Since You´Ve Gone - Prólogo

El olor a flores y a rosas es tan fuerte, puedo percibirlo tan profundamente que me aturde, apenas unos minutos que he llegado a este lugar y aún las luces de los flashes de las cámaras me persiguen, pero como si estuviera en un trance en un horrible trance sigo caminando hacia ese lugar, a ese frío lugar donde el color negro es el que predomina. A mis oídos llegan como susurros aquel sonido de los llantos no reprimidos de las personas que están aquí presente, pero no puedo reconocer a nadie, no quiero hacerlo, no me interesa hacerlo. Esta sala llena de flores se llena de murmullos, fastidiosos murmullos que vuelven a aturdirme, pero no me importa, tengo que comprobar que lo que dicen todos es falso, es una mentira completamente cruel pero al fin y al cabo una mentira.

¿En qué momento mi vista se nubló? la verdad no lo sé, ni siquiera sé porque mis mejillas están inundadas de lágrimas, tan solo puedo detener mi caminar cuando llego a ese lugar, a ese altar y los fastidiosos murmullos siguen incrementándose a mi alrededor. Mis rodillas se flexionan solas y puedo sentir como un puñal invisible se va enterrando de manera profunda dentro de mi corazón, dentro de aquel corazón que aún confía que en cualquier momento tú entrarás por esa puerta y nos dirás a todos que esto es una gran mentira. Que tú foto enmarcada en ese cuadro rodeado de flores y velas no debería estar ahí, porque tú, porque tú…

Siento la mano cálida de alguien en mi hombro, pero sé que no eres tú, yo reconocería tú calidez en cualquier momento, por ello aún absorto en espera que llegues a mi lado y me digas que es mentira todo esto, sigo arrodillado frente a este altar.

—Hyung, levántate…

Esa voz, esa voz que me habla se quiebra mientras menciona eso, pero yo no quiero levantarme, se que tú vendrás a mi lado para decirme que todo esto es falso, pero aquella persona no desiste por lo cual logra hacer que me ponga de pie y pueda ver por un momento el rostro lleno de lágrimas de todas las personas que están aquí.

—Debemos irnos…

¿Irnos?, ¿por qué debería irme ahora? Si yo estoy seguro que tú estás por llegar para desbaratar toda esta patraña, por ello niego sin hablar, pero esta persona insiste en sacarme de aquí, pero no quiero irme, no debo hacerlo. Pero no solo siento como él me quiere sacar de aquí, sino que otra voz mucho más potente pero a la vez quebrada por el dolor y el llanto me dice.

—Jung Yunho lárgate de aquí.

Mi ojos se dirigen a la persona que me acaba de hablar y puedo ver los ojos rojizos y el rostro lleno de ira de uno de mis antiguos amigos, hace tanto que no lo veía tan de cerca y a la vez a su lado está otro de mis amigos, aquellos que por cuestiones de la vida alejé de mi creyendo hacerles un bien.

—Yoochun –ah, cálmate.

La voz aún chillona pero quebrada por el llanto de ese chico que siempre sonreía me vuelve a traer a la realidad y puedo por fin decirles.

—No puedo irme, él debe de estar por llegar, él…

Pero no puedo seguir hablando porque siento como un golpe en mi rostro hace que pierda el equilibrio y siento como de mi labio inferior brota la sangre y Park Yoochun me grita lo que no quiero escuchar, lo que no quiero ni voy aceptar jamás.

— ¡Jaejoong está muerto! ¡Y tú no tienes ningún derecho de estar aquí! ¡Lárgate!

Muerto

Muerto

Ese puñal invisible ahora ha sido incrustado con saña en mi corazón y el grito de Yoochun junto al llanto de Junsu son los que acaban de hacerme ver la realidad, de darme cuenta que lo que esta mañana escuché es cierto, que tú, que tú…

Kim Jaejoong ha muerto, la búsqueda del cuerpo durante más de dos semanas han sido suspendidas y hoy se está llevando a cabo el velorio simbólico…

Llevo mis manos a mi cabeza tratando de no escuchar una y otra vez la voz de Yoochun gritándome que estás muerto, tratando que las noticias que por casualidad hoy en la mañana escuché no sean ciertas, intentando no odiar con todo mi ser a mi manager por haberme ocultado todo, haberme ocultado lo que te había ocurrido y aislándome de todo medio de comunicación diciéndome que debía de descansar y estar alejado de todos.

—No es cierto, no…

—Hyung…

Changmin quien es la persona que está a mi lado trata de hacer que me levante, pero no puedo, no quiero…Nuevamente mi mirada se dirige a aquel cuadro que tiene tú foto en donde tus ojos inmóviles me traspasan el alma y no puedo creer que no te volveré a ver.

—No… ¡No!

El sonido del despertador hace que me levante asustado, mi corazón late agitadamente y mi respiración es entrecortada, puedo sentir con claridad el dolor que hace dos años sentí cuando pasó aquello. La habitación está oscura y puedo ver que ha comenzado a llover, las gotas de lluvia golpean las ventanas envolviéndome en su lento repiquetear, haciendo que pueda tranquilizarme y tratar de secar las lágrimas que rodaban por mis mejillas a causa del sueño que tuve, en el cual aún recuerdo aquel día.

Son las cinco de la mañana y hoy se suponía que tenía que salir a correr, pero con esta lluvia está complicado que lo haga, por ello vuelvo a recostarme en mi cama y ahora no puedo evitar que una nueva lágrima baje por mi rostro al recordar que hoy se cumplen dos años desde que tú, Kim Jaejoong has muerto.

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