Suspiró con pesadez, parado frente a la puerta, solo. Finalmente había terminado llegando solo a visitar a su pobre amigo enfermo. Aunque la idea había sido ir todos juntos a darle ánimos y pasar un buen rato juntos, pero Yoochun recibido una llamada y salió corriendo quien sabe a donde. Yunho había dicho que llegaría más tarde porque debía juntarse con su novia antes, y Changmin estaba preso en ese bendito restaurante – Yoona haciéndole compañía-. Le había disminuido unas cuantas horas por su buen desempeño en los exámenes, pero a cambio no lo dejaban salir a ninguna parte, debía estudiar (ordenes estrictas del Sr. Shim).
<<.En fin, ya estoy aquí.>>
Tocó la puerta un tanto cohibido, hacía mucho que no venía a la casa de Junsu. Y la verdad de las cosas es que tenía un poco de miedo. La madre Junsu aún lo culpaba por las conductas sexuales desviadas que había tomado su hijo. Aún recordaba como entró a su casa la señora, gritando a todo pulmón que quería una explicación, que porqué le permitían presentar conductas homosexuales, y una larga lista de alegatos. Y Dios, su madre si que lo regaño después de eso.
- ¿Diga?- Preguntó la voz de la madre de su amigo, que asomaba a penas su cabeza por la puerta.-
- Hola Sra.Kim, soy Kim Jaejoong, comp—
- ¡Jaejoongie!- Gritó, abriendo la puerta de par en par para abrazarlo.- ¡Tantos años! Mírate como has crecido, y hasta te teñiste el pelo negro otra vez. Estás cada día más guapo. ¿eh?
- Gr—Gracias- Dijo tragando saliva, un tanto nervioso. No se esperaba un recibimiento tan cálido. (En todo caso, hacía años que no se pasaba por allí)
- ¿Vienes a ver mi Jun-chan, no es así?- Preguntó separándose del chico. Jaejoong asintió en silencio.- Pasa, pasa…
La mujer lo hizo pasar y cerró la puerta tras de ella. Le ofreció dejar sus cosas colgadas en el perchero, pero el moreno prefirió traerlas consigo, no le molestaban de todos modos.
- La habitación de mi bebito está donde siempre. ¿Recuerdas?-
-¿Arriba?- Preguntó el menor.
- Sí, anda. Yoochun ya llegó hace un rato, deben estar conversando.
Jaejoong sólo asintió, se dispuso a subir las escaleras. La señora se había ido a la cocina, probablemente a prepararles un aperitivo como lo hacía siempre (al menos hasta que dejó de venir, lo hacía). Cuando estuvo arriba, comenzó a hacer memoria, era la primera habitación a la derecha. La puerta estaba entreabierta, y de ella, escuchó salir su nombre.
- Ni siquiera me hables de esos dos.- Era la voz de Junsu.
- ¿Qué…?- Yoochun si estaba con él, con razón había desaparecido tan rápido, había salido corriendo a ver su querido rubio.
- Jaejoong y Changmin….-
¿Qué demonios estaba pasando allí adentro? ¿Qué mierda se traía Junsu en contra de ellos? Decidió quedarse detrás de la puerta a espiar un poco, si no, jamás iba a poder saber de qué se trataba todo esto.
- Esos mentirosos….
- ¿Junsu, de qué hablas?
- ¿Yoochun, de verdad tu tampoco lo sabías?- Preguntó, enojo en sus palabras.- ¡Están juntos, como pareja!
- ¿De enserio?
- ¿Crees que te mentiría con algo así, Chunnie? Yo los vi, ese día que mes desmaye, los vi en el patio trasero del colegio, bajo el Sauce. Y lo peor de todo es que Yunho lo sabía todo. Por eso actuaban tan extraño. Yo tenía razón, y nadie me quiso creer.
- Jun-chan…. Quizás tienes razón en estar enojado porque ellos no te lo contaron a ti. A mí tampoco me dijeron nada… Pero, ¿No crees que estás exagerando un poco? Tal vez sólo estaban esperando el momento adecuado, talvez no estaba planeado que Yunnie se enterara.- Lo intentó calmar.
- ¿Exagerar? Esto no se trata de eso, es cierto que me lastimó que no tuvieran la confianza suficiente conmigo, que no me dijeran. ¡Pero no es eso lo que más molesta!- Soltó, y Jaejoong pudo por aquel pequeño espacio que dejaba la puerta entreabierta, como el rubio arrugaba las mantas que lo cubrían con sus puños. – Su relación es…Inmoral, asquerosa…
- Oye, oye… Tus condiciones sexuales son igualitas a las de Jaejoong, no le veo lo mal—
- No seas bruto, me refiero a ellos dos. No son sólo dos chicos que se conocieron y se enamoraron, son parientes. Es como… Incesto…No está bien.
- Su…- Le dijo suspirando pesadamente- Tanto tú como yo sabemos que ni si quiera son primos, sólo la ley los une. No es como si fuesen hermanos de sangre o algo as—
- ¡YOOCHUN, TU NO ENTIENDES NADA!- Gritó a todo pulmón, y Jaejoong estaba seguro de que no fuese porque la radio de la cocina estaba a todo volumen, la madre de Junsu se habría llevado el susto de su vida.
- ¿Qué mierda te pasa Junsu? Explícame, porque cada vez te entiendo menos.-
Un corto silencio se formó entre ambos, y el corazón del moreno que espiaba tras la puerta entreabierta latía con fuerza. No estaba bien escuchar conversaciones ajenas a escondidas, tampoco estaba bien que Junsu estuviese tan alterado. Mordió su labio inferior con fuerza, nervioso, esperando (y la vez temiendo como nunca antes había temido) la respuesta del rubio.
- Yoochun.- Empezó el joven, tomando aire, tratando de calmarse. Buscando la tranquilidad necesaria como para confesar lo que estaba seguro desataría un gran caos.- Jaejoong y Changmin…
<<.¿Qué pasa con nosotros? Maldición Junsu, habla rápido…>>
Pensó el moreno al sentir como la radio de la cocina se apagaba, como la dueña de casa revolvía su vajilla. Estaba más que ansioso, su odio pegado a la puerta, sus ojos fijos en ese pequeño espacio que le mostraba parte de la habitación, que le mostraba la cara seria de Junsu, la expectación de Yoochun. Quería saberlo, y tenía que ser rápido. Necesitaba saberlo.
- Jaejoong y Changmin son hermanos de sangre.-
Y con eso último, su corazón se detuvo. ¿Hermanos…? ¿De sangre? Miles de preguntas bombardearon su cabeza. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué nadie les dijo nada? ¿Por qué dejaron que todo llegase tan lejos? No sabía si podría mantenerse de pie todavía, sus piernas estaban allí, pero no respondían. Sus ojos se llenaron de lágrimas.
Miró la puerta, no iba a entrar, no quería saber más. No ahora, quizás luego, pero ahora, sólo quería esconderse y llorar. Dio la media vuelta y bajó las escaleras, al final de ellas se topó con la madre de Junsu, evitó mirarla a la cara.
- ¿Ya te vas?
- S—Sí…Lo siento mucho…- Intentó esconder su pena, pero su voz temblaba- Me acaba de llamar mi padrastro, hay una urgencia en el restaurante.
- ¿Alcanzaste a ver Junsu? Preguntó, pero no obtuvo respuesta, el joven ya se había ido.- Los jóvenes de hoy en día…- Sonrió, aún algo extrañada.- Oh, olvidé las galletitas.
Mientras tanto, en esa misma casa, en el segundo piso, dentro de la primera habitación a mano derecha, dos chicos se miraban a los ojos, en silencio. El moreno sin poder articular una sola la palabra, y el rubio, sintiéndose –aunque muy en su interior- culpable.
- ¿Jae y Min…?- Comenzó el moreno, rogando a Dios que todo fuese un malentendido.- ¿Son hermanos? Ha…- Intentó reír, pero la seriedad con la cual lo miraba Junsu lo tenía muy nervioso.- Vas de broma… ¿No, Jun-chan?
- Yoochun…-
- N—No pueden ser hermanos, porque ellos… Es imposible.
- ¿Eres tonto acaso? – Casi gritó, enojado- ¿Crees que voy de broma con algo as—?
Toc, toc. El sonido de la puerta los calló a ambos. Probablemente era la madre del chico que yacía enfermo en su cama – porque de ser cualquiera de los chicos, ya lo sabrían. Llamar por teléfono antes de siquiera tocar la puerta era una costumbre de ellos-. La puerta de abrió despacio, revelando a una mujer, que cargaba con una sonrisa en su rostro una bandeja.
- Lo siento si interrumpí algo chicos.- Les sonrió- Pensé que podrían tener hambre, por eso les traje té y galletitas, están recién horneadas-
- Gracias mamá- Le dijo el rubio, un tanto nervioso. ¿Habría escuchado su discusión con Yoochun?- Déjalas aquí, nosotros nos servimos.- Pidió apuntando su cómoda.
- ¿Me harías el favor Chunnie, querido?- Le preguntó extendiéndole la bandeja. Yoochun la sostuvo y la dejó en la cómoda- Gracias. Los dejo chicos. Avísenme si necesitan algo.
Y con esas palabras, les sonrió y se fue, dejándolos solos. El silencio era nuevamente incómodo, el ambiente tan tenso que se podía cortar con un cuchillo mantequillero. Junsu cogió una galleta, pero no se la comió, la observaba, su mirada perdida. Hasta que por fin se decidió a hablar.
- Yoochun, no estoy bromeando.- Le dijo, su voz calmada.-
- Te creo...- Le dijo tomando su mano libre, Junsu lo miró a los ojos.- Lamento haberme portado así…Es sólo que, es algo difícil de creer, es decir...¿Cómo pasó todo esto?
- Sucedió un día después del accidente…- Comenzó…
Serían ya las seis de la tarde, y Junsu se encontraba leyendo en su habitación. Estaba solo en casa, su madre había salido hace horas. Se levantó de su cama, y dejó el libro a un lado, el hambre lo llamaba. Estaba por bajar las escaleras, cuando oyó que la puerta se abría de golpe. Un desconsolado llanto inundó el lugar. El rubio, sin saber que sucedía, optó por esconderse, asomando su cabeza para observar mejor.
- Tranquila amiga, vamos, pasa a sentarte.- Dijo su madre, abrazando a una señora morena – la madre de Jaejoong.- Ambas vestían de negro.
- Aún no puedo creer que sea cierto, no puedo creer que hayan muerto.- Soltó, su voz quebrada, sus ojos rojos.- Y el pobre Changminnie, ahora está sólo. Gracias al cielo me han dado su custodia, no soportaría el hecho de que tuviese que vivir solo.
- Sé cuanto los querías…- Comentó.- A ella, y…A él.
- Yo lo amaba, amiga.- Le dijo, y una triste sonrisa adornó su rostro.- Lo amo…Siempre lo he hecho…
- Shhh, aquí estoy, llora todo lo que quieras.- La abrazó con más fuerza.- Pronto podrás olvidar esos sentimientos, y guardarlos sólo como una hermoso recuerdo. Ya verás, juntas podemos salir de esto. Siempre te apoyaré…
- Jamás voy a poder olvidarlo…- Le dijo separándose de la mujer.- Porque él, es el padre de mi hijo.
- ¿Cómo…?
- El padre de Changmin, es también el padre de mi hijo Jaejoong.
Yoochun miraba a su amigo más que sorprendido. ¿La madre de Jaejoong estaba enamorada de…? Nada parecía tener sentido, pero extrañamente, todas sus dudas se disiparon. La extraña actitud de Junsu, la cariñosa actitud de la Sra.Kim hacia Changmin, ese odio que le tenía Jaejoong a la madre del castaño…¡Él sabía que su madre lo amaba!
- ¿El Sr.Shim lo sabe?-
- No, al parecer nadie lo sabía, sólo mi madre y la Sra.Kim…
- Esto es grave…- Comentó el moreno.- Sí Joongie se entera… Se moriría. Ama demasiado a Changmin y saber que si son hermanos de sangre le rompería el corazón en mil pedazos.
- Lo sé, pero aún así tiene derecho a saberlo… No sé que pensar.
- Yo tampoco.
- Aún así, creo que actué mal al hablar así de ellos. P—Pero…Es sólo que yo…Con tan sólo imaginarme, hasta donde habrían llegado en su relación, siendo hermanos…
- ¿Crees que ya han…?
- No lo sé…Yoochun, no lo sé…
Oficina de la Sra. Kim (Madre de Jaejoong)
Silencio. Lo único que se escuchaba era el tic tac del reloj. El joven moreno entró cabizbajo, sus ojos llorosos, sus pensamientos un caos, su labio inferior herido de tanto morderlo. No sabía hace cuanto ya hacía que estaba sentado frente al escritorio vacío de, a penas y recordaba como lo había hecho para llegar hasta su casa, hasta la oficina de su madre. Todo lo veía tan borroso desde ese momento….
-Jaejoong y Changmin son hermanos de sangre.-
No podía ser cierto, pero Junsu parecía tan convencido. Tapó su rostro con sus manos, la desesperación lo estaba matando. De pronto escuchó la puerta abrirse.
- Aish, que cansada estoy…- Una voz de mujer resonó por todo la habitación, era su madre.- Oh, ¿Jaejoongie, hijo, que haces aquí?- Le preguntó, su voz dulce.
- Madre…- Pronunció con su voz quebrada, levantando la vista para mirar a su madre.
- ¡Hijo, por Dios!- Soltó asustada la morena, dejando su cartera a un lado para correr hasta a su hijo- ¿Qué pasó, mi amor? ¿Qué tienes? ¿Te duele algo…?
- Si mamá… Me duele algo…- Le dijo, soltándose de su abrazo para pararse, y mirarla a los ojos.- Me duele aquí…- Pronunció terriblemente dolido, al mismo tiempo que se llevaba una mano al corazón.
- Jaejoong…- Murmuró con preocupación la señora, jamás había visto a su hijo actuar de esta manera.
- ¿Porqué me mentiste mamá?
La mujer lo miró sin entender nada, sus oscuros ojos llenos de miedo, sorpresa, incertidumbre. No sabía a qué se refería su hijo, pero algo muy malo tenía que haber pasado como para que se comportase de esa forma tan anormal.
- Yo jamás te he mentido Jae, lo sabes muy bie—
- ¡Otra mentira más!- Gritó con desesperación. – Si no me has mentido jamás, entonces explícame ¿Porqué mierda me dijiste que Changmin era mi primo?
- Po—Porque lo es Joongie.- Le sonrió nerviosa- Minnie es hijo del hermano de tu padrastro, por tanto son primos por ley, y ahora que tengo su custodia, son herma—
- ¡No mamá, eso son sólo mentiras!- La calló, lágrimas cayendo por sus mejillas-¿Porqué no me dijiste que somos hermanos de sangre?
Un crudo y doloroso silencio inundó la habitación, los ojos de la mujer abiertos con sorpresa, sus labios entreabierto, intentando decir algo más sin embargo no sabía que.
- ¿Có—Cómo? ¿Quién te ha contad—?
- Que importa si me lo cantaron, si lo escuché, si lo deduje…-La cortó, su voz quebrada, débil.- Sólo quiero saber. ¿Por qué me mentiste?
- No quería que sufrieras, mi amor. No quería que sintieras odio ni resentimiento hacia el hombre que he amado toda mi vida. Yo sabía que sí…Te decía… No sólo la odiarías a ella. ¿No es así?
- Yo…-
- Lo hubieses hecho Joongie, lo sé. Te conozco tan bien hijo mío.- Le sonrió con amargura, sus ojos llenándose de lágrimas, sin embargo no caía ninguna por sus mejillas.- Tu siempre me proteges, me cuidas. Eres muy dulce. ¿Por eso odiabas a tú tía, no? Por eso no te llevabas bien con Changminnie…Porque era mi mejor amiga, pero se casó con mi hombre…
- No entiendo ¿Porqué los quieres todavía? ¡Se casó con el padre de tu hijo, por todos lo cielos!
Gritó a todo pulmón, golpeando el escritorio con fuerza, con rabia. Más de alguna cosa se cayó, pero le dio exactamente lo mismo. Sólo se limitó a mirar a la mujer fijamente, mordiendo su labio inferior para evitar gritar de más.
- Ellos jamás se enteraron de eso…
- ¿Qué? Mamá…
- No pude hacerlo nunca…
Una hermosa morena estaba sentada sola, en la barra de un conocido Pub, un vaso de Primavera en sus manos. Suspiró cansada, su mirada perdida en algún lugar del ruidoso establecimiento. Horas antes pensó que sería buena idea, necesitaba un respiro. La universidad la estaba matando, pero al llegar sola, la música tan fuerte, los hombres tan irrespetuosos… Pensó que quizás la idea no era tan buena después de todo.
-¿Pero que tenemos aquí?- Dijo la voz de un chico. Se dio la vuelta en su asiento para encontrarse con un alto joven de cabellos color chocolate, y ojos del mismo tono. Sobre su nariz reposaban un par de lentes.
- ¿Tú aquí?- Le preguntó al mismo tiempo que el joven se sentaba en una silla a su lado. Sus ojos brillando, y sus labios formando una ligera sonrisa.
- No eres tú la que debería preguntar.- Sonrió.- ¿Se puede saber que hace aquí la hermosa Se Young? Algo tiene que haber pasado, hace años que no te pasabas por un Pub. ¿Nerviosa por el examen de mañana?-
- Algo así…¿Y tú no estudias?
- Amiga, me conoces desde hace ya tantos años y me vienes a preguntar eso. Yo jamás he abierto un cuaderno el día antes de una evaluación.
- Se me olvida que tú y mi desaparecida mejor amiga son los genios de la clase ¿no?
- ¿Eso crees?- Rió, haciendo que el corazón de la morena se acelerara.- No pensaba quedarme mucho, pero como veo que mi mejor amiga está aquí sola, no tengo opción. Yo te cuidaré.
- Gracias…- Se sonrojó.
- No hay de qué- le dijo alegremente.- ¡Un Ron por favor!
Las lágrimas brotaban de los ojos de la bella mujer, cayendo como gotas de agua en día lluvioso. Los recuerdos que no había podido dejar ir, aquellas imágenes que había guardado sin pensarlo en su corazón. Su hijo la miraba atento, escuchando cada palabra, observando con detalle cada expresión, cada gesto que hacía su madre al contarle la verdad.
- El y yo éramos los mejores amigos. Nos conocíamos desde que tenía más o menos tu edad, Jae. Oh, también su esposa. Nos gustaba referirnos a nosotros mismo como “Los tres mosqueteros”.- Sonrió con amargura.
- ¿Qu—Qué pasó esa noche en el pub?- Preguntó el moreno en un hilo de voz.
- Esa noche… - Bajó la vista y apretó sus puños con frustración.- Fue la mejor noche de mi vida, pero…
Habría pasado a penas y una hora desde su encuentro con el castaño, y este ya estaba más que borracho. ¿Y como no? Si había bebido más alcohol que el se pudieron haber tomado una pandilla de jóvenes alcohólicos. Bueno, como fuese el caso, Se Young había terminado siendo echada – y a patadas.- del pub junto con su querido amigo.
- No debiste tomar tanto, bruto.- Se quejó mirando al joven que tenía apoyando sobre su hombro, mientras buscaba en su cartera las llaves que abrirían la puerta del departamento frente a ellos.- Mírate como estas.
- Es—Estoy bien- Intentó decir, o al menos, eso fue lo que logró entender la morena.
- Oh, por su puesto que estás bien. Yo pagué la cuenta, me debes tres meses de sueldo.- Sonrió tristemente, su salario era bajísimo.
- Sabes que te los pagaré.
- Ahá.- Lo miró molesta mientras lo dejaba apoyando en la pared.- Sólo espero que el portero no le diga nada de esto a mi madre. Aunque no lo creas, siempre está llamando. No puede aceptar que ya tengo la edad para vivir sola y que se cuidarme bien.
- Y—Yo podría, ihp- Comenzó, y enseguida el hipo se apoderó de su voz.- Persuadirla…A tu madre.- Rió
- Oh claro, un borracho la va a hacer cambiar de opinión.- Rió irónica al mismo tiempo que abría la puerta de su apartamento.- Vamos, entra y quítate los zapatos con cuida—
Como sólo pasa en las películas, el torpe joven castaño tropezó sin remedio al sacarse los zapatos. Se Young pegó un grito preocupada, y luego lo único que se pudo escuchar, fue el ruido de la puerta cerrarse con fuerza, y también el dos cuerpos cayendo pesadamente al suelo. La morena se quejó, y abrigo sus ojos sintiendo un gran peso sobre ella.
- ¡O—Oye! Levántate…Yo—
- Se Young…- Suspiró el joven, levándose sólo un poco, su rostro a sólo centímetros del de la chica.- ¿Sabías lo hermosa que te ves ahora?-
- ¿Qué? ¿P—Pero que cosas estás diciendo?- Preguntó con nerviosismo.- De verdad estás muy pasado de copas, o quizás la caída te afectó más de la cuen—
No pudo seguir, porque unos finos y suaves labios se posaron sobre los suyos en un beso desesperado, amargo debido al alcohol. No sabía que hacer, no sabía si debería responder. Probablemente su amigo sólo estaba desquitándose, usándola. Era más que obvio que había tomado tanto debido a penas de amor, por culpa de alguna chica de por allí. Pero cuando su cálida lengua pasó por sobre sus labios, sus sentidos se nublaron. ¿Qué debía hacer? Estaba mal, pero su corazón latía tan fuerte, sus mejillas estaban tan rojas, se sentía tan bien. Y es que por mucho que quisiese negarlo, por mucho que desease que no fuera cierto, amaba a ese hombre.
Y correspondió, empezando con la mejor noche de toda su vida, aquella que la marcaría para siempre.
- A la mañana siguiente, sólo yo lo recordaba…- Dijo en un murmullo caso doloroso.- No sabes lo mal que me sentí. El despertó en el sofá, yo me había asegurado de vestirlo, al menos con su ropa interior. Lo cuidé toda la noche.
- Pero el… Sólo pensó que lo habías dejado quedarse… ¿No?
- Por su puesto. Pero no me importó ¿Puedes creerlo? Soy una tonta.
Llevó una mano a su frente, y decidió sentarse en su silla, Jaejoong siguiéndola con la vista, secando las malditas lágrimas que insistían en brotar de sus ojos sin parar. Era tan frustrante. Su madre había sufrido tanto. ¿Porqué mierda era tan jodidamente buena? ¿Tan pura? Quería consolarla, porque parte de él se sentía mal, sentía lástima, empatía, porque la quería porque era su madre que lo había cuidado sola sin ayuda de nadie, con el corazón roto. Pero otra parte de él le decía que la dejara allí, porque estaba furioso, herido, se sentía tonto y engañado. ¿Por qué jamás le dijo nada? ¡Era su maldito hijo, por Dios Santo! Merecía saber la cruda verdad, y peor aún ¿Por qué no se lo dijo a ellos? ¿Por qué los dejó seguir con su vida? ¿Por qué los dejó seguir creyendo que el mundo era de caramelo mientras ella sufría ahogada en amargura? ¿Por qué no los bajó de esa nube y los hizo reaccionar?
- ¿Por qué no les dije…?- Sonrió, adivinando lo que pasaba por la mente atormentada de su hijo.-Por que los amo, porque son lo más importante, además de ti, que tengo, Joongie. ¿Cómo podría haber arruinado su felicidad?
- A cambio de tu felicidad ¿no? Mamá eso es absurdo. Pasar por todo eso tu sola…
- No, no estuve sola- Sonrió.- Mi hermana estuvo allí siempre para mi.
- Aún así.
- Algún día lo entenderás. Cuando conozcas a alguien que realmente ames, lo vas a entender. Vas a entender lo que es desearle siempre lo mejor aunque eso no te favorezca, lo que es no poder dormir por las noches solo por pensar en el o ella, lo que es sentir que tu corazón va a explotar con le ves sonreír, lo que es sentirse capaz de mentir por salvarle, sentirse capaz de matar a alguien por su bien, o incluso dar tu vida… Por eso le pedí a tu tía que guadara mi secreto…
- No tenías porque mentirme.
- Lo siento mucho hijo.- La mujer se levantó de su asiento, y corrió para abrazar a Jaejoong con fuerza.- No quería que todo esto pasara, pero… pero… Aún podemos remediarlo, sólo hablémoslo con más cal—
- No mamá, no quiero eso.- Se separó de ella.- Ya no hay vuelta atrás, ya todo fue demasiado lejos. Es injusto, para mi, para Changmin…
- ¿Changmin…?- Preguntó extrañada.-
- El no sabe nada. No le jodería la vida a él también, ya ha sufrido mucho por mi culpa y aún me remuerde la conciencia. Gracias por contarme la verdad, pero ya he tenido suficiente por hoy. Adiós mamá.
El joven se secó las lágrimas, y arregló un poco su uniforme. No iba a llorar más, no ahora por lo menos. Salió por la puerta con la frente en alto, mas aún así, su corazón estaba trizado. No sólo había sido engañado todos estos años, también había sido un embarazo no deseado, un error... Al menos por parte del Sr. Shim.
Y ahora se encontraba subiendo las escaleras, corriendo a ocultarse a su cuarto. Tenía tanto que pensar.
Cocina del restaurante
- ¡Por fin!- Gritó un bello castaño sacándose el molesto delantal de encima.
- Te ves muy feliz ¿no, Minnie?- Le sonrió una morena entrando a la cocina, también alistando sus cosas para irse.
- Sí… Estoy exhausto Noona. Trabajé lo mejor que pude pero aún así no terminé a tiempo para ir a visitar a Junsu junto con mis hyungs.
- Oh, es verdad, el pobre Jun-chan está enfermo.- Comentó Yoona.- Quizás deberíamos ir Jae, tú y yo a verlo un día de estos.- Sonrió- Pero te veo bastante contento. Mmmm, ya recuerdo. ¿Sesión de estudio con Jaejoong?-
Changmin se sonrojó de sobremanera al recordar su última ‘sesión’ de biología con el moreno. Definitivamente le había gustado, e incluso había funcionado de maravilla. Yoona tenía razón – como siempre, al parecer.- No podía esperar a llegar a su casa y ver a su novio.
- No sé lo que esté haciendo, pero al parecer tus exámenes han sido los mejores puntajes de tu nivel.-
- Sí, Jaejoong Hyung es muy bueno enseñando…- Dijo, sus mejillas rosadas.
- Si me pones esa carita, bebé, tu querida Noona va a empezar a tener pensamientos muy impuros.- Rió.- Pero me alegra que estén tan bien, sobretodo después de ese pequeño problemilla que tuvieron.
- Oh, claro…- Soltó recordándolo.- Bueno, yo creo que ya debería irme. No quiero llegar tarde.
- Querrás decir. “No puedo esperar más para ver a mi Hyung”
- ¡Noona!
Se quejó el pequeño, arrancándole una risita a la morena. Sin esperar más, se despidió de ella y se puso su abrigo. Su corazón latía muy rápido, necesitaba ver a Jae, su día había sido horrible y le hizo mucha falta. Sabía que sonaba como una pobre colegiala obsesionada y dependiente, pero ¿Qué podía hacerle? La respuesta era: Correr a su casa con una hermosa sonrisa en su jovial rostro.
En una abrir y cerrar de ojos estaba subiendo a toda velocidad las escaleras, y en menos de lo que canta un gallo estaba abriendo la puerta de su habitación. Y allí estaba, sentado en el borde de su cama, su cabeza gacha y un bolso a sus pies. Lo miró con interés ¿Habría deportes mañana? No que recordase. Pero no le dio más vueltas al asunto.
-¡Hyung!- Saltó a sus brazos al mismo tiempo que se cerraba la puerta, llamando la atención del mayor.
- Changm—
No pudo continuar, el más alto ya estaba sobre él, besándolo dulcemente el los labios. Sin embargo se separó segundos después, al sentir que su Hyung no le estaba respondiendo.
- ¿Pasa algo…?- Preguntó el menor, su rostro preocupado y aún así hermoso. Jaejoong lo miró a los ojos y respiró hondo.
- Changmin, tenemos que hablar…
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nononononono!!!
ResponderEliminaraaaaaaaaaa!!! no puede seeerr!!! no es ciertooo!! no son hermanos, no. aaahhh yo los kiero juntos,ahhhh ke mas paaasaaaaaaa!!!!!
ResponderEliminarno no no nononoooooo!!!!!!!!!, es imposible ellos no pueden ser hermanos me niego a creerlo, sto es un desatre pobre Jae, hay q ver q nos guarda la continuacion del fic,esta muy interesante ..
ResponderEliminarnu!!!!! la pereja taba ermosa
ResponderEliminarporfavor sube la conti!!!!!!!!! voi a morir si nu lo leo!!!!!
xfavor t imploro q zigas!!!!! zta mui xvr tu fic!!!!!!
ResponderEliminarporfa no lo dejes asi
ResponderEliminarcontinua plis
por lo que más quieras continúala!!!!
ResponderEliminarmueroooooooooooooo! >_<
-Sol-
xfavor.. si fueras tan amable... CONTINUALO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! pliiiiiissssssssss
ResponderEliminarnooooooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ por que??????????? no puede ser por que les hacen eso y tambien a nosotras nos dejan con la duda¡¡¡ pero espero que pronto lo continuen por fizzzz no nos dejen asi¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarahhhhhhhhhhh avanzalo plis no lo dejes asi por favor
ResponderEliminaria mira asi de simple por tu bn esta es una amenaza o lo subs o dspiertas bajo el agua!!!!!!! aaaaaaahhhhhhhhhhhhh xfavor te lo suplico x lo k maz kieras subelo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! esta lindo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminaro masmnoz pon cuando lo piensas subir zq aaaaahhhhh todoz loz dias entro pra vvr zi zta y nunk sta !!!!!!!! aaaaaaaaa xfavor continualo!!!
noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo ToT necesito actua OMG!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! TxT plz pronto me va a matar la curiosidad, pobre Jae pobre min T-T pobre Jaemin waaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminaro.o
ResponderEliminarNo me importa si hay incesto!! >o<
Son tan lindos juntos que no me importa XD
Aw~ esta super linda la historia, D: Minie sufira mucho D:
Espero poder leer pronto la continuación :3
Tú fanfic es genial.
noooo no puede ser...
ResponderEliminarnos son hermanos de sangre seguro que el señor shim no es realmente el papa de min si eso tiene que ser buaaaaaaa dios pobresitos despues de todo lo que pasaron sobre todo min...
porfavor autora apiadate de nosotras actualize pronto si??
vielen danke
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarcomo puede quedar asiiiiiiiiii????????
NECESITO SABER KÉ PASAAAA!!!!!!
T_T