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Arualthings

Your heart, My heart Cap 4

Habían pasado casi dos semanas desde que me dieron de alta, desde ese entonces no había tenido mas episodios como el de aquel día…ese tipo de visiones desaparecieron, así que dejé el asunto de lado, pensé que de seguro era obra del agotamiento.

Regresé a mi vida como era antes de la operación, volví a mi antiguo trabajo de medio tiempo en una heladería, el dueño era realmente amable conmigo, era amigo de mis padres. Volví a la escuela, iba en último año, algunos compañeros preguntaron porqué había faltado tantos días…solo les dije que era por problemas familiares y parecieron aceptar la explicación.

Todo había vuelto a la normalidad, excepto por un pequeño detalle…yo no dejaba de pensar en Changmin. Traté de enfocarme en los estudios, pero cada vez que lo hacia ahí aparecía su rostro en mi memoria…podía estar estudiando el teorema de Euclides pero no….lo único que veía era la maldita sonrisa de Changmin. Para ser sincero, llegó a tal extremo mi obsesión que un día en el cual entregaron exámenes, el profesor se extrañó al no reconocer el nombre en uno de ellos.

- Me pueden decir ¿quien es Changmin? – dijo en voz alta, sosteniendo en su mano mi examen, enseñándoselo a toda la clase.

Me sonrojé por completo, creo que hasta las orejas las tenía completamente rojas, no dije que era mi examen preferí callar y enfrentar las consecuencias luego. ¿Cómo era posible que en tan poco tiempo ese chico se hubiese ganado toda mi atención? Pues no lo sabía, lo único seguro era que si no lo veía pronto terminaría pasando algo mucho peor que escribir su nombre en una prueba…el problema era que nunca pedí su número de teléfono ni nada por el estilo, solo él conocía el mío y si no me había llamado debía ser por alguna razón.

Lo volví a ver luego de un mes, en mi trabajo, se estaba haciendo de noche, daban casi las 9 p.m. y me tocaba cerrar, solo quedaba yo en la heladería, pero estaba ocupado mirando a la deriva tras la caja registradora.

- Hola chico de los helados – una voz me trajo de vuelta a la realidad, era Changmin.

Mis ojos se abrieron de par en par, estaba tan sorprendido por verle, llegué a pensar que se había olvidado de mí…los latidos de ese corazón no se hicieron esperar, saltaba de felicidad al igual que todo mi ser, no pude evitar la sonrisa estúpida que se comenzaba a adueñar de mis labios…más allá de todo…más allá de los fervientes latidos de aquel corazón, de verdad me sentía feliz de verle.

- Hola – dije volviendo a sentir aquella calidez. - ¿Cómo supiste que trabajo aquí? –

- Tu mismo me lo dijiste…Bien…espero no haber llegado demasiado tarde y que aún puedas venderme un helado, por que de verdad deseo uno – apoyó sus brazos sobre el mostrador mientras me miraba directamente a los ojos.

Mi mano se movió por si sola, como siguiendo un impulso se detuvo en la mejilla de aquel muchacho. No podía creer lo que estaba haciendo, pero no me desagradaba en lo absoluto, acariciar su cálida y suave mejilla me hacía sentir cerca de él, había deseado con tantas ganas el poder volver a verlo y tocarlo…abrazarlo, ya no me importaba la vergüenza, solo quería seguir mis sentimientos.

Changmin pareció sorprendido ante mi tacto, pero había algo mas…cerró sus ojos como si disfrutara de mis caricias, como un niño pequeño dejándose querer, sus mejillas lentamente se inundaron de un color carmesí.

- ¿De que sabores quieres tu helado? – aparté mi mano y retrocedí unos cuantos pasos, fui en busca de un cono, tratando de que no notase mi sonrojo.

- Adivina cuales son mis favoritos – se enderezó y me sacó la lengua, sabía que me sería imposible adivinar.

Me sentía un tanto frustrado, a pesar de todas nuestras conversaciones en el hospital parecía no conocerlo demasiado…ni siquiera le había preguntado cosas tan triviales como esta…no sabia cual era su película favorita, ni su libro favorito, mucho menos su color favorito, me estaba deprimiendo frente a la variedad de sabores que se encontraban en el mostrador.

- *Chocolate con nueces y menta* – oí una voz que no era la de Changmin, pero de quien mas podía ser si solo estábamos los dos en el lugar.

- ¿Dijiste algo Changmin? – lo miré un tanto asustado.

- No…estoy esperando a que adivines – me sonrío, al parecer le encantaba verme de esa forma, sin saber que hacer.

Moví la cabeza de lado a lado, tal vez aquella voz había sido producto de mi imaginación…ya va, como si mi imaginación diera para tanto. Aún no sabía que sabores escoger y acerqué la cuchara para helados hacia el de fresa.

- *mal…te dije que chocolate con nueces y menta ¿no?* - era definitivo, me estaba volviendo total y completamente loco, estaba paralizado debía parecer un idiota con el brazo estirado. - *No estas loco…pregúntale si esos son sus sabores preferidos y verás* - por un momento pensé en internarme de inmediato en una clínica psiquiatrita…pero antes al menos valía la pena intentar lo que “La voz” me había dicho.

- ¿Chocolate con nueces y menta? – pregunté en un hilo de voz, asimilando de ante mano su negativa, ya estaba dispuesto a internarme.

- Cómo…dime…¿Cómo supiste? – su semblante había cambiado, podía notar la intriga en sus ojos.

-…No me digas que acerté… -

- ¿Te dijo Junsu? – alzaba una ceja tratando de sacarme la verdad.

- No… - preparaba su cono de helado con los sabores que me había indicado aquella voz.

Changmin siguió insistiendo en que le dijera como sabía aquello, pero yo no tenía una respuesta, al menos no una cuerda y creíble. ¿Cómo había adivinado?, ¿Aquella voz era algo mas que un trastorno mental?, me preguntaba muchas cosas, ahora sentado frente a Changmin quien devoraba su helado.

- ¿Estas aquí? – Preguntaba ese chico, ya había terminado y me observaba.

- S..si.... – su mirada lograba crear un caos dentro de mi, la temperatura de mi cuerpo comenzaba a aumentar rápidamente.

Noté un poco de helado en su mejilla, sin pensarlo dos veces me levante y acerque mi cuerpo por sobre la mesa hacia él, mis labios rozaban su mejilla y mi lengua se encargó de quitar aquellos restos de helado. La verdad es que no noté lo que hacía hasta después de lamer su rostro, pero poco me importó, aquella sensación era casi indescriptible, me sentía extasiado por el sabor de su piel, deseaba probar más, deseaba recorrer con mi boca cada parte de su cuerpo, de su piel, necesitaba de sus caricias, era algo mas allá de lo normal, mucho más que una simple atracción, sentía un calor agradable dentro de mi cuerpo, algo que nunca había experimentado, ni siquiera me importaba el hecho de que fuese hombre.

Me deslicé por el contorno de la mesa, sin apartar demasiado mis labios de su piel, hasta llegar a su lado. Él se encontraba aun sentado y me miraba con sorpresa, me deleité viendo su pecho un tanto descubierto y percibir en el la lentitud de su respiración, yo aún de pie me inclinaba para poder disfrutar de su aroma, su delicioso aroma el cual me recordaba el dulce sabor de su piel.

Acerque una de mis manos hacia aquel tentador pecho y lo empujé delicadamente logrando que se apoyara en el respaldo de la silla. Aún a pesar de tocarlo por sobre la ropa sentí una descarga eléctrica al rozarle, mordí mi labio, el deseo se comenzaba a apoderar de mí, fui dibujando con mi mano un recorrido por su pecho, pude oír como un seductor suspiro se escapaba de entre sus labios, esto llamó mi atención y observé su boca, aquellos finos labios pero a la vez carnosos y seductores me invitaban a probarlos. Lo miré a los ojos y vi en ellos el reflejo de mi deseo.

Dibuje un camino hasta sus labios con mi boca, rozando su mejilla, recorriendo su rostro sin apuros, aquel sería nuestro primer beso…definitivamente no estaba pensando lo que hacía.

Llegue hasta aquella fuente de placer, sus labios, y lo besé con suavidad, tal vez con un poco de temor, probando su boca, al instante en que nuestros labios se unieron pude sentirlo como si estuviese dentro de mi alma, como si fuésemos uno o algo un tanto estúpido…como si nuestro encuentro hubiese sido predestinado, ese pequeño roce de bocas me transmitía tanta felicidad, tanto…cariño, tanto placer. Con el pasar de los segundos comencé a desear más y más.

Me senté sobre él, de frente, sus caderas quedaron rodeadas por mis piernas, no pensé demasiado al hacerlo, solo seguía mis instintos, necesitaba descubrir porque deseaba besarlo y estar con él. Mordí su labio, logrando que el chico soltara un quejido, permitiéndome de esta forma adentrarme en su boca, mi lengua no se hizo esperar y se adentró en aquella cálida cavidad, era un beso con sabor a menta y chocolate, sus labios al principio no respondían de la misma forma, era más bien yo quien le besaba, pero al cabo de unos segundos se había apoderado de mi boca.

Nos unimos entonces en un beso desesperado, una batalla por adentrarnos el uno en el otro, saborear nuestras bocas y sentir el éxtasis al unir nuestras lenguas, las manos de Changmin rodeaban mi cintura manteniéndome cerca, aquel corazón solo latía por él. Comencé a sentir una presión en mi parte baja, se hacía insoportable…me estaba excitando demasiado con tan solo uno de sus besos, al mismo tiempo sentí una calidez proveniente de su entrepierna. Mis caderas tomaron ritmo propio, y me vi envuelto en un frenesí de movimientos, rozando nuestros miembros por sobre la ropa, jadeaba entre besos, algo raro me estaba ocurriendo, deseaba hacerlo mío y solo mío, mi cuerpo ardía…me dolía la ausencia de sus caricias.

Una de mis manos bajó hasta su pantalón, comencé a bajar la cremallera, necesitaba sentir su miembro, necesitaba de su calor…Pero en ese mismo instante fui detenido... Changmin había dejado de besarme, nuestros labios solo se rozaban y nuestras respiraciones agitadas chocaban, sostenía mi mano, alejándola de aquel lugar.

- No…no…puedo – susurraba mirándome a los ojos.

Lo miré con sorpresa y pude ver que unas finas lágrimas comenzaban a bañar sus tersas mejillas. Fue entonces cuando note la situación en la que nos encontrábamos, me sorprendí y me levanté de inmediato dándole la espalda.

Noté que me encontraba excitado…tal vez demasiado y me llené de vergüenza comencé a llorar en silencio, no me volteé al oír como se levantaba de la silla y se marchaba…no pude hacerlo quizás jamás podría volver a mirarle a la cara.

4 Comentarios:

  1. OMG!!!!!!

    que es esa voz que tiene jae en la cabeza!!!

    y por que pararon!!!!

    continualooo!!!!!!!!!!!

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  2. hola

    hayyyyyyyy no entiendo nada de nada cual es el misterio, de quien es la voz que escucha jae, que es lo que pasa

    continuacion necesito seguir leyendo me intriga saber quien es ese chico y cual es su relacion con chagmin

    saludos

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  3. ok, está genial >_< jejejeje si me deducción no me falla es JUNSUUU el de la voz XD jijiji de él es el coraxón que tiene Jae waaaa NO? jejejeje

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  4. LatinCassiopeia4/16/2010

    OMO O_o se pone cada vez mas bueno waaa,es que quien podria resistirse a mini waaa si esta como quiere el niño y supe que en persona era mil veces mas lindo que por tv imaginense ustedes O.o incluso hicieron una encuesta de que estrella en la vida real era mas hermosa que en tv changmin quedo de 1ro xD,jae de 7,yunho de 5 ,xiah de 20 y micky en el 17 lugar jaja ya sabran ,mas bello que jae, YA,nunca lo dude :P

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