Nueve de la noche y aún sus ojos derramaban finas lágrimas. Todo había pasado tan rápido. Aún no podía creerlo. De un día para otro su tranquila vida de hijo único pasó a ser uno de esos Doramas que tanto veían con su madre. Y si su vida no estaba para nada bien, la del pequeño joven castaño que dormía en su cama, cubierto por una gruesa manta, debía ser aún peor.
- Tranquilo Minnie, ya estoy aquí.- Le dijo el moreno acercándose más al pequeño.
- ¿Quién…eres…?- Preguntó.
Changmin no lo reconocía, y eso fue un duro golpe, pero no había lugar para sus sentimientos en este momento. Todo lo que le importaba era que el castaño estuviese- dentro de lo que se podía.- bien. Lo tomó con cuidado por los hombros, y notó lo ligero que se sentía, lo sudado que estaba, y lo asustado que se encontraba inclusive temblaba. El verle así le ponía mal. Le hacía sentir que de pronto podría desplomarse y desaparecer. Lo miró con preocupación. Y entonces…
- ¿Jaejoong…Hyung…?- Fue todo lo que salió de sus finos labios, antes de que se desmayase en su brazos.
- ¿Changminnie…?- Lo llamó, comenzando a desesperarse.- Yu—Yunnie… Min se ha desmayado… Yo… No está respirando bien…- Gritó girándose para ver que su amigo estaba ocupado hablando con celular, y que a su lado estaba DaHao, atado y de cara al piso. - ¿Yunnie?
- Tranquilo.- Le dijo colgando, no sin antes despedirse con respeto. Corrió a su lado, y se sentó junto a él.- Mira, ya está regularizando su respiración…
- ¿Con…Con quién hablabas?- Preguntó enfocado en el menor, su mano tomando la del castaño con fuerza.
- Llamé a la policía.- Respondió con seriedad.
- ¿Llamaste a la policía?- Preguntó Jaejoong alarmado, aún sosteniendo al menor entre sus brazos- P—Pero… ¿Qué…Qué les diré? Yunnie, Changmin puede tener problemas y mi padrastro…
- Jae- Lo cortó su amigo- Cálmate, déjalo todo en mis manos- Le sonrió.
Los minutos pasaban, y se hacían eternamente largos. Jaejoong decidió sentarse, con su espalda apoyada en la pared, y el pequeño descansando con la cabeza en su regazo. El moreno acariciaba el castaño cabello del más pequeño con cuidado, observando su rostro dormido, memorizando cada rasgo, cada detalle, pensando…
- Será mejor que te vayas Jae.- Lo interrumpió la voz de Yunho- Cuando termine de hablar con la policía iré a tu casa. ¿vale?-
- Si.- Asintió.- Gracias.
Secó las lágrimas que caían por sus mejillas. Finalmente había vuelto a casa con Changmin en brazos. Había entrado por la puerta trasera, teniendo cuidado de no ser visto por nadie. Y ahora, estaba sentado en el borde de la cama, y a su lado, el castaño. Aún esperaba la llegada de Yunho, que lo había llamado para avisarle que tardaría un poco más de lo esperado. Miró nuevamente al reloj, y luego a Changmin. Mantenía sus ojos cerrados, sus mejillas sonrosadas, un horrible moretón en su mejilla izquierda, y un corte en su labio.
-Minnie- Suspiró acariciando cariñosamente y con cuidado sus mejillas, preocupado de no despertarlo.- ¿Cómo terminamos así…?- Preguntó con melancolía.
- ¿Jae?- Lo llamo una voz familiar, provenía de detrás de la puerta. TocToc.- ¿Se puede?
- Sí, pasa Yunho- Dijo Jaejoong, no muy fuerte para no despertar a Changmin.
- Con permiso- Dijo el siempre respetuoso Yunho, entrando silenciosamente a la habitación, cerrando la puerta tras él.- ¿Cómo sigue Min?- Preguntó preocupado caminando hacia el moreno.
- Mejor- Respondió.- Ahora está durmiendo como el angelito que es.- Sonrió, aunque de todos modos, la preocupación, la pena y la rabia que sentía se hacían presentes en cada palabra que pronunciaba.- ¿Qué pasó con DaHao?
- Se llevaron detenido al desgraciado- Contestó escupiendo las palabras, mientras se sentaba al lado de su amigo, que ahora tenía una expresión de pánico en su blanco rostro- Tranquilo Joongie, nadie se va a enterar. –Aseguró- Le dije a la policía que no se comentara nada de lo ocurrido, ya que siendo este un restaurante famoso y de renombre, y escándalo de estas proporciones sería un desastre. Y ellos lo entendieron a la perfección.
- Que alivio.- Suspiró sintiendo que se había quitado un gran peso de encima.- Si el viejo se entera, estamos jodidos.
- No quiero ni pensarlo.-
- Oye Yunnie.- Lo llamó el moreno de repente. - ¿Porqué tardaste tanto?
- Oh, eso…- Respondió.- No me lo vas a creer, pero, antes de que todo esto pasara, el Chef había puesto una constancia en carabineros, diciendo que estaban desapareciendo cosas de la despensa y del almacén… ¿Me creerías que el malparido de DaHao era el que nos robaba? Incluso, tenía un expediente por robo y falsificación de identidad.
- Ese maldito. Tuve que haberlo matado a golpes en cuanto pude.- Se quejó apretando los puños- Además de degenerado, es un ladrón… Jamás voy a perdonarle lo que le hizo a mi Changminnie.-
Cerró los puños con rabia. Miles de pensamientos cruzaron por su mente, inundada por los recuerdos del reciente acontecimiento. Miles de inquietudes, dudas, interrogantes… ¿Porqué a Minnie? ¿Cómo podía existir alguien tan inhumano, como para hacerle algo así al pequeño? Sin duda el imbécil de DaHao no tenía escrúpulos. Luego, pensó en cómo se sentiría el castaño al despertar, pensó en todo lo que tuvo que haber sufrido. Pensó en lo horrible que se sentía el no haber estado allí para defenderle… ¿Qué le diría cuando lo mirara a los ojos mañana en la mañana? ¿Podría mirarlo a la cara? ¿Sería capaz de dirigirle la palabra? Estos últimos dos días a penas y se había topado…
- Neh, Joongie…- La voz de Yunho saco al moreno de su ensimismamiento. - ¿Qué sucede? Te veo muy triste de repente.
- Oh… No es eso, yo… Yo sólo pensaba.- Mintió descaradamente, sin siquiera hacer un intento por esconder la tristeza en su voz.
- Vamos, sabes muy bien que puedes confiar en mí- Le sonrió dulcemente- ¿Qué tienes, Jae?
- Está bien- Suspiró derrotado, tras una breve pausa.- Estoy preocupado Yunnie- Confesó, sin poder mirar a Yunho a los ojos, sabía que de hacerlo perdería la compostura. Ese chico podía sacar lo mejor de él. Sentía que podía contarle todo, con la seguridad de que jamás lo defraudaría- Como decirlo… El otro día, pasó algo con Minnie.
- ¿Se pelearon?- Preguntó, siempre atento a lo que su moreno amigo le decía-
- No- Respondió enseguida- No exactamente. Mira, yo pues…Con Changmin, nos estábamos besando…Es lo que los novios haces después de todo… Pero, yo tra—Traté de llevar las cosas más allá… ¿Comprendes….?- Preguntó avergonzado, Yunho asintió y un leve sonrojo atravesó su rostro al imaginar la situación- Pero apenas lo toque, Changmin se puso muy nervioso, comenzó a llorar y luego a delirar…Después se desmayó, tuvo pesadillas en la noche y cuando despertó a la mañana siguiente, no quiso hablar del tema, parecía tan sorprendido como yo…Le ofrecí mi apoyo, pero él no me hablaba…
Yunho se quedó en silencio unos instantes, sintiendo de pronto una gran carga. Como si en su espalda llevase kilos y kilos de algo no muy liviano. Con todo lo que Jaejoong le estaba contando, iba a terminar de atar los cabos sueltos en este asunto.
- Jae.- Le dijo con seriedad- ¿Qué…? ¿Qué cosas decía Min mientras deliraba?- Preguntó finalmente, temiendo que la respuesta del moreno fuese lo que estaba pensando.
- Mmg.- Se quejó entonces el castaño que dormía al lado del mayor, girándose para quedar más cerca de este, e inconscientemente tomando la mano de su querido Hyung.
- Minnie…- Susurró mirando de reojo al chico, sonriendo al ver lo pacifico que se veía- El decía cosas como ‘suéltame’, ‘déjame’… Pedía ayuda, lloraba.- Respondió, y se asustó al ver la extraña y preocupada expresión en la cara de su mejor amiga.- ¿Qué pasa Yunnie?
- Joongie… Mira, esto… Creo que ya es hora de contarte, de todos modos, tarde o temprano te ibas a enterar.- Dijo un tanto sombrío.- Sólo prométeme que no le dirás a nadie de esto.- El moreno asintió, asustado. Hubo un cortó silencio, hasta que se decidió por tomar aire y hablar- Al pequeño Changmin…Hace cuatro años… Lo intentaron violar.
El joven que dormía a su lado se quejó nuevamente, apretando con fuerza la mano del mayor. Podía oír las voces de sus Hyungs a los lejos. Sus sueños volviéndose de pronto una pesadilla, siendo de pronto interrumpidos. Todo se volvió negro, para luego dar paso a un centenar de imágenes. Primero una habitación, una puerta cerrada, pero no con llave. Una cama, todo era confuso, pero a la vez muy clara. Un hombre, unos pasos, unas manos. No había nadie más que ellos en casa, su casa. Pudo ver una cámara, su vista nublada…
- Mamita no está, ya te lo dije…- Le susurró el degenerado que lo tocaba sin pudores. Aquella voz tan familiar…- Grita más fuerte, y posa para la cámara…-
El hombre sonrió con malicia. Una sonrisa que ya había visto antes. Pudo divisar la pequeña cámara digital ubicada en su cómoda, grabándolo, ahora que estaba siendo despojado de su polera. Sentía frío, miedo, y se sentía tan ultrajado. El hipo se hizo presente, y mordió su labio inferior con fuerza, para detener sus gemidos de dolor, que parecían excitar más y más al hombre.
- ¡No! Q—que… ¿Qué hace…?- Se quejó al sentir como el hombre le bajaba sus pantalones, y metía su mano por entre su ropa interior, tomando su intimidad descaradamente.
-Mírate, ya no eres un niño…- Sonrió con malicia.
- Suéltame…Déjame…- Lloraba Changmin, cerrando sus ojos con más fuerza aún.- No me toques…Ahí…Por favor…
- Shhh, tranquilo, mira que de todos modos te gusta- Le dijo, con ese timbre tan conocido…
- Por favor, no sigas…T—
Y entonces vio su rostro, entonces lo entendió todo, entonces se explicó aquella familiaridad, aquella voz….Y no supo en sí de la sorpresa…
- ¿Qué?- Soltó el moreno, incrédulo-P—Pero… ¿Quién?
- Su tío- Bajó la cabeza, y apretó los puños, esperándose a la reacción de su amigo.
- Ese…Ese viejo de mierda.- Comenzó luego de una corta pausa, su voz quebrándose- ¿Cómo…Cómo pudo?... A mi pobre Changmin…- Sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas, reflejando la impotencia y la pena que ahora sentía.- Pero… ¿Lo…lo violó…?
- No.- Respondió- El padre de Min llegó justo a tiempo para salvarlo. El viejo no alcanzo a consumar su delito. Después de eso, Changmin se desmayó. Cuando despertó, lo llevaron al Psicólogo, pero no recordaba nada. Si le preguntas que hizo el día 6 de Abril, hace cuatro años, no va a poder recordar absolutamente nada.- dijo- Pero, al parecer su cuerpo no olvidó.
Ring, Ring. Sonó el celular de Yunho, rompiendo el, un tanto incómodo, silencio. En seguida, el chico se levantó de la cama, registró su bolsillo y atendió la llamada. Jaejoong pudo notar que se encontraba preocupado, y tampoco perdió detalle de la expresión en su rostro al mirar el número que marcaba la pantalla antes de contestar. Parecía, como si hubiese olvidado algo importante. “Lo siento…” Pudo escuchar aquellas palabras salir de la boca de su amigo. Al parecer, al otro lado de la línea se encontraba su querida novia, porque no dejaba de decir ‘cariño’, ‘bebé’, entre otras cosas melosas. Pero… Estaban peleando, o al menos ella parecía estar enojada con él.
- No, amor… Mira, surgió algo de veras importante, y no tiene nada que ver con Junsu.- Le decía- No, Yoochun tampoco, bebé. No te lo puedo contar por teléfono.- Se trataba de defender- Te juro que no olvidé nuestra cita, sé que estoy ya media hora retrasado pero… OK, espérame allá. Besos- Colgó.
- Yunnie…Lo siento- Se disculpó apenado, tan concentrado en su mejor amigo, que no notó que la mano que sujetaba la suya, lo apretaba cada vez con más fuerza, ni tampoco que la respiración del bello durmiente se hacía cada vez más irregular.
- No es tu culpa- Le sonrió.- En la vida, hay cosas más importantes que una salida al cine. Fui un tonto en no haberla llamado antes de todos modos.-
- Per—
- Tranquilo- Le sonrió otra vez.- De todas formas será mejor que me vaya, ya es bastante tarde. Cuida de Minnie. Nos vemos mañana en la escuela.
No pasó más de un segundo, y el chico ya había salido corriendo de la habitación, cerrando la puerta tras él. No había dejado al moreno ni si quiera despedirse. Jaejoong suspiró con pesadez, y soltó la mano de Changmin, sin notar por segunda vez, el estado en el que se encontraba, que cada vez empeoraba. Y no es que no le importase ya el castaño, pero el sentimiento de culpa en su corazón era muy fuerte.
Había causado una pelea entre Yunho y su novia. Otra vez
Jaejoong se caracterizaba por ser un chico independiente, cálido, que siempre trataba de no ser un estorbo o una carga para los demás. Menos para sus amigos. Pero por alguna extraña razón – y por mucho que intentara no hacerlo- siempre terminaba importunando a su querido mejor amigo. Quizás eran sólo coincidencias. Incómodas y extrañas coincidencias. Pero si no era porque estaba enfermo y necesitaba que le pasaran a dejar los apuntes, era porque estaba metido en problemas y necesitaba que alguien cubriera su turno en el trabajo. En cualquiera fuera el caso, el pobre de Yunho siempre lo ayudaba.
Suspiró nuevamente, y se levantó de la cama. Caminó hacia la ventana, y se asomó. Allí estaba el chico. El pobre corría, ya casi estaba llegando a la esquina, un poco más y llegaría a la salida del condominio. ¿Por qué iba tan apurado? Oh, sí. Había dejado plantada a su novia, en el cine, por su culpa. La vez anterior, Yunho no había asistido a la Final del Torneo de Volleyball Inter-escolar en el que su bella novia participaba como capitana del equipo local. ¿Por qué faltó? Pues porque el moreno no halló nada mejor que terminar castigado en el colegio por haber hecho alguna estupidez, y Yunnie lo cubrió en el trabajo.
<<.Yunho, tonto…>>
Se quejó. A veces le daba rabia que su mejor amigo no tuviese la confianza de decirle que no. Si sólo le dijera un simple ‘Lo siento, tengo una cita importante’ o algo por el estilo, no tendría porque estar allí, parado mirando por la ventana, sintiéndose tan culpable como lo estaba haciendo ahora.
<<.También es culpa mía…>>
Sí, lo era… Yunho era como su otra mitad, su alma gemela, su mejor amigo, pero no iba a estar allí para el toda la vida. Por esa misma razón, jamás le pedía nada a Junsu y a Yoochun, ni a su adorado Changmin… Ni siquiera a su madre le pedía cosas innecesarias como las que le pedía a Yunho… Con él, era todo tan distinto. Quizás era porque lo conocía tan bien, que sabía que lo apoyaría en todo incondicionalmente, y estaba siendo, inconscientemente la persona más tonta y egoísta sobre la faz de la Tierra. Sí, era porque sabía que Yunho no diría jamás que no, porque sabía que lo quería como a un hermano…
- Nng…- Se quejó de pronto el castaño, sacando a Jaejoong de sus profundos pensamientos. – Hyu—Hyung…- Lo llamó mientras cambiaba de posición, quedando en posición fetal.
- ¡Minnie!- Gritó preocupado el moreno. Se había olvidado por completo del bello chico que hasta hace un rato descansaba plácidamente en su cama. –Changmin…- Corrió como pudo hasta la cama, y se subió a esta, tomando una de las manos de su dongsaeng al instante, apretándola con fuerza y entrelazando sus dedos con los del chico.
- Hyung…- Susurró el menor nuevamente. El pobre comenzaba a sudar frío. Sentía que le hacía falta el aire, y poco a poco comenzaba a despertar.
- Aquí estoy Min, tranquilo…- Le susurró, acariciando su cabello, sus mejillas.
- Nng…- Se quejó otra vez, frunciendo el ceño para luego abrir sus ojos lentamente.
Lo primero que Changmin vio, fue el techo de su habitación. Borroso, todo se veía borroso. Sintió su cuerpo pesado, frío, su corazón acelerado, y de pronto, un agradable calor. Una cálida y blanca mano tomaba la suya con fuerza, y luego, suaves dedos jugando cuidadosamente entre sus cabellos. Giró su rostro, y no pudo detener el fuerte color rosa que se asomó en sus mejillas. Tampoco pudo con la sensación de tener miles de mariposas revoloteando libremente en su estómago. Era una escena de lo más hermosa. Frente a él, estaba sentado un joven moreno, de piel blanca, ojos grandes y oscuros, mejillas rosadas…
<<.Es la persona que me salvó hace un rato…>>
- ¿Changminnie…?- Lo llamó su ángel guardián, y de sus rosados y gruesos labios brotó era melodiosa e inconfundible voz.
- ¿Jaejoong Hyung?- Preguntó débilmente, reconociendo las fracciones de su amado Jaejoong.
- Sí…Sí, Minnie, soy yo.- Le sonrió, y lágrimas se comenzaron a formar en sus oscuros ojos. Inesperadamente el castaño se incorporó y se abalanzó sobre su Hyung, por poco botándolo de la cama, atrapándolo en fuerte abrazo lleno de amor.
- Hyung, hyung, hyung… Jaejoong, hyung…- Repetía, escondiendo su rostro en el cuello del moreno, sin querer soltarle.- Perdóname, por favor perdóname.
- ¿Minnie?- Lo llamó sorprendido.-Tú no tienes porque disculparte- Le susurró al odio, sintiendo como las cálidas lágrimas del más alto humedecían su camisa, y como su manitos se aferraban a ella por la espalda.- Yo no tengo nada que perdonarte a ti mi bebé, tu eres la víctima de todo esto… Y tengo la culpa- Si sólo hubies—
- Jae Hyung- Lo cortó, llorando. Se separó un poco del mayor para mirarle a los ojos- No…No…Yo debí decirte lo que me pasaba…Pero no pude, tenía miedo. No entendía nada. No recordaba que mi tío me había—
No pudo seguir, decir aquello que apenas y acababa de recordar. Comenzó a llorar aún más amargamente, cubriendo su rostro con ambas manos.
- Me da tanta vergüenza…¡Me siento tan sucio!
- Min…-
Jaejoong no dijo nada más, y en un inesperado movimiento tomó la cara del menor entra sus blancas manos, y lo besó tiernamente en los labios. Changmin se resistió en un principio, sintiendo que no merecía volver a tocar los gruesos, dulces y suaves labios del mayor después de todo lo que había pasado.
- Minnie, por favor…- Susurró separándose solo lo suficiente como para hablarle.- No me hagas esto…
- Pero, yo… DaHao Hyung también me besó, y yo… Yo….-
- Por esa misma razón. Déjame recuperar lo que es mío. Déjame mostrarte que no importa cuantos más te hayan besado, yo jamás te dejaré solo, siempre te voy a querer. Te amo.
- Yo—Yo también te amo Hyung…
A la mañana siguiente…
Changmin fue el primero en despertarse. A su lado, el moreno dormía plácidamente. Notó que aún mantenía su cintura prisionera entre sus blancos, delicados pero a la vez bien trabajados brazos. Habína dormido juntos luego de haber compartido uno de los besos más hermosos que jamás había recibido en su corta y triste vida. A pesar de todo lo malo que le había sucedido este último tiempo, con Jaejoong a su lado sentía que podía seguir. Era todo para él en este momento. En sus brazos se sentía seguro, querido, respetado… No podía creer el ángel que Dios le había mandado.
- Te amo…- Susurró mirando el rostro durmiente del mayor, unos cuantos cabellos oscuros los tapaban…Oscuros.
- Yo también te amo, bebé.- Le respondió aún con sus ojos cerrados.- ¿Despertaste hace mucho?
- Hace un rato, sí.- Le sonrió cuando por fin el mayor abrió sus ojos.
- ¿Por qué no me despertaste?- Hizo un puchero. Changmin se sonrojó al estar a sólo una nariz de distancia con Jaejoong.
- Eso fue porque…Este…- Con todo su valor, tomó un mechón de cabello del mayor, y lo apartó de su ojo, para poder verlo mejor.- Me gusta verte dormir Hyung.
- Minnie…- Suspiró enternecido- Eres tan hermoso, tan perfecto. ¡Ay, si yo te amo tanto, lindo!- Dijo con una voz aguda, abrazándolo de pronto.- ¿Qué pasa?- Preguntó al soltarle.
- No, no es nada, yo sólo….Me preguntaba. ¿Por qué tienes el pelo negro…?
- Ah, eso…- Sonrió nervioso. No sabía muy bien cómo responderle al pequeño aquella pregunta. Tendría que confesarle que había sido por un arranque de celos…-
- ¿Ya no te gustaba el rubio?-
- No, la verdad…Mira, Changmin… Yo me teñí el pelo negro porque… Porque pensé que te gustaba DaHao… Lo siento mucho, yo no quería dudar de ti… pero ya no hablábamos, y una vez me dijiste que él era tu tipo porque era moreno, alto y…
- ¿Lo hiciste por mi?- Sonrió, Jaejoong se sonrojó.
- Pues… Sí.- Respondió bajando la mirada, aunque sabía que era imposible ocultarse de los ojos de castaño, estaban demasiado cerca.
- Hyung, no era necesario- Le dijo acariciando sus cabellos.
- ¿Qué?- Preguntó, levantando la vista, sus oscuros ojos cristalizándose un poco.- ¿Por qué?... ¿No te gusta…? Quizás fue muy arrebatado…- Comenzó a decir y cerró sus ojos con fuerza.- Soy tan torpe.
De pronto, el mayor sintió como un par de cálidos labios se posaban en su frente, dándole un corto y dulce beso. Abrió sus ojos para ver al castaño, sonriéndole, y tomando su rostro entre sus manos. No pudo evitar sonrojarse ante tal visión. ¿Desde cuándo Changmin se comportaba así? Se supone que el mayor era él…
- No es eso, tontito- Le dijo el menor- Lo que pasa es que rubio también te veías muy hermoso. Y es porque, Hyung, tú eres la persona más hermosa de todo este universo, y hasta con el pelo fucsia te verías bien.
- ¿De veras?- Preguntó tímido.
- Por supuesto.
- ¿Entonces te gusto así?
- Me encantas.
Atrapó al más bajo en un fogoso beso, y por primera vez, fue él quien mordió los rosados labios del moreno para pedir acceso a su boca. El mayor aceptó gustoso, y suspiró placenteramente al sentir la inexperta lengua de Changmin recorrer su boca de un lado a otro. Luego de unos minutos, el mayor decidió cortar el beso.
- Neh Minnie, tranquilo- Le sonrió lamiendo sus labios.- Que ya son las ocho de la mañana, y tienes que ducharte si planeas llegar a tiempo algo colegio.
- Owww. No quiero.- Hizo un puchero- Quiero estar más tiempo contigo.-
- Si quieres nos podemos duchar juntos- Sugirió con una pervertida sonrisa en su rostro.
- ¡No, pervertido!
Le gritó incorporándose para luego lanzarle una almohada en la cara. Ambos rieron, por fin todo volvía a estar bien entre los dos.
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jajajaja "el pelo fucsia" y "¡no,pervertido!"
ResponderEliminares que son un amooorr
hola
ResponderEliminarpor fin jae supo que es lo que atormentaba a min, y las cosas entre ellos ya van mejor.
yo quiero un amigo como yunnie tan lindo
y estoy de acuerdo con min aunque ya se lo pinteel cabello del color que sea siempre se vera divino
continuacion por fis
saludos
si jae se vera hermoso tenga el kolor de cabello ke tenga
ResponderEliminaraaaaaaa por ke nu se vayan juntoosss!! asi ahorran agua, siii!! hay ke hermosos son, kero saber ke mas pasaaaa!!!
awww x fin *respira aliviada* nu mas sufrimientos para changminnie por ahora ¬,¬
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