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Problema Hormonal - Capítulo Especial Dos: ¿YunJae…? parte2

Capítulo Especial Dos: ¿YunJae…?

Segunda Parte:


Era su cumpleaños número quince y estaba que se orinaba de miedo. Tenía lo que se llamaban ‘Sentimientos contradictorios’, estaba feliz por cumplir de una vez por todas la edad en la que tendría de una vez el estirón que tanto soñaba y por otro lado el señor Lee SooMan lo había llamado a su oficina. Por tales motivos estaba feliz y a la vez muriéndose de los nervios, el señor Lee no era reconocido por su amabilidad y trato dulce, si no por su mal carácter y su voz severa, y él era un chico sensible, si le gritaban, pues… lloraría.


– Con permiso. – Tímidamente asomó su cabecita castaña por el hueco en la puerta, observando el interior de esa gran oficina. El señor Lee estaba sentado/desparramado sobre una silla grande y a la vista cómoda, mientras que a unos metros de él estaba tres de sus hyung, perfectamente alineados.

– Pasa ChangMin, te estábamos esperando. – Hizo más venias de las necesarias al internarse en la oficina y se ubicó junto entre JaeJoong y JunSu, quien le hacía señas para que se acercara más al grupo.

– ¿Nos dirá ahora que sucede, señor? – Sorpresa, no podía de definir ese sentimiento de otra forma. Sorpresa y admiración, su hyung YunHo se mostraba entero y firme, sin la más mínima muestra de duda o temor en su voz. En definitiva era un hyung con mucho carácter, un carácter que emulaba tener a futuro.

– Si y lo haré rápido para que vuelvan a sus actividades. – ChangMin jugó con sus manos por detrás de su espalda, nervioso, hasta que una de ellas fue atrapada por la de JaeJoong, quien le sonreía amablemente en lo que acariciaba apacible el dorso. ChangMin se sonrojó ante tal gesto, pero no apartó su mano en ningún momento, ya que se sentía a gusto con esa cercanía que le ofrecía el mayor. – Ustedes cuatro han sido seleccionados para el nuevo proyecto de la disquera y desde hoy tendrán clases especiales para desarrollar sus habilidades. – ChangMin abrió los ojos más de lo normal, ¿significaba eso que no lo iban a echar de la disquera? – JunSu y YunHo, sus profesores de baile me dieron excelentes recomendaciones de ustedes dos y confió en que ayudarán a sus otros dos compañeros a nivelarse.

– Délo por hecho, señor. – Dijo YunHo, con la misma voz firme que ChangMin envidiaba, pero envidia de la buena.

– JaeJoong y ChangMin, ustedes son los mejores en sus clases de vocalización y canto y quiero que den su mejor esfuerzo para que este proyecto salga a flote. – ¿Qué? ¿cómo que él era de los mejores en canto? No se lo creía, debía haber algún error.

– Haremos lo mejor que podamos, señor Lee. – Dijo JaeJoong, en lo que entrelazaba sus dedos con los del menor.

– Eso espero. Orienten a sus compañeros en todo lo que sea necesario y si de aquí a unos meses veo mejoría, el proyecto se concretará.

– ¿Quiere decir que debutaremos como cantantes? – Consultó JunSu, en tono por demás esperanzado.

– Sólo si veo mejorías sustanciales. Sus profesores me darán informes semanales y al cabo de cuatro meses los someteré a una prueba. Si la pasan con éxito estarán a un paso de ser cantantes. – Oh, ¡Iluminado sea SooMan! Si todo le salía bien en cuatro meses estaría rumbo a ser una estrella. – Ya se pueden retirar, en una hora comienza su primera clase en el salón tres de música y no los quiero ahí tarde ¿entendido?

– Si, señor. ¿algo más? – Consultó YunHo, antes de que se dispusieran a salir del lugar.

– Si, casi lo olvidaba. Ahora que son parte de un proyecto formal de la SM sus gastos en alimentación y vivienda corren por parte de la compañía, así que aprovechen de ir a celebrar al casino.

– Gracias señor, con su permiso. – Salieron sin hacer ruido, primero JunSu saltando, luego JaeJoong y ChangMin de la mano, y por ultimo YunHo, quien, a la forma inocentona y aniñada de ver la vida de ChangMin, tenía cara de dolor de estómago.

– ¡Ah~! ¡Que emoción! – Gritó JunSu una vez estuvieron los cuatro en el pasillo. – Por fin estamos en un proyecto grande ¿estás feliz ChangMin? De seguro es tu mejor cumpleaños.

– ¿Cumpleaños? – Consultó el mayor, con cara de no entender nada.

– Si, hoy cumplo quince años, hyung. – Le contestó ChangMin, con esa vocecita tímida que tanto a JaeJoong como a YunHo le provocaban ganas de comérselo a besos.

– ¡No lo sabía! – Se quejó JaeJoong, soltando en ese momento la mano del menor. – Si me lo hubieses dicho ayer te habría preparado algo, por ultimo te habría comprado un dulce.

– No hyung, no es tan importante. – La verdad es que le daba mucha vergüenza decirle tal cosa a sus hyung. Era como “Hyung, mañana cumplo años, cómprame un regalo” y eso ChangMin no se lo podía permitir.

– Si lo es, ahora tenemos dos motivos por los que celebrar. – YunHo se le acercó, apretujándolo entre sus brazos. – Felicidades, pequeño. – Al final, tras soltarlo, le esparció el cabello, desordenándoselo.

– Gra-gracias hyung. – Estaba avergonzado. La cercanía de su hyung, para ChangMin, era… despampanante. Con regularidad se sentía insignificante junto a la seguridad y el desplante con el que generalmente se desenvolvía su hyung, en toda ocasión, y eso lo hacía sentir una admiración y un respeto que nunca pensó sentir por alguien tan cercano a su edad.

– Minnie… – Vio los brazos de su hyung mayor abiertos de par en par, acercándose a él. – Ven aquí, bebito. – ¿Bebito? Como fuese, su hyung lo envolvía por completo entre ese par de extremidades, haciéndolo sentir más bajo de lo que era. – Felices quince.

– Muchas… muchas gracias. – Era lo mismo con su Hyung JaeJoong. Algo tenía este que, en un principio lo hacía parecer inalcanzable y frió, mas, una vez que se le daba la oportunidad, era la persona más cariñosa y cálida que creía haber conocido. Se sentía reconfortado y a gusto cerca de él y, aunque era un sentimiento distinto que con YunHo, se sentía pequeño junto a JaeJoong, ya que este se mostraba como un hyung responsable y muy… ¿maternal era la palabra?

– ¡Yo también quiero! – Gritó JunSu, con entusiasmo, haciendo que JaeJoong soltara a ChangMin de una vez por todas.

– Pero hyung, tú ya me saludaste por mi cumpleaños. – ChangMin estaba confundido ¿para que otro abrazo? ¿era el día de abrazar al Dongsaeng menor y él no lo sabía?

– ¿Y que? También quiero abrazar al bebé del grupo. – Tal como lo dijo JunSu abrazó al menor con cariño, quien sólo se dejó hacer por los brazos de su hyung. Ese hyung que lo había apoyado y acompañado desde su llegada como trainer a SM.


La siguiente hora se la pasaron en la cafetería, conversando de cosas que de verdad no tenían sentido, pero que en boca de JunSu daban mucha risa. Por otro lado ChangMin se sentía extraño, es decir, estaba feliz por su cumpleaños y por la noticia de ser parte de un proyecto, pero a la vez sentía que no todo estaba bien entre sus hyung mayores. Se veían normales, le hablaban JunSu y a él, sin embargo, ChangMin estaba seguro de que no se habían cruzado ni una sólo palabra entre ellos y eso era raro. Desde que los conoció YunHo y JaeJoong compartían una relación casi simbiótica, no podían vivir el uno sin el otro y a cada movimientos que hacía uno de ellos el otro respondía con uno acompasado o a juego, se miraban a los ojos y a la vez se daban discursos con cada pestañeo, se abrazaban y ChangMin estaba seguro de que se volvían una sola persona, se sonreían y el mundo a su alrededor desaparecía ¿y ahora? Ni miradas, ni abrazos, ni toques, ni risas… eran… como dos personas separadas, que vivían ignorando la existencia del otro, casi como si estuvieran en lados distintos del universo.

ChangMin se sintió incómodo y de cierta forma culpable ¿cómo no se había percatado antes? Debía hacer algo para que sus hyung volviesen a ser los de antes, para que volviesen a tener esa conexión casi mágica y que ChangMin consideraba maravillosa y envidiable, ya quisiera él tener a un amigo con el cual tener esa conexión y llegó a pensar que JunSu hyung podría serlo, más éste era harina de otro trigo, tenía su propio mundo, hasta su propio universo y ChangMin no dudaba que incluso su propia dimensión, y eso era inalcanzable. Tal vez una persona con las mismas características de JunSu, así con su propio todo, podría llegar a compatibilizar con él hasta ese punto, pero de seguro no sería él. Por el momento se conformaba con ser acogido por esos tres cariñosos hyung y con buscar la forma de que los dos mayores arreglaran esa diferencia que los mantenía alejados.

No fue fácil, no, para nada. Quien dijo alguna vez “Querer es poder” era un maldito hipócrita y ChangMin lo odiaba, ya que el quería, lo deseaba más que nada, pero en esos cuatro meses sus hyung mayores con suerte y se habían hablado. Intercambiaban parcas palabras en los ensayos, cruzaban miradas por menos de un par de milésimas y al instante las apartaban, mirando hacía otro lado con cierto despreció. ChangMin creyó ver a YunHo hyung sonrojado en una ocasión, tras compartir una mirada furtiva con su hyung mayor, pero luego pensó que se debía a la practica de baile, mas, al ver a JaeJoong hacer lo mismo, tras una practica de canto, como que le pareció sospechoso.

Entendía que se habían peleado por algo que desconocía, entendía también que ese “algo” los mantenía distanciados, lo que no entendía es porqué ese “algo” los hacía sonrojarse. En su mente de niño no cabía la respuesta para tal incertidumbre y pese a que JunSu hyung le decía que en algún momento los dos mayores se las arreglarían solos, ChangMin no dejaba de pensar que ese “algo” era el culpable de todo el embrollo. Intentó averiguar de qué se podría tratar, pero hablar con los amigos de sus hyung le daba vergüenza. DongHae hyung le no le parecía un mal tipo, mas le daba la impresión de que se reiría en su cara si le preguntaba. Heechul hyung por su parte era un tema complejo, no dudaba en que él si le diría que había pasado, más temía que en el proceso su alocado hyung lo acosara y… Ehm… ¿lo desvirgara con los ojos? Daba igual, HeeChul hyung no era seguro.

El plazo que les había dado el señor SooMan se había cumplido, habían dado la prueba que los había tenido por días con los nervios de puntas, y ahora estaban en la oficina de jefe esperando saber los resultados.


– Chicos… – Comenzó a decir el único adulto del lugar. – Quiero felicitarlos… – Hubo unos segundos en lo que estuvo seguro que ni él ni sus hyung respiraron. – Han mejorado de forma espectacular en estos meses y han aprobado la prueba que se les practicó. – Gritaría, estaba seguro de que gritaría de felicidad en cualquier instante. – Pero… – Oh, no ¿”Pero…”? ¿Pero qué? ¡Odiaba los malditos “Pero”! Tanto o más como ese “algo” que no permitía que hubiese paz entre sus hyung. – Con el consejo hemos llegar al consenso de que algo les hace falta para ser un grupo completo.

– ¿Qué es señor? Nos esforzaremos más por obtenerlo. – Dijo YunHo, con esa voz firme que hacía que las piernas de ChangMin flaquearan.

– No será necesario, hemos exportado el complemento perfecto para ustedes.

– ¿Exportado? ¿se refiere a que trajeron algo de otro país? – La voz calma y suave de JaeJoong lo recomponía, sentía que lo envolvía y lo elevaba, a la vez que lo hacía sonrojarse al notar ese timbre tan parecido al de su abuelita.

– Si, de Estados Unidos para ser precisos. – ¿EE.UU.? ¿Qué era? ¿un equipo de música? ¿una mezcladora de sonidos? – Pasa, adelante. – En ese momento entró a la habitación un joven un poco más alto que él, vestía una camiseta típica de “I Love VI”, jeans gastados en las rodillas, zapatillas de lona, una chaqueta ligera amarrada a la cadera y una gorra oscura con un logo que no supo reconocer. Tenía un aire extraño, misterioso y con un garbo propio de una súper estrella de acción china, como Nicholas Tse o Jackie Chan. – Su nombre es Park YooChun y será el nuevo miembro del grupo. – El joven hizo una leve venia, ocultando su rostro tras la visera de su gorra. – El joven Park ganó el primer lugar en las audiciones hechas por la KBS en EE.UU., así que está sobre cualificado para formar parte de la banda. – ¿Sobre cualificado? ¿era eso posible? – Espero que se lleven bien. – ChangMin tenía un sentimiento extraño, es decir, ellos cuatro habían estado por meses trabajando como una banda y de repente “exportaban” a un nuevo componente sobre calificado para que trabajara con ellos. No es que dudara del criterio de los managers, sólo le resultaba muy repentino. – Ve a saludar, YooChun, con confianza.

– Hi, my name is Park YooChun, nice to meet you. – El extranjero se acercó al primero de la fila, quien resulto ser JunSu, ofreciéndole la mano junto con una gran sonrisa.

– Oh… eh… Jelou… aim Kim JunSu… – ChangMin miró a su hyung sin poder creérselo ¿así de malo era en inglés? – Eh… ChangMin, ayuda. – ¿Qué otra opción quedaba? JunSu hablaba un inglés del asco, JaeJoong tenía cara de póquer y era obvio que no había entendido ni pío, y por la cara descompuesta de YunHo hyung, pues él tampoco.

– Hello, YooChun. Welcome to Korea and this band. – Era primordial darle la bienvenida, era un signo de buena educación. – My name is Shim ChangMin. – Hizo una venia, que YooChun correspondió. – And they are my hyungs… – No sabía si YooChun entendería la palabra hyung, pero si tenía nombre de coreano y cara de coreano ¿debía saber algo de coreano, no? – Kim JaeJoong. – Su hyung puso cara de no entender cuando lo nombró, más al ver a YooChun hacerle una venía lo imitó. – And Jung YunHo. – YunHo repitió la acción antes hecha por JaeJoong, saludando a YooChun.

– Thank you baby for the welcome, but… – Hizo una pausa, en lo que se quitaba la gorra. – No es necesario que me hablen en inglés. Sé coreano.

– ¿Entonces para que te presentas en inglés? – Consulto JunSu, indignado. …l casi se había desmayado de los puros nervios al intentar hablar en un idioma que le era totalmente indescifrable. – Casi me muero de la vergüenza al hablarte.

– No sé, me dieron ganas. – Se alzó levemente de hombros, restándole importancia al asunto. – Además… – Ahogó una risita, mientras se volvía a poner la gorra. – Tu cara fue chistosa.

– ¡Oye! – JunSu lo golpeó levemente con la palma de su mano en el hombro. Se sentía ofendido, pero no se podía enojar con el nuevo. Algo en él le resultaba curioso y quería averiguar más sobre su persona. En una de esas lograba que YooChun le diese clases de inglés, ya que las necesitaba con urgencia.

– Lo siento hyungs. – Se disculpó con los dos mayores, acariciando su hombro con parsimonia. – Mi nombre es Park YooChun, pueden decirme así o Micky, como prefieran. – Al final volvió a repetir la típica venia de presentación que había estado haciendo desde que llegó a la oficina.

– ¿Micky? – Consultó el mayor de los cinco, confuso. ¿desde cuando a los YooChun se les decía Micky? Que el recordase, pues… ¿no que se les decía YooChunnie? – ¿Por qué?

– Porque los norteamericanos renombran todo lo que no pueden pronunciar, como los “Californians rolls”, ya que “Sushi” a ellos les suena a sacrilegio. – YooChun se consideraba un chico tímido, pero de una forma extraña esos cuatro jóvenes lo hacían sentir cómodo, sobre todo el que había saludado primero, JunSu, quien tenía una cara muy linda que inspiraba alegría y confianza.

– Ya, jóvenes, luego se conocerán bien, ahora tengo otra noticia que darles. – ¿Otra noticia? ChangMin, JunSu, JaeJoong y YunHo estaban confundidos ¿habría más cosas nuevas? Ya les bastaba con un nuevo integrante ¿con que les saldría hora? ¿un cambió de look? ¿un cambio de empresa? ¿se casa SooMan?

– A partir del miércoles comenzaran a vivir los cinco juntos en un departamento, solos. – ChangMin se sintió mareado y de no ser por YunHo que lo sostuvo por los hombros y JaeJoong que le sujetó las manos, se hubiese ido de cara al suelo, y no era para menos. A sus quince años con cuatro meses tendría que dejar su casa e irse a vivir con un cuarteto de chicos uno o dos años mayor que él. Ya no llegaría a su casa y su madre lo esperaría con la cena lista, ya no llegaría a casa y sus hermanas se le lanzarían encima preguntándole a que Idol había visto ese día, ya no llegaría a casa y su padre le exigiría ponerse a estudiar, y en fin, ya no llegaría a su casa, porque ya no sería su casa. – Me contacté con sus padres y la situación está resuelta. YooChun está instalado en el departamento y por el día de hoy tienen libre, así que si quieren ir a conocer su nueva casa son libres de hacerlo.

– Gracias señor. – YunHo hizo una venia en señal de agradecimiento y respeto al jefe. – ¿Eso es todo?

– Si, por hoy es todo, ya veremos el miércoles los demás detalles. – El señor Lee se sentó en su escritorio, comenzando a revisar unos papeles.

– Nos retiramos entonces, con su permiso. – Salieron los cinco a la vez, haciendo planes para ir a conocer el departamento en el que vivirían los cinco de ahí en adelante y para el miércoles los cinco iban cargando cajas y maletas escalera arriba, intentando conocer un poco más al nuevo integrante del grupo, quien amablemente se había ofrecido a ayudar a trasladar las cosas de sus nuevos amigos.


ChangMin estaba más tranquilo, o sea, un tanto más repuesto tras la noticia de irse a vivir con los chicos, pero de otra forma eso le ayudaría con su misión auto impuesta de volver a unir a sus hyung mayores. Tal vez se aliaría con JunSu para crear alguna situación en la que los mayores se reconciliasen, ya que dudaba que a YooChun le importase, por lo menos no creía que le importara, después de todo se acababan de conocer.


– JunSu ¿te puedo hacer una pregunta indiscreta? – Consultó YooChun en un pequeño momento de silencio, observando como ese personaje tan particular, y que tanto le había llamado la atención al entrar en la oficina del jefe, se volteaba con una caja de cartón entre los brazos.

– Claro ¿Qué quieres saber? – JunSu dejó la caja en el suelo, junto a otro par en las que tenía sus cosas.

– Mira, no es que sea un metiche o algo, pero... – Ya había comenzado y no pararía hasta saber la verdad. Hace dos días que venía con la duda y no dejaría que acabase el tercero sin saber lo que tanto lo atormentaba. – No pude evitar darme cuanta y bueno… – JunSu no entendía nada ¿Qué le pasaría a YooChun para que se le notara tan tímido, después de tanto desplante que había mostrado al presentarse hace dos días? – Los hyung… digo, JaeJoong y YunHo ¿Qué rayos les pasa?

– ¿Ah? ¿Qué quieres decir? – Se acercó más al recién llegado, sentándose en el borde de uno de los sofás que tenían en la sala y en el cual YooChun ya estaba acomodado, jugando distraídamente con un peluche que creía era de JunSu.

– Pues… no sé. – Apretó las mejillas peludas del osito que tenía entre las manos. –Me da la sensación de que algo malo les pasa… – Dejó el animalito de felpa a un lado. – ¿tienen ulceras estomacales? – JunSu alzó la ceja, confundido ¿Por qué YooChun creería tal cosa?

– No, no tienen nada que yo sepa. – ¿O si? JunSu estaba conciente de los difíciles periodos que habían pasado tanto YunHo como JaeJoong, sabía que en ocasiones pasaban dos o tres días en los que no comían, sabía que a veces sufrían de dolores de estómago provocados por la gastritis, pero de eso ya hacían varios meses. Desde que habían sido escogidos para el proyecto los dos mayores tenían la comida asegurada y sus estómagos ya deberían estar sanos. – ¿Por qué? – YooChun buscó con la mirada a los otros tres, pero aún no terminaban de subir las escaleras con las últimas cajas.

– Es que… – Se acercó un poco más a JunSu, haciéndole un gesto con la manos para terminar hablándole cerca del oído, por si llegaban los otros tres no los escucharan hablar. – Desde que los conocí tienen cara de dolor de estómago cada vez que están cerca. – O cara de indigestión o de comer un limón. – ¿No son alérgicos el uno al otro? – Si no era cosa del estómago tendría que ser una afección a la piel ¿no?

– No, son los mejores amigos del universo. – Respondió JunSu en el mismo tono confidente que utilizaba YooChun.

– Pues no lo parecen. Incluso tú y yo parecemos más cercanos que ellos.

– Mmm… – JunSu lo pensó por unos segundos, comparando las situaciones y sí, YooChun estaba con lo correcto. – sí, tienes razón.

– Algo habrá que hacer. – YooChun odiaba que las personas se pelearan, porque eso siempre terminaba en separaciones y en sufrimiento para los cercanos. Prueba de eso eran sus propios padres, que hacía 4 años ya ni se miraban. No quería que eso sucediese con los dos mayores y su deber, como tercero en la línea de mayor a menor, era ayudar a mantener la calma. – Viviremos todos juntos de aquí en adelante, si todo sale bien nos convertiremos en cantantes y si siguen así, mancharán la imagen del grupo. Se nota de inmediato cuando hay hostilidad entre dos miembros de una banda.

– ¿Qué podemos hacer? – Consultó JunSu, repentinamente muy angustiado. Había esperado por años la oportunidad de debutar como cantante y no es que fuese egoísta o algo parecido, pero no podía permitir que una situación X ocurrida hacía más de cuatro meses arruinase la oportunidad de todos ellos de brillar.

– Podemos… – Desde el pasillo del edificio se escucharon las voces de YunHo, ChangMin y JaeJoong. Si los escuchaban hablar sobre ellos, o sea, YunHo y JaeJoong, se podían enojar, sobre todo ahora que planeaban hacer algo aún no definido. – Luego hablamos. – YooChun se puso de pié, acción que JunSu imitó, yendo este último donde estaba la caja que antes sostenía y caminando hacía el interior del departamento.

– ChangMin, ten cuidado con eso. – Advirtió JaeJoong una vez entraron al departamento, trayendo a cuestas un par de pesadas cajas que apenas lo dejaban ver. – Te puedes caer.

– No, JaeJoong hyung, está bien, puedo cargarla. – Se defendió ChangMin, haciendo contrapeso con su delgado cuerpo para alzar la pesada maleta de su hyung mayor.

– ¿Seguro? – Consultó YunHo, desocupando como pudo una de sus manos. – Yo la puedo llevar. – Pero al decir eso la enorme caja que cargaba, con el nombre “ChangMin” escrito a un lado y que apenas podía sostener con su otra mano, casi se va al suelo.

– YunHo hyung, es sólo una maleta. – Se quejó ChangMin, un tanto ofendido con la actitud sobreprotectora de los dos mayores. Era un niño y todo lo que quisiesen, pero era capaz de llevar una maleta escaleras arriba por tres pisos.

– ¿Quedan más cajas? – Consultó YooChun, observando como esos tres comenzaban a perderse pasillo adentro, en dirección a las habitaciones.

– Sólo una ¿puedes ir por ella, por favor? – Pidió JaeJoong, antes de perderse en una de las dos habitaciones que tenían. Ya habían decidido el orden de las habitaciones y en la más pequeña, la que tenía un simple camarote, dormirían él y ChangMin. En la otra habitación dormirían YunHo y JunSu en un camarote y YooChun en una cama a parte.

– Claro. – JaeJoong agradeció la amabilidad del chico nuevo, mientras ponía las pesadas cajas sobre un escritorio que había en una esquina e ignoraba a YunHo que traía una de las cajas de ChangMin.

– ChangMin, cuidado con la maleta, tiene el seguro flojo y se pueden caer las cosas. – Le advirtió su hyung mayor, en lo que YunHo salía de la habitación para ir seguramente a la que le correspondía.

– Ajá… – Pero poco caso hizo, sólo quería dejar esa pesada maleta sobre una de las camas y que JaeJoong la moviera luego. No entendía que podía tener ahí dentro, ni que tuviese tanta ropa. Parecía más que traía consigo una colección de bloques de cemento o puede que no fuese nada y el estaba muy debilucho, pero prefería pensar que dentro había una barra de acerote varios kilos. – Oh… – Miró avergonzado como toda la ropa se esparcía sobre la cama, yendo a parar varias cosas en el suelo.


Desesperado comenzó a recoger las prendas una por una, metiéndolas en la destartalada maleta que poco ayudaba con el orden. Por suerte JaeJoong hyung no se había percatado aún, ya que estaba distraído eligiendo el mejor lugar para poner un par peluches en una de las repisas que estaban a sus espaldas. Por lo menos tendría unos cuantos minutos para meter todo dentro una vez más y que así su hyung no se enojase, pero también la curiosidad era fuerte y deseaba saber que rayos era eso que tanto pesaba. Pantalones, camisetas, calcetines, ropa interior… aburrido. Veamos… algunas fotos enmarcadas de lo que intuía era la familia de JaeJoong, había muchas, muchas mujeres muy lindas y un pálido, delgado y tierno JaeJoong en medio de todas ellas. O eran sus hermanas, sobrinas, primas y tías o JaeJoong se había sacado una foto con todas las damas de un burdel cuando tenía diez años. ¿Qué más? Una alcancía un tanto ligera, un par de discos, un peluche medio aplastado y… ¿una sospechosa caja que decía “No tocar”? parecía pesada… mmm… si, era pesada y JaeJoong hyung justo en ese momento salía con complejo de diseñador de interiores y estaba como loco mirando desde todos los ángulos posibles el peluche sobre la repisa de madera. A vista de ChangMin ese peluche se veía bien, pero JaeJoong parecía no pensar igual, ya que lo movía apenas un milímetro y luego volvía a mirarlo desde todos lados.

¿Qué hacía? ¿Abría la caja o no? Definitivamente ahí podría estar la respuesta de ese “algo” que desunía a sus hyung, pero también estaba la posibilidad de que sólo fuesen cosas privadas de JaeJoong y se enojaría con el si lo descubría husmeando… mmm… ¡Que va! La abriría y si JaeJoong lo descubría con las manos en la masa, pues le diría que las cosas se habían caído de la maleta y sólo las estaba recogiendo. Levantó la tapa sólo unos centímetros, observando de reojo como JaeJoong estaba en se momento metido de cabeza dentro de una gran caja, buscando vaya Buda a saber que cosa.

Dejó la tapa a un lado, sacando de la caja lo primero que había. Un montón de fotos, algunas con los bordes rotos, otras arrugadas y medio estiradas y en general la mayoría parecían arrancadas a la fuerza de la superficie en la que antes estaban pegadas. No podía definir el sentimiento que le provocaba ver esas fotos de otra forma que no fuese “Nostalgia”, ya que en cada una de ellas sus hyung mayores estaban abrazados, o sonriendo, o riendo, o haciendo muecas o simplemente uno junto al otro. Hacía meses que no veía nada parecido y de verdad que extrañaba presenciar esas escenas. Apartó las fotos, dejándolas sobre la tapa de la caja sobre la cama, en lo que le daba una mirada a su inquieto hyung que ya había logrado sacar las cosas de la caja y ahora ordenaba esos libros en orden alfabético en un estante bajo. JaeJoong era un tanto compulsivo con el orden y eso le agradaba, ya que él también lo era.

Sacó algo sonrojado la siguiente cosa que estaba en la caja, que era nada más y nada menos que una caja de condones ¡Saborizados! Que Siddhartha se revolcase en su tumba, ya que no tenía idea que existiesen condones con sabor ni que su hyung fuese sexualmente activo. Lo ultimo era particularmente extraño, ya que no le había conocido ninguna novia al mayor, mucho menos había oído rumores de una ni nada parecido. Estaba la posibilidad de que sólo los tuviese por precaución, pero ese sello roto a la fuerza y el hecho de que en la caja dijese “20 unidades” y sólo hubiese 19 dentro de la caja… mmm… pues era raro.

Lo siguiente fue observar a su hyung literalmente metido dentro del armario, ordenando los zapatos de ambos por tipo, color y no sabía bien, pero al parecer también por material. Hurgó más en la caja, encontrando unos cuantos accesorios nada sospechosos, como 50 cartas nunca enviadas, lo que creía era un diario y por último una cajita negra para anillos. Lo accesorios los ignoró, ay que bien sabía que JaeJoong siempre los usaba, así que de inmediato pasó de ellas y se fue a lo interesante. Todas las cartas tenía como destinatario a YunHo hyung, pero era obvio que JaeJoong nunca las había enviado y de seguro eran una invitación a hacer las pases, ya que todas las fechas rondaban desde mediados de febrero hasta finales del mes pasado. El diario tenía el típico candado de llave universal, mas ni rastro de una llave. Tal vez estaba dentro de la cajita de terciopelo.

Le dio una última mirada a su hyung, quien seguía ocupado acomodando algo dentro del armario y abrió la cajita. Eso definitivamente no era una llave, no era ni siquiera una joya para estar metida dentro de la cajita de terciopelo, eso era… ¿Qué era? Sacó esa cosa de la caja ¿acaso era…? ¡Una tanga! Sí, era una tanga. La recordaba, JaeJoong la había usado el día del cumpleaños de YunHo, el último día que los había visto felices y compartiendo esa relación de amistad masculina tan fácil de malinterpretar. Esa tanga algo tendría que ver, estaba seguro ¿Por qué otro motivo la tendría JaeJoong? ¿No que era para YunHo hyung? Raro, muy raro…


– ChangMinnie, ¿tienes algún…? – Se quedó de piedra. JaeJoong lo había descubierto ¡Y con las manos en la tanga! – Eso es mío. – JaeJoong iba directo a quitarle la tanga de las manos, más la voz ronca de YunHo hyung y su sonriente cara asomada por la puerta los distrajeron a ambos.

– ChangMin, tengo algo para… – YunHo detuvo sus palabras, observando esa pequeña prende entre las manos de su dongsaeng. Hacía meses que no veía esa cosa. – ¿Esa es mi tanga?

– No. – JaeJoong le quitó de inmediato la tanga de las manos al menor, metiéndosela con recelo en el bolsillo del pantalón. – Es mi tanga.

– Es mía. – Le corrigió YunHo, con voz severa. Reconocía era tanga, reconocía esas tiras negras y esa piel sintética naranja y negra. ChangMin tembló en ese momento. Los dos mayores no se veían nada felices y ChangMin sabía que era culpa suya. – HeeChul me la dio. – Se internó a paso firme en la habitación, quedando de pie frente a JaeJoong.

– Pues quédate con tu tanga si quieres. – Con desprecio JaeJoong le arrojó la tanga en plena cara a YunHo.

– No quiero nada que haya tocado su cochino trasero. – YunHo tomó con desprecio la prenda y la arrojó al suelo, indignado.

– ¿Ahora es un cochino trasero? – Oh… JaeJoong hyung se veía muy enojado. – Hace cuatro meses no parecías pensar eso. – ChangMin intentó procesar esa información ¿se refería acaso a ese baile en tanga en el que JaeJoong había andado casi como dio lo envió al mundo sobre el regazo de YunHo? En esa ocasión YunHo no parecía molesto ni por la tanga ni por el pálido trasero del mayor, incluso lo miraba con cariño, así que seguramente se refería a eso.

– Hace cuatro meses las cosas eran muy distintas. – Si, es verdad, las cosas eran distintas. ChangMin estaba seguro que hace cuatro meses los dos mayores jamás habrían peleado por una tanga.

– ¿Distintas? – JaeJoong alzó una de sus delgadas cejas, mismas que HeeChul le había depilado obligadamente un par de días antes – ¡Pues serían iguales de no ser por tu culpa!

– ¡¿Mi culpa?! ¡Fue tú culpa! ¡Tú me arrastraste hasta ese maldito club lleno de raros y me hiciste bailar en el concurso! – Estaba asustado. Sus hyung peleaban y el no podía hacer nada, ya que estaba paralizado en su lugar, observando como cada vez las posturas de los otros dos eran más amenazantes y oyendo como sus voces subían en intensidad.

– ¡Yo no te obligué a entrar, no te obligué a bailar, no te obligué a beber y a nada de lo que pasó después! – ChangMin ahogó un sollozo. Los mayores se matarían, oh Buda, se matarían y lo harían frente a sus ojos, y todo porque estaba tan asustado que no podía intervenir. Por favor, que llegara JunSu o por último YooChun, algunos de los dos, daba igual, pero que los detuvieran.

– ¡Eres un maldito hipócrita! – Pasos… ¡Si, eran pasos! Pasos presurosos que atravesaban el pasillo a toda velocidad, para terminar con un JunSu con cara de trauma entrando por la puerta.

– ¡YunHo, no! – Por instinto o por simple estupidez, lo que fuese, JunSu se interpuso entre YunHo y JaeJoong al ver que el primero alzaba amenazante una de sus manos.

– ¡¿Qué piensas a hacer?! – Gritó JaeJoong, intentando esquivar a JunSu para llegar a YunHo. – ¿Golpearme? ¡A ver si eres tan hombrecito para hacerlo! – YunHo se impulsó con los pies para lanzarse sobre JaeJoong, pero JunSu lo detuvo al abrazarlo con fuerza. – ¡No eres capaz ni de enfrentar tus problemas, no serás capaz de golpearme! – YunHo estaba enardecidito. Por meses se había tragado toda esa frustración, dolor, confusión y una lista enorme de sentimientos. Ahora que los podía sacar todos no se detendría.

– ¡Basta, por favor! – Gritaba JunSu, desesperado. Apretando con más fuerza el pecho de YunHo para que no avanzara, más era difícil teniendo en cuenta la notable fuerza física extra que poseía su nombrado líder hace dos meses.

– ¡Intenté hablar contigo esa mañana, pero me echaste del departamento! – JunSu comenzó a llorar. Estaba aterrado. Si YunHo se lograba soltar de su abrazo se lanzaría sobre el mayor y las cosas no terminarían nada de bien. Sabía que YunHo sabía artes marciales y JaeJoong se pasaba horas y horas en el gimnasio. Ambos eran muy fuertes y una pelea cuerpo a cuerpo entre los dos sería catastrófica.

– ¡No quería hablar en ese momento, estaba muerto de miedo! – Gritó JaeJoong, enardecido. ¿cómo se atrevía YunHo a culparlo de la situación?

– ¡Ya no griten! – Rogó JunSu, ya sin fuerzas, dejándose caer lentamente hacia el suelo, aún envolviendo con sus brazos el cuerpo de YunHo.

– ¡Pues aún lo estás! – YunHo se sintió extraño, de repente ya no sentía ese calor que le envolvía el pecho, si no que este había bajado hasta quedarse en sus pantorrillas. – ¡No me has querido mirar a la cara en 4 meses!

– ¡Eres tú el que no me ha querido mirar! – Estaba totalmente cegado por todos esos sentimientos aglomerados en el pecho y no le importaba nadie, sólo quería quitarse todo ese peso de encima y sentirse liviano luego de meses.

– ¡BASTA! – Gritó JunSu con todas sus fuerzas, mientras derramaba lágrimas gruesas que mojaban el pantalón de YunHo. – Basta… por favor ya-ya no griten… ya no…

– JunSu… – Sólo ahí fue conciente de lo que hacían. JaeJoong se sintió horrible al someter a sus dos dongsaeng a tal escena y YunHo estaba que se daba cabezazos contra la pared de lo tonto que se sentía. El líder se agachó a ras de suelo, acariciando la cabeza de JunSu, intentando calmarlo.

– Hy-hyung… – JaeJoong reaccionó ante tal susurro, llevando su vista hacía el más pequeño del grupo, quien parecía que recién se despertaba de un muy mal sueño. – Hyung… hyung no peleen… – Estaba como ido y con eso JaeJoong y YunHo se dieron cuenta de su error.

– ¡¿Qué está pasado?! – YooChun llegó a todas prisas por la puerta y al instante dejó la pesada caja que tenía entre los brazos en el suelo, importándole muy poco que algo se rompiese. – Desde el primer piso los oí gritar. – Pero ninguno respondió. Tanto JaeJoong como YunHo bajaron la vista, avergonzados, el lo que los dos menores no paraban de llorar. – Es el colmo. Entiendo que estén peleados y que no se quieran hablar, pero no permitiré que involucren JunSu y a ChangMin en sus peleas. – Entró campante a la habitación y de un jalón levantó a un lloroso JunSu del suelo, apartándolo de YunHo, quien sólo lo dejó ir de entre sus brazos. – Puede que sea el tercero de los hyung y el nuevo del grupo… – Abrazó con fuerza a JunSu, haciendo que este de inmediato se ocultara en la curvatura de su cuello. – Puede que no sepa mucho sobre ustedes… – Tonó la mano de ChangMin y lo puso de pie, acercándolo luego hacia él. – Pero hasta que solucionen su tonto problema y dejen de actuar como niños, tendré que hacerme responsable. – Comenzó a retirarse de la habitación, abrazando a los dos menores que sólo se dejaban hacer. – Tienen hasta mañana por la mañana para arreglar sus diferencias, de otra forma me veré obligado a avisarle de esto a los managers. – Y salió de la habitación, cerrando la puerta de paso.

– Se matarán… – Dijo ChangMin, observando como YooChun lo soltaba un poco y le ponía seguro por fuera a la puerta.

– No, no lo harán. – Terminó de ponerle llave a la puerta. – Si no los obligamos a hablar ahora no lo harán nunca.

– ¡No, YooChun, se harán daño! – JunSu intentó quitarle las llaves a YooChun, quien era hasta el momento el único con llaves de todo el departamento.

– No. Ya están más calmados. Ahora debemos ser pacientes y por la mañana veremos si están mejor.

– Pero… – Intentó decir ChangMin, en lo que se secaba unas cuantas lágrimas. – Si no se arreglan.

– Lo harán, tenlo por seguro. – Abrazó a los dos menores y acarició sus espaldas temblorosas. – Prometo que todo estará bien.

– Gracias YooChun… – Susurró JunSu, acurrucándose en el pecho tibio del chico nuevo.

– De nada… – Desordenó el cabello de ambos chicos y luego soltó una risita cómplice. – ¿Se les antoja comida china para cenar?

– ¡Si, si! – Dijo ChangMin, terminando de secar su cara. – Quiero arroz con hongos.

– ¡Eso es lo más caro! – Le dijo JunSu.

– No importa, la empresa paga. – Y no había explicación lógica, pero con ese nuevo hyung ahí presente los dos menores se sentían extrañamente seguros y tranquilos. Ya era hora de que algo de paz llegara a sus vidas tras meses de tensión. Lo único que esperaban es que en realidad los dos mayores se arreglaran.


Notas finales del capítulo:

Las dejaré con la duda por el momento, ya que soy muy malaaaaaa XD.(si eres mala ¬¬ pero como te quiero... XD atte didi)

No, la verdad es que no pude terminar la tercera parte para este día y tenía que actualizar si o si, así que dentro de unos días subiré la tercera y ultima parte de este especial.

Ahora si, aquí sus regalos por acompañarme todos estos 100 días.

Capítulo 3, 2U: http://img162.imageshack.us/img162/2210/phcp32u.jpg

Capítulo 4, JaeMinHo: http://img529.imageshack.us/img529/7804/phcp42dapartejaeminho.jpg

Capítulo Especial Uno, YunJae: http://img193.imageshack.us/img193/7653/phcpesp1yunjae.jpg

Capítulo 6, YooSu: http://img529.imageshack.us/img529/5513/phcp6yoosu.jpg

Y por último....

YooSu, no apto para menores... Nah, mentira XD

http://img189.imageshack.us/img189/9645/phyoosu.jpg

Esas son todas!!!!
Espero que las disfruten mucho!!! a ver si me dicen cuales son sus momentos pfavoritos del fic y les hago una ilustración.

Se las quiere!!!!


9 Comentarios:

  1. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa viva el yoosu me mataste con la ultima imagen oye¡¡¡ estaban tan lindos... y plop que me matas con el yoosu >3< gracias ... (desde.. el cielo? no, x_x desde un lugar muy caliente y con llamas(:Pllamas de fuego no de animal XP ...recontra plop )

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  2. uuuu me gusto la ultima foto
    es muy detallista y linda a la
    vz y sin morbo!
    aass ojala aya conti pronto

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  3. Anónimo8/03/2009

    dioz! ezta hermozo! todo todo todo tu fic! laz fotitoz! (amee la carita de Junsu en la penultima y la ultima de kiaaaaaaaa! Mi parte favorita del fic (sonó a dora la exploradora) fue cuando Junsu mordio a Yoochun hahaha y cuando Junsu llevó su maletón x si Chunnie lo golpeaba hahaha xD muy buen fic! esperamos la actualización pronto!

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  4. miauwwwwwwwww sigue con la tercera parte plissssssssssss!!!!!!!!!

    no podre dormir asta leer la tercera parte y jae y yunho tengan una buena secion de besos, carisias y sexo xD

    jaja por el sexy dios Bi-Rain tienes que seguirlo!!!!

    mis horas de sueño estan en tus manos!!!!

    bye bye...

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  5. Anónimo8/04/2009

    me lei todo el fic en una noche y parte de la tarde de hoy (porque tube que ir a trabajar, y en trabajo no hacia mas que pensar en el fic!!! XDD) y me encato!! *o*

    solo tengo una peticion yo quiero yunjae!!! ;o; yo quiero que ellos esten bien! y juntos ;.;

    el yoosu simplemete me encanto *o* yoochun tan divertido XDDD

    amo a min, pero aun asi quiero yunjae ;.;

    ahora entiendo lo que paso cuando yunho y jae se pelearon aquella vez u.u asi que fue por eso u.u vaaaaaaya u.u

    ya quiero leer lo demas!! TToTT muero por leelo *o*

    ryouko

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  6. yo si qiero el cap Yoosu no apto
    para menorees! TwT

    O.O? se mataran Jae y Yunho??
    hahaha mi mente sucia ya se imagina lo qu
    haran los 2 solitos en la habitacion aburridos hahaha *¬*

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  7. Anónimo8/07/2009

    ay me dejaste cn la intrigaa
    quiero saver mas

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  8. Fascinante es poco para lo q me probaca tu fic y cada dibujo q nos has regalado, Ame en YooSu no apto para menores XD pero cada una d tus creaciones sea escrita o dibujada son ESPECTACULARES!!!!!.... y x eso adoro esa mente tuya *^* felicidades!!!!!... <33333

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    1. Ohhhh y mi parte favorita fue cuando Junsu era el activo en la relación y se lo hizo notar a Chun q hasta dijo q era todo un gígolo AME LO D GIGOLO~~~~ XD

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