Hot Dreams Cap.1. Profesor de Inglés

1.- Profesor de Inglés.

Changmin estaba bastante aburrido, con el codo apoyado en el escritorio y la cabeza recargada en la mano de ese brazo, la mejilla empezando a resbalar por su palma mientras la otra mano garabateaba los últimos apuntes de la clase. Junsu, sentado a su lado, estaba igual de aburrido, pero ni siquiera se molestaba en tomar nota, simplemente mirando al techo, columpiándose en la silla, poniendo a prueba una vez más la resistencia de aquél mueble y de la fuerza de gravedad.

Total, la mano de Min seguía moviéndose, taladrando la tinta en el papel, cuando sonó la campana de cambio de clases. Todos salieron corriendo prácticamente del salón. Todos menos él, quien se tomó su tiempo en cerrar el bolígrafo, meterlo en la estuchera, meter la estuchera en la mochila y después los libros de la clase. En ese momento el profesor se le acercó, poniendo ambas manos sobre su escritorio. -Mister Shim? Can I talk to you for a few minutes? – el profesor le preguntó si podia hablar con él unos minutos, pero…no era su voz. Changmin no la había reconocido hasta que volteó hacia arriba, aunque ya había asentido en respuesta: su profesor ahora era Park Yoochun.

-¿Sumbae? – se sorprendió Min, reconociendo a su hyung.

-¿Sumbae? Soy tu profesor, Changmin-shi – respondió el otro, sonriéndole de manera inocentemente coqueta.

-¿Profesor?

-Professor, remember, we are still in the English class (Profesor, recuerda, aúin estamos en la clase de ingles).

-No, we are not, professor (No, no lo estamos, profesor) – respondió Min con algo de sequedad, a pesar de que empezaba a seguirle el juego.

-Are we not? (No lo estamos?) – inquirió Yoochun, sonriendo traviesamente, - well, I’m still your teacher, therefore, you shall obey to everything I ask you to do, Mr. Shim (bueno, sigo siendo tu maestro, por tanto, tú debes obedecerme a todo lo que te pida que hagas, Señor Shim).

-Are you drunk (estás borracho)?! No eres mi…-Yoochun lo interrumpió tomando su barbilla con firmeza y besando sus labios, tan rápido que Changmin no tuvo tiempo de impedirlo ni pensar otra cosa. Era un beso exigente pero suave a la vez. Sus labios presionaban para separarle los suyos y Min protestaba presionando al contrario para no despegarlos.

Yoochun dejó de besarlo pero no alejó su rostro del suyo.

-¿Qué pasa, Changmin? ¿No te gusta tu profesor? – susurró en su oído, lamiéndolo ligeramente, provocándole un escalofrío, - si no te gustara, ambos sabemos que ya me habrías golpeado. Golpe bajo. Changmin lo apartó de un empellón pero el mayor, terco, lo tomó por los hombros y lo empujó, recargando la silla en la mesa contigua. La sorpresa de verse repentinamente llevado hacia atrás, peligrando con caer, nuevamente negó a Changmin la oportunidad de huir, resistirse o golpear, hacer lo que fuera contra Yoochun. Todavía no acababa de dejar salir la exclamación de sorpresa cuando los labios ajenos volvieron a atacar los suyos, y esta vez la lengua de Yoochun aprovechó la abertura para saborear su boca por entero.

Changmin hizo el ademán de empujarlo, pero en cuanto movió un poco los labios sintió la inseguridad de la posición de su propio asiento y mejor recargó las manos en las patas de la mesa de atrás, luchando mejor por alejar la cara de la boca ajena. El forcejeo, la presión de Yoochun sobre él y el peso de ambos juntos, llevaron a la silla a ir resbalando poco a poco su respaldo, recostando más al moreno estudiante, y pudo haber caído al suelo si las patas traseras de la silla no se detienen de las patas del escritorio, las patas delanteras de la silla con la parte inferior de la mesa, y el respaldo con la mesa de atrás.

Changmin estaba prácticamente recostado en el aire, sus largas piernas estiradas a cada lado de la mesa, buscando un poco más de soporte, mientras Yoochun continuaba luchando por hacerlo ceder. Una posición algo peligrosa aún, sobre todo para el menor. Yoochun tomó la corbata de su estudiante y tiró de ella para obligarlo a erguirse un poco y besarlo, mientras éste intentaba mantenerse alejado, aferrándose con las manos al respaldo de su silla. En un intento por sujetarlo mejor, la otra mano de Yoochun sujetó la camisa blanca con fuerza, y en respuesta Changmin se atrevió a soltar una mano y ponerla sobre la del otro, forcejeando otra vez, rompiendo accidentalmente varios botones de la camisa del moreno.

Esto sucedió en cuestión de segundos, durante los cuales la silla seguía balaceándose precariamente. Yoochun dejó de sujetar la corbata y mejor lo sujetó por la nuca con firmeza. Por fin estaba logrando que la boca ajena, cansada y ya algo rozada por la batalla, cediera un poco y se dejara besar. En eso el escritorio de atrás desistió y fue a dar al suelo junto con la silla del menor. Éste, por instinto, se aferró a lo más firme que tenía enfrente para no caer. Yoochun, complacido a pesar de que Changmin había roto el beso, aprovechó para sujetarlo con firmeza…y para apretarle parte de su trasero.

-Eso está mejor, Shim.

-No seas imbécil…- respondió el otro, jadeando, - por poco me caigo por tu culpa…

-Pero te niegas a soltarme de todas formas – respondió, sonriéndole pícaramente mientras su mano apretaba su trasero, aún sobre el pantalón.

-¡Ah! ¡No abuses de…!

-¿De qué? ¿De que esto comienza a gustarte? – susurró en su oído con una voz profundamente sexy. Min alejó su oreja de los labios ajenos y lo miró asesinamente. Yoochun alzó una ceja y volvió a besarlo en los labios. Por primera vez desde que el duelo había comenzado, Changmin correspondió, salvajemente. Yoochun sujeto su trasero con ambas manos y lo acercó más contra su propio cuerpo, besándolo con la misma intensidad, los labios moviéndose en todas direcciones sobre los ajenos. Las manos blancas seguían apretando su trasero, y los dedos largos amenazaban con acariciar su entrada de la manera más extraña.

Luego, el supuesto profesor de inglés jaló a su alumno hasta el escritorio del profesor y lo sentó sobre él mientras el beso continuaba y sus manos tiraban de la camisa ya rota para quitársela de una maldita vez. Changmin tiró del chaleco de Yoochun hasta quitárselo de la misma salvaje manera, y no había terminado de caer la prenda al suelo cuando el mayor recargó sus manos a cada lado del otro una vez más, inclinándose sobre él para besar su cuello. Min apretó los labios, cerrando los ojos, mientras sus manos desabrochaban rápidamente la camisa de Yoochun para luego acariciar su abdomen y su pecho con las palmas. Yoochun bajó sus labios hasta detenerse sobre uno de los morenos pezones, succionándolo.

-Ahhh…- un gemido escapó de los labios del menor. Una de las manos de Chun se posicionó sobre su entrepierna y empezó a frotarla sobre la ropa, sus labios y su lengua aún jugando con sus pezones. Changmin dobló una de sus piernas, apoyándola en la mesa para mantenerse derecho, y llevó sus manos a las piernas del otro, acariciando sus muslos por la parte interna. ¿En qué momento habían despertado en él tantas ganas de tocarlo, de tenerlo y de sentirlo? Daba igual, esa mano y esos labios lo estaban excitando sobremanera y no se iba a quedar atrás. El mayor le desabrochó el pantalón y lo bajó hasta sus rodillas, obligándolo a estirar la pierna y volver a sostenerse con las manos por un momento, sin despegar los labios de su piel, besando ahora su abdomen. Su mano empezó a masajear su base mientras su lengua lamía el ombligo, arrancando más continuos gemidos por parte de Changmin. Sus labios descendieron más, besando su miembro sobre la trusa, succionándolo un poco, delineándolo contra la tela, mientras sus largos dedos jugaban con sus minnietos.

Luego los labios sustituyeron a los dedos y la lengua a los labios. Changmin empezó a sentir que le temblaban las rodillas de tanta excitación. Yoochun le quitó la trusa también, y Changmin de nuevo estiró la pierna y la volvió a doblar para apoyarse; el mayor acarició el tobillo de su otra pierna y lo obligó a doblarla también.

-Súbela también, Min – le indicó, aún usando su voz sexy. Changmin obedeció y el mayor comenzó a lamerlo por toda su extensión. Luego a succionarlo.

-Yoo…Yoochun…no creo que…que me puedas poner…más erecto de lo que ya…

-¿Quieres apostar?

Por toda respuesta el menor lo sujetó por los hombros y lo jaló al escritorio, recostándolo a un lado suyo.

-Te mueves rápido, Changmin – sonrió Yoochun, - Ummm…

Changmin le había bajado el pantalón con todo y bóxers y estaba ocupado engulléndolo, en posición de gatas, con las piernas a un lado de Yoochun. El mayor sujetó su cadera y tiró de ella, obligándolo a acomodar cada pierna a un lado de su cabeza. Luego procedió a masajearlo mientras su otra mano acariciaba su entrada con sus dedos. Gemidos guturales escapaban de los labios de Yoochun. Introdujo primero un dedo, despacio, luego otro, los movió como si fueran tijeras. Changmin soltó su miembro, gimiendo fuerte.

-Yoochun… ¿qué…? Ahhh….aahhh…. – para minimizar la incomodidad de la invasión, Yoochun volvió a masajear el miembro del moreno. Ya que estaba lo suficientemente dilatado, Yoochun giró su cuerpo para quedar frente a frente con el menor y besó sus labios, lleno de deseo.

Changmin se recostó sobre él, frotándose contra su cuerpo, ansioso, desesperado por continuar. Yoochun recorrió toda su espalda, su trasero, su cuello, su nuca y de nuevo su espalda, con sus manos, devorándole los labios como el otro hacía, mientras una de las manos morenas frotaban ambos miembros juntos. Giraron sobre la mesa y Yoochun se levantó un poco para acomodarse, penetrándolo despacio. Lentamente empezó a mover su cadera, jadeando despacio, sintiendo el calor del interior del menor apretándole pero dilatándose al mismo tiempo. Debajo de él, Changmin apretaba párpados, labios, dientes y puños. Y sin embargo no dolía tanto como esperaba…

-Uuung…ung….ung, ung, ung….-empezó a gemir al ritmo de las estocadas del mayor, doblando sus piernas para permitirle mayor acceso. Yoochun jadeaba con cada embestida y prefirió besar los labios de Changmin mientras se movía, intensificando la placentera sensación. El miembro de Chun llegaba a lo más profundo de su ser, haciendo que todo su cuerpo vibrara, lleno de placer. Volvieron a girar y ahora Changmin se movía sobre Yoochun, apoyando sus manos en su pecho mientras el otro le acariciaba las piernas con una mano, su miembro con la otra. Dando un fuerte gemido Changmin se corrió en la mano del mayor, y poco después éste llegó a su orgasmo, llenando el interior del otro. Min se recostó sobre él, respirando agitadamente.

-¿Qué…qué te pareció la lección de hoy, señor Shim? – le preguntó Yoochun unos segundos después.

- Ung…estuvo…muy bien, profesor…

-Sólo hay un problema…

-¿Um?

Yoochun acercó sus labios a la oreja del menor y susurró:

-Todos tus compañeros nos están viendo…

Changmin despertó de golpe y miró a su alrededor. Acababa de sonar la campana para el cambio de clases y todos sus compañeros se estaban levantando de sus lugares, listos para irse lo más pronto posible. Junsu lo miraba a su lado, aguantándose la risa.

-¡Y-yah! ¿De qué te ríes, tú? –le espetó.

-De cómo roncas, ue kyang kyang.

Changmin se levantó, guardando sus cosas en su mochila, molesto. Y no sólo con Junsu, también con la sensación apretada que tenía ahora en su pantalón.

-Al menos el profesor no se dio cuenta. Aunque tu cabeza azotó contra el escritorio, ue kyang kyang, temí lo peor.

-Pabo…-murmuró Min, disparándole con la mirada un bazookazo antes de caminar rápidamente fuera del aula.

-¡Ey! ¡Min, no te enfades, espérame! – Junsu tomó sus cosas rápidamente y lo siguió.

Siguiente.

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