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Arualthings

The Open Door cap 12


El tic tac del reloj, estaba anunciándoles las diez con veinte minutos, la oscuridad del lugar era de vez en vez interrumpida por luz exterior de los autos que pasaban.

Ninguno de los dos tenía el valor de ver al otro

-¿entonces?... ¿quién es Asderel? –

Por fin había podido romper ese incomodo silencio de voces, puesto que el reloj y el ruido exterior eran los únicos sonidos que no permitían que fuera absoluto

Los ojos brillosos de Jae se perdieron cuando tuvo la necesidad de cerrarlos para hablar.

Y entonces, sus labios dejaron salir la respuesta -mi amante –

Changmin dejo salir una sonrisa de lado, como si se lo hubiera imaginado - ¿dónde está? – aunque quería decirle muchas cosas, pudo retener sus sentimientos y había enfocado su rabia para formular la siguiente pregunta.

Jae se encogió de hombros, desvió su mirada del menor, y la clavo en aquel alfombrado piso –muerto – se limito a decir, y deseo que no le preguntase los detalles.

-¿Quién le mato?... porque… es imposible que haya muerto de enfermedad o de viejo… menos estando a tu lado…- sabía que había sido cruel con esto último, pero, estaba tan desesperado por atar cabos, que por un momento quizás sintió que estaba armando uno de sus pequeños rompecabezas.

- los mismos que te buscan a ti – apretó los puños con fuerza, estaba luchando consigo mismo, trataba de mantener la cabeza fría.

-entonces… ¿qué soy yo para ti? -

Quien estaba a sus espaldas pareció no entender muy bien la pregunta -¿c-cómo? –

-¡¿qué soy yo para ti?!....¡¿UN MALDITO REMPLAZO?!... – se había girado para mirarle con aquellos ojos de odio tan característico, tan hiriente y desgarrador.

-¡eso no!… - de pronto sus palabras fueron silenciadas por el menor

-¡LARGATE!...- gritó, le miraba como si estuviera advirtiéndole que sí no lo hacia lo golpearía

-Changmin… - susurro

-¡¿acaso crees que por ayudarme vas a enmendar no haber podido ayudarle a él?!... me ayudas ¿sólo para enmendar un error? ¡Maldito egoísta!... ¡ya te puedes ir largando! Busca otro…- esto último lo había dicho con un sentimiento en la voz, tan quebrada y desesperada.

-¡no es verdad! Changmin yo no…

-¡Lárgate!... pero tienes que saber… que por un momento, aun después de saber esto… considere ser ese remplazo… ¡soy un estúpido!... yo mismo me doy pena… es como si toda mi dignidad me la hubieras robado… ya casi… no queda nada del yo anterior…así que por dignidad…¡LARGATE! – sus palabras eran un vaivén de emociones, gritando, luego susurrando y finalmente sollozando.

Sin duda el plan había fallado, Jae no podía hacer nada más por el momento, creyó conveniente dejarlo allí, aunque, deseaba decirle que todo lo que pensaba de el estaba mal, ni un acierto había tenido, le ayudaba porque el quería, aunque no tuviera relación con Asderel le hubiera ayudado.

El tiempo se le había terminado, le lanzó una última mirada a Changmin antes de abandonar la habitación, en silencio.

Min se giro lentamente para comprobar que no estaba, vio con tristeza que se había ido, ahora estaba solo, se hecho al piso a llorar como niño desprotegido, pero no quería ser motivo de penas ni lastimas, y mucho menos ser un remplazo.

Se llevo las manos al corazón, escucho millones de voces saliendo de todas partes, su mirada buscaba por cada rincón de donde provenían.

-no puede ser…- nuevamente había caído en un sueño, cerró los ojos con fuerza, preparándose para lo siguiente, cuando los abrió miro a su alrededor, estaba recargado en una pared, como escondiéndose de alguien.

Una extraña silueta se acerco a el, la misma sin rostro que le acosaba en algunos sueños, escucho que le dijo.

-¡tenemos que huir! – sonaba con ese tono de desesperación.

Min quedo inmóvil y se atrevió a preguntar -¿quién eres? –

-no estamos para tus bromas, levántate y corre, una vez que cruces esa puerta, serás libre – apunto hacia la izquierda, había una enorme puerta grabada con rostros de niños y calaveras.

-no – respondió el –no te conozco, no sé de lo que me hablas –

-¡por favor! ¡Hazlo de una vez! ¡¿Quieres morir?! –

Algo en su interior le decía que no debía moverse, y la otra mitad le decía que corriera a donde le decía.

-no tengas miedo – escucho una voz que emergía de su interior, una voz que le lleno de valor y le tranquilizó, entonces, supo lo que tenía que hacer en realidad.

-no me voy a ir… ve tu – las palabras en la boca de Min habían salido casi por mera inercia, no sabía muy bien lo que decía, pero si que debía hacerlo.

-no me voy a ir y dejarte aquí –

-¡vete ya! –

Aquella silueta pareció retroceder, de alguna manera, le estaba haciendo caso, corrió hasta la puerta, le dirigió lo que pareció una mirada y desapareció por aquella puerta.

Min de pronto, al perderle de vista, sintió un nudo en el estomago, como si perdiera algo importante, como aquel que sintió cuando perdió a su madre, quería entender ¿porqué?...

Nuevamente las voces empezaron a escucharse.

Cuando se dio cuenta, estaba rodeado de millones de personas enfurecidas, que le señalaban y apuntaban, en medio de todo el ruido escucho otra vez la voz en su interior -no tengas miedo… -

Y el miedo desapareció…

Vio como una de esas personas se dejó ir sobre el con un objeto en la mano, dispuesto a golpearle, sintió un fuerte dolor en la nuca y cayó inconsciente, incapaz de digerir lo que acababa de pasar.

Era como la doceava vez que marcaba a su móvil, pero ni una señal de respuesta, siempre le mandaba al buzón de voz

-¡Rayos! ¿Por qué no contestas Changmin? – estaba a dos pasos de la puerta de su casa, cegado por la preocupación, abrió la puerta que extrañamente estaba abierta, el departamento estaba a oscuras, mala señal.

Busco el apagador sobre la mesita de madera, la luz le mostro a quien buscaba, allí tirado en el suelo, inconsciente, murmurando cosas inentendibles.

Lo tomo entre sus brazos y le llamo una y otra vez, dándole leves golpes en las mejillas.

-¡Changmin! ¡Vamos Changmin abre los ojos ya! – aunque lo sacudía y llamaba, el menor no abría los ojos, al tocarle la frente para retirarle el flequillo noto que tenía fiebre.

Como pudo lo llevo a su recamara donde al dejarlo en la cama, se dirigió presuroso a la cocina por algunos paños y agua fría, tenía que bajarle la fiebre como fuera.

Las horas transcurrieron, eran las cuatro de la mañana cuando Min abrió los ojos.

Diviso al lado de su cama alguien sentado en el suelo, con la cabeza sobre la orilla de la cama, al enderezarse vio caer una manta de su frente, se dio cuenta que le había ayudado, debió desmayarse o algo así y el le encontró justo en el momento preciso.

Por alguna razón, siempre le encontraba cuando más lo necesitaba…

Aunque las cosas habían cambiado mucho…

Allí estaba…

Min se acerco en medio de la oscuridad, movió con delicadeza a quien estaba dormido

-Yunho… Yunho – le llamo

El mayor fue abriendo los ojos con lentitud, acostumbro su vista a la oscuridad de la habitación y miro los brillosos ojos de Min viéndole con extraña ternura.

-¡¿estás bien?! ¿Ya te bajo la fiebre? – llevo con alarma sus manos a la frente de el menor.

Changmin tomo las manos de Yunho y las retiro con delicadeza de su rostro –estoy bien gracias – y le regalo un sonrisa

Yunho pareció no percibir esto último, pero se sintió aliviado cuando confirmó que estaba bien -¿otro sueño? –

-si – dio un fuerte suspiro expresando su cansancio y fastidio

-¿está vez de qué? –

-no lo entendí bien…pero apareció algo nuevo… una voz que me tranquilizaba… que despejo todos mis miedos y dudas, me hizo sentir…- buscó la palabra correcta y finalmente concluyó - …seguro –

-¿una voz?... no sé lo que eso pueda significar, pero… puedo pedirle a Yoochun que descifre tus sueños… -

-vale –

-ahora trata de dormir, que yo no me voy a ninguna parte, si otro sueño aparece, me encargare de despertare…además, yo también tengo sueño… menudo susto que me has metido…- Yunho dejo salir un bostezo y se acomodo en el suelo.

Min dejo salir una sonrisa, una que no veía desde hace mucho tiempo…

No sabía quién o qué era esa voz, pero sin duda… le había ayudado y reconfortado… le resultaba un poco familiar…

-pero ¿dónde la he escuchado?...- luego tomo sus sábanas y se recostó de nueva cuenta en la cama.

Sin saber cómo o a qué hora…

Se quedo dormido…

Corrió con todo lo que le daban sus piernas, se había pasado de la hora por unos minutos, minutos que pudieran ser clave.

Llego a la habitación, estaba oscura en su totalidad, se asustó

-Junsu… -dejo salir casi en un susurro.

De pronto las luces se encendieron al mismo tiempo, escucho pasos a sus espaldas y temió lo peor

-¡por un pelo y nos pescan! – le lanzaba cojín tras cojín, totalmente indignado.

-¡no me asustes! Perdóname, es que tuve un contratiempo –

-el mocoso malcriado no te hizo caso…- dijo de manera muy segura

-se entero de Asderel – dejo salir en un susurro débil.

La sonrisa del rostro de Junsu se borro casi de inmediato, se acerco a Jae y le dio una palmada en la espalda.

-No quiero ser molesto Jaejoong, pero… te lo dije… no puedes estar ayudando a todo el que te recuerda a el… eso no es correcto…-

-¡No! Las cosas no son así… ¡no lo ayude porque me recordara a el!...lo hice porque quise hacerlo…- en realidad no sabía cómo explicarlo, menos a Junsu, seguramente aunque le contara toda la verdad, no le creería, sin embargo…

Su compañero le sonrió…

-bueno, yo no tengo trabajo que hacer hasta dentro de unas horas…cuéntamelo todo…-

Después de años de soledad, se sintió acompañado.

Al cabo de unas horas, después de una larga y extendida platica, Junsu estaba en completo shock

-¿entonces eso es lo que pasa?... ahora entiendo… es algo muy difícil…-

-lo sé…no quería involucrar a alguien más con mi carga…pero últimamente se me está haciendo más y más pesada…- Jae se llevo las manos a la cabeza, revolvió un poco su cabello y miro a su compañero.

-no te preocupes…yo te ayudo con la carga jajaja…bueno… encontrare la manera de sacarte de aquí… ¡lo juró!...y te ayudare con ese malcriado…- se dirigió a paso firme hacia la puerta, pero una última cosa por parte de quien se quedaba atrás.

- Junsu, evita hablar con Yunho de nuevo… no creo que sea conveniente a estas alturas…- dejo salir con tono serio y seco.

-claro – rió su compañero

-oooo ¡otra cosa!... – levanto la voz con rapidez y nuevamente detuvo los pasos de su amigo

-¿Qué pasa? –

-¿podrías traerme un helado del parque?...esas cosas me gustan y como estoy aquí encerrado no he podido probar una ¿si? – y le lanzo una mirada de niño suplicante, algo que Junsu odiaba que usara contra el.

-¿sabes? Eso te funcionaba con Asderel… ¡pero no lo apliques conmigo! – Abrió la puerta y dio dos pasos – ¡ash! ¿De qué sabor? – renegó

-¡de fresa! – sonrió Jae desde el lugar donde estaba.

-ok ok… de fresa será…- y murmurando cosas en señal de protesta abandono la habitación.

Cuando estuvo solo en aquel enorme cuarto, se tiro en la cama dando un fuerte suspiro.

-se me acaba el tiempo…-

La perilla de la puerta giró, Jae no le dio importancia y siguió divagando en sus pensamientos.

-parece que has cumplido tu sentencia con honor Shedim…-

Por fin se enderezo presuroso para mirar al intruso, era el maldito que lo había encerrado por mero capricho allí.

-no me llame así…soy Jaejoong ¿¡escucho!? ¡JAEJOONG! – como le irritaba que le nombraran así, odiaba eso, por algo se había nombrado a si mismo Jaejoong

-Calma muchacho, no vengo a irritarte por un miserable nombre, vengo a decirte que alguien arriba te sonríe, porque, puedes retomar tu trabajo en el parque, tu compañero seguirá siendo Junsu –

-¿puedo irme ya? –

-cuando quieras – sonrió con maldad, algo que no inspira confianza en nadie.

Jae dio pasos para salir de allí cuanto antes, no se sentía para nada cómodo compartiendo habitación con ese tipo.

-¡Y otra cosa! – Levantó la voz para que aquel le escuchara –cinco milímetros cerca de Changmin y estás muerto…ya no será la paliza de la otra vez, lo cual sería una verdadera lástima… - su robusto cuerpo camino en dirección a Jae, donde lo tomo por la cara –lastimar tan bello rostro… jajajaja- y haciéndole una cortada con aquellas afiladas uñas salió primero por aquella puerta.

Su sola presencia le daba asco, no por su físico solamente si no por lo que representaba, ese asqueroso sistema…

-¡maldición! – y limpiando la sangre de su mejilla salió a regañadientes, tomando la dirección contraria a la del tipo ese…

Su visita solo había significado, que el tiempo de vida de Min, estaba por terminarse…

2 Comentarios:

  1. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaa vamos jae, ayuda a min, el no sabe nada, waaaaaaaaaaaaaaaaaa esto se pone mjor, gracias yuuki x decirm d est fic esta buenisimo

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  2. noooooooo! kien es ese hombre tan malo?
    k sistema?
    aaah ><

    ojalá Jae pueda salvar a Min ...

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