Deudas.
Jaejoong lo separó de sí y lo miró a los ojos.
- Quiero que te alejes de él a toda costa. – tomó sus brazos.
- ¿Por qué?
- Ese tipo es un mafioso…
- ¿Algo que no sepa?
El doctor lo miró desconcertado. ¿Acaso él también formaba parte de esto?
- No Jae… no soy de esos. Tan solo trabajo en la funeraria y ya. – corrió el cabello de su frente a un costado – no te preocupes, si no me ha pasado nada en los últimos años, ¿qué me va a pasar ahora?
- Junsu, solo aléjate de él. Sé lo que te digo…
- Jaejoong, escúchame, está bien que sea un inútil, pero sé cuidarme solo. Si veo algo feo me reporto por enfermo y no voy a trabajar, además Yunho tiene más que claro que yo no quiero nada con sus negocios.
- ¡Renuncias hoy mismo y punto!
- ¡No jodas Jae! Al final venía por unos calmantes y me termino estresando más.
- Te lo digo en serio… después de…
- ¿Después de…? Jaejoong decime de una buena vez o me voy ahora mismo.
- ¡Porque dejó en coma a un tipo!
- ¿¡Qué?! – observó para todos lados y salió corriendo por la puerta del consultorio - ¡Lo voy a matar! ¡Ya va a ver!
- Junsu… ¡Junsu! ¡Pará! – lo siguió.
Corrió, corrió, salió del hospital, cruzó las calles evitando los coches, y siguió hasta la estación del subterráneo. Esperó por el transporte unos segundos, y visualizó por el túnel su llegada. Subió rápidamente dejando a Jaejoong atrás.
- ¡Junsu espérame!
El doctor se quedó atónito observando como el empleado de limpieza, Yoochun entró al vagón de espaldas, apretando, vaya a saber quién que botón cerrando las puertas. A penas pudo visualizar su mano mandando un adiós burlescamente. Se retorció de la furia y se acercó al vagón golpeando los vidrios pero no abrían, aunque logró llamar la atención de Junsu.
El subterráneo no se movía. Ni siquiera había gente dentro, solo Junsu y el empelado de limpieza. Yoochun lo tomó de la cintura desde la espalda susurrándole al oído.
- Creo que nos quedó algo pendiente amor…
Jaejoong comenzó a desesperarse y trataba de romper el cristal de la ventana para entrar.
Junsu se dio vuelta y lo golpeó en el estomago con su puño, como reacción Junsu lo empujó dejándolo caer al suelo para lanzarse sobre él tomándolo de las muñecas, acercando sus labios a los de él en un intento desesperado en el que Junsu volteó el rostro y golpeó su entrepierna con la rodilla.
- ¡Basta! Todo este dolor que me causas… ¿No lo entiendes? ¡¿Acaso no lo entiendes?! Estoy enamorado de ti, y tú detrás de ese doctor estúpido que te hace sufrir. Yo siempre estuve aquí, siempre lo estuve, nunca pudiste verme… Junsu entiéndelo… yo puedo darte lo que él no te da… puedo… - acarició su mejilla mientras cerraba los ojos para evitar que una lágrima se derramara.
- Perdóname… pero yo no puedo, no soy para ti. Además, ni si quiera te conozco. También discúlpame por esto. – apretó el puño, lo levantó de sí y lo noqueó – allá afuera debe haber alguien para ti, pero no soy yo.
Segundos después Jaejoong pudo romper la ventana ayudando a Junsu a salir, tomándolo en brazos. Una vez fuera corrieron escaleras arriba, no querían saber nada ni que los agarraran por haber hecho tremendo caos. Ambos regularon su respiración y rieron a la par mirándose a los ojos. Comenzaron a caminar y un rato después sus voces callaron.
- Junsu… mejor olvida lo de Yunho.
- No lo sé… - seguía caminando.
- … ¿Junsu?
- ¿Hm?
- Hace mucho que no estamos juntos, ¿quieres venir a mi casa?
- ¡Depravado! – lo golpeó en el hombro mientras reían.
Junsu lo tomó del brazo y siguieron caminando un rato más hasta llegar al edificio donde estaba el departamento de Jaejoong.
- ¿Y?
- ¿Y qué?
- Al final no me respondiste, ¿subes?
El menor lo tomó de la mano y lo arrastró corriendo hasta dentro, marcando el ascensor para entrar. Una vez dentro, lo tomó de la nuca y lo besó contra el espejo del elevador. Jaejoong bajó sus manos hasta su trasero apretujándolo, causándole un acto reflejo a Junsu, y le bofeteó la mano.
- ¿Qué? ¡Vos empezaste! – se reía.
- Cierra la boca de una buena vez… bueno, para esta noche no creo que puedas.
~
10:23
Oficina sepelios Jung.
Yunho estaba ordenando como siempre unos papeles de defunción mientras hablaba por teléfono con una viuda que preguntaba por el precio del servicio completo.
Seguía atendiendo llamadas y Junsu aún no llegaba. Se estaba desesperando de tener tantas cosas encima y decidió llamarlo al celular; comenzó a marcar los primeros números cuando Chang min entró sin previo aviso por la puerta de la oficina pateándola.
- ¡Changmin! ¿A qué se debe tu grata visita amigo mío?
- Se dieron cuenta, - se sentó en la primera silla que encontró en su camino – el doctor ese sabe que tu lo atacaste.
- ¡¿Acaso abriste la boca?! – golpeó la mesa
- No imbécil, dice que las cortadas que dejaste tienen una particularidad, los cortes son irregulares, y antes había visto tu cuchillo, ese que tiene no se qué mierda grabado en la hoja.
- Bueno… además ya era tiempo de que ese hospital ya terminara de proveernos la mercancía.
- No trates a los cadáveres como mercancía, ¿quieres?
- Puf… si no son más que eso. Como quieras.
- Entonces, ¿Qué vas a hacer al respecto?
- Y pues… callar a ese tal Jaejoong…
- ¿Callarlo?
- Callarlo, y para siempre.
nooo
ResponderEliminarjaejoong ni tocarlo