Haciendo amistades.
Apenas entraron al lugar donde se celebraba la recepción, uno de los hoteles más caros y lujosos de Corea, sintieron como varios flashes cayeron sobre ellos. Los hermanos Jung sonreían y mandaban pequeños saludos por aquí y por allá. Muchas mujeres que estaban en la recepción habían dejado de lado lo que estaban haciendo solo para poder obsérvalos. Su belleza y elegancia inundaron el lugar.
- Mis grandes invitados, Yunho-shi y su joven hermano Changmin-shi –dijo el presidente de la revista MAD acercándose a ellos, Lee Hyun Moo. Venía con todo su sequito de agentes y representantes.
- Es un gusto para mí y mi hermano asistir a esta recepción como todos los años –contestó Yunho estrechando sus manos en un saludo.
- Sí, realmente estamos muy encantados de estar aquí –dijo Changmin haciendo una pequeña inclinación de cabeza.
- Joven Changmin-shi, me parece o ¿ha crecido aun más? Lo veo hecho todo un hombre –acotó el presidente.
- Gracias –el menor sonreía algo tímido-. En realidad aun me faltan muchas cosas por aprender y espero convertirme en alguien como mi hermano para ayudarlo en la empresa.
- Un futuro hombre de negocios entonces. Quién sabe si con su porte e inteligencia llegue a ser presidente del país –bromeó y al instante todos sus acompañantes rieron con él. Típico. Yunho comenzó a reír aunque no le haya parecido gracioso.
Pero Changmin ya no les prestaba atención. Su mirada buscaba arduamente a la persona por la cual él se había esmerado tanto en su aspecto esa noche.
Lo vio parado cerca a la mesa del buffet conversando alegremente con una joven que intentaba coquetear descaradamente con él. Tomo disimuladamente el brazo de su hermano.
- Señores, esta fiesta está muy entretenida. Si nos disculpan queremos pasar a saludar a algunos amigos –dicho esto, se inclino levemente y jalo despacio a Yunho. Este con una sonrisa también hizo una leve inclinación.
- ¿No crees que esos no son buenos modales? –se quejó Yunho.
- ¿Y a quien le importa? Hyung, quiero presentarte a alguien.
Jaejoong sintió que alguien se acercaba. Cuando volteó y reconoció a Changmin, una bella sonrisa apareció en su rostro. Se acerco a la mujer con la que estaba, le dijo unas cuantas palabras y esta se fue un tanto fastidiada. Estaba tan atractivo como siempre. No vestía un smoking pero el traje negro que llevaba le ajusta perfecto al cuerpo.
- Changmin-shi –dijo Jaejoong emocionado manteniendo la sonrisa, cuando el menor y su hermano llegaron junto a él -. No puedo decir que es una sorpresa verlo por aquí pero en verdad me alegro mucho de encontrarlo.
- Lo mismo digo Jaejoong-shi –contestando a su vez el menor con una gran sonrisa-. Pero dime solo Changmin por favor. Eres mi mayor.
- Entonces yo debería decirte que me digas hyung –rió el hombre de cabellos castaños.
Su sonrisa. Su risa. Todo.
Todo en él le parecía hermoso y perfecto. Eso fue lo que lo conquisto cuando lo vio por primera vez en un despacho de la revista “MAD”.
Fue a entrevistarse con el presidente de la revista por encargo de Yunho (practicas para ser “un futuro hombre de negocios”) hace ya como tres meses. Conversaron lo de siempre. Ganancias si decidieran asociarse. Su conversación versaba de lo más típica y normal cuando alguien entro en el despacho.
- Sr. Lee Hyun Moo, han venido a verlo. Son los accionistas de los que le hable –dijo la secretaria con una voz monótona.
El presidente miro a Changmin.
- Changmin-shi discúlpeme un momento por favor. No me tomara mucho tiempo -.y dicho esto salió del despacho.
Y encima le hacían perder el tiempo. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Mirar ese despacho tan aburrido que había visto muchas en su empresa? Fue en ese momento que escucho que alguien entro por la puerta.
- Lo esperare aquí dentro, gracias –dijo la persona a su espalda, cerrando la puerta.
Changmin dio la vuelta en su asiento para ver quién era. Era un joven increíblemente atractivo. Podría tener quizás 3 o 4 años más que él. Tenía un rostro hermoso, delicado y unos ojos color miel que podrían hipnotizar a cualquiera. A Changmin le gustaron mucho esos ojos. El joven sonrió.
- Hola, ¿tiene una entrevista con el presidente Lee Hyun Moo? Disculpe la intromisión pero tengo que decirle algo muy importante.
- Oh, no te preocupes –contesto Changmin con una sonrisa jovial -. De todas maneras el no esta aquí.
- Sí, ya me di cuenta –dijo el joven mirando a su alrededor-. Por cierto, me llamo Jaejoong. Kim Jaejoong.
- Jung Changmin –respondió estrechándole la mano.
- Oh –una sonrisa tímida cruzo por el rostro de Jaejoong -. Ud es uno de los dueños de “YC East”, ¿no? La cadena más importante de rop…
- Bueno, eso no es totalmente cierto –interrumpió Changmin tocando levemente su nuca. No podía hacer que ese joven de ojos hermosos se sintiera incomodo -. Aun estoy en la universidad. Todavía me falta mucho para ser un verdadero jefe.
Jaejoong sonrió. Otra vez su sonrisa. ¿Porque solo ese gesto puede inquietarlo tanto?
Conversaron de lo que estudiaba Changmin. Administración de empresas. Para variar.
Conversaron de lo que hacia Jaejoong para la revista. La edición de las noticias. Los arreglos. Los toques finales antes que fuera sacada al mercado.
Conversaron del porque Changmin estaba allí. Negocios. Asociaciones entre empresas.
Conversaron del porque Jaejoong estaba allí. La última edición de la revista. Una nota importante sobre la última moda en Londres no había sido completada y necesitaban urgentemente reemplazarla por otra.
- ¿Pero es tan grave que hasta tienes que venir a hablar con el presidente de la empresa?
- En realidad, el punto es por la nota con la que quiero reemplazar la anterior. Quiero hacer una pequeña entrevista a un modelo famoso que no es fácil de conseguir y necesito los contactos del “jefe”-e hizo un gesto como de sargento con la mano derecha.
- Bueno, pues yo creo que el “jefe” confía mucho en ti –acoto divertido el menor -. Para venir hasta aquí y saber que no vas a ser regañado…
- Yo podría llamar al modelo –sonrió Jaejoong-. Y sé que el vendría si se lo pido. Pero también sé que necesita una excusa con sus agentes para aceptar una entrevista. Por eso, es que quiero que el presidente me ayude con eso. Sé que lo hará. Sabe cómo funciona esto.
- ¿Eres amigo del modelo? –preguntó Changmin un tanto incomodo.
- Podría decirse que sí –rió el joven de cabellos claros-. Quizás por eso tengo algunos pequeños privilegios aquí en la revista. Ese contacto me ayuda –le guiño un ojo con complicidad.
- Entiendo –respondió devolviéndole la sonrisa.
Se sintió tan cómodo hablando con él. Era tan jovial y alegre. Tan amable y divertido. Tan bello y atractivo.
Y hubieran podido seguir conversando tan bien de no ser por la intromisión del presidente. Conversó un rato con Jaejoong, le dio una hoja con números y datos y este, antes de salir, le dedico una sonrisa con una pequeña inclinación de cabeza.
- Un gusto. Espero nos veamos en otra ocasión.
- El gusto fue mío –contesto Changmin con una encantadora sonrisa.
Y en realidad, técnicamente, así fue. Termino la aburrida conversación con aquel hombre y se fue del lugar con la clara idea de que tenía que volver a esa revista. Así lo hizo. Pero cada vez que iba, venia con un sequito de agentes que no lo dejaban en paz. Tenía que soportarlo. Las excusas que le daba a su hermano para visitar la revista eran sobre negocios y siempre lo obligaba a ir con varios representantes para asegurarse de que solo acepte buenas ofertas.
- Aun eres joven. Ellos te ayudaran a elegir mejor y ganaras experiencia para el futuro –le decía.
¿Experiencia? ¿Experiencia para qué? Él solo iba para verlo.
Las pocas veces que se encontraron solo alcanzo a saludarlo con una sonrisa y gesto con la mano. Solo una vez estuvieron un poco más cerca pero el tiempo fue tan corto que no le alcanzó para hablar de nada en concreto.
Y ahora lo tenía allí otra vez. Tan atractivo como siempre y con la posibilidad de tener mucho más tiempo para conversar. No podía desperdiciar esa grandísima oportunidad.
- Te presento a mi hermano, Jung Yunho.
- Es un placer Yunho-shi –dijo Jaejoong mirándolo y estirando el brazo para saludarlo.
- El placer es mío –contestó el moreno estrechando su mano en un saludo, que sintió inquietantemente cálida.
- Él es Kim Jaejoong –continuó Changmin -. Es editor de la revista MAD y se encarga de dar el veredicto final antes de que cada número de la revista se lance.
- No es para tanto. Solo soy un simple editor.
- Cada integrante en un equipo es importante e imprescindible –comentó Yunho con una pequeña sonrisa-. Ser editor es una gran responsabilidad. Tienes un empleo muy interesante.
Jaejoong mostro una media sonrisa. Él era un tipo muy interesante.
- Gracias –respondió.
En ese momento escucharon un murmullo entre las personas. Los fotógrafos y algunos camarógrafos que habían asistido se acumulaban en la puerta.
- Parece que ya llegó –dijo Jaejoong algo divertido.
- ¿Ese es el modelo que dices que es tu amigo? –preguntó Changmin.
- Sí. Kim Junsu.
Kim Junsu. Un modelo bastante reconocido en Corea y también se daba el lujo de hacer ciertas campañas en Europa con éxito. No había ido con el típico smoking. Vestía un traje negro con una camisa azul claro con algunos botones abiertos. Inclusive traía unos lentes negros de fina montura. Cualquier otro que hubiera ido así hubiera sido tachado de un extravagante que quiere llamar la atención o quizás hasta de desaliñado. Pero él podía darse el lujo de vestirse como quiera e igual ser admirado.
Giro un poco el rostro hacia donde estaba Jaejoong. Este le hizo una pequeña seña con la mano. Junsu dio algunos saludos con la mano y respondió algunas preguntas.
- Señores creo que la fiesta debe continuar. Hemos venido a divertirnos, ¿no? Ahora si me disculpan –se inclinó levemente y las personas a su alrededor se separaron para dejarlo pasar. Poco a poco fueron dispersándose.
Junsu se acerco con paso lento hasta ellos. Cuando llego saludo a Jaejoong con un corto y cálido abrazo.
- ¿Por qué llegas a esta hora? ¿Te gusta hacer esas entradas, no?
Junsu sonrió divertido.
- No he hecho nada malo. Solo me demore un poco – se quito los lentes y los engancho en su camisa. Miro a los acompañantes de su amigo-. Los hermanos Jung. Un gusto en conocerlos.
- El gusto es nuestro –contestó Yunho cortésmente. Miró a Changmin buscando que este dijera algo y se dio cuenta que tenía un aspecto un tanto incomodo.
- Sí. Es un gusto conocerte en persona. Eres bastante conocido –el menor tuvo que decir algo aunque no quería. ¿Por qué tanta confianza con Jaejoong?
- Gracias –respondió con una sonrisa condescendiente.
En ese momento el celular de Changmin sonó. Lo saco del bolsillo de adentro de su smoking y miro la pantalla para ver de quien era la llamada entrante. Una ola de fastidio recorrió todo su cuerpo. ¡¿Por qué tenía que llamar justo ahora?! Y cuando supiera que estaba en la fiesta sin ella, le metería un sermón insoportable.
- ¿Me disculpan? Tengo q contestar una llamada – y se alejo de la mesa del buffet hacia otra dirección.
- Es un niño muy bueno. Me cae muy bien –comentó Jaejoong mirando como el menor se alejaba.
- Bueno ya no es tan niño –rió Yunho-. Pronto terminara la universidad y supongo que tendrá muchas mas responsabilidades
- Lo sé –sonrió-. Soy así. Siempre le digo “niño” a cualquiera que sea menor que yo aunque obviamente en el caso de Changmin ya no sea así.
Yunho sintió como una mano se posaba sobre su hombro.
- ¿Y no me vas a presentar? –dijo Yoochun con una sonrisa jovial mirando a los acompañantes de su amigo.
Los hermosos ojos color miel de Jaejoong se abrieron un poco, embargados de sincera sorpresa. Miro de reojo a su amigo. Percibió que un leve rubor teñía sus mejillas y que su cuerpo entero se estremecía también levemente. Lo vio separar los labios como si estuviese a punto de decir algo, pero no fue así.
- Me asustaste –contestó Yunho con una gran sonrisa, estrechando fuertemente la mano de su amigo.- Él es Park Yoochun. Es publicista de East Zone.
- El mejor por cierto –acotó Yoochun sonriendo.
- Oh, Park Yoochun-shi –puso especial énfasis en pronunciar su nombre-. Había escuchado de Ud. por el éxito de la campaña del perfume “Instant” que dirigió. Mi nombre es Kim Jaejoong.
- Un gusto y gracias por lo de la campaña –su mirada se dirigió hacia la persona al lado de Jaejoong-. Sé quién eres. Un gusto en conocerlo Junsu-shi. He tenido su book en mi mesa muchas veces.
Jaejoong miro a Junsu. Su rostro estaba totalmente normal. O al menos eso parecía. El rubor que tiñeron sus mejillas había desaparecido y su expresión era tranquila.
- Oh que bien –mostró una pequeña sonrisa -. Sin embargo yo aun no he tenido el placer de trabajar con su empresa.
- Bueno, tu caché* es interesantemente alto.
Junsu mostró una bella sonrisa.
- Cierto, pero mientras lo paguen… -se encogió un poco de hombros-. Ahora si me disculpan, iré a saludar a algunos amigos –miro por última vez a Jaejoong y se fue perdiéndose entre toda la gente.
- Yo también estaré por allí –miró a Yunho con complicidad -. La noche recién empieza y hay cosas que tengo que hacer. Pásenla bien señores. Te llamo luego Yunho –hizo un gesto de llamada con la mano mientras se alejaba.
Yunho movió la cabeza de un lado a otro. Seguro esta noche no dormiría solo. En realidad, casi ninguna noche dormía solo. Tenía una fama de mujeriego bastante conocida y es que también con su porte ninguna mujer se le resistía.
- Changmin se está demorando demasiado ¿no? –el joven de ojos claros llamó su atención.
- Sí. Seguro es una llamada importante -. Sospechaba de quien era. Su novia debía de estar dándole un sermón y él debería estar queriendo que lo tragara la tierra.
Un mozo paso con una bandeja ofreciéndoles champan y cada uno tomo una copa. Tenía que buscar un tema del cual hablar. El silencio resultaba incomodo.
- Sabes, yo también te conocía. No en persona pero he leído en varias ocasiones la revista MAD y recuerdo tu nombre en varias notas de la revista.
Jaejoong levanto ligeramente una de sus cejas, sorprendido.
- ¿Recuerdas mi nombre?
Yunho se ruborizó un poco.
- Bueno, fueron varias notas.
Sintió que algo en la actitud de Jaejoong cambiaba. Su posición se hacía más erguida y algo en sus facciones hacia que empezara a sentirse inquieto.
- Y… ¿le gusta mi trabajo? –el tono del castaño era premeditadamente provocador. Levanto su copa y empezó a beber lentamente mientras lo miraba esperando una respuesta.
Yunho no pudo evitar mostrar cierta sorpresa ante lo directo de la pregunta. Se sentía nervioso y empezaba a sentir algo de calor.
- Eres muy bueno. Haces buenas notas.
- Gracias –Jaejoong mostro una bella sonrisa-. Deberíamos reunirnos en algún momento para conversar de temas interesantes referente al trabajo –buscó en el bolsillo de su traje, saco una pequeña tarjetita y la extendió hacia Yunho-. Me gustaría mucho saber cuáles son sus opiniones acerca de varios temas. Esta es mi tarjeta.
Yunho la tomo con cierto recelo.
- Gracias.
Changmin llego algo agitado hacia ellos.
- Perdón por la demora. La llamada era importante –miró hacia Yunho e hizo un pequeño gesto de fastidio con sus ojos. Su hermano entendió a la perfección.
- No te preocupes –Jaejoong llamó su atención-. Yo ya me tengo que ir. No me iba a quedar mucho tiempo. Tengo algunas cosas importantes que hacer –justificó-. Pero realmente fue un gran gusto encontrarlos aquí. Espero podamos encontrarnos en otra ocasión –miró hacia Yunho no una especial sonrisa. Este desvió un poco la mirada.
- Es una pena que no hayamos podido conversar casi nada –dijo Changmin con un tono pesaroso.
- Sé que nos encontraremos en otro momento… ¿amigo? –el castaño estiro su brazo hacia el menor.
- Claro. Supongo tendremos otra oportunidad para vernos –contestó Changmin con una gran sonrisa.
- Fue un gusto conocerlo Yunho-shi –Jaejoong hizo una pequeña inclinación de cabeza.
- El gusto fue mío –hizo el mismo gesto.
Jaejoong sonrió y se alejo hacia la puerta de salida. Yunho lo observo mientras se iba. Ese hombre lo ponía inquieto. Parecía como si estuviera ¿coqueteando con él? Que tonto. Quizás sean cosas de su loca cabeza.
- ¿Y qué te pareció?
- ¿Qué? –la voz de su hermano lo saco de sus pensamientos.- Ah, una buena persona.
- ¿Verdad que sí? –el menor sonrió -. Ojala y podamos encontrarnos otro día.
- Te cae muy bien ¿no?
Changmin miró hacia donde había desaparecido Jaejoong.
- Es diferente a otras personas que haya conocido. Es sencillo, humilde. Me parece que se muestra tal como es. Eso es algo que me gusta en la personas y que hasta no había podido encontrar.
Yunho pensó sus palabras. A él también le había caído muy bien.
“Me parece que se muestra tal como es” había dicho su hermano.
Y si ese era el caso, ¿Quién era Kim Jaejoong? ¿Qué era lo que tenía que hiciera que tuviera ganas de saber más de él?
************
Jaejoong salió al hall del Hotel cerca a la salida. Respiro hondo y saco su celular. Ya no era tiempo de pensar en las personas que conoció en la recepción. Ahora había cosas más importantes.
- Aló, ¿Junsu? ¿Dónde estas? –preguntó con tono preocupado.
Esperó que la persona del otro lado respondiera.
- Espérame allí. No te muevas. Voy para allá –salió del hotel en busca de un taxi.
Recibió una objeción de su amigo.
- No te creo. Tu voz no se escucha como si estuvieras perfectamente bien –puso más énfasis al pronunciar esas dos últimas palabras-. Además, quiero verte. No nos dio tiempo de conversar en la recepción.
Logro parar un taxi. Subió y le dio la dirección a donde quería llegar.
- Si se apura le daré algo extra –le dijo al conductor.
La voz por el teléfono llamo su atención.
- Ya ok, estas bien. Pero enserio tengo muchas ganas de verte por eso me apuro. Espérame allí. Si yo llego y no te encuentro no te lo perdono ¿eh? –tuvo un momento más el celular y luego lo colgó.
Sabía muy bien que le estaba mintiendo. Lo conocía muy bien. Después de tantos años de amistad, Junsu debería saber, que a él, Kim Jaejoong, no se le podía engañar tan fácilmente.
***************
Sonó el timbre de su apartamento. Ya sabía quién era. No podía ser otra persona.
Se levantó del mueble de la sala donde estaba y fue hacia la puerta. Cuando la abrió vio a Jaejoong parado con el rostro hacia un lado y el semblante algo cansado.
- Parece que hubieras corrido.
- ¿No me vas invitar a pasar?
- Tú no necesitas invitación para eso –contestó Junsu mientras se daba la vuelta y se dirigía otra vez a la sala.
Jaejoong entró, cerró la puerta, colgó su abrigo y también se dirigió a la sala.
Cuando entró vio a Junsu recostado a lo largo de uno de los muebles. Su brazo derecho cubría sus ojos. En la pequeña mesita del medio vio una botella de lo que parecía ser vodka. “Esa bebida es fuerte y él no toma” pensó con preocupación. Al costado de la botella había un vaso y un bowl de cubitos de hielo.
- No he tomado, si es lo que quieres saber –dijo Junsu con una voz sin emoción.
- No está llena.
- Pero yo no tomé
- ¿Entonces quien?
Junsu se levantó y se sentó en el mueble. Apoyo los brazos en sus rodillas e inclino su cuerpo hacia adelante.
- Sabes que tengo un pequeño armario de bebidas y tragos de diferentes tipos –hablaba mirando hacia el suelo-. Traje aquí a una persona hace una semana, le ofrecí una bebida y quiso esa. Yo no tomo y él lo sabía. Mi cuerpo no aguanta bien ese tipo de bebidas.
- No sé para qué tienes ese armario si no tomas –objetó su amigo mientras se sentaba a su lado.
Junsu lo miro de costado. Mostró una sonrisa que no expresaba alegría.
- Bueno, tú tomas ¿no? Si vienes a verme, tienes mucho de donde escog…
- ¿Qué te pasa? –Jaejoong lo tomó de los hombros y lo sacudió con delicadeza-. Creí que habías dicho que ahora eras una persona completamente nueva. Fuerte. Lo prometimos ¿recuerdas? ¡Los dos!
- Recuerdo. Pero hoy todo ha vuelto a mi otra vez. Todo… -el cuerpo de su amigo se encogió y sintió que se estremecía.
Jaejoong lo abrazó. Junsu se dejo hacer como un muñeco sin oponer resistencia.
- Han pasado tantos años Jun-chan. Y aunque sé que has recordado… cosas, es en estos momentos donde demostramos cuan fuerte podemos llegar a ser y cuanto hemos mejorado como personas.
- Lo sé. Pero…
- Pero tienes que dejar de pensar –interrumpió su amigo-. Yo estoy contigo. Lo estuve antes y lo estaré siempre.
Jaejoong sintió como Junsu se abrazaba fuerte a su pecho. Él le devolvió el abrazo y fue cuando se dio cuenta de que quizás no estaba del todo correcto estar en esas condiciones. En especial conociendo los sentimientos de su mejor amigo. Jaejoong lo tomo de los hombros y con delicadeza lo separo de su lado. Junsu entendió lo que estaba haciendo, y con algunas lágrimas en los ojos soltó una risotada sin emoción.
- Tienes que saber diferenciar las cosas que pasaron en la recepción de hoy –Jaejoong se levantó cogió la botella y fue hacia el pequeño armario que estaba en una de las esquinas de la sala. Se detuvo a medio camino dándole la espalda a su amigo -. Park Yoochun no es Ji Hyun-woo.
Junsu se recostó en el sofá, limpio sus lágrimas con fuerza y suspiro.
- Eso lo tengo claro. Es por eso que también me siento como un idiota –miro hacia un lado y mostró una media sonrisa -. Pero esto ya termino aquí. No pienso seguir dándole vueltas en mi cabeza.
Jaejoong sonrió. Continúo hasta el armario y guardo la botella.
- ¿Quieres que te cuente algo interesante?
- ¿Otra conquista? –el joven extendió los brazos sobre el respaldar del sofá mas tranquilo que antes-. ¡Paso!
- Es que esta vez no es “cualquiera” –su amigo se sentó en el sofá de enfrente -. Es alguien especial.
- ¿Especial? ¿Especial para quién? –Junsu reia -. ¿Para ti? Por favor, Jae. Que me vas a decir, ¿qué esta vez te enamoraste?
-¡¿Enamorado?! ¡¿Yo?! ¿Pero quién está hablando de amor? Con especial me refería a que no es cualquier persona. Es alguien conocido.
- ¿Lo conozco? Modelo, productor, director de alguna revista, diseñador…
- Dueño de la “YC East”: Jung Yunho. Aunque en realidad es uno de los dueños. Junto con Changmin. ¿Te acuerdas que te hable de él?
El modelo lo miraba incrédulo. El silencio duró durante unos segundos. Jaejoong comenzó a reír.
- Tu cara me da miedo.
- ¿Me hablas en serio?
- Sí. ¿Qué tiene de malo?
- No sé. Si me estás hablando en serio, creo que estas jugando con fuego.
- Wow, pero ni que él fuera un ampón o un mafioso que se encarga de distribuir droga a todos los países mediante sucursales.
- Tú no sabes…
El castaño rió más fuerte.
- Ahora te pregunto yo a ti: ¿Estás hablando en serio?
- Bueno quizás no tanto –Junsu también reía quedamente -. ¡Pero es uno de los dueños de la “YC East”!
- ¿Y?
- ¡¿Y?! Primero: Es una persona muy importante. Acercarte a él no será fácil. Segundo: Si logras acercarte, tendrías que convertirte en su amigo. Teniendo en cuenta quien es, debe ser bastante selectivo. Y tercero: Si te acepta y te burlas de él, tu carrera se acaba. Por mas contactos que tengas o por más que yo pueda interceder por ti.
Jaejoong se recostó en el sofá de la misma manera que su amigo.
- Muy buenas deducciones mi querido Jun-chan –contestó con aire de superioridad -. Pero yo no dije que me vaya a meter con Yunho-shi, solo dije que me parecía interesante.
- Bueno entonces ten cuidado, ¿sí? No te andes metiendo en problemas.
- Ok omma. Sabes, esto debería ser al revés.
Ambos rieron. Junsu se preocupaba de que su amigo se metiera en problemas. Siempre, cada vez que comenzaba una nueva conquista lo hacía. Pero tenía que admitir que cada vez que esto pasaba, en el fondo de su corazón, a lo que realmente le temía era que al fin, después de tanto años, logre enamorarse de nuevo.
**************
Eran las tres de la tarde y aun no quería levantarse. ¿Por qué es que le había dado tanta pereza? Aunque el día anterior había sido la fiesta de la revista no había tomado casi nada, así que no podía ser resaca. Llegaron en la madrugada a su casa y después de sacarse sus abrigos se sentaron a conversar en su amplia sala. Se quedaron hasta la mañana. Él pudo irse a dormir después pero su pobre hermano tenia clases en la universidad y no podía faltar. Era si de responsable.
Sabía que la llamada que su hermano recibió en la recepción era de su novia Lee Young He. ¿Qué quería? Una explicación del porque su hermano no la había invitado a la recepción. Disculpas falsas, metiras tontas y un Changmin lleno de rabia fue lo que termino de esa llamada. Sus padres, que habían fallecido hace algunos años, la habían determinado como su novia. Fue amiga de su joven hermano desde pequeños pero luego todo fue cambiando. Quería tener todo el poder sobre él y que aceptara todo lo que ella quería. Varias veces al igual que ese día le dijo que terminara con una relación que no llegaba a ningún lado pero Changmin le decía que sentía que estaba traicionando a sus padres.
- No está bien, hyung.
- No está bien que te hagas daño. No la quieres, y pienso que ella tampoco.
- No lo sé, hyung. Solo sé que no la puedo dejar. No es tan fácil.
- Si llegaras a… enamorarte… de verdad… de alguien. ¿La dejarías?
Changmin sonrió sin felicidad.
- ¿Quién sabe, hyung? Quizás sí, quizás no –miró a su hermano mayor a los ojos-. ¿Tú qué harías?
La pregunta del millón. ¿Él que haría? Nada. Porque enamorarse no está en sus posibilidades. Había tenido varias novias, pero ¿podía decir que se había enamorado de algunas de ellas? Lo pensó.
Sí. Hubo una persona. Una persona de la que se enamoró sin darse cuenta y que cuando lo hizo, huyo como un tonto. “Enamorarse es complicado” le había dicho a Yoochun, cuando muy triste y desconsolado, fue a contarle lo que paso y este le pregunto porque lo había hecho.
Yoochun sabía todo. No tenía secretos para él. El porqué de sus temores, el porqué de su miedo a enamorarse. Y como siempre, lo escuchó y lo consoló con palabras de aliento. Era su mejor amigo. Lo quería mucho y haría lo que fuera por él al igual que por su hermano. Siempre ellos dos habían sido su fuerza para avanzar y continuar.
Recordando todas estas cosas se durmió y en sus sueños apareció otra vez esa persona. Se sentía cansado y relativamente deprimido. Tenía ganas de salir y no quería hacerlo solo. Con Changmin en la universidad y con Yoochun que tenía un viaje planeado para esa mañana y que ahorita debería estar quien sabe dónde, no sabía qué hacer o con quien estar.
Miro hacia su mesa de noche, aun medio aturdido porque recién se levantaba, y vio una pequeña tarjeta. El recuerdo de alguien vino a su mente. Abrió más los ojos y cogió la tarjeta para mirarla.
Deberíamos reunirnos en algún momento para conversar de temas interesantes referente al trabajo
Quizás no sería mala idea. Cogió su teléfono celular y marco el número que marcaba en la tarjeta. Espero hasta que la voz del otro lado contestara.
- H-Hola. Soy Jung Yunho. Nos conocimos ayer en la recepción de la revista MAD. ¿“YC East”? No sé si recuer…
Recibió una respuesta inmediata. Era un alivio. Seria incomodo seguir insistiendo en si lo recordaba.
- No, no es nada importante. E-En realidad, tenía tiempo libre hoy y quería salir a tomar algo. Si Ud. tiene tiempo podría acompañarme y conversar acerca del trabajo como lo sugirió ayer.
¡Qué difícil era hacer esto! Vergüenza total. Prometió que sería la última vez que lo haría.
- No, no. Que le parece en un café cerca del hotel donde fue la recepción –se levantó de la cama y empezó a alistarse para darse una ducha -. Entonces ¿en una hora y media le parece bien? –entró al baño y se miró al espejo -. Ok. Nos vemos. Hasta luego.
Yunho dejo el celular a un lado y contemplo su rostro. ¿Qué era lo que estaba haciendo? Él no llamaba a la gente para salir. Siempre la gente lo llamaba para salir.
Changmin dice que es interesante, pensó. Sí, quizás era eso y solo quería intentar ver lo que su hermano había visto y el no. Simple curiosidad.
Con estos pensamientos se quito la ropa y entro en la ducha.
**************
Jaejoong descansaba en su departamento. Estaba en su sala viendo la televisión.
- Ay Jun-chan, si no viajaras tanto últimamente, no estaría tan solo y aburrido–suspiró.
Tomo su vaso de coca-cola que tenía sobre la mesa y bebió de él.
- A veces me dan ganas de aceptar tu propuesta de ser, algo así, como tu asistente personal –colocó su vaso donde estaba -. Pero debo de admitir que me encanta mi loco trabajo –sonrió con ternura -. Siempre conoces gente nueva. Haces amigos. Me siento bien estando rodeado de tanta gente.
El sonido de su celular interrumpió su monólogo.
- Y ahora ¿quién se supone q es? –miró la pantalla y aparecía un número desconocido -. ¿Aló? –reconoció la voz de su interlocutor inmediatamente. Ni siquiera dejo que terminara de hablar -. Sí, claro que me acuerdo de Ud. Jung Yunho. Yunho-shi. ¿Cómo está? ¿Paso algo? –apagó el televisor. No podía ocultar su emoción -. ¡Claro! Yo también tengo toda la tarde libre. Podemos vernos donde Ud. quiera. ¿Quiere que vaya hasta donde esta Ud.?
Yunho también respondió rápidamente. Jaejoong ya se había levantado y comenzaba a caminar de un lado a otro mientras hablaba.
- Me parece perfecto –contestó el joven de ojos color miel con un tono feliz -. Claro, nos vemos en una hora y media –recibió una rápida respuesta y luego colgó.
Paró su caminar. Miró su celular y sonrió. Fue una increíble sorpresa que Yunho le haya llamado. Ahora solo le quedaba dejar de pensar en esta grata sorpresita y apurarse que no tenía mucho tiempo.
Tenía que tomar un baño. Se dirigió a su cuarto y cuando estaba por cruzar la puerta unas palabras pasaron por su mente.
Primero: Es una persona muy importante. Acercarte a él no será fácil.
Sonrió para sí mismo.
- Mi querido Jun-chan, si estuvieras aquí, ¿qué dirías de esto?
Entro en su cuarto y antes de ingresar al baño dijo en voz alta:
- Nivel uno, ¡¡Completo!!
me ha encantado!!!!!! *O*
ResponderEliminarporfa pon la conti~~~
me encanta como planteaste la historia *.*
voy a sperar con ansias~! >w<
MUY MUY MUY MUY INTERESANTE! JIJI NO LO DEJES AHI, CONTINUAAALO.. ESTA HERMOSO EL FIC**
ResponderEliminarO.O... ¡Me dejaste intrigada! >w< Continualo por favor
ResponderEliminarMe gusto mucho en fic me encanto cuanto grito k habia superado el nivel uno, espero que sigan este fic que tiene mucho potencial.
ResponderEliminarBueno, soy la escritora de esta locura :S
ResponderEliminarHace poco mas de un año que no actualizo y las disculpas no me alcanzan con las personas que se dieron un tiempito de leerlo y comentarlo :( .Perdón, perdón, perdón... :(
Pienso continuar y terminar el fic de todas maneras! Ya mande el 2do y estoy trabajando en el 3ro. Tmb lo tengo publicado en Amor Yaoi. Mi nick allí es ValSu-chan.
Muchas gracias a las q lo leyeron.
En serio muchas gracias♥