Soul Fighter Storm cap 29

Rueda cuesta abajo

Desde el momento en el que todos nos encontramos en el hotel…..todo ocurrió muy deprisa… entre las copas que tomamos en aquel bar, entre las que tomamos por la ciudad…..entramos casi como cubas en el avión y por poco no nos dejan subir….

Apenas nadie durmió en el avión, entre las escandalosas risas de mi idolatrado ser, las de Junsu, y las bromas de Yunho……

Respecto a mí, esta fue una de las raras ocasiones en las que pude sentarme al lado de Jae durante el vuelo.

Todo sería diferente en este viaje…para empezar, porque en Hollywood seriamos tan libres como lo fuimos al llegar a Japón e incluso mas…..

Quizá por eso me permití el lujo de sujetar discretamente su mano mientras dormía….

El ambiente era distendido y a nadie pareció importarle el hecho de que pasara horas cogido de su mano. Este era el pequeño e intimo traspiés… lo que yo me temía que acabase pasando…..que no pudiese reprimir este tipo de cosas.


Cada día, un poquito más, mi amor por ti se desbordaba. Y gota a gota, escapaba de mi control.

Según llegamos teníamos el concierto. Pasó todo deprisa, para mi paso todo como de continuo, como si el mundo girase más deprisa de repente.

En medio del triunfo y del tumulto, mi mente no lograba alejarse del sonido del reloj, que marcaba los pasos hasta mi juicio.

Tu como siempre, Jaejoong te dejabas llevar por la corriente, y poco a poco yo encajaba mis piezas alrededor, para dirigirte hacia donde quería, para tenerte conmigo.

En hollywood los patrocinadores pagaban, y aunque nosotros éramos cinco, nuestros bailarines, y SNSD eran tantas, todos teníamos habitaciones de lujo individuales a nuestro nombre. Desde luego allí las cosas iban a lo grande.

Mi pretensión era que Jaejoong no llegase a usar la suya.

Cuando al fin terminamos todos los compromisos, eran las 11 de la mañana, del dia siguiente del concierto. Todos llevaban casi 42 horas seguidas sin dormir, y fueron como zombis hasta sus habitaciones. Yo te guié, tal y como había planeado, hasta mi habitación.

Tu piel hasta perfumada de alcohol era exquisita. Se te cerraban los ojos cuando, sujeto de mis hombros intentaba llevarte hasta la cama.

El clima era más cálido, y tu no soportabas pasar calor....gemías incómodo y cuando te acomodé sobre la cama, no tardé en comenzar con mi pasatiempo favorito: quitarte la ropa.

Uno a uno quité tus accesorios, esos que embellecían tu cuerpo; tus pendientes, uno a uno, esos colgantes que llevabas, ese par de anillos, tu pulsera de los conciertos, sólo dejé el piercing en el ombligo, el otro no lo llevabas.

Lentamente, desabroché los botones de tu húmeda camisa, deleitándome con el tacto de tu suave y cálida piel. Tu ya estabas prácticamente en brazos del sueño.

Te bajé lentamente los pantalones vaqueros que traías puestos, pero no pensaba detenerme ahí....quería verte por completo.

Acaricié lentamente con mis dedos tu tatuaje en la cadera, justo antes de sujetar el elástico de tus dorados boxer de la suerte, y poco a poco desprenderte de ellos.

No sabía que desnudarte mientras no eras consciente de ello fuera tan emocionante.

Mi respiración se agitaba por momentos....y sinceramente, no sé por qué, no pude evitar inclinarme sobre ti para besar tu cuerpo.

Bese tu ancha barbilla, tu salado cuello, tu pecho y tus costados, tu ingle lentamente, disfrutando de la suavidad de tus muslos entre mis labios, separé tus piernas y seguí besándote. Tu miembro estaba semi-despierto, debido a la emoción del concierto y la fiesta. Lo besé delicadamente y con timidez. Te miraba a cada paso, para ver tus gestos.

Rápidamente me quité la ropa dejándola en un montón sobre el suelo, cerca de la cama.

Te observe yacer desnudo sobre la inmensa cama.

MI Jaejoong...... tentador......e inmaculado pecado de la naturaleza.


Suspirando me levante lentamente, y me metí en el baño, para ducharme, y preparar mi cuerpo a conciencia, para darte lo más importante de mí.

Tardé varias horas en salir, pero al fin, entré en la cama contigo, tu dormías plácidamente.

Te acerqué a mí, y me acomodé a tu lado para dormir sintiendo tu piel contra la mía

Cerré los ojos........





Eran las 5 de la tarde y Junsu no podía dormir más. El sol brillante de Los Ángeles entraba entre las cortinas y le daba directamente en la cara. Llevaba dos horas intentando volver a dormir pero era imposible.

Harto ya de sudar y dar vueltas, decidió levantarse sin ganas. Cuando se levanto y pensó en ducharse, escucho unos golpes en la puerta. Se quedo donde estaba y escucho unas risas al otro lado. Risas femeninas, de varias personas.

Sin preguntarse mucho mas, con los ojos hinchados, abrió un poco la puerta.

Al otro lado había alguien asomado. Una chica. Se sobresalto y en seguida la reconoció.

-Tiffany?? Que haces aquí?- Pregunto sorprendido. Ella no le miraba a los ojos. Miraba por la rendija que estaba abierta de la puerta. Solo veía la habitación al fondo, el estaba inclinado, pegado a la puerta.

-Ah hola….Junsu-sshi….-dijo con una sonrisa. Junsu pudo escuchar algunas otras risas femeninas al otro lado del pasillo. Se puso serio para escuchar lo que tenían que decirle, no se fiaba nada.- Te hemos despertado?

-No….- murmuro sin ver a nadie más alrededor.

-Bueno.. he venido de parte de ALGUIEN para decirte si quieres quedar luego para ir por la zona del paseo aquí delante del hotel.

-Con quien?- Preguntó.

-Eso ya lo veras….- Dijo ella.

-Déjate de tonterías.- Dijo cerrando la puerta.

Sin pensar mucho más, cerró con seguro y se dirigió a la ducha, ignorando los insistentes golpes que daba a la puerta.

Puso su Ipod en el baño, y decidió darse la ducha más larga en años.

Ya sabía de qué iba todo el tema. Notaba desde hace algún tiempo que las chicas querían relacionarle con…ella.

La chica perfecta….la preciosa, dulce, chica ideal a la que se sentía incapaz de amar.

No era su culpa…no podría pedir más. Pero su corazón estaba aún herido y dolido por el pasado, esa era la verdad.

Siempre pensó que para él habría una sola persona en la vida.

Pero esa persona que le había acompañado durante todo el camino hasta aquí, ya no seguiría a su lado.

¿Y de quién había sido la culpa?

Solo suya.

Su trabajo requería sacrificios y para él, este había sido el más grande todos.

Ya no le quedaba nada más que darle a la música.

Era lo último solamente suyo que tenía. Después de esto ya no le quedaba nada más.

Pensó que podría vivir sin ella si tenía la música. Se entregó en cuerpo y alma sin reservas como nunca en su vida a partir de entonces.

Creyó que eso sería suficiente, que su trabajo y su pasión serían suficientes.

Creyó que no necesitaría el roce de otra piel para sentirse completo.

Que cualquier pasión por ella le restaría pasión en su trabajo.

Cualquier pasión que no fuera por ella......era tan volátil como el viento. Tan fría y distante como si nada de lo que creara procediera de su cuerpo.
Se había robado a sí mismo sus restos más íntimos de humanidad.

Y ahora ya no tenía remedio.

Le había causado el daño más grande a quien más quería y ahora....solo quedaba este camino cuesta arriba frente a él.... y nada más.

Y se sentía incapaz de volver a confiar en nadie, de empezar de nuevo.

Nunca pensó que le resultara tan difícil y menos aun, necesario.
Que su familia y su trabajo eran suficientes.

Pero se equivocó.

Su corazón no era tan flexible como a él le hubiera gustado.

Y se sentía frustrado y desilusionado consigo mismo.

Cada vez que miraba a los ojos de aquella chica que seguía sus pasos desde hacía tiempo, que había recorrido el mismo camino que él y que como las demás en su propio negocio, no le interesaban. Veía la misma determinación en sus ojos, que había en los suyos propios, hacía no tanto tiempo.....

¿Qué pensaba ella que tenían ellos dos en común aparte de ser ambos esclavos del mismo sueño?

¿Qué pensaba encontrar ella en él?

No tenía nada que ofrecer.

Ella debería saber eso.....¿que esperaban todas encontrar......en cualquiera de ellos......?

Qué capricho el tenerle....... qué capricho....

Realmente no iba a encontrar nada más en él que no pudiera encontrar en cualquier otro.

Excepto la fama...... el talento?? Un talento que no valía fuera del escenario, oculto de una cámara... que no valía para un público formado por una sola persona.

Cuanto antes se rindiera mejor.

“Tu, Taeyeon, que sabes mas de mi que cualquiera....qué demonios buscas? No voy a dejar que encuentres mi soledad, que te des de bruces con mi vacío......no quiero que me encuentres. Tampoco dejaré que me uses. Vuela lejos de mí cuanto antes.....no pierdas el tiempo.”

Pensó que le gustaría transmitir estas palabras en su mente sin decirlas.
Porque jamás las diría.

Nunca podría hablarle claro. Ni a ella ni a ninguna mujer, simplemente no estaba hecho para eso, no lo podía evitar.


Una vez se canso de estar en la ducha, se vistió, se coloco la gorra y las gafas de sol y decidió salir a que le diera un poco el aire.

Como era costumbre en el, se le olvido que tiffany y las compinches misteriosas le habían dicho que esperara a “alguien” justo ahí por donde él se suponía que iba a pasear.

Con unos pantalones pirata color caqui, y una camiseta blanca, Taeyeon esperaba nerviosa en el mirador, girando la cabeza para todos lados, menos para el que veía a quien ella esperaba.
Junsu andaba deprisa sin fijarse mucho por donde iba, mientras hacia una llamada con su teléfono móvil, que según su manager debería funcionar allí.

Con todo el ajetreo aun no había llamado a sus padres. Pero el golpe que se dio contra otra persona le hizo perder la llamada y el móvil. El se disculpo en ingles pero una voz femenina se disculpo mil veces en coreano.

Taeyeon abrió la boca al verle delante.

-Junsu-oppa….- susurró con la boca abierta. Las demás chicas la habían obligado a ir, aunque ella pensaba que Junsu nunca iría. SU sorpresa era demasiada incluso para saludar.

Con un gesto de desilusión Junsu quedo escondido por su gorra y las gafas de sol. Justo lo que no quería, encontrarse con ella.

-Taeyeon ah, vas a algún sitio?- Pregunto Junsu muy simpático con esa dulce sonrisa y el labio superior levantado. Junsu no solía hablar en ese tono tan dulce de voz en público.

Taejeon simplemente no encontraba las palabras. Se ponía cada vez más nerviosa a medida que los segundos se esfumaban y de su boca no salía sonido alguno. Cuanto más se estresaba menos ideas llegaban a su cabeza.

- Esperabas a alguien?- pregunto Junsu.

Taejeon entonces no supo que decir en absoluto. Cerro y abrió la boca un momento, como un pez, intentando decir lo que fuera, aunque no tuviera nada que ver con la respuesta que él esperaba, hasta que él habló.- No deberías andar por aquí tu sola, porque no vienes conmigo de momento?, voy a dar un paseo por aquí.

Taeyeon asintió levemente y le siguió mientras observaba esa media sonrisa dulce como el caramelo.

Aunque no decían nada, el silencio no era incomodo. Se miraban el uno al otro, esperando que decir. Sabiendo ambos por que estaban allí, y queriendo decir ambos diferentes cosas, sin tener que decirlas con palabras.

Lo que le hacía a Junsu comportarse con naturalidad con una chica como Taeyeon, era que habían vivido muchas cosas juntos en la academia y en SM, desde hacia tiempo, y aparte de esto, gustos en común y sobre todo, lo cerrado que se encontraban sus corazones.

Taeyeon era poco más que la dama de hierro, y por eso era respetada. Su imagen frágil y femenina no se correspondía con su carácter. A diferencia de muchas, ella se centraba en su objetivo y trabajaba sin descanso, sin apartar la vista de su meta. Por todos era conocido, que no se acercaba a nadie, de dentro o fuera de la academia, solo había una cosa que la importase: su carrera. Y por ello había recibido honores que ninguna otra había recibido dentro de la misma compañía. Quizá no fuera tan bonita como otras, pero su atractivo personal y sus ganas, además de su talento, eran indudables.
A Junsu todo eso le resultaba familiar…

No comprendía el interés que tenía Taeyeon en él. Entre todos ellos, las chicas de la academia no tenían secretos, sabían de todos los rumores vergonzosos y se conocían como hermanos. Ningún glamour ni secreto por conocer. Ningún interés… ¿Por qué entonces Taeyeon se mostraba diferente con él?

Toda la academia sabia, al igual que respecto al desinterés de ella por encontrar pareja, de la larguísima relación de Junsu y al mal puerto que había llegado.
Junsu no entendía, siendo Taeyeon una jovencita tan inteligente como ella era, ¿Por qué le interesaba el miembro menos accesible y más amargado de Tvxq? Y para su propio juicio, el menos atractivo.
¿Por qué quería perder el tiempo con él?


-Junsu oppa….no sé porque has venido aquí….pero imagino que no ha sido por mi.- Junsu comenzó a sentirse incomodo odiaba hablar las cosas claras.- Siento mucho que las chicas te hayan molestado en tu cuarto.

-Ah… no te preocupes, no pasa nada…- dijo mintiendo.- Me imagino que no fue idea tuya….-Al menos, de eso podía estar seguro. Conocía a las chicas, y la conocía a ella.






Taeyeon se sonrojo sin poder evitarlo y suspiro con alivio al escucharle.

¿Por qué le ponía todo tan fácil?

¿Por qué era tan encantador?

Taeyeon sabía bien que Junsu no estaba interesado en ella de esa forma….pero era como un sueño, no quería preguntar nada mas, solo quería disfrutar de su compañía.

Le miraba sonreír, hablar….. Junsu la felicitó por el éxito de su single en solitario.

Todas las palabras que quería decir se las guardo para ella….


“quiero seguir tus pasos”

“Tu me inspiras”

“Canto para que me escuches, para ti.”


Todas esas frases tuvo que guardarlas tras su sonrisa, tras su gafas de sol, entre sus manos enlazadas entre si, por no poder coger la suya.

Deseaba poder ver sus iris morenos tras los cristales oscuros de aquellas gafas, que sus labios no dejaran de sonreír justo antes de que ese pequeño y dulce labio superior acariciase los suyos suavemente.

Quizá aunque intentaba ocultarlo, él ya sabía cuáles eran sus deseos.

Quería que esos tersos brazos de piel delicada la rodearan hasta hacerla morir de felicidad entre ellos.
Y cada vez que le miraba, veía que eso no ocurriría.

-Junsu oppa..- Dijo ella suavemente. Él dejo de hablar por un momento, y la contestó con esa voz que no era dulce, que era masculina y seria, que era candente y aterciopelada. Su sonido la hizo olvidarse de lo que iba a decirle.

Se quito las gafas y sus ojos hablaron por ella.




Junsu no supo qué hacer. Las delicadas facciones de Taeyeon y su pálida piel aun sin maquillar, relucía al sol.

¿Qué más se podía pedir en una mujer?

Junsu resopló hacia un lado intentando componerse. Solo tenía que ignorar el brillo de sus ojos, el tono melocotón rosado de sus labios entreabiertos, ella nunca se acercaría, nunca le reprocharía nada……

Junsu respiro hondo de nuevo.

-Soy un idiota….- dijo para sí, aunque en voz alta, confundiendo a Taeyeon, quien abrió los ojos con sorpresa. Después de desviar la mirada una vez más, y girar sobre sí mismo, se volvió una vez más hacia ella.

La mirada suplicante de Taeyeon le detuvo. Con sus ojos brillantes y al borde del llanto, temía que la pidiera que se fuera. Que se arrepintiera de haber pasado esos minutos a su lado.

En lo que dura una inspiración, Junsu retiro sus gafas, levanto la visera de su gorra, y sin ningún aviso, le dio a sus labios el roce que ya casi habían olvidado.

Probó los labios de la que había sido su compañera en tan solo un instante.

Porque Junsu se sintió tan necesitado de aquel divino contacto que si no se retiraba de allí no pararía hasta hubiera llenado toda su boca con el sabor de Taeyeon.

Después de este brevísimo beso, Junsu se coloco la gorra y las gafas de nuevo y camino en dirección contraria, alejándose de allí.


Ella quedó de puntillas, tensa, temblorosa y sin recordar si quiera el idioma coreano, recibiendo el brillo del sol en la cara.

Respiro con dificultad tras unos segundos y creyó por un momento que lo había soñado.

Necesitaba que alguien a su alrededor le dijera que Xiah Junsu había besado sus labios antes de irse.
Porque creía haberlos soñado. Creyó que lo deseaba tanto que su mente le había jugado una mala pasada.

Junsu no volvía, y el sol iba secando rápidamente la humedad que la lengua de Junsu había dejado sobre ellos al probarlos. Todo en un instante.

Si se hubiera tratado de alguna otra persona, le hubiera tratado de buscar explicación, sentido, respuestas. Pero ninguna de esas ideas acudía a la cabeza de Taeyeon en esos momentos.

Había sido tan rápido, si de verdad había ocurrido, que no había tenido tiempo apenas de notar el sabor de su aliento.

NO sabía por qué había ocurrido, pero no preguntaría. Ni siquiera correría tras él buscando más. Sus piernas no parecían responder.

Se sentó en un banco cercano, con su corazón desbocado.


Solo intentaba saber cómo podría volver a mantenerse en pie, la próxima vez que le tuviera delante.







-Estás loca.- Murmuró Yunho en la oscuridad cuando notó el perfume de su novia en la habitación. Le dijo que iría muchas veces, pero todas ellas pensó que sólo era un deseo.-¿C-cómo has conseguido entrar? Todo el hotel está lleno de fans… tengo que irme de aquí dentro de 4 horas…

Ahora el deseo se había hecho realidad.

La sombra menuda y delicada que veía frente a él, quieta y en silencio, le observaba.

-Tal vez sean 5.- Susurró ella.

Hacía tanto tiempo que no escuchaba su voz en persona, que casi había olvidado, ese timbre sensual que se perdía a través del altavoz del teléfono.

Ella aún no se movía de su lugar, pero cuando vio la ropa caer, su piel desnuda se erizó bajo las sábanas.

Tantas, tantas noches de fría soledad…..

Estaba a punto de cobrárselas..todas juntas. La última vez que se habían encontrado, para salvar su relación, no había podido hacer nada, por mucho que lo deseara.

Se había maldecido una y mil veces, por perder aquella oportunidad, pero no había caso, no había manera de que pudiera tocarla después de lo que había pasado con Jae, y después de que hubieran hablado sobre el tema. Aunque él no le hubiera contado ningún detalle al respecto.

Ahora todo eso quedaba atrás. Tras sus espaldas. Y se sentía renovado, y listo……

Sus dedos temblaban involuntariamente, prendidos de las sábanas, presintiendo el contacto de la piel femenina.

Pronto.. pronto… sentiría ese abrasador calor rodeándole, de nuevo. Ya se dejaba rodear de él, ya casi sentía todas esas sensaciones que había desesperado por tener de nuevo.

Dejó escapar un gemido de anticipación cuando la vio su sombra felina acercarse a él sobre las sábanas. Se inclinó de nuevo sobre los cojines, esperando ser cazado. Qué dulce rendición.

Jung Yunho no era hombre a quien le gustara perder, dejarse atrapar….exceptuando un lugar….sobre una cama.

Se tendió sobre él lugar, dejando caer su cabeza hacia un lado, exponiendo su cuello.

Cuando los pequeños dientes de su amante y su cálido aliento mordieron la carne de su cuello suavemente, Yunho ya gemía.

Como un imán, aunque temblorosas sus manos atraparon sus caderas, con fuerza, como si fueran a desaparecer si no la sujetaba con fuerza.

Cuando la atrapó en un abrazo, gimieron ambos, y el escuchar su voz tan cerca de él, sentir su aliento, su calor de nuevo, embriagaron sus sentidos. Cerró los ojos. A pesar de que siempre le pedía que encendieran las luces, que quería observarla, que quería que le viera. Esta vez sentía que no quería detener ese momento. Esta vez no era necesario.

Ella respiraba junto a él y la mera sensación de su calor, su aliento, su olor, lo eran todo para él. Yujin al fin estaba a su lado.

Todas las veces que había suspirado por tenerla de nuevo, habían valido la pena. En ese instante que volvía a tenerla entre sus brazos.

Y entonces supo que no podría esperar.

Giró sobre ella hasta atraparla entre su cuerpo y el colchón. Presionó cada parte de su duro cuerpo contra ella y la susurró al oído lo que pensaba hacer a continuación hasta que ella emitió un gemido desesperado, y después beso sus labios.

Le perdonaría eso, claro que lo haría….al fin y al cabo… aún tenían 4 horas más por delante…..







Jessica, Tiffany y compañía, llevaban más de 1 hora llamando sin descanso a la puerta de la habitación de Jaejoong, sin respuesta.

-¿Se puede saber por qué no nos vamos ya?- Preguntaba Jessica cansada, resoplando.

-Ha de estar ahí…..ya sabes cómo le encanta fastidiar a Jaejoong…..sé que está ahí…- decía Tiffany convencida.- pero yo soy más persistente jajaja. Se las devolveré todas….

-¿Por qué Jaejoong si es tan capullo? ¿Por qué no hemos ido a la de Changmin…..? a mí me gusta más - Decía Jessica.

-¿Qué dices? Jaja Changmin nos mandará por donde hemos venido cerrando la puerta en las narices!- Decía Tiffany algo molesta con una irónica sonrisa.- Parece mentira que no lo sepas..

-Eso será A TI.- puntualizo la otra chica.

-Que narices has dicho, guapa?- Le pregunto desafiante tiffany dejando su interés por la puerta.
Jessica simplemente rio.

-Que todos ellos pasan de ti…. No te canses…sabes? me largo de aquí ya estoy aburrida…. –Dijo jessica comenzando a marcharse.

-Y es que para ti es distinto, te crees que porque te lleves mejor con Changmin ya tienes vía libre a su cama??- grito Tiffany en medio del pasillo.

-¿te quieres callar la boca, verdulera?- Ordeno jessica.

-A mi no me mandes callar….puta!- Le grito tiffany sonriendo.

-Como me has llamado??- jessica se acerco a ella de mala manera para sujetarla, cuando de pronto una señora de la limpieza se acerco a la habitación de Jae y la abrió.

Todas entraron en tromba, atropellando a la pobre mujer por medio.

Se quedaron anonadadas al comprobar que la habitación estaba completamente vacía. Ni si quiera había una bolsa o una maleta.

-Niñas, no podéis entrar!- dijo ella en ingles. Todas dejaron que jessica intentara preguntarle en ingles a la señora.

-Oiga… donde está el dueño de esta habitación….?- Pregunto jessica con todas detrás de ella empujándola y mirando a la señora expectantes.

-pues…. Bueno, la habitación está reservada, pero nadie ha pasado a recoger la llave, solo venia a comprobarla.- Dijo ella- pero no podéis entrar aquí, tenéis que salir.

Todas se quedaron en blanco…..
Ellas habían visto a Jaejoong entrar en el hotel…….

¿Dónde demonios estaba JAEJOONG????

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