La condición de Yoochun comenzó a cambiar unas pocas semanas después de su cumpleaños. Mientras su tratamiento había, inicialmente, impedido que el cáncer se esparciera, parecía estar perdiendo su efectividad y las células cancerígenas habían reanudado su crecimiento. Después de que le informe sobre su desarrollo, Yoochun perdió un poco su confianza y comenzó a alejarse de los demás. Gradualmente dejo de visitar a los otros pacientes e incluso dejo de coquetear juguetonamente con el personal del hospital. Comenzó a pasarse la mayoría del tiempo en su habitación, solo dejándola de vez en cuando para mover sus piernas y hacer un poco de ejercicio.
Frecuentemente lo encontraba sentado en una silla, viendo hacia afuera, casi con nostalgia. Para mi, él lucia como alguien que repentinamente se ah dado cuenta de que lo que creía que era un lugar para ayudarle, ahora se había vuelto una prisión. Me entristecía verlo así; entonces un cálido día de Julio, entre a su habitación con una brillante sonrisa en mi cara y aplaudí al pie de su cama. Había un libro abierto en su regazo, pero él tenía mirada perdida en el espacio, en lugar de leerlo, así que se sorprendió cuando escucho mi aplauso.
“Yoochun, hoy, tu y yo saldremos” Anuncie firmemente. Camine más cerca de su lado para tomar el libro de su regazo y alejar las sabanas.
“Espera… ¿Qué?” pregunto, completamente confundido por mi repentina visita y anuncio.
“Doc, No puedo salir… ¿Qué tal si me resfrió?
“Me asegurare de que estés suficientemente vestido para que no te resfríes, pero no te preocupes. Creo que algo de aire fresco y un poco de luz solar te van a hacer bien, ¿tú qué opinas?”
“Su… supongo”
Le sonreí tranquilizadoramente y le ofrecí mi mano, la cual tomo mientras se levantaba de la cama. Lo deje de pie brevemente para acercar la silla de ruedas más cerca de él, y sentarlo en ella. Fui a un pequeño closet donde estaba su ropa y saque un cálido suéter. Hacía calor afuera, pero esto le iba a proteger en caso de que la brisa apareciera de repente. Le alcance el suéter, puse una pequeña cobija sobre sus piernas y empuje su silla hacia afuera de su habitación. Tomamos el elevador hacia la planta baja, luego fuimos a la terraza. Había unas pocas mesas de picnic allí, y los parasoles estaban abiertos para protegernos de la exposición del sol.
Le dije que me esperara un momento y lo deje solo en la terraza, localizado en medio de la sombra de un parasol y la luz solar. Lo vi cerrar sus ojos, y luego una leve sonrisa se formo en sus labios. Me tomo unos minutos tomar lo que necesitaba y volver, para cuando lo hice, llevaba una canasta de picnic en mis brazos. Camine a una de las mesas y comencé a sacar contenedores de comida. Yoochun debió haberme escuchado porque lentamente reabrió los ojos, parpadeo un par de veces y empujo su silla más cerca. Sus ojos se abrieron en sorpresa cuando vio lo que estaba haciendo y luego me miro con curiosidad.
“Pensé que tu y yo podríamos tener un picnic” Le explique con una risa cuando note su expresión desconcertada.
“Pero ¿y los otros pacientes? ¿No se supone que los doctores deben estar extremadamente ocupados?” Me pregunto, pero ya se estaba moviendo de su silla a la banca.
“Estamos extremadamente ocupados, pero ahora es mi hora de comida y llevo mi localizador conmigo siempre, así que si hay una emergencia, lo sabré” No te preocupes por estas cosas Yoochun. Solo concéntrate en mejorarte ¿sí? ¿Tienes hambre?”
“Un poco” admitió después de un momento de silencio. “Doc, ¿Por qué haces todo esto por mi?”
Parecía dudoso al preguntarme, y cuando me volví para mirarlo, se dio cuenta de que me había estado mirando y prefirió concentrarse en sus manos.
“Porque, para mí, eres un poco mas especial que los demás pacientes, Yoochun, y porque es mi tarea asegurarme de que el caballero al que le sirvo este lo suficientemente sano para la batalla” Le respondí y le guiñe un ojo.
Mi respuesta lo hizo mirarme otra vez y poner los ojos en blanco. Incluso extendió su brazo y me dio un leve golpe en el hombro, y murmuro algo de que era un idiota, pero por lo menos, esta sonriendo. Comencé a abrir los diferentes contenedores y eventualmente me senté frente a él. Ahora observaba todo con interés y apunto al rollo de omelette con su par de palillos.
“¿Tu cocinaste todo esto?”
“Si, No sé si va a estar tan bueno como lo que cocina tu madre o Jaejoong, no es como si supiera que tan bueno es, ya que nunca lo eh probado, pero tu si, y sé que te encanta cuando ellos cocinan para ti, pero hice mi mejor esfuerzo. Aunque no soy un muy buen cocinero, así que me disculpo de antemano si está muy salado o si accidentalmente le puse azúcar en lugar de sal” Le respondí, dando muchos rodeos como pasaba cada vez que me sentía nervioso.
Yoochun no dijo nada. Simplemente tomo una pieza del omelet y la comió. Mire su reacción atentamente y vi la evolución de sus sentimientos solo en las expresiones de su cara, que paso de duda, a sorpresa, y luego a placer ante el sabor. Deje salir un suspiro de alivio y comencé a comer también. Asamos el resto de mi hora de comida hablando, comiendo, riendo, hasta que nos interrumpió mi localizador.
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“¿Cómo luce tu apartamento?” Pregunto Yoochun cuando le hacia su revisión una tarde de agosto.
Lo mire con una sonrisa divertida y luego volví al asunto “¿Para qué quieres saberlo?”
“Eres un doctor, tengo curiosidad. ¿Vives en uno de esos carísimos y lujosos apartamentos? ¿O quizá vives en un lugar del tamaño de un armario? ¿Cómo está decorado por dentro? ¿Es todo moderno sin nada que le dé un sentimiento, o está lleno de fotos y recuerdos?”
“Encuentro tu repentino interés en el diseño de interiores realmente fascinante” Le dije y me reí cuando hizo un puchero.
“¡Hablo en serio!, Realmente quiero saber. Puedes saber muchas cosas de una persona solo por conocer como es su casa.”
“Muy bien, si debes saber, no vivo en un lujoso apartamento, pero tampoco vivo en un lugar que es del tamaño de un armario. Tengo un apartamento de dos habitaciones que no está muy lejos de aquí. Cuando entras al pasillo, te puedes tropezar con los zapatos regados. Es aun más peligroso cuando tienes prisa. Mi sala solo se ve ordenada cuando sé que mis padres van a visitarme o cuando quiero impresionar a alguien…”
“¿Te refieres a cuando quieres marcar con una chica?”
“No era a lo que me refería, para nada… como te decía, mi sala, bueno, mi sillón siempre tiene una cobija tirada encima, rara vez doblada. Mi mesita de centro frecuentemente está cubierta con revistas, libros, tazas de café vacías, y platos de ramen vacios.”
“¿y tu habitación?
Mire por encima de mi portapapeles y luego lo presione contra mi cadera al mismo tiempo que pasaba mi peso de un pie al otro y sacudía mi cabeza. Me aclare la garganta y trate de desviar la conversación a otro tema, como el resultado de los exámenes de Yoochun, pero me ignoro completamente como había supuesto, pero esperaba que no pasara.
“Oh, vamos Doc, dime ¿por favor? Además, voy a asumir que tienes cosas que esconder. Como, oh, quizá tienes un altar para alguien en tu closet, o peor, quizá tienes un pequeño laboratorio donde creas pociones y ungüentos con gente muerta”
“Oye, ¿te parezco un asesino?” Le pregunte en incredulidad. Siempre eh estado sorprendido de las cosas que a Yoochun se le ocurren a veces.
“Nunca puedes saberlo Yunho. Son los más inocentes de los que te tienes que cuidar…”
“Bien, pero te lo advierto, no hay nada de emocionante con mi habitación. Tengo una cama queen size y un vestidor, pero eso es todo. Mi escritorio está en la otra habitación, la cual uso de oficina. Rara vez me tomo el tiempo de hacer la cama.”
“Así que básicamente, eres un desordenado. Nunca te imagine así” comento, sonando pensativo.
“Puedo limpiar lo que ensucio Yoochun” Le asegure poniendo los ojos en blanco “¿Terminaste con este pequeño interrogatorio?” Lo vi sacudir su cabeza mientras una sonrisa aparecía en sus labios y alzo su mano con un dedo extendido para indicarme que tenía una pregunta más. Suspire, pero le hice señas para que me preguntara.
“¿Estas casado? ¿O quizá una novia? Oh, ¿o un novio?”
Mis ojos se abrieron en sorpresa, y definitivamente considere no responder y solo salir de la habitación, pero ya había desarrollado un punto débil por Yoochun, y se me dificultaba negarle las cosas que pedía.
“Soy soltero” le respondí después de un momento de silencio.
Se atraganto con el sorbo de agua que acababa de tomar, y termino tosiendo mientras golpeaba su pecho con su mano libre. “¡¿Qué?! ¡Pero eres tan sexy!” exclamó después de haber controlado su respiración. Sus mejillas se volvieron rojas cuando se dio cuenta de lo que acababa de decir, y comenzó a murmurar excusas.
“Sí, bueno, no consigues estar con alguien solo por ser sexy” Me reí y tome un momento para sentarme y continuar la conversación con él. “¿Qué hay de ti? ¿Tienes a alguien en tu vida? ¿Es Jaejoong? ¿Y qué tal si me dices como luciría la casa de tus sueños?”
Así fue como aprendí acerca de la especial relación entre Jaejoong y Yoochun y como incluso si parecía que estaban juntos, en realidad no lo estaban. Yoochun también me describió con gran detalle qué clase de casa soñaba tener una vez que fuera un adulto exitoso. Insistió en que no aceptaría vivir en una casa que no tuviera un piano y al menos una pared de libreros. De acuerdo a él, tenía que ser muy espaciosas, con grandes ventanas para dejar la luz del sol entrar, pero también para ver la nieve caer en el invierno. Dijo que era mas romántico así. También dijo que no quería una casa que pareciera vacía, muy fría como si nadie viviera allí. Una casa después de todo, no era un lugar para guardar estatuas, sino para proveer un refugio a seres humanos vivos.
Termine aprendiendo muchas cosas de Yoochun en las semanas que siguieron. Aunque él no disfrutaba particularmente de hablar sobre sí mismo, y prefería hacerme preguntas. Me encontré compartiendo pequeñas piezas de mi vida con él, cosas que nunca le había dicho a nadie más antes y sueños acerca de un futuro diferente que ya había olvidado.
Siempre atesore el hecho de que Yoochun me tuviera tanta confianza que estaba dispuesto a abrirse y compartir sus pensamientos y sus sueños conmigo. Estaba agradecido de que me considerara tan digno de confianza para permitirme entrar a su mundo, a su vida, más que como un doctor, como un amigo.
Cuando llego Septiembre, frecuentemente encontraba a Yoochun llorando cuando iba a hacerle su revisión. Siempre estaba acurrucado y tratando de ser silencioso, su cara hundida en algo. A veces era una almohada, a veces un gran suéter o un suave cobertor. Trate muchas veces de hablar con él y animarlo, pero fallaba grandemente y solo me las arreglaba para hacerlo llorar mas. Solo se confiaba a Jaejoong cada vez que su mejor amigo lo visitaba.
Solo asumí que era causado por el cambio de clima y como mucha gente tendía a deprimirse un poco en esas épocas del año. Egoístamente, me rehusé a admitir que esto era probablemente causado por su cáncer y que quizá, había comenzado a darse cuenta de que su condición no estaba mejorando, por el contrario, empeoraba.
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El cabello de Yoochun jamás volvió a crecer...
Hacía mucho viento, pero era una soleada mañana de otoño cuando fui al hospital ese día. Estábamos a principios de Octubre y Yoochun había sido un paciente del hospital por un poco más de seis meses. Lo primero que note cuando llegue al piso de nuestro departamento fue la conmoción. Las enfermeras corrían de un lado a otro entre las estaciones y la porción del pasillo a mi derecha. Me las arregle para detener a una y le pregunte qué estaba pasando.
“Oh, ¡doctor Jung! Es Yoochun, creo… creo que lo estamos perdiendo” dijo, con algo de pánico en su voz.
Palidecí y corrí, sacándome el abrigo mientras tanto, tirando todas mis cosas en la silla de mi escritorio tan pronto como llegue a mi oficina. Me puse mi filipina y me tome el tiempo de lavar a fondo mis manos antes de correr por la puerta y por todo el vestíbulo hacia la habitación de Yoochun. Inmediatamente tome el mando de la situación y le ordene a la enfermera que llamara a su familia. Ella asintió y dejo la habitación apresurada. Le pedí a otra enfermera que me informara sobre su condición mientras me acercaba a su cama.
La cara de Yoochun estaba cubierta en sudor y se estremecía. Sus ojos estaban cerrados, pero sus labios estaban ligeramente separados y el aliento que salía de ellos venia entrecortado, como si le fuera difícil respirar. Me incline sobre él y presione mi mano sobre su frente. Estaba ardiendo. La enfermera me explico que su salud se había empezado a deteriorar la noche anterior y que le habían dado medicina para tratar la fiebre bajo la autorización de un doctor que trabajaba en la unidad a esa hora, pero en lugar de mejorarse, Yoochun solo empeoraba, y cuando lo volvieron a revisar, unas horas antes de que llegara a trabajar, se dieron cuenta de que no tenía una simple fiebre, sino neumonía.
No era inusual por pacientes con cáncer padecer neumonía, pero siempre era un gran peligro, algo que necesitaba ser tratado inmediatamente pues podía ser fatal. Sabía que Yoochun se había estado debilitando por las sesiones de quimioterapia y no estaba seguro si su cuerpo fuera capaz de luchar contra la infección, incluso con la ayuda de antibióticos y otros procedimientos. Aun así, ordene que se le dieran los tratamientos, y la enfermera asintió y fue a preparar la medicación.
Me quede al lado de su cama y después de un momento, alcance su mano y la tome en la mía, la apreté suavemente. Se sentía tan pequeña, tan frágil en la mía. Le tomo unos pocos minutos a Yoochun abrir sus ojos y yo podía decir que lo hacía con dificultad, ya que los entrecerraba y parpadeaba, su mano se apretó sobre la mía. Su cabeza colgaba de lado y no estaba seguro si era para verme o no, como si quisiera asegurarse de si alucinaba por la fiebre, o si yo era real.
“¿Yunho?” dijo con voz ronca, yo asentí y me aclare la garganta.
“Sí, estoy aquí” conteste claramente, esperando que mi voz fuera tan tranquilizadora como quería que sonara.
“Creo… creo que estoy muriendo” dijo, no era una pregunta.
Debí haberlo negado. Le debí haber dicho que no, que no estaba muriendo, que iba a mejorar y que pronto estaría fuera de este maldito hospital y dentro del mundo otra vez, riendo con Jaejoong, conociendo gente nueva, pero sabía que él tenía que saber que eso no era verdad.
Aspire bruscamente por mi nariz, y exhale mientras temblaba.
“Yoochun… lo siento” fue lo que me las arregle para decir, manteniendo el agarre en su mano.
Sentía haberle prometido, hace seis meses, que no moriría, que lucharíamos juntos contra esto, lado a lado, y que volveríamos de esta horrenda batalla victorioso. Sentía el hecho de que ni siquiera fui capaz de proveerle el cambio de un maravilloso futuro. Sentía, que incluso ahora, no era capaz de decirle que estaba enamorado de él porque era su doctor. Todavía tenía un protocolo que seguir y creí que esto era algún tipo de regla no escrita, que los doctores no tenían permitido enamorarse de los pacientes. Sentía ser un cobarde mientras que el era el joven más valiente que hubiera conocido en mi vida. Una parte de mi esperaba que el pudiera ver, que el supiera lo especial que se había vuelto para mí.
“Hiciste todo lo que pudiste” Su voz se entrecortaba en el aire añejo de la habitación, se movió con dificultad. “No es tu culpa.”
El de verdad me miro, sus febriles ojos cafés se encontraron con los míos, y el deslizo su otra mano. Me estire para tomarla con mi mano libre. Acaricie con mis pulgares la piel de sus manos y él me sonrió. No parecía asustado en absoluto. Era como si ya hubiera aceptado la situación y se estuviera preparando para el final. No podía decir si por dentro él tenía miedo y solo me estaba dando una fachada. Odie eso.
Su familia y Jaejoong llegaron al hospital no mucho después. Su madre se apresuro a su lado, su cara ya cubierta en lágrimas. Su hermano parecía aterrorizado y a punto de desmayarse. Jaejoong trataba de no llorar, trataba de ser fuerte, pero su labio inferior era aprisionado entre sus dientes y lo mordía con nerviosismo.
Los tres tuvieron la oportunidad de hablar con él. Hice un movimiento para irme, y de esta manera dejarlos tener algo de privacidad, pero el agarre de Yoochun se apretó sobre mi mano y me di cuenta de que él no quería que me fuera, así que me quede, pero trate de mantenerme discreto. Era difícil para Yoochun hablar, pero lo hizo, se esforzó en susurrar palabras tranquilizadoras a su familia y a su mejor amigo hasta que estaba cansado y cerró los ojos otra vez.
Su muerte fue anunciada oficialmente a las 5:47 una tarde del 4 de Octubre, exactamente cuatro meses después de su cumpleaños numero diecinueve.
Cuando concluí mi turno aquel día, eventualmente termine en la puerta del departamento de Changmin, toque la puerta y me arrastre hacia adentro, cuando la poca energía que había mantenido finalmente me abandono, justo cuando se abrió la puerta.
“¿Hyung? ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué pasó?” pregunto, poniéndose una camiseta sobre su torso desnudo, su expresión facial cambio de una fastidiada por ser molestado en cualquier cosa que estuviera haciendo antes de que llegara, a una de genuina preocupación al verme.
No le respondí. Mi voz se rehusó a salir de mi garganta. Solté un sollozo, que causo que mis labios temblaran y mis ojos se aguaran aun mas. Por las orillas de mis ojos, vi a Changmin agacharse a mi lado, y sentí su mano apoyarse en mi hombro. Me gire hacia él y hundí mi nariz contra su pecho, sentí sus brazos envolverse protectoramente alrededor de mi, fue allí cuando finalmente deje caer mis barreras y llore.
No recuerdo cuanto tiempo me quede en la entrada o como se las arreglo para hacerme entrar. Recuerdo vagamente que le susurro a una chica quien asintió y beso su mejilla antes de dejar el apartamento. Todo era borroso.
Changmin no me hizo ninguna pregunta. Preparo la bañera para mí y se quedo en el baño, su mirada no dejo la mía, y creo que eso fue lo que me impidió hundirme. Sus ojos eran mis anclas. Me prestó un par de pants y una vieja camiseta y me llevo a su habitación. Nos recostamos juntos, el detrás de mí, apoyando el peso de su cabeza en su codo. Me acurruque sobre mí mismo y hundí mi cara en su almohada, escondiendo las lágrimas que habían comenzado a escapar de mis ojos otra vez, amortiguando los sollozos adoloridos. Su mano se movía gentilmente sobre mi espalda y sus dedos acariciaban mi cabello, su presencia era tranquilizante, hasta que me quede dormido, exhausto.
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Fui a presentar mis respetos a la familia de Yoochun cuando el momento llego. La foto de él entre las flores, era una de un Yoochun que nunca antes había visto, de uno sano. En la foto, resplandecía, sus brillantes ojos traviesos. Sus mejillas redondas y altas y una hermosa sonrisa.
Dude mucho antes de ir, no estaba seguro de si su madre estaría enfadada conmigo por no ser capaz de salvar a su hijo. Era una posibilidad y me había preparado para que me gritara, pero cuando la madre de Yoochun me vio, tomo mis manos en las suyas, y me dio un suave apretón. Sus ojos brillaban con lágrimas, pero me dio una pequeña sonrisa.
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Me mantuve ocupado con trabajo, cuidando a mis pacientes lo mejor que mis habilidades como doctor me permitían. Vi a algunos de ellos ganar sus batallas e ir a casa con sus familias, y desafortunadamente tuve que ser testigo de algunos que perdían sus batallas. Los días se volvieron semanas, las semanas meses y no había un solo momento en el que no pensara en Yoochun.
Cuando nevó por primera vez ese invierno, me imagine como hubiera reaccionado. Me lo imagine emocionado al verlo, pero quejándose acerca del frio, aquel pensamiento me hizo reír, aunque tristemente. Navidad fue particularmente dura, me torture a mi mismo con pensamientos de lo que hubiera sido si Yoochun siguiera vivo, saludable, fuera del hospital, si yo hubiera tenido las agallas de decirle que lo amaba.
Y después, una llamada de teléfono, exactamente cuatro meses y dos días después de la muerte de Yoochun, 6 de Febrero, mi cumpleaños.
Changmin había insistido en que saliéramos por la ocasión, e íbamos a pasar el resto del día juntos. Estábamos en nuestra cafetería favorita cuando mi celular sonó y fruncí el seño al ver un teléfono que no reconocía en la pantalla. Usualmente lo hubiera ignorado, pero considerando que era mi cumpleaños, pensé que quizá era alguien que quería darme sus buenos deseos, así que presione el botón y me puse el teléfono en el oído, agitando una cuchara en mi taza de café con la otra mano. Changmin me miraba con curiosidad.
“Bueno, habla Yunho” dije antes de tintinear la cuchara contra mi taza.
“¿Doctor Jung?” Siento llamarle en su día libre, pero llame al hospital y me dieron su número…”
Era una voz femenina en el otro lado de la línea, y fruncí el seño, sentándome un poco más recto y dejando la cuchara aún la mesa.
“Lo siento, pero ¿puedo preguntar con quien hablo?” La interrumpí, y escuche una risa nerviosa en la bocina.
“Oh, sí, si claro, lo siento. Soy la señora Park, mi hijo Yoochun fue uno de sus pacientes”
Deje de respirar, debí haber palidecido porque Changmin se removió en su silla y me pregunto si estaba bien. ¿Lo estaba? No estaba seguro, pero asentí de todos modos y aclare mi garganta.
“Oh, sí, hola Sra. Park. ¿Esta…? ¿Está todo bien?, quiero decir, ¿están todos sanos?” tartamudee, sintiéndome nervioso.
¿Por qué me llamaba? ¡¿Por qué el día de mi cumpleaños entre todos los días?! Trataba de pensar en una buena razón para su llamada telefónica, pero no se me ocurría ninguna. Sinceramente esperaba que no me llamara porque el hermano de Yoochun o ella misma estuvieran enfermos.
“Si, estamos sanos, debería decirte la razón de mi llamada tan repentina” La escuche respirar hondo antes de continuar. “No mucho después de la muerte de mi hijo, recibí una llamada telefónica de un notario que me informo que Yoochun había dejado un testamento. Se podrá imaginar mi sorpresa después de escuchar eso. Definitivamente, no había esperado que mi hijo de diecinueve años se hubiera preparado para su muerte” Sonaba triste y yo no tenía duda de que seguía siendo duro para ella hablar de Yoochun.
No dije nada y la deje continuar.
“El notario me dijo dos cosas. La primera es que yo no tenía permitido deshacerme de ninguna pertenencia de Yoochun hasta después de leer su testamento. La segunda es que tenía que ser leído el día 6 de Febrero, en nuestra casa, y que necesariamente usted debía estar presente. Como le dije antes, realmente siento tener que llamarle tan repentinamente, pero usted probablemente había estado ocupado, y sé que es una petición extraña, pero ¿cree que sea posible que nos visite? No sé porque mi hijo quería que usted estuviera presente, pero si era su voluntad, la quiero seguir.
Me removí en mi silla y mire a Changmin “pluma” le susurre*(1) y lo mire fruncir el seño aun mas antes de alcanzar su mochila y buscar en ella para extenderme la pluma después de un momento. Le susurre un gracias y regrese a la conversación.
“Estoy… estoy muy sorprendido, pero de hecho, hoy no trabajo, así que puedo ir sin problemas. ¿Me puede dar su dirección?”
Me la dio, y le prometí que estaría allí en media hora, pues no estaba muy lejos del café. Me disculpe profundamente con Changmin y le dije que había un lugar a donde me era muy necesario ir, pero que le llamaría después y celebraríamos mi cumpleaños apropiadamente. Le hice prometer que me compraría un pastel y después de unos cuantos gruñidos de su parte, y un gesto desdeñoso con su mano, me apresure a salir de la cafetería e hice mi camino a casa de Yoochun.
Llegue treinta minutos después, como prometí, y parpadee cuando Salí de mi auto. La casa era pequeña y bastante simple. Empuje la pequeña puerta y seguí el camino del porche, buscando el timbre de la puerta, y haciéndolo sonar cuando lo localice. Escuche a un perro ladrar, y después, silencio otra vez. Salte cuando la Sra. Park abrió la puerta. Lucia cansada, pero sonrió cuando me vio. Hice una reverencia como saludo y cuando me enderece otra vez, me invito a pasar.
Me sentí extrañamente fuera de lugar. Esto hacia todo muy persona. No se suponía que yo estuviera aquí. Solo había sido el doctor de Yoochun, no su mejor amigo, o su novio. Estaba acostumbrado a conocer a la familia vestido como un doctor, o usando un traje en el funeral, no usando ropa casual, como ahora. Me quite las botas y seguí a la señora Park dentro de la casa hasta que llegamos a la sala. Había otras tres personas allí. Un hombre mayor, quien asumí era el notario, Jaejoong, y el hermano menor de Yoochun, Yoohwan quien acariciaba la cabeza de un alaskan malamute.
Volví a hacer una reverencia y tome asiento tímidamente en el sillón después de que la madre de Yoochun así me lo indico. Era sur real. Mire a mi alrededor, y vi un piano cerca. Las teclas estaban gastadas y el piano lucia viejo. Torres de papeles cubrían la parte superior, entre cuadros con fotografías. Fotografías de Yoochun y Jaejoong, de Yoochun con Yoohwan de Yoochun con gente que nunca antes había visto, probablemente amigos y otros miembros de la familia. Sentí mi corazón encogerse, así que volví mi mirada hacia el notario quien ahora se aclaraba la garganta mientras sacaba algunos papeles.
“¿todos están presentes? Bien, ahora procederé a dar lectura del testamento del Señor Park Yoochun” anuncio el notario y después comenzó a leer.
Hey mama, hwannie, Jaejae y Yunho,
Si el notario esta leyéndoles esto, eso significa que ya no estoy con ustedes y siento mucho causarles dolor. ¡Esto no es fácil! No tengo ni la más mínima idea de qué tipo de cosas se supone que debes escribir en un pensamiento. Me disculpo de antemano si esto no es lo suficientemente… como decirlo, ¿formal?
Bueno, pasemos a lo importante.
A mi mejor amigo, mi soul mate, Jae-querido, le dejo toda mi música. Todo lo que eh escrito, este o no terminado, te lo doy. La mayoría de ello debe estar sobre el piano, pero también debe haber algunos folders y cosas así en alguna parte de mi habitación. Puedes usarlas, todas mis composiciones. Por favor úsalas, Agrégales tu propio giro a las que no están terminadas, complétalas, y espero que quizá puedas mostrarlas de alguna forma al resto del mundo. También te dejo todos mis CD’s y todas y cada una de las cosas que de alguna manera están relacionadas con nosotros. Ya sabes, no las puedo enlistar, sería muy largo.
Alce mi mirada en dirección a Jaejoong. Estaba mordiendo su labio interior, y se abrazaba fuertemente, tratando de no llorar, pero fallando miserablemente cuando grandes lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y cayeron sobre su camiseta. El notario continuo leyendo lo que Yoochun había decidido dejarles a su madre y a su hermano, que prácticamente era todo lo demás que le pertenecía. Había escrito que eran libres de hacer lo que quisieran con sus cosas, pero que no les estaba permitido deshacerse del piano, nunca. Su razón era que, quizá Yoohwan algún día tendría un hijo que se inclinara por la música, y que terminara siendo un genio musical como su “tío” así que su labor era asegurarse de que su sobrino o sobrina tuvieran lo mejor de lo mejor, y de acuerdo a Yoochun, el mejor piano era de hecho, el que actualmente se encontraba en su sala. Sabía que mi turno era el siguiente y respire hondo.
Para Yunho, el mejor doctor en este jodido* (2) planeta (lo siento mama, debo cuidar mi lengua, lo sé, lo sé) probablemente te preguntaras porque estas en este testamento ¿cierto? Bien, obviamente porque hay ciertas cosas que quiero que tengas. ¿Por qué? No te lo voy a decir aquí. De cualquier modo una de las cosas que te estoy dando, te dará la respuesta que buscas. En primer lugar, esta mí amada bufanda. Quizá quieras lavarla antes de usarla, probablemente está llena de gérmenes, pero si. Te mantendrá cálido durante los largos días de invierno, y ¡apuesto a que aun no te has comprado una aun cuando te dije que lo hicieras!
Era cierto. No había comprado una bufanda para protegerme del frio. Mi razón siempre había sido que sería inútil tener cuando raramente pasaba tiempo en el exterior, pero esto cambiaria ahora. El notario hizo una pausa en su lectura y me extendió una pulcramente doblada bufanda, una cosa gruesa que probablemente medía un metro, juzgándolo por el peso de la pila formada por la tela que era sostenida por un listón a su alrededor. Corrí las puntas de mis dedos sobre la suave tela y sentí mi garganta cerrarse.
En segundo lugar, un DVD y es mi regalo especial de cumpleaños para ti, ¡porque hoy es tu cumpleaños! ¡Felices 30 años anciano!
Sentí cuatro pares de ojos girarse hacia mi dirección y la intensidad de aquellas miradas pudo haber causado agujeros a través de mi, si hubieran sido láser en lugar de ojos. Sentí mis mejillas enrojecerse por la atención y ofrecí una tímida sonrisa.
“Fuck…” Dijo Yoohwan.
“Demonios Yoochun, no es divertido” murmuro Jaejoong en voz baja
El notario me extendió un pequeño estuche de plástico con un DVD adentro, que tenia escrito un simple “Para Doc” en la caligrafía de Yoochun. Este era el final del testamento. El notario empaco sus cosas y educadamente se excuso. La madre de Yoochun lo acompaño a la entrada, y escuchamos la puerta cerrarse después de unos minutos. Jaejoong y Yoohwan seguían mirándome y lucían como si no tuvieran idea de que decir. Después de un momento, me levante, justo cuando la señora Park regresaba a la sala.
“Probablemente también me debería ir” Dije suavemente, sorprendido por lo calmada que sonaba mi voz.
“Doctor Jung, Lo siento mucho” Me dijo la señora Park con una expresión triste sobre su rostro. “No tenía idea de que hoy era su cumpleaños. Nunca trate de averiguar porque Yoochun escogió esta fecha.”
Le di una sonrisa tranquilizante y le dije que estaba bien, que ella no hubiera podido saberla, y la deje acompañarme a la puerta. Me puse mis botas y presione la bufanda contra mi pecho después de deslizar el estuche del DVD en el bolsillo de mi abrigo. Antes de que pudiera irme, ella haló de mí hacia sus brazos para abrazarme fuertemente. Cuando me dejo ir, me miro de una manera que me hizo sentir que yo era su hijo y me estaba enviando al ejército. Fue algo raro de presenciar. Le desee salud a ella y a su familia y me fui.
Una vez en el carro, respire hondo y presione mi frente contra el volante. Me tomo un momento recuperar mi compostura y sentirme lo suficientemente bien para manejar. Me tomo un rato decidir a donde ir. Una parte de mi sentía que sería mejor no estar solo cuando viera el DVD porque no estaba seguro de que vería, y no estaba seguro si sería lo suficientemente fuerte para lidiar con ello. Entonces, me pregunte si llamar a Changmin o ir a su apartamento sería lo mejor, pero al final, decidí ir yo solo a mi apartamento. Sentí que sería mejor para mí que viera el regalo de Yoochun estando solo.
Tan pronto como llegue al departamento, me saque las botas y no me tome el tiempo para quitarme el abrigo antes de ir directamente a la sala. Gentilmente deje la bufanda en mi sillón y camine hacia el reproductor de DVD. Tome el control remoto y encendí la televisión. Hice lo mismo con el reproductor de DVD. Camine de regreso al sillón y deje el control en la mesita cafetera antes de sacarme el abrigo y sentarme justo cuando la ‘película’ comenzaba.
La imagen era un poco inestable al principio, pero después se enfoco, y la cara de Yoochun apareció en la pantalla. Se veía tan delgado como había estado durante sus días en el hospital, pero tenía cabello. Largo cabello castaño que enmarcaba su rostro, estaba sentando frente a un piano. Después de ver el piano de su casa, puedo decir que el video no había sido filmado allí, pero entonces ¿Dónde? Tenía un codo en la orilla del piano, y su barbilla apoyada en la palma de su mano, hacía gestos mientras la cámara seguía sacudiéndose un poco.
“¿Terminaste de instalar esto? Te está tomando una eternidad y YAH! Deja de reírte”
“Lo siento Chun, es solo… el cabello, luces como una chica.”
“Jae, juro por Dios que si no estuviera enfermo, definitivamente estaría pateándote el trasero ahora mismo”
La imagen finalmente se estabilizo y dio una buena vista de Yoochun sentado en la banca frente al piano. Estaba usando unos jeans que parecían muy grandes para él y un suéter de gran tamaño que se caía de sus hombros. Estaba usando la bufanda que ahora estaba en mi posesión. No vi a Jaejoong en la cámara, pero sabía que estaba saliendo del lugar, pues vi la mirada de Yoochun en la pantalla siguiendo a una presencia invisible y después se volvió a concentrar en la cámara, contuve el aliento en mi garganta ya que parecía que miraba directo hacia mí.
“Hola Doc, normalmente, debes estar viendo esto en tu cumpleaños, y quería darte algo especial. Siento no poder estar allí personalmente. Me hubiera encantado. Habría sido divertido burlarme de tu edad”
Hizo una pausa y mordió su labio inferior. Lucia triste.
“Desearía que nos hubiéramos conocido bajo otras circunstancias. Con frecuencia pienso como nos pudimos haber conocido fuera del hospital y me doy cuenta de que no se mucho sobre ti. Trate de aprender tanto como pude, por eso me mantuve haciéndote preguntas cada vez que venias a hacerme revisiones, pero aun hay muchas cosas que me hubiera encantado descubrir. Cosas como si escoges cebolla o champiñones para acompañar tu comida, o como te ves al despertar. ¿Luces tan perfecto temprano en la mañana como el resto del día?
Entonces sonrió, con esa sonrisa traviesa que le había visto dirigirle a algunas enfermeras en sus primeros días en el hospital, una mezcla entre coqueto, juguetón y sexual. Sentí un escalofrió recorrer mi columna.
“Desearía poder haber sido lo suficientemente cercano a ti como para conocer a tus amigos. Hubiera sido justo, considerando que tú conoces a los míos, o bien, a uno de ellos. Creo que me habría llevado bien con tu mejor amigo, el que me dijiste que se había burlado de tu cabello una vez, ¿Crees que yo le hubiera agradado? ¿Me hubiera aprobado? Bueno, suficiente platica… Creo que mi regalo para ti, va a decir todo lo que debe ser dicho. Voy a tocar y cantar algo para ti. No es algo que compuse yo mismo, pero espero que te guste de todos modos. Estoy planeando agregarle algo de mi creación a la canción, Yunho, esta es tu canción…”
Yoochun dejo de hablar y se posiciono frente al piano. Se aseguro de que el micrófono estuviera a la altura correcta y que funcionara correctamente. Entonces se aclaro la garganta y coloco sus dedos sobre las teclas. Entonces comenzó a tocar y cantar.
“Es un poco divertido este sentimiento interior
Yo no soy uno de los que se pueden esconder fácilmente
No tengo mucho dinero, pero chico, si lo tuviera
Compraría una casa grande donde ambos podrían vivir
Si yo fuera un escultor, pero de nuevo, no lo soy
O un hombre que hace pociones en un espectáculo rodante
Yo sé que no es mucho pero es lo mejor que puedo hacer
Mi regalo es mi canción y esta es para ti
Y le puedes decir todo el mundo esta es tu canción
Puede ser muy simple pero ahora que está terminada
Espero que no te importe
Espero que no te importe que ponga en palabras
Lo maravillosa que es la vida contigo en este mundo
Me senté en el techo y quite el musgo
Algunos de los versos, bueno, me conmovieron demasiado
Pero el sol fue muy amable mientras escribía esta canción
Es para gente como tú que lo mantienen encendido
Así que discúlpame por olvidarlo, pero esas son las cosas que hago
Como vez se me ha olvidado si son verdes o son azules
De todos modos lo que realmente quiero decir
Que tus ojos son los más dulces que eh visto jamás.
No estoy seguro de cuando comencé a llorar. Las lágrimas corrieron por mis mejillas pero me rehusé a moverme para tomar los pañuelos. No quería quitar mi mirada de la pantalla. La voz de Yoochun mientras cantaba era impresionante. Era baja, suave, pero clara y hermosa. Sus ojos cerrados cuando comenzó a improvisar, haciendo la canción más larga de lo que en realidad era y su sonrisa danzando en sus labios. Cuando termino, le tomo un momento alejar sus manos de las teclas y girarse hacia la cámara de manera que otra vez, viera directamente hacia mí.
“Doc, Yunho, por tu presencia, estos últimos meses en el hospital han sido fáciles de aguantar. Estoy muy feliz de que un doctor como tu fue quien me cuido, pero, verás, la cosas es que, en algún momento de estos meses, comencé a verte como mas que solo mi doctor. Consideré invitarte a salir “hey doc, ¿quieres ser mi novio?” pero no quería, que mas tarde, fuera yo la causa de tu dolor. Tal vez ya lo soy, y lo siento. Veo el modo en el que me miras, lo preocupado que estas y sé que esto va más allá de tu rol como doctor. Sé que nunca me has dicho como te sientes, y probablemente nunca lo harás, pero está bien Yunho, porque lo sé, y también te amo.”
Continuo hablando, algo sobre conocer a alguien y ser feliz en el futuro, pero tuve que dejar de poner atención después de escucharlo decir que me amaba. Eventualmente, la pantalla se volvió azul otra vez, y alcance la bufanda con manos temblorosas. Desate el listón y presione la tela contra mi cara. Olía como él, pero era muy leve, un persistente olor a cigarrillos absorbido por la tela, mezclado con la colonia que solía usar. Llore sobre la bufanda durante un largo tiempo.
+++
Paso en una fría mañana de Diciembre, cinco años después de la muerte de Yoochun.
Me habían pedido que asistiera a una conferencia que se impartía en una muy conocida universidad canadiense, sobre los nuevos avances en el campo de la investigación sobre el cáncer, así que me encontré a mí mismo, pasando la semana en un la encantadora ciudad de Montreal. Desafortunadamente para mí, no esperaba ser recibido por una violenta tormenta de nieve. Había persistido por dos días completo, y ahora estaba comenzando el tercero. Creo que ya habían comenzado a contar la cantidad de nieve en pies a ese punto. Aunque era hermoso. Las calles estaban iluminadas con luces de navidad en las ventanas de las tiendas y se sentía este particular espíritu navideño flotando en el aire.
Recién me había comprado un café en la cafetería local y estaba a punto de retirarme con mi vaso lleno en la mano. Lo traje cerca de mi boca para poder darle un trago cuando alguien chocó contra mí, causando que el café se derramara sobre mi barbilla y mi mano. La sorpresa de la sensación quemante, causo que tirara el vaso y creara un desastre. Deje salir una serie de maldiciones y lleve mi mano a mi boca para chupar la piel enrojecida.
Fue justo en ese momento que note que había un chico, mucho más joven que yo, quizá cerca de los 25, quien se estaba disculpando profundamente mientras me preguntaba si estaba bien, y me pedía que por favor le dejara comprarme otra taza. Me tome el tiempo para mirarlo. Cabello color chocolate escapaba bajo la desgarbada gorra que usaba. Sus ojos eran de un tono claro de verde y había unas ligeras pecas sobre el puente de su nariz y sus mejillas. Usaba una chamarra militar color caqui que tenia piel sintética alrededor de la capucha. Sus jeans eran negros, ligeramente deteriorados y metidos en unas botas de combate.
Su bufanda hacia juego con la mía.
Deje de mirarlo tan obviamente y me disculpe cuando me di cuenta de que él seguía esperando a que yo dijera algo. Estuve tentando a decir que no era necesario que me comprara otro café, pero hay algunos momentos en la vida de los que tienes que tomar ventaja, y no iba a dejar pasar esta oportunidad así que le dije que estaría encantado si pudiera tener otra taza de café. Sonrío grandemente y sostuvo la puerta para mí, dejándome entrar otra vez, antes de seguirme. Se disculpo unas cuantas veces más y esperamos para ordenar.
Ahora, a este punto, pudimos haber hecho nuestros caminos separados, y ese hubiera sido el fin de este encuentro, pero cuando él me pregunto si me gustaría quedarme y compartir una mesa con él, me encontré incapaz de rehusarme. Encontramos una mesa libre y nos sentamos en los cómodos sillones de piel. Lo mire cuando se desabrocho el abrigo y se lo quito para sentirse más cómodo. Usaba un suéter negro de gran tamaño con las mangas tan largas que cubrían la mitad de sus dedos, y una camisa simple debajo, juzgando por el collar que se asomaba.
Me saque el abrigo también, el pidió ver mi mano, así que la extendí a través de la mesa sin siquiera pensarlo y lo deje mirarla, sus dedos gentilmente acariciaban mi piel para asegurarse de que la quemadura no era seria. Una vez que estuvo satisfecho, dejo ir mi mano y anuncio con otra sonrisa brillante.
“Soy Félix”
“Yunho, Es un gusto conocerte Félix” Conteste con una leve sonrisa. Tenía el acento más adorable. Sonaba como una mezcla entra británico y francés.
Aparentemente, el también noto que tenía un acento, porque su siguiente pregunta fue de donde venia, y su boca se abrió un poco en sorpresa cuando le dije que era de Corea.
Félix y yo terminamos hablando por lo que se sintió como horas. Me hizo muchas preguntas acerca de cómo era vivir allí, que era lo que estaba haciendo aquí en Montreal, etc. Era muy curioso y su risa era tan honesta, viniendo desde adentro, no pude evitar sonreír cada vez que la escuchaba. Cuando le pregunte si trabajaba, o si seguía en la escuela, el dijo:
“Soy un pianista. Bien, obviamente no soy un pianista famoso todavía, pero espero serlo algún día. Si eso no función, me gustaría hacer algo que también se relacionara con la música, tal vez componer para alguien más. De hecho, ahora que lo pienso, uno de mis amigos me envió una canción recientemente quizá la hayas escuchado.”
Saco su reproductor Mp3 del bolsillo de su chamarra, y paso su pulgar sobre la pantalla unas cuantas veces antes de encontrar lo que buscaba y darme uno de sus audífonos. Me lo puse en el oído y espere a que la música comenzara.
El piano instantáneamente lleno mis oídos y cerré mis ojos mientras la escuchaba. Era una hermosa canción, y mis ojos se abrieron con sorpresa cuando alguien comenzó a cantar, en coreano. Mire hacia feliz quien parecía complacido con mi reacción. Dejo la canción sonar hasta el final, y regreso el reproductor a su bolsillo después de que le devolví el audífono.
“¿entonces? ¿Qué piensas? ¿Es muy buena verdad? Espero poder escribir algo así de bueno algún día”
Hasta este día, Todavía no sé si fue destino o no, pero creo firmemente que lo que paso esa mañana de diciembre no pudo haber sido solo una coincidencia. Fue la respuesta de Félix ante mi pregunta, lo que confirma mi creencia.
“¿Quién canta y toca?”
“El nombre del cantante es Kim Jaejoong, pero se ah dicho que la canción fue en realidad escrita por su mejor amigo, Su nombre era Park Yoochun”
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*(1) Igual que en el cap. 1 La palabra era Mouthed.
*(2) Aquí era “mother fucker” no se me ocurrió aparte de “jodido” para traducirlo.
Gracias por leer, es una historia hermosa, me encanto traducirla, espero les haya gustado. No se olviden de pasar por el Livejournal de la autora y dejar un comentario. No importa si es en español.
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Que hermoso y triste fic T-T lo ame de verdad.
ResponderEliminarMuchisimas gracias por la traducción. No hay más palabras, me ha conmovido T-T
T^T me has conmovido! Llore como nunca en mi vida,como si mis padres fueran a morir,la verdad que tenia ganas de llorar pero no me salian las lagrimas y busque algún fanfic triste,te digo que gracias a ti no llorare hasta dentro de tres años! jeje me ha encantado tu fic,por tu culpa me duele la cabeza demasiado,siento que me va a estallar... Gracias por este fabuloso aporte de fanfic! ^w^ Matta ne
ResponderEliminartodo loq ue puedo desir es que Llore mares.....T^T
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