muy bien antes de hablar, es decir no había visto nada extraño, pero aún así había sentido una extraño presentimiento cuando vio a JaeJoong por llevar a su amigo hacía su departamento, como si inconscientemente cuidara de él.

—No, algo que vi por la calle. No tiene la menor importancia.— Kihara pareció creerle y únicamente bebió un poco de té. –Madre ¿Te puedo hacer una pregunta?
—Por supuesto.
—JaeJoong… ¿Tiene amigos?

—¿El muchacho ese que me debe como tres meses de renta?— Kihara de inmediato arrugó el entrecejo. –Pues que yo sepa no, no tiene mucho tiempo en Japón, pero como ya comenzó a trabajar supongo que ha de comenzar a relacionarse. ¿Por que?

—No… Por nada.

Así que poco tiempo, eso era imposible, Ranko había notado en los ojos de JaeJoong un… ¿Brillo? Especial cuando miraba y cuidaba que el chico que parecía ebrio y que sostenía de un brazo no se golpeara o se soltara. Era muy amable y cuidadoso.

Cierto, Ranko no conocía demasiado a JaeJoong, pero ni siquiera a ella, que había notado cierta química entre ellos, ni si quiera con ella, Jaejoong era así de amable, o siquiera la miraba de esa manera. ¿Se daría cuenta JaeJoong de ese brillo en sus ojos?

—Bueno madre. ¿Y por que demoraron tanto padre y tú en llegar ayer?
—Oh, hija… Esa es una historia larga.
—Bueno, estoy de vacaciones, así que tengo todo el tiempo del mundo para escucharte.

Ranko sonrío y Akihara suspiró.


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Giró una vez más sobre su cama y arrugó el entrecejo.

No había podido dormir casi en toda la noche, y su estado de ánimo tan solo empeoraba con cada segundo que pasaba, por la luz que entraba por la pequeña ventana de su habitación, JaeJoong suponía que ya había amanecido, logró sentarse, con la sábana sobre sus piernas y el entrecejo arrugado todavía.

—¿Acaso todavía no se levanta?— Susurró con cuidado, mirando la puerta con atención, como si en realidad pudiera atravesarla con la mirada. –Ojalá se marchara pronto, no tengo la menor intención de verle la cara.— Hizo una pequeña mueca con la cara y sacudió la cabeza.

—¡Demonios! ¿Por qué estoy hablando así? Parezco una chica. ¡Agh!— Sacudió con fuerza sus cabellos y volvió a pasar la sábana sobre sus labios, con la intención según él de limpiarlos. –Ese imbécil. ¿Cómo se ha atrevido? Mancillar mis labios de esa forma…

Sus ojos se abrieron de sobremanera. —¡Que asco! Estoy hablando como una chica. Debería golpearlo, hasta cansarme, para demostrarle que con Kim JaeJoong nadie se mete. ¡Ah, maldito!— Volvió a sacudir sus cabellos rubios.

¿Qué diablos había pasado por la cabeza de ese imbécil?

—Todo es culpa de YunHo, solo de él, oh y por supuesto de esa tonta de Jejuko.— JaeJoong comenzó a divagar, incluso hasta podía ver a su interpretación femenina a unos pasos de su cama, riendo divertida por su sufrimiento. –Si fuera chica todo esto no sería tan traumante… ¡¿Pero que diablos estoy diciendo?! ¡¡Agh!!

Logró volver a acostarse sobre su cama, esta vez con la sábana cubriendo por completo su cuerpo, incluyendo su rostro y por supuesto soltando un suspiro ahogado, en realidad no sabía que hacer primero, golpearlo o gritarle hasta el cansancio.


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Y la cabeza le dolía horrores.

YunHo incluso podía afirmar que escuchaba aún la canción de Big Bang en sus oídos, se quejó un poco, en inentendibles palabras claro esta, pasó una mano por su rostro y por sus cabellos. Miró de un lado a otro y descubrió que obviamente no estaba en su departamento.

Tenía la boca seca, el cuello adolorido y cuando miró hacía abajo pudo notar que había pasado la noche en el suelo, sin almohada o alguna manta, una sonrisa surcó en sus labios. –Seguramente estoy en el departamento de JaeJoong, ninguno de mis amigos sería tan desconsiderado como él.

Se apoyó en el mueble cercano para poder levantarse, sus suposiciones fueron confirmadas cuando la foto de JaeJoong un poco más joven pasando un brazo sobre los hombros de otro muchacho y viceversa, ambos con gorras llegó hasta sus ojos desde una de las paredes.

Estiró un poco su cuerpo y bostezó largamente. No había pasado buena noche, pero cuando menos no se había quedado en la calle, Yunho suponía que el resto de los muchachos debió haber estado lo suficientemente borracho como para poder llevarlo.

Y ChangMin pues, él como menor no tomaba demasiado, y de todas formas jamás hubiera ido a la casa de Shim en ese estado. Olió un poco su camisa y arrugó la nariz. Necesitaba una ducha, camino por el departamento abriendo un par de puertas, logró descubrir que ninguna era el baño, solo quedaba una puerta y llegó a la conclusión de que era la habitación de JaeJoong y que muy probablemente ahí estaría el baño.

Tocó la madera con cuidado, si JaeJoong decía odiarlo con el alma cuando estaba en sus cinco sentidos no quería ni imaginar como era cuando lo levantaban de su sueño de belleza. Sonrió ante sus pensamientos, lo molestaría con eso luego, cuando no pudiera asesinarlo con tanta facilidad.

—JaeJoong…— Pronunció con cuidado sus palabras y volvió a bostezar, con el terrible y punzante dolor en su cabeza. No volvería a beber en su vida. –Jae…— Golpeó un poco más fuerte. —¡Oye, JaeJoong!

YunHo retrocedió un paso en cuanto la puerta se abrió bruscamente, Jaejoong estaba descalzo, con un pantalón largo y una camisa de algodón, con el cabello revuelto casi tapándole los ojos, incluso lo notó un poco más bajo de lo normal, sin embargo, aún así, se veía molesto, con el entrecejo arrugado. YunHo solo intentó plasmar una sonrisa en sus labios.

—¿Qué quieres?
—¿Puedes prestarme tu baño? En serio necesito una ducha.

YunHo sonreía, la molestia de JaeJoong iba en aumentó, Kim incluso se atrevió a apretar con fuerza el pomo de la puerta en sus manos. ¿Qué le pasaba a ese idiota? JaeJoong mordió su labio inferior.


<< Dices todo eso por que estoy borracho y probablemente mañana no lo recuerde ¿Cierto? >>



Claro, eso era. El desgraciado ese no recordaba absolutamente nada. ¡No era justo! ¿Por qué tenía que ser él, el único traumatizado con ese asqueroso beso? JaeJoong apretó aún más el pomo de la puerta, recordárselo no era una opción, reclamárselo mucho menos. Jung era tan descarado como para voltear la situación a su favor y molestarlo hasta el cansancio.

—¿Entonces?
—No demores, que en diez minutos te boto de mi casa.

YunHo sonrió como un niño pequeño, agitó sus rubios cabellos e ingresó a la habitación buscando con la mirada la puerta del baño, JaeJoong cerró la puerta de su habitación con fuerza y volvió a sentarse en la cama, subiendo una pierna en el proceso.

—Maldito YunHo… ¿De verdad no recuerdas nada? ¿O eres tan gay como para andar besando a cualquiera cuando te da la gana?

Miró con verdadero odio hacía la puerta, como si ese último pensamiento hubiera empeorado aún más si se podía su estado de humor. La puerta del baño se abrió y un sonriente YunHo asomó la cabeza. Ya estaba sin camisa.

—Oye, Jae ¿Tienes…?— JaeJoong enarcó una ceja, sin cambiar esa mirada intensa y YunHo pareció por primera vez inteligente por que sonrió bobamente. –Nada… Déjalo así.— Y volvió a cerrar la puerta. JaeJoong adoraba el poder de sus miradas ‘Ignórame o muere’

Suspiró y se dejó caer sobre su cama, con el antebrazo tapando sus ojos.

—Estúpido, idiota, imbécil… YunHo.


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—Un té helado, uno caliente y dos dulces de tres leches.

Siwon facturó con tranquilidad, con un audífono en una de sus orejas y con la música mejorando su estado de ánimo, JunSu sonrió divertido mientras lo veía mover su cabeza de vez en cuando.

Yuna llego de repente, pasando discretamente su mano por la cintura de la pelirroja y depositando un corto beso en su mejilla, Junko logró sonrojarse y darle un codazo al más alto quien solo rió bajamente.

Siwon paso desapercibida la situación entre la pantalla de la computadora y la música en su oreja izquierda pues en realidad no lo notó. Mina atendía a uno de los cliente y HeeChul desde la cocina salía de vez en cuando solo para charlar.

—¿Tú, Yuna?
—Dos Moccafrapuccino y una botella con agua.
—De acuerdo.

Les sonrió a YooChun y JunSu, ambos lucían de un humor estupendo. Y Siwon podía estar haciendo mil cosas al mismo tiempo, pero él conocía a su gente, y esos dos andaban en algo, no estaba seguro de que, pero con el tiempo Choi había aprendido que a veces lo mejor es fingir que no te das cuentas de las cosas.

La puerta se abrió, YunHo y JaeJoong entraron por la puerta lateral, Jaejoong vestido como usualmente lo hacía, YunHo en cambio llevaba un Jean un poco ajustado, una camisa, un abrigo y una gorra, muy probablemente ninguna de esa ropa le pertenecía.

JaeJoong lucía molesto, YunHo tenía cara de no haber pasado buena noche y con toda la intención de poder dormir, no fue más de medio minuto en el que en seguida Mina y HeeChul estuvieron en el mesón. Justo donde su jefe había hecho su acto de aparición.

El silencio atormentó a JaeJoong y cuando finalmente suspiro y decidió mirarlos todos sonrieron.

Uhh~

El sonidito burlón dicho al unísono lo hizo darse cuenta de que era mejor mirar a cualquier otra parte y era extraño que los clientes del café lo vieron como JaeJoong mientras Yuna, Mina y Junko parecían no poder parar de reír.

No era su culpa, él no se iba a levantar mientras YunHo no abandonara su casa, y YunHo había decidido levantarse muy tarde. HeeChul sonreía apoyado en Siwon. Y Choi con los brazos cruzados únicamente miraba a YunHo con una ceja levantada.

—Jefe… ¿Sabes la horas que es?
—Siwon tengo una resaca horrenda. ¿Crees que de verdad se que hora es?
—Niisan, que mal ejemplo mira que llegar tarde. Son casi las tres de la tarde.

YunHo rodó los ojos y Yuna fue el primero en acercarse, apoyó su codo en el hombro de JaeJoong y lo miró fijamente. –Ne, JaeJoong~ ¿Pasaron la noche en tu departamento, cierto?
—Bueno…
—Si o no.

JaeJoong mordió su labio y arrugó el entrecejo. –…Desgraciadamente.

Uhh~

Mina aplaudía divertido y la mayoría de los clientes miraban curiosos al grupito, en especial por aquel muchacho que acompañaba al jefe del café. Sin embargo cuando las conversaciones se volvieron susurros dejaron de prestar atención.

—Guarden silencio, me duele mucho la cabeza.

YunHo comenzó a empujar con su hombro a Siwon quien luego de un rato decidió retirarse para que Jung pudiera tomar asiento. Mientras masajeaba su sien. –Abrimos el café a la hora de siempre, como ninguno de los dos daba señales de vida.

Y de nuevo…

Uhh~

JaeJoong se cruzó de brazos, y sonrió lo mejor en este momento era desviar la atención de él, por ejemplo en… ¡ChangMin! –Bueno eso ya no importa. ¿Y que tal ChangMin te gustó la bufanda?
—¿Bufanda?

Y la persona indicada lo miró, Yuna ahora lo miraba curioso. –Bueno es que ustedes no estaban, pero ayer Rain me encargó que le diera un regalo de su parte a Mina, una linda bufanda.— ChangMin entrecerró los ojos, Jaejoong estaba jugando sucio.

—Mira JaeJoong… Ni creas que así vas a poder desviar la atención.
Junko se apoyó en JaeJoong. —¿De que bufanda están hablando? ¿Y por que no la tienes puesta, Min?— JaeJoong rió, listo, eso era todo, su plan ya había funcionado.

—¡No tengo por que llevarla puesta, es más ni me gusto!

El rostro de ChangMin logró azorarse lo suficiente como para lucir adorable, Siwon y YunHo enarcaron una ceja. ChangMin pensó que esos dos eran como unos padres celosos. Genial, habían niños que necesitaban padres, en cambio él los tenía de más.

—Dejen de molestarlo.

HeeChul habló oportuno y ChangMin suspiró. –Oigan… ¡¿Dónde está YooChun?!

—Miren nada más que monada…— Yuna caminaba con la bufanda puesta en su cuello, tocándola con suavidad, Changmin arrugó el entrecejo. –La tenía guardadita…
—¡Te voy a matar!

Yuna abrió los ojos, justo en ese momento Mina corría hacía él, muy molesto y no estaba seguro de si era por que había rebuscado en sus pertenencias o por si se había puesto la bufanda o por que lo estaba molestando. El punto era que Yuna corrió de inmediato hacía la cocina. Por que Mina tenía en sus manos la charola y empezaba a alzarla en su contra.

Y Yunho pareció a poyar la cabeza en el mesón, ignorándolos por completo.

—¿Podemos cerrar temprano?
—Tú eres el jefe, YunHo.— Levantó un poco la cabeza y miró a Siwon quien tan solo esperaba una confirmación.
—Cerremos temprano, por favor.
—De acuerdo.

—Pero igual me van a pagar el día ¿Verdad?— JaeJoong se acercó al mesón y YunHo sonrió.
—Si, JaeJoong. Deja de pensar en el dinero.
—Las personas pobres como yo solo podemos pensar en eso, por que nos hace falta.
—Si, si… Como sea… Nos vemos mañana.

YunHo agitó su mano despreocupadamente y JaeJoong se sintió indignado, le quitó la gorra a Jung y se enderezó molesto. –Quiero mañana mi ropa, lavada y planchada.— Y salió del café con tranquilidad.

Idiota YunHo que lo ignoraba como si nada.


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Decidió caminar un poco más de lo habitual, aprovechando su día libre.

Miró un poco de ropa, que por supuesto no iba a comprar por que necesitaba el dinero para sus deudas. Pero caminar siempre ayudaba, se detuvo en un escaparate y miró un lindo juego de corbatas, se agachó durante un momento. Sonrió, los precios estaban incluso en dólares, es decir si no entiendes es por que no puedes pagarlo.

…JaeJoong decidió no entender.

Se levantó una vez más y observó su reflejo en el vidrio. El pequeño gorro que llevaba puesto cubría un poco sus rubios cabellos. Y la gorra que YunHo había usado estaba en su bolso, se quito el gorro con cuidado y observó su cabello.

Ahora que lo pensaba lentamente, Jejuko, aunque no existiera en realidad tenía el cabello rubio también. Un poco más largo claro está. Arrugó un poco su nariz. Quizá por eso YunHo lo había besado, con su cabello rubio que llegaba hasta sus hombros en medio del licor YunHo lo había confundido con una chica.

Tenia que mediar eso cuanto antes, cambiar el color de su cabello, por uno en el cual no se viera tan poco masculino, tal vez dejarlo en su color original serviría, agarró un mechón de su cabello y lo miró con un suspiro en sus labios.

Estaba decidido, volvería a cambiar su color de cabello.


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—Mmh… ¿Me quitaste la bufanda para ponértela tú? Que cursi~

ChangMin no dudó en darle un golpe en la espalda a YooChun quien rió con fuerza mientras trastabillaba unos pasos más allá, JunSu únicamente rodó los ojos. Habían cerrado temprano el café y por tanto ahora ellos caminaban hacía la parada del auto bus en supuesta tranquilidad.

—Deja de decir estupideces MonoChun.
—¡¿Cómo que MonoChun?! Respeta a tus mayores, moco irrespetuoso.
—¡Ja! Como si lo merecieras.

ChangMin se cruzó de brazos y decidió desviar su mirada hacía cualquier otro lado. Sus expresiones se relajaron en cuanto divisaron a Rain, el hombre caminaba con pasividad por la calle a unos pocos metros de él.

Tenía en una de sus manos una bolsa llena de libros y en la otra llevaba un libro abierto que venía leyendo con atención mientras caminaba a la parada de autobús, justo ahí donde ellos se encontraban. Rain nunca lo vio, puesto que iba concentrado en su lectura, ChangMin ni siquiera fue consciente de que nunca despegó sus ojos de él.

Se sentó en la banca desocupada, cruzó su pierna y continuó leyendo, inconsciente apretó entre sus manos la bufanda que llevaba puesta, pensó en agradecérselo, pero luego se arrepintió cuando recordó que estaba como ChangMin, y Rain ni siquiera lo reconocería.

—YooChunie no lo hagas.
—Se lo merece, además el también me empujó.
La voz de sus amigos lo hizo girar un poco. —¿De que están hab…?

Y la mano de YooChun estuvo sobre su pecho, lanzándolo con brusquedad hacía atrás fue suficiente. Su cuerpo cayó sobre el de Rain, un quejido de dolor por parte del hombre y ChangMin nunca antes deseó tanto ahorcar a Park YooChun.

—¡Lo siento! Lo siento mucho. Fue el estúpido de mi amigo que… Lo siento mucho.

ChangMin se intentó recuperar de inmediato, levantando el libro del piso y ayudando a Rain recoger los libros que se habían esparcido al caer de la bolsa. Rain se agachó un poco y comenzó a recoger también.

—No te preocupes. Supongo que es algo normal que jugando pasen estas cosas.

ChangMin pensó que Rain era demasiado paciente, le extendió el último libro y sonrió apenado. Rain en cambio le regaló una calmada sonrisa. Mientras se terminaba de levantar y guardaba en la bolsa incluso el libro que había estado leyendo.

—Esa bufanda…

ChangMin se sintió nervioso, Rain miraba con atención la bufanda que él llevaba puesta y por un momento se sintió descubierto, detrás de él, YooChun y JunSu únicamente los miraban, ChangMin intentó hacer un amago de sonrisa.

—¿Qué pasa con ella?
Rain negó con la cabeza. –Nada, se parece mucho a una que yo compré para alguien muy especial para mí, pero supongo que han de haber muchas en el mercado.

YooChun entonces se acercó. –Debe haber sido un regalo para una persona a la que aprecia mucho, tal vez alguien a quien ame.— JunSu le dio un codazo de inmediato, ChangMin tan solo lo miró con odio. Rain sonrió un poco.

—Algo así…

Y Rain no podía dejar de avergonzarlo, por que Shim bajó la mirada, levemente sonrojado y mordiendo su labio inferior. JunSu lo miraba como si lo comprendiera y YooChun únicamente había levantado una ceja. Claro, justo ahora después de haber hecho la estupidez se le ocurría comportarse como un celoso hermano mayor.

—Bueno, un gusto conocerlos. Pero ya se me ha hecho tarde.

ChangMin levantó la mirada, Rain tomaba la bolsa una vez más y estiraba su brazo hacía la calle, llamando a un taxi y despidiéndose únicamente agitando su mano. Hubiera querido despedirse, o algo por el estilo. Pero no podía, YooChun estaba ahí.

Un suspiro salió de sus labios y se sentó a esperar el bus. YooChun no emitió comentario alguno por que por suerte JunSu le había advertido que se mantuviera callado. Ojalá él pudiera tener ese poder sobre Park y callarlo cuando quisiera.

Ni siquiera se molestó en reprocharle por lo del empujón, únicamente apretó la bufanda entre sus manos y miró el lugar por donde el taxi de Rain se había marchado. No era justo para él estar enamorado de Mina.

…Por que ChangMin ya empezaba a sospechar que era así.



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HeeChul estiraba su cuerpo.

Un nuevo día de trabajo y casualmente todos se encontraban en los vestuarios conversando con tranquilidad. YunHo molestaba a JunSu jalándolo del cabello cuando no se daba cuenta mientras fingía escribir algo en el celular.

YooChun corría de un lado a otro con dichosa bufanda de ChangMin mientras era perseguido por el mismo, y Siwon sentado en una de las bancas horizontales soportaba en sus piernas el peso de la cabeza de HeeChul quien permanecía acostado en la misma banca.

—Buen día.

JaeJoong hizo su aparición con una extraña pasividad que sorprendió a todos, por que el muchacho de pronto llegó, no miró a nadie y comenzó a guardar sus cosas en el casillero. HeeChul lo observó con atención un mechón negro sobresalía de aquel gorro que Kim llevaba puesto.

—¿Qué es eso?

HeeChul se levantó de inmediato y caminó hacía Jaejoong quien solamente giró con una pequeña e indescifrable sonrisa en su rostro. —¿El que?
—¿Te has pintado el cabello?

Todos enseguida se acercaron a JaeJoong quien solamente se pegó un poco más a los casilleros. Divisó a Yunho quien junto a JunSu únicamente lo miraban curiosos. –Pintado, no. Solo lo volví a dejar en su color original.

YooChun fue el primero en agarrar el sombrero negro que JaeJoong llevaba puesto el cabello largo hasta los hombros se dejó ver, las hebras negras cayeron con suavidad y despidiendo un agradable aroma. Jaejoong intentó fingir que no le importaba sus fijas miradas.

—Esto es…
—…Diferente.

Cuando ChangMin completó las palabras de JunSu, JaeJoong inconscientemente miró a YunHo quien únicamente se cruzó de brazos, analizando todavía ese cambio en él. HeeChul sonrió al parecer gustoso con lo que veía y Siwon movió un poco su cabeza.

—Te ves…— Y la palabra que JaeJoong esperaba era ‘masculino’ por que ese era su objetivo, dejar de parecer tan delicado con ese cabello rubio que antes ostentaba, miró a Siwon esperando sus palabras y Choi únicamente suspiró. —…Más femenino que antes.

Sus ojos se explayaron y su boca se abrió con sorpresa… ¡¿Qué?!

YunHo rió bajito. No podía ser, se suponía que si volvía a su color original se vería masculino. ¿No?

—¿Ese era tu objetivo, Hyung?
JaeJoong miró a JunSu y negó de inmediato. —¡Por supuesto que no! Pensé que el rubio me hacía ver delicado, por eso decidí dejarlo en su color original.

YunHo se acercó, todavía con una sonrisa en el rostro, parándose junto enfrente de él y sosteniéndolo de la barbilla mientras movía un poco su cabeza de un lado a otro, como si lo analizara con mucho cuidado.

—Pues lo que sucede es que tu piel es muy blanca, y tu cabello negro original es muy oscuro, lo cual hace tu piel más blanca todavía y tus labios tienen cierto color rojizo. Lo cual resalta aún más. El rubio en cambio opacaba un poco todo eso.

YunHo luego lo soltó y salió de los vestuarios bostezando como si nada hubiera sucedido. –No demoren en cambiarse que se hace tarde. Y JaeJoong deja tus dilemas existenciales para más tarde, que después de todo llevas peluca.

JaeJoong apretó los puños. Estúpido, estúpido YunHo.

ChangMin movió ligeramente su cabeza y arrugó el entrecejo. ¿Era su impresión o Jaejoong parecía molesto por que a YunHo parecía darle lo mismo su cambio? Lo más chistoso de todo era que JaeJoong parecía no darse cuenta de sus propias reacciones.


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—Bienvenidos.

Mina recibía a un grupo de clientes cuando JaeJoong levantó la vista por casualidad y sus ojos se dirigieron a la supuesta azabache y pelirroja del grupo. Yuna arreglaba la cinta en la cintura de Junko. Ambas conversando en voz baja.

Yuna comentaba algo y Junko reía en voz baja. Ambos demasiado cerca del rostro de la otra. Jaejoong movió un poco la cabeza o no se daban cuenta de que la mayoría de los clientes los veían o simplemente estaban tan ensimismados que habían decidido olvidar al resto del mundo.

JaeJoong recordó que en realidad eran dos chicos y sacudió con fuerza la cabeza.

—¿También lo has notado, verdad?— YunHo estuvo a su lado de pronto y JaeJoong únicamente levantó un poco la cabeza. –Últimamente están más cercanos que antes.— JaeJoong solamente pudo soltar un suspiro, cruzarse de brazos y asentir.

—En realidad, Min también anda extraño. Se la ha pasado mirando por el ventanal y suspirando.

Siwon hizo su acto de aparición también, colocándose junto a Jung y mirando en la misma dirección hacía donde Yuna ahora sujetaba la nariz Junko y la pelirroja golpeaba en la mano a la más alta diciendo que no era una niña pequeña para que hiciera eso.

—Es que el amor está en el aire.

HeeChul se apoyó en Siwon y JaeJoong sintió que esas palabras lo atravesaban. Recordó la noche de hace dos días. Sus labios contra los de YunHo, o mejor dicho los de YunHo contra los suyos.

Sacudió la cabeza con fuerza y arrugó el entrecejo.

—¡Agh! ¡Te odio, Jung YunHo!

Y en el momento en que JaeJoong lo señalaba y lo miraba con rabia, YunHo únicamente lo miró extrañado. Finalmente luego de ese extraño exabrupto, JaeJoong se retiró de inmediato a atender a otro cliente. YunHo no terminaba de entender que acababa de pasar con Kim.

—Si. Tienes razón, Chul. El amor está en el aire.

Las palabras de Siwon hicieron girar a YunHo quien miró a los dos muchachos mientras reían abiertamente, YunHo arrugó el entrecejo y formó un pequeño puchero con sus labios.

—No entiendo.

Entonces HeeChul y Siwon rieron más fuerte todavía.


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Acababa de ducharse y JaeJoong miraba el reflejo del espejo.

Suspiró apesadumbrado, volver a su color original no había funcionado, pasó una mano por el vidrio del espejo y decidió salir cuanto antes, había sido el último en ducharse y por tanto todos esperaban afuera por él.

Hacía frío y los abrigos empezaban a ser parte del atuendo, JaeJoong volvió a colocarse su pequeño gorro. Los mechones negros sobresalían, pero ya poco le importaba, tomó su bolso y salió cuanto antes.

—Demoraste demasiado.

JaeJoong inspeccionó el lugar, ya nadie estaba, a excepción de YunHo quien permanecía sentado en la vereda de la calle intentando soltar un poco de aire caliente en sus manos. El muchacho se levantó y terminó de cerrar el local.

JaeJoong intentó pronunciar un gracias, por haberlo esperado. Pero al final no fue capaz.

—¿Te llevo?
—¿Eh?
—Que si te…
—No, si escuché. Es solo que… Olvídalo.

YunHo negó levemente. —¿Entonces te llevo o no?— JaeJoong parecía dudar y YunHo únicamente soltó un poco del aire en sus pulmones. —¿Sabes, Jae? Estas actuando muy raro últimamente.

Kim levantó la mirada “¿Y culpa de quien será?” Pensó sarcásticamente, la respuesta era obvia, todo era culpa de YunHo y sus estúpidos besos.

—Estoy muy cansado, lo suficiente como para poder pensar. Así que si, por favor llévame a casa y muchas gracias por todo.

YunHo lo miró asustado mientras lo veía caminar hacía el auto, pero prefirió no emitir comentario. Un JaeJoong amable daba más miedo que uno enojado.


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El auto se estacionó justo frente al edificio.

Y mientras se quitaba el cinturón de seguridad, JaeJoong solo podía pensar en que quería acostarse a dormir cuanto antes, estaba a punto de despedirse cuando notó que YunHo lo miraba analizadoramente.

—Tal vez si lo pintaras de castaño…— YunHo tocó sus cabellos con toda la paciencia del mundo, como si viera un papel e intentara leer en él, Jaejoong agradeció el hecho de que no se acercara demasiado. —…Y lo cortaras un poco, al nivel de la oreja…

Pero de repente esa cercanía fue demasiado sofocante, por que YunHo hablaba tan conciliadoramente y tocaba su cabello y lo miraba. JaeJoong entonces reaccionó, alejó su mano de un manotón y arrugó el entrecejo.

—No he pedido tu consejo.

Se bajó del auto rápidamente y cerró la puerta susurrando un ‘Gracias de todas formas’ y entró lo más rápido que pudo a su departamento. Por que necesitaba dormir y olvidar que por un momento volvió a quedarse paralizado como un verdadero imbécil.


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—Bien, otro día, otro dólar.

YunHo estiró su cuerpo mientras encendía la pequeña computadora que tenía en la caja, Changmin sonrió, apoyándose levemente en el mesón.

—Niisan nosotros ganamos en Yen.
—Da igual, se entiende el punto.

ChangMin sonrió y YooChun solamente se dedicó a continuar jugando en su celular. —¡Te voy a ganar JunSu!
—¡Sueña Chunie!

Shim rodó los ojos. –Y luego dicen que yo soy el infantil.
—Déjalos ellos son felices así.

—Su si pasamos de nivel podemos ir a New York o Madrid a completar la misión.
—Pero también podemos escoger Estados Unidos o Europa, cualquiera estaría bien.
—Tienes razón, podemos ir a cualquiera con tal de pasar de nivel.

ChangMin abrió la boca incrédulo sin saber muy bien que decir mientras los señalaba descaradamente, YunHo solamente reía ante la estupidez que acababan de decir, Shim llevó una mano a su cabeza y negó con paciencia.

—Ves Niisan, su nivel de estupidez no deja de asombrarme.

—¿Hablan de YooChun y JunSu?— HeeChul llegó a abrazarse a YunHo mientras Siwon únicamente rodaba los ojos.
—Chul, no digas eso.
—Sabes que es verdad Siwie, cuando están juntos no piensan.

—Coordino con Chul.— ChangMin suspiró resignado. –Ese par demuestran inteligencia cuando están por separado.— Rieron abiertamente, aprovechando que YooChun y JunSu seguían concentrados en su juego.

—¡Wow! Pensé que no llegaría.

JaeJoong entró algo agitado al café, con las manos en sus rodillas y la respiración agitada, no se habían empezado a vestir todavía, pero el café abriría en una media hora y siempre era recomendable que nadie viera entrar a los chicos como si nada, en especial si el café no estaba abierto y ellos no volvían a salir.

—Lo siento, se me hizo tarde.
—Esta bien, pero procura que no vuelva a pasar.

YunHo sonrió un poco y apenas vio la computadora correctamente encendida no tardó en empezar a abrir su habitual juego de guitar hero para PC, de acuerdo, era de sus pocos vicios. Cuando sintió que HeeChul lo soltaba entonces bebió un poco de la botella con agua que tenía junto al teclado.

—¿Qué te has hecho ahora?

JaeJoong retrocedió inconsciente de que lo hacía, cuando HeeChul se acercó y le quitó el gorro de la cabeza, esta vez la sorpresa que todos mostraron fue mayor, su cabello ahora castaño al nivel de la oreja, con un mechón ligeramente más largo del lado derecho, que caía a un lado de su rostro, tapando un poco su ceja izquierda al no ser demasiado largo como para ocultar sus ojos. Logró sorprender a todos.

—Lo logró, ¡El maldito lo logró!

ChangMin fue el primero en hablar, felicitarlo a su modo y palmear su espalda. Jaejoong sonrió. ¿Había funcionado? Siwon sonrió de lado y agitó un poco su cabello mientras colocaba un brazo sobre el hombro de HeeChul.

—Si, ahora si te ves mucho más masculino.
HeeChul hizo un pequeño puchero. –Por suerte va a llevar peluca y los clientes no lo van a notar.

YooChun tocó su cabello y sonrió. –Antes la peluca combinaba con tu cabello, y cuando lo hiciste negro pues como era largo lo podía agarrar para esconderlo. Créeme ahora te va a costar mucho ocultarlo, muchas binchas. Demasiadas tal vez.

JaeJoong sonrió orgulloso. –No me importa.

Y en realidad no le importaba por que como Jejuko nada de eso importaba, pero en el resto de tiempo era JaeJoong. Y Kim JaeJoong se veía como realmente quería, se veía realmente bien ahora.

—Te ves genial, Hyung.
—Gracias, Su.

Giró hacia YunHo, pero el mayor parecía muy concentrado en la computadora como para notarlo, intentó que aquello no lo molestara, pero el malestar estuvo ahí, por que en realidad le hubiera gustado aunque sea recibir un sarcástico. ‘Veo que sigues mis consejos’

—¡Bueno a cambiarse que se hace tarde!

Y aún así YunHo nunca levantó la mirada, Siwon y HeeChul se dirigieron hacía la cocina, el resto caminó hacía los vestuarios, diciéndole a JunSu que ahora la tendría difícil con Jae y su nuevo peinado a la hora de ponerle la peluca, pero JunSu solo alegaba que para él nada era imposible y era demasiado bueno en todo.

Se quedó unos segundos más, observando a YunHo morder su labio inferior mientras presionaba las teclas, seguramente jugando el dichoso juego que un día de estos cuando se descuidara, JaeJoong borraría. Jaejoong decidió sonreír un poco y dejarlo seguir jugando.

Caminó hacia los vestuarios tarareando una canción, con un estupendo buen ánimo ese día.

YunHo levantó discretamente la mirada en cuanto escuchó los pasos de Jaejoong alejarse, el muchacho se movía tarareando una canción mientras fingía que el gorro en sus manos era un micrófono.

Sonrió espontáneamente ante esa imagen, y apoyó una mano en el mesón mientras dejaba que su quijada se posara en ella y sus dedos jugaran sobre su nariz. JaeJoong era muy divertido, incluso cuando no estaba molesto.

Kim se veía muy bien ahora y YunHo tenía que admitirlo, pero hacerle creer que lo ignoraba era mucho más divertido. Las muecas que hacía JaeJoong y sus constantes intervalos de cambio de humor, eran lo mejor en el menor.

Estiró un poco su cuerpo y decidió seguir jugando. Esperó que el buen humor de Jaejoong durara todo el día, por que entonces así, si seria un buen día.

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