Antes de bajar a cenar revisé mi teléfono y era Changmin. Me dejó un mensaje en dónde me invitaba a tomar un refresco a las cinco de la tarde del día de mañana en el centro comercial, obviamente le confirme el encuentro.
Cenamos en silencio, no había mucho más que decir, estaba triste. Dejamos a Mizato en el aeropuerto, nos despedimos con un abrazo muy fuerte, sabía que la volvería a ver, pero lo que no sabía cuándo. Así dejé ir a la chica más dulce que jamás había conocido, la que siempre me amó y cuido de mí sin pedirme nada a cambio.
Al siguiente día me fui a mi sesión de fotos, estaba deprimido así que sólo quería que esto terminara. Terminamos cerca de las cuatro de la tarde, así que me fui con tiempo suficiente a mi reunión con Changmin.
- ¿Por qué tan apurado? -me preguntó Yorin.
- No creo que sea de tu incumbencia -le respondí.
- Pequeño Jae, no sigas evitándome, ya te dije que siempre obtengo lo que deseo, y lo que deseo es hacerte mío -me dijo tomando mi mano.
- Por qué no puedes entender que no me interesas -le dije soltando su mano.
- No seas tonto Jae, tienes una gran oportunidad frente a ti, yo te haría sentir muy, pero muy bien.
- Aléjate de mí, te lo advierto -le dije y salí.
Yorin me estaba haciendo perder la paciencia, y tenía muchas ganas de partirle esa cara de niño bonito para enseñarle a respetar a la gente. Al llegar al centro comercial Changmin ya me esperaba.
- Jae! –me saludó con entusiasmo, y luego me abrazó – ven por aquí, encontré un restaurant bastante tranquilo, nos permitirá conversar.
- Genial.
Caminamos hacia el restaurant, en realidad era muy reservado el lugar, no había mucha gente. Nos sentamos y ordenamos unas pizzas.
- Espero que tengas hambre –me dijo- porque yo estoy que me desmayo.
- La verdad yo también, aún no he almorzado –le dije.
Esperamos que llegaran las pizzas antes de comenzar con nuestra conversación.
- ¿y a qué debo el honor de tu llamada? –le dije
- Somos amigos, se supone que los amigos se llaman sin razón alguna –me contestó, pero luego me sonrió- de acuerdo, tenía que hablar contigo, algo ha pasado con Yoochun.
- Por tu cara debo suponer que algo bueno –le dije sonriendo.
- Bueno se puede decir que es bueno, pero más que eso, me sorprendió –le dio una mascada a su pizza y luego mientras comía habló- me pidió matrimonio –me soltó, yo me quedé helado- sabía que te sorprendería.
- Pero eso se puede hacer, me refiero, ¿te puedes casar?
- Bueno, existen un montón de prejuicios al respecto, pero hay lugares en dónde se puede llevar a cabo este tipo de ceremonias –tomó un sorbo de su bebida- el punto Jae, es que le dije que sí. Últimamente hemos tenido una comunicación excelente, logré quitarme esa desconfianza y le pude decir que lo amaba. Estoy emocionado –eso se le notaba- nos casaremos dentro de un mes, espero que para esa fecha Yunho y tú se hayan reconciliado.
- Eso aún no lo sé –tomé mi pizza y comencé a comer- Yo no soy como tú Changmin, tú puedes perdonar, yo soy un poco más orgulloso.
- No creas que para mí ha sido fácil Jae. Pero no puedo dejar que mi orgullo me haga infeliz, me engañaría a mi mismo si me convenciera de que lejos de Yoochun soy feliz – me miró fijamente- quiero ser feliz Jae y creo que tú también deberías considerar esa posibilidad.
- ¿Y cómo está él? –le pregunté por fin, esa pregunta que me quemaba la garganta.
- No muy bien, no voy a mentirte Jae, está tratando de usar todo su tiempo libre en su tienda de ropa, habrá una exposición muy importante para su negocio la próxima semana, así que se la pasa con los diseñadores. Fuera de eso, siempre está buscando qué regalarte, no es capaz de encontrar el regalo perfecto para hacer que lo perdones –me dijo sonriendo- le he dicho muchas veces que no te va a comprar con regalos, pero tiene miedo de acercarse a ti porque tú le pediste tiempo y quiere respetar eso, sin embargo, no quiere que tú pienses que te ha olvidado y se ha resignado, es por eso que se hace notar todos los días con regalos –sonreí con tristeza.
- Sé que le estoy haciendo daño con mi indiferencia Changmin, y la verdad es que quiero verlo, estar con él –le dije dejando la pizza en su plato- no puedo dejar de pensar en lo mucho que lo amo, pero aún hay algo en mi interior que me dice que no es el momento, debo quitarme todo el rencor que sentí por él.
- Entiendo. Bueno no he venido aquí a presionarte ni nada Jae, quería compartir la gran noticia contigo –volvió a sonreírme- necesito una fiesta de despedida de soltero, Junsu está a cargo de eso, me gustaría que fueras.
- Que te puedo decir, me alegro de que ya estén bien, pero sácame de una duda, ¿cómo fue que lograste superar tu problema con Yoochun? –le pregunté para tratar de cambiar de tema.
- Bueno, ya que en el pasado he sido bastante abierto contigo, voy a contarte como pasó.
*Reconciliación de Changmin y Yoochun*
Finalmente había llegado el día en el que le sacarían el yeso a Yoochun y yo me había ofrecido a acompañarlo.
- Yoochun, ¿ya estás listo? –le pregunté por décima vez.
- Sólo un poco más –me respondió Yoochun tomando su bolso.
- Hoy te van a sacar el yeso y si no llegamos a tiempo, perderemos la hora con el médico y deberás quedarte con ese yeso por un par de días más –le dije para asustarlo.
Después de casi veinte minutos de espera finalmente salimos rumbo a la clínica. En el camino no hablamos mucho, Yoochun estaba extraño y hacía días que evadía el tema cada vez que le preguntaba que le sucedía. Llegamos a la consulta del doctor y nos atendieron en seguida. Le sacaron el yeso, la pierna de Yoochun se veía algo débil, así que le sugirieron usar por un par de días unas muletas para caminar y así no forzarla mucho, también le recetaron unas sesiones de kinesiología. Salimos rumbo a su casa, pero en el camino Yoochun me pidió que fuéramos a comer algo.
Nos fuimos a un restaurant de comida italiana, a comer pastas. Al principio no habló nada, hasta que yo no soporté más la situación.
- ¿Se puede saber que te sucede? –le dije
- Estoy bien –me respondió.
- Eso no es cierto, llevas días sin querer hablar conmigo –estaba a punto de llorar.
- Changmin por favor, que quieres que te diga, estoy harto de esta situación, he perdido seguridad en mí, ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que me dijiste que me amabas –me soltó de pronto.
- Yoochun no es que no te ame, es sólo que… -no supe que decirle, porque ni yo me entendía.
- Olvídalo, te amo muchísimo, pero ya no quiero estar a tú lado si tú ya no quieres amarme –estaba muy molesto, el vuelco que habían dado las cosas me descolocó.
- Espera un momento, ¿Por qué crees que ya no puedo amarte? –le pregunté disgustado.
- Dímelo entonces, dime que amas –sentenció.
- Yoochun… yo…
- Lo sabía
Tomó sus muletas y se dirigió a la salida, yo me demoré pagando las cosas que habíamos pedido y luego salí tras él. Al principio no di con él, pero luego lo vi tomando un taxi. Corrí a detenerlo, pero no tuve éxito, corrí al auto y lo seguí. Se fue a su departamento, el que tiene en el centro. Lo vi entrar y lo seguí. Llegué justo cuando se disponía a entrar y alcancé a detener la puerta.
- No vuelvas a hacer eso –le dije, entrando y cerrando la puerta tras de mí.
- Changmin, ¿qué haces aquí? –me preguntó sentándose en su sofá.
- ¿Quieres que te diga lo que siento por ti?
Me dirigí hacia él y lo abordé. Me subí sobre él y comencé a besarlo. Se sorprendió, pero pronto comenzó a corresponder mi beso. Me moví sobre él excitándolo, si había algo que sabía hacer, era precisamente eso. Pasé mi lengua sobre su cuello, luego le abrí la camisa despacio, refregando mis caderas sobre su miembro ya despierto. Abrí su pantalón y bajé hasta quedar frente a él. Lo metí en mi boca y lo masajee con mi lengua, escuché sus gemidos, mientras que sus manos se aferraban al respaldo del sofá. Me detuvo y recostó sobre el suelo. Besó mi cuello mientras sus manos acariciaron mi miembro sobre el pantalón. Me abrió el pantalón y me los sacó junto con la ropa interior. Lamió mi miembro con desesperación como si fuera un delicioso manjar. Estaba muy excitado cuando alzó una de mis piernas y entonces acomodó su pene en mi abertura y lo introdujo provocando en mí una sensación incómoda. Se movió con lentitud, hacía mucho tiempo que no era él quién se movía, debido al yeso en su pierna siempre lo hacíamos con migo arriba. No pude evitar gemir con fuerza deseando que sus embestidas fueran más profundas y rápidas, “Sigue”, le pedí absorbido por el placer, y cuando estaba a punto de acabar Yoochun me dijo, “dime que me amas, dímelo, o me detengo”, no pude evitarlo, lo grité, “Te Amo”, le dije dejando que el orgasmo me invadiera y sintiendo su semen entrando en mí.
*De vuelta al restaurant*
- Cómo comprenderás la manera en que logró que por fin se lo dijera fue algo obligado –me dijo Changmin, yo estaba algo acalorado por el relato- pero al final lo solté y desde entonces ya no me detengo y se lo digo.
- Pues fue muy… como decirlo, muy romántico.
Terminamos de comer y ya era tarde, ni siquiera me di cuenta de lo tarde que era.
- Me tengo que ir –le dije- o de lo contrario no alcanzaré el bus.
- No hay problema te llevo –me ofreció- pero ¿no estás usando el auto que te dio Yunho?
- La verdad es que lo tengo guardado –dije un poco incómodo- no siento que ese auto sea mío, además, Changmin, debo ser realista no puedo mantener un auto de esas características, es una locura, en pura bencina me gastaría un sueldo entero.
- Entiendo, en eso tienes razón Yunho debió ser más precavido.
Nos fuimos rumbo a mi casa, en el camino me contó sólo anécdotas, hablar con Changmin me hacía muy bien, en realidad nos habíamos convertido en amigos, yo le contaba mis problemas abiertamente y él los suyo, aunque claro él era mucho más explícito. Nos despedimos no sin antes recordarme su fiesta de soltero que sería en dos semanas, la de Yoochun seguramente también sería en esa fecha, ¿a cuál irá Yunho?, pensé.
Mi padre seguía trabajando, así que mi madre se la pasaba sola, aunque ahora había abierto un negocio, una florería en el antejardín de nuestra casa y le iba muy bien.
- ¿Cómo está mi modelo? –me dijo.
- No me molestes con eso mamá. Oye la próxima semana habrá un desfile de moda, ¿te gustaría ir? –le pregunté.
- Me encantaría, así podría ver a muchos jóvenes apuestos.
- ¡Mamá!
- Sólo bromeo hijo, pero de verdad quiero ir. Sobre tú cama dejé el regalo de hoy, te envío unos zapatos de lujo.
Suspiré cansado, cuándo parará?. Los siguientes días no fueron diferente, Yorin no perdía oportunidad de acosarme, incluso hablé con mi jefe para que le mantuviera a raya, sin embargo, este hombre no tenía remedio, en realidad estaba obsesionado conmigo.
Por fin llegó el día del desfile, todas las grandes empresas de vestuario llegaron con sus diseños y modelos. Había mujeres muy hermosas y hombres también. Mi closet estaba listo, primero ropa sport, luego semi formal, formal, ropa interior, traje de baño y finalmente modelaría zapatos y zapatillas de la temporada. Miré por los alrededores y ahí estaba Yunho, sentado justo frente a la pasarela. Al verlo mi estómago se hizo pequeño, verlo después de tanto tiempo me pareció casi un sueño. Él era muy atractivo, había olvidado lo mucho que lo era, estaba con un traje semi formal, se veía tan lindo. Me acobardé un poco al verlo ahí sentado, qué pensaría cuando me viera. Pero a quién engañaba elegí este trabajo justamente para esto, para este momento en el que por fin me había decidido a hablar con él.
Todo estaba listo, la música comenzó a sonar, las luces, mi madre estaba fascinada junto a mi tía y su marido que ya se había recuperado. Mi padre no estaba seguro de alcanzar a llegar, pero de seguro vendría a buscarnos más tarde.
- ¿Nervioso? –me preguntó Yorin
- No, no lo estoy –mentí.
- Qué bueno, espero que no te haya molestado compartir el camarín conmigo –me soltó, sólo habían camarines para dos personas y me tenía que tocar con él.
- No te preocupes, siempre cuando te mantengas en tu lugar –le respondí terminando de vestirme, simplemente sonrió y susurró algo que no logré escuchar.
Comenzó el desfile, primero irían las tiendas femeninas en las que Yunho tenía unos diseños hermosos. Luego vendría la ropa de hombre y había dos tiendas antes que nosotros. Cuando tocó nuestro turno, me puse muy nervioso, pero sin embargo, me armé de valor y salí. Escuchar a la gente gritando cuando me vieron fue una sorpresa, había cámaras y luces por todos lados. Caminé con paso seguro, había ensayado así que sólo tenía que pasar y salir. Cuando Yunho me vio se levantó de su asiento asombrado, lo miré fijamente y le sonreí, vi que sus ojos se llenaron de lágrimas. Estaba con Junsu, Yoochun y Changmin que reían asombrado. Lancé un beso como estrella de cine, y me marché. Las mujeres se volvieron locas gritando por mí, era en realidad él modelo más nuevo y al parecer les gusté. Yorin que estaba a mi lado me sonrió complacido “No me sorprende que llames tanto la atención, te dije que eraS muy atractivo”, me dijo, no lo tome en cuenta. Cuando tocó la ropa interior y Yunho me vio casi me muero de la risa al ver su expresión de horror, se levantó de su asiento como para ir en mi búsqueda enojadísimo, pero Changmin lo detuvo y me gritó, “Tápate”, yo simplemente me reí. Cada vez que salía al escenario era un griterío de mujeres ensordecedor. Cuando el desfile terminó me fui a cambiar lo más rápido que pude para ir al encuentro de Yunho. Yorin me estaba esperando con dos vasos y una botella de jugo.
- Cómo imagino que no bebés alcohol que te parece si brindamos por tu debut –me dijo.
- No gracias, me tengo que ir –le dije.
- Vamos Jae, esta probablemente sea la última vez que nos veamos, no te cuesta nada brindar conmigo –sirvió los vasos y no vi razón para rechazarlo esta vez.
- De acuerdo, sólo un vaso y me marcho
- Claro, claro.
Era un jugo de naranja, pero tenía un sabor un poco extraño, sin embargo, lo bebí hasta el final “contento”, le dije, “no sabes cuánto”, me respondió. Terminé de guardar mis cosas en mi bolso cuando de repente me maree. Fue un mareo intenso que me hizo buscar apoyo en la silla y sentarme.
- ¿Estás bien? –me preguntó en un tono que no me gustó.
- Sólo un poco mareado –le respondí.
Traté de ponerme de pie, pero un escalofrío recorrió mi cuerpo.
- ¿Qué sucede? –me dijo
Yo no le respondí. El escalofrío era extraño, como si mi cuerpo de pronto se sintiera muy pesado. Comencé a sudar y a sentir mucho calor como si estuviera excitado. De hecho estaba excitado mi miembro estaba como palo levantando sobresaliendo de mi pantalón, me cubrí avergonzado.
- ¿Qué pasa Jaeboo? –me dijo Yorin.
- ¿Qué me diste? –le pregunté completamente afectado y temeroso por la situación.
- Nada, sólo algo para incentivarte, como te dije esta puede ser la última vez que nos veamos, no podía dejar pasar esta momento, tengo que hacerte mío a como dé lugar –se me acercó y yo sentí que no tenía fuerzas para huir.
- No te acerques –le pedí- no me toques
Pero me tomó por mi muñeca y me arrinconó contra la pared.
- No Yorin, por favor –le supliqué
- Pero si tú lo deseas, mírate en el estado en que estás, mira ese precioso miembro listo para la acción.
Me levantó la camiseta para acariciar mi piel, gemí sin poder evitarlo, estaba tan sensible a todo que incluso con ese sólo roce sentí un placer indescriptible. Mi piel estaba ardiendo, la excitación que sentía era casi asfixiante, no me gustaba, quería que eso desapareciera, estaba aterrado.
- Suéltame –le exigí tratando de quitármelo de encima, pero no tenía fueras, mi cuerpo pesaba mucho y mi cabeza me daba vueltas- esto es violación Yorin, por favor, no lo hagas.
- Para que haya violación tú debería estar peleando ahora, o ni siquiera deberías estar excitado y mírate, tu cuerpo pide a gritos que lo posea.
- No, no, no –traté de gritar pero me besó.
Sus besos me dieron asco, mordí su lengua y él se separó de mí riendo. “Eres una fiera”, ya no podía más, mi cuerpo lo deseaba, pero mi mente seguía luchando.
- Déjame, no me toques, no Yorin, por favor.
Suplique una vez más en vano, comencé a llorar, pero Yorin no le importó, comenzó a besarme el cuello y yo a gemir sin poder evitarlo “NO”, grité por última vez y entonces escuché una voz tras de nosotros “Ha dicho que no”, quien quiera que haya sido me quitó a Yorin de encima. Caí al suelo temblando, sin ser capaz de levantarme, me apoyé contra la pared llorando aferrando mis rodillas contra mi pecho para evitar que vieran mi erección. Tenía ganas de masturbarme en ese mismo lugar, pero estaba tan avergonzado que lo único que desea era que eso parara. Sentí unos golpes y luego un mueble quebrándose.
El hombre que me salvó me tomón en sus brazos con suma facilidad.
- Jae, Jae, ¿me escuchas? –lloré con más ganas al darme cuenta de que era Yunho- Jae, ¿estás bien?
- No –le respondí- sácame de aquí.
- ¿Tus cosas?
- Están en ese bolso.
Tomó mi bolso y me sacó. Cuando estuvimos afuera Changmin y mi jefe me miraron horrorizado, yo estaba tan avergonzado por seguir en ese estado que cubrí mi rostro en el hombro de Yunho.
- Ese imbécil trató de violarlo –dijo Yunho- lo llevó a casa.
- No, no puedo –le dije, luego le susurré- algo me dio Yunho –me miró sorprendido.
- Revísenlo, creo que tiene en su poder una droga, llama a la policía y avísale a la madre de Jae que no volverá a casa esta noche.
Me sacó y me metió dentro de un auto, yo me acurruqué en el asiento trasero respirando con dificultad por la excitación.
- No sé qué me dio Yunho –le dije casi en un susurro.
- Yo si –me respondió.
Manejó y se detuvo no sé dónde, cuando me sacó del auto y sentí su tacto volví a gemir, me tapé la boca avergonzado.
- No tengas miedo Jae –me dijo.
Nos metimos a un cuarto de hotel, luego me puso en la cama y comenzó a desvestirme.
- ¿Qué estás haciendo? –le pregunté asustado.
- Jae, tengo que hacerte el amor ahora, o la droga te seguirá haciendo daño –me dijo- por favor, perdóname sé que no quieres hacerlo con migo, pero es la única manera de que esto pare.
- De acuerdo –le respondí y sólo me dejé llevar.
Se desvistió casi tan rápido como lo hizo conmigo, yo estaba tan excitado que no había necesidad de preámbulos, así que me penetró de una. Sentirlo dentro de mí, en ese estado, no me causó ningún dolor sólo placer. Gemí fuerte, cómo nunca, cada embestida era una descarga de placer casi insoportable, de verdad que lo único que quería era que terminara. Sentí gemir a Yunho también, esa voz, esa deliciosa voz que yo adoraba cada vez que hacíamos el amor, me incentivó aún más. Sentí el orgasmo a los pocos minutos, pero sin embargo, mi erección continuó ahí, y mi excitación también.
- ¿Por qué no se va? –dije llorando.
- Cálmate amor, por favor, ¿quieres que continúe? –me dijo.
- Si.
Me volteó sobre la cama y me puso en posición de “perrito”, volvió a penetrarme con facilidad y yo volví a gemir con desesperación, incluso tomé mi pene y comencé a masturbarme al ritmo de las embestidas de Yunho, estaba tan avergonzado de mi situación, pero no podía hacer otra cosa, mi cuerpo ya no me pertenecía. Tomó mis muslos para darle mayor fuerza a las embestidas, Yunho gemía de placer mientras que su miembro duro entraba cada vez con mayor rapidez. Finalmente él terminó dentro de mí y yo en mi propia mano. Pero la excitación no bajó. Yo estaba muy asustado. Volvió a voltearme, yo no tenía ni fuerzas para moverme. Tomó mi miembro y lo metió en su boca. Lamió con fuerzas mi pene, yo estaba tan excitado que lo único que podía hacer era gemir y gemir, mi pene estaba muy sensible que casi me dolía. Metió dos de sus dedos en mi abertura haciendo que el placer fuera más intenso, Yunho no se detuvo hasta que terminé en su boca y finalmente la excitación desapareció. Tragó el contenido en su boca sin temor, aunque ya a esa altura no había mucho que expulsar.
- Jae, mi amor, ¿estás bien? –me preguntó, yo estaba muerto, no podía más, tres orgasmos seguidos me habían dejado completamente exhausto.
- Sí, estoy… muy… cansado.
Cerré mis ojos y no supe más de mí. Desperté cubierto por unas sábanas limpias, y yo mismo estaba limpio. Yunho no estaba a mi lado, así que me asusté. Traté de levantarme, pero me sentía débil, me dolía todo el cuerpo.
- ¿Cómo te sientes? –me dijo Yunho saliendo desde el que supuse era el baño.
- Avergonzado, cansado, adolorido –le respondí, él se rió, vestía unos bóxer y una camiseta, se veía muy sexy, pero aunque hubiera querido no estaba para tener más relaciones por ese día.
- Traje algo de comer, debes estar hambriento –me dijo, mi estómago gruñía exigiendo alimento.
- La verdad es que sí. Yunho lamento todo…
- No, no lamentes nada –me dijo- esto no fue tú culpa, yo estaba muy asustado, y no se me ocurrió otra cosa qué hacer.
- Ese maldito –dije.
- Yorin está detenido por intento de violación y posesión de drogas –me respondió- yo mismo me encargaré de que reciba lo que se merece.
- Vaya manera de reencontrarnos –le dije.
- Un poco extraña –reconoció, puso el plato en mis piernas y yo comencé a comer como si me hubieran estado matando de hambre, Yunho se rió- Jae, sé que he sido un tonto contigo, sólo espero que algún día me perdones.
- Yunho yo también he sido un tonto –le dije mientras comía- Me gustaría que ya no habláramos del pasado, quiero volver a empezar –me miró sorprendido sus ojos se llenaron de lágrimas y se lanzó sobre mí tan rápido que casi me bota el plato.
- Lo siento –me dijo riendo- Jae, te amo muchísimo.
- Y yo te amo a ti –se acercó y me besó, de seguro mi boca sabía a comida, pero a él no le importó y me besó tranquilamente.
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asdasdas que reconciliacion mas.... sadds XDDD
ResponderEliminarmmm quiero que yorin me pase el dato de la droga jojojo
ojala suban pronto actualizacion
saludos :D
jajaja.si, ese dato deria muy interesante! jajaja.
ResponderEliminarpor fin se reconciliaron!
para algo sirvio ese tal yorin! jajaja.
genial. continualo ^^
Yunho oportunista! jajaj
ResponderEliminarcomo te amooo *O*
que bueno, la reeconciliacion...
osea, digo... no podian tener una normal! ahaha es que es Yunjae pues, siempre se les complica
como me gustaria a ver visto a Jae en este estado *¬*
y el yoomin se casaa!!!! wuaaaa
que romanticoooo
la historia es genial! la autora tiene mas fics yunjae?? no me e fijado!
lo lleva muy bien
espero contiii
mm q bonito
ResponderEliminaryunho todo celoso en la exposicion
maldito yorin drogando e intentando violar a jae
pero sirvio para algo
nina tiene razon yunho es un oportunista
pero igual me gusta
ohhhhh que fuerte me encantooooo
ResponderEliminarWAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA1!!!! por fin por fin!!! >o<
ResponderEliminarpor fin ya estan juntos *o*
ya esra justo y necesario! u.u
maldito yorin ¬.¬ como se atreve a hacerle eso a jae ¬.¬ ... aunque gracias a eso jae ya perdono a yunho y estan juntos, *o*
me gusto n.n
aunque ami me sigue pareciendo raero como describe a mizato ¬.¬ dice que ella lo cuidaba sin pedir nada a cambio ¬.| y eso es una vil emntira ¬.¬
pero en fin, el cap me gusto mucho, y que bueno que el yoomin ya esta bien otra vez *o*.
slaudos n.-
si, a mi igual se me hace raro la forma en que piensa Jae de mizato... pero nosotras las lectoras lo vemos de otra forma supongo xD
ResponderEliminary ya estan juntos!!! jae debio ser alguna vez el seme aki!!
digo... con esa droga! xD
y ya me gustaria ver a mi a... cualquiera de ellos!! en ropa interior! pobre yunho... y despues ve q a jae casi lo violan... pobre jae.... pero ya estan juntos!
gracias por seguir escribiendo nuevos capitulos estan buenisimos sogue adelante y no te olvides de el inquilino uno de tus fics te falta actualizar por fissssss y gracias este fic esta bueno desde bolivia
ResponderEliminaraaahhh este capitulo, wow genial, pero...
ResponderEliminarmaldito yorin, que le pasa por esa cabeza,
miren que intentar abusar de nuestro jae,
el es solo de yunho y nada mas, que bueno
que el estaba cerca, si no no se que abria pasado
x favor el que sigue, estoy clavadisima en esta
historia jiji
waaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminaresta regenial xD
k kuero
ya estaba esperando esto
obvio
lo imprimire y lo leere en mi cuarto!!
genial y mi hermana se fue a una fiesta y me dormire tarde
!!
kawai!!
aki eli