YooChun
Le había escuchado perfectamente tocar la puerta, pero no abrí, se pasaría la noche en la calle, un pequeño castigo para que aprendiese que con Park YooChun no se jugaba.
Al pasar los minutos y después de 15 llamadas, el timbre y la puerta dejaron de sonar completamente. Sonreí. Estaba seguro que buscaría algún lugar donde quedarse y al ver que estaba completamente solo volvería arrastrándose hacia mi, pidiéndome que le diese calor, que le abrazase y besase, prometiéndome que no volvería a decir algún nombre inapropiado en nuestros preciosos momentos juntos.
Como le adoraba, o quizás, en esos momentos lo mejor era decir como le quería. Por que sí, Kim JaeJoong me había robado completamente la razón hacia tanto tiempo, estaba loco por él y mi amor era correspondido. Siempre lo fue...
Camine por el departamento, parándome en tu habitación, tan ordenada como siempre. Me acerque un poco mas a una de las estanterías de tu color favorito, nunca llegue a entender porque siempre quisiste todos los muebles en negro, pero de verdad te quedaba tan bien.
Tú aroma se podía respirar por cada rincón y eso me embriagaba, llevándome algunos años atrás, cuando aún no vivíamos juntos.
Esa noche no se me olvidara en la vida. Durante el día habíamos estado recogiendo nuestros certificados del instituto, con una enorme sonrisa pues entrábamos en la universidad. Todos lo habíamos conseguido y tú lo habías logrado sobre todo el mundo. Eras tan aplicado siempre y claro, eso tuvo sus frutos, tu beca se expandió a los años de universidad. Aun recuerdo cuando me presentaste a tu madre y ella con una preciosa sonrisa me comento que era el primer amigo que Jae le presentaba, y me sentí tan orgulloso.
La noche había caído y todos los de clase nos fuimos a una fiesta que había preparado la compañía de mi padre, por supuesto, allí bebimos y nos divertimos, era la primera vez que te veía de aquella manera, y me encanto. Debajo de aquella mascara estaba un chico muy divertido.
Conforme pasaba la noche noté como habías desabrochado varios botones de tu camisa y dejabas ver un pecho marcado y bien cuidado. Otro pequeño secreto tuyo que descubrí. Bailabas con algunos compañeros, ya bastante bebidos, por lo que no repararon en que no eras de los suyos y siguieron el juego. Tus movimientos en algún momento que no logre precisar, se volvieron sensuales y descarados. Me seducías, ¿verdad?
Mi piel ardía con solo verte, gotitas de sudor recorrían mi cuerpo, eras tan sexy. ¿Cómo no se habían fijado en ti las chicas?
Lentamente me acerque a tu lado, bailando solo para ti, moviendo mi cuerpo al ritmo que tú imponías, agarrándote de las caderas para acercarlas a mí. Para que notases lo excitado que me tenías. Te sorprendiste, ¿no es cierto?
Supuse que sentir el sexo de otro hombre pegado a ti y en ese estado no era demasiado excitante, pero conseguiste sorprenderme una vez más, cuando de tus labios salió un gemido. No pude más y te arrastre fuera de la fiesta, subiéndote a mi cuarto. Tú, no estabas en todos tus cabales, pero eso no me importaba, me habías dado una pista muy grande, y la iba aprovechar.
Cerré con llave la puerta, así nadie nos molestaría, y me acerque a ti por la espalda. Te abrace, escuche tu risa cuando colé los dedos por debajo de tu camisa, que para ese momento ya estaba casi desabrochada del todo. Acerque mis labios a tu cuello, y deposite un pequeño beso allí, sentí como lentamente tu piel se erizaba, como tus pezones se ponían duros y como de nuevo dejaste escapar un pequeño gemidito.
- Jae… - te dije, completamente ciego por el deseo – tengo algo que proponerte…
- ¿El qué? – Como sospeché, estaba tan ebrio que apenas podía vocalizar
- Déjame que posea tu cuerpo – susurre cuando lamí un poco tu oreja – y yo haré lo que quieras para ti.
- Estas loco – carcajeo, pero poco después de que bajase mi mano hasta su entrepierna se quedo en silencio – ¿Hablas en serio?
- Si – jadee, moviéndome un poco detrás suyo – Venga…hoy es una noche para experiencias… - continué incitándole, acariciando ese bulto que se empezaba a formar en sus pantalones – Jae mira como estas ya…
Intentó resistirse, pero yo no le iba a dejar, me gire quedando frente de él y sin pensarlo baje hasta llegar a su miembro totalmente despierto, rápido desabroche y tire de los pantalones al suelo, contemplando aquel sexo erecto, y todo gracias a mi. Sonreí y pase mi lengua por toda su extensión. No podría describir que sentí en ese momento, volví a repetir la acción una, dos y tres veces más hasta terminar por meterlo entero en mi boca. Observe a Jae mientras el mantenía los ojos cerrados con fuerza y se sujetaba en la pared, gemía…y solo para mí.
Detuve todo movimiento para ponerme a la altura de mi amigo, le mire a los ojos, brillaban de puro deseo y eso solo conseguía que yo le quisiera mas. Me acerque un poco más, hasta tenerle casi rozando mi nariz, acaricie sus labios antes de besarle. Era lo mejor que había probado en la vida, un néctar para volverse completamente adicto.
¿Y lo mejor?
Que el correspondió ese beso de la misma manera que yo lo hacía. En milésimas de segundos nos encontramos encima de mi cama, despojándonos de toda la ropa, respirando de la boca del otro, gimiendo cuando nuestros miembros se rozaban.
Te tumbaste encima de mí, lamiendo mi pecho, mordiendo mis pezones cuando tus labios se encontraban con ellos. Era feliz, de verdad que lo era.
- Solo quiero pedirte algo – gemiste
- Pide lo que quieras – te conteste casi extasiado
- No habrá nada más que sexo
- Con eso basta…pero yo te penetrare siempre.
Esa fue la última palabra que alguno de los dos dijimos. Después te agarré y te puse de espaldas a mí, la crema que utilizaba para el cuerpo me fue perfecta a la hora de lubricarme y de una sola vez entre en ti.
Gritaste.
Tan fuerte que me asuste, pero no iba a dejarte ir, o no, eras solo mío.
Vi como mordías con fuerza la almohada, y sonreí. Me estaba encantando tenerte de esa manera… doblegado ante mí.
Me pedías que estuviese parado un momento, y yo no podía hacerte caso pues mi estado me tenía completamente ciego. Quise partirte en dos…me di miedo.
Mis manos buscaron tu sexo, que incluso después de todo el dolor que debías sentir seguía despierto, lo tome con fuerza y lo moví, hacia arriba, hacia abajo, sin parar.
Fue cuando volví a escuchar tus gemidos que me moví con completa libertad en tu interior. Volvías a gritar del dolor. Me excite más.
Tanto mi mano como mis embestidas subieron a un ritmo frenético. No podía escucharte con claridad, pues mis propios gemidos taparon los tuyos.
Y al final, termine dentro de ti.
Y tú en mi mano.
Salí rápido de tu interior, con una enorme sonrisa.
Jae, te costo tanto respirar aquella vez…y no era de extrañar, mi pene estaba cubierto de sangre, al igual que tu entrada. Ciertamente podía haberte partido en dos.
- Cabrón – me dijiste cuando recuperaste el aliento – te voy a partir la cara
- ¿En serio? – Dije sensualmente – No me dirás que no lo has disfrutado…
- Ha dolido – reprochaste
- Tu pusiste una norma – sonreí, acercándome para darle un beso – Yo escogí posición
- No volverá a ocurrir
- Como tú digas…
No tardaste mucho en quedarte dormido, y yo me tumbe a tu lado, tapándonos a ambos para poder descansar, después de todo estábamos muy cansados.
Y si algo me prometí aquel día, es que volvería hacerte mío todas las veces que me fuese posible, aunque tú no quisieras.
El sonido de mi móvil me devolvió a la realidad, había estado más de media hora recordando aquello a todo detalle y ahora tenía un pequeño problema con mi amiguito, pero lejos de molestarme me fui bien contento hacia la ducha.
Después de toda mi imaginación era perfecta.
ChangMin
- ¿De verdad no quieres que te eche una mano? – te pregunte, mientras miraba tu figura en la cocina de un lado para otro
- No, ya te he dicho que yo te hago la cena – te escuche decir desde dentro, miraste el reloj y luego a mi – o el desayuno ya
- ¿Qué hora es? – mire extrañado y me quede sorprendido las 5 y media – mañana no seremos personas en clase
Te escuche reír desde la cocina y fue algo raro, se sentía todo tan familiar, tan cálido. Justo como siempre quise sentirme cuando soñaba con conocerte mirándote desde mi ventana. Al poco rato apareciste con dos platos y un olor a comida lo inundo todo, mis tripas volvieron a rugir y con esa característica sonrisa tuya me señalaste que empezase a comer.
- A ver qué te parece – sonreíste, quizás algo ¿tímido? – le han faltado varias cosas para que estuviese como tendría que ser, pero aun así creo que ha salido bien
Mirándole confuso agarre los palillos, y lentamente cogí un trocito de carne para llevármelo a la boca. Uno a uno, los trozos fueron desapareciendo del plato, Jae me miraba sorprendido y yo seguí comiendo, terminando con mi plato pocos minutos después.
- Cocinas de maravilla!! – puede ser que me pasase demasiado con la euforia, pues en el piso de al lado golpearon la pared, a lo que empecé a reír.
- Gracias – consiguió decir entre carcajadas – quieres comerte la mía?…yo no tengo demasiada hambre.
- ¿Puedo? – si hubiese sido un anime, en esos momentos mis ojos tendrían estrellitas de colores – Gracias JaeJoong
- De nada, da alegría cocinar para alguien así
Volvió a reír, tapándose la boca con la mano, adoraba ese gesto. Terminamos de cenar o desayunar, dependiendo de cómo se mirase la hora y en esa ocasión yo lave los platos, mientras Jae se acomodaba algo en el sofá. Le observe con cuidado, su cuerpo, su estilo, sus ojos tan expresivos, sus labios…esos que quería volver a probar cuando tuviese otra oportunidad y que mi estomago no estropease.
Todo en el me llamaba a gritos, no había nada que no quisiera saber. Suspire volviendo a mirar hacia el fregadero, envidiaba a su amigo.
Una vez que termine fui hacia el salón, no quería dormir y perder la oportunidad de poder estar a solas con él. Me senté justo debajo de donde él se encontraba y busque rápido un tema de conversación para que esas pocas horas que nos quedaban en esa intimidad no pasaran en vano.
- Sabes JaeJoong – empecé suavemente para tener su atención – estuve pensando en eso que me dijiste…en lo que eres un perro sin pedigrí.
- Si…es una buena comparación no crees – me contestaste también de una manera muy suave.
- Si…- asentí con la cabeza además de que lo había dicho – pero, yo soy un perro de exposición.
- ¿Por qué dices eso?
- Porque es la verdad – suspire, para girar un poco la cabeza y poder mirarle – Mis padres, desde que tengo memoria han estado entrenándome para ser el mejor en todo,
- Pero eso no es malo ChangMin
- En mi caso sí lo es…aprendí piano solo porque el hijo de la presidenta de no sé qué era un genio y yo, tenía que superarle…no me dejaban salir, porque el hijo del jefe de mi padre era más inteligente, me dieron hasta vitaminas para crecer todo lo que pudiese y mas – me mirabas y no supe bien como entenderla – Parece una tontería, pero de verdad que solo lo hacían para presumir de hijo, no intentaban comprender que me gustaba, o que era lo que quería hacer…todo era para superar alguien mejor que ellos.
- ChangMin, ahora ya no eres un perro de exposición – sonreíste para alborotarme el pelo un poco – Eres libre de hacer, de ser o de superar a quien quieras.
- Si…y ¿sabes por qué lo soy? – estaba dispuesto a decírselo todo, luego ya vería si me arrepentía o no de mis actos.
- ¿Por qué?
Tu mirada curiosa me pareció tan tierna que quise saltar sobre ti y abrazarte con fuerza para luego besarte, y ya no dejarte escapar nunca más. Esperabas la respuesta con ansias, igual que yo quería dártela. Empecé hacer como si lo pensase y tú hiciste un puchero que me derritió por dentro. Levante el brazo para llegar a tu rostro, acariciando esa piel suave. Te sonrojaste con mi toque y me sentí algo más importante pues yo era el que hacía que ocurriese eso en ti.
Quizás no se notó demasiado, pero en ese momento me había acercado un poco más hacia ti. Tus ojos y los míos se habían vuelto a encontrar para perderse completamente en los del otro, los latidos de mi corazón, ya parecían haber aumentado y ahora incluso me dolía, pero no había vuelta atrás.
- Porque te conocí – noté ese sobresalto cuando me escuchaste
- No entiendo… ¿qué tiene que ver eso contigo? – preguntaste algo confundido
- En el mismo momento que me encontré contigo quise ser libre, hablar contigo, que jugásemos juntos o estudiar hasta altas horas de la noche – espere un poco mas antes de continuar, estudiando todos tus movimientos – lo quise solo para poder tenerte más cerca de mí.
No, ya no había marchas atrás para ninguno de los dos, mi alma gritaba porque te besase al igual que lo hacia la tuya.
Tus ojos entrecerrados no ayudaban demasiado a intentar resistirme a ese momento, también lo deseabas.
Estaba dispuesto a acercarme lo justo para poder rozar tu boca, y de nuevo me sorprendiste cuando tú, actuando por impulso, acortaste cualquier distancia que hubiese entre los dos, robándome completamente el aliento.
Nos separamos, bastante avergonzados, para volver a mirarnos, no iba a dejarte ir, pasé mis manos por tu cuello, volviendo a romper los centímetros que nos separaban. Quería más de lo que me habías dado.
Tanta pasión escondida por nuestros cuerpos ahora se veía liberada, sin ningún control en absoluto, ahora batallábamos por el dominio de ese beso, haciendo que nuestras lenguas jugasen entre ellas para luego separarlas y que volviesen a la carga una vez más.
¿Había algún rincón que no hubiese recorrido ya?
No sabía qué hora era.
No me importaba la universidad
No me importaba si me quedaba sin aire
No me importaba nada
Excepto esos labios que se apoderaban de mí, una y otra vez, sin darme tregua ni un segundo.
Acariciaba tu pelo suavemente, enredándolo entre mis dedos. Tus manos habían viajado hasta mi cintura, sujetándome fuerte
¿Tenías miedo que me fuese?
Habías empezado a jadear… ¿o era yo?...
Mordiste suavemente la carne de mi boca, para luego pasar esa maldita lengua por encima.
¿Querías encenderme?...Lo estabas consiguiendo…
Quise colarme entre tu camiseta, acariciar esa piel suave que podía ver por ese cuello abierto, moría por hacerlo y suplicaba porque me dieses permiso. Pero en vez de eso te separaste de mí, para mirarme a los ojos.
- ¿Qué ocurre? – pregunte, dándome cuenta que quien jadeaba era yo.
- Lo siento…me deje llevar sin saber – te mordiste el labio con fuerza, dejándolo tan rojo, que no podía apartar la mirada de el – ChangMin es mejor que me vaya.
Te levantaste tan rápido, saliendo directo hacia la puerta. Volví a sorprenderme al encontrarme a tu lado, sujetándote con fuerza y mirando con suplica que no te marchases sin ser consciente de ello apenas. Eché mi peso sobre ti, acorralándote contra la puerta, sin permitirte abrirla, ni escapar de mi bloqueo.
Ya no era capaz de controlarme más, mi boca busco tu cuello, dejando pequeños besos por todo el lugar. Te estremeciste completamente y para ser sincero me encanto.
- ChangMin…esto no está bien – murmuraste, pero ya estabas afectado por mi – para o no podré controlarme de nuevo.
- No te estoy pidiendo que lo hagas
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asdsg bsflgbvsñknfsdñ
ResponderEliminar*dies*
LEMON LEMON LEMON! *0*
Quiero leer el próximo cap *____*
Conti pronto *-*
Oh mi dios.... Changmin no lo dejes ir,, o te arrepentiras
ResponderEliminarcontinuala... quiero la conti pronto
esta muy buena..
aaah!! pronta continuacion xfa! es la oportunidad de min "para q jae lo ame" XDD
ResponderEliminaraaaaaaaaaaaaaaaaaaa puchas ayer vi la actualizacion y no alcance a leer estaba verde por hacer aaaa y ahora quiero mas por fas suban conti
ResponderEliminarpor favor....
ResponderEliminarme dejaste OoO¡¡¡¡
tienes que continuar, Min ya lo esta logrando
vamos Min... tu puedes...
aaaaaaaaa dios !!!wiiiiiiiii porfin pusiste algo esto esta muy bueno CONTI!!!CONTI!!! HOT =////=...XD
ResponderEliminarOMG!!! *u*
ResponderEliminarlemon lemon!! qiero leeeemon!! *Q* para mi perversión diaria xD! amo el JaeMin! son amor los dos *----*... pe... pero... ;O; omg! no puedo dejar de gustar de JaeChun tmb! dios como amo la posesividad! xD
espero conti =D está muy bueno y realmente bien relatado n.n hasta lo entendí perfectamente xD!!
Sayo~
hola
ResponderEliminarchagmin tu puedes!!!!!! conquistalo no lo dejes jae no seas tantito aprovecha el momento o te arrepentiras
proximo capitulo se pone interesante no tardes en actualizar
saludos♥
Hayyyyy continuala porfavor creo q ya van años q lo has dejado asi detodas maneras esta muy bueno continuala pronto sino muero....
ResponderEliminarplissss
que decidido minnie
ResponderEliminarme gusta el demon changmin
waaaa por fin hasta yo me comenze a desesperar xD, go jaemin,go jaemin ,go jaemin!!!!!!!!!!!!! xD
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