Footspets Introducción

"Para amarse hay que tener principios semejantes, con gustos opuestos. Y existe un magnetismo o más bien una electricidad del amor, que se comunica por el solo contacto de las yemas de los dedos, pero Shim Changmin escuchaba a su cabeza y jamás había hecho lo contrario ante su razón, pero la vida querrá que el aprenda paso a paso lo que es dejar hablar al corazón y simplemente sentir en contra de su razón. Cambiando su vida en un giro de 180º grados"

Primer día de clases en un colegio secundario quiere decir jornada de emocionadas agitaciones para algunas, y para otros cansancio y aburrimiento por el retorno a un nuevo año escolar; sonrisas de bienvenidas y cálidos abrazos se veían.

Apenas entra a la institución un joven castaño de piel blanca como la leche, las jovencitas emocionadas rodean al muchacho con la intensión de darle un abrazo, algún obsequio para luego preguntar casi a coro.

— ¿Como le ha ido príncipe? ¿Sale conmigo? ¿Tiene novia?.

Unas, atontadas todavía por el hecho de tener aquel “príncipe de la seducción” antes sus ojos. Otras amargadas al ser vigiladas y tomadas del brazo por su novio evitando que contemplen al castaño.
De pronto por los pasillos del jardín de los patios y de los corredores circula una noticia que incita a todas las muchachitas a correr en una sola dirección, hacia la entrada de la escuela.

— ¡El príncipe YooChun ha regresado!.

Se escucha decir unas a otras divulgando la noticia, algunas gritan de emoción y otras aún rodean a cierto castaño que miraba a su mayor rival en cuanto a popularidad.

Por primera vez en todos los años, un moreno de piel suave, mirada cálida y el cabello elegantemente desordenado, buscaba un espacio libre para encontrarse con la mirada de la estrella basquetbolista.

— ¡Changmin-ah! —llamó por segunda vez un pelirrojo de postura perfecta y voz chillona como la de un delfín— ¿Sigues enamorado de YooChun?

Con una dulce y tierna sonrisa había preguntado Junsu, al mismo tiempo que se acercaba a su amiga y le rodeaba con un brazo su hombro.

— Junsu —tímidamente pronunció su nombre al sentir el brazo de su joven amigo— Se enojará Changmin si lo dices más alto.

— ¿Tu crees? —apuntando al castaño distraído sonrió con burla— Esta tan concentrado en observar a “Micky” en silencio.

— ¡Xiah! —el menor, pero por causas de la alimentación era el mas alto del grupo, lo miró con enfado.

— ¡Odio que me llames así! —protestó soltándose del agarre con su acompañante.

— Entonces deja de fastidiarme Junsu —replicó con cierta rudeza que empleaba en sus ratos de incomodidad.

Como siempre ocurría, aún en las vacaciones de verano, el pequeño pelirrojo le encantaba molestar al menor confesando su amor platónico por uno de los chicos populares, HyeRi acostumbrada ante la escena observaba en silencio sin poder evitar soltar una risita salir de su boca.

— Siento interrumpir su dulce platica chicos —quitó su delicada mano, que hace unos segundos se había llevado a su boca— Las primeras clases del día están por comenzar, así que apurémonos.

— Tienes razón Riri —apoyó para luego mirar como niño pequeño al compañero que caminaba junto a su lado izquierdo— HyeRi no se molesta que llame así como cierto niño-delfín.
Irónicamente con su tierna mirada trataba de mandar una indirecta perfecta.

— A ella le gusta —objetó adelantándose hacia el resto del camino que daba con la puerta del aula.

Casilleros escolares, 2:00 PM

Changmin se preguntaba, con nervios y cautela de que los miembros del club de deportes no regresarán de su primera reunión de encuentro.

.>> ¿Como pude haber llegado a esta situación? <<. Buscaba en silencio y con precaución el casillero 44 que le había informado Junsu a la hora de convencerlo de hacer el maravilloso plan. — Aquí estas —susurró para si mismo mientras caminaba hacia su objetivo con una pequeña hoja entre sus manos, que estas le sudaban por los nervios. Tap, tap.
— Oh, oh — Musitó nervioso, si no quería ser encontrado debía apresurarse cumpliendo su gran objetivo.

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