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Arualthings

Unexpected Love cap 1

Park Yoochun acababa de llegar a Corea después de un viaje de negocios, hablaba por teléfono mientras se dirigía a la salida, pero algo llamó su atención. Un joven de unos 15 años le preguntaba algo a una señorita de uniforme pero esta parecía no entenderle. Normalmente hubiera continuado con su camino, pero algo en la expresión del joven le cautivó, nunca esperó encontrarse con semejante ángel, su rostro irradiaba inocencia y ternura, y le parecía extrañamente familiar.

- Disculpa, ¿estás perdido?- preguntó al ver que la señorita se alejaba.
- Eh- le miró desconcertado- no, solo no encuentro mi equipaje- respondió distraídamente.
- Vamos, te ayudare- le sonrió.
- ¿De verdad?, gracias- dijo aliviado caminando a su lado.
- ¿No hablas coreano?- intentó entablar una conversación.
- Si, es sólo que cuando me pongo nervioso se me olvida y comienzo a hablar en inglés- respondió apenado.
- Entiendo, ¿es tu primera vez aquí?- sonrió suavemente, le había parecido adorablemente divertida la respuesta del menor.
- No, nací aquí, después de algunos años nos mudamos a Estados Unidos.
- Vaya, pues espero que te guste, es un lugar agradable- le sonrió de forma amable- aquí puedes recoger tu equipaje- señaló una banda con varias maletas.
El joven se pegó con una mano en la cabeza, ya había pasado por ahí pero por ir distraído no se había dado cuenta del gran letrero.
- Gracias- sonrió avergonzado.
- No hay problema, tal vez nos volvamos a encontrar, tengo que irme, ¿necesitas algo más?
- Estoy bien, muchas gracias- se inclinó un poco en forma de agradecimiento.
- Bien, cuídate- se despidió con un ademán de la mano alejándose, quería visitar a su mejor amigo antes de ir al trabajo.

- Hola Yoochun, pasa- saludó sonriente dejándole pasar.
- ¿Cómo estás?
- Bien, por ahora estoy descansando- respondió cerrando la puerta.- ¿Acabas de volver?
- Si, llegué esta mañana- asintió- contratamos a alguien nuevo.
- Vaya, espero que sea bueno, pero los de tu compañía siempre lo son.
- Gracias, ¿cómo se encuentra Sung Hee?
- Ya sabes cómo es, siempre ocupada con sus diseños, ¿quieres beber algo?, ¿una cerveza?- se dirigió a la cocina.
- No gracias, sólo venía a saludarte, tengo que irme- negó con una sonrisa- hablaremos otro día, me dio gusto verte de nuevo- lo abrazó.
- De acuerdo, cuídate y no te estreses- bromeó.
- Lo intentaré- sonrió dirigiéndose a la puerta.
Cerró la puerta de entrada y sacando sus llaves se dirigió a su auto. Alguien chocó con él y perdió el equilibrio, extendió su brazo rodeando la cintura de aquella persona para impedir su caída.
- Lo siento, estada distraído- esa voz, el joven entre sus brazos levantó la mirada.
- Nos volvemos a encontrar- dijo sonriente recogiendo el papel que se le había caído al chico.
- Gracias- el chico tomó la hoja.
- ¿Buscas a alguien?
- A mi hermano, vive en esta casa- miró el papel entre sus manos y de nuevo la casa confirmando la dirección- no pensé que viviera en un lugar tan grande- agregó pensativo.
- ¿Hermano?- le miró extrañado.
- Así es- asintió sonriente- Kim Junho.
- Vaya, no me había comentado que tenía un hermano- comentó sorprendido al comprobar que se trataba de su amigo.
- No me sorprende- se encogió de hombros despreocupado- tiene mucho tiempo que no nos vemos.
- Entiendo, te advierto que a veces puede ser insoportable- bromeó, ahora entendía porque se le había hecho conocido, el parecido era obvio.
- Gracias, lo tomaré en cuenta- asintió sonriente.
- ¿Tuviste problemas para llegar?- si hubiera preguntado antes le hubiera traído él.
- No- se apresuró a responder, la verdad era que había tardado mucho tiempo en encontrar el papel en donde había anotado la dirección.
- Me gustaría seguir platicando, pero me esperan- se disculpó y realmente lamentaba tener que irse, ese joven en verdad le agradaba.
- Debes estar muy ocupado, lamento haberte entretenido.
- Nada de eso, además estoy seguro que nos veremos muy seguido.
- Por cierto, soy Junsu- extendió su mano.
- Es un nombre muy bonito- le sonrió guiñándole un ojo- yo soy Yoochun, Park Yoochun, mucho gusto.
- Espero que nos veamos pronto Yoochun- le sonrió de forma adorable.
- Por supuesto, nos vemos.

Junsu se detuvo frente a la puerta, respiró profundamente para darse valor, no sabía que reacción tendría su hermano, después de todo llegaba sin haberle llamado antes. Finalmente se decidió a tocar el timbre. Un joven considerablemente más alto que él y con facciones más varoniles que las suyas le abrió la puerta.
- Hola Junho- saludó tímidamente. El aludido le miró fijamente por unos momentos tratando de ocultar su sorpresa.
- ¿Qué haces aquí?- pregunto de forma seca.
- Mamá murió- sus ojos se entristecieron- no tengo a nadie.
- No es mi problema- dijo con la intención de cerrar la puerta.
- Pero soy tu hermano- protestó deteniéndole.
- Estoy ocupado- sentenció cerrando la puerta.
Junsu se sentía desesperado, definitivamente no esperaba que las cosas tomaran esa dirección, volvió a tocar el timbre insistentemente pero no recibió respuesta, sin saber que más hacer se sentó en una pequeña banca que había cerca de la puerta, después de todo no tenía a donde ir, además pronto anochecería.

Junho cerró la puerta molesto, ¿primero le dejaban sólo y ahora querían que se hiciera cargo de su hermano menor?, ¿habría estado muy mal haberle dejado afuera? Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido del teléfono.
- ¿Diga?
- Junho, ¿cómo estás?- su corazón se aceleró.
- Sunghee, que sorpresa.
- ¿Porqué no has llamado?- pudo imaginarse claramente el puchero que estaría haciendo la chica.
- Lo siento, estaba ocupado- mintió, la verdad aun no se armaba de valor.
- ¿Cuándo vendrás a verme?, tiene tiempo que no hablamos.
- Tal vez pase mañana.
- De acuerdo, te estaré esperando, nos vemos.
Colgó y aventó el teléfono sobre el sofá, mañana la vería. Estaba tan emocionado que olvidó por completo cierta visita. Pensando en aquella chica, su mejor amiga desde la infancia, se quedó dormido.
A la mañana siguiente se despertó temprano, como siempre, para salir a correr. Abrió la puerta y le sorprendió ver a alguien recostado en la banca, se acercó cautelosamente y le descubrió la cara.
- ¡Tu!- exclamó lo suficientemente fuerte como para despertar al chico.
- Buenos días- saludó débilmente.
- ¿Qué haces aquí?, creo haberte dicho que te fueras- le miró molesto dispuesto a correrlo nuevamente, no le quería en su vida, no ahora que todo era perfecto.
Junsu trató de incorporarse pero sus piernas le fallaron y volvió a sentarse.
- ¿Te sientes bien?- le miró sin ocultar su preocupación, el menor, a pesar de no sentirse bien, intento sonreírle. Junho le tocó la frente, estaba hirviendo- tienes calentura- susurró.
Iba a pedirle que se pusiera de pie pero el menor ya no le escuchaba, alcanzando a detenerlo para que no se pegara, estaba inconsciente. Rápidamente lo tomó en brazos, entró en la casa y lo recostó con cuidado en el sofá. Seguramente no había dormido ni comido bien. La pérdida le había afectado obviamente, aunque el chico no lo demostrara, le conocía, solía ocultar todo, eso siempre le había molestado; además había pasado la noche afuera, se recriminó mentalmente por eso. Fue por una toalla y agua. Comenzó a ponerle compresas frías en la cabeza para bajarle la fiebre. Permaneció un rato contemplando a su pequeño hermano, mentiría si dijera que no le había extrañado, pero le molestaba que hubiera dejado de escribirle, que se hubiera olvidado de él. Retiró un poco de cabello de su frente haciendo que se removiera en el sofá, sonrió, seguía pareciendo un niño pequeño. Después de comprobar que la fiebre había disminuido le cubrió con una manta y salió a realizar su rutina de ejercicio, aunque redujo el tiempo para llegar antes de que su hermano despertara.

Al regresar Junsu aun dormía, suspiró dirigiéndose a la cocina para prepararle algo. Al finalizar se dirigió de nuevo a la sala depositando el plato en la mesita.
- Junsu, tienes que comer- dijo suavemente moviéndole un poco.
- Sólo unos minutos más- protestó el menor tratando de alejarlo.
- Vamos, levántate.
Con un puchero el menor se incorporó.
- Deberías tener más cuidado si no quieres ir al hospital- le recriminó mirándolo severamente.
- Fuiste tú quien me echó- bromeó.
Junho bufó, así era él, no importaba la situación no olvidaba su sentido del humor.
- Pero no te dije que durmieras afuera.
- Ya te dije que no tengo a donde ir y casi todo el dinero lo ocupé para venir- explicó encogiéndose de hombros despreocupado.
Así que sus suposiciones eran correctas.
- Deberías alimentarte mejor- observó al verle tan delgado.
- ¿Estas preocupado por mi?- le miró sonriente.
- Cállate- espetó desviando la mirada molesto- voy a salir, trata de no romper nada- advirtió tomando sus llaves.
- ¿Eso quiere decir que puedo quedarme?- le miró ilusionado.
- Sólo hasta que te encuentre un lugar- respondió mirándole aún molesto.
- Gracias- sonrió.
Junho volvió a bufar antes de salir dejando a su hermanito comiendo ansiosamente. Una vez fuera, se subió a su auto y se dirigió a aquella tienda que no había visitado en un buen tiempo.

Después de terminar lo que le había preparado su hermano, salió al jardín que había en la parte de atrás sorprendiéndose de los grandes ventanales que había en lugar de paredes. Al salir quedó aun más maravillado al descubrir que la casa de Junho estaba prácticamente a orillas de un pequeño lago. Sin pensárselo dos veces salió corriendo para recorrer el lago. Mientras caminaba, disfrutando de la tranquilidad del lugar le pareció ver algo que se movía a su izquierda, pero al voltear no encontró nada, decidió continuar y volvió a escuchar aquel extraño ruido, trató de ignorarlo mirando su reloj, ya era tarde, sería mejor volver. Quería prepararle una sorpresa a su hermano.
De regreso en la casa, se dirigió feliz a la cocina, abrió el refrigerador pensando en lo que prepararía para la comida. Comenzó a sacar ingredientes y recipientes, y con una sonrisa comenzó a cocinar.

- Junho, te esperaba- sonrió la chica lanzándose a sus brazos.
- ¿Cómo estás?- preguntó correspondiendo el abrazo con una sonrisa.
- Perfectamente, ¿quieres un café?
- Si, gracias.
Después de unos minutos, la chica volvió con dos tasas.
- ¿Cómo va el negocio?
- No me quejo, es lo que me gusta- sonrió sentándose a su lado- ah tengo algo que reclamarte- Sunghee frunció el ceño.
- ¿Qué hice?- preguntó sorprendido.
- No me diste ningún regalo- protestó infantilmente.
- Cierto, ¿porqué no te llevo a cenar?- le sugirió guiñándole un ojo.
- Mmm- le miró pensativo- de acuerdo- asintió sonriente.
- Por cierto, ayer vi a Yoochun, acaba de volver.
- ¿De verdad?- la chica no parecía interesada.
- Dijo que te extrañó- miró atentamente las reacciones de la chica.
- ¿Eso dijo?- notó el dejo de sarcasmo.
Antes de que alguien pudiera agregar algo más el celular de Sunghee comenzó a sonar.
- ¿Diga?, ¡Yoochun!- una sonrisa apareció en su rostro aunque la de otra persona había desaparecido.
- Cuanto tiempo, ¿estás muy ocupada?
- En realidad no.
- ¿Qué te parece si cenamos?- sugirió.
- Claro, me encantaría, iba a cenar con Junho, podemos ir todos- sugirió con la mirada brillante- ¿no te molesta que venga Yoochun, verdad?- Junho no pudo negarse ante esa mirada- entonces nos vemos esta noche.

Entró molesto a su casa, iba a subir las escaleras pero se percató de algo, su cocina estaba hecha un desastre, había comida en el suelo, platos sucios y algo parecía oler a quemado, como si fuera poco, para completar la trágica escena, su hermano estaba al lado de la mesa del comedor sonriéndole de forma inocente, sucio.
- ¿Qué se supone que es esto?- preguntó alzando la voz haciendo que Junsu brincara.
- Quería prepararte una sorpresa- respondió avergonzado. Y vaya sorpresa que se había llevado Junho.
- Es un desastre, quiero ver todo limpio- advirtió realmente molesto.
- Pero ni siquiera lo has probado- protestó tratando de contener las lágrimas.
- ¿Quién querría comer eso?- miró despectivamente la comida antes de subir las escaleras.

Al escuchar la puerta azotarse Junsu volvió a brincar asustado, las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas sin que siquiera se diera cuenta. ¿Por qué le trataba así? Simplemente había querido agradecerle. Aún con lágrimas en sus ojos comenzó a recoger y limpiar todo. Trataba de controlar su llanto mientras lavaba los platos y recipientes pensando en que pronto se solucionaría todo. Se tensó al escuchar los pasos de su hermano bajando las escaleras.
- ¿Terminaste?
Junsu negó con la cabeza gacha.
- Quiero ver todo como estaba para cuando regrese- sin decir más salió de la casa nuevamente.
Esperó a que el sonido del motor se alejara, se sentó en el suelo y dio rienda suelta a su llanto abrazando sus piernas. Sabía que tenía que ser fuerte, sabía que el hermano que él había conocido aun existía. Sin embrago las palabras dolían, dolían mucho.

Manejaba distraídamente, se sentía furioso, nada le salía como esperaba y ahora tenía un niño al que cuidar, lo que le faltaba. Hablando de Junsu, ¿estaba llorando? Podría jurar que había visto lágrimas antes de salir de la casa. Tal vez había sido muy duro, después de todo sabía de antemano que Junsu nunca había sido muy bueno en la cocina. Necesitaba despejar su mente, tenía una cena en la cual pensar. Definitivamente no quería ir sólo, pero ¿a quién llevar? De nuevo la imagen de su hermano acudió a su mente. Suspiró, después de todo no tenía a nadie más.
Después de recorrer indistintamente las calles decidió volver.
Al entrar se encontró a Junsu aun limpiando.
- Cámbiate, vamos a salir- dijo simplemente subiendo las escaleras.
- Eh, ¿a dónde vamos?- preguntó confundido, ¿le volvería a echar?
- Ponte algo decente- sin agregar más se dirigió a su habitación.
Junsu miró alrededor, aun no tenía habitación, preguntar definitivamente no era una opción, así que simplemente buscó en su maleta y se cambió en el baño. Esperó paciente hasta que Junho bajara. Al escuchar sus pasos se puso de pie.
Junho le miró evaluando su ropa. Suspiró resignado abriendo la puerta.
- Vamos.
Junsu le siguió rápidamente antes de que le dejara y subió al auto.
- ¿A dónde vamos?- volvió a preguntar esperando obtener respuesta esta vez.
- A cenar- respondió cortante.
El menor decidió continuar en silencio, hasta que llegaron a un restauran muy elegante. Les hicieron pasar a la mesa reservada y les dieron los menús.
- Aun esperamos a dos personas- dijo Junho al mesero.
- De acuerdo, señor- asintió alejándose.
- Vaya- exclamó sorprendido Junsu mirando a su alrededor con curiosidad sin escuchar a su hermano- es hermoso.- Tomo el menú para examinarlo y se sorprendió aun más al ver los precios- esto es muy caro, Junho sabes que no tengo dinero.
Junho ignoró su comentario mirando ansioso la entrada. Por fin aparecieron. Se puso de pie.
- Hola- saludó Sunghee mientras Yoochun le arrimaba la silla.
- ¿Esperaste mucho?- preguntó el joven sentándose.
- No mucho- negó mirando a la chica.
- ¿Quién…- comenzó a preguntar Sunghee mirando al chico desconocido, quien había permanecido en silencio mirando con curiosidad la escena, ¿había compañía?
- Ah, es mi hermano…- explicó recordando que le había llevado.
- Junsu- interrumpió Yoochun reconociéndole.
- Hola- saludó sonriéndoles.
- ¿Lo conoces?- preguntaron al mismo tiempo Junho y Sunghee logrando que Junsu se sonrojara.
- Lo conocí en el aeropuerto, ambos acabábamos de llegar- explicó sonriente.
- De nuevo, muchas gracias- inclinó ligeramente la cabeza en forma de agradecimiento.
- No hay problema- hizo un ademan con la mano restándole importancia- veo que hablas muy fluido el coreano.
- Eh, si- asintió mirando a su hermano quien aun no salía de su sorpresa, y no era el único, Sunghee también miraba desconcertada la conversación.
- Me alegro- sonrió de nuevo- dime, ¿cómo te ha tratado Junho?, ¿te dio una buena bienvenida?- Junho se tensó, su amigo hacía muchas preguntas.
- Si, ha sido muy bueno conmigo, después de todo llegue de sorpresa- sonrió apenado.
- Menos mal, puede ser muy gruñón- bromeó.
- Yoochun- Junho le lanzó una mirada asesina, despertando por fin.
- ¿Cuántos años tienes?- preguntó Sunghee interrumpiendo el duelo de miradas de sus amigos.
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- ¿Eh?, juraba que tenías 15- exclamó sorprendido Yoochun interrumpiéndole, Junsu se sonrojó.
- No me sorprende, aun se comporta como un niño- murmuró Junho cruzando los brazos desviando la mirada.
- A mi me parece tierno- opinó Yoochun sonriéndole, el rubor se acentuó en las mejillas del menor.
- ¿Cuánto tiempo piensas quedarte?- le interrogó la chica fingiendo casualidad, se sentía incómoda por el repentino interés de Yoochun en el menor.
- Pues…- respondió dudoso.
- Aun lo estamos discutiendo- interrumpió Junho.
- Ya veo- sonrió la chica, eso significaba que no era permanente.
La sonrisa de Junsu se borró y bajó la mirada, triste. Yoochun lo notó e intentó alegrar el ambiente.
- Pero no estén tan serios, hay que celebrar la llegada de Junsu- llamó al mesero.
- No es necesario- se apresuró a negar, apenado, ya había hecho muchas cosas por él.
- Claro que sí, yo invito- le guiñó un ojo.
Junho no podía creerlo, ¿cómo era que su hermano llamaba tanto la atención?

3 Comentarios:

  1. moneiba2/12/2010

    ahissss que pasara yunho intenrara algo con junsu esta muy interesante y mira que soy fan acerrima del yoou

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  2. wwaaa k bueno esta!!
    me recordo a full house!!!
    espero la conti !!!!!!!!!!

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  3. Anónimo3/05/2010

    ESTO ES FULL HOUSE CIERTO? nunca me lo imagine con dbsk pero suena lindo *¬*

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