3 años después…
Ya han pasado tres años desde que
te fuiste aquel día de mi lado, para siempre… Mi vida, mi vida ha cambiado
tanto en este tiempo, que ahora ya no se ni siquiera que camino tomar. Tu eras
quien marcaba el rumbo de mi vida, mi querido Changmin, tanto para lo bueno
como para lo malo, siempre he pensado en ti… y no, no he podido olvidarte… en
cada un de los rincones de Seúl… cuando voy a trabajar, cuando salgo de allí,
incluso en el mismo trabajo, observando tu viejo uniforme, recuerdo tu sonrisa…
¿Me sigues recordando a mí? Supongo que habrás rehecho tu vida… es lo que te
mereces, tener esa felicidad que yo al final no pude darte… no pude dártela por
una simple razón. Porque soy un cobarde, un cobarde por haber dejado escapar lo
más maravilloso que he tenido en mi vida, pero… ¿qué podía hacer? Pensé que no
volverías, y volviste, el problema es que ahora, si que sé que jamás volverás…
Dios mío, ojalá pudiera cruzar ese parque y verte sentado en la orilla del río
como tantas veces habíamos echo ambos. Me gustaría poder despertar y verte a mi
lado, darte los buenos días y volver a besar tus labios, para que después como
siempre, me dediques esa maravillosa sonrisa que brilla mucho más que un
maravilloso amanecer. Ahora… todas las mañanas me levanto sólo en esta cama, y
es que… Jaejoong también se marchó de mi lado, y no se lo reprocho, simplemente
era lo que tenía que hacer, para ser justos, yo tendría que haberle dejado a
él, pero como siempre, tuve miedo, miedo a quedarme sin nada… y ahora, es
cuando me doy cuenta que realmente no me queda nada, tan sólo, esperar por que
un día despierte de este maldito sueño, y te vuelva a ver a mi lado…
…………..
Un
día cualquiera de verano, de nuevo, como cada mañana, Yunho se fue a “Miduhyo”,
de todo lo que había montado en su vida, eso y ahora, la gran familia de Key,
Jonghyun y sus dos pequeños hijos, eran lo único que le podía sacar una
sonrisa. Los chicos decidieron que Yunho fuera el padrino de ambos niños,
gemelos, una niña y un niño, llamados Seohyun
y Minho, junto a ellos, compartía cada una de las horas del día, y es
que, ambos decidieron reunir de nuevo a Yunho en su casa. Como siempre, como en
toda su vida, Key había sido el gran apoyo de su mejor amigo.
-Yunho, mira esto – dijo
Jonghyun mientras llevaba un sobre en su mano.
-¿Qué es?
-Key y yo nos vamos de viaje a
Osaka, nos gustaría que nos acompañaras.
-Pero… - dijo
serio Yunho – yo tengo que trabajar.
-Vamos Yunho – interrumpió
Key – haz el favor de tomarte unas
vacaciones, llevas ya más de un año así, te lo mereces.
-¡Tito Yunho! ¡Ven con nosotros! – gritó
el pequeño Minho mientras se abalanzaba hacía sus brazos.
-Está bien, si vosotros me lo pedís iré – y
Yunho salió corriendo como un loco por toda la casa - ¡Quien pille al tito Yunho se lleva una chocolatina!
-¡Waaahhhhhh! – gritaron
ambos niños mientras salían corriendo detrás de el.
En algún lugar de Osaka…
Había
pasado ya 3 años desde que decidiera venir a Japón para intentar volver a
encontrar mi vida de nuevo... o bueno, lo que es lo mismo, para encontrar mi
lugar en este mundo... mundo que me había hecho sufrir demasiado... y con el
cual, tenia que convivir a diario.
Salí huyendo de Corea... dejándolo todo atrás, o al
menos intentándolo, por que al día de hoy... aún no he conseguido dejar de lado
lo más importante... mi amor por él.
A diario me hago mil y una preguntas sobre él...
Me lo he
imaginado mil veces sentado en alguno de los bancos del parque que hay justo al
lado de mi apartamento, mientras miraba por la ventana del comedor... y justo
después, tocando a mi puerta con una gran sonrisa... pero el mundo es tan
cruel... que tan solo son sueños, sueños que jamás se cumplirán... cosas que
tan solo pasarán en mis sueños...
¿YunHo... eres feliz?
Hace año y medio... el medico decidió darme el
alta... ahora ya no estoy atado a mi silla, por fin puedo caminar por mi
mismo... Ahora, gracias a ello... tengo un trabajo en el que matar mis horas
muertas... con el cual, intentar dejar al menos de pensar menos en ti...
¿YunHo... piensas en mí?
La
verdad... es que no sé que hago martirizándome así. Yo mismo fui el que le
escribí aquella carta tan dura... yo mismo me despedí para siempre de él, y
sino fuera por el miedo que siento de volver... y encontrar, que él sigue tan
feliz con Jaejoong... hubiera dado media vuelta y hubiera ido a buscarlo...
pero...
Ojalá pudiera echar marcha atrás, y haber roto
aquella carta... fui tan débil e idiota a la vez. Estoy seguro que en aquel
momento me vi inferior a tu marido... en ese momento, yo estaba enfermo... no
podía luchar contra esto que me ataba... no podía luchar con la felicidad que
él te había dado durante todo aquel tiempo en el que estuve dormido...
Dentro de unos minutos, saldré para el trabajo...
Hoy es un día más. Día en el que te recuerdo en cada té que sirvo a los
clientes... y es que, hasta en esto te recuerdo mi YunHo...
Tan solo
espero que recuerdes que debes ser feliz a diario... sonreír... y... por
favor... espero que no te olvidaras de mí...
…………..
-Changmin
– dijo un chico.
-¿Sí Takada?
-Verás,
¿hoy podrías hacer doble turno? Es que esta tarde tengo algo importante que
hacer, me vendría genial que hicieras mi turno.
-Vale,
por mí no hay problema – y
Changmin le sonrió.
-Te devolveré el favor te lo prometo.
-Nada
no te preocupes, para eso estamos.
Era un viernes cualquiera, tanto en la vida de
Changmin, como en la vida de Yunho. El pequeño estaba trabajando como cada día
en la teteria y la verdad es que durante aquellos años, aún no había conseguido
hacer muchos amigos. Simplemente, se había limitado a pasar su día a día, lo
único en lo que puso empeño fue en curarse para volver andar, porque si no lo
hubiera echo, seguramente hubiera sucumbido en aquella silla, una silla en la
que deseo morir, pero no tuvo el valor para hacerlo, así que se ató a la
penitencia de vivir una vida que ya no le iba a traer cosas buenas.
-Yunho, Jonghyun los niños y yo nos vamos a hacer
unas compras, ¿quieres venir con nosotros?
-No,
me apetece salir por ahí, a ver si encuentro algo interesante.
-¿Cómo
un polvete? Digo… ¿un chico?
-Key…
de verdad… ese tema, déjalo por favor – le dijo Yunho mientras ponía su mano sobre el hombro de este.
-Vale, tan sólo era una broma hombre. Bueno, nos
vemos por la noche ¿vale? Ten cuidado.
-Sí,
vosotros también.
Poco después, Yunho salió del hotel para dar una
vuelta, mientras caminaba, le llamo la atención una pequeña tetería que había
al lado de una librería. La verdad es que daba un aire muy conservador, como si
estuviera en la Inglaterra antigua. No supo si fue el ambiente o cualquier otra
cosa, pero hubo algo que le atrajo hasta allí. Antes de llegar, compró un
periódico para pasar el rato, y de paso, seguir entrenando su japonés, que para
nada era bueno. Se sentó en una de las sillas y espero que alguien llegara para
atenderle.
-Agg mierda, ya me he manchado.
-Hitomi,
siempre igual tienes que llevar cuidado – dijo Changmin – anda ves a cambiarte, yo le llevaré el té a tu cliente.
-Gracias
Changmin. Muchas gracias.
Changmin
se acercó hasta aquella mesa, dejo el té sobre la mesa donde Yunho seguía
leyendo el periódico.
-Aquí tiene señor.
No puede ser, esa voz… ¿Changmin
eres tú? Seguramente, este soñando…
…………..
Yunho
bajó por un momento su periódico, alzó la vista y allí, efectivamente, vio como
Changmin se alejaba hacía la barra de aquella teteria. Sin pensárselo se
levantó fue tras el y colocó su mano sobre la espalda, para darle la vuelta al
chico.
-Changmin…
Changmin
se quedó estupefacto ante aquello, después de tantos años… su mirada se volvía
a cruzar con la de Yunho, al menos por unas milésimas de segundo.
-Yun…
-Changmin – gritó
alguien desde la cocina – Te necesitamos
aquí, ven.
Y
el chico se marchó, dejando a Yunho, allí en medio, de pié, siguiéndole con la
mirada, aun sin creerse que fruto de la casualidad, en aquella tetería de
Osaka, se hubieran vuelto a encontrar. Durante toda la tarde, Changmin asomó su
cabeza por la puerta de la cocina, y allí seguía Yunho, seguramente
esperándole… ¿Qué debía de hacer? En ese momento había conseguido lo que tanto
había estado esperando durante esos años, el volver a reencontrarse con Yunho,
pero, aún así, no tenía el valor para salir por aquella puerta y enfrentarse a
el, así que una vez más, haciendo de tripas corazón, se marchó, se marchó a su
casa deseando que todo aquello se lo llevara el viento.
Y
llegó la hora del cierre, y Yunho aún seguía allí, esperando, sin pensamiento
de marcharse, y de una vez por todas, reunió el valor que tanto le había
faltado años atrás para hacer lo que debió haber hecho en su día.
-Señor, ¿está esperando a alguien? Ya es la
hora de cerrar – le dijo Hitomi.
-Señorita, aquel muchacho que me atendió…
-¿Sí? Changmin…
-¿Podría decirme donde vive?
-¿Dónde vive? Yo… no creo que eso
sea una buena idea…
-Verá… - comenzó
a decir Yunho.
Y
durante aquella media hora, mientras la chica cerraba la tetería, comprobaba la
caja y hacía todas las tareas que le correspondían, Yunho le contó su historia,
su historia con Changmin, una historia que creyó finalizada y a la que ahora,
le había visto un nuevo comienzo…
-Muchas gracias Hitomi, te lo debo todo.
-No hay de qué, espero que tengáis
mucha suerte… Changmin se lo merece.
Algo
perdido, Yunho tuvo que preguntar a algunas personas, con su escaso japonés,
como se llegaba hasta la casa de Changmin. Ahora, más que nunca, estaba
dispuesto a no dejar escapar aquella oportunidad otra vez. Por fin, después de
dar varias vueltas, llegó a su destino, respiró hondo, tocó a uno de los
timbres para que le abrieran y con decisión subió para después llamar a la
puerta de su amado Changmin.
-Quien será…
Susurró
este mientras se abrochaba su camisa para después ir a abrir. Y allí, ante sus
ojos, tras aquella puerta, donde había dejado todo en el olvido, se encontraba
Yunho, la luz de su corazón, el camino de toda su esperanza, el brillo de toda
su alma…
-Hola… - y Yunho le sonrió.
…………..
Mí querido Changmin, mi pequeño
boo… seguramente hayamos esperado toda una vida para encontrarnos ¿verdad? Hoy
puedo decirte, que esta historia, nuestra historia, ha sido lo mejor que me ha
pasado en la vida, y sí, seguramente en muchos momentos fui egoísta, cobarde,
idiota, pero al final, tan sólo una cosa podía permitir que todas esas cosas o
todos esos miedos se fueran, y era, el pensar en ti. Cada segundo de mi vida
sueño con volver a mirarte, con volver a besarte, con volver a hacer el amor
contigo, sueño con llegar del trabajo y que me recibas con esa maravillosa
sonrisa, sueño que una vez más me vuelvas a cocinar, sueño con esas
maravillosas siestas a tu lado, y lo mejor, cada uno de esos despertares que
vivimos. Porque ahora, tengo claro una cosa… ¿te acuerdas? En su día yo te dije
que ahora si podía ver un futuro, mi futuro a tu lado, pero ahora, ahora soy
capaz de decirte que no habrá huracán que me impida cumplir cada uno de mis
sueños, de tus sueños, de nuestros sueños. Toda mi vida gira en torno a ti, en
cada uno de los latidos de tu corazón, y quiero que sepas, que todos esos
latidos, los siento justo dentro de mí, de mi alma, de mi ser, todo, en todo
estas tú, por cada lado donde camino te imagino a mi lado cuando no estás aquí
y aun así, aunque no estés, sigo sintiéndote a mi lado. Es increíble, porque a
pesar de pasar tiempo separados, aunque sean unas pocas horas, unos pocos
minutos, unos simples segundos, nunca dejo de sentirte en mi corazón. Supongo
que eso es el verdadero amor, eso que esperamos siempre durante nuestra vida,
eso que soñamos con tener y que a veces por desgracia, a algunas personas, les
es imposible alcanzar. Por eso, por eso ahora soy tan feliz, ni te imaginas
cuanto, que por muchas piedras que me encuentre en mi camino tan solo pensare
en ese final, en mi final contigo, porque tengo claro que tendremos nuestra
casa, nos casaremos, sí, ahora deseo más que nunca casarme contigo, y tendremos
hijos, formaremos tu familia deseada, la mía, la nuestra, en esos niños estará
el reflejo de nuestra felicidad, en cada rincón de nuestro alrededor quedara
reflejada toda nuestra vida. Por que puede ser que la vida traiga muchas cosas
malas, así como a mí me las ha traído, momentos muy duros, casi imposibles de
soportar, pero en los que siempre, siempre había algo que me ayudaba seguir
adelante, y ahora, después de tantos años, después de tanta espera, comprendo
que ese algo, ese algo eras tú y ya nada más me importa. Me has regalado tantas
cosas, que a veces creo que simplemente no me las merezco mi amor, seguramente,
muchas veces haya merecido esa soledad que en su día tuve, pero al final
volviste a llamar a mi puerta, y volví a encontrar la esperanza en tus ojos. A
veces tengo tanto miedo, miedo a perderte, y que sea para siempre, que un nudo
ahoga fuerte mi corazón y pienso, pienso que moriría si no estuviera a tu lado
porque es tan increíble, tanto lo que siento, algo que ni siquiera pensé que
podría sentir, que no quiero separarme de ello el resto de mi vida. Ni
siquiera, quiero perderlo el resto de las vidas que pueda tener, sea como sea,
sea donde sea, tengo claro, que mi destino siempre será acabar a tu lado, así
como ahora, yendo de la mano, caminando por el estrecho camino de la vida, ese
que dicen que es tan corto, pero que ahora, contigo, para mi, será eterno,
eterno y feliz por y para siempre. Te amo, te amo tanto que el alma me arde de
la propia felicidad que siento, me da ese calor que tanto me hacía falta, me
llena tanto por dentro que nunca quiero olvidarme, no quiero perder ninguno de
esos recuerdos que tengo a tu lado, como nuestro primer beso, la primera vez
que nos vimos, aquella vez… sí, aquella vez que hasta que no me tuviste delante
de tus ojos, de tantos nervios que tenías, no supiste que era yo. Cada uno de
esos recuerdos ahora están encerrados en mi corazón, en mi alma, en todo mi ser
y jamás, jamás dejare que se marchen porque si yo tengo que marchitarme, ti
tengo que marcharme algún día, quiero llevarme toda esta vida, todos estos recuerdos
a tu lado, siempre, siempre conmigo…
TE AMO
Me has regalado mucho más que el
amor, me has regalado una familia, me has regalado UNA MARAVILLOSA VIDA.
Por siempre, tu querido Yunhie…
FÍN…
Esta
historia, es una historia que he querido compartir con todos vosotros… la quise
compartir, porque aunque parezca mentira, aunque solo fuera en un sueño, es una
historia que viví en mi propio ser. Ahora, después de terminarla… me doy cuenta
de todas las cosas buenas que la vida me ha regalado. Y sí, puede que haya
muchos miedos que aún existan en mi corazón ¿pero sabéis? Hay una cosa que
tengo clarísima, y es que… nunca debemos de olvidarnos lo que tenemos ante
nuestras manos, sea lo que sea, una familia, un amigo, un amor, en mi caso… soy
tan afortunada que dispongo de todo ello. Esforzaros siempre por lograr
vuestros sueños, no hay nada imposible… cuando te ves tan perdido en la vida,
cuando has perdido todo, cuando ya no te queda nada… a veces… a veces el
destino decide poner algo en nuestras manos para hacernos despertar… yo… yo
estuve dormida durante muchos años, exactamente 21 años de mi vida, y sí,
también me quise morir, quise olvidarme incluso de haber nacido, y de la noche
a la mañana algo cambio, y todo lo que siempre había soñado llegó, llegó poco a
poco, mientras yo seguía desesperándome, pero hoy por hoy, puedo deciros, que
aunque siga teniendo momentos malos, por que siempre hay algo malo que nos
espera en nuestra vida, he cogido mi regalo, y lo cuidare siempre, jamás lo
daré de lado, esta es mi promesa, esta… esta también es mi historia, palabras
escritas en apenas 27 capítulos, de algo, algo que un día me abrumo, tanto… que
ni siquiera tuve el valor de pensar en plasmarlo, pero después, con el paso de
los días, mientras escribía estas palabras, sé que todo lo que tengo, no es más
que lo que el destino me ha deparado, y puedo deciros, con mi corazón abierto,
que después de tanto tiempo, ahora… ahora es hora de luchar por lo que
queremos… no hay que buscar un motivo por el que despertar, simplemente hay que
buscar un motivo por el que ser feliz… si lo tenéis, agarradlo bien fuerte y
jamás lo soltéis, y si no… jamás perdáis la esperanza de conseguirlo.
La
vida, tan solo es un camino que nosotros podemos montar… tengamos lo que
tengamos escrito en nuestros destinos, dependemos de nosotros mismos, si nos
cerramos a ella, jamás seremos felices, por eso, siempre, poner el alma y el
corazón y no tengáis miedo de lo que pueda venir…
ㅠ.ㅠ guaaa muchas gracias, he llorado un montón, me ha gustado mucho.
ResponderEliminargracias por tu trabajo me lei el fic completito!! jijiji muchas gracias de verdad!!
ResponderEliminarMuchas gracias por tu historia plasmada en éste fic, tus palabras son muy ciertas y me han ayudado a ver muchas cosas de mi vida, sabes lloré mucho y más el final y también tu historia contada, gracias por la enseñanza y gracias por darte cuenta de ello y lo q te podría decir sé fuerte, y gracias por darme una lección de vida. De verdad estoy muy agradecida. eelizabeth26.
ResponderEliminarhola, cuando encontré este fic ya estaba terminado, lo lei sin de un tirón, no podía dejar de leer capitulo tras capitulo, me emocioné, me enternecí, lloré, me enojé y reí, todo junto en 27 capítulos, muchas gracia por compartir este maravilloso fic
ResponderEliminarGracias estuvo hermoso no pare de llorar :') pero sobre todo gracias por tus hermosas palabras en verdad en estos momentos tan dificiles de mi vida en que he tenido que vivir una decepcion tras otra y de sentir mucha desesperacion y miedo pero realmente tus palabras me motivaron mucho mil gracias <3 ame a mi Homin^^ como siempre hermosos mis amores :3 thank u!!
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