Titulo: Kiss The Baby Sky
Autor: Irady
Pareja: YooMin
Género: Slash
Extensión: Oneshot
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Autor: Irady
Pareja: YooMin
Género: Slash
Extensión: Oneshot
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Miró fijamente al chico frente a él. Lo conocía a la perfección, tanto que muchas veces no había necesidad de palabras entre ellos para que se comprendieran totalmente. Podía leer su mirada con la misma facilidad con la que, está seguro, el otro podía leer la suya.
—Te amo... Lo sabes, ¿verdad?— escuchó que le decía.
—Lo sé —respondió de inmediato—. Yo también te amo
—Lo sé —sonrió.
Le encantaba ver su sonrisa, las pocas veces que era sincera. Le encantaba porque en esos momentos la tristeza perpetua de su mirada desaparecía. Nunca se lo dijo antes, nunca le fue muy fácil expresar sus sentimientos, pero está seguro de que él lo sabe, porque sólo sonríe así cuando están los dos solos.
Sostuvo su mano fuertemente, dándole el apoyo que necesita, porque sabe que esas palabras no son fáciles de decir, él mismo no se había atrevido a hacerlo aún cuando lo había sabido desde antes. En vez de eso, esperó a que el mayor se diera cuenta por sí mismo y lo hiciera.
Vio cómo él levantaba su mano libre hasta ponerla en su mejilla. Cerró los ojos disfrutando de ese contacto, de la sensación de la piel que tanto amaba sobre la suya, sentía su piel arder. Aún con los ojos cerrados podía sentir la mirada del otro sobre él. Tragó fuerte y aspiró mucho aire, que de repente parecía reacio a entrar en sus pulmones, trató como pudo de evitar que la tormenta de emociones lo invadiera, pero fue inútil. No necesitaron las palabras.
Llevó su mano hasta ponerla sobre la mano que estaba en su mejilla y entrelazó sus dedos. Trató fuertemente de evitarlo, pero aún así finas lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas, porque dolía. Aunque ya lo esperaba... aunque era inevitable... aunque él mismo sabía que era lo correcto... Aún así dolía, lo lastimaba como pocas cosas lo habían hecho.
—¿Por qué lloras, baby?
Y escuchar su voz quebrada por el llanto que seguramente trataba de aguantar, sólo hizo que ya no pudiera reprimir esos sollozos que guardaba. Los dejó libres para que se adueñaran de su ser, de su vida. Repentinamente sintió que unos labios cubrían los suyos. Labios que ya conocía a la perfección, porque había dedicado miles de días y noches a memorizarlos entre besos pedidos y robados.
Y podía sentir en ese beso todos los sentimientos que el mayor siempre le expresaba, pero ahora eran más intensos, quizá porque podría ser la última vez. Lentamente el tierno beso fue ganando fuerza, hasta volverse hambriento, desesperado, necesitado. Cuando se hizo necesario tomar aire, no rompieron su beso de golpe, lo fueron suavizando cada vez más, hasta que volvió a ser un leve contacto de labios.
—Yoochun... Yoochun...
Susurró su nombre una y otra vez, esperando con eso retenerlo siempre, que sus labios no lo olvidaran, que se grabara en su mente esa sonrisa que tanto amaba. Lo abrazó, queriendo que su cuerpo lo recordara así, aferró sus brazos a ese cuello que tantas veces ya había recorrido, pero que ahora le ofrecía un refugio seguro contra todos sus miedos, contra la soledad.
Sintió cómo su cabello era acariciado por esas manos que sabían perfectamente cómo volverlo loco en otras situaciones. Normalmente no permitiría que le tocaran el cabello así, pero ahora, con todos los sentimientos a flor de piel, le provocaban una paz increíble que, sin embargo, no podía calmar totalmente sus sollozos.
—¿Por qué lloras, Minnie Mouse?
Y sólo pudo sonreír en medio de las lágrimas ante ese apodo que tantas riñas había ocasionado entre ellos antes, y que ahora sólo podía representar un lazo que los mantendría unidos a pesar de todo... A pesar de la distancia y el tiempo.
—Porque voy a extrañarte, Micky Mouse.
—Yo también.
Permanecieron aún abrazados unos minutos... una hora quizá, no lo sabía, y no le importaba. No ahora. No cuándo era la última vez, la despedida. Porque ahora que ya no eran un grupo, ahora que no deberían preocuparse por reputaciones y ventas de discos, ahora que podrían gritarle al mundo que se amaban, que lo habían hecho por años, y que les importaba muy poco lo que pensaran... Ahora, le ofrecían continuar con su carrera en Japón.
Oferta que sabe bien no debe rechazar. Sabe que es lo mejor que puede hacer, por sus padres, por sus hermanas, incluso por él mismo y por su futuro... Es lo mejor, pero duele. Duele porque lo ama. Duele porque él debe quedarse. Duele porque es muy difícil que puedan continuar con su relación así... Duele porque Yoochun también lo sabe, porque también le duele. Duele, porque no quiere hacerlo.
—Sabes que es lo mejor...
—Lo sé...
—Esto no es un adiós, Changmin…
—Es un hasta luego.
Con la seguridad de esas palabras se separó lentamente del pecho del mayor, mientras éste limpiaba los rastros de lágrimas de sus mejillas. Y cuando sus ojos se encontraron, Changmin se dio cuenta de que sus sentimientos eran demasiado fuertes como para dejarlos totalmente de lado. Que jamás dejaría de amar a Yoochun con todas sus fuerzas, con toda su alma.
Se prometió a sí mismo jamás perder la esperanza. Se prometió volver a estar junto a Yoochun, sin importar el tiempo que le tomara, sin importar las dificultades que tenga que enfrentar y todo lo que pudiera perder en el camino. Porque sabe que su destino es estar junto a él, hasta el fin de sus días. Pero, ¿pensará Yoochun lo mismo?
—Chunnie, si nos volvemos a ver... Si algún día volvemos a encontrarnos... ¿Crees que podríamos comenzar de nuevo?
—No, no lo creo...
Y aquella respuesta, dicha con esa seguridad abrumadora, hizo que todo su mundo se viniera abajo, como si no fuera nada más que un castillo hecho de naipes, que colapsa al más leve indicio de viento. Miró a Yoochun fijamente a los ojos, y vio total sinceridad en ellos. Eso terminó por hundirlo.
Pudo sentir cómo de nuevo sus ojos comenzaban a arder por las malditas lágrimas que se acumulaban. Quería hablar, quería gritarle a Yoochun que no puede hablar en serio, que él lo ama, que no lo puede dejar sin la esperanza de recuperar su cariño. Pero no pudo, no tenía la voz para hacerlo. Todo lo que salió de su boca fue un ronco murmullo.
—¿No?
—Claro que no, baby... Tan sólo continuaremos donde nos quedamos.
Y alma le volvió al cuerpo cuando escuchó esas palabras, cuando sintió las manos de Yoochun tomar su rostro y sus labios adueñarse de los suyos, nada más que un leve roce.
—¿Prometido?
—Prometido.
—Te amo, Mi-Chun. Lo sabes, ¿verdad?
—Lo sé... Yo también te amo, Minnie-Max.
—Lo sé.
Y eso es todo lo que importa... Porque este "adiós" es por el bien de su futuro... Tan sólo una breve pausa, y nada más.
Fin
primer comentario del fic!!!!
ResponderEliminar*-----------------*
soy feliz!!!
me hacía falta mi dosis de YooMin!!!
y este fic ha estado tan bello!! tan tierno!!!!
lo amé!!!!!
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T~T el Yoomin se separa noooo~!!!
ResponderEliminarawwwwwwww~ hermoso... y sus motes cariñosos mas hermosos aun!!!
me encanto!!!
x q se tienen que separar ?????????noooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminarllorare y llorare hasta que me seque buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ya me deprimi
waaaaaaaa!!!
ResponderEliminarel yoomin siempre tiene q estar junto!!
sino es asi llorare!! TT.TT y muuuuucho!!
muy lindo el fic!!
Qué fue eso??? ;____________________;
ResponderEliminarMis YooMin preciosos <3
Ay, amo este tipo de fanfics <33333333
SEÑOR Y SEÑOR MOUSE Jajajj Aigoooo tan a la medida esos motes. Aunque la historia es sobre una separación es hermoso. Como fiel cassiopea anhelo el momento de ese comeback. Iloveyousomuch PYCH.
ResponderEliminarSEÑOR Y SEÑOR MOUSE Jajajj Aigoooo tan a la medida esos motes. Aunque la historia es sobre una separación es hermoso. Como fiel cassiopea anhelo el momento de ese comeback. Iloveyousomuch PYCH.
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