The Open Door cap 8

El menor le miraba con atención, pendiente a cualquier movimiento y palabra del mayor.

-¿entonces? ¿Qué hacías en mi casa el día del incendio? – comenzaba a desesperarse un poco, llevaba media hora haciendo la misma pregunta y aún no tenia respuesta.

-¿por qué quieres saber? ¿Eso te ayudara a regresarle la vida a tu madre?...no entiendo ¿porqué la pregunta ahora? – tomo lugar en el sofá donde Min había visto con anterioridad aquellos ojos que lo miraban con odio.

-no…- respondió el menor cabizbajo y casi en un susurro inaudible

-entonces no tengo porque responder tu pregunta, bueno es tarde, vamos a dormir ya ¿quieres? – se levanto de su lugar, paso por un lado de Min y le dio un golpe pequeño en el hombro.

-Yunho – le llamó

Y el detuvo sus pasos

-¿entonces estuviste en mi casa ese día? ¡RESPONDE! ¡¿SI?! O ¡¿NO?! – estaba decidido a obtener una respuesta coherente, ya estaba arto de los misterios y las personas que aparecen y desaparecen, estaba cansado de que los demás supieran mas de el, que el mismo.

- Si estuve, pero no por lo que tú piensas, sólo ayude a tu madre a partir en paz –

Min se acerco con fastidio, tomo por el cuello la camisa de Yunho, levantando el puño derecho, amenazando con golpearlo.

-¿a partir en paz? ¡¡ ¿Eso qué diablos significa?!! ¡HABLA! -

- No lo entenderías, Changmin, solo lo hago para protegerte…no me hagas decirte la verdad… ¡NO INSISTAS! – Yunho forcejeo un poco, miro con resentimiento y culpa a quien le amenazaba.

-Desde que vine a este lugar no estoy rodeado más que de mentiras…quiero que me digas la verdad… ¡DIME LA VERDAD!- esto último grito había salido con dolor, al borde de la locura, solo quería saber la verdad.

-te lo diré… - el tono de Yunho había bajado a su mínima intensidad, tomo un poco de aire para continuar, y con dolor profundo en sus ojos continuo diciendo - tu madre…es una pecadora –

-¡¡ ¿Quién eres tú para juzgar eso?!! – le sacudió con fuerza, azotando su espalda contra la pared.

-No soy nadie…yo no puedo interferir en la vida de los demás… ¡pero observo!… el incendio lo provoco tu madre… ¡CHANGMIN ELLA SE SUICIDO!...-

Cual eco en el vacío, las palabras resonaron en su interior, sintió un tremendo asco subiendo por su garganta, se echo hacia atrás y perdió el equilibrio, obligándolo a caer de rodillas.

-no…no puede ser…ella no…esto es…-

Yunho se inclino para quedar frente a el, Min lo tomo nuevamente del cuello de su camisa, sus ojos no tenían brillo alguno.

-Changmin…mírame... ¡MIRAME! – tremendo golpe resonó por la casa, pero sin duda había funcionado, el brillo de los ojos del menor regreso, seguido de interminables lágrimas.

-Lo siento Changmin, esa es la verdad, si yo no hubiera llegado a tiempo, tu hermana habría muerto también, pero a tu madre…no pude sacarla…lo siento mucho…- tomo en un fuerte abrazo al menor, quien seguía en un estado de shock.

Después de unos segundos, Min llevo sus manos al pecho de Yunho, donde de un ligero empujón lo alejo, se puso de pie y entro a su habitación, tomo una pequeña mochila y se dirigió a la puerta de la casa, donde antes de salir le miro en el suelo aún.

-dices que no puedes interferir en la vida de los demás… entonces no creo que intentaras salvar a mi madre… me largo…hazme el favor de no volver a buscarme…o la próxima vez…seré yo…el que te juzgue –

-Min…te estoy diciendo la verdad…allá afuera no puedo protegerte… ¿no lo entiendes? – su tono era más como angustiado, como si quisiera decirle algo desde lo más hondo, pero, algo se lo impedía.

- Yunho… - ni siquiera tenía fuerza para decirle algo, así que sencillamente salió de la casa, azotando la puerta con fuerza.

Se dirigió a paso veloz, hasta el único lugar donde se podría sentir seguro.

Aquel parque.

Faltaba solo una calle, pero su cuerpo no le daba más, sus rodillas se doblaban como vil papel, y su vista no le permitía enfocar con claridad, tuvo que seguir avanzando pegado a la pared, lo único que le impulsaba es que allá habría alguien que lo ayudaría.

El frío estaba calándole en los huesos, el externo y el de su corazón.

Cayo de rodillas, miro con tristeza que no había sido capaz de llegar y murmuro su nombre tres veces.

Antes de caer en un profundo sueño, sintió….calor

Abrió los ojos, estaba recostado sobre la fuente de sus sueños, la luz del sol le daba en la cara y lo cegaba un poco, vio una silueta acercarse a el, no sabía si estaba dormido o despierto.

-hola – le sonrió el extraño

-¿y tu eres? – Pregunto Min levantándose con dificultad -¿cómo llegue aquí? –

-Jaejoong te trajo y…- el menor de inmediato interrumpió las palabras de aquel chico, estaba desesperado.

-¡¡ ¿dónde está?!! Necesito hablar con el –

-tranquilo…esta en detención…porque anoche para traerte aquí, tuvo que romper una regla así que…me mando a mi…permíteme presentarme soy Junsu – y extendió su mano con una tremenda sonrisa.

-ya veo…soy…-

-Changmin lo sé…Jae se la vive hablando de ti…pero no le digas que te dije – le susurro en el oído.

Un sonrojo marcado apareció de pronto

-no le diré…oye Junsu… ¿puedo preguntar? ¿En qué trabaja Jae? – y le miro con curiosidad.

-¿no te lo ha dicho?...jajaja…bueno, nuestro trabajo no es muy bien visto por la gente…nos dedicamos a tentar al mundo –

-¡¿Tentar?! Son… se dedican a la…prost…prostitu… bueno tu me entiendes… ¿eso?-

El extraño lo miro incrédulo y comenzó a reír enseguida a carcajadas.

-jajaja si algo así jajaja… ¿quieres una muestra de ello? – le miro coquetamente, algo que no le gusto pero nada a Min, se incomodo y dio tres pasos hacia atrás.

-no gracias… ¿tardara mucho? – cambió de tema rápidamente

-no lo sé…probablemente se escape y venga cuanto antes, porque, como eres tu…supongo que estará aquí en menos de lo que piensas… jajaja – cada palabra que decía era muy insinuativa como, sugiriendo que sintiera algo por el, lo cual no tenía sentido, porque, a penas si lo conocía, y aún así, era el único en el que podría confiar ahora.

-ya deja el rollito ese… solo estoy aquí por algunas respuestas…-

-¿respuestas?...mmm… tú no eres…de aquí… ¿cierto? – era como, si de pronto sospechara algo de aquel chico.

-¿eh?...pues no sé a qué te refieres – estaba confundido con la pregunta

-¿Cuál es el verdadero nombre de Jae? – siguió indagando Junsu, quería confirmar sus sospechas

-Pues Jaejoong ¿qué no? – el menor se sintió subestimado y un poco estúpido, es decir, ¿qué tipo de pregunta era esa?

El chico se levanto con prisa, alejándose de inmediato del menor, lo miraba con un poco de miedo, y sorpresa.

-No puede ser… ¡este me las paga!...oye, no sé que respuestas busques, pero, no deberías estar aquí, si eres inteligente, no volverás – y terminando de decir esto, se dirigió a una puerta cerca de la fuente, era extraño porque, las veces que había estado allí, nunca vio una puerta.

-Ahora si…no entiendo nada…- se llevo con angustia las manos a la cabeza, y dio un tremendo suspiro.

-¡Changmin! – escucho unos gritos a sus espaldas, Min se giró y se dio cuenta que era Jae, que se dirigía corriendo hasta donde estaba.

-uff discúlpame, hoy me la pusieron mas difícil para escaparme, ¿Y Junsu? – miro de izquierda a derecha buscándolo.

-se fue…dijo que si soy inteligente no volveré…- el tono de su voz era frío, y estaba cansado de que la gente le hablara en claves.

-¿eso dijo?...bueno no le hagas caso…- le sonrió dulcemente

- Anoche le pregunte a Yunho…el dijo que si había estado allí…y además…- hizo una breve pausa, Jae solo permanecía en silencio, atento a todo lo que le decía el menor.

-dijo…que mi madre se suicido…y yo…no sé ¿qué pensar o en que creer?...ya no sé…-

-Changmin….si estás aquí, es porque de alguna manera has hecho lo que te pedí, que confiaras en mi, quiero mostrarte algo…- se puso de pie y tomo lugar frente a Min, quien lo miro sin entender absolutamente nada.

-dame tu mano y cierra tus ojos…- Min obedeció, pensó que después de todo lo que había estado viviendo, esto ya no era nada extraño.

Sintió un frío tremendo helándole la sangre, escucho a Jae decirle que no le soltara, en ningún momento.

-abre los ojos Min, ábrelos ya – dijo Jae en un susurro.

Al hacerlo, se vio en el interior de una especie de edificio color blanco, era de noche, los tintes azules recorrían todo el lugar, miro a su alrededor, busco a Jae, pero no lo veía por ningún lado, escucho un barullo por uno de los pasillos, su vista se centro en ese pasillo, vio dos siluetas corriendo con rapidez huyendo de algo.

-no podremos correr para siempre… pero…escúchame, yo...recibiré el castigo –

-no no no… ¡No puedes! ¡Tú sabes lo que es! ¡¡NO LO PERMITIRE!! –

Y Changmin no entendía muy bien de lo que hablaban, se acerco, con la certeza de que no lo veían, veía como aquellas dos sombras hablaban entre sí.

-NO, no lo hagas….por favor – escucho la primera tomando del brazo a la segunda, suplicando

-Todo estará bien – le respondió con seguridad la segunda

Escucho mucha gente dirigiéndose a ellos, y la segunda le pidió a la primera que corriera.

Así lo hizo

La multitud tomo a quien se había quedado de pie valientemente allí, Changmin escucho muchas voces clamando por su muerte.

Sintió un miedo tremendo, y en medio de todo, soltó de la mano a Jae

-¡¡ ¿qué fue eso?!! – exigió Min, estaba molesto y agitado, todo eso no le decía absolutamente nada.

-Yo te estoy mostrando lo que tu mente ha bloqueado…- Jae clavo su vista en el pasto, permaneciendo sereno y tranquilo.

-¡MENTIRA! ¿Me estás diciendo que eso que vi es un recuerdo olvidado?....- lo contrario a Min, quien estaba más que confundido, una cosa le llevaba a otra y otra, y esto se hacía cada vez más grande, saliéndose de su control a cada minuto.

-¡no es un recuerdo! ¡Es la causa del que te estén cazando! –

-¡¡ ¿Quién me está cazando?!! ¡¡DIME!! – su cordura agonizaba

- Tú…nunca debiste nacer… y ahora…quienes te buscan…se quieren llevar lo que se te dio por error… -

Min sintió de pronto, que el mundo estaba en su contra, en soledad, nada había tenido sentido desde el principio, ahora se suponía que la vida nunca estuvo preparada para su llegada.

Su madre se había ido no por accidente, si no porque no quería seguir a su lado, la gente a su alrededor se veía borrosa, nadie estaba para el, porque, si nunca debió nacer, entonces, era natural que estuviera solo entonces ¿no?, ¿cuál era su lugar ahora? ¿A dónde tenía que ir? ¿Cuál era entonces el propicito de su existir?, la respuesta era, ¿ninguno porque no debiste nacer?

-Changmin… esto no es tu culpa…-

-…esos sueños…no lo eran, me estaban mostrando algo… pero, no sé cómo interpretarlos…no se lo qué significan… - luego de divagar, mirando y sin mirar, fijo su vista en Jae –ayúdame…-

-te juro que lo hare… así me arriesgue a morir…yo te voy a ayudar – le miro con determinación y luego rompió el hielo con una dulce sonrisa.

Changmin era incapaz de descifrar lo que Jae pensaba, pero, sentía que era la primer persona que le hablaba con la verdad.

Aún tenía muchas cosas que conectar, pero poco a poco, con la ayuda correcta, lo lograría.

Si ahora se preguntaba cuál era el propósito de su existencia, era ese.

Buscar la verdad...

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