Comenzó a abrir los ojos lentamente apenas enfocando lo que le rodeaba entre las lineas de sus propias pestañas. Sentía su nuca hundiéndose en una mullida almohada que le mantenia la cabeza lo suficientemente elevada como para poder contemplar la cama en la que se encontraba.
Pestañeo lentamente y tomó aire dándose cuenta con esto de la mascarilla de oxígeno que cubria buena parte de su cara.
Tenía la sensación de tener un peso sobre su pecho contra el que tenía que luchar cada vez que tomaba aire.
No lograba situarse.
¿Que le había sucedido? ¿Por que se encontraba en aquel lu-...?
“Jae …” susurró volviendo a cerrar los ojos.
El comedor … el chasquido de los platos al romperse contra el suelo … la imagen de Jae tanteando los cristales con sus manos …
Todo volvía a su cabeza demasiado rápido.
Pero todo eso … ¿cuando había sucedido?
Necesitaba saberlo, tenía que saber cuanto tiempo llevaba ausente en aquella cama.
Recorrió su cara torpemente con la mano de su brazo libre de tubos y esparadrapo hasta que sus dedos rodearon la mascarilla para poder quitársela, terminando por romper la gomilla que se la mantenía colocada.
Hizo el ademán de enderezarse pero un agudo dolor le atravesaba el pecho con cada intento de moverse obligándole a desistir.
Echó un vistazo a su alrededor para buscar algún timbre que le permitiera llamar a una enfermera pero no fue necesario.
La puerta se abrió y una enfermera de mediana edad entro con unos paños blancos que dejó sobre una mesita metálica junto a la entrada tras sonreir al ver a Changmin dirigiéndole la mirada.
- Al fin me das una buena noticia – comento acercándose a la cama y cogiendo la mascarilla con la intención de recolocarsela - ¿Como te encuentras?
- No … - susurro Changmin sintiendo un escalofrío al escuchar su propia voz tan débil – No la necesito …
- Claro que la necesitas y … vaya, la has roto ¿Vas a lo bruto no? Iré a por otra goma – le indico mientras se giraba para trastear en el cajón de la mesilla.
- ¿Cuanto … cuanto llevo … aquí? - pregunto temeroso de conocer el dato.
- Algunas semanas, según mis cuentas, cinco. No te preocupes – se apresuró a decir al ver que Changmin bajaba la mirada tras un largo suspiro – pronto podrás salir de aquí ¡Eso si! Haz caso de mis indicaciones.
La enfermera cerró el cajón y empezó a reparar la mascarilla cerca del rostro de Changmin como indirecta de que su primera indicación era llevar aquello.
- ¿Cuando podre …? - empezó a decir Changmin deteniéndose con un gesto de incomodidad al escuchar que su voz se apagaba dentro del plástico que volvía a taparle la boca.
- Seguro que dentro de muy poco estarás de nuevo en casa – se apresuró a decir la enfermera acercándose a la ventana para entreabrirla – Procura no forzarte al hablar, es por tu bien.
“Estaré de nuevo en … casa” repitió en sus adentros Changmin. Que estúpido le llegaba a sonar aquello “ ¿Que casa?” …
Ni tras escuchar una frase así echaba en falta el tener un hogar. Ahora querría ir al peor lugar del mundo pero con la mejor persona.
Sentía como si se hubiera quedado dormido en la parte mas importante de la película y ahora, totalmente despistado, no podía ni imaginarse un final.
¿Le llevarían de nuevo al centro psiquiátrico tras recuperarse? ¿A quién debía preguntarle eso? ¿Jaejoong seguía allí? ¿Estaba bien? ¿Y sabía que él lo estaba? ¿Que estaba pasando fuera de aquella habitación? ¿No habían dejado carta de aviso o a alguien con el recado de informarle de algo al despertar?
- ¿Se sabe … algo …? - comenzó a decir Changmin sin saber que y como preguntar - ¿No hay nadie que …?
Se percató de que llegaba a ser difícil escucharle cuando la enfermera le miró arqueando momentáneamente las cejas a modo de “¿Que ?” sin desviar la atención del discreto ramo de flores que adornaba su mesilla.
- ¿Quién … ? - empezó a decir Changmin que aún no había reparado en aquel regalo.
- Te lo mandó … - dijo la enfemera adelantandose, y girando la tarjetita que colgaba de uno de los tallos leyó lentamente - “Han Bo Eun”. Son preciosas ¿No?
Changmin sintió un extraño alivio. Había comenzado a esquivar a su psicóloga pero ahora esa señal de presencia era una de las cosas que mas ansiaba.
- Quiero ponerme en … contacto con esa per- …
- Llama bastantes veces al hospital para saber de ti, asi que, podrías esperar la próxima llamada ¿Te parece?- le ofreció la enfermera con dulzura acompañándolo todo con una sonrisa - Te dejo, tengo que avisar cuanto antes al médico. Tú ten paciencia.
Le parecía bien. Si solía llamar con frecuencia entonces solo tenía que darle la mano a la paciencia y esperar.
Podría hacerlo.
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Han Bo Eun deslizó la mano rozando con toda la palma el rostro de Jaejoong repitiendo el gesto hasta cuatro veces observando como éste no hacía si quiera el amago de cerrar los ojos al ver la mano volviendo a acercarse.
A veces la presión de los dedos de la psicóloga le llevaba a cerrar los ojos pero los volvía a abrir lentamente vacio de toda otra reacción.
- Ni el doctor ni yo podemos hacer demasiado por ti. Esto es muy difícil ... – empezó comentar la psicóloga – Se que se puede llegar a ti, pero es como si no quisieras …
Había pasado tantas días así, dejándo caer a veces su mente para quedar dormido y volviéndo a despertar en total ausencia.
Era un vaivén de intentos de todo tipo para volver en sí, la misma meta para dos psicólogos pero con objetivos totalmente dispares.
Era difícil encajar que una persona con tanta vida pudiera desconectar de todo y apagar las luces de esa forma.
Yunho se había prometido ir a volver a verle al día siguiente sin cumplir la promesa, y esto se había convertido en rutina durante la última semana.
Ya no soportaba verle así, cada vez la culpa que sentía se hacía mas pesada y le costaba respirar solo de pensar en ello.
Pero aunque hubiera dicho demasiadas palabras a alguien que no podía escucharle se negaba a pensar que solo le quedaba guardar silencio.
Algo tenía que haber que pudiera hacer, necesitaba ser de ayuda.
- ¿Pero creen que puede volver en sí verdad? - pregunto a Han Bo Eun tras dirigirse a su despacho - ¿O le estan dando largas?
- No le damos largas, pero no es fácil – se explicó la psicologa con tranquilidad – La atención hacia las personas la tiene totalmente desconectada y aunque …
- No confía en sacarlo de “ahí” ¿No? - le interrumpió Yunho que se sentía incluso ofendido con la escasez de esperanzas que percibía..
- Claro que sí, pero has te entender que ésto no tiene porque suceder hoy, mañana ni el mes que viene, y que no existe libro donde te describan que hacer - insitió una vez más sin perder su ritmo pausado al hablar - Cada persona es un mundo y he tenido pacientes que han pasado por algo parecido y que han vuelto … que se ha insistido con ellos y que no escuchaban la voz de nadie pero que, sin embargo, el sonido de una canción o el llanto de un bebe les ha hecho salir de esa burbuja ¿Comprendes?
- Y ese … estímulo, o lo que sea, ¿No ha pensado que podría ser, por lógica …?
Le parecía evidente que dada la situación la única forma de hacer volver a Jaejoong en sí debía ser el que, de alguna forma, lo había desencadenado.
- ¿Shim Changmin? - se adelantó Han Bo Eun – Puede existir la posibilidad, siempre puede, pero, independientemente de quien sea, en su estado pierde su capacidad de reaccionar y …
- Y se puede intentar.
- Shim Changmin esta en recuperación y cuando se mejore, de lo cual estoy segura al cien por cien, entrare en contacto con él. No ignoraré lo que me pides porque, ademas, también lo he tenido en cuenta.
- ¿Que se sabe de … él?
- Ayer volvió en sí, y esta mejorando.
- ¿Y ha hablado con él entonces?
- No, aún no.
- ¿Y porque no? Seguro querrá saber como está la situación …
- No sería lo correcto aún.
- ¡Claro que sí! Él tiene derecho a …
- ¿A saber que hay una mínima posibilidad de que con su ayuda Jaejoong vuelva? No es tan sencillo. Él no sabe nada y en su estado no debe llenarse de preocupaciones ni incitarlo a adelantarse en su recuperación con la única intención de “probar” que sucede si viene.
- Pero al menos si lo sabe se irá haciendo a la idea de que …
- Shim Changmin no te importa – le cortó la psicologa tensando levemente la voz – Aquí se tiene en cuenta el bien de Kim Jaejoong pero también el de Shim Changmin ¿Y si su presencia no causa en Jaejoong la mínima reacción? ¿Lo has pensado?
Yunho guardó silencio. En realidad tenía razón, Changmin no le importaba y no le estaba importando lo más mínimo actuar de forma tan egoísta, pero el dejar pasar lo días con la intención de buscar soluciones con tantisima tranquilidad le ponía enfermo.
Ya había visto a Jaejoong muerto en vida durante demasiado tiempo.
- Tiene razón - dijo levantándose del sofá del despacho – Lo siento, pero cuando pasa así el tiempo da la sensación de que no se hace nada.
- Deja pasar un poco de tiempo más y confía en que cada vez queda menos para que todo mejore.
- Eso espero … ya volveremos a hablar – dijo a modo de despedida.
- Vuelve cuando quieras.
Yunho no dijo nada más y salió del despacho con decisión.
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¿Para cuando pensaba volver a llamar? Se suponía que la psicóloga llamaba a menudo. Quizás exageraba, pero dos días en el silencio y la ignorancia de aquella cama se hacían insoportables.
La enfermera salía y entraba de la habitación cada veinte minutos para hacer cualquier cosa sin importancia y para revisar la bolsita de suero que colgaba sobre la cama.
Nadie sabia nada, los mismo que él.
¿Que estaría pensando Jaejoong? Él debía de saber que estaba bien, algo así no se lo podrían haber pasado por alto para contárselo.
Alzó su mano y volvió a retirarse la mascarilla, comenzaba a detestarla verdaderamente.
Acababa de volver a dejar caer su mano sobre el colchón cuando la puerta se abrió nuevamente. Directamente Changmin hizo el amago de volver a ponerse la mascarilla, se prefería ahorrar el sermón ya repetitivo de la enfermera, pero no fué su voz la que escuchó, aunque el mensaje fuera parecido al de siempre.
- ¿Eso no deberías tenerlo puesto?
Changmin giró la cabeza y vió la figura se un joven con unas deportivas totalmente encharcadas y el pelo empapado como si no hubiera tenido tiempo de coger un paraguas.
- ¿Yunho? - le nombró sin poder elevar la voz.
- ¿Como te encuentras? - le preguntó Yunho el cual, a pesar de todo, no le esperaba tan demacrado.
- No podría estar mejor … ¿A que vienes?
- A informarte de como está todo. Según creo aún no te han puesto al día, aunque ya podrían haberlo hecho.
- Ya … si pero … - empezó a decir Changmin, que solo podía imaginar de una visita así malas noticias, mientras seguía el recorrido de Yunho hasta sentarse en un taburete cerca de la cama - ¿Jaejoong está …?
- Sigue donde siempre.
- Si … pero, ¿esta bien? - le preguntó aún sin comprender porque se molestaba en ir allí.
- Él … si, tranquilo esta bien – termino por soltar Yunho tras una pausa.
Había ido a visitarlo, llevado por su impaciencia, con la única intención de decirle lo mal que estaban las cosas.
Se había propuesto el acelerarlo todo aún por encima de como se encontrara Changmin pero ahora, que le tenía frente a él como un chico con verdadero pánico a recibir una mala noticia, se desmoronaba sin querer.
- ¿Sabe que estoy … bien?
- Bueno … bien, lo que es bien … – comento Yunho dejando atisbar un reflejo de broma.
- Ya,ya …pero …
- Si, sabe que éstas bien, no te preocupes.
Changmin desvió la mirada fijándola en el techo de la sala. Se sentía aliviado aunque con la sensación de que todo sonaba demasiado sencillo, sin dejar de sentirse agradecido a pesar de que las palabras vinieran de alguien de tan poca confianza.
Quizás andaba de mensajero por intención de Jaejoong, esa podía ser la explicación, pero aún así ...
- Gracias.
Yunho sintió un escalofrío por todo su cuerpo y contuvo el aire. “Gracias”, le acababa de agradecer, y sin duda plenamente, que hubiera ido a allí, que le hubiera informado … que le hubiera mentido.
Sonrió y asintió a modo de “de nada” sintiéndo una punzada en su interior.
- Yo … - volvió a hablar deseándo salir de allí – Yo me voy ya, la hora de visitas termina ya.
- Esta bien … y -Changmin titubeó y finalmente prosiguió con una sonrisa – la próxima vez te recomiendo que … uses paraguas.
- Eh, … si – contestó Yunho devolviéndole la sonrisa sintiéndose cada vez mas incomodo – Lo tendré en cuenta.
No hubo un adiós ni un hasta luego, solo se hizo el silencio y Yunho salió de la habitación. Cuando estuvo fuera tuvo la sensación de haber salido del agua y de poder respirar al fin.
Se arrepentía de haber ido, no había servido de nada y había llenado a un chico de mentiras, un chico que hasta que no había tenido nuevamente frente a él no había considerado ni persona, y el cual le había agradecido su equivocación.
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¿Como podía permanecer así de inmóvil e impertubable?
Podría verle así ochenta veces mas y seguiría imprensionándose de que todo le pareciese invisible.
Yunho se sentó nuevamente junto a Jaejoong, que permanecía con la vista perdida manteniendo la espalda apoyada en la pared con una pose digna del muñeco de un títere. Entre ellos quedaba una bandeja llena de comida que suponía uno de tantos intentos fallidos de que al menos por acto reflejo comiera si se le daba.
- Te tienes que poner bien – empezó a decir mirando unos ojos que no le miraban – Se te echa mucho de menos ¿Lo sabías? Es absurdo, y estoy seguro de que estarás de acuerdo … cuando estabas dispuesto a hablar conmigo apenas venía a verte y ahora que da totalmente igual si estoy aquí no soy incapaz de despegarme de ti … Y es que si te dieras cuenta de que me tienes tan cerca seguramente comenzarias a vociferar que me largara, pero hasta eso sería la ostia ahora …
Hizo una pausa y resopló dejando de mirarle. A veces sentía como si no se diera cuenta de que hablar no servía de nada hasta que dejaba de hacerlo. Decidió ponerse en pie y salir un poco a tomar el aire teniendo consciencia de que cada vez tenía menos aguante.
Tomó la bandeja que aún reposaba sobre la cama con algo de brusquedad sin poder disimular la tensión que comenzaba a acumulársele en el cuerpo y se dispuso a casi dejar caer la bandeja sobre la mesa haciendo topar accidentalmente uno de sus bordes con el lateral del mueble.
No tuvo tiempo de reaccionar y el plato cayó muy seguido del vaso al suelo haciéndose añicos con un estruendo que pareció que retumbaba a oidos de Yunho.
- ¡JO-DER! - maldijo sin poder contenerse tapándose momentáneamente la cara mientras intentaba respirar profundamente, y comenzó a mirar a su alrededor en búsqueda de algo para recoger aquel estropicio – Donde mierda habrá algo para …
La voz se le ahogo de golpe cuando vió a Jaejoong de pie sobre sus pies descalzos junto a la cama mirando los cristales y la comida que se mezclaban en el suelo. Parecía haber tomado aire que ahora no podía soltar manteniéndose rígido. Pero sus ojos oscilaban, sus mirada no estaba perdida, estaba allí.
- ¿Ja ...Jae? - mencionó con inseguridad Yunho avanzando hacia él hasta pararse junto a su lado - ¡¿Jaejoong?!
Con ésta última llamada de atención plantó sus manos en ambos hombros de Jaejoong obligándole de una sacudida a mirarle. No tardó demasiado en prestarle atención, en mirarle, pero acto seguido, como si el contacto visual quemara, de un movimiento brusco se deshizo de su agarre retrocediendo varios pasos paseando nerviosamente su mirada por su cara topándose a veces de nuevo con sus ojos.
- No te asustes … soy yo … - dijo Yunho al ver su reacción de alarma - … Yunho.
Jaejoong permaneció en el mismo sitio intentando controlar su repiración mientras parecía buscar en el aire algo que no encontraba desviando constantemente su mirada de la visión de Yunho.
- Jaejoong … ¿estas bien?
- ¿Que haces … tu …? - empezó a preguntar deteniéndose para mirar esta vez a Yunho como si acabara de posar los pies en la tierra - ¿Y que hago en …? ¡¿Que habitación es ésta?!
- Bueno .. te han subido aquí y … yo he subido a … verte.
Yunho sentía irreal estar hablando con él. No importaba de que fuera la conversación, que le echara en cara que estuviera alli o que se sintiera desorientado. Le hablaba y con eso, por ahora, iba sobrado.
- Pero si … espera – le indicó Jaejoong cerrándo los ojos mientras agachaba la cabeza en la cual intentaba buscar algo -¿Cuando he subido …?
- Hace … - no sabía que respuesta era la correcta - … poco, poco tiempo y, bueno ...
- ¿Que te pasa ? … ¡Joder, estas tu mas raro que yo!
- Lo siento – se limitó a decir. Aún no sentía natural la conversación.
- Olvídalo, me voy a mi habitación.
Dijo ésto y, aún intentando escarbar en su entendimiento para entender que pasaba, caminó hacia la puerta abriéndola casi al mismo tiempo que una mujer lo hacía. Se dispuso a esquivarle pero ella sujeto su brazo.
- ¿Que hace ? - le preguntó irritado soltándose de un tirón.
- ¿A donde vas con tanta prisa? - le preguntó Han Bo Eun que parecía hacer un esfuerzo sobrehumano para encajar la situación en segundos.
- Pues a mi habita--- … ¿Y usted quién es para …?
- La Doctora Han Bo Eun. Creo, - hizo una pausa al darse cuenta de que era la primera vez que le tenía frente a ella en plenas facultades – creo que no me conoces.
- Muy aguda ….
- Yo soy la psicóloga de Shim Changmin.
- Ya le he dicho que no la conozco – dijo con impaciencia.
Se hizo el silencio. Yunho clavó sus ojos en la psicóloga esperando de su reacción poder saber si había entendido lo mismo.
- Pero ahora si me sitúas ¿No? - insitió la doctora con recelo.
Jaejoong se giró hacia Yunho que ahora le miraba a él ¿Estaban todos idos de la cabeza? El no era el único que se sentía raro aquel día ¿No?
- Oye mire, ya haremos presentaciones – le dijo a la doctora que aún le miraba esperando una respuesta – Hoy no … hoy no es mi día ¿Vale? Así que disculpe pero me voy a mi habitación.
Han Bo Eun no vió oportuno retenerle mas tiempo y no le detuvo cuando reanudó la marcha. La habitación quedó en silencio tras un pequeño portazo dejándo unos segundos de vacío.
- No le vuelva a mencionar a Shim Changmin, al menos por ahora ¿Entendido? - pidió la psicóloga rompiendo el silencio.
- No … ¿Como es que no ha preguntado por él?
- Démosle tiempo. Sería muy precipitado dar una explicación ahora, caeríamos en lo evidente.
- Lo ha vuelto a hacer ¿No? - preguntó Yunho contándo los segundos para recibir una respuesta - ¡¿Es eso no?!
- Es pronto aún para …
- ¡¡No es pronto!! La solución no es esperar siempre a que el tiempo pase ¡Por esa norma él lleva aquí casi cuatro años!
- Pero cada persona necesita su tiempo para …
- ¡¡UNA PERSONA APRENDE DE LAS MALAS EXPERIENCIAS! NO OLVIDA MEDIA VIDA CADA VEZ QUE ESO SUCEDE!!
- Tranquilizate por favor – le pidió Han Bo Eun sin perder la calma – Y ni siquiera logro entender tu punto de vista. Él a vuelto en sí sin recordar a alguien que de forma directa no significa nada para tí, y que indirectamente solo te inspira rencor.
No se había parado a pensarlo. Lo que decía era cierto, y visto muy fríamente podía ser algo de lo que sacar partido. Pero todo ésto si no fuera un ser humano. Por unos segundos había estado de acuerdo con ella para luego pasar a sentirse ofendido.
- ¡¿Que clase de persona se cree que soy?! - le encaró sin poder contenerse – No … ¡No me importa ese Changmin o como se llame pero no se trata de él! ¡¡Jaejoong está aquí para recuperarse y no se que coño hacéis con él que no paráis de joderlo más!! Olvida a la velocidad que se chasquean los dedos ¿Que será lo próximo? ¡¿Despertará sin saberse su nombre?!
Yunho ni siquiera se había dado cuenta de que mientras hablaba se había estado acercando a ella y de que ahora les separaban un solo paso.
- No pretendía ofenderte. Ha sido un intento totalmente absurdo de ver lo cruelmente positivo. Sin duda me he equivocado y le pido perdón – se disculpo la psicóloga.
- Olvídelo. Necesito salir de aquí, no voy a perder mas tiempo, ese es vuestro trabajo.
Yunho salió de la habitación y comenzó a avanzar por el pasillo como si el suelo le quemara.
¿Tan difícil era que no surgieran mas motivos para anotar en la lista de razones por la que Jaejoong debía permanecer más tiempo en aquel lugar?
Estaba claro que si.
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Jaejoong se dejó caer en su cama ¿Un desmayo? Quizás eso habría sido el motivo de su desorientación, despues de todo estaba acostumbrado a ellos. ¿Pero por qué no había despertado entonces en la enfermería?
Giró sobre sí mismo quedando tumbado de lado mientras apretaba la almohada con sus manos ¿Tenía que recordar algo más? … <<. Recordar.>> Que odiada le era esa palabra. Llevaba … ¿tres años? … tres años intentando recordar algo para poder salir.
<<.Me queda mucho aún.>> se aseguró a si mísmo en su cabeza.
Podría morir de pura monotonía antes de poder recordar por qué estaba allí, y más cuando ni tenía consciencia de que los motivos se habían multiplicado en los últimos minutos.
Pero era el ritmo de vida que le había tocado vivir.
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Changmin se enderezó con dificultad en la cama consiguiendo a penas quedar sentado. Había apagado la televisión de la habitación por quinta vez en veinte minutos. Llevaba mas de una semana esperando la llamada de Han Bo Eun. No le inspiraba suficiente seguridad los datos recibidos días atrás pero intentaba tenerlos presente como una verdad limpia. Jaejoong estaba bien y tenía consciencia de que él también lo estaba.
Llegaba a entender que no pudiera tener contacto directo con Jaejoong si se le tenía restringido el teléfono o cosas típicas de un internado, y más si la que se ponía en contacto con él, según creía, no tenía consciencia de relación de ningún tipo entre ambos.
Aún así estaba demasiado cansado de esperar.
Comenzó a tachar en un calendario los días tapando totalmente con la tinta azul del bolígrafo cada número como si quisiera dejar claro que ese ya había pasado.
Quizás eso le dió la sensación de que lo días pasaban mas lento al estar prestandoles demasiada atención.
Aquél día se puso en pie con mayor facilidad, ya era algo casi prácticado a la espera de dejar el hospital. Aquellas dos últimas semanas en plena conciencia se le había hecho eternas, pero ahora era el momento de volver.
Se había jurado tirarle todos los trastos encima a Han Bo Eun por su desinterés en los últimos días ¿Tanto pesaba el teléfono? ¿O es que estaba demasiado ocupada en nada?
Se había preguntado mil veces como se sentiría el reencuentro. La despedida había sido desproporcionalmente desagradable y daba por hecho que habrían muchas heridas que curar e ideas que quitar de la cabeza para poder seguir compartiendo todo lo que se podían dar.
Ambos se encontraban bien y eso era lo único que importaba, ni siquiera veía nada que perdonar. Apenas le había conocido cuando ya había empezado a quererle, con los días se había convertido en su necesitad y con las semanas en su todo.
No importaba que hiciera, no importaba hasta que punto la situación de depender de él pudiera hacerle daño. Dolía mas que cualquier otra cosa el no tenerle.
Lo último solo había sido un bache, y teniendo la oportunidad de seguir viviendo, el incidente en el comedor solo debía de considerarse como una prueba más que demostraba que debían seguir siendo como uno solo, por encima de todas las cosas.
Apoyaba su frente en el cristal del taxi recibiendo un constante temblor en su cabeza. De alguna forma le despejaba, significaba que se estaba moviendo, y ya lo había estado ansiando.
Eran más de las nueve, y al dar las diez debía estar en el despacho con la psicóloga. ¿No tenía otro momento para esa reunión? Podría haberle dejado un poco de tiempo al menos con la idea de pisar su habitación y que con esas hubiera podido ver a Jaejoong para poder respirar tranquilamente al cerciorarse de que, como debía ser, todo estaba bien.
Pisó con su pie derecho la acera que bordeaba las verjas del edificio empapándose el bajo de unos vaqueros, regalo inesperado y poco usual de la enfermera que le acompaño en sus estancia en el hospital, con el agua que encharcaba los baches del suelo.
Cerró la puerta del taxi que reanudó la marcha en un instante y con un gesto poco discreto se acomodó las vendas que rodeaban su pecho bajo su camiseta. El guardia de la puerta ni se molesto en pedirle la tarjeta identificativa que llevaba en la mano para dejarle pasar. Changmin no le dió importancia y siguió andando.
El edificio a plena luz del día no parecía tan gastado o quizás era por el toque de optimismo que se esforzaba por mantener.
En los jardines más de uno seguía con lo de siempre. Algunos perdidos, otros, capaces de mantener conversaciones, intercambiaban palabras casi murmurando. Todo parecía hecho para mantener el toque de locura que pegaba en el lugar.
Que poco había salido a aquel jardín y …
Se detuvo y desvió la mirada hacia el lateral del edificio donde se hacía el vacio de gente. Comenzó a caminar con naturalidad hacia allí fingiendo desinteres hasta que, tras avanzar varios metros, se paró frente a unos arbustos. Echó un vistazo hacia arriba y luego volvió a mirar el suelo.
<<. Por aquí debió caer.>>
Se agacho, quizás demasiado rápido al sentir una punzada en el pecho, y comenzó a trastear con los cordones de su deportiva perdiendo su vista el en suelo que le rodeaba.
<<. Vamos joder, si tiene que estar aquí.>>
Volvió a levantarse mirando a su alrededor con impaciencia sin dejar de disimular su interés en buscar algo hasta que una voz muy ruda llamó su atención.
- ¿Que haces ahí? - preguntó un guardia que sería, seguramente, el mas viejo del personal.
- Nada, solo caminaba – respondió con más naturalidad de la que esperaba conseguir.
Aquel hombre le indicó con un gesto que dejara de rondar por ahí y Changmin, en un último intento de ganar tiempo, dejo caer su tarjeta. Volvió a agacharse y susurrando un <<.venga.>> inaudible paseo su mirada no pudiendo evitar sonreir al ver que una llave para nada pequeña se mezclaba con la tierra a dos palmos de él.
- ¿Que haces? - le preguntó el hombre.
- Se me ha caido la tarjeta – dijo deslizando la tarjeta tapando la llave para cogerlas a la vez ocultando ésta última.
Se puso en pie y caminando con tranquilidad pasó junto al guardia que ya había pasado a no prestarle atención para pasar a clavar su mirada en un mujer que comenzaba a gritar cosas poco comprensibles.
Changmin guardo la tarjeta junto a la llave en su bolsillo. Había valido la pena el intento de buscarla. No sabría cuando estaría dispuesto a usarla.
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Han Bo Eun reordenó unos papeles ya de por sí excesivamente organizados y cuadriculados en un intento de mantenerse ocupada para procurar dejar de ensayar las palabras adecuadas para hacer saber a su paciente la realidad de lo que sucedía.
Respiró pausadamente recordándose que aquel era su trabajo y que su actual forma de actuar resultaba muy poco profesional. En un amago de dejar de tocar los papeles golpeó un pequeño cubilete de lapiceros haciéndolo caer al suelo. Se levantó cansinamente a recogerlos y en aquel momento la puerta se abrió.
- Que poco presentable para recibirme – se quejó Changmin agachándose junto a ella para ayudarla – Podría haber contactado conmigo, digo yo.
- Vaya, no me has dejado ni saludarte – replicó la psicóloga enderezándose a la vez que él poniendo el cubilete en su sitio - ¿Como estás?
- Bien, dentro de lo que cabe …
- Me alegro muchísimo de que estés bien.
- Pero estaba cansado de estar allí, la monotonía destroza a cualquiera. Hoy no es día de sesión, es mañana cuando debería subir …
- ¿Tienes prisa?
- Me gustaría bajar a mi habitación, estoy cansado y no tengo ganas de hablar ahora mismo.
- Es comprensible. Pero necesito que hablemos.
- ¿No puede ser mañana? - dijo Changmin impaciente por el entretenimiento que le estaba suponiendo.
- Tiene que ser ahora – insitió sentandose – Siéntate por favor.
- No, no hace falta, en serio, no estoy como para … - repitió quedándose en pie.
- Es sobre Kim Jaejoong – le interrumpió Han Bo Eun que sabía lo dañino que podría ser que se enterase de todo por si mismo.
- ¿Como es que …?
- Le conozco, eso era inevitable después de lo sucedido. Es la persona que tanto te importaba ¿Verdad?
- No … es decir, le conozco y a él le falla un cable y sucedió aquello … - intento explicarse Changmin que aún se negaba a que su psicóloga tuviera consciencia de su relación.
- Te importa y mucho, Changmin. Por ahi tendrías que haber empezado hace tiempo, pero no pasa nada.
- No, no es eso …
- Si, sí lo es. Y te tengo que dar una mala noticia, pero que no significa que no haya solución. Quizás es solo cuestión de tiempo que …
- ¿Que pasa? - preguntó Changmin alarmándose de repente. No le estaba gustando aquellas vueltas antes de decir algo.
- Ahora estamos trabajando con Kim Jaejoong, sin reparar en esfuerzos …
- ¡No me venga con esas! ¿Que la pasa? ¿Está bien? ¡¿Donde está?¡
Había soltado estas preguntas demasiado acelerado pero hubiera necesitado soltar unas cuantas más.
- Sufrió un shock y eso le ha llevado a nuevas lagunas en su memoria – explicó Han Bo Eun.
- Lagunas … lagunas en su memoria … - repitió Changmin comenzando a suponerse la mala noticia. No podía ser … - ¿Que tipo de laguna?
- No creo que te reconozca Changmin – resumió sin rellenar con mas palabras.
- No diga estupideces …
¿No reconocerle? Debía de ser una broma. Algo así no podía suceder, debía estar equivocada, eso era todo.
- No son recuerdos borrados los que olvida, sino escondidos. Ahora hay que buscar, y encontrar. Pero te quiero pedir que no vayas a verle, por el bien de ambos. Por ahora no.
- No … no sabe lo que dice … - dijo Changmin apagando las palabras con su propia respiración. No podía ser vedad – Quiero … quiero verle … seguro esta equivocada ...
- Changmin, se que esto es difícil pero tienes que entenderlo, por favor., no puedes ir y … ¡Espera! - le ordeno poniéndose en pie demasiado tarde como para detenerle.
En nada se perdió de su vista. Avanzó caminando hasta que no pudo evitar correr hacia la habitación de Jaejoong la cual encontró vacía tras una puerta entreabierta
¿Donde estaba?
Bajo las escaleras esquivando a todo el que se encontraba sin perder el ritmo hasta el comedor. Nada. Allí tampoco estaba ¿Donde se habría metido?
Normalmente habría estado allí … si, normalmente …
Salió del comedor y siguió caminando a toda prisa, ya no sabía a donde se dirigia y no se molestaba en mirar por donde iba terminando por topar con alguien que no se había apartado al verle pasar.
- ¿Yunho? …¿Que ha-haces aqui …? - le costaba demasiado acompasar la repiración y hasta detenerse no se había dado cuenta del dolor que sentía en el pecho.
- Has vuelto …
- Si … ¿donde está Jaejoong?
- Jaejoong … - repitió bajando incoscientemente la voz.
Lo veía reflejado en su mirada … lo sabia. Debía saber que Jaejoong …
Changmin desvió la mirada hacia la puerta de la sala de visitas que quedaba a espaldas de Yunho. Estaba claro.
Sin dudarlo se dispuso a esquivar a Yunho pero este puso su brazo a modo de barrera de marco a marco de la puerta.
- ¿Que haces? - preguntó Changmin casi retándolo. Solo le faltaba aquello.
- No es culpa suya …
- ¿Como ?
- Que no le culpes, aunque duela.
Diciendo ésto Yunho bajo el brazo y agachando la mirada se retiró de la puerta para alejarse hasta terminar por dejar a Changmin solo frente a la habitación.
Había estado buscando donde se encontraba a toda prisa para verle y ahora el miedo se había apoderado de él y permanecía inmóvil. Era tan sencillo como empujar la puerta, y tan difícil como encarar lo que tanto dolería y que no quería creer.
Tomo aire por cuarta vez suponiendo que tras soltarlo ya seria capaz de avanzar pero la puerta se abrió sin permitirle comprobarlo.
Alzó la mirada, y allí estaba, Jaejoong, silencioso, que le miraba a tres palmos de él.
Total tranquilidad de parte de él, y el corazón en las manos por parte de Changmin.
Mal augurio … Jaejoong le miraba, pero parecía no verle.
- ¿Vas a entrar? - le preguntó Jaejoong que parecía hablar con un desconocido - ¡Oye!
Changmin reaccionó. <<.¿Iba a entrar?.>> Eso le preguntaba.
- Yo …
- Yo no tengo mas visitas ¿Eres de aquí no? ¿Esperas a alguien?
- Si … - repondió Changmin con un nudo en la garganta que casi le impidía respirar.
- Vale. Pues ... hasta luego – se despidió Jaejoong del que le había resultado una persona de demasiadas pocas palabras.
Jaejoong paso junto a él rozando sin querer su brazo con el suyo, dejándole ese incosciente y minúsculo regalo de piel … y el regalo de su aroma, de su movimiento y hasta del gesto de bajar su oscura mirada al suelo antes de avanzar … todos regalos que incluso incoscientemente Jaejoong le daba con el simple echo de estar presente.
Changmin se sintió morir.
Entró en la habitación sin ni siquiera pestañear dejando caer las lagrimas una tras otra tras cerrar la puerta de aquella habitación vacía.
Apoyó su espalda en la puerta y dejo que su cuerpo se deslizara hasta quedar sentado.
No comprendía como podía sentir tanto dolor y seguir respirando.
Era como si se fuera a romper por dentro.
Habría necesitado tanto besarle cuando le vió, abrazarle, sentirle … pero incluso eso se hubiera convertido en hielo tras hacerlo.
“Pero yo no quiero ... que un recuerdo acerca de ti se quede a la cola Changmin ¿Y si te olvido ...?”
Recordaba sus palabras ...y ahora Jaejoong era totalmente incosciente de que había sucedido lo que antes tanto temía. Ya no recordaba su nombre, ni lo que había significado para él.
Changmin alzó su rostro, que habia ocultado tras las mangas de su camiseta en un intento de apagar sus propios sollozos, al oir un chasquido metálico junto a él.
La llave se había deslizado de su bolsillo y habia caido al suelo. La tomo entre sus dedos mientras se secaba las lágrimas para al menos alcanzar a verla con claridad.
Esa llave había significado mucho, era la representación de lo que habían estado planeando, soñando, … salir de allí y juntos.
Todavía debía ser posible, sin eso su vida estaba vacía y sin él no querría vivirla.
Changmin cerro los ojos y tras respirar profundamente, guardó de nuevo la llave en su bolsillo sin prohibirse seguir derramando lágrimas.
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T.T waaaaaaaaaa nooooooo porque??? vamos changmin tienes que ayudarle, él tiene que recordarte...muy bueno el capitulo
ResponderEliminarQué feo. Le fue peor que a Yunho, digo, no se acordaba de su relación pero al menos se acordaba de él. Qué cruel destino u.u
ResponderEliminarPero k buena historia... me encanta ♥
porkkk??? porkk??? es k noo pues!! porkk??!!! sufro....
ResponderEliminarsufro....
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