KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

Dreams on Fire Capítulo 15: ¡Fuego!

XV. ¡Fuego!


Pasaron los días, las semanas. El pueblo hervía de rumores. Se escuchaba de todo.
-Yo escuché que el rey degollaba a sus concubinas y se bebía su sangre.
-¿En serio? Yo escuché que las violaba y luego se las comía en un acto de canibalismo.
-A mí me contaron que se cansó de las faldas y empezó a buscar chicos a los cuales montar.
-Yo oí que una vez se comió a uno de sus niños chefs.
-A mi me dijeron que colecciona serpientes, escorpiones y otras fieras y que duerme con ellas. Que es tan malvado que ya es inmune a su veneno.
-¡A mí me dijeron que su alma es tan diabólica que con agua bendita se puede morir!
-¡Que se muera!

Precisamente durante uno de esos diálogos colectivos Junsu se encontraba entre la gente y escucho gran parte de las quejas. Yunho le había dejado en claro que, si iba al pueblo por comida y a visitar al capitán, de paso le echara más paja a la flama de sublevación que ya ardía entre la gente.
-¡Alguien tiene que detener a ése rey! –gritó alguien, - ¡Es un servicio al verdadero rey, el príncipe Yunho que está prisionero!
-¡Para mí no sería sólo un servicio al príncipe! Tengo algo – gritó, seguro de que nadie sabría de dónde había venido esa voz ya que entre la multitud todos se confunden aunque también todos se escuchan, - ¡Me quitó mi casa y después la incendió, asesinando a mi familia que seguía adentro!
-¡Hay que matarlo! –chilló una mujer en alguna parte del gentío.
-¡Alguien mátelo!

Yoochun se mantenía al margen de todo esto. Sabía que Changmin se lo merecía, que a pulso se lo había buscado, pero…no quería verlo morir. No de esa manera. Dejando atrás a una multitud iracunda, Junsu regresó al palacio, Yoochun detrás de él, para comunicarle a Yunho los avances de lo que el príncipe llamaba “Ola de rebelión”.
-Falta muy poco para que estallen, señor. Yo le calculo que en ésta semana caerán a las puertas del palacio si no todo el pueblo, la mayoría, armados y todo.
-Perfecto. Entonces nosotros también nos tenemos que armar, Junsu.
-Lo entiendo, príncipe.
-Por eso necesitare que de nuevo consigas una llave. Esta vez de la armería.
-No creo que sea más difícil que la llave de sus esposas, majestad – sonrió Junsu.
-Yo tampoco, pero ten cuidado de todas maneras.
-Lo tendré.
-Yoochun podría ayudarte… ¿dónde está?
Junsu volteó tras él. Yoochun ya no estaba a su lado como cuando entró al calabozo.
-No sé. Estaba aquí…

Changmin se había metido a bañar. Lo hacía cada dos días o algo así, cuando se acordaba de su higiene y se decidía por alejarse al menos un rato del cuerpo de su poeta. Estaba con medio cuerpo sumergido en el agua, pensando en la nada, sin saber que era observado atentamente por el fantasma de Yoochun.
-Siento que me duele aquí – dijo para sí, tocándose el pecho, - y no me gusta. Nada. Puedo entenderlo con mi cerebro pero algo aquí adentro –casi rasguñó la piel de su propio pecho, - no lo comprende y me sigue doliendo. Y lo peor es que una voz dentro de mí me dice que es mi culpa. Quiero olvidarme de eso, es estúpido.
-Yo también debería de olvidarme de esto, borrar los recuerdos o jamás podré descansar en paz – Yoochun sentía de nuevo ese cubetazo de agua fría, - Él quiere olvidarse de mí, quiere vivir feliz ignorando que yo sigo aquí esperando a que pueda verme…
El fantasma del poeta estiró su mano hacia la cara del rey, quien había cerrado los ojos. “ojalá pudiera hacer lo mismo que tú y olvidarte”. En cuanto “tocó” la frente del rey, desapareció, los ojos de Changmin se abrieron tanto como le era posible a sus párpados y luego cayó inconsciente, su cabeza recargada en la orilla de la bañera.

Dentro de sus propios pensamientos, Changmin se vio a sí mismo, entrando a su habitación para encontrar a Yoochun esperándolo, sentado en la silla que siempre usaba para escribir poesía.
-Majestad – el pelinegro se levantó de su asiento al verlo.
-Yoochun – el rey se acercó hasta él a punto de echársele encima, pero se detuvo, limitándose a poner un brazo sobre el hombro de su poeta, - regresaste.
-Apenas puedo creer que…- Yoochun dejó de hablar cuando sintió una mano entre sus piernas, apretándolo sobre su pantalón. Changmin lo miraba con intensidad a los ojos.
-Changmin…-los labios del castaño cayeron sobre los suyos con la misma intensidad que su mirada. Pocos segundos después se alejaron, muy poco tiempo como para que Yoochun le hubiese correspondido.
Changmin no estaba seguro si debía seguir o no, temía que fuera otro sueño y nada más. Estaba a punto de retroceder cuando los labios de Yoochun cayeron sobre los suyos, con la misma intensidad con la que él lo había besado y en aumento. Entonces sus manos empezaron a desabotonar su camisa para descubrir la blanca piel y acariciarla con ansiedad para luego cubrirla de besos. Mientras las manos de Yoochun revolvían su cabello, esperando que hiciera lo que tanto había anhelado mientras las manos morenas acababan de desnudarlo por completo. El de piel blanca se sentía desfallecer mientras la boca de su rey se ocupaba en atenderlo. Cuando se sintió demasiado excitado lo apartó con delicadeza y se hincó frente a él para volver a besarlo, un poco vulgar y necesitado. A tirones le quitó la capa y la camisa y cuando sus manos iban a descender hacia su pantalón Changmin lo detuvo. Yoochun se alejó de sus labios, mirándolo, perplejo. Changmin se levantó y bajo la atenta mirada de su poeta se desabrochó el pantalón y se lo bajó, pasando sus pies fuera de él para quitarlo, sus facciones desprendiendo sólo un poco de la excitación que el resto de su cuerpo sentía. Yoochun no pudo resistir relamerse y sujetándolo de la cintura lo introdujo en su boca, succionando y humedeciendo con sus labios. Mirando el techo, Changmin no dejaba de gemir.

-¡Yoochun! ¡Suficiente!
Yoochun se levantó despacio, recorriendo a besos la línea desde el miembro erguido de Changmin hasta su barbilla y éste lo sujetó con fuerza entre sus brazos, inclinándose un poco para reclamar sus labios, desesperado. Yoochun le correspondió el beso y un poco apresurado lo empujó hasta caer ambos en la cama. Separando sus piernas poco a poco volvió a invadirlo, empezando con sus dedos, sintiendo como la carne de Changmin se ensanchaba contra su tacto. A su vez, Changmin masajeaba la excitación de Yoochun, apretándola con su mano entera, acariciando su base con sus dedos.
-Cha…Changmin…no puedo más…- la voz del pelinegro estaba enronquecida de lujuria.
-Házmelo, Yoochun. Estoy listo.

Acomodando su cintura entre las piernas del moreno, el poeta poco a poco lo invadió, llenándolo con toda su extensión en segundos. Empezó el juego de cuerpos. Las embestidas del pelinegro llenaron pronto de sudor las pieles de ambos cuerpos abrazados, desesperados. Empezaron a gemir y a jadear al mismo tiempo. “Escucho su corazón”, pensó Yoochun, “galopa igual que el mío…espero que también escuche el mío”.
-Chunnie…ah...de…déjame…montarte…
Yoochun accedió y, tomándolo de la cintura, giró sobre la cama, colocando al rey encima de él. Apoyando sus manos en el pecho de Yoochun y dándole pequeños pellizcos en sus pezones de vez en cuando, Changmin se movió sobre él, haciendo que llegara cada vez más veces hasta el fondo, tocando su punto más sensible.
Yoochun se estremecía bajo su cuerpo, estaba al borde del orgasmo y eso volvía loco al rey.

Siguió moviéndose frenéticamente, sin darse cuenta en qué momento su habitación se empezó a oscurecer. Sintiéndose a punto de llegar, cerró los ojos. Al abrirlos ya no estaba en su habitación del palacio, sino en una habitación oscura, apenas iluminada por antorchas. Miró en derredor y a duras penas distinguió siluetas de otros muebles de distintos tamaños a su alrededor. Sus ojos se dilataron por el horror al darse cuenta dónde estaba. Tragó saliva antes de mirar abajo a su amante. Yoochun tenía la cabeza ladeada, había estado moviéndola de lado a lado por las oleadas de placer hasta que la detuvo unos segundos hacia la izquierda. Cuando volteó hacia él, su piel estaba azul, sus labios negros y sus ojos apagados y vidriosos. Changmin empezó temblar de horror y gritó con todas sus fuerzas.

Abrió los ojos y se encontró de nuevo en la bañera. Estaba mojado pero no sólo de agua, también el sudor frío recorría su frente. Esa visión… sólo quería decir una cosa y no quería aceptarlo. “No lo hice. Yo no maté a Yoochun…", pensó, saliendo del agua. “Sí, lo hiciste”, le respondió otra voz en su cabeza. “No lo hice. Sí lo hiciste. No lo hice. Sí lo hiciste”. Desesperado se recargó en el lavamanos. “Cálmate Changmin, tú no lo mataste” “Si lo hiciste”. Asustado se miró en el espejo.
-No lo hice.
Increíblemente, el otro Changmin frente a él lo miraba con desaprobación.
-Sí lo hiciste – lo reprendió.
-No lo hice.
-Sí lo hiciste.
-No.
-Sí.
-¡No!
-Sí
-¡NO! ¿A quién le estoy hablando? – se sujetó la cabeza con fuerza, tirando de su cabello. El rey Changmin definitivamente estaba acabando de perder la razón.

A su vez, Yoochun salió disparado fuera de la mente de Changmin y siguió volando lejos.
-¡Junsu! – gritó hasta que dio con él en su habitación.
-Ahí estás Yoochun. Creí que estabas conmigo en el calabozo. ¿Qué pasó? ¿Sucede algo?
-Lo vi. Vi como Changmin me asesinó. No quería creerlo pero…lo vi.
-¿En dónde? – para Junsu las cosas no se podían poner más extrañas.
-En su mente. Lo toqué y de alguna manera entré. Fue extraño. Y doloroso cuando me vi ahí, en sus brazos, muriendo…
-Lo siento, Yoochun hyung. ¿Ahora me crees?
Yoochun asintió.
-Había pensado impedirles la rebelión pero… creo que no tiene caso.
-De verdad lo siento, Yoochun. Ojalá no te hubieras enamorado de él.
Yoochun suspiró.

Pasó el resto del día y mientras Changmin se bebía un té de belladona para los nervios, Junsu y Yoochun aprovechaban que no salía de su habitación para conseguir la llave de la armería.
-Yoochun, ve a donde están esos guardias y a ver si encuentras en alguno de ellos la llave – le pidió Junsu una vez llegaron al cuartel. Yoochun asintió y flotó hasta donde estaban los soldados. Pronto encontró un manojo de llaves atado al cinturón de ese soldado. Usando mucha energía fantasmal, logró tomar el manojo de llaves y quitarlo del ganchito por el que se ataba al cinturón del soldado sin que éste se diera cuenta.
-¿Escuchaste, compañero? –dijo de repente el solado al otro. Yoochun se quedó inmóvil.
-¿Qué cosa? – le preguntó el otro.
-Lo que dicen en el pueblo. Se quieren rebelar.
-¿Ah sí? ¿Por qué?
Yoochun prestó atención.
-Porque dicen que el príncipe Yunho es el verdadero rey y que está vivo.
-¿Y tú les crees?
-Pues no sé, pero si se arma la rebelión, tenemos que estar preparados para proteger el palacio y al rey.

Rápidamente Yoochun regresó a Junsu con las llaves y le contó lo que había escuchado.
-Hay que avisarle a ya sabes quién cuanto antes, Yoochun.
-Vamos.
Descendieron juntos al calabozo una vez más y le contaron a Yunho lo que los soldados habían dicho.
-Perfecto. Quiere decir que entre hoy y mañana se rebelan. Hay que armarnos de inmediato y estar listos para liberarme y salir de aquí.
-Sí, majestad. ¿Quiere que vaya ahora a buscar las armas?
-¿Ya se está poniendo el sol?
-Eso creo.
-Ya casi oscurece – afirmó Yoochun.
-Entonces ve por las armas ahora, y trae la llave de mis esposas contigo.
-Siempre la traigo conmigo, señor –sonrió Junsu.
-Perfecto. Todo terminará pronto, ya verán.

****
Entrar en la armería fue sencillo. Los guardias estaban ocupados cenando cuando Junsu fue sigilosamente hasta ahí para sacar un par de espadas y llevárselas hacia el calabozo.
-El príncipe puede usar la más delgada.
-Pero Junsu, ¿sabes pelear con espada? – le preguntó Yoochun.
-Más o menos. Cuando era chiquito mi papá me enseñó un poco y estas últimas semanas he estado practicando lo que recuerdo en mis tiempos libres.
-Ah…- Yoochun no estaba muy convencido, pero ya no había vuelta atrás. Rápidamente Junsu aseguró la espada a su cinturón y comprobó que podía sacarla de su vaina fácilmente antes de correr de vuelta escaleras abajo hasta el calabozo.
-¿Todo listo?
-Sí, príncipe Yunho. Yo aquí tengo una espada, y aquí está la suya.
-Perfecto. Entra aquí y libérame.
Junsu rápidamente tomó las llaves de la celda de la pared de entrada a los calabozos, junto a la puerta. Estaban ahí sólo para poder alimentar a los presos, aunque en este caso el único allí era Yunho y para liberarlo hacía falta más que ésas llaves, sino la que Changmin había llevado en el cuello y que ahora tenía Junsu.
-Sólo que no tengo ni idea de cuál de todas estas es la llave de la reja, señor – explicó Junsu, mirando las diez o quince llaves en sus manos.
-Date prisa y pruébalas todas hasta que encuentres la que abra mi celda. Espero sea una de las primeras tres.
Desgraciadamente, no fue ninguna de las primeras tres ni cinco.
-Apresúrate, Junsu,- lo apresuró Yoochun, mirando por la ventana, - ya está oscuro.
-Eso intento – exclamó desesperado el pelirrojo, probando una llave más en la cerradura. Por fin la decimo-algo hizo ceder a la cerradura y la puerta se abrió.
-Listo. Ahora le soltaré esas cadenas, majestad – sonrió Junsu, entrando a la celda y sacando la llave de debajo de sus ropas. Estaba por introducir la llave en el primer cerrojo cuando la voz de Changmin resonó por el castillo entero.
-¡JUNSU!
-Oh no. Algo le sucede y si no me aparezco frente a él en unos segundos, todo el plan se irá al demonio.
-Suéltame sólo el brazo derecho y déjame la espada y la llave, Junsu. Con él libre puedo soltar mi otro brazo, mis manos y mis pies. Apresúrate.
-Sí – Junsu obedeció y soltó el brazo derecho del príncipe, sujeto por debajo del hombro contra la pared de la celda por un pesado grillete de metal. Aparte de esos grilletes, sus muñecas estaban encadenadas al suelo por medio de una cadena que sólo permitía que en todo caso el prisionero comiera.
-Perfecto, ahora vete. ¡Vayan los dos, corran! – los apresuró Yunho, tomando la llave en su mano. Junsu y Yoochun asintieron y corrieron escaleras arriba, buscando a Changmin.

****


Al fin, asomado por el balcón en el cual lo habían coronado y que estaba al lado de la sala del trono, estaba Changmin. Miraba con desprecio hacia abajo.
-¿Me llamó majestad? – habló Junsu, acercándose.
-Míralos – respondió Changmin, secamente. La taza del té de belladona temblaba en sus manos, llena, - masa de estúpidos. Creen que pueden rebelarse.
Junsu se asomó por el balcón, al lado de Changmin, mientras Yoochun se mantenía a distancia. Abajo, si no todo el pueblo gran parte de él se había reunido, justo como Yunho había predicho. Estaban armados con antorchas, palos, instrumentos de labranza, y básicamente de todo cuanto pudieran utilizar como armamento. Los más fuertes empujaban contra la puerta del palacio, amenazando con derribarla.
-Baja y diles que se larguen – dijo Changmin.
-¿Disculpe?
-Eras chico de pueblo, hablas su idioma y seguramente les has de seguir cayendo bien. Ve y diles que se dejen de tonterías y se regresen a sus casas o me harán sacar a toda la guardia.
Junsu estaba a punto de obedecer por inercia cuando recordó las instrucciones de Yunho. Además, él mismo estaba armado.
-No.
Changmin volteó a verlo, sorprendido.
-¿Qué dijiste?
-Dije que no, majestad- respondió Junsu, desenvainando su espada y amenazando al rey con ella. Changmin miró la hoja resplandecer cerca de sus ojos, cínico.
-Me imagino que tú los azuzaste para que vinieran aquí a hacer el tonto. ¿Pues te digo qué? Tu pueblecito vino sólo a morir, Junsu. ¡Igual que tú! – Changmin le arrojó la taza a la cabeza y echó a correr hacia el trono. Junsu se tambaleó por el golpe, que afortunadamente había sido en su hombro, y lo siguió.

Cuando lo alcanzó Changmin ya había desenvainado su propia espada, que había dejado en el trono, y le hizo frente. Empezaron a lanzarse espadazos. Junsu se defendía tan bien como podía y lo atacaba tan bien como sabía, pero Changmin tenía más años de práctica y mucha más malicia. Por más ganas que tuviera Junsu de matarlo no le salía hacer alguna trampa para obtener la ventaja. El rey en cambio, en cuanto veía oportunidad intentaba patear a Junsu o golpearlo con cuanto encontraba a su paso. Pelearon por toda la sala del trono, dando vueltas, corriendo, Junsu esquivando todos los ataques que a Min se le ocurrían e intentando responderle a espadazos. Yoochun se había mantenido al margen, mirándolos pelear, hasta que concluyó que era mejor ayudarle Junsu. Después de todo Changmin era un asesino y por más que le doliera debía dejar de amarlo. Volando tan rápido como podía siguió a Junsu, usando su energía fantasmal para protegerlo de los diversos objetos que Min le arrojaba, como un escudo invisible. Airado, enloquecido de ira, Changmin agarró las lámparas de aceite y las arrojó también contra Junsu. El pelirrojo saltó lejos, esquivándolas, pero las cortinas por obvias razones no pudieron hacer lo mismo y empezaron a quemarse poco a poco. Antes de que Junsu pudiera levantarse Changmin ya estaba junto a él, y alzando la espada pateó lejos la que Junsu tenía en la mano.
-¡Te voy a matar, Junsu! ¡Te voy a matar como debí matarte hace mucho!- los ojos de Changmin estaban dilatados, su sonrisa demasiado cruel. Junsu lo miraba desde el suelo con horror. La espada del rey empezó a descender a toda velocidad pero poco antes de que atravesara la cabeza del pelirrojo éste vio un relámpago.
-¡Tú! – gimió Changmin.
-Espero no me hayas extrañado más de lo necesario, hermanito.
Yunho estaba de pie, al lado de Junsu, protegiéndolo del letal golpe que iba a darle Changmin con su propia espada. Mientras Junsu había peleado con Changmin, el príncipe había forcejeado con sus cadenas para soltar sus manos, luego su otro brazo y sus pies, para luego tomar la espada que el consejero le había traído y correr escaleras arriba. Por el camino había escuchado a los soldados salir en tropel y gritar que había rebelión, cosa que hizo que Yunho empezara a subir las escaleras de tres escalones en tres hasta llegar a la sala del trono, justo a tiempo.

-¿Qué eres ahora, Changmin?
-Soy lo que tú me hiciste ser. Lo que todos ustedes me hicieron ser. Soy el rey que nuestro padre debió ser, pero que jamás se atrevió a ser. Y soy todo lo que tú tuviste miedo de ser.
-¿Miedo? El único que está temblando de miedo aquí eres tú, Minnie, - sonrió Yunho, -Y siempre lo has tenido, o no me habrías drogado y luego encerrado ni habrías hecho todo lo que hiciste hasta ahora.
-¡Yo soy quien merecía ser rey y no tú! – gritó Changmin, lanzándose a la batalla otra vez. Junsu se levantó, mirando la pelea entre los hermanos, atónito. De repente sintió un tirón de su camisa y miró a Yoochun a su lado.
-Fuego – dijo el fantasma.
Efectivamente, las cortinas se habían incendiado por completo y habían transmitido las flamas a las demás cortinas y al tapiz. Además, el aceite hirviendo de las lámparas rotas estaban en el suelo y varias de las chispas que se desprendían de la pared habían hecho que ardiera también.
-¡Fuego! – gritó Junsu, pero ni Yunho ni Changmin lo escucharon, demasiado ocupados intentando quitarle la vida al otro al mismo tiempo que esquivaban las flamas, hasta que llegaron al balcón. Junsu no sabía si seguir al pendiente de ellos o del fuego.
Abajo, la gente había conseguido entrar a los jardines del palacio y habían empezado a enfrentarse a los guardias, sin mucho éxito.
-Esto se está poniendo demasiado feo – se dijo Junsu. Yoochun asintió.

-Tenías tanto que perder, Yunho. Y yo no tenía nada. Por eso te lo quité todo – le dijo Changmin, lanzándole una estocada a su hermano.
-Quizás. Pero también te quitaste a ti mismo lo que más te importaba – respondió el otro, defendiéndose del ataque con su espada.
Changmin palideció. Nuevamente pasó por su mente esa espantosa escena en el Edificio Gris, sus brazos sosteniendo el cuerpo agonizante del capitán que luego se transformó en Yoochun.
-¡Mentira! ¡Tu capitán me lo quitó!
-Sabes que eso no es verdad. Te lo llevaste a ése edificio de torturas y ahí lo perdiste.
-¡Mientes! – lleno de ira, Changmin se dejó ir contra Yunho cuando de repente el suelo del balcón tembló.
El fuego se había esparcido por casi todos los muebles y el piso, y el calor de las llamas poco a poco había quebrado el concreto, base del palacio, hasta llegar a quebrar también el mármol de su exterior. El balcón retumbó una vez más y empezó a romperse en dos, creando un agudo desnivel. Los hermanos rivales perdieron el equilibrio y cuando el suelo se precipitó más hacia abajo, ambos rodaron hacia el abismo. Junsu corrió tras ellos.
-¡Majestad! – gritó, mirando desde el otro lado del balcón, aquél que aún se sostenía por completo del resto del palacio. Afortunadamente Yunho había logrado sujetarse de uno de los barrotes que componían la barda del balcón, y debajo de él Changmin se había sujetado de la capa de su hermano.

-¡Hyung! –gritó el menor.
Yunho volteó a verlo. A pesar de todo era su hermano. No merecía una muerte como esa. Intentó soltar una mano para ayudarle pero al hacerlo sintió que resbalaba y volvió a sujetarse. El movimiento provocó que el peso de Changmin se balanceara y la capa se empezó a desgarrar.
-¡Sujétate! – le gritó Yunho. Así lo hizo Changmin e intentó alcanzar, soltando una mano, otra de las vigas del balcón, pero no pudo. Nuevamente el movimiento de péndulo causó otro desgarre en la tela de la capa. Afortunadamente se sujetaba de los hombros de Yunho y no de su cuello o lo habría ahorcado.
-¡Traeré una soga! –se escuchó el grito del pelirrojo desde arriba, -¡Resista, majestad!

Yunho miró abajo. La multitud, ahuyentada por la violencia de los ataques de los guardias, había huido y algunos de ellos habían dejado caer tras de sí sus antorchas, incendiando la hierba y los árboles que habían debajo del balcón y creado un pequeño infierno. Pronto el humo empezó a ascender, provocando que ambos chicos tosieran, Changmin primero pues estaba más abajo. El calor del incendio de abajo también ascendía, acalorándolos, debilitándolos. Ojalá Junsu se diera prisa con la cuerda.
-Sujétate, Changmin.
-Hermano, no me dejes caer… ¡no quiero morir!
El miedo había regresado a Changmin a su estado más vulnerable. A ése Changmin conocía Yunho, al que le pedía que le ayudara con las tareas, que lo ayudara a sostener bien la espada, a sujetarse con fuerza de la rama de un árbol cuando jugaban, y ahora le pedía que lo ayudara a salvarse.
-¡Aquí está! – gritó Junsu, regresando de nuevo al borde del balcón. Ambos chicos voltearon hacia arriba. Changmin se heló. Al lado de Junsu, flotando, mirándolos con la misma preocupación que el consejero, estaba Yoochun.
-Yoochun…-Changmin alargó su mano, intentando tocar al poeta que veía unos cuatro metros más arriba de él. Se escuchó un siseo bastante fuerte y la capa se terminó de romper.
-¡Changmin! – imposible saber quien había gritado más fuerte, el hermano, el fantasma o Min al caer.

19 Comentarios:

  1. sheccid2/10/2010

    ooo dios no se porque pero estoy llorando
    waaa esto es muy hermoso pobre changmin
    no se lo merecia, bueno si pero... haayyy ya no se.
    gracias Aemin por tu hermoso fic espero con ancias el otro capi.

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  2. Min se tiene que morir, pero no asi! Tiene que tener una muerte digna y.y

    Ah~ y quisiera saber si jae esta en la multitud D: ese chico esta todo desaparecido..

    Esperare el proximo capitulo *-*

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  3. Lessien2/10/2010

    OoO

    no es posible!!!
    ChangMin T.T

    Vale que ha sido muy mal rey, un niño mimado y consentido ademas de un asesino...pero pienso como Sophie...no tendria que haber muerto asi T.T

    Y ahora que ocurrira??
    que pasara con JunSu...YooChun y Jae?? y claro esta con Yunho!!

    Esperare con ganas el siguiente capitulo

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  4. Hola

    ya extrañaba este fic, apesar de todo pobre min tener un final asi que mal

    en fin espero el proximo capitulo hay muchos cabos sueltos espero que sean revelados

    saludos!

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  5. >D gracias! Pronto sabran toda la verdad, los cabos sueltos se atarán (XD).
    Sobre Jae, por ahi anda, está bien. De los demas no pienso dar un spoiler n.nU

    Gracias por seguirlo, y no se preocupen por el rey...

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  6. aemin fan!2/10/2010

    mi reeeeeeeey!!!!!!! nooooooooooooo TTOTT!!!! no me hagan estoooo cortarlo asiiii aemin pecadoooraaa XD es pecado dejarme en este estado de histeriaaa!!!!! voy a enloquecerrr plx x tu mami tu papi tu mascota x dsbk!! actualiza lo mas rapido q se pueda TTOTT x mi bienestar XD haha weh ....ya que deskrgue mi momento de shock dejame decirte q ERES LA MEJOOOR!!! este es uno de mis fics favoritos ^w^

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  7. fan de aemin y le dice "aemin pecadora" xDD

    aaaa AEMIN!!! I FUCKING LOVE YOU!!! XDD
    esta mas que genial!! aa ya necesitaba un fic asi -////////-

    espero que tenga el mejor de los finales!! X3
    y que jae regrese de las nubes xDD
    pishi jae ido.. i l♥ve you too xDDD

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  8. llenare esto de comentarios x porque AMO D.O.F!!!!

    AAAAAAAAA MIN TE AMO MAS CUANDO ERES MALANDROOOOO!!! XDDD despues de muerto tendra una platica normal de pareja con chun de "aiii quien te kiere mas muertu? - tuuu -Pero tu me mataste ¬ ¬U -hay amor!! ya te dije que queria matar a otro u.u -Osea que me engañas? T-T -no! nonono! yo te amo a ti... pero te queria matar despues u///u


    Dioooos! que sadico!! xD

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  9. JAJAJJAA MALANDRO XD
    jajajajja esa platica esta buena hahahaha me dio risa xD

    Min ohhhhhhh no se tengo sentimientos encontrados ...ahh continua gracias aemin

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  10. GdRaGoN!2/10/2010

    JAJAAJAJAJAJJAAJJAJJAAJ nu ma estoy muriendo de risa!!! ame tu dialoguito lizeth!!! omg!!! umma!!!! q esto esta de locos!!!!! ya!! digan quien se murio!!! ajjajajaja q malo...no de verdad q estaba ala filo de la butaca yo! ajajjaaj omg!! umma espero q actualizes pronto ne? cuidate!!!

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  11. OMG...tengo una fan que incluso se puso por Nombre "Aemin fan!" O.o..XD

    Gracias a todas! Ya pronto actualizare, lo prometo...y ese dialogo me tienta XD Lizeth me lo puedo robar?

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  12. noooooo!!!
    otro murto mas no, aunque si se muere puede que sea un fantasma y se quede con yoochun, pero bueno a esperar y ver que pasa
    gracias!!!!

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  13. mi oppa ;O;!!!!!!! *despues de q todo el dia trato de terminar de leerlo* ahh changmin ;O;!!.. al menos q se vaya al infierno con yuchon D:.. y ahi sean felices haciendo orgias :D XDD

    ahh ;___; oppa

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  14. Lalalala... espero el final las sorprenda, chicas n.n aunque lo de la orgia infernal tambien es excelente idea XD... gracias por leer y comentar y seguir esto hasta el fin!! Domou arigato gozaimashita *o*!!

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  15. Miyu-Chan2/10/2010

    ES QUE NO!!!!!!!!!!!! Q2!!!!!!!!!! NO NO NO NO NO NO NO Y NO!! Maldición Changmin no se puede morir!!!!!!! ;OOOOOOOOO;! Es que asdf ya si el locoh es terrible malo y volás pero igual!! YO LO AMO!!!!! ;OOOO; *corre en camara lenta a salvarlo*

    No en serio que no puede morir!! No lo acepto!YO AMO A CHANGMIN! SOY FAN DE CHANGMIN SÁDICO Y PSICÓPATA SEXUAL!! Y también soy tu fan Aemin :B!! Holi!! ;BBB!! xDDD

    Asdf pucha porfa intenta actualizar rápido o me corto una!! ;OOOOOOO;! sajdhsajdhsj Changmin ;O;!! Y Yoochun!! Y CHANGMIN!! Y EL YOOMIN DIOS MÍO! ;OOOOOO; AMo el Yoomin!!! AJSHJSHDSAJD *explota mil veces*

    Ahahaha cuando me metí al blog y vi que habían actualizado lo único que hacía era decir OMG OMG OMG OMG y sentía como mis ovarios explotaban y mis trompas de falopio ardían *________*!!!!!!!!!! Y mi estómago se retorcía y tuve orgasmos mentales y yah mejor me callo porque como que estoy hablando puras tonteras y yo cacho que más de alguna se traumo con eso si es que lo leyó asdf HOLI : DDDDD!!!!

    Actualización! Actualización! *Saca sus letreros y banderias de DOF FAN Y AEMIN FAN*

    :'D Saludos y asdf Aemin eres genial wiiiiih!! *O*

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  16. ._.U

    Aigo~... *ya sabe lo que sienten los TVXQ cuando llegan sus cassipeia*
    Deberia hacer mi club de fans o.o? XD ok eso sono demasiado egocentrista *ve a changmin* no hablaba de ti, majestad.

    Prometo pronto actualizar y lo vuelvo a decir: gracias por seguir este fic y por echarme flores, comentar, etc etc... las quiero a todas!!!

    P.D: *huyo del rey changmin que se enojo por hablarle feo*

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  17. Miyu-Chan2/12/2010

    Yo creo que si deberías abrir un club de fans ôwo! xDD Aahahaha

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  18. XD un club de fans...prefiero que alguien lo organice y enterarme despues, si no seria muy egoista n.nU

    De nuevo gracias!!

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  19. Anónimo2/16/2010

    detesto a yunho y todos los demos o.ó

    menos al yoomin xD la pareja estrella del fic *
    *¬*

    Ahora kiero q el yoomin fantasma haga sus coxinadas y se amen *-*

    ResponderEliminar

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o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD