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Arualthings

The Open Door cap 10


Era como la decima vez que cambiaba de canal en el televisor, por lo menos ahora sabia que en la próxima media hora no habría nada nuevo, dio un fuerte suspiro y apago el aparato, escucho el timbre de su casa, le pareció extraño puesto que no esperaba a nadie.

Abrió la puerta con pesadez y se sorprendió un poco al ver de quien se trataba.

-Yunho tres semanas tratando de contactarte…tienes molestos a todos allá, ¿ya concluiste con tu misión? –

Aquel al que se dirigió negó con la cabeza

-¡oh! Ya veo, pero, no te desanimes, para eso me han mandado, para ayudarte – y el extraño sonrió.

-vaya, ¿así que mandaron a alguien para ayudarme?, se nota que no confían para nada en mis habilidades – y algo desanimado Yunho camino de regreso al sofá, donde se dejo caer y cubrió su rostro con su mano.

Quien estaba parado en la puerta decidió entrar, posó su mano sobre el hombro de su compañero.

-No seas así Yunho, yo quiero ayudarte, obviamente paso al más ¿cierto?...- al no recibir respuesta se alejó, caminó hacia la salida –puedo hablar con ellos y decirles que tienes todo bajo control…que no necesitas ayuda…cuídate Yunho – estuvo a punto de dar un paso hacia fuera, escucho alguien llamándole.

-¡Espera Yoochun!... si necesito ayuda…-

-Lo sabía…solo esperaba que lo dijeras – este sonrió y regresó a su lado - ¡anímate hombre! Preparare té y me podrás al tanto de la situación – se dirigió directo a la cocina.

Pasaron unos minutos, Yoochun regresaba con dos tazas de té verde, pero, de inmediato detuvo sus pasos al ver que tenían un invitado más.

-¿Changmin? – le preguntó Yunho poniéndose de pie, el menor caminó en dirección a el mayor para quedar frente a frente.

-No he venido aquí para una reunión amistosa…vine a hablar contigo – Yoochun permaneció a distancia prudente, escucho con atención cada palabra.

-Claro, ¿Qué quieres saber? – dejó salir Yunho en tono sereno.

-quiero saber… ¿si estás de mi lado? –

-por supuesto, yo he estado a tu lado desde el principio – parecía muy seguro de su respuesta.

-¡Eso me lo han dicho antes!...y yo… yo no sé qué pensar ahora…estoy muy confundido…-

Yunho tomo el valor para acercarse a Min, por un momento creyó conveniente hacerlo, acaricio su cabeza en un gesto de apoyo, el chico no replico.

-Changmin mírame a los ojos…mírame y dime si crees que soy un mentiroso –

Min levanto la mirada para encontrarse con aquellos ojos brillosos fijos en el, contemplo su rostro, allí callado sin decir nada.

-no creo que seas un mentiroso… no sé si estoy del lado correcto…- y ni siquiera sabía si había un lado correcto, quizás debía aceptar lo que le tocaba. Aún estaba dolido por lo de Jae, no podía creer que pusiera su trabajo sobre él, otra decepción más y terminaría por saltar de un edificio.

La situación era muy tensa, Yoochun prefirió interrumpir.

-¡Hola mucho gusto! – les sonrió y ambos le miraron con extrañeza

-¿y tu eres? – preguntó Min

-Disculpa mis malos modales soy Yoochun y también amigo de Yunho – y en un gesto de confianza estiró su mano para ofrecerle una apretón.

-Soy Changmin…no sé si necesite presentación, últimamente me he vuelto muy famoso – rió con sarcasmo

-detecto mala vibra en este cuarto ¿porqué no salimos a tomar un café? – sugirió Yoochun

Pero esto no fue muy bien visto por el menor

-bueno, vendré cuando estés menos ocupado…con permiso – pesé a que Yunho intentara detenerle, Min salió sin decir absolutamente nada más.

Ahora ambos estaban solos, permanecían en silencio, como esperando que alguno de los dos dijera algo. Finalmente quien dio el primer paso fue Yoochun.

-Ahora me doy cuenta de la situación…el muchacho no te tiene confianza, eso podría representar un problema…-

Su compañero solo se limito a sonreír -¿te parece? , es más que obvio…se supone que vine a poyarlo no a que sintiera miedo con mi presencia, eso jamás me había pasado antes – replicó Yunho, moviéndose de un lado a otro, totalmente intranquilo.

-Este chico no es normal, es decir, tiene demasiado pesar en su corazón… y sus días aquí se terminan, Yunho necesitamos apresurarnos, o de lo contrario, lo que vendrá será mil veces peor de lo que ya está viviendo –

-No hables tan negativamente Yoochun…la única manera de tranquilizarlo es contarle la verdad…el problema es… -hizo una breve pausa antes de continuar – que ni yo sé ¿cuál es esa verdad que tanto busca? –

-Yunho no te metas en problemas por el, se objetivo, sea cual sea la verdad, el resultado tiene que ser el mismo…cumple tu misión y ya – las palabras de su amigo iban acompañadas de preocupación y advertencia, Yunho sabía perfectamente de lo que estaba hablando, pero, se había encariñado demasiado con el menor, tanto, que ahora no veía otra salida, le ayudaría como fuera.

-si así lo has decidido te apoyare en todo lo que pueda –

-¿no vas a juzgarme? –

-claro que no, tu tendrás tus razones para ayudarlo…confió en tu juicio…- y le dio una palmada en la espalda, tomo el saco con el que había llegado y se dirigió a la puerta –estamos en contacto Yunho… investigare allá, y cualquier información que consiga, de inmediato te la hare saber –

-gracias-

Tras cerrar la puerta, Yunho se sintió solo nuevamente, tenía un mes, un mes para saber todo, o de lo contrario…quien lo pagaría caro no era el, si no Changmin.



Sentado en aquel balcón de su ventana, veía cómo se divertían aquellos niños con su pelota color morada, de pronto recordó la primera vez que conoció a Jae, y se sintió muy idiota por verlo de ese modo, tan nostálgico, cual colegiala que pierde el amor de su mejor amigo.

-eres muy listo Changmin, mandarlo al diablo justo después que te contara una verdad a medias, ¡bravo! – se dijo a si mismo en un tono molesto.

Y es que no podía sacarse de la cabeza aquella visión extraña, en la que dos siluetas eran perseguidas por una turba de gente enfurecida, ¿qué significaba todo aquello?, hacia tres semanas que soñaba con esa visión, y cada noche se daba cuenta que en realidad no había nada claro, no tenía nada, sólo un vil rompecabezas al que le faltaban piezas.

-Y encima tenía que ir a buscar a Yunho…soy tan débil – volvía a murmurarse. Todos estos días escondiéndose de el para terminar por ir a buscarle, realmente estaba muy desesperado, no sabía a qué lado correr.

Vio por última vez su reloj, eran las 10 de la noche, estaba agotado, y cada día que pasaba se agotaba más y más, como si su vida estuviera esfumándose descaradamente con la aparición de cada amanecer.

Se puso de pie, estiro sus brazos y dio un fuerte bostezo que resonó por toda aquella habitación, paso por el pequeño pasillo y se vio en el espejo al lado de la puerta de su pieza.

-que mal te vez – miro aquellas líneas tan marcadas por debajo de los ojos, comenzaban a tomar un pequeño tono violeta, y el color de su piel estaba pálido, nada saludable para un adolescente de su edad.

Finalmente llego arrastrando los pies a su habitación, se dejo caer sobre la cama y…

Se sintió flotar, se maldijo a si mismo porque esto solo podría significar un cosa…

-otro maldito sueño…- murmuro, abrió los ojos con dificultad, vio una cegadora luz, y cuando su vista se enfocó entonces lo vio.

Una extraña habitación con cortinas blancas y transparentes, saliendo desde el techo hasta el suelo, el piso tan pulido como el cristal, vio un camino de lámparas de aceite, y ese extraño aroma a jazmín.

Seguro de sí mismo, y de haber visto lo peor antes, siguió con pasos firmes el camino que iluminaban aquellas luces, llego a los pies de una cama cubierta por cortinas, abrió paso a su visibilidad, porque aquellas telas no le permitían ver con claridad aquella silueta sobre la cama.

Movió con lentitud la cortina y…

Le vio…

Con aquella expresión serena en el rostro, durmiendo con la mayor comodidad posible, se acerco solo un poco más, vio con detalle aquella figura en silencio.

Y murmuro su nombre

-Jae – en un movimiento involuntario su mano se dirigió temblorosa a su rostro, movió el flequillo de su frente y acarició su mejilla, si aquello era un sueño, su piel se sentía muy suave, vio con detalle que cerca de su labio había una pequeña cortada con sangre, bajo su ojo un moretón muy marcado, y algunas heridas pequeñas, se pregunto ¿qué significaba todo eso?, ¿realmente era un sueño o esto era una especie de visión?

Se hipnotizó con el movimiento del sube y baja de su pecho al respirar, y su mano bajo de su mejilla al pecho de Jae, el corazón del menor latía desbordado, y le daba miedo porque no sabía por qué.

Embriagado por el olor a incienso de Jazmín e hipnotizado por aquel cuerpo, se inclinó hasta quedar a la altura del rostro del otro chico, le recorrió con la mirada de la frente hasta su nariz y finalmente sus pupilas se clavaron en sus labios, aquellos rozados y carnosos labios.

El menor suspiro, trago saliva y se refugió pensando que aquello era un sueño, cerro sus ojos mientras se acercaba lentamente, hasta que sus labios rozaron los de Jae, sólo había sido un roce y Min se sentía demasiado extraño, porque, los sueños encierran deseos, y… ¿entonces esto era su deseo?, es decir que… ¿por esto estaba tan molesto de que Jae prefiriera más su trabajo que ayudarle?...¿celos?...noooo

Nuevamente se acerco y le miro fijamente, Jae parecía seguir profundamente dormido, y esta vez, sus labios atraparon los entreabiertos del mayor, sin saber cómo ni cuándo y aunque dormido, Jae correspondió al beso.

Ahora si que todo esto era mil veces extraño, Min abrió los ojos con brusquedad y noto que quien estaba en la cama, ahora le miraba fijamente con un poco de somnolencia.

Changmin se alejo del cuerpo de Jae…pero fue demasiado tarde

-bésame – le ordeno quien acaba de despertar, si es que a eso se le llamaba despertar, porque miraba a Min como si estuviera drogado, sonámbulo tal vez.

Changmin se acerco nuevamente para cumplir aquel capricho, le beso con más intensidad, y Jae deslizo su mano por la nuca del menor, esto profundizó aún más el beso.

Quien estaba en la cama jalo al menor hasta que quedaron uno sobre otro, Min se asusto con todo aquello y se freno de repente.

-no…esto es un maldito sueño y no estoy entendiendo ¡nada! –golpeo con fuerza el colchón, un leve susurro le saco del trance, escucho un breve “por favor” bajo el.

Miro a Jae allí, y dudó mucho…

Las manos del mayor se abrieron paso por debajo de la camisa negra que traía puesta el menor, y lo atrajo hacia el, sus labios volvieron a juntarse, y Min…

Perdió el control sobre su cuerpo…

Aquello se convirtió de pronto en calor, ambos se movían desesperados, las caricias y los Besos, era como un hambre mutua…

- ¿Hambre de qué? - Se pregunto Changmin, -no puedo, no quiero…no, basta ¡Basta! - pero su cuerpo no reaccionaba, no le obedecía, seguía tocando sugerentemente a Jae.

Cual frío que congela la piel escucho al mayor susurrar un nombre

-Asderel -

Y por fin pudo parar…

Miro con terror a quien estaba bajo el, retrocedió como pudo, vio sus manos, estaban temblando y de pronto todo a su alrededor se oscureció, llego a la orilla de la cama y gracias a la fuerza de gravedad, se sintió caer.

Abrió los ojos con brusquedad, estaba en el suelo al lado de su cama, aun estaba impregnado por aquel aroma a jazmín.

Miro el reloj…eran las cuatro de la mañana…

El sueño le había parecido cinco minutos…

Se llevo las manos a la cara y oculto sus sollozos

-¡¿Qué diablos me está pasando?! – lo único que pedía a gritos, eran respuestas, era saber la verdad, pero en vez de eso, parecía que solo obtenía más y más piezas rotas.

-mañana buscare de nuevo a Yunho – se dijo a si mismo a manera de respuesta, sin duda lo que el sueño le había mostrado no era nada positivo, le había dado una respuesta clara de a quien buscar para que le ayudara…

Las siguientes horas no durmió, decidió salir al balcón, se sentó en la orilla, mirando a la nada, escucho algo rodando en dirección a el, viniendo desde el interior de su casa, se giró con brusquedad al sentir que algo topaba con sus pies.

Se horrorizo al ver que era…

Aquella pelota morada con la que los niños jugaban en la noche…

¿Cómo había llegado allí? …

Toda y cada una de las señales, el sueño, la pelota, todo apuntaba a Jae…

-sin duda es el tipo de ayuda que no necesito…- tomo la pelota entre sus manos, y la lanzo por la ventana, lejos de su alcance pero cerca de donde los niños pudieran encontrarla, cerro la ventana y regreso a su habitación…

Clavó su mirada al techo y espero que el sueño le venciera…

Esa noche…

Por primera vez….

Rezó…

2 Comentarios:

  1. ahhh minie....tienes que creer!!!

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  2. oooh Changmin y Jae juntos!!
    ojalá que Changmin se dé cuenta de k Jae es bueno y k él solo kiere ayudarlo!

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