El chico Nuevo cap 23

No hablamos más, cuando terminé mi plato me lo sacó de las manos y lo puso sobre la mano, luego se recostó a mi lado, quise decirle que no deseaba hacer el amor otra vez, aún estaba muy cansado y mi cuerpo estaba un poco adolorido. Me acarició el rostro y luego me atrajo a él.

- Aún es temprano Jae, duerme un poco más –me dijo besando mi frente.
Se lo agradecí mucho, así que sólo me dejé llevar y el sueño hizo el resto. Cuando volví a despertar Yunho estaba durmiendo tranquilamente, no quise despertarlo así que me fui a duchar. Mi cuerpo estaba bien otra vez, aunque todavía tenía una sensación extraña. Cuando salí Yunho ya se había despertado.

- ¿Cómo te sientes? –me preguntó.
- Mejor. La verdad es que necesitaba dormir –le dije sentándome sobre la cama.
- Jae… sé que es muy pronto, pero hay algo que quiero pedirte –estaba serio.
- ¿Qué sucede? –dije intrigado.
- Llevamos mucho tiempo separados, y creo que sería posible… bueno… yo creo que… -le costaba seguir- podrías considerar la idea de vivir conmigo –me puse pálido, no me esperaba una petición así.
- Es un poco sorpresivo Yunho, no sé qué decirte –le contesté.
- Lo sé, pero quiero que me entiendas, te he extrañado como no tienes idea, cada día sin ti, fue una agonía, no quiero seguir esperando cada día para volver a tocarte, a sentirte, a escuchar tu voz –tocó mi rostro y me sentí débil- sólo dime que lo pensarás.
- De acuerdo, lo pensaré –dije y la verdad es que la idea no me parecía mala.
- Me he sacado un peso de encima, no sabía cómo decírtelo –dijo sonriendo- Por otro lado amor, Changmin va a casarse.
- Lo sé, hablé con él hace unos días –le dije.
- ¿Hablaste con Changmin? –me reí de la cara de sorpresa de Yunho.
- Changmin y yo nos hemos vueltos buenos amigos, nos justamos un par de veces para conversar.
- Ese niño, cada vez que le preguntaba si te había visto me decía que no –dijo pensativo- en fin, el próximo sábado será la despedida de soltero de los dos. Bueno Yoochun me pidió que yo organizara su despedida y la de Min la está organizando Junsu, será muy divertido, pero por desgracia estaremos separados.
- No te preocupes, me imaginé que sería algo así. De todas maneras ya me invitó Changmin, así que sólo tengo que ir. Aunque reconozco que me mata la curiosidad, qué clase de despedida de soltero le hará Junsu.
- Algo pervertido, te lo puedo asegurar. Hace unos años atrás, fui a una despedida de un amigo. La organizaron entre Changmin y Junsu, Dios fue una verdadera taberna de perdición, con mujerzuelas y todo. Bueno lo que pasó ahí se quedó ahí, así es todo cuanto puedo revelar –yo lo miré fingiendo enojo, pero luego nos pusimos a reír.
- Bueno ya veremos –dije buscando mi pantalón.
- ¿Qué harás hoy? –me preguntó.
- Salir contigo –dije, me sonrió abiertamente.
- Perfecto, tengo algo preparado para los dos. Lo planee para el día en el que nos reconciliáramos.

Me sentí mal en parte por haber esperado tanto tiempo para volver con él. Nos vestimos rápidamente y salimos. Noté que había cambiado el auto por uno aún más moderno y deportivo, un mercedes del año.

- Toma –me dijo entregándome una tarjeta- esta es una tarjeta de bencina, tiene cupo bastante para un año, es para que comiences a usar el auto que te regalé. Después de todo, ya que eres modelo, quiero que trabajes para mí, eres perfecto, dejaste a las mujeres sorprendidas, serás un gran enganche y claro de pagaré –dijo tranquilamente – y no aceptaré un no por respuesta, ya estoy harto de tenerte lejos, así que mientras decides si vas a vivir conmigo, trabajaremos juntos.
- No puedo decirte que no aunque quiera parece. Pero déjame decirte que mi trabajo te va salir bastante caro –dije encendiendo la radio.
- Lo sé, espero que puedas modelar para mí en ropa interior en un lugar un poco más íntimo.
- Pervertido –le dije y ambos reímos.

Llegamos a una playa hermosa, era casi el atardecer, en el camino había hablado con mi madre y le había avisado que probablemente no volvería a casa ese día porque estaba con Yunho, me sorprendió lo feliz que se puso. Yunho me llevó hasta un departamento cerca de la playa.

- Este departamento es de mi madre –me dijo- Antes de la ruptura con mi padre, venía seguido, pero como comprenderás este lugar le trae muchos recuerdos. Se lo pedí para traerte aquí y pasar un par de días juntos, espero que puedas quedarte por lo menos hasta el día de la fiesta de despedida de Min y Yoochun.
- No es mala idea –dije mirando el lugar.

El departamento era más grande que mi casa, no me sorprendió dado que en la familia de Yunho todo era grande. Almorzamos y luego salimos a caminar por la arena, me tomó de la mano y no le importó que otras personas nos miraran en la calle.

- Me siento tan tranquilo –me dijo respiró hondo- esta paz no la sentía desde hace mucho.
- En cierto modo yo tampoco –le dije mirando el atardecer- Yunho te amo.

Nos besamos ahí, luego nos quedamos abrazados hasta que el sol se ocultó. Volvimos al departamento para cenar, me cocinó y verlo ahí me pareció mucho más emocionante la idea de vivir juntos. Comimos en silencio tomados de la mano. Luego nos fuimos a la cama. Nos quedamos abrazados durante un momento, pero yo quería más. Lo besé lentamente mientras acariciaba su pecho descubierto. Luego besé su cuello y mi mano fue más abajo. Gimió al instante y yo con él. Me excitaba mucho oírlo gemir. Saboree su cuello, luego su pecho, su estómago y finalmente le quité su pantalón. Me metí su miembro en la boca mientras que una mano acariciaba su trasero y con la otra comencé a masturbarme. “Jae… ven”, me dijo entre quejidos. Me puse sobre él en posición 69 y mientras yo lamía su miembro él lamía el mío en posiciones opuestas. Fue excitante, jamás se me habría ocurrido hacer algo así, y ambos nos sumergimos en el placer. Jugué con su orificio hasta que estuvo completamente dilatado, así que cambie y me puse sobre él para penetrarlo. La sensación fue electrizante, placer, sudor, lujuria, éxtasis, todo eso combinado con el amor que sentía por Yunho. Lo penetré una y otra vez sacando completamente mi pene para luego introducirlo con fuerza, los dos gemíamos con desesperación, la habitación se volvió un eco de nuestras voces. Lo besé y lo penetré por última vez antes de que el orgasmo nos invadiera, y fue el cielo, los dos fuimos llevados al paraíso y traídos de vuelta en el brazo del otro. Me dormí sobre él y él me abrazó. Me sentí feliz.

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