KINGDOM TVXQ!

CLOSE 2U
Arualthings

Don’t cry my lover cap 8

Por fin, todo volvía a ser normal entre los dos. Con eso en la mente, Changmin partió a la ducha. Había decidido dejar atrás todo lo malo que pudiese haberle pasado, y enfocarse sólo en Jaejoong. Con aquello como meta, se vistió, tomó desayuno, y caminó al colegio. No esperó al moreno, puesto que este le pidió, apenas salió de la ducha, que no lo hiciera, que se tardaría un poco más porque le tenía una sorpresa.

<<.Ya casi es hora de almuerzo, por fin. Vamos, sólo dos minutos más…>>

Pensaba impaciente Shim Changmin, que hacía todo lo posible por poner atención en la complicada clase de aritmética. Pero era en vano. Estaba demasiado emocionado por ver a su querido Hyung. En la mañana le había dicho que le tenía una sorpresa, y no podía dejar de pensar en qué sería. Y por fin, Ring sonó el timbre, guardó sus cosas, tomó su mochila y salió disparado al casino. Tan concentrado iba, que no notó que alguien venía en dirección contraria cuando dobló en una esquina.

- Lo siento- Se disculpó, casi cayéndose de espaldas al piso al chocar con un alumno. Sin notar de quién se trataba. Desgraciadamente botó su mochila, así que se agachó rápidamente a recogerla.- Lo siento de verdad.
- No importa chico, sólo ten cuidado por—
- ¿Yoochun Hyung?- Preguntó al reconocer la ronca voz del joven. Levantó la mirada, ya allí estaba. Enfocó su vista en el joven frente a él y no cupo en su sorpresa. Hacía más de dos días que no veía al simpático moreno.
- ¿Minnie?- Sonrió de oreja a oreja.- ¡Tantos días que no te veía pequeño!
- Si… Disculpa por haberte chocado, estaba un poco distraído y traía un poco de prisa.- Se disculpó sonrojándose. Yoochun le dio una mano para ayudarle a pararse.
- Tranquilo- Le dijo dándole palmaditas en la espalda- La verdad, me alegro de haber chocado contigo. ¿También llevaba prisa, sabes?
- ¿Qué?- Parpadeó el castaño sin entender muy bien de que iba su Hyung.
- Sí, estaba buscándote a ti.- Le sonrió- Y si que te escondes bien, mira que llevo buscando más de cinco minutos, y la escuela no es tan grande tampoco.
- ¿Me buscabas a mí? ¿Por qué? -
- Oh, pues, Jaejoong me dijo que te diera esto. No tengo idea de lo que es- Dijo entregándole un sobre- Me pidió explícitamente que no lo leyera, y por eso no lo he hecho. Eso sería todo, y más te vale apurarte, porque la hora de almuerzo no es eterna.

Y con eso, el moreno salió corriendo, dejando a Changmin sólo en el pasillo, un poco anonado, mirando la carta con detención. Yoochun sonrió, dando un último vistazo hacia atrás. Notó que el pequeño se había decidido abrirla, y mientras leía, una hermosa sonrisa adornó su angelical rostro. Una extraña calidez inundó el corazón del mayor que caminaba en dirección al casino. No iba a admitirlo jamás abiertamente, pero le había hecho mucha falta el menor esos últimos días que había estado distanciado con Jaejoong. Aunque no hablaban mucho, el castaño sabía cómo hacerlo sonreír, y no sólo a él, a todos.

- No cabe duda de porque Jaejoong lo quiere tanto- Dijo para sí mientras se sentaba en una mesa vacía, ya con su bandeja en mano.
- ¿Y de quién se supone que estamos hablando?-Preguntó una aguda voz tras él. El moreno se dio vuelta, sólo para encontrase con Junsu, quien ahora se sentaba a su lado.
- Me asustaste, delfín tonto.- Se quejó.
- Lo siento, pero pensé que sería gracioso- Le sonrió.- Te veías tan concentrado. Me pregunto ¿Porqué no eres así en clases? Te iría mejor si lo intentaras.
- Ya cállate.- Le sacó la lengua.
- Ya, ya tranquilo.- Lo intentó calmar. – Pero, ¿Me quieres responder quien es aquella persona a la que Jaejoong Hyung quiere tanto?
- Oh, eso-
- Vamos, Chunnie, dime ¿Ya está de novio con alguien o qué?- Sonrió esperanzado. Ahora tendría con quien molestar al mayor.
- No, no seas idiota. Hablaba de Minnie- Respondió- Hace un rato Jae me pidió que le entregara un sobre, parece que por fin se arreglaron.- Le dijo.
- Ya era hora. El otro día yo hablé con Min sobre eso. Se veía tan afectado el pobre. Ni hablar de Jae-Hyung, pero… Hay algo raro...
- ¿A qué te refieres?- De pronto el ambiente se volvió muy tenso.
- Sólo, no quiero que pienses mal de mi Chunnie. ¿Vale?- Yoochun asintió- Lo que pasa, es que la relación entre esos dos no me parece muy ‘de hermanos’-
- ¿Qué quieres decir?- Preguntó, aunque ya sabía cuál sería la respuesta.
- De verdad, parece como si estuvieran enamorados… Como si fuesen novios…
- Bueno…- Dijo luego de una breve pausa- Sí, es verdad que a veces lo parecen, pero…Yo estoy a favor del amor, y si ellos se aman… Después de todo no son hermanos de verdad.
- ¡Pero Yoochun!- Gritó casi histérico- ¿Cómo puedes decir eso? Es algo que va en contra de la moral, de la ética y—
- Jun-chan, ¿No estarás celoso? Porque, creo que estás exagerando un poco las co—
- No estoy celoso, y menos exagerando. Digo, ¿Exagerando? ¿Yo?- Se puso de pie ofendido.- Yoochun no entiendes nada-

Y con eso, el chico se fue dejando al pobre moreno más confundido que nunca. Junsu jamás levantaba la voz de esa forma. Era Chillón, pero nunca gritaba con furia, ni menos se levantaba de la mesa. No entendía el extraño cambio de actitud del joven.



<<.Debería ser por aquí.>>

Pensó el pequeño joven castaño, mientras daba la vuelta a la esquina de largo pasillo. Nunca había estado por allí, era la parte trasera de la gran escuela. Jamás se le hubiera pasado por la mente ir a meterse por esos lados, y de haberlo hecho ya estaría perdido. Caminó un poco más, y se encontró frente a una puerta que daba a lo que parecía ser el patio trasero, antes de dar un paso, volvió a mirar la carta que tenía en sus manos.

“Minnie,
De verdad, antes que todo, quiero pedirte disculpas por no haberte acompañado en la mañana, pero es que te tengo una sorpresa. Te espero a la hora del almuerzo bajo el viejo Sauce del patio trasero del colegio.
(Pasado el laboratorio, gira a la derecha en el pasillo de los baños, sigue hasta llegar a las escaleras, baja un nivel, y gira a la izquierda, allí verás una puerta…)

Con amor, tu Jaejoong Hyung”

Sonrió al releerla, y la acercó a su rostro, aspirando el aún existente olor a frutilla, ese que caracterizaba al moreno. Su corazón comenzaba a acelerase a medida que se acercaba a su destino, esperando impaciente aquello en lo que había estado pensando todo el día. La sorpresa que le prometió Jaejoong. Abrió la puerta que daba al patio, y salió. Buscó con la mirada y de pronto fijó su vista en un gran y viejo Sauce Llorón, allí, entre las sus largas y verdes ramas, divisó una silueta.

- ¿Jaejoong Hyung?- Preguntó acercándose con una sonrisa en su rostro- ¿Hyung?- Changmin volvió a llamarle, esta vez un poco más alto.

Llegó hasta el gran árbol, y apartó algunas ramas. Y allí estaba frente a él, sentado con su espalda apoyada en el tronco, a la sombra del sauce, con su mochila a su lado. Sus morenos cabellos brillaban ante la tenue luz del sol que traspasaba las espesas y verdes ramas. El castaño pudo notar que Jaejoong no traía puesta su corbata, y que llevaba su camisa con algunos botones abiertos- dejando a la vista parte de ese bien formado pecho que tenía al pequeño hipnotizado.- sobre esta, estaba el vestón azul marino del colegio. En su regazo, descansaba una gran caja de almuerzo.

- ¿Minnie?- Preguntó el mayor al sentir la presencia del más alto, sacándolo de su trance-¿Porqué me miras tanto? ¿Tengo algo en mi ropa?- Le sonrió con picardía.
- ¡N—No! Hyung, no es...Pues yo…-Changmin balbuceó nervioso. Tragó saliva, su corazón dio un salto, y sintió como su rostro se sonrojaba ferozmente- Es sólo que…Te ves tan bien, que yo…L—Lo siento mucho.- Se disculpó sentándose cabizbajo a su lado.
- ¡Ay, Minnie~!- Chilló mientras un leve sonrojo se hacía su espacio en sus blancas mejillas.-Eres tan tierno- Le dijo alzando una mano para acariciar sus mejillas, sorprendiéndose un poco al sentirlas calientes.-
- Hyung.- Soltó, levantando la vista.-
- Me alegro que hayas recibido mi carta, por un momento dudé de Yoochun, y temí que se arruinara mi sorpresa.- Confesó.- Hoy vamos a almorzar juntos, mira, preparé algo para los dos- Sonrió abriendo la caja para revelar una gran variedad de aperitivos típicos japoneses.
- Jae, se ve todo muy delicioso.-
- Bueno, probemos entonces. ¿De cuál quieres?- Preguntó, tomando unos palillos-
- ¿Q—qué? No, yo puedo solo, no te preocupes…-
- Ay, no seas malo conmigo.- Hizo uno de sus irresistibles pucheros.- Ya sé, te voy a dar este ¿Te gusta el sushi, verdad?- Vamos, abre la boquita-

Changmin hizo caso, maldiciendo interiormente el hecho de estar aún sonrojado. Abrió su boca, y en poco tiempo Jaejoong introdujo el primer trozo de comida a su boca. Masticó con cuidado, y se sorprendió muchísimo. No es que no conociera los magníficos dotes culinarios del mayor, es más, antes de probar si quiera la comida, ya sabía de antemano que iba a estar deliciosa. Pero había algo más.

- ¿Te gustó?- Preguntó el mayor.
- ¡Sí, está exquisito!- Sonrió luego de haber tragado todo- ¿Qué le pusiste, Jae? No sabe como siempre…
- Oh, pues claro que sabe distinto- Respondió, y mientras tanto buscaba en la caja de almuerzo otra variedad de Sushi para dale a Changmin.- Y es porque lo hice con mucho, mucho, mucho amor, y especialmente para ti. Ahora abre la boquita.- Le pidió acercándole otro trozo a la boca.
- Hyung ~ Esto, de veras no es necesa—

No pudo seguir hablando, pues el mayor ya había introducido la comida a su boca. Por desgracia – más bien, debido a que Min osó abrir su boquita para hablar- el trozo de Sushi terminó desarmándose antes de ser completamente mordido por el castaño, dejándole lleno de arroz por todos lados.

- ¡Lo siento!- Se disculpó rápidamente el moreno, dejando la caja y los palillos a un lado para tomar una servilleta – Aish, pero qué torpe soy… Mira, pobrecito, te he dejado lleno de arroz.

Changmin no se movía, no sabía cómo reaccionar, ni que decir. Y aún peor, no pudo evitar sonrojarse al sentir las cálidas manos del moreno sobre su pecho, limpiando su camisa, rozando su piel por sobre la tela. Luego, una de ellas bajó para posarse sobre su muslo, y limpiar el desastre que había allí también. Desde la perspectiva del pequeño y joven castaño, no todo se veía tan tierno e inocente, y aún menos cuando Jaejoong bajó un poco más su cabeza en dirección a sus piernas. Millones de pensamientos impuros, pervertidos e incluso obscenos cruzaron por su sana mente cuando el mayor empezó a mover su cabeza de arriba abajo, incluso hasta el punto de necesitar de todo su autocontrol para borrar las imágenes de un sumiso Jaejoong dándole el mejor sexo oral de su vida.

- Listo…- Anunció el moreno, y el más alto salió de su trance.- Ay, mira, te saltó arroz hasta por debajo de la corbata, tu camisa va a quedar pegajosa- Se quejó, más bien, se reprochó a si mismo.-
-¿Eh?- El castaño miró hacia abajo, y era cierto. Subió sus manos hasta su corbata, decidido a quitársela.
- N—No, yo te ayudo, de todos modos es mi culpa- Saltó el más bajo, un tanto sonrosado.

En un rápido – pero a la vez torpe- movimiento, Jaejoong se abalanzó sobre Changmin, pasando sus manos por sobre las del pequeño para apartarlas delicadamente, y así poder retirar el la molesta prenda. Notó que el menor traía los primeros botones de su camisa sin abrochar, y como por reflejo posó sus manos sobre el bronceado pecho del chico. El moreno levantó su vista un tanto nervioso, sólo para causar estragos en el pobre castaño. Estaban tan cerca, a tan sólo centímetros de distancia. Changmin podía sentir la cálida respiración del otro chocar con sus mejillas, mientras se perdía en aquellos grandes ojos oscuros.

-Tienes…-Comenzó el mayor, sus rosados labios cada vez más cerca.- Un poco de arroz aquí, Minnie.- Le dijo, y tomó del pequeño entre sus manos, y con su dedo pulgar limpio los granos de arroz que se alojaban en la comisura de sus labios.
-H—Hyung…-Suspiró, sintiendo un calor insoportable en sus mejillas.

No hubo más espacio para palabras. Pronto Jaejoong acabó con la corta de distancia que los separaba, juntando sus labios con los del castaño, quien no tardó en cerrar sus ojos para corresponder, pasando sus brazos por detrás del cuello del mayor, causando que cayera de espaldas al pasto con su Hyung sobre él.

- Mira, que forma de arruinar el momento- Se burló Jaejoong, sentándose en las caderas del menor que yacía bajo su cuerpo.
- L—Lo siento, yo…- Empezó a decir, tan rojo como un tomate.
- ¡No hagas eso!- Se quejó el mayor.
- ¿Hacer qué…?
- Cuando me miras así, y hablas así, y te sonrojas así…. ¡Me provocas!
- Hyung, el único provocador aquí eres tú- Se quejó, haciendo un hermoso puchero-
- ¡Pero mírate, te ves tan lindo!- Sonrió, y pudo notar como los ojitos del pequeño brillaron ante el comentario.- De verdad, eres tan lindo Min…- Dijo, y posó nuevamente sus manos sobre el pecho del chico, para agacharse lentamente y regalarle un corto beso.
- Te amo Hyung.- Le sonrió Changmin al separase. Y volvió a pasar sus brazos por detrás del cuello del mayor.
- Yo también te amo.-
- Ven para acá- Rió, y de un tirón, el moreno ya se encontraba recostado sobre él. No tardó mucho en empezar a girar con el más bajo entre sus brazos.- Oye, ¡No, Hyung! Por favor…- Se quejó soltando fuertes carcajadas. El mayor había comenzando a hacerle cosquillas.
- Te pasa por ser tan mata pasiones – Le dijo volviéndose a posar sobre el pequeño.
- No, detente.- Decía entra risas.- Hyung.~

Ring, ring. Pero como nada es eterno, sonó el timbre que indicaba que las clases estaban por comenzar. Ambos dejaron de hacer lo que estaban haciendo, Changmin dispuesto a incorporarse. Jaejoong se levantó, se limpió un poco el pasto que se había pegado a su ropa, y ayudó al pequeño a pararse. Se miraron un instante, examinado el estado en el que se encontraban. Labios y mejillas rosadas, ambos traían el cabello desordenado, la camisa mal puesta y no traían corbata.

- No creo que se buena idea llegar así a clases.- Rió Jaejoong.
- Tengo la impresión de que llegaremos tarde.- Dijo, pero no estaba preocupado mientras recogía su corbata.
- Yo te ayudo con eso, dámela.- Le pidió con una hermosa sonrisa en su rostro.- Si de todos modos, es mi culpa que estemos así.- Le arrebató la prenda, y se la colocó, nervioso.
- ¿Sabes?- Soltó Changmin acompañado de una risita nerviosa- Esto me recuerda a los Doramas que veían mis hermanas. Lo gracioso es que siempre es la mujer la que le arregla la corbata al hombre.
- ¿Qué insinúas?- Se quejó soltando la prenda, que de todos modos ya había terminado de colocar.
- ¿Qué crees que insinúo?- Le sonrió, con un dejo de malicia en sus ojos.
- ¡Tonto!- Gritó, y le propinó un suave golpe en el hombro, Changmin no tardó en darle un empujón de vuelta- Oye, me duele.
- ¿Entonces para qué me pegas, bruto?- Le sacó la lengua y se largó a reír.
- ¡Minnie!- Gritó decidido a abalanzarse sobre el menor, pero este salió corriendo en dirección al edificio. - ¡No corras, mira que cuando te pille—!
- Mejor corre tú que si no llegas tarde a clases, tonto Hyung- Le sonrió al moreno que ya había dejado bastante atrás.

Ambos se encontraban ya adentro, y de pronto olas de estudiantes se interpusieron en su camino. Se miraron a los ojos a lo lejos, una última vez, con una sonrisa en sus rostros que sólo significaba una cosa.

<<.Nos vemos después de clases...>>



Ya serían las cinco y pasadas, y el joven Yunho suspiraba cansado. Miraba constantemente el reloj, nervioso. El día de ayer había tenido una fuerte pelea con su novia, pero todo había terminado bien y ahora contaba los minutos, los segundos, para salir del trabajo y llegar a su cita.

-Auch- Se quejó entonces el pobre Yunho al sentir como alguien le chocaba.
- ¡Lo siento mucho!- Se disculpó la persona que iba a su lado, sólo para notar que se trataba del pequeño Changmin, quien estaba teniendo problemas en sujetar unos pesados sacos de harina.
- Ten más cuidado la próxima vez.- Le dijo el mayor.
- ¡Pe—pero! Es culpa de Jae Hyung, el me empujó.- Se quejó el castaño con un puchero, y entonces notó la presencia de su mejor amigo, que estaba a un lado de Changmin.
- Tú me golpeaste primero. Y mira, me dejaste lleno de harina- Se quejó, y sólo entonces Yunho se dio cuenta de que el cabello, el rostro, los hombros y parte del pecho del moreno estaban cubiertos de la blanca sustancia.
- No es cierto.- Se quejó el menor.- Yo no te golpee, el saco se cayó mientras lo sacaba del estante y se reventó en tú cabeza.-
- ¡Te reíste de mí! De mi, tu querido Hyung, que te acompañó (sólo porque tú lo pediste) a buscar esos benditos sacos y—
- Oigan, oigan- Los cortó Yunho, quien de pronto comenzó a sentirse un tanto incómodo- Tranquilos. ¿Quieren? Sólo tengan más cuidado, yo ahora me voy a terminar mi trabajo. Tengo que salir temprano.
- Lo siento Hyung- Se disculpó Changmin.
- Sí, lo siento yo también Yunnie.

El joven caminaba en dirección opuesta a la despensa, probablemente iba a la cocina a despedirse del cocinero y entregar el uniforme al chico que lo relevaría (recordando que fue ascendido a mesero). Jaejoong sonrió, sabía que la razón del nerviosismo y la ansiedad del chico era una cita con su novia. Hace no mucho había causando que se peleasen, y el verle así, tan bien, le quitaba un poco la culpa que cargaba dentro.

- Oh, se me olvidaba chicos.- Les dijo un poco antes de entrar a la cocina- le diré al asistente del chef que no los mande a buscar algo a la despensa juntos. Son muy escandalosos.
- ¡Yunni—!

El mayor se sonrojó un tanto, pero no pudo terminar lo que estaba por decir, debido a que su mejor amigo se escurrió rápidamente de su campo visual. Miró de reojo al castaño a su lado, y como trataba con todas sus fuerzas, de sostener los pesados sacos de harina entre sus brazos. Decidió que sería mejor ayudarle, y así, sin decirse nada, sólo mirándose a los ojos, le sonrió el más alto le entregó la mitad de la pesada carga. Caminaron juntos hasta la cocina, allí se encontraba el nuevo asistente que había contratado. No lo conocían todavía, y Jaejoong moría de ganas de hacerlo, tenía que asegurarse de que no fuera otro degenerado que pudiese dañar a Changmin. Entraron, sólo para divisar una femenina silueta de espaldas a ellos. ¿Una mujer? El moreno se extrañó, su padrastro jamás contrataba mujeres para cargos tan importantes- porque era un maldito machista.-

- ¿Disculpe, señorita?- La llamó Changmin.-
- ¿Sí?- Respondió, y se dio la vuelta.
- Por Dios…- Soltó en voz baja Jaejoong. ¡La conocía! Sus ojos oscuros, su piel blanca, sus labios con tan sólo un poco de brillo, mejillas rosadas y el cabello negro y con ondas.-
- ¿Jaejoong oppa?- Preguntó la chica.- ¡Tanto tiempo!- Corrió a abrazarlo, dejando a Changmin más colgado que nunca.

¿Quién era esa? Y ¿De dónde demonios había salido? Podía sentir su sangre hervir al mismo tiempo que la –linda- tonta chica juntaba su delgado y fino cuerpo con el de su Hyung. Podía notar la felicidad crecer dentro de la chica proyectarse en su sonrisa- una muy hermosa, cosa que jamás admitiría-, y también, la felicidad, la sorpresa, los sentimientos aflorando de su Hyung… ¿Por qué se conocían? ¿Sería su amiga, conocida, ex - novia? La situación lo estaba poniendo mal. Los veía hablar pero no escuchaba una sola palabra. Estaba más concentrado en la cariñosa forma en la que el moreno la miraba, en la forma tímida en la que ella se movía. Y ellos, en su propio mundo, dejando a Changmin de lado…

- Hace tanto que no hablamos- Suspiró el moreno.
- Es cierto, podríamos juntarnos, salir a tomar un café o algo.- Sugirió la chica.
- Suena bien, yo invitó si quieres.- Sonrió, y lo más terrible de todo este asunto, es que esa sonrisa era muy parecida a la que tenía reservada para Changmin...Una sonrisa de afecto.
- Podríamos ir al centro, a esa que tanto te gustaba. A la que íbamos con Yunho y los demás. ¿Recuerdas?
- Pero que tiempos, fue hace años.- Reían juntos, y Changmin cada vez se alejaba más, se sentía invisible, sentía que sobraba, y ella se le acercaba más y más al moreno…Y el la dejaba…

Paff. El ruido provocado por dos pesados sacos de harina al chocar con el piso alerto a los dos chicos, que miraron extrañados el piso, y luego la puerta. Changmin ya no estaba, en su lugar quedaba sólo un montón de harina desparramada por todos lados.

<<.¿Quién era ella….?.>>

Se preguntaba una y otra vez el pequeño Changmin, al mismo tiempo que cerraba la puerta de la despensa con fuerza. Había salido corriendo a esconderse, y no encontró ningún lugar mejor que aquello. Ni si quiera lo pensó, sólo corrió sin rumbo, su mente estaba perdida en otra dimensión. Una en la que Jaejoong y la desconocida morena se conocían, una en la cual los cuerpos de ambos jóvenes se rozaban, se miraban con cariño, se… ¿Amaban? Quizás estaba sobreactuando, pero le había dolido el hecho de que, de partida, el mayor lo hubiese ignorado completamente. Encima, la chica era hermosa, joven, perfecta para él. Y se conocían, quizás era la ex – novia, o un antiguo amor de verano, quizás hasta podía ser la chica que le gustaba cuando era más niño.

Celos

Se sentía un completo idiota, quería llorar. ¿Por qué tenía que ser tan llorón? ¿Por qué tenía que ser tan inseguro? Le costaba creer que estaba dudando del amor que le juraba Jaejoong. Pero estaba siendo muy realista. ¿Por qué tendría que amarle por siempre? ¿Por qué no podría fijarse en otra persona? ¿Por qué no podría gustar de ella…? Es una mujer atractiva, en cambio él, Shim Changmin, era tan sólo un chico…

- Soy un fracaso…- Se sentó de espaladas a la pared, y abrazó sus piernas con fuerza, escondiendo su cabeza entre su brazos que yacían apoyados en sus rodillas. Las lágrimas no paraban de salir.- ¿Porqué soy tan tonto?
- No eres tonto Changmin.- Le respondió una hermosa voz, obligándolo a levantar la vista. Era Jaejoong.
- ¿H—Hyung…?- Intentó preguntar, pero nada salía de su boca ¿En qué momento había entrado? ¿Cómo lo encontró? ¿Cómo es que no escuchó la puerta abrirse y cerrase…?
- ¡Estás llorando!- Soltó alarmado, y se lanzó de rodillas al piso, para quedar frente al castaño, que volvió a ocultar su rostro.- Minnie, ¿Qué te sucede? ¿Por qué te escondes…?
- No es nada, s—sólo me sentí un poco mareado y—se me…se me cayeron los sacos de harina, y … entonces viene a buscar más…P—pero me saltó un poco a los ojos, por es—
- Deja de mentirme.- Lo cortó con un tono de voz que jamás había escuchado. De pronto sintió que el moreno lo tomaba ni muy suave ni bruscamente, y levanta su rostro.- Mírame, y dime qué te pasa- Le rogó, ahora con su voz más calmada, suave, y sus ojos buscando los suyos.
- Y—Yo…Lo siento…- Dijo, y rompió a llorar aún más fuerte.- Es sólo que… Tengo miedo…
- ¿Miedo de que, bebé?
- De perderte, Hyung…- Soltó- Tengo miedo de…Perderte…- El hipo lo invadió como siempre.
- ¿Por qué dices eso, qué sucede contigo?- Lo miró preocupado, buscando respuestas con su mirada.- ¿Qué te hace pensar que vas a perderme, Minnie?
-Es…- Intentó contener el llanto, intentó calmarse tan sólo un poco.- Esa chica…
- ¿La nueva asistente? ¿Por qué?
- Es que… Cuando la viste, cambiaste completamente Jae, me dejaste de lado, y además, se veían tan bien juntos. Yo pienso que si te gusta, termina conmigo, no importa, de todos modos es así como tiene que ser, hombres con mujeres, y mujeres con hombres, no hay espacio par—

No tuvo tiempo para terminar lo que estaba diciendo, puesto que el mayor, en un rápido movimiento, posó sus manos sobe sus mejillas, y lo atrapó en un inesperado beso. Todo pasó muy rápido, tanto así, que no alcanzó ni a responder la caricia cuando el mayor se había separado de él, quedando a pocos centímetros de su rostro, mirándolo fijamente a los ojos. Se sonrojó un poco, la seriedad rebosaba de los oscuros orbes del moreno.

- Nunca más vuelvas a decir algo así- Le dijo, de y con sus dedos pulgares secó las lágrimas del pequeño.-
- P—pero, es que yo… Y esa chica…- Intentó decir, pero Jaejoong no lo dejaría seguir.
- Esa chica se llama Yoona, y es la ex – novia de Chunnie.- Le sonrió- Además… Es mi prima, tontito.
- ¿Tú prima…?- Preguntó avergonzadísimo.
- Sí, se mudó luego de terminar con Yoochun hace más o menos 3 años.
- Entonces…Yo… Tú y ella…Aish…- Se quejó, su rostro tan rojo que le hacía competencia hasta a al tomate más maduro de todos.- Lo siento tanto…Yo me dejé de llevar, y me puse celoso de eso, Hyung. Lamento mucho haberme portado así…Soy tan inseguro, dudé de ti y …
- Shhh.- Le dijo posando un dedo sobre los labios del castaño- Tranquilo, no te trates así tampoco. Yo también hice mal en no decirte desde un principio quien era. Lamento si te sentiste apartado, o incómodo, o fuera de lugar. No era mi intención.
- ¿Porqué siempre me pides perdón aunque no tengas la culpa?- Lo cuestionó el más alto.
- Hey, esa es mi pregunta.- Rió un poco, juntando su nariz con la del otro en una tierna caricia.- Eso sí, jamás dudes de mi amor, jamás ¿Vale?- Sonrió.

Changmin no necesitó palabras, en vez de eso, unió sus labios con los del mayor en un tierno beso lleno amor. Al castaño no le importó estar atrapado contra la pared, tampoco le importó abrir un poco sus piernas para que el moreno se ubicara entre ellas, y se acercara más y más a él. Las manos del mayor se apoyaban en la pared, una a cada lado de la cabeza de Changmin, mientras las del menor se perdían jugando con los suaves cabellos de Jaejoong. Pronto el más bajo comenzó a lamer y a morder el labio inferior de su dongsaeng, pidiendo permiso para entrar, el cual le fue otorgado de inmediato. Ambos recorrían la boca del otro como si manjar más exquisito no existiera, y de pronto las manos del mayor comenzaron a tomar vida, colándose por debajo del delantal de Changmin, y luego de su camisa. Se separaron unos instantes para mirarse con algo más que afecto.

Toc, toc

- ¿Jaejoong oppa, estás aquí?

3 Comentarios:

  1. Anónimo11/23/2009

    aaaish niña vete!!!
    no ves que estan o-cu-pa-dooos!
    sigue, escribes muuuy bien!

    ResponderEliminar
  2. OMG!!!!

    por que tenia que llegar en el momento mas interesante?!?!?

    continauloo!!!!!

    ResponderEliminar
  3. oh por dios que i-n-o-p-o-r-t-u-n-a la yoonita ese chu chu vete ¬,¬ sabes cuanto tiempo he esperado para esto? jum xD

    ResponderEliminar

Deja tu comentario \(*O*)/ ♥ ♥
o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD